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sábado, 13 de marzo de 2010

Pink Floyd - Meddle

Entre el alucinante derroche orquestal de "Atom heart mother" y el éxito mundial de "Dark side of the moon" está "Meddle". Los ecos de la era psicodélica de Barret todavía resuenan en sus surcos, pero sin embargo las virtudes de este disco son otras: exquisita atención hacia el detalle discreto, y sobre todo el principio de la materialización de todo lo experimentado anteriormente, la elección de una senda que abre las puertas a la era de Roger Waters como master and commander de los Floyd. Con un poco de atención, en "Meddle" se escuchan esbozos de otros albumes posteriores, como el inmediato "Dark...", "Animals", o "Wish you were here".
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Me pasa una cosa muy curiosa con esta banda, normalmente no los tengo en la cabeza ni los escucho premeditadamente, pero si por casualidad suenan en la radio o mi vista se posa sobre algo de ellos en la estantería, estoy dos o tres dias absorto con su música. Y es que canciones como "A pillow of winds" verdaderamente son obras maestras, una sublimación psicodélica del folk solo al alcance de estos tipos. Conozco de primera mano las más extrañas reacciones que produce esta banda en muchas personas, una de la más llamativa sin duda la de mi ex-compañero de piso Jez, londinense al que le encantaba emborracharse, poner el disco "Wish you were here" en el salón y permanecer absorto sentado en el sofa, perdido en sabrá dios que mundo.

Al contrario que a mucha gente, los Floyd no me parecen en absoluto aburridos, sino tremendamente coherentes, creativos hasta decir basta, con una carrera variada y con un sentido del humor bastante acusado. Fina ironia a veces verdaderamente macabra, como las intrigantes lineas que se escuchan en un momento del tema instrumental incial de Meddle, "One of these days": "un día de estos/ voy a cortarte en pedacitos"... Aqui no sobra nada, desde el inicio hasta la suite de 23 minutos del final, el blues de "Seamus", la elegance de "San Tropez", ese pedazo de "Fearless" (cuyo riff podría haber salido ayer mismo de las manos de Rich Robinson), y el sueño etéreo de "A pillow of winds". Odiados por los punks, en cierto sentido fueron más revolucionarios y antisociales que ellos, hay un interesante debate ahí. Por cierto, si alguien tiene la re-edición inglesa en vinilo de alta calidad del ´84 y se ha aburrido de ella, que se ponga en contacto conmigo, si eso.
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