Dirán que eres normal, que eres del montón... pero claro, siempre hay una excepción, y no hay nadie que te vea como yo.
Me gusta ver tu pelo, mojado, después de una larga ducha... conmigo, o seco pero mientras lo revuelvo entre mis dedos.
Me gusta ver tus ojos... cuando me miran, o cerrados mientras hacemos el amor.
Me gustan tus palabras cuando me han perdonado una y mil veces, y cuando dicen piropos.
Me gustan tus labios, sobre todo cuando están apoyados sobre los míos, también cuando me besan cada centímetro de piel.
Me gusta tu lengua, mientras roza mi paladar, y mis hombros, y mis brazos...
Me gusta tu barba, raspando mi abdomen.
Me gusta tu cuello, lleno de chupetones hechos, por mí, en momentos de lujuria.
Me gustan tus pezones mientras los muerdo, y tus pechos mientas los retuerzo entre mis manos.
Me gustan tus manos mientras cogen mis caderas y me ayudan a moverme en círculos, encima de ti, mientras acarician mi espalda, mientras me tiran del pelo, mientras reposan en mi trasero.
Me gusta tu entrepierna dentro de mí.
Me gusta el sabor de tus muslos, recorrerlos con mi lengua, y sentirme morir de placer.
Me gusta cuando me acaricias entera, de arriba a abajo, desde la cabeza hasta los pies, rozando con un solo dedo mi espalda.
Dirán que eres normal, o del montón... porque no te conocen así.