Chica (futura mujer :-)), madre, fotógrafa frustrada, separada, hermana, amiga, trabajadora y pésima ama de casa. Adoro hacer punto, y pasarme horas en el ordenador, casi siempre sin dejar huella de mis visitas. Amo instagram, tumblr, y ver fotos de parejas enamoradas. Vivo en la montaña sin conexión a Internet, así que mis visitas serán escasas. Adoro twitter. Me encanta escribir. Y voy al gimnasio. Y nunca, nunca, estaré lo suficientemente delgada.
Por favor, no confundir a la escritora con la narradora.
Gracias.
¿Nos leemos, sí?
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jueves, 12 de febrero de 2015

ME GUSTA...

Me gustan sus ojos y más aún cuando me miran como si dijeran "te comería".
Me gusta cuando me dice "guapa".
Me gusta que me deje en casa, y que no mueva su coche hasta que no me ve desaparecer por las escaleras.
Me gusta que me abrace por iniciativa propia, y que responda a mis abrazos.
Me gusta verle relajado.
Me gusta cuando habla de política.
Me gusta cuando está a punto de dormirse, y puedo acariciarle la cara, sin dejar de mirarle ni por un segundo, temo parpadear por si desaparece.
Me gusta cuando le digo que se tumbe porque está cansado, e insiste en que me tumbe con él para poder abrazarme.
Me gusta su barba, rozarla con mis labios y que me haga cosquillas.
Me gusta su inocencia.
Me gusta cuando, en Rock FM, ponen una balada heavy, y los dos la bailamos juntos y solos en su cocina.
Me gusta su espalda. Ancha, grande, suave...
Me gusta ponerle crema en las manos cuando las tiene agrietadas.
Me gusta oírle cantar mientras se ducha.
Me gusta que diga que ciertas cosas de su casa son "mías". Ya tengo "mi" taburete, "mi" lado de la cama, "mi" sudadera...
Me gusta ver cuando viene de estar con sus amigos, y verle tan feliz.
Me gusta ver sus fotos de facebook, y lo que ha cambiado.
Me gusta que me compre postres de chocolate, aunque sé que a él no le gustan.
Me gusta cuando suena el despertador, y lo primero que hace después de apagarlo es darme los buenos días con un beso en la boca.
Me gusta imaginar un futuro con él.
Me gusta cuando me deja cocinar para él, sorprenderle, y que me diga que cocino bien.




Me gusta tanto, que soy capaz de que me guste estar enamorada de él.

lunes, 2 de febrero de 2015

TODO LLEGARÁ

Nos  conocemos tan solo 23 días... pero es como si le conociera de toda la vida.
La primera semana que nos conocimos nos vimos todos los días, incluyendo 4 días de encierro voluntario en su casa. 
Fue lo mejor.
No solo me parece guapo, y que tiene un tipazo... es que todo él es impresionante. Es atento, educado, inteligente, tranquilo,ordenado, limpio, aseado, trabajador, generoso... ¿ya he dicho que es guapo?
Es un cielo. Y sí, quiero (y espero) que sea mi cielo... pero cuando sea el momento.

Si algo he aprendido con el paso del tiempo, es que no puedo salir con una persona sin conocerla en todos los aspectos de su vida. Quiero ver cómo es con sus amigos, y también cómo se comporta con los míos. Quiero ver qué tal se lleva con mis niños. Quiero saber cómo es cuando sale de fiesta, o cómo trata a su madre y a sus sobrinos. Quiero que sepa cómo soy yo con los suyos, y con los míos. 
No estamos preparados para una relación... ni él ni yo, pero la tenemos entre nosotros, y eso de momento, al menos a mí, me sobra.
Me sobra viendo cuando me mira, notando sus besos en mi cabeza, en mi barbilla, en mi frente. Me sobra cuando veo que compra la comida que sabe que me gusta... piensa en mí ¿o estoy equivocada?
Me sobra cuando veo que se va a trabajar de madrugada, y me deja dormir en su casa, y me sobra viendo lo a gusto que llega y cómo nos recibimos. Me sobra viendo que me regala Lacasitos.
Nos dedicamos a ver películas, a leer juntos, a escuchar canciones, a adivinar en pocos acordes de quienes son nuestros temas favoritos. Nos decimos palabras raras para ver si el otro sabe el significado, bailamos juntos y solos, como en una película... en serio, todo es tan guay!!
El mundo no se hizo en dos días, ni nosotros queremos hacer nuestro mundo de una manera precipitada... 







¡¡Y ESTA ES NUESTRA POSTURA FAVORITA!!


miércoles, 21 de enero de 2015

¿PUTA O LIBRE?

Este año pasado, el 2014, ha sido un año en el que he descubierto muchas cosas...

Quizá defraude a algunas de las personas que me leen, quizá me equivoque y no haya tanto apego como para eso.

El 2014 empezó con la única persona de la que, realmente, me he sentido enamorada. Con los 5 sentidos. Aún recuerdo lo que sus manos me hacían sentir, el sabor de su lengua, su olor, su voz cuando se ponía dulce, y el increíble color de sus ojos... pero aquello tuvo que acabar, necesitaba escapar de algo, y seguramente de lo que necesitaba escapar era de mí misma.

Aprendí a tener una paciencia infinita siendo cuidadora de un niño discapacitado, viviendo en su casa y viendo como su madre y su pareja no se hacían cargo de él. La de veces que ese niño me demostró su amor (y también sus enfados) no se me irá nunca de la cabeza.

Aprendí a valerme por mí misma. Dormí en mi coche en mitad de la montaña muchísimas noches, dormí en la calle, y conocía a personas sólo para poder dormir en una cama.

Conocí a un chico que me volvió del revés. Me colgué de él completamente, sin quererlo y sin saberlo, y resultó, como no, ser un  fraude. Un chico cocainómano, al que solo conocí en su estado "real" el mismo día que lo dejé y que me di cuenta de su problema.

Hasta el mes de Agosto podía contar con los dedos de una mano los chicos con los que había tenído relaciones sexuales, pero en Septiembre, al dejar al colocado, todo cambió. Me llegué a hundir un poco, lo reconozco, pero gracias doy de haber pasado un gran año hasta entonces, conociendo a gente maravillosa que me hizo ver las cosas de otro modo.

Yo era de esas chicas que no concibía el sexo sin sentimiento, sin al menos, tener ese "algo"... pero empecé a ver a otras personas que lo hacían y se sentían felices.
Un día de Septiembre, conocí a un chico ingles, guapísimo, cuidadoso... genial. 
No sé cómo pero acabamos en mi casa, solos. 
Su barba empezó a recorrer mi cuello y me gustaba el sabor de su boca, pero cuando llegó el momento... no. NO estaba preparada. Le expliqué con mi penoso inglés al chico inglés, que lo sentía pero que no podía, que tenía algo en el corazón y demasiado alcohol en la barriga como para tener sexo con un desconocido. Lo entendió. Solo dormimos y se fue al despertar.

Pasaron 3 semanas, Yo seguía teniendo un gran "mono" de sexo, y empecé a sentir un gran asco hacia  el amor y todo lo que ello suponía. Nada de besos, nada de abrazos... sabía que solo quería sexo, y una noche, sin más, apareció.
Esta vez fue un francés, estuvimos hablando (también con mi penoso francés) y volví a acabar con él en mi casa, solos.
Para mí, este chico sin nombre, fue todo un descubrimiento. Descubrir el sexo sin amor fue una enorme satisfacción para mí. Me veía curada de colgarme por los hombres, y me veía capaz de tener sexo con otros hombres. Liberada. Al fin, libre. 
Creo que eso era lo que había buscado todo este tiempo, y lo que no encontraba. Experimentar esa sensación.
A partir de ese momento, he dado un cambio radical. Si ha surgido la ocasión, he tenido sexo con hombres. Hombres de los que, repito, no sé ni el nombre, hombres que después de dejarme satisfecha han salido de mi cama y de mi casa sin ningún tipo de remordimiento por mi parte, hombres de los que no he tenido que despedirme, hombres a los que no he pedido el número de teléfono, ni les he dado el mío porque no quería volver a repetir. Hombres.
Algunas veces en su casa, la mayoría de veces en la mía. 

Desde Septiembre al día de hoy, no soy capaz de saber con cuantos hombres me he acostado, ni cuantas cajas de condones he gastado.
Y no, no me considero puta, me considero libre. Soltera. Feliz.
LIBRE, SOLTERA Y FELIZ.

Rehuyo de todo aquello que me pueda recordar mínimamente a lo que puede ser tener una relación estable. No quiero ver películas con nadie, ni compartir ni casa, ni mis sueños. "Estás aquí para follar, tío, cumple con tu misión y lárgate". Así es como funciono. 
Nadie de mi entorno me juzga, puedo sentirme yo misma, y  puedo contarlo sin miedo... porque así soy yo ahora.

Pero tenía que llegar el día...

He conocido a alguien...



martes, 19 de agosto de 2014

ME ENCANTAS

Podría dejar de quererte si quisiera... pero no quiero, porque te quiero.
Después de unas semanas cuanto poco extrañas, puedo decir en letras mayúsculas que te quiero, y que noto que me quieres... y que tienes miedo. Mucho, más que el que he sentido yo en toda mi vida, y eso que a tu lado lo siento constantemente, porque eres de esa clase de personas a las que se les nota contenidas. Que no lo das todo por miedo al rechazo, que no has sabido amar y lo peor es que te da miedo que te amen.
Trabajando contigo lo que sé de psicología, me siento útil en tu vida. Parece que las primeras tomas de contacto psicóloga/paciente, sin tú saberlo, han ido mejor de lo que esperaba. Parece que soy un poco libre, y parece, a la vez, que tú estás más atado... y todo lo has hecho tú solo, tan solo escuchándome y poniendo en práctica lo escuchado. Déjame hablar y haré de ti el hombre que quieres ser, pero que tienes tanto miedo a mostrar.

Eres distinto a todos los demás. Siempre he tratado de encontrar al "hombre bueno". A ese que fuera sensato, leal, puntual, y sano,  y tú no acabas de cumplir todos los requisitos, pero ya ves, gracias a ti yo también aprendo y sé que el corazón va por libre, y el mío te ha elegido a ti, con todas tus virtudes, y con todos tus defectos a los que ya paso por alto.
Sigo sin comprender cosas, como el que puedas estar dentro de mi cabeza y de mi estómago cada segundo del día, y que sin embargo, cuando te veo, mi cuerpo siga dando un vuelco y me ponga del revés. O que teniendo unos ojos negros tan comunes, me ruborice aún, cuando me miras. O que mis manos se atrevan a viajar solas, sin ninguna clase de orden, a acariciar tu nuca y tu espalda en el momento justo en que estamos uno al lado del otro. ¿Y qué dices de mi sonrisa tonta cada segundo que estoy contigo? Eres una muerte encantadora para mí.
Hueles a césped, a montaña, a bosque, a playa, a noche lluviosa, y a día soleado.
Hueles a ti.
Y me encantas.



sábado, 24 de mayo de 2014

QUÉ EXTRAÑO

La cosa es que me siento tan feliz sabiendo que existes, que me pongo a soñar despierta demasiado a menudo.
Y es que por fin veo en unos ojos las miradas que deseé siempre.  Y por fin me levanto con ganas de acariciarte, aunque no te tenga a mi lado... te quiero ahí. Por fin un olor me resulta atractivo, por fin un sabor, tu sabor, el de tu boca, me llena. Por fin me dan los ansiados "buenos días, princesa"... día tras día, y sonrío cada vez que lo leo una y otra vez... día tras día.
Vivo como si viviera en un eterno París. En una primavera soleada constantemente, en un colchón de plumas.  
Mis días pasan como si  fueran siempre sábado, como un descansado día de playa, como viendo siempre un cielo azul claro, como si las noches fueran siempre de luna llena.
Y es que, podría hacer frío, podría nevar o temblar el suelo, pero si estoy contigo, no me importaría, porque como se dice: "contigo me siento como en casa".
Podría parar el tiempo y oler siempre a velas de vainilla, eres mi bañera de agua caliente, mi mejor medicamento, mi cerveza helada, mi diversión estrepitosa.
Ójala parar el tiempo para tan solo oírte respirar, para poder mirarte sin que tú te des cuenta, para besarte el brazo, el hombro y las manos como si no hubiese mañana, para dejar que crucemos los dedos de la mano y que me las aprietes fuerte hasta sentir que me cortas la circulación de la sangre.
Ójala se pudieran detener los relojes para poder lamer tu espalda eternamente, para tener mis dedos enredados en tu pelo y para acariciarte la cara mientras mantienes los ojos cerrados y suspiras.
Ójala parasen las horas para recorrerte entero, para descubrir con las yemas de mis manos cada centímetro de tu piel. Para olerte sin parar el cuello. Para rozarte la mejilla con mi nariz helada. Para hacerte cosquillas con mi pelo.
Y es que, la cosa es, que no creo que  pueda soñar cosas más bonitas tan solo porque soy feliz sabiendo que existes.







jueves, 3 de abril de 2014

AMAR A UNA ILUSIÓN

A veces se llegan a adorar cosas tan insignificantes... que ni siquiera sabes por qué las adoras, simplemente te empiezan gustando y acabas, casi, amándolas.
Yo adoro el olor a césped recién cortado. 
Amé a mis hijos antes de que existieran. 
Amé a alguien que no conocía. 
Amé a un pequeño trasto que no sabía si llegaría a conocer.
Amé con  trece años.
Amo pasear bajo la lluvia.
Adoro algunas escenas románticas... como estar con quien amas, sentados en el capó de un coche, viendo como amanece.
Amaría ver un amanecer contigo.
Amo sentirme libre de escribir todo aquello que amo.
Amo la sensación de saber que, a pesar de todo, ellos me aman.

Pero ¿se puede amar un sentimiento? ¿Puedes amar un recuerdo? ¿Puedes amar una sensación? ¿Puedes enamorarte de una ilusión?
Yo puedo. 
Adoro eso que siento en el estómago, que no sé si serán mariposas, o dolor, o algo parecido... pero lo amo.
Adoro recordar esos momentos quinceañeros que tuvimos, y que se me muevan las tripas sin querer.
Adoro la sensación de haberte rodeado con mis brazos, de verme reflejada en tus ojos, de respirar tu aliento, de rozarnos casi sin querer, pero queriendo, de poder ser yo misma, de tocarte el pelo, de mirarte... mirarte... mirarte y no cansarme. 
Amo hablarte en diminutivo, y sentirte tan grande, tan grande que creo que tú puedes protegerme.
Adoro poder decir lo que siento.
Adoro tu dureza, y tu ternura.
Adoro lo que estoy conociendo, y... ¡ni siquiera he empezado!
Adoro como hablas, tu acento.
Adoro como puedo rozar tu barba con mis labios escocidos de haberla besado bruscamente.
Adoro tu tacto, tu olor y tu sabor hasta después de haber fumado tabaco y bebido ginebra.
Adoro que me desnudes.
Adoro gustarte.
Adoro poderte hablar en valenciano.
Adoro que mis ideas no te parezcan tonterías.
Adoro que seas mi chófer, y que me lleves a la playa, o a la montaña, o a un rincón perdido.
Puedo derretirme al ver como me miras si sabes que soy para ti.
Puedo derretirme al oírte hablar en francés.
Podría morir por ti... 




Pero eso sí, cuando seas una realidad.

viernes, 14 de junio de 2013

CONTACTO CON TACTO

Ahora mismo le veo ahí, en la cama, y siento unas ganas irrefrenables de tocarle. 
Me pasa lo mismo por las noches... no sé dormir con él y no estar tocándole aunque solo sea un poco... le paso un brazo por encima, apoyo mis labios en su brazo para poder olerle y dormir más tranquila, le huelo el pelo, ¿a vosotros/as también os pasa esto con la persona a la que amáis? 
Cuando estamos viendo una peli y estoy sentada, necesito apoyar mis pies sobre él... o ponerlos debajo si es que tengo frío... si estamos comiendo necesito tener mi mano (en los momentos que está libre) apoyada en su muslo... si estamos de pie le doy mil abrazos, o le cojo fuerte por el brazo y me apoyo en él... no puedo verle y no tocarle.
Si estoy a su lado le acaricio la nariz y los labios como si no hubiera mañana... lo que más me gusta de todo esto es que yo antes era reacia a todas estas cosas, y mucho más a hacerlas yo... vamos, jamás se me hubiese ocurrido hacérselo a nadie, excepto a él.
Ainnss...¿Y qué voy a hacer yo si con este hombre se me cae la baba? ¿Acaso hay algún remedio para eso?




¡¡Menos mal que él se deja, que si no, no sé que sería de esta pobre pesada!!

miércoles, 29 de mayo de 2013

LO QUE ERES TÚ

Hay días que con solo mirarte, sé que podría echarme a llorar... solo porque eres tú. 
Tienes los ojos del color de las montañas, y no soporto verlos sin sentirme reflejada en ellos. Tu pelo... tu pelo huele a hogar, a un sitio donde guarecerse, a un lugar donde sentirme segura durante la más cruel de las tormentas. 
Y yo no quería enamorarme... , ni de nadie, ni de ti, aunque parece que ya es tarde.  Nunca quise necesitar a nadie, nunca quise que nadie me hiciera soñar, nunca quise amar al amor... excepto ahora, que te amo a ti y al amor que tú me das. Es un juego tan perverso esto del amor. Puede que nadie ame a nadie, puede que yo quiera perderme en ti, puede que sueñe que te pierdo... puede que muera, y todo es demasiado extraño... pero me gusta. 
Me gusta tenerte tras mi espalda, con tu brazo en mi cintura. Me gusta saltarme las reglas contigo, y solo contigo. Me puedo imaginar el más grande de mis sueños, pero solo contigo. 
Y si pasas por mi lado, me cuesta hasta respirarte... y si veo que tiemblas, sé que los dos estamos igual...



Y es que hay momentos en que los dos estamos en las mismas condiciones...

martes, 9 de abril de 2013

ALEGRÍA

Me hice, hace semanas una promesa... una difícil de cumplir para mí, simplemente quiero estar alegre, siempre alegre, no llorar a no ser que sea de alegría. No estar triste jamás a tu lado para no ponerte triste, estar contenta y sonriendo para que parezca que somos algo, que siempre lo fuimos, que nunca pasó lo que nunca tenía que haber pasado. No permitiré que un silencio nos incomode, ni siquiera un cielo negro o gris, o una tarde lluviosa, o un día de fuego intenso, yo estaré ahí, feliz a tu lado. Yo siempre estoy alegre solo por estar contigo... pero ahora lo estaré más, más si cabe.
Conseguiré que suenen las campanas cuando tu sonrías, las campanas que son tus carcajadas, las que salen de tus labios de plata... esos labios que me enloquecen al más mínimo roce... esos labios, los tuyos.
Y pasearemos por alfombras de verde hierba que plantaré para nosotros... o por arena seca de playa, tú y yo, y nadie más. Y a nuestro alrededor solo querré ver flores, árboles y como digo, alegría.
No habrá más enfados, no le quitaremos ni un poco de brillo a la luna y ni un poco de calor al sol, todo seguirá su curso, y también lo seguirá entre tú y yo. 
Y aunque sea con un colchón tirado en el suelo, podremos hacer el amor, eso sí, a nuestra manera, que es como más nos gusta, conseguiremos que ardan nuestros corazones unidos, nuestras almas, nuestras miradas.







Pero necesito ayuda, tu ayuda, necesito tu alegría también y te necesito a ti, siempre tú, a mi vera.

jueves, 28 de marzo de 2013

SI YO FUERA

Si yo fuera un ángel bajaría todas las noches a verte dormir, a oírte respirar, a respirar de tu nariz el aire que expiras.
Si yo fuera perfecta, querría ser lo que para ti es la perfección.
Si yo fuera un lugar querría ser la Torre Eiffel, pero querría serlo contigo, siempre contigo, y siempre de la mano.
Si yo fuera una parte de tu cuerpo, querría ser tu pecho para sentir como late tu corazón, para saber que se siente cuando la otra yo apoya en ti la cabeza.
Si yo fuera un olor sería el tuyo, y estaría todo el día oliéndome a mí misma. Porque tu olor eres tú.
Si yo fuera un color, sería el color morado de tu sudadera favorita... y
si yo fuera una prenda de ropa, precisamente sería esa sudadera, esa y no otra. Esa por lo que significa para mí, aunque no tanto para ti.
Si yo fuera un juego, sería el "pilla pilla" o "el escondite", porque es lo que parece que estemos jugando en todo momento... o "beso, verdad, o atrevimiento".
Si yo fuera un ojo me gustaría mirar como tú miras.
Si yo fuera una foto me gustaría ser esa foto, puede ser que la única, en la que se te ve sonriendo.
Si yo fuera un imposible, querría ser yo + tú = nosotros.
Si yo fuera madre de una niña querria que llevara tu ADN. Y que se llamara Georgina, o Julieta o Daniela.
Si yo fuera canción, sería una canción cantada a capella en una iglesia, y dirigida a ti.
Si yo fuera un cigarro me gustaría haber sido aquel que quitaste una vez de la cajetilla de tu tía, solo para poder rozar tus labios unos instantes más, porque el tiempo, el día y la noche contigo, se me hacían cortos.
Si yo fuera un objeto, sería tu ordenador, tu teclado... ¡la de veces que lo tocas y lo bien que lo cuidas! Me hace sentir envidia a diario.
Si yo fuera esposa querría ser la tuya.
Si yo fuera palabras querría ser el primer "te amo" que me dediques.
Si yo fuera joya me gustaría ser la alianza que adornara tu dedo anular en el futuro, porque significaría que sería tuya, que serías mío, y que estaría siempre, siempre en tu mano.
Si yo fuera una película, sería una que siempre se ve en Navidad.
Si yo fuera un sentimiento sería, sin dudarlo, el amor que desprendes.
Si yo fuera un par de palabras solo sería o "lo siento" o "te amo".
Si yo fuera una acción sería ese beso debajo de la torre.. ese beso...



PERO LO MEJOR ES QUE SI YO FUERA TÚ... ME ENAMORARÍA DE MÍ. (Faltaría más).


martes, 19 de febrero de 2013

¿NORMAL? ¿DEL MONTÓN?

Dirán que eres normal, que eres del montón... pero claro, siempre hay una excepción, y no hay nadie que te vea como yo.

Me gusta ver tu pelo, mojado, después de una larga ducha... conmigo, o seco pero mientras lo revuelvo entre mis dedos.
Me gusta ver tus ojos... cuando me miran, o cerrados mientras hacemos el amor.
Me gustan tus palabras cuando me han perdonado una y mil veces, y cuando dicen piropos.
Me gustan tus labios, sobre todo cuando están apoyados sobre los míos, también cuando me besan cada centímetro de piel.
Me gusta tu lengua, mientras roza mi paladar, y mis hombros, y mis brazos...
Me gusta tu barba, raspando mi abdomen.
Me gusta tu cuello, lleno de chupetones hechos, por mí, en momentos de lujuria.
Me gustan tus pezones mientras los muerdo, y tus pechos mientas los retuerzo entre mis manos.
Me gustan tus manos mientras cogen mis caderas y me ayudan a moverme en círculos, encima de ti, mientras  acarician mi espalda, mientras me tiran del pelo, mientras reposan en mi trasero.
Me gusta tu entrepierna dentro de mí.
Me gusta el sabor de tus muslos, recorrerlos con mi lengua, y sentirme morir de placer.
Me gusta cuando me acaricias entera, de arriba a abajo, desde la cabeza hasta los pies, rozando con un solo dedo mi espalda.



Dirán que eres normal, o del montón... porque no te conocen así.

domingo, 3 de febrero de 2013

DORMIR

Abro los ojos como cualquier noche de estas que, a las 4:00 me despierto suavemente, como si ya entrara el sol por las persianas, pero no, al menos aún faltan cuatro horas para eso. Me siento rara, incómoda, tengo miedo porque estoy desorientada. 
Cuando mis ojos se acostumbran a la oscuridad y pueden ver algo a través de ella, veo una pared que no es la que estoy acostumbrada a ver... ¿qué pasa? 
Me giro y me pongo boca arriba. El techo que veo tampoco es el mío, esta no es mi casa, y en mi espalda noto que tampoco esta es mi cama, ni este mi colchón. Estoy desnuda como cada noche, pero sin embargo, las pocas mantas que me cubren no me dan el calor que necesito. ¿Por qué?
Empiezo a recordar... la lámpara del techo me es familiar, y también recuerdo que lo era el color de las paredes que hace un momento acabo de ver... pero sigo sin entender que me está pasando, ¿seguiré soñando?
De repente, noto una respiración a mi lado... y ahora, todo me cuadra y es que anoche decidimos dormir juntos por primera vez.. me giro para mirarte, estás tan bello dormido, casi igual de bello que despierto, pero con esa cara de niño que nunca pones despierto... Veo tu pelo rizado rozándote la nuca y siento envidia, porque es ahí donde yo pondría mis labios en todo momento, día y noche. 
Acaricio con cuidado tu pecho desnudo, y me excito con el primer roce de mis dedos con tu piel. Qué lástima que estés despierto, qué lástima que necesite verte dormir...
Estoy así un rato largo, no sé si pasan 30 minutos o 3 horas, pero te acaricio todo el cuerpo, sin que tú ni siquiera te muevas, te beso la espalda desnuda, y hasta te lamo esa nuca en la que quería colocar mis labios.
Cuando siento que he rozado cada milímetro de tu piel, te susurro al oído "¿me coges? Tengo frío". Te das la vuelta, mecánicamente, pasas tu brazo por encima de mi cuerpo, me besas en la cabeza, y me dices con voz dormida: "claro que sí. Te quiero".



Y yo, como siempre que me dices eso, siento que muero de amor. Muero de amor por ti.

miércoles, 23 de enero de 2013

HE ENTENDIDO ALGO

Da igual lo que haga, lo que diga, o quién se cruce por mi camino... solo estás tú en mi cabeza, en mi habitación, en mi móvil y en mi cama.
Va pasando el tiempo... pero sigo igual, si tú no estás aquí no puedo ver todos los matices de azul del cielo, el cielo es gris e incluso negro para mí.
Intento hacer lo que tengo que hacer para llegar a donde quiero estar... y donde quiero estar es a tu lado para siempre, sin ninguna duda, sin ningún inconveniente, y siempre con las promesas que hay por cumplir, ya cumplidas.
Recuerda que siempre habrá un momento en el que nos estaremos tocando... aunque sea tu dedo meñique de tu mano con mi dedo meñique de mi mano... pero siempre tocándonos.


Recuerda que no tendremos momentos en los que quedarnos en silencio, a no ser que me estés mirando y yo te pregunte ¿qué miras? y tú contestes "lo que quiero", y te vuelva a preguntar "¿y qué quieres?" y que me digas "lo que miro". Recuerda que tienes que estar atento, porque puede ser que me desmaye de amor en ese momento.


Nunca seré la misma en tu ausencia. Me gusta como soy cuando estoy contigo, y se demuestra lo poco egoísta que es el amor. No te quiero por lo que me das, te quiero por lo que soy cuando estoy contigo.
Te quiero porque me caen las lágrimas tan solo de mirarte, te quiero porque yo, y solamente yo sé lo que siento por ti, y sé que es tan fuerte que sería capaz de todo por estar a tu lado.

¿Qué vivo en una mentira? Puede ser... pero es una mentira que yo misma he creado, y me gusta vivir ahí... al menos de momento.

Si soy feliz así, a nadie le importa, nada más que a mí, y a ti mientras soportes lo que tengo dentro de este corazón loco, mientras soportes que siga intentando volver a ver en tus ojos esa mirada, mientras consiga que los besos en mi cara sigan siendo así de tiernos...


...mientras tengas esos detalles que me hacen morir, mientras sienta que eres mejor persona cada día,  mientras que tu tiempo libre sea mío, mientras piensas que soy tuya, porque ya sabes (y todos saben) que yo te pertenezco, al menos estoy marcada de alguna manera de por vida por ti... y en varios aspectos.


Comprendí algo... y es que, aún es pronto... y que todo llegará.

sábado, 12 de enero de 2013

MOMENTO SINCERIDAD

No sé si existe en las parejas algún momento que se llame "el momento sinceridad", pero si no existe, debería existir.
A veces, cuando tenemos pareja no decimos o no hacemos cosas por el "miedo" a que el otro se enfade, o no lo entienda, o simplemente por pensar "no es para tanto". De hecho, yo he pecado de esto multitud de veces. He sentido cosas que no he dicho por miedo a que el otro se enfadara. He hecho cosas a escondidas, y he pensado demasiadas tonterías, hasta el punto de pensar que mi pareja no me amaba.

El caso es que cada uno es como es... eso es evidente, pero también es cierto que cada uno tiene unas necesidades, y yo hoy voy a hablar de las mías.

-Necesito que estén pendiente de mí a casi cada momento. Un WhasApp por la mañana, uno por la tarde y otro por la noche es suficiente para que yo piense "fíjate Tequi si te quiere, que no hace más que mandarte WhasApps". No me digáis que no os gustaría que nada más despertaros tuvierais un mensaje tipo "Buenos días, princesa" en el móvil, o en cualquier otro sitio. Moriría de amor.

-Necesito momentos "cursis". Sí, así soy yo. Necesito, no siempre, pero sí de vez en cuando, un abrazo en plena calle, o un beso inesperado, o un "que guapa estás hoy" aunque me acabe de levantar. Esas cosas me hacen tener ganas de llorar porque pienso "fíjate Tequi si te quiere que te ve guapa hasta nada más despertarte".

-Necesito hacer el amor. Esto me pasa poco porque yo soy mucho de follar a lo bestia. Pero de vez en cuando, que empiecen a besarte lentamente, y que todo sea lento, es algo que no se puede expresar con palabras. Un polvo lento... de vez en cuando, eso es sentimiento puro y a flor de piel.

-Me gustan los regalos sorpresa. Un regalo inesperado, una visita, una flor acabada de coger mientras paseamos juntos, incluso el papel de un azucarillo. Si me lo dan acompañado de un "toma, te lo regalo"... me vuelvo a morir de amor.

-Me gustaría tener un "día especial". Esto es algo que siempre he pensado y nunca he dicho justo por lo dicho en el primer párrafo, por miedo o vergüenza ( o por ser gilipollas que también). Para mí un día especial sería dedicar un día de la semana fijo, por ejemplo, cada sábado a hacer algo diferente. Ir a la montaña, a un río, a pasear por la ciudad, al cine... tomarlo como una costumbre y que no fuera algo esporádico, sino algo semanal. Evidentemente, esto incluye que, al llegar a casa se folle (o se haga el amor, tampoco voy a ser tan quisquillosa).

- Y esto tendrá segunda parte, porque se está alargando más de lo que esperaba... ¿pero qué me decís de salir a pasear mientras llueve, y sin paraguas?



Ainss... que bonito es el amor!!!

jueves, 3 de enero de 2013

EN UN UNIVERSO PARALELO...

En un universo paralelo:

*Yo no tengo miedos, solo ilusiones, y solo por ti.
*Tú y yo vamos de la mano a todas horas y a todos los lugares.
*Tú comes paella aquí, conmigo, con nosotros.
*Yo como paté allí, contigo, con vosotros.
*Yo vivo sola... contigo.
*Tú vives solo... conmigo, a veces conmigo o a veces solo del todo... según tu gusto.
*Nos ponemos de acuerdo a la primera, y no perdemos tiempo valioso.
*Tú eres compasivo.
*Nos gusta salir, sin paraguas, cuando llueve, y pisar los charcos sin llevar botas de agua.
*No son tus ojos los que hablan, sino que son tus palabras.
*No soy adivina, solo escucho.
*Somos guapos, atractivos y nos hacemos fotos "plagiadas".
*Tenemos un cine para nosotros solos... ¿a qué sí?
*Tú solo respiras el aire que sale directamente de mi boca.
*Yo solo huelo el aroma que tú desprendes.
*No existe ni tu cama ni la mía... existe nuestra cama, más grande de lo que necesitamos ya que, entre los dos solo ocupamos unos 50 cm, porque yo estoy encima de ti, toda la noche, todas las noches, toda la eternidad.
*Tengo una alianza en mi dedo anular, exactamente igual a la que llevas tú en tu dedo anular.
*Llevo un tatuaje con un dibujo que has hecho expresamente para mí.
*No existe nadie que nos perjudique. NADIE.
*Tus abrazos no duran menos de 6 segundos, sino que cuando me abrazas, lo haces con tanta fuerza y tantas ganas que siento que me quedo sin aire... y así es como me gusta que lo hagas... y por eso lo haces.
*Veo tu ilusión, y también soy capaz de oírla, porque la expresas.
*Te puedo ver sonreír durante todo el tiempo.
*Debajo de mis pies hay algo más que aire, hay algo en lo que me siento segura.
*Puedo pedirte matrimonio, en un sitio público, conociendo tu afirmación, sin que te sientas avergonzado, sino orgulloso de que lo haga.
*Eres mi amigo, mi pareja, mi marido y mi motivo para poder seguir viva.
*Pasamos tardes delante de la chimenea encendida, tumbados en una manta, y mientras tú levantas la mano hacia el techo, yo te toco la nariz y te huelo...
*No gastas bromas absurdas.
*Tenemos los mismos gustos y vamos al cine, y de conciertos, y a museos y exposiciones.
*Nos vamos de Expaña.
*Celebramos unas Navidades por todo lo alto, y la casa se llena de decoración típica, y nos encanta.
*No lloro, a no ser que sea de felicidad.
*Comemos sandwiches calientes, recién hechos, y bebemos zumo, y tomamos café, y todo nos sienta bien.
*Sabemos bailar... y lo hacemos.
*Disfrutamos del tiempo que tenemos juntos.
*Y tenemos una casita en Galicia.
*Y somos felices JUNTOS.




Y, verdaderamente,  así es como será, en este universo en el que nos ha tocado vivir, el día en que mi corazón se recomponga.

PRECISAMENTE ASÍ.

lunes, 31 de diciembre de 2012

ESTO SÍ ES UN BALANCE

Y esto, sí es un balance... ya es el último día del año... y este puede ser un buen resumen de lo que ha sido para mí el 2012.

Bueno, mi año ha pasado sin pena ni gloria:

Empecé el año con un beso con sabor a M&M's.

Y quitando de esto... los demás 9 meses han sido un verdadero caos de sentimientos horribles, dolores de corazón, remordimientos de conciencia, y querer ser infeliz a propósito para poder hacer feliz a los dos fieras que tengo por hijos... pero no resultó. Mi idea, como todas las que tengo, fue un auténtico despropósito que casi termina conmigo en la planta de psiquiatría... y no es coña.

Estos últimos tres meses han sido, algo mejor... porque he recuperado a alguien que creía perdido, pero por otro lado, peor, porque sé que he de perderlo para recuperarme yo... así que esto se queda en tablas de momento.

Pero, dejando estas cosas a un lado, yo os quería hablar de las cosas que he aprendido... que no han sido pocas:

-He aprendido que el corazón duele... mucho.

-He aprendido a querer a gente que no conozco... y aquí podéis daros por aludidos un montonazo de gente: Fiebre, Luis Jotadé, Mandarinita, Cé, Eme, mi Ana Corazones (gracias por tu paciencia infinita con mis WhatsApps desesperados), Lourdes, Rafa, Yo, Gae, BKindZanks, Julián, Prosiland, Xania, Valeria, Girl From  Lebanon (con sus sentimientos a flor de piel), MamenLove, Nikita, 40añera, Pilar, La Gata (que tenemos pendiente un café, o cerveza, o lo que sea), Aliena, Bet, Cerillita, Ro, Yopopolín (que me debe un mail), mi Sandra (o la Sandra de todos), Vértigo, Pío, Arien, Eva, Noe (y su gran historia con el Moreno, que me pone los pelos de punta), y seguro que me olvido de alguien importante... pero no me acuerdo de todos... os iré colocando en la lista, porque quiero que todos, absolutamente todos los que me habéis dado una sonrisa este año, estéis aquí.

-He aprendido que mi madre puede comprender... aunque haya que haber tocado fondo para ello.

-He aprendido a valorar cosas que antes no me importaban.

-He redescubierto que no temo a la muerte.

-He sabido que puedo hacer cosas sola, sin compañía, y sin ningún miedo.

-He cambiado los blogs que utilizaba de cabecera, y... ¡no ha sido tan grave!

-He sabido que no llevo bien que me elogien, pero que me gusta, como a todo el mundo.

-He confirmado que mis 5 amigas siguen siendo mis mejores y únicas 5 amigas a pesar de los 20 años que hace que nos conocemos.

- He sabido que, a pesar de lo que yo pueda pensar, la gente me quiere.

-He confirmado que mi tía, es como mi madre, y que temo perderla algún día, porque no sé que será de mí sin ella.

-He hecho nuevas amistades, de las que me siento terriblemente orgullosa.

-He perdido el miedo a la mayoría de los perros y he ido a un refugio a ayudar, y me he sentido feliz.

-He llorado en exceso, reído demasiado poco, y adelgazado bastante.

-He disfrutado del embarazo de mi cuñada y del nacimiento de mi sobrina... casi siempre con lágrimas en los ojos, porque yo quería tener un bebé, también.

-He visto como mi hermano me apoyaba... a pesar de todo.

-He conseguido que mi familia me llame por otro nombre (después de 33 años intentándolo).

En definitiva... que no ha sido un año tan malo, siempre y cuando solo se miren las cosas buenas... que siempre las hay.

martes, 25 de diciembre de 2012

ALGÚN DÍA... ALGUIEN...

Cuando de repente sientes que, el corazón se te ha quedado vacío de amor, después de haber estado unos 30 meses amando intensamente, es, cuanto menos, raro. 
Saber que no tienes a nadie (en este momento) con quien ir de la mano de compras, o a tomar un café, o simplemente, a ver las luces de Navidad es un poco desalentador. 
Darte cuenta de que, cuando te acuestas no es tu último pensamiento, ni el primero de la mañana me resulta hasta extraño. 

Sin embargo, siento otras cosas:
Siento que tengo oportunidades de hacer cosas que hace tiempo (o nunca) he hecho. 
Siento que no dependo de nadie para nada, voy a mi bola, cuándo, cómo, y con quién me apetece.
Siento que, podría volver a amar, no sé cuando y desde luego, sé que no será pronto, pero empiezo a sentir que puedo, que mi corazón no se ha roto, sino que ha sido como un puzzle. Ahora falta poner cada pieza en su lugar, y cuando el puzzle vuelva a estar bien formado, entonces, será el momento.





Siento que puedo ser más valiente... de hecho, lo he sido, así que, con la próxima persona que comparta mi vida, todo tendrá que ser mucho más sencillo.
Siento que no tengo miedo, porque, no dependo de nada... solo de mí misma para ser feliz. Yo me lo guiso, yo me lo como... no me hace falta nada, ni nadie, para estar contenta...
Siento que he retomado mi vida, no la de antes, sino la de hace varios años. Casi la de cuando era una adolescente. Conozco gente, estoy más desinhibida, digo que no cuando me apetece decir que no, y digo que sí cuando quiero decir sí.



Estar soltera está muy bien, pero no es una opción para mí. Lo he meditado y a mí me gusta tener pareja... alguien con quien compartir mis alegrías y alguien que me ayude con mis penas. Alguien que me comprenda. Alguien que me ame como yo le amo, que me corresponda y que yo sienta que daría la vida por mí si fuese necesario. No hace falta que sea verdad... solo hace falta que yo lo sienta así. Alguien que no esconda lo que siente, que me diga qué es lo que necesita, qué es lo que le pasa, que me deje a compartir sus alegrías y que me deje ayudarle con sus penas.  Alguien que me atraiga. Alguien que huela a césped recién cortado. Alguien a quien acariciarle la barba sin parar. Alguien a quien mirar y no dejar de sonreír por sentirle mío. Alguien que me mire y me vea. Alguien que me acompañe al médico. Alguien con quien me sienta protegida con solo darle un abrazo... que sea, como mi salvación. Que no me importe que se acabe el mundo porque estará conmigo, y sabré que el mundo sin él no tendría sentido.







Alguien que me deje que le haga el amor a mi manera, alguien que me disfrute, alguien que no tenga miedo de demostrar que soy lo único en su vida, que soy lo que mejor le ha pasado... alguien con quien corresponder todo esto que sé que puedo dar, y que, tendré que esperar a completar el puzzle para darlo. Pero sé que cuando así sea... seremos felices. 


Tú y yo.







viernes, 21 de diciembre de 2012

YA HACE 4 AÑOS... O INCLUSO 12

Hace unos cuatro años ya era igual. 

Nada. Frío dentro del cuerpo, aunque por la temperatura del exterior podría haber estado en manga corta. 

Impasible. Pasota. Sin sentimiento. Sin alma. Sin corazón.

Una comida para compartir sin ningún tema de conversación en concreto. Música y más música. 
Un café igual de helado que mi corazón. Ningún beso y ningún deseo. ¿Extraño? No, eso era lo habitual, al igual que el calor de mi piel. Me hubiese hecho falta un abanico en pleno diciembre.

Un par de paseos sin mucho que comentar... "yo tengo este libro" "¿te acuerdas lo que te dije?" "No te olvides de la bebida" "Huy, no llevo dinero, paga tú anda".

Sentirse mal. Sin saber qué hacer, esa maldita incertidumbre que ya es parte de mi vida y a algo que desde hace unos 20 años estoy acostumbrada, así que nada nuevo en el horizonte.

Una espera de media hora. Como siempre, yo sentada, mirándote a ti, pero sin verte. Ni guapo, ni alto, ni rubio ni con tus ojos claros. En realidad solo veo una persona, y no a ti. 

El infinito.

Pienso que quizá en un ratito me encuentre mejor... pero sé que me miento a mí misma. No es por ti, es por mí. Siempre es por mí. Siempre se ha sabido.

No saber qué hacer "¿querrá que le de la mano? Va, se la doy por si acaso". "¿Estará cómodo así? Pues le suelto y si quiere la mano, ya la cogerá él." "Huy el brazo por encima... bien porque ahora tengo frío... pero no estoy cómoda, así que me suelto". 

¿Besos? Naaahhh... no hay necesidad cuando nada se siente.

Perdemos una hora. "¿Un paseo?" "¿Mejor un café?" "Volvamos a ver libros".

Llegamos a casa y todavía tengo que hacer la cama... qué desidia de trabajo. Pura inercia. El cojín en este, en su lado, la manta por encima por si hace frío...

Los dos esperamos algo el uno del otro... pero en realidad, él prefiere estar con la PSP y yo prefiero estar en cualquier otro lugar.

Nos dedicamos el momento que los dos nos merecemos. Luego no hay besos, ni caricias, ni abrazos, ni narices perfectas, ni olores excitantes... solo hay NADA.

"Estás en mi lado de la cama" "Cógeme que tengo frío".

Pensar. Pensar. Pensar. Pensar. Pensar. Pensar. Pensar. Pensar.

Pensar y decidir que esta vida... no es la que yo quiero.  Aunque hay promesas que no se pueden romper.


Y llegó el día en que el olvido hizo presencia, aunque en un lugar recóndito de esta cabecita loca, seguía estando, pequeñito, sin nada que hacer ni que decir, pero ahí.


jueves, 13 de diciembre de 2012

SUEÑOS ETERNOS



Duermo poco... a veces unas cinco o seis horas son suficientes últimamente. Cuando me despierto a media noche, y gracias a que mi persiana siempre está subida y mi ventana abierta, puedo ver las estrellas, y no sé porque, pienso en ti.



Pienso en cómo las cosas desaparecen dejando un rastro casi inapreciable. Como cuando caminas sobre la arena del mar y se ve claramente tu pisada, pero poco a poco, con la subida de las olas, la huella se va borrando hasta que desaparece, y es como si nunca hubieses pisado ahí, como si nunca hubieras estado en ese lugar.


Me entretengo pensando en todos los recuerdos que tengo, porque sé que, algún día, igual que la huella borrada, estos desaparecerán. Los pienso, los escribo, los ensobro y los guardo en una caja de cartón, negra, gris y blanca... como mi pasado y mi presente... y quizá mi futuro.
Saber que olvidaré tu voz, o tu tacto, o tu olor... saber que eso no se puede conservar. Saber que ninguna otra noche serás mío, saber que no volverás a dormir abrazo a mí, saber que no veremos más el sol tomando el desayuno, ni despediremos más a la luna con nuestros orgasmos. Saber que nunca más volveré a   tener un principio... contigo.



Sigue pasando el tiempo y aún sigo sin dormir mucho. Imagino mil y un momentos por vivir, y no quiero levantarme, al menos no ahora, porque sé que miraré mi móvil y no habrá una llamada tuya, ni un mensaje, y sé que abriré el ordenador y no existirá ningún mail con tu remite. El buzón de casa, hace meses que no existe para mí.

Todo el tiempo pensando es tiempo perdido, horas acumuladas sin nada más que hacer. Cortas eternidades cada noche, y largas esperas cada día, cada día en los que bebo para emborracharme, para olvidar lo que en realidad quiero que perdure, para recordar tu sabor en cada trago de cazalla, para ver el reflejo de tus ojos en cada vaso de café. 

Quisiera que, otra vez, los besos fueran eternos, que volvieran esos sueños que imaginábamos a la vez. Que volvieran esas risas y también todas esas lágrimas... lágrimas de amor. Comerte entero, junto a la vida que nos quedaba. Superar el miedo, junto contigo.




lunes, 8 de octubre de 2012

LA NOCHE QUE ME COMÍ TUS DEDOS

Creo que esa noche estábamos enfadados por alguna tontería. No podía ser por ninguna otra cosa, eso es seguro. Pero quería demostrarle que estaba por él, quería sentirme sexy para él, quería por una vez, hacer algo romántico, sensual y sexual. Quería pedirle perdón en la cama, o que me lo pidiera él, no estoy segura ya.
Al acostarnos nos dimos un beso, y, como siempre, adoptamos nuestra postura:


(Nuestra cama era parecida, nuestro balcón era igual al de la foto, e incluso teníamos una maceta casi en el mismo sitio. Esta foto me recuerda a lo que fuimos).


Y ahí estaba yo, pensando qué hacer, cuando me encontré acariciando su brazo. Y sus dedos. Esos dedos que quería sentir en mi cuerpo. Esos dedos de los que quería mandar aunque fuera solo por una vez, por una noche... por un rato.
Saqué mi lengua y empecé a recorrer esos dedos. Esos dedos suaves y siempre con la temperatura adecuada. Esos dedos, mis dedos favoritos... Los metí en mi boca una y otra vez, y los lamí suavemente, y poco a poco, noté su erección en mi espada. Y noté que él reaccionaba, y que con su mano izquierda buscaba mis pechos, desesperado. Y entonces me acordé: romántico, sensual, sexual.
Me incorporé quedándome sentada, y me quité la camiseta que utilizaba para dormir. Sin sacar sus dedos de mi boca me acomodé encima de su cuerpo, con mi cabeza apoyada en su pecho, su miembro tocando mi espalda, y los dos mirando al techo.
Cogí con mis manos las suyas, y las fui guiando por todo mi cuerpo. Recorrimos juntos mis pechos suavemente, mi cadera, mi barriga, mi ombligo y el interior de mis muslos... poco a poco fui dándome a la locura que me producían sus manos, aún guiadas por las mías, en mi cuerpo.
Además, él estaba ocupado también besándome el cuello, los hombros...
Abandoné mis manos y le dejé hacer a su antojo, mientras, yo acariciaba su suave pelo por encima de mi cabeza...

Imagino que se nos pasó el enfado, porque fue una de esas maravillosas noches juntos.