LENCERIA FINA, FINA PARA FANS DE STAR TREK Y STAR WARS

 De toda la vida, y al igual que el tiffoso de un equipo de fútbol o el fan de un grupo de "heavy meal", el aficionado a las dos grandes sagas ha podido cubrirse el pecho con imágenes relacionadas con su pasión. Curiosamente, la oferta para cubrirse las piernas es bastante más reducida, probablemente porque es complicado ajustar en una pernera el rostro de Spock o el casco de un storm trooper imperial. En lo que se refiere a las partes pudendas, la oferta no es mucho más amplia y poco más allá de calzoncillos boxer con la cara de Darth Vader se podía encontrar unos años atrás.

Una notable excepción fue la apuesta que llevó a finales de los noventa la marca de corsetería polaca PMiBIC (Polskie Majtki i Biustonosze Industrial Company: Compañía Industrial Polaca de Bragas y Sujetadores) cuya nueva presidenta Beata Kannallezska aprovechó una subvención de la Unión Europea orientada a la renovación del tejido industrial de los PECO (Países de Europa Central y Oriental, no confundir con el duo de musica melodica español de fines de los 70) para lanzar por fin una colección de ropa íntima que no consistiese en un modelo único de color carne, que sustituía los lunares de modelos anteriores por dibujitos de la Estrella de la Muerte. Tan elevados eran los estándares de resistencia y durabilidad de la colección que la leyenda cuenta cómo una militar polaca destinada en Afganistan que quedó aislada y sin munición rechazó ella sola una ofensiva de talibanes quitándose su sujetador de marca PMiBIC, cargando en cada una de las copas hasta seis guijarros y lanzándolos contra el enemigo cual si de una honda se tratara.

Afortunadamente, prestigiosísimas firmas de países con tanta tradición en el campo de la lencería como son Francia e Italia han desembarcado también en ese terreno y ya es posible comprar ligueros, picardías y corsés que utilizan como motivos androides de protocolo, wookies, klingons e insignias de la Federación.

STAR TREK EN DESHABILLÉ

Las dos parejas de términos arriba señaladas a primera vista, de las cuales una viene del inglés y la otra es que viene del francés, no podrían ser más heterogéneas. A pesar de las referencias al “pon-farr” (el periodo de apareamiento vulcaniano que tiene lugar cada siete años) y de algunas escenitas en las que alguna alienígena de algún planeta exótico llevaba una ropa demasiado vaporosa y/o sucinta los uniformes de la Flota Estelar dejan demasiado a la imaginación. (Mejor dicho, obligan a la imaginación a un esfuerzo agotador como se le ocurra relacionar esas versiones de la Enterprise surcando el espacio con algo mínimamente erótico … )

Y, como nunca faltan los que son capaces de hacer ese esfuerzo, el desfile anual Mercedes’ Secret que organiza con gran éxito de público y crítica el fabricante de seda dental Hijos de Mercedes y en el que se muestran las propuestas más atrevidas en cuanto a lencería íntima femenina tejidas con la misma seda que acaba limpiando las cavidades interdentales (también se muestra alguna propuesta de slips pero a nadie parece importarle mucho) ha decidido hojamenear este año el universo creado por Gene Roddenberry en el marco incomparable de la noche palentina.
Especialmente aplaudidos por su apuesta por una nueva femineidad fueron los modelos “Claro de Luna Vulcaniana”, “Deshabillé Klingon” y, especialmente, el “Preparada para el Pon-Farr”, que coincidieron con una fuerte ráfaga de viento que envió los modelos que llevaban los modelos al río situado a veinte metros y a las pobres casi al hospital aquejadas de un catarro de nivel tres.