Lo primero que te llama la atención cuando llegas a Asilah es la muralla y la torre construidas por Alfonso V de Portugal en el siglo XV. Pero la historia de esta ciudad se remonta mucho más en el tiempo. Por su situación, en la parte atlántica del norte de África, fue muy visitada por fenicios y griegos allá por el siglo II a.c. fundándose la ciudad de Zilil. Posteriormente se instalaron aquí los cartagineses hasta la llegada de los romanos. El nombre de Asilah resurge con la llegada de los árabes en 712, incluso resistió las embestidas normandas que llegaron en el siglo X provenientes de Sicilia.
La llegada de los portugueses en 1471 supuso una gran transformación en la ciudad, la fortificación estaba justificada ya que la ciudad se convirtió en un importante centro comercial en la ruta del oro sahariano. Tras un breve paso de los españoles la ciudad pasó manos de Mulay Ismail y repoblada con gentes provenientes del Rif. Desde 1912 hasta la independencia de Marruecos en 1956 formó parte del protectorado español.
Hoy en día Asilah es un destino vacacional muy apreciado tanto por marroquíes como por extranjeros que venimos en busca de tranquilidad, buen tiempo y una gastronomía marina espectacular.
Vista de Asilah desde el puerto
Tienda de sombreros en la medina
Sombras en la calle Al Kasaba