Políticos y todólogos
(los que todo lo saben) por medio de comunicados de prensa y tertulias, nos
obsequian con soluciones definitivas – que al día siguiente dejan de serlo-
para los mil y un problemas con los que desayunamos a diario: índice bursátil,
prima de riesgo, educación, sanidad….
La literatura viene
demostrando al menos desde 1613 (véase las Novelas ejemplares) su derecho a
figurar entre las asignaturas obligatorias
junto con economía o ciencias sociales para quienes pretendan aspirar a
dirigente político.
Miguel de Cervantes tras
El casamiento engañoso, advierte a propios y extraños con el diálogo entre Cipión
y Berganza en El coloquio de los perros, las consecuencias de una gestión poco
acertada:
- CIPIÓN.-Ansí es, pero bien confesarás (…..) que
alguna calamidad grande amenaza a las gentes.
- BERGANZA.-Desa manera, no haré yo mucho en
tener por señal portentosa lo que oí decir los días pasados a un estudiante, pasando
por Alcalá de Henares.
- CIPIÓN.-¿Qué le oíste decir?
- BERGANZA.-Que de cinco mil estudiantes que
cursaban aquel año en la Universidad, los dos mil oían Medicina.
- CIPIÓN.-Pues, ¿qué vienes a inferir deso?
- BERGANZA.-Infiero, o que estos dos mil
médicos han de tener enfermos que curar (que sería harta plaga y mala ventura),
o ellos se han de morir de hambre.
Tal como sucediera en tan
lejana fecha a Cipión y Berganza, que por una noche adquirieron la facultad de
hablar, hemos tenido nuestros días de gloria gastando más de lo que teníamos,
creando estructuras no mantenibles a futuro, cargos prescindibles….
Igual que sucediera a los
protagonistas caninos, al amanecer, aún con el triunfo de la Selección
española, volvemos a la realidad y los recortes. El perro sigue siendo perro.
Como Cipión y Berganza, durante la noche veo a los políticos leyendo a
Cervantes. Está amaneciendo y como el alférez Campuzano, acabado el coloquio
despierto y oigo al licenciado:
- El bono a 10 años llega al 7%.
- La prima
de riesgo rebasa los 560 puntos básicos.
- El IBEX 35
baja 2,88 %.
Afortunadamente, el Euribor se desploma y marca un
mínimo tras la rebaja de tipos, con suerte conservaremos el troncomóvil.