Es una suerte que exista Sting. Mientras haya días, noches, vidas
condenadas a no tener palabras. Y la belleza siga curando... como saber
que hay cosas más grandes que uno, que no hace falta más, que todo
estará bien, que todo sigue su curso natural. Que estamos ni más ni
menos que donde debemos estar. Sólidos, inmutables. Ríos de tiempo y llanto. Mástiles sin velas ni viento, extraviados en mares de silencio.