Dos escenas memorables de En el nombre del padre, de Marco Bellocchio, tal como las recuerdo.
En una, los jóvenes burgueses que se rebelan ante el autoritarismo de su colegio religioso acuden al personal “no docente”, sobre todo los cocineros, en busca de ayuda. Una “alianza de clases” contra el “enemigo común”. Pero los trabajadores les niegan todo apoyo a los jóvenes, porque saben bien que, una vez alcanzada la “victoria”, sólo sería capitalizada por aquéllos, los privilegiados. (Lo más probable es que a ellos los echen, sin que nadie los defienda entonces.)
En la otra escena, los jóvenes organizan una de esas terroríficas representaciones artísticas de las escuelas. Aprovechan para volcar su rebeldía en una pieza cargada de sensualidad y anticlericalismo, como para escandalizar a su público, los docentes y directivos de la escuela. Contra lo previsto, éstos, pasado cierto susto inicial, se ríen y hasta disfrutan de la representación (quizás disimulan, quizás saben que su gran triunfo es absorber toda rebeldía, en vez de combatirla).
Ambas escenas refieren, de manera notable, a dos tópicos maoístas de los setenta: negación de toda alianza de clases conducida por la burguesía y negación de toda vanguardia estética dirigida al público burgués.
24.9.04
TVR/MFT
"El Comfer multará a TVR por discriminar" (La Nación).
Esto no sólo es mear fuera del tarro (MFT) --y querer matar al mensajero--, sino que también recuerda los famosos juicios por pornografía a Flaubert por Madame Bovary . Los censores nunca captan la distancia enunciativa, la polifonía y todos esos tecnicismos aburridos que no sirven para nada. ¡Viva Mauro Viale y Lita de Lazzari!
Esto no sólo es mear fuera del tarro (MFT) --y querer matar al mensajero--, sino que también recuerda los famosos juicios por pornografía a Flaubert por Madame Bovary . Los censores nunca captan la distancia enunciativa, la polifonía y todos esos tecnicismos aburridos que no sirven para nada. ¡Viva Mauro Viale y Lita de Lazzari!
23.9.04
22.9.04
Para deprimirse en primavera (no suicidarse, no es para tanto; además, total, ya estamos muertos, como dice Lisandro Alonso): el foro de Clarín sobre si hay que enseñar o no el informe de la CONADEP en las escuelas.
Entre tanta incuria, una opinión, o más bien un comentario interesante de alguien que dice que en la secundaria lo obligaron a ver La noche de los lápices, bajo amenaza de amonestaciones.
Por eso siento escalofríos cuando veo a los chicos cubanos vestiditos como "pioneros del comunismo", etc. ¿No será mejor enseñar por la contraria? Como un amigo mío, profesor de literatura en la secundaria, que afirma que hay que dar los peores libros, porque, ya que los alumnos los van a odiar de todas maneras, que odien ésos, y no los buenos.
Entre tanta incuria, una opinión, o más bien un comentario interesante de alguien que dice que en la secundaria lo obligaron a ver La noche de los lápices, bajo amenaza de amonestaciones.
Por eso siento escalofríos cuando veo a los chicos cubanos vestiditos como "pioneros del comunismo", etc. ¿No será mejor enseñar por la contraria? Como un amigo mío, profesor de literatura en la secundaria, que afirma que hay que dar los peores libros, porque, ya que los alumnos los van a odiar de todas maneras, que odien ésos, y no los buenos.
Un genio argentino
La cosa es así: tengo un dinero "negro" (no sé si hay de otro color, ni me interesa) para blanquear. Hago una Fundación y "fundo" una universidad en alguna zona del Gran Buenos Aires. Grandes y pulcros edificios (que alguna vez fueron fábricas, seguramente), una biblioteca bien surtida, docentes bien pagos (al principio), poca exigencia académica para captar alumnos de capas populares. Salgo en una publicidad televisiva diciendo algo así como: "Yo no pude estudiar, así que mi sueño era fundar una universidad para que otros pudieran" (???). Ojo: en "mi" universidad la política no entra (proclamo desde mi despacho con los retratos de Perón, Evita y Menem). Al poco tiempo, "mi" universidad entra en el presupuesto nacional para universidades públicas (esto perjudica a las otras, pero ¿a quién le importan esos chetos de la UBA?). Empiezo a recuperar mi inversión, blanqueada. Sigo dando educación y trabajo. ¿Quién me va a cuestionar?
Chapó.
Chapó.
21.9.04
Árabes na Feira de Frankfurt
FRANKFURT, Alemanha - O mundo árabe será o convidado de honra da Feira do Livro de Frankfurt deste ano, uma temática altamente polêmica que está obrigando os organizadores a tomarem fortes medidas de segurança. O programa da 60ª edição da maior feira mundial de livro, que acontece entre 6 e 10 de outubro, vai reunir mais de 160 intervenções de autores árabes. No total, serão 95 personalidades de 14 países árabes, incluído o secretário-geral da Liga Árabe, Amro Mussa, os que vão participar de simpósios, debates e seminários sobre a cultura e a sociedade árabes e suas relações com o Ocidente.
(Nota completa.)
FRANKFURT, Alemanha - O mundo árabe será o convidado de honra da Feira do Livro de Frankfurt deste ano, uma temática altamente polêmica que está obrigando os organizadores a tomarem fortes medidas de segurança. O programa da 60ª edição da maior feira mundial de livro, que acontece entre 6 e 10 de outubro, vai reunir mais de 160 intervenções de autores árabes. No total, serão 95 personalidades de 14 países árabes, incluído o secretário-geral da Liga Árabe, Amro Mussa, os que vão participar de simpósios, debates e seminários sobre a cultura e a sociedade árabes e suas relações com o Ocidente.
(Nota completa.)
19.9.04
Golden boy
La designación de Martín Redrado, ex golden boy de Menem-Cavallo, como presidente del Banco Central, parece sugerir que el haber sido menemista es un pecado que no todos deben purgar de la misma manera.
A lo mejor, el Gobierno cree que siempre se puede contar con un tecnócrata que alquile sus servicios al mejor postor. Pero que se cuide, porque eso es lo que pasa con los guardaespaldas: siempre puede aparecer alguien que les pague mejor.
A lo mejor, el Gobierno cree que siempre se puede contar con un tecnócrata que alquile sus servicios al mejor postor. Pero que se cuide, porque eso es lo que pasa con los guardaespaldas: siempre puede aparecer alguien que les pague mejor.
17.9.04
Alcohol
Fallido de redacción en un libro contra el alcoholismo:
"Sería interminable mencionar todo lo que se puede hacer en estado de ebriedad."
(Corrector solícito y comprensivo, tuve que intercalar un "malo" entre "lo" y "que".)
"Sería interminable mencionar todo lo que se puede hacer en estado de ebriedad."
(Corrector solícito y comprensivo, tuve que intercalar un "malo" entre "lo" y "que".)
16.9.04
Citas
"Los libros y artículos publicados en Nueva York (o en París) citan sobre todo libros y artículos publicados en Nueva York (o en París). Hay algo natural en que las metrópolis sean provincianas: el desarrollo de una conversación creadora, la animación que le da vida, tiene como centro una discusión local. Por el contrario, un signo claro de subdesarrollo son las publicaciones que no citan autores locales, para no verse provincianas. Muestran la altivez de Groucho Marx: 'No me interesa pertenecer a un club que acepte gente como yo.' Para el subdesarrollo, las discusiones importantes son las que se siguen de lejos, como un espectáculo. Estar en la periferia consiste precisamente en no estar en sí mismos, en creer que la verdadera vida está en un centro remoto" (Gabriel Zaid, "El fetichismo de las citas").
Contratapas
Cada día me voy convirtiendo más en un escritor de contratapas.
Si fuera sólo una cuestión de páginas, líneas y caracteres, habría escrito ya el equivalente a varias novelas.
Ojo, no es tan fácil como parece. Y es mucho menos satisfactorio, si así puede decirse.
Para una "teoría de la contratapa": ¿un género sin posibilidad de estilo?
Si fuera sólo una cuestión de páginas, líneas y caracteres, habría escrito ya el equivalente a varias novelas.
Ojo, no es tan fácil como parece. Y es mucho menos satisfactorio, si así puede decirse.
Para una "teoría de la contratapa": ¿un género sin posibilidad de estilo?
15.9.04
Abrumado por la renuncia de Marcelo Bielsa, y sin tener a mano ninguna muestra confiable de su extraordinaria prosa oral (los periodistas transcriben lo que les conviene o, simplemente, lo que sus límites les permiten), transcribo la nota de Nicolás Casullo, en Página de hoy.
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Desa(in) comodando
Marcelo Bielsa siempre fue un contrapelo a las lógicas, decires previsibles, cassetes y tipologías del fútbol (deporte, mercado, pasión y medios de comunicación), desde su puesto de director técnico de la selección mayor. Un atrayente despropósito de lenguaje, de argumentaciones y posturas. Una sola vez tuve oportunidad de hablar largamente con él en 1999, durante una larga sobremesa hasta las cuatro de la mañana y me sorprendió lo ásperamente claro que tenía lo que era en la Argentina la tarea informativa, la corporación periodística, el exitismo de la gente, el encabalgarse a las corrientes imperantes, los comentadores de pantalla, lo efímero de los momentos de gloria y de las cavernas del infierno. Curiosamente, ese día habló desde una lucidez extraña que por lo general yo no encontraba ni en el campo cultural, académico ni intelectual que frecuento en cuanto a la crítica al mundo dado, en cuanto a la envidiable “calidad de vida” que nos ofertamos los argentinos entre nosotros diariamente.
Desde esta misma perspectiva bielsista –que incluía una soberbia que sin embargo no hería las cosas genuinas del fútbol– siempre pensé que debió renunciar a su regreso del fracaso de Japón, pero su decisión fue otra, que recién comienzo a entender con su renuncia luego de la medalla dorada en Atenas. Su pérdida de energía ahora para afrontar el desafío de la tarea, creo que es la manera de seguirnos planteando que lo que importa en el fútbol, para Bielsa, es una bastante indecible conjunción que pasa por afuera de si juega o no con número 10 o línea de tres. Esto último queda sin duda totalmente incluido, pero sus posturas siempre implican un momento de crítica inusual a lo establecido: algo que nos desacomoda, que nos incomoda, que quiebra los juegos de palabras, la rutina pensante. Por encima o por debajo de sus admiradores y detractores, es como si el DT hubiese dado muy frecuentemente, y sobre todo al periodismo joven, lecciones. En una época donde esto último está tan desprestigiado y en desuso por el cinismo, el negocio, la demagogia, “el ganador”, hubo siempre en Bielsa como “una lección” nunca pedida reptando por debajo del enganche o el carrilero, que amigos y enemigos calladamente le reconocen.
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Desa(in) comodando
Marcelo Bielsa siempre fue un contrapelo a las lógicas, decires previsibles, cassetes y tipologías del fútbol (deporte, mercado, pasión y medios de comunicación), desde su puesto de director técnico de la selección mayor. Un atrayente despropósito de lenguaje, de argumentaciones y posturas. Una sola vez tuve oportunidad de hablar largamente con él en 1999, durante una larga sobremesa hasta las cuatro de la mañana y me sorprendió lo ásperamente claro que tenía lo que era en la Argentina la tarea informativa, la corporación periodística, el exitismo de la gente, el encabalgarse a las corrientes imperantes, los comentadores de pantalla, lo efímero de los momentos de gloria y de las cavernas del infierno. Curiosamente, ese día habló desde una lucidez extraña que por lo general yo no encontraba ni en el campo cultural, académico ni intelectual que frecuento en cuanto a la crítica al mundo dado, en cuanto a la envidiable “calidad de vida” que nos ofertamos los argentinos entre nosotros diariamente.
Desde esta misma perspectiva bielsista –que incluía una soberbia que sin embargo no hería las cosas genuinas del fútbol– siempre pensé que debió renunciar a su regreso del fracaso de Japón, pero su decisión fue otra, que recién comienzo a entender con su renuncia luego de la medalla dorada en Atenas. Su pérdida de energía ahora para afrontar el desafío de la tarea, creo que es la manera de seguirnos planteando que lo que importa en el fútbol, para Bielsa, es una bastante indecible conjunción que pasa por afuera de si juega o no con número 10 o línea de tres. Esto último queda sin duda totalmente incluido, pero sus posturas siempre implican un momento de crítica inusual a lo establecido: algo que nos desacomoda, que nos incomoda, que quiebra los juegos de palabras, la rutina pensante. Por encima o por debajo de sus admiradores y detractores, es como si el DT hubiese dado muy frecuentemente, y sobre todo al periodismo joven, lecciones. En una época donde esto último está tan desprestigiado y en desuso por el cinismo, el negocio, la demagogia, “el ganador”, hubo siempre en Bielsa como “una lección” nunca pedida reptando por debajo del enganche o el carrilero, que amigos y enemigos calladamente le reconocen.
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12.9.04
11.9.04
10.9.04
Quisco
Un "Diego", desde un "cómodo anonimato", me "acusa" en un comentario de "Estar en la misa y en la procesión. Tener un quisco retórico pseudo-comprometido. Ser un académico de 2º o 3º orden abocado a defender a capa y espada teorías que escribieron brillantes hombres del siglo XIX contra cualquier cosa que amenace con quitarle a esa teoría la casilla que ocupa en la estructura de la sociedad como la vedette del anti-sistema".
¿Debo preocuparme o alegrarme?
¿Debo intentar ascender de orden? ¿Cómo? ¿Estudiando a autores anteriores o posteriores al siglo XIX?
¿Usar armas y vestimentas más modernas?
¿Deberé cerrar el "quisco" y poner un "vide club"?
¿Debo preocuparme o alegrarme?
¿Debo intentar ascender de orden? ¿Cómo? ¿Estudiando a autores anteriores o posteriores al siglo XIX?
¿Usar armas y vestimentas más modernas?
¿Deberé cerrar el "quisco" y poner un "vide club"?
Insisto en que alguien tiene que decirlo.
"Una vela para Ezequiel", de Sandra Russo, en Página/12 de hoy.
"Una vela para Ezequiel", de Sandra Russo, en Página/12 de hoy.
9.9.04
6.9.04
Cruce histórico
Bush (padre): "No me gustan Los Simpson. Prefiero Los Walton."
Bart Simpson: "Pero si somos como los Walton... Rezamos todo el tiempo para que pase la Depresión."
Bart Simpson: "Pero si somos como los Walton... Rezamos todo el tiempo para que pase la Depresión."
5.9.04
En otro orden de cosas (quizás no tanto), repasando el célebre prólogo de Sartre a Los condenados de la Tierra, de Fanon, se me ocurre que tiene cada vez más actualidad. No sólo en relación con el "terrorismo" internacional, sino también, en un nivel "doméstico", con lo que está pasando acá: "inseguridad", Blumberg y compañía. Espero tener tiempo para transcribir algunos fragmentos, que parecen escritos ayer.
Los franceses tienen un refrán: "Está todo dicho; pero, como nadie escucha, hay que decirlo otra vez."
Me parece que se aplica bien a ciertas discursividades de lo obvio como, por ejemplo, Michael Moore (a quien tanto están criticando los posmodernos residuales).
Alguien tiene que decirlo, ni más ni menos.
Me parece que se aplica bien a ciertas discursividades de lo obvio como, por ejemplo, Michael Moore (a quien tanto están criticando los posmodernos residuales).
Alguien tiene que decirlo, ni más ni menos.
4.9.04
Graffiti(s)
Algunos graffiti que surgen de pronto en una memoria nostalgiosa (la mía):
- "La autocrítica de Alfonsín equivale al suicidio."
- "Neustadt: tus sueños son nuestras pesadillas."
- "Juan Castro gay" (mucho antes de que saliera del closet).
- "Mauro Viale es SIDE."
- "Ningún ser humano es ilegal."
- "La autocrítica de Alfonsín equivale al suicidio."
- "Neustadt: tus sueños son nuestras pesadillas."
- "Juan Castro gay" (mucho antes de que saliera del closet).
- "Mauro Viale es SIDE."
- "Ningún ser humano es ilegal."
3.9.04
Apartletismo
"En las últimas décadas la elite mundial descubrió los beneficios que las largas caminatas pueden traer a la salud. La identidad de la riqueza con el sedentarismo diario fue sustituida por la cultura del cooper, del jogging, de las maratones que fascinan a los ricos jóvenes o de mediana edad, protegidos por las técnicas médicas. Al mismo tiempo, el tamaño de las megalópolis y la crisis de la modernidad forzaron a millones de pobres a optar por las caminatas como única forma para trasladarse dentro de las ciudades, por no disponer de recursos para el pago del transporte colectivo. El apartamiento provoca que, en el siglo XXI, en muchas ciudades, a la misma hora caminen ricos en su gimnasia diaria y pobres que se dirigen a sus trabajos. Hacen el mismo gesto, en el mismo momento, pero un sistema social apartado separa uno de otros, en un apartletismo" (Cristovam Buarque, Admirable mundo actual... Diccionario personal de los horrores y las esperanzas del mundo globalizado, Buenos Aires, Lumen-Hvmanitas, en prensa).
2.9.04
Putsch
Clarín no pega una con la palabrita del título, reliquia del vocabulario alfonsinista. En una nota dice que es un "término inglés"; en otra corrige eso, pero dice que es un "golpe de mando" (?).
¿Habrá un fallido dando vueltas?
¿Habrá un fallido dando vueltas?
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