ahora que he aprendido que puede que no vengas, que me sale la sonrisa por los poros, que siento la constancia de no necesitar, que cada vez me vale más con el momento
ahora
que siento que (te) quiero de mil modos, que amo la vida y sus imperfecciones, y los instantes feos, negros de muerte y de presagios seguros; ahora que descubro que todo cambia y me conformo y se me llenan las manos de caricias; ahora que aprendo que lo raro es lo normal, que algunos días hay que llorar, que el dolor es lo que es y hay que pasarlo
ahora
que entiendo que no hay nada que entender, ni conclusión posible, ni sueño irrealizable, ni capacidad perdida; ahora que me miro, que me encuentro, con mis deseos rotos y mis tardes perdidas, con mi amor frustrado y mis pequeños logros
ahora
que sé bien que todo se acaba
ahora
es cuando empieza todo.