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Siempre nos intimida oír hablar de masa madre, levados, dobles levados, fermentaciones largas y pesadas...
En este caso, eso no sucede.
Este archiconocido pan se amasa en diez minutos y se hornea dentro de un recipiente de Pirex redondo con tapa. Ahí se produce el milagro del pan y la hogaza comienza a crecer y tomar forma, hasta que presenta una corteza gruesa y doradita, crujiente, con una miga esponjosa digna de saborear con un buen chorro de aceite y sal...
Os animo a que lo probéis si no lo habéis hecho ya. Vale la pena disfrutar en casa el "milagro del pan".
INGREDIENTES:
310 g. de harina de fuerza, 15 g. de levadura fresca de panadería, 175 g. de agua, 20 g. de aceite de oliva, 1 cucharadita de sal y algo de aceite para pincelar el molde y la masa y harina para espolvorear la masa.
ELABORACIÓN:
1- Ponemos la harina en el bol de la amasadora o recipiente hondo si vamos a amasar a mano.
2- Desmenuzamos la levadura sobre la harina.
3- Añadimos el aceite de oliva.
4- Comenzamos a amasar a velocidad baja y agregamos poco a poco el agua y la sal.
5- Amasamos durante 10- 12 minutos hasta que se vea una bola de masa lisa y con todos los ingredientes bien integrados.
6- Ponemos la bola de masa en un recipiente o bol de Pirex ligeramente aceitado con una brocha.
7- Pincelamos la masa con un poco de aceite de oliva y espolvoreamos la superficie con algo de harina.
8- Practicamos unos cortes a la masa con un cuchillo afilado, formando un cuadrado.
9- Ponemos la tapa al bol de Pirex y metemos al horno apagado.
10- Encendemos el horno y lo programamos a 220 grados, dejando que se cocine la hogaza por espacio aproximado de 45- 50 minutos, hasta que se vea dorada.