La primera vez que escuché este disco me sorprendió bastante: No esperaba encontrar semejante colección de buenas canciones a cargo de la banda que posibilitó el debut discográfico de Marc Ford. Sorprendente, porque el material les podria haber proporcionado una carrera musical y un lugar en el mapa, o al menos una primeriza notoriedad y expectativas, y sin embargo apenas lograron salir de su escena local. Burning Tree fueron un power-trio de raza, solventes y dotados para el oficio, buenos conocedores de la tradición del invento y sin embargo con la oreja bien pegada a los sonidos de su tiempo, los primeros años 90´s. Resulta curioso cómo el propio disco en si va oscilando sin trompicones de los sones Hendrixianos y clásicos del primer corte hacia temas como "Masquerade", un inspirado cruce L.A./Seattle, o cómo la genial "Playing in the wind", plagado de aromas Cream, acaba explotando en un estribillo bastante cercano a Mark Lanegan.
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Ford todavía no había desarrollado todas sus cualidades como instrumentista y andaba pagando sus deudas, pero la verdad es que ya se puede hablar de un gran guitarrista tocando a un gran nivel. Sus notas son claras, definidas, y su sonido grande. Los colegas que le acompañan la verdad es que no pasan de la solvencia pero no desfallecen y aguantan el tipo.... no, no sorprenden especialmente por su destreza, pero todo funciona bastante bien al final, que es lo que importa, o no? Buenos mimbres y buena actitud, gran amplitud de registros vocales por parte también del Sr. Ford (se adivina incluso margen de mejora en esta tarea), arsenal suficiente para hacer de "Burning tree" o "Blues, wings and high healed shoes" grandes piezas definitorias de lo que es un power trio a la vieja usanza, también suficiente arsenal para navegar desde la densidad electrica de "Fly on" hacia la paz de la preciosa balada "Baker´s song" y de paso hacer una visita a encantadores medios tiempos como "Mistreated lover", guapo, guapo.
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El final de la historia de Burning Trees es el inicio del reinado de los Black Crowes. Ya conocéis la historia, el grupo se disuelve y los hermanos Robinson llaman a la puerta de Marc (habían teloneado a los Cuervos en la gira del "Shake..."). ¿Qué hubiera pasado si el éxito no les hubiera sido tan esquivo? ¿Alguien se puede imaginar "The southern harmony musical companion" o "Amorica" sin el concurso de la guitarra del colega? Definitivamente, la historia del rock no habria sido la misma, no solo por lo que toca a los Cuervos sino porque probablemente habrian existido un buen puñado de grandes discos a cargo de unos tales Árboles Ardientes. Como comentábamos en la entrada anterior, sólo desear que este tipo, Marc Ford, logre superar los problemas que le tienen perdido para la causa, y que le calle la boca a tanto indeseable que disfruta metiéndole caña a todo un guitarrista como la copa de un pino. Come back, folk!
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