!Ponla bien alta!
viernes, 28 de enero de 2011
HOY SOY EL BICHO
!Ponla bien alta!
jueves, 20 de enero de 2011
NADA QUE ENTENDER
viernes, 14 de enero de 2011
TIEMPOS EXTRAÑOS
Tiempos extraños. La gente tiene los ojos tristes. La calle está llena de fumadores con cara de frío. El Vips de la esquina está medio vacío a la hora de la cena desde hace un par de semanas. Todos tenemos miedo de quedarnos sin trabajo. De la pérdida. Algunos contamos las monedas, ponemos excusas para no salir. Para no gastar. Las mujeres seguimos sin entender a los hombres. Y viceversa, supongo. La soltera añora una familia. La casada mira atrás con nostalgia y se siente culpable por desear retroceder. Los cuarenta suenan a amenaza. Una librería cierra y deja de caldear ese pedazo del mundo. La vida parece que va en serio. El Barça sigue por delante. Rafa Nadal también coge la gripe. Nadie hay invencible. Qué mierda es fatigarse por andar trescientos metros. Qué mierda tener que elegir entre llorar o respirar, entre la asfixia o la ansiedad o la pena. Qué gran suerte, bien pensado. El ego se disfraza de cualquier cosa. De mal humor, de desconfianza, de interés. De desamor, de miedo. La vida parece estar llena de días. Pero hay días en que parece que nos faltara la vida. Ausente. O tal vez nos empeñemos en no verla. Debe de ser eso.
Y si no, para algo está la impermanencia. Sonreír. Al final todo es una cuestión de tiempo.
miércoles, 5 de enero de 2011
EPIFANÍAS
Qué difícil es pedir, a veces. Reconocer ante ti mismo la necesidad. Admitirla ante alguien al formular la petición. Y luego pedir bien. Acertar. No equivocar el sentido del milagro. No esperar ni más ni menos. Ni que la petición lleve mensajes entre líneas, por orgullo o por miedo, que siempre conducen a la decepción. No dar por supuesto nada. Todo un arte, pedir.
Me temo que mi fe en los grandes milagros ha desaparecido. Ahora profeso la certeza de los milagros cotidianos, los que puede hacer, y hace, cualquiera. Hasta yo misma. Los que no llevan a la santidad, pero dan la vida a diario. Los que se objetivan con un gesto de gratitud o de perdón, con una respuesta a tiempo, con una sonrisa sincera. La amistad. Los pequeños sacrificios. Decir te quiero. (Y querer). Responder a la necesidad del otro. Y todo empieza siempre por el pequeño milagro de la autoestima. De mirarse al espejo y no ponerse ni quitarse nada. Quererse tal cual. El principio de todo. Porque es la única manera de no ponerle ni quitarle nada a nadie. De aceptar a las personas como son, de quererlas tal cual son. Quizá no haya milagro mayor que ese.
Aún así a veces pasan cosas inexplicables. Despertarse y seguir vivo. Tener aún ganas de amar. Mantener la ilusión y la capacidad de lucha, de perdón. Querer tomar la decisión de dar, de seguir dando: con respeto, aunque sepas que no vas a recibir nada a cambio. Cosas que no tienen nada que ver con uno mismo. Que simplemente ocurren. Como el amor. Como la presencia del amigo. Algún sueño que se cumple contra pronóstico.
Este año me ha costado escribir la carta. Al final, he pedido salud. Es lo que más necesito: paciencia frente a la enfermedad. Fuerza para superarla. En cuerpo y alma. Poder seguir respirando, con un corazón fuerte, con las manos dispuestas.
¡Ah! También he pedido algún buen libro.
Feliz noche de Reyes. Espero que todos podamos, esta noche y otras noches, volver a ser un poco niños.