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jueves, 3 de diciembre de 2009

Herbie Hancock - Maiden Voyage

Maiden Voyage” es bello, es bonito... es un disco hermoso. Llegué a Herbie Hancock porque leí en algún lado que estaba muy influido por Bill Evans, uno de los contados jazzmen que llevo escuchando con cierta asiduidad desde digamos siempre. Este asunto me hace reflexionar sobre el hecho de que muchas veces uno descubre verdaderas maravillas por el simple hecho de ser curioso durante un minuto de su vida, o por tomarse la molestia de seguir una intuición.

Casi todos los discos del jazz moderno son de alguna forma “conceptuales”, bien de manera inconsciente porque los autores le estén dando vueltas a una idea, o bien de manera totalmente premeditada. El quinteto de Herbie despliega una premeditación inconsciente a la que resulta muy difícil resistirse, encima los señores tocan como los ángeles y todo el asunto raya en la perfección: los tempos, los cambios, los solos, las texturas y los timbres, el feeling, todo acojonante, con el océano y el mar abierto de fondo e inspiración, un viaje por el líquido elemento en sus versiones de calma y tempestad.

Tengo esta grabación en la categoría de aquellas que me gustan más cada vez que las escucho, como esos discos de J. J. Cale... en fin, ya me entendéis. Supongo que es por su equilibrio entre un jazz lírico y "accesible" y los recovecos del hard bop, como ninguno predomina siempre suena fresco y con toneladas de matices. Vaya discazo que se sacaron de la manga estos granujas.