Chica (futura mujer :-)), madre, fotógrafa frustrada, separada, hermana, amiga, trabajadora y pésima ama de casa. Adoro hacer punto, y pasarme horas en el ordenador, casi siempre sin dejar huella de mis visitas. Amo instagram, tumblr, y ver fotos de parejas enamoradas. Vivo en la montaña sin conexión a Internet, así que mis visitas serán escasas. Adoro twitter. Me encanta escribir. Y voy al gimnasio. Y nunca, nunca, estaré lo suficientemente delgada.
Por favor, no confundir a la escritora con la narradora.
Gracias.
¿Nos leemos, sí?
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miércoles, 16 de enero de 2013

ALGUIEN QUÉ...

Existe alguien al otro lado de esta pantalla que es especial, alguien que me lee siempre desde el silencio, alguien que me ve con sus ojos envueltos en pestañas larguísimas, alguien que a veces ya no reconozco.

Existe alguien con quien me gusta pasar mi tiempo libre (y también el tiempo en el que debería estar haciendo otras cosas), con quien no me preocupa ser yo misma, alguien a quien puedo abrazar durante más de seis segundos sin sentir que abrazo a un extraño, alguien a quien quiero, pero no amo.

Existe alguien que es mi hombre favorito, ese por el que lo daría todo, ese que es tan especial que hace cosas que no le gustan solo por tenerme contenta, ese que pasa por una casa de chucherías y me compra una bolsa entera de las que más me gustan.

Existe un hombre, al otro lado, que me camela y me adula, y me dice siempre lo que quiero oír sin discutir conmigo. Responde a preguntas imposibles solo para hacerme sonreír, y aún así, sé que nunca siempre me dice la verdad.

Existe un hombre, mi preferido entre todos, al que le cuento mis sueños y no me los niega. Al que le hablo de un futuro lejano y se ríe de mí. Un hombre con orgullo, un hombre realmente guapo, un hombre que me enseña a vivir, alguien que me da sin recibir nada a cambio, alguien que siento feliz a mi lado, y que consigue que yo lo sea al suyo. Alguien que no le importa quién soy ni de dónde vengo. Alguien que me ha apoyado en todo hasta el momento, alguien que me soporta (y no es fácil), que aguanta todos mis enfados y me perdona SIEMPRE, alguien a quien llegado el día, besaré en cualquier rincón de Valencia, alguien a quien cogeré de la mano al caminar, alguien con quien tomar tinto de verano o cerveza muy fría, alguien con quien celebrar los goles de nuestro equipo de fútbol, un hombre con el que plagiar fotos, alguien con quien podría llegar a envejecer...





ALGUIEN A QUIEN PODER AMAR...


jueves, 10 de enero de 2013

SI NO CREES EN LA MAGIA, NUNCA LA ENCONTRARÁS

UN MOMENTO: El día que sepa que eres tú. No sé si serás Paola, o Nacho, o Didier,  o Miguel, o Lucía, o Luka, o Rafa... No me importará tu nombre, pero sabré que serás tú. Solo me importarán tus ojos y tu olor, ese que quiero que se me inyecte en las fosas nasales y que no desaparezca aunque estes lejos. Aunque exista distancia tú estarás conmigo porque recordare tu olor. 
Y tú sabrás que seré yo. Y ese día, en ese momento, todo empezará.

UN AMOR: Será el nuestro, sin dudarlo. No estar solos a no ser que así lo elijamos. Dormir a tu vera, o incluso encima de ti. Acariciar tu pecho sin vacilar y sin cansarme ni un solo segundo al día. Saber que estarás ahí, junto conmigo en los momentos importantes... y sé que me acompañarás al médico, porque serás tú un amor. El mío.

UN SUEÑO EN VOZ ALTA: Te pediré que seas mi marido en un sitio concurrido. ¿No te lo crees? Ya lo verás. Será mi sueño y el tuyo, y lo gritaré para que todos lo oigan. Siempre he sido muy tradicional, pero esta vez seré yo la que me arrodille, o la que baile, o vete a saber lo que hago para proponerte matrimonio. ¿Lo mejor? Que ya sabré la respuesta. Un SÍ sin vacilaciones.
Un viaje a París. 
Otro a Londres. 
Otro a Venecia...
... y otro a Francia.

UN BESO: El primero nada más conocernos. El primero la primera vez que hagamos el amor. El primero del primer día que podamos dormir juntos. El primero del primer despertar. El primero de marido y mujer. El primero de padres. Simplemente... el primero.

UN GRITO: Solo podré gritar una cosa "te amo más que a mi vida". Y te lo gritaré despacio y al oído, todas las noches que estés junto a mí, todas las mañanas en las que te haga el desayuno. Todos los días en los que me abraces por detrás y me beses la nuca. Todas las veces que me claves tus pupilas en las mías. Todas las veces que te pida que me arropes. Todas y cada una de las veces, que apoye mi cabeza en tus piernas y me acaricies el pelo. ¿Sabes? Se puede gritar sin ni siquiera hablar.

NUESTRO DERECHO: Ser felices... pero juntos. Aún juntos en la distancia. Juntos. Te prefiero lejos pero mío que cerca sin saber de ti. Tú serás mi derecho, y yo seré tu derecho, e incluso tu pertenencia.

NUESTROS ERRORES:  Estoy segura, no existirán, y si existen los quemaremos en el fuego de la chimenea.



LO MEJOR: Qué sabes que así será.

MI DESEO: Qué seas tú.

martes, 25 de diciembre de 2012

ALGÚN DÍA... ALGUIEN...

Cuando de repente sientes que, el corazón se te ha quedado vacío de amor, después de haber estado unos 30 meses amando intensamente, es, cuanto menos, raro. 
Saber que no tienes a nadie (en este momento) con quien ir de la mano de compras, o a tomar un café, o simplemente, a ver las luces de Navidad es un poco desalentador. 
Darte cuenta de que, cuando te acuestas no es tu último pensamiento, ni el primero de la mañana me resulta hasta extraño. 

Sin embargo, siento otras cosas:
Siento que tengo oportunidades de hacer cosas que hace tiempo (o nunca) he hecho. 
Siento que no dependo de nadie para nada, voy a mi bola, cuándo, cómo, y con quién me apetece.
Siento que, podría volver a amar, no sé cuando y desde luego, sé que no será pronto, pero empiezo a sentir que puedo, que mi corazón no se ha roto, sino que ha sido como un puzzle. Ahora falta poner cada pieza en su lugar, y cuando el puzzle vuelva a estar bien formado, entonces, será el momento.





Siento que puedo ser más valiente... de hecho, lo he sido, así que, con la próxima persona que comparta mi vida, todo tendrá que ser mucho más sencillo.
Siento que no tengo miedo, porque, no dependo de nada... solo de mí misma para ser feliz. Yo me lo guiso, yo me lo como... no me hace falta nada, ni nadie, para estar contenta...
Siento que he retomado mi vida, no la de antes, sino la de hace varios años. Casi la de cuando era una adolescente. Conozco gente, estoy más desinhibida, digo que no cuando me apetece decir que no, y digo que sí cuando quiero decir sí.



Estar soltera está muy bien, pero no es una opción para mí. Lo he meditado y a mí me gusta tener pareja... alguien con quien compartir mis alegrías y alguien que me ayude con mis penas. Alguien que me comprenda. Alguien que me ame como yo le amo, que me corresponda y que yo sienta que daría la vida por mí si fuese necesario. No hace falta que sea verdad... solo hace falta que yo lo sienta así. Alguien que no esconda lo que siente, que me diga qué es lo que necesita, qué es lo que le pasa, que me deje a compartir sus alegrías y que me deje ayudarle con sus penas.  Alguien que me atraiga. Alguien que huela a césped recién cortado. Alguien a quien acariciarle la barba sin parar. Alguien a quien mirar y no dejar de sonreír por sentirle mío. Alguien que me mire y me vea. Alguien que me acompañe al médico. Alguien con quien me sienta protegida con solo darle un abrazo... que sea, como mi salvación. Que no me importe que se acabe el mundo porque estará conmigo, y sabré que el mundo sin él no tendría sentido.







Alguien que me deje que le haga el amor a mi manera, alguien que me disfrute, alguien que no tenga miedo de demostrar que soy lo único en su vida, que soy lo que mejor le ha pasado... alguien con quien corresponder todo esto que sé que puedo dar, y que, tendré que esperar a completar el puzzle para darlo. Pero sé que cuando así sea... seremos felices. 


Tú y yo.







miércoles, 24 de octubre de 2012

RECUERDO...

Quizá os parezca una locura, pero me enamoré de él, antes de ni siquiera verle. De hecho, me enamoré de él la primera vez que hablamos, me enamoró en un par de horas de conversación.
Me encantaba, eso fue así.
Cuando le vi, mi sentimiento aumentó, cuando me besó, mi corazón bombeaba fuertemente debido a la emoción, cuando me tocaba, me estremecía, cuando yo olía su cuerpo y su piel, lo hacía tan profundamente que aún tengo esa olor dentro de mi nariz. Le amé de una manera intensa.


Hablamos del futuro muy pronto, hacíamos planes. Viajes, boda, hijos, nombres, mascotas, etc.
Y yo cambié. me di cuenta de que me comportaba con él como nunca lo había hecho con ningún hombre. Siempre he intentado hacer creer que no estaba enamorada, que me daban igual mis parejas, pero con él era distinto, estaba enamorada, lo demostraba y, además, me encantaba hacerlo. Con él, lloré de amor, me sentía vulnerable, y frágil, y sentía que él me protegía, me cuidaba y me entendía. 
Por primera vez temía perder a alguien, por primera vez sentía lo que era amar de verdad, por vez primera me sentía realmente a gusto haciendo cosas por alguien, por él. 
No quería separarme de su lado ni por un segundo, no quería dejarle respirar, quería que fuera mío en todo momento. Que permaneciera en mi casa día y noche, por toda la eternidad. En mi casa, y en mi cama.
Me duchaba con él, le miraba cuando estaba empapado, y pensaba que era afortunada. ¿Cómo podía yo tener a este hombre conmigo? Dios, qué guapo estaba cuando le caía el agua por encima!


Recuerdo con nostalgia las mañanas en las que organizábamos los días que nos quedaban por estar juntos. Qué comeríamos, qué haríamos, qué cenaríamos ¿Nos bañaríamos juntos? ¿Veríamos alguna película?
Era un amor... 

Era mi vida.

lunes, 8 de octubre de 2012

LA NOCHE QUE ME COMÍ TUS DEDOS

Creo que esa noche estábamos enfadados por alguna tontería. No podía ser por ninguna otra cosa, eso es seguro. Pero quería demostrarle que estaba por él, quería sentirme sexy para él, quería por una vez, hacer algo romántico, sensual y sexual. Quería pedirle perdón en la cama, o que me lo pidiera él, no estoy segura ya.
Al acostarnos nos dimos un beso, y, como siempre, adoptamos nuestra postura:


(Nuestra cama era parecida, nuestro balcón era igual al de la foto, e incluso teníamos una maceta casi en el mismo sitio. Esta foto me recuerda a lo que fuimos).


Y ahí estaba yo, pensando qué hacer, cuando me encontré acariciando su brazo. Y sus dedos. Esos dedos que quería sentir en mi cuerpo. Esos dedos de los que quería mandar aunque fuera solo por una vez, por una noche... por un rato.
Saqué mi lengua y empecé a recorrer esos dedos. Esos dedos suaves y siempre con la temperatura adecuada. Esos dedos, mis dedos favoritos... Los metí en mi boca una y otra vez, y los lamí suavemente, y poco a poco, noté su erección en mi espada. Y noté que él reaccionaba, y que con su mano izquierda buscaba mis pechos, desesperado. Y entonces me acordé: romántico, sensual, sexual.
Me incorporé quedándome sentada, y me quité la camiseta que utilizaba para dormir. Sin sacar sus dedos de mi boca me acomodé encima de su cuerpo, con mi cabeza apoyada en su pecho, su miembro tocando mi espalda, y los dos mirando al techo.
Cogí con mis manos las suyas, y las fui guiando por todo mi cuerpo. Recorrimos juntos mis pechos suavemente, mi cadera, mi barriga, mi ombligo y el interior de mis muslos... poco a poco fui dándome a la locura que me producían sus manos, aún guiadas por las mías, en mi cuerpo.
Además, él estaba ocupado también besándome el cuello, los hombros...
Abandoné mis manos y le dejé hacer a su antojo, mientras, yo acariciaba su suave pelo por encima de mi cabeza...

Imagino que se nos pasó el enfado, porque fue una de esas maravillosas noches juntos.