Eça de Queirós describe el Egipto que se encontró en la segunda mitad del siglo XIX y lo hace desplegando un enfoque documental, limitándose a contar lo que ve con algunos destellos poéticos, pero sin complicaciones. En general, me ha parecido un libro más prosaico y terrenal de lo que esperaba, sin apenas observaciones agudas sobre el entorno. Viene a ser el equivalente literario a un documental o un reportaje sobre Egipto. Precisamente, el principal problema es que a día de hoy existe una gran oferta de documentales y este tipo de crónicas relativamente convencionales se quedan un tanto obsoletas.
Irene Reyes-Noguerol: Alcaravea
Hace 11 horas