Reseña: El joven Sherlock Holmes 1. El ojo del cuervo, de Shane Peacock

Título: El joven Sherlock Holmes 1. El ojo del cuervo
Autor: Shane Peacock
Lugar de publicación: Madrid
Editorial: Almadraba
Año: 2010


Mi opinión y resumen:

Este libro nos sumerge en el ambiente londinense del año 1857. Hay muchos barrios donde vive la gente rica, en Mayfair, pero luego está la zona donde la gente muere de hambre, hay niños que desde bien temprano son forzados a trabajar, incluso a robar, etc.

Las noches no son seguras en esa zona de pobreza, donde precisamente vive nuestro joven protagonista, Sherlock. Vive con sus padres, Rose y Wilber Holmes. Ella siempre quiso ser cantante de ópera, pero nunca pudo permitírselo, ya que su padre la desheredó cuando era joven por casarse con un "judío". Wilber, el pabre de Sherlock, viene de la cultura judía, una de las peores tratadas tanto en esa época como 100 años más tarde, en la época de los nazis.


Así, pues, en el colegio, los chavales, la mayoría "ingleses", odian a los judíos o a aquellos que son diferentes. En nuestra historia, también aparece un árabe, un chico que es culpado del asesinato sin tener nada que ver, y que simplemente por el color de su piel es metido en prisión.

Pues bien, Sherlock va creciendo en un ambiente de odio y maltrato en el colegio, en la calle, en su barrio. Es un chico inteligente, que trata de ir bien vestido, bien educado por sus padres, pero que por culpa de eso no es bienvenido donde vive. También es un chico con una gran curiosidad, por lo que algunos días que no tiene ganas de volver a la escuela a que le den palizas y prefiere darse una vuelta por el centro de Londres. Su curiosidad le lleva a leer los periódicos que la gente deja tirados por las calles.

En uno de esos diarios sensacionalistas, lee la notícia de un asesinato. Una chica joven, que él compara con su madre por su belleza y edad, ha sido asesinada. La policía de Scortland Yard no tiene datos acerca del paradero del asesino, ni sospecha alguna de quién pueda ser el culpable del delito.


No hubo testigos, nadie escuchó nada, y en ese barrio, tampoco habría importado, pues era algo ya cotidiano las peleas callejeras, los borrachos haciendo ruido en las tabernas...y nadie se hubiera preocupado tampoco demasiado. Es un sitio donde hay que luchar por la supervivencia y nadie quiere tratos con la policía, se protegen unos a otros.

En ese barrio vive una banda de niños callejeros, sin hogar, ladrones...que suelen estar enterados de todas las notícias que suceden, pero se niegan a ayudar a Sherlock en sus pesquisas. Tiene que lidiar con ellos en varias ocasiones: su lider será "Malefactor" (vemos su ironía con lo que sería su contrario, una persona "benefactora", que hace el bien a los demás).

Lo tratan de chalado, de judío, le dan palizas y en definitivan, odian al chico por todo lo que él representa para ellos, lo que ellos no pueden ser. Pero él no quiere acabar como ellos.







La noche del asesinato, parece ser que tan sólo unos cuervos son testigos del acontecimiento. Los pájaros, están presentes a lo largo de toda la novela. Van apareciendo 4 tipos de pájaro, según el momento o escena que estamos leyendo, para crear ambiente y simbología también. Primero los cuervos, con su mirada atenta, luego las hurracas, más adelante, en un ambiente más alegre, las alondras, y finalmente, las palomas blancas, símbolo de la paz.

Pero como sucede en esa época, la justicia brilla por su ausencia. Sherlock se deja guiar por su curiosidad y es descubierto por un bobbie (policía londinense) algunas noches después del asesinato, merodeando por allí. Se encuentra en el momento menos oportuno, en el peor de los sitios posibles. Está buscando pruebas o pistas sobre el asesinato. Le gusta investigar, observar, y quiere llegar al fondo de todo. La policía lo mete en prisión, pensando que quizá este chico sepa algo o sea incluso cómplice del asesinato.

Allí en la cárcel, conocerá a Irene, una niña que va con su padre visitando a los prisioneros intentando hacer obras de caridad, ofreciendo consuelo. Ella será una compañera ideal para Sherlock, ya que juntos deberán, primero, lograr poner a salvo a Sherlock y segundo, averiguar todo lo que puedan acerca del caso de asesinato que tanto preocupa a Sherlock.

El porqué un niño que no tiene nada que ver, que se encuentra de pura casualidad fuera del colegio, en la calle, es relacionado con ese asesinato, es como algo fatídico. Como si el destino no tuviera nada mejor que hacer que culpar a los inocentes, como si jugara con ellos.

Sherlock conocerá también al que han culpado del asesinato, al chico árabe llamado Adalji, que por supuesto, también se encontraba en el peor sitio en el peor momento. La cabeza de turco, podríamos decir, el de raza "inferior" que debe pagar por los delitos, de, probablemente, una persona blanca y adinerada. Pero así funcionan las cosas en Londres en el siglo XIX. No hay tiempo para dudas, hay que buscar un culpable, da igual quien sea. Hay que mantener al pueblo contento, "protegido", hay que ofrecer la solución antes de que todo pudiera desmadrarse.

El libro tiene cosas buenas y otras no tan buenas, o que podrían haberse escrito mejor. Por ejemplo, algo que le baja un poco la puntuación, es que algunos hechos son previsibles, pues ya desde el principio te da algunas pistas que podrían haberse ahorrado para no contarte "demasiado" sobre el caso.

Aún así, lo positivo es, que aunque el lector tiene más información que el protagonista, o al menos, sí para un lector adulto, es que nos podemos identificar muy bien con el sufrimiento de este niño que sin comerlo ni beberlo se ha metido en un lío. Un asunto de vida o muerte, le guste o no. Sentimos su soledad en el colegio, cuando va por las calles solo y algo enclenque, cuando le pegan los gamberros de la calle. Él no tiene amigos, al menos, no los ha tenido hasta que ha conocido a Irene.

Te identificas con el dolor que supone para un chico de 13 años, tener que separarse de sus padres por miedo a ser descubierto por la policía. Con el hambre que tiene cuando vaga por las calles, y el frío que siente al tener que dormir al aire libre, sin abrigo ni protección. Caminas por ese lugar junto a él deseando que pronto encuentre alguien en quien confiar, que pronto pueda volver de nuevo a su hogar, ver a su familia, a tener la vida que ha tenido antes.

Pero eso ya no es posible. Sherlock es ahora otra persona. Vemos como el protagonista se va fortaleciendo y madurando a fuerza de golpes. Su astucia le ayuda, eso sí, en esos momentos en que tiene que fingir o huir de determinadas situaciones, en las que cualquier chico de su edad estaría muerto. Gracias a su inteligencia puede escapar de situaciones bastante comprometidas. Además, quiere encontrar al culpable, no sólo por su sentido de la "justicia", o el "deber", sino por él mismo, tiene que luchar por su vida. No quiere morir tan joven y perderse lo que la vida le tiene que ofrecer. No tan pronto.

Será su propia madre, quien en la novela, le dice: "Tienes mucho que hacer en la vida" (p. 342)

Como cualquier superhéroe que se precie, Sherlock sabe que para llevar a cabo su trabajo y hacerlo bien, debe alejarse de la vida que él conoce y afrontar el hecho de que está nuevamente solo. No quiere que hagan daño a sus seres queridos: sus padres, Irene...por lo que decide emprender este duro camino sin distracciones emocionales. Es aquí cuando se forma su carácter introvertido, reservado, y que puede parecer en ocasiones "frío". Él llega a decir que "...nunca más establecerá ningún vínculo emocional con otra persona. No se lo puede permitir".

A partir de ahora, "todos conocerán quién es Sherlock Holmes".

Un libro muy al estilo de Dickens, con su Oliver Twist, que también es nombrado por el escritor de la novela en algunos momentos. Un libro que te cautivará y te hará estar pegado a la historia hasta llegar a su final.

Web: http://www.eljovensherlockholmes.com