Amar es una palabra cuyo uso solía
evitar tanto al escribir como en la relación amorosa. Por lo general
utilizaba querer, como si su significado fuese el mismo. Se trataba de
una intuición: la de que amar era una palabra de la que debía
protegerme, ante la que había de hacerme fuerte. Cabe en lo posible que
tal inhibición no fuese sólo mía, que sea la sociedad entera quien la
padece en virtud de una retracción generalizada. Desvincular sexualidad
de erotismo y éste de amor. Es decir: disociar el hecho de amarse del
verbo amar, una palabra que avergüenza. La ventaja es que entonces se
convierte en un secreto, como todo lo que es valioso.
Luis Goytisolo, Diario de 360º