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miércoles, noviembre 16, 2011

amy lowell. el artista



El artista

¿Por qué te sometes a oros y púrpuras?
¿Por qué te debilitas en pliegues de seda?
¿No te das cuenta que puedes comprar brocado en cualquier mercería,
y que yo estoy ahogada en la penumbra de todos estos colores?
Qué blanco y desconcertante serías,
qué callado;
pero tus curvas brotarían hacia arriba
como un claro chorro de agua,
y oscilarías como agua rociada,
y te estremecerías, y te agravarías, y temblarías.
Y yo también temblaría,
observando.
Tintes de púrpura fuliginosa  y oropel—
y aún así pienso que podría soportar tu belleza sin sombra.

Amy Lowell, Boston 1874-1925
“The Artist” en The Complete Poetical Works of Amy Lowell. Copyright © 1955 by Houghton Mifflin Company
versión © Silvia Camerotto
imagen s/d

The Artist

Why do you subdue yourself in golds and purples?   
Why do you dim yourself with folded silks?
Do you not see that I can buy brocades in any draper’s shop,   
And that I am choked in the twilight of all these colours.
How pale you would be, and startling,   
How quiet;
But your curves would spring upward   
Like a clear jet of flung water,
You would quiver like a shot-up spray of water,   
You would waver, and relapse, and tremble.   
And I too should tremble,
Watching.
Murex-dyes and tinsel—
And yet I think I could bear your beauty unshaded.

sábado, octubre 22, 2011

amy lowell. un amante y otro


**
Un amante

Si pudiera atrapar la luz verde de la luciérnaga
podría ocuparme de escribirte una carta.

**
A un marido

Querido: más brillantes que las luciérnagas sobre el río Uji
son tus palabras en la oscuridad.

Amy Lowell, Boston 1874-1925
en Poetry Foundation, de Poetry de marzo 1917
versión © Silvia Camerotto
imagen Luciérnagas, s/d


** A Lover

If I could catch the green lantern of the firefly
I could see to write you a letter.


** To a Husband

Brighter than fireflies upon the Uji River
Are your words in the dark, Beloved.

sábado, diciembre 12, 2009

amy lowell. in excelsis




In Excelsis

Tú, tú
tu sombra es luz en una bandeja de plata;
tus pasos, el semillero de los lirios;
tus manos moviéndose, un tañido de campanas cruzando el aire calmo.

El movimiento de tus manos es el largo, dorado recorrido de la luz del sol naciente;
el aleteo de los pájaros en el sendero de un jardín.

Como perfume de narcisos, tú apareciste en la mañana.
Los potrillos no son más rápidos que tus pensamientos,
tus palabras son abejas alrededor de un peral,
tus fantasías son avispas doradas y negras zumbando entre manzanas rojas.
Bebo tus labios,
devoro la blancura de tus manos y pies.
Mi boca está abierta,
como una jarra nueva estoy vacía y abierta.
Como el agua blanca eres tú que llenas la copa de mi boca,
como un arroyo de agua lleno de lilas.

Estás inmóvil como las nubes,
lejano y dulce como las altas nubes.
Me atrevo a alcanzarte,
me atrevo a tocar el borde de tu brillo.
Me abalanzo más allá de los vientos,
yo exclamo y grito,
pues mi garganta corta como una espada
afilada con una piedra de marfil.
Mi garganta canta el regocijo de mis ojos,
la alegría impetuosa de mi amor.

¿Cómo cayó el arcoiris en mi corazón?
¿Cómo atrapé los mares para tenerlos entre mis dedos
y me atrapó el cielo para que sea un manto sobre mi cabeza? ¿Cómo es que llegaste a morar conmigo,
guiándome con los cuatro círculos de tu mística claridad,
para que yo diga ‘¡Gloria! ¡Gloria!’ y me incline ante ti
como frente a un altar?

¿Me engaño a mí misma con que la mañana es la mañana y un día después?
¿Creo que el aire es una condescendencia,
la tierra una gentileza,
el cielo una bendición a la que dar gracias?
Pues bien, tú —aire— tierra— cielo—
no te agradezco,
te tomo,
y vivo.
Y aquellas cosas que digo en consecuencia
son rubíes encastrados en una puerta de piedra.

Amy Lowell, Boston 1874-1925
De Poem Hunter (http://www.poemhunter.com/poem/in-excelsis/)
Versión © Silvia Camerotto
Imagen: John Jude Palencar

In Excelsis

You – you –
Your shadow is sunlight on a plate of silver;
Your footsteps, the seeding-place of lilies;
Your hands moving, a chime of bells across a windless air.

The movement of your hands is the long, golden running of light from a rising sun;
It is the hopping of birds upon a garden-path.

As the perfume of jonquils, you come forth in the morning.
Young horses are not more sudden than your thoughts,
Your words are bees about a pear-tree,
Your fancies are the gold-and-black striped wasps buzzing among red apples.
I drink your lips,
I eat the whiteness of your hands and feet.
My mouth is open,
As a new jar I am empty and open.
Like white water are you who fill the cup of my mouth,
Like a brook of water thronged with lilies.

You are frozen as the clouds,
You are far and sweet as the high clouds.
I dare to reach to you,
I dare to touch the rim of your brightness.
I leap beyond the winds,
I cry and shout,
For my throat is keen as is a sword
Sharpened on a hone of ivory.
My throat sings the joy of my eyes,
The rushing gladness of my love.

How has the rainbow fallen upon my heart?
How have I snared the seas to lie in my fingers
And caught the sky to be a cover for my head? How have you come to dwell with me,
Compassing me with the four circles of your mystic lightness,
So that I say "Glory! Glory!" and bow before you
As to a shrine?

Do I tease myself that morning is morning and a day after?
Do I think the air is a condescension,
The earth a politeness,
Heaven a boon deserving thanks?
So you – air – earth – heaven –
I do not thank you,
I take you,
I live.
And those things which I say in consequence
Are rubies mortised in a gate of stone.

sábado, mayo 30, 2009

amy lowell. disculpa


Disculpa

No estés enojado conmigo porque llevo
tus colores a todas partes
de una punta a la otra de cada concurrida calle,
y porque encuentro
la luz de la admiración en todos los ojos,
cuando paso.

Cada caminante de andar pesado eleva la vista para mirar fijamente,
cegado por la bruma irisada,
las cosas de la felicidad,
no menos,
que me envuelven en sus coloridos, alegres pliegues
con oros de pavo real.

Ante mis pies, el polvoriento camino de pavimento rústico
se sonroja debajo de su gris.
Mis pasos caen anillados con luz,
tan brillante,
que parece que hay una miríada de soles esparcidos
alrededor de la ciudad.

A mi alrededor, está el sonido de empinados campanarios
y ricos, perfumados olores
cuelgan como una nube olvidada por el viento,
y me preservan
de un contacto estrecho con el mundo.
Yo moro perlada.

Me blasonas con enjoyada insignia.
Una llameante nebulosa
ciñe mi vida. Y sin embargo,
estableces
sobre mí la obligación, inconfesa,
de que pase inadivinada.

Amy Lowell, Brookline, Massachusetts 1874- 1925
de Poem hunter
versión de Jorge Aulicino, a quien agradecemos la gentileza.


Apology

Be not angry with me that I bear
Your colours everywhere,
All through each crowded street,
And meet
The wonder-light in every eye,
As I go by.

Each plodding wayfarer looks up to gaze,
Blinded by rainbow haze,
The stuff of happiness,
No less,
Which wraps me in its glad-hued folds
Of peacock golds.

Before my feet the dusty, rough-paved way
Flushes beneath its gray.
My steps fall ringed with light,
So bright,
It seems a myriad suns are strown
About the town.

Around me is the sound of steepled bells,
And rich perfumed smells
Hang like a wind-forgotten cloud,
And shroud
Me from close contact with the world.
I dwell impearled.

You blazon me with jewelled insignia.
A flaming nebula
Rims in my life. And yet
You set
The word upon me, unconfessed
To go unguessed.