- 850 gr de nísperos pelados y sin hueso.
- 325 gr de azúcar moreno de caña (panela)
- el zumo de un limón
- 1 manzana pequeña con piel
- 2 clavos de olor. (opcional)
Pelamos y sacamos los huesos del níspero, la pulpa la cortamos en trozos. Vamos añadiendo el zumo del limón para evitar que se oxiden y se pongan negros.
Añadimos el azúcar, removemos y dejamos reposar unos 15 minutos.
Pasado este tiempo, trituramos la mezcla con el minipimer según nos guste que quede muy fina, o con algún trozo sin triturar.
Si la hacemos con la chefomatic, echamos la mezcla en la cubeta (con la pala de amasar) y añadimos la manzana cortada en cuatro cuartos. Y en dos de ellos, se pincha el clavo de olor si es que lo queremos añadir. Ponemos el programa 50 durante 50 minutos. Este programa calienta y amasa al principio y luego cuece, así que nos quedará como si lo hiciéramos a mano. Si al acabar los 50 minutos vemos que le falta un poco, podemos poner 10 o 15 minutos más.
Si lo hacemos de la forma tradicional, hacemos lo mismo con la manzana y cocemos la mermelada a fuego medio y vamos removiendo con regularidad, con una cuchara de madera, durante unos 30 minutos o hasta que haya espesado lo suficiente y esté a punto de mermelada.
Terminada la cocción quitamos la manzana. La sacamos del fuego, y llenamos los botes, previamente esterilizados, y cuando la mermelada aún está caliente se llenan hasta arriba de todo.
Ponemos los botes boca abajo, bien cerrados, durante 24 horas para que se haga el vacío.
NOTAS: El color ha quedado muy oscuro por el azúcar moreno.
El sabor no es el de un níspero normal, es un sabor mezcla de melocotón y ciruela, un poco indefinido pero para mí muy rico.