El niño enarbolaba su ficha de plástico seguro ya de cabalgar sobre el imponente caballo blanco -"Centella" ponía en su costado- el aullido de la sirena y la velocidad del carrusel disminuían: un sonrosado y alegre cerdito paró insinuante frente a él.
-¡Ese no quiero! gritó, con lágrimas apenas contenidas.
Cual te gusta, apaciguó una voz femenina.
-¡El blanco mamá, el blanco!
Al otro lado, junto a la taquilla origen del regocijo de la chiquillería, una joven pareja se regalaron una mirada y un beso.
-No es lo mismo.
-¿Qué no es lo mismo…..?
-Ves aquella pareja, la que está junto a la taquilla.
-¡Son jóvenes!
Nunca entendería ese razonamiento. El tiempo cambia las cosas, la fisonomía, el modo de vestir, incluso los hábitos alimentarios -con matices- pero los sentimientos, los sentimientos no cambian, no debían de cambiar. Las mujeres con la maternidad reparten sus afectos y eso es entendible, pero después, cuando los hijos se van, ¿Por qué no vuelven al estado anterior?
Si hay algo que me molesta es una pareja “normal” –buenos días, has dormido bien, que hay para comer….
-Son jóvenes, son jóvenes. ¡Se quieren y son jóvenes! Contestó.
Lo que más le dolió fue la risa.
-¿Te imaginas los dos peinando canas y haciéndonos arrumacos junto al tiovivo?
Todavía a lomos de “Centella” y con el sonido de la sirena amortiguado, el niño, con el dedo emulando a Colón señaló: ¡el tren!
Quedamos que un solo viaje. Sonrió y comenzó a sacar el monedero.
La imagen difuminada por el humo procedente del otro lado de la sartén preguntó: que le pongo churros o buñuelos.
-¿Puede ser mitad y mitad? Dijo ella mientras se apretaba más sobre el brazo de su marido.
-Por supuesto. Se los pondré en dos cucuruchos, todos están recién hechos.
Varias décadas de convivencia dan para mucho, debieran bastar; en el fondo él tiene razón. Mis sentimientos están ahí son mios pero me siento extraña mostrándolos en público -y hasta en privado- tal vez un problema de formación, falso pudor, seré poco moderna. No sé.
No es lo mismo, pensó él, no es lo mismo, pero sin Ella nada hubiera sido posible.