¿Conocéis a alguien que se haya tropezado alguna vez al pisarse los cordones de las zapatillas? ¿Alguien se ha lesionado de una manera tan tonta? Acabemos de una vez con este mito. He buscado estadísticas: nadie1. Y sin embargo, vas por ahí, y parece que estés haciendo juegos malabares con monos rabiosos armados con ballestas (podría haber puesto un ejemplo de cualquier cosa, pero quería poner uno que fuera fácil de imaginar) en cuanto te ve alguien, en seguida:
-CUIDADO, que llevas el cordón desatado. Átatelo, corre, no te lo pises y te vayas a caer de morros
-Vale, ya me lo ato luego
-Nonono, venga, átatelo ahora mismo. Eso es peligrosísimo
-¿Eh? -Y se quedan ahí mirando para asegurarse provocas la ira de los dioses con tan tremendísimo pecado.
Me fascina esta gente. Son los mismos que sales del bar y te preguntan: "¿Vas bien para conducir? ¿De verdad? Venga, nos vemos". Que no esperan ni contestación, es todo una sola frase. Si no fuera por las pausas para respirar, sería una sola palabra. Pues mira, llevo en este bar sentando desde las seis tomando cerveza, que no hemos salido ni para cenar, y nos vamos porque tienen que cerrar ¿De verdad tengo que responder? Pues me cuesta articular, pero puedes confiar en que voy bien. Y claro, tendrás creerme. Es sabido que los borrachos siempre dicen la verdad...2
Pero volvamos a lo de los cordones. Es que ¿no os parece que son una cosa muy como de la edad media? Nos han estafado con esto del futuro, no dejo de repetirlo. Yo creo que a estas alturas ya deberíamos tener algo mejor que eso. Como no sé, tiras de velcro. O cordones autoajustables, como los de Regreso al Futuro. Por cierto, este año es el de Regreso al Futuro, no sé si lo sabéis3. Pues bien, unos cordones autoajustables, eso sería el futuro. Vamos, tendría que ser el presente, pero me entendéis.
Curiosamente, donde la raza humana parece haberlo dado todo en avances tecnológicos es los baños de los bares. Este tema me fascina. Ahora mismo vas a un hospital y no tienen ni esparadrapo (a no ser que vayas a uno de pago, pero no me quiero meter en política) pero entras en un baño de un bar y son todo sensores. Entras y la luz se enciende sola. Meas y el agua del urinario corre sola cuando detecta que te apartas. Hasta grifos con sensor he visto yo. Que solo falta que la puerta se abra automáticamente cuando te acercas, como en las pelis del espacio. Y los secadores de manos. Mira, no me hagáis hablar de los secadores de manos. En serio, paremos esto.
En primer lugar, si el futuro fuera como las series de Star Trek, que todo funciona siempre, y si no funciona es porque lo ha boicoteado alguna raza alienígena rara (valga la redundancia) vale. Pero esto es aquí y ahora, y las cosas parecen más de Star Wars, que las naves son como Seats 124 con alerones. Entras a un baño y está todo a oscuras. Cuando te cansas de esperar y te pones a buscar el interruptor, el sensor dice "hágase la luz" y la luz se hace. Pero un ratito solo, no te vayas a creer. En serio, ¿a quién le pareció que el mejor sitio para poner sensores de movimiento es la estancia en la que el movimiento es más limitado por definición. Algún día yo quiero que pongan cámaras también para que graben todos esos momentos de gente sentada a la que se le apaga la luz y se tiene que poner a bracear como si fuera un náufrago tratando de llamar la atención del barco de rescate.
Y luego está lo de los secadores de manos, que eso ya merece una mención aparte. Porque antes, te lavabas las manos, con jabón si había suerte (que normalmente no) te secabas con un trozo de papel, y si te apetecía hasta te podías sonar. O tener un plan B para cuando no había papel higiénico, que normalmente tampoco había. Ahora tenemos Los Secadores De ManosTM, que son algo que se empezó a hacer al terminar la segunda guerra mundial para aprovechar el excedente de turboreactores y se sigue haciendo igual por no tocar el diseño. El secador de manos es un aparato muy parecido a un Vespino (de gran simplicidad estructural, pero de muy complicado manejo) que tiene la característica de convertir la energía directamente en ruido sin ningún otro tipo de beneficio añadido. De todos modos, en estos aparatos encontramos varias opciones. Están los que tienen botón para ponerlos en marcha, que te das cuenta al rato de tener las manos debajo como un imbécil porque esperas que, como todo lo demás, funcione con sensor. De todas maneras da igual, porque el botón en el 90% de los casos no funciona, así que terminas secándote con papel higiénico, si es que hay, o te vas con las manos mojadas la mayoría de las veces. Luego está el modelo con sensor. Comentar que estos sensores son tan eficaces como los de la luz de entrada, es decir que no sabes a dónde apuntan y tardan un ratito en decidir que si estás ahí es que lo mismo quieres que se encienda. O sea, que tu vas moviendo las manos al azar debajo del cachivache y para cuando un enorme ruido de turbina indica que el sensor ha detectado tu presencia, tus manos ya no están ahí, por lo que el cacharro se vuelve a parar. Y vuelta a empezar. Para cuando finalmente coinciden en el mismo contexto espacio temporal tus manos y el sensor, pueden pasar una de las siguientes: a) que te hayas cansado y te vayas con las manos goteando, b) que salga un chorro de aire helado porque la resistencia se ha roto, o c) que salga un chorro de aire abrasador que parece surgido de las mismas entrañas del infierno y decidas que hubiera sido mejor cualquiera de las anteriores.
De verdad ¿es todo esto necesario? Yo creo que en el diseño de baños deberíamos seguir una sencilla norma que debería ser la misma que para el diseño de las ciudades, es decir, primero garantizamos los servicios esenciales y ya si nos sobra dinero nos planteamos hacer enormes megaconstrucciones de vanguardia artística y diseño carísimo para hacer cualquier modernez que se nos ocurra o para que se queden vacías (lo que suceda primero). Es decir: primero luz, agua (a ser posible templada en invierno), papel en el inodoro y sobre todo jabón (y no una modernísima jabonera con un sensor que hace "sfhs" cuando pones la mano pero no tira nada porque nadie se ha acordado de rellenarla, o incluso mejor, al lado una jabonera de hacendado porque el sensor se ha jodido y pasan de arreglarlo) y al final de todo POR FAVOR, PAPEL PARA SECARSE LAS MANOS ¿ES QUE ES TAN DIFÍCIL?
Y ya si alguien quisiera pasar regularmente una fregona para no chapotear al entrar y que no huela todo como una letrina, pues oye, miel sobre hojuelas. Pero vamos, que tampoco quiero pedir demasiadas cosas para empezar.
Y hasta aquí mi disertación sobre los cordones de las zapatillas. Yo creo que con esto ya estaría.
(Dedico este post con mucho cariño a @molinos1282 que dice que cumple4 nosequé años pero que yo no me lo creo porque se la ve estupenda. Si queréis os pasáis por allí y la felicitáis y ya de paso le dais las gracias porque me de siempre la brasa con que debería volver a escribir en mi blog)
1Este dato podría ser inventado o manipulado para el interés de este artículo. Como todos los de la prensa, menuda novedad.
2Según un estudio, la creencia de que los niños y los borrachos dicen siempre la verdad es falso. Lo he hecho yo, el estudio. Pero podéis creerme, en el momento de escribir esto estoy totalmente borracho. Y soy un niño. O sea, que digo doblemente la verdad. ¿O se anulan? La verdad es que esto no lo sé...
3Esta pregunta es para saber si habéis estados metidos en una cueva los últimos tres meses. Es parte de un programa de la CIA para descubrir terroristas ocultos de Al Qaeda. Vosotros, ni caso.
4Vale, fue ayer. Hago una entrada al mes con suerte, tampoco me pidáis que sea el día que toca...
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viernes, 13 de febrero de 2015
viernes, 4 de abril de 2014
Lo de los auriculares (y 2)
Bueno, acabemos con esto. En la entrada anterior hablé un poco sobre los tipos de auriculares que hay para, introducir el tema. En esta comentaré mis preferencias y por qué opino que no es necesario gastarse una cantidad enorme de dinero en unos. Ruego paciencia, esto va a ser un pelín largo y con pocos chistes (si a alguien no le interesa este tema puede pinchar aquí y volver a leer la vez que me hice un TAC, que en contra de lo que pueda parecer, es bastante divertido).
En primer lugar quiero aclarar que no soy experto en sonido, más que nada por si entra aquí alguien desde Google y tras leer la entrada me lo echa en cara (los que lean este blog habitualmente seguro que se dieron cuenta hace tiempo). Lo que sí que es cierto es que me gusta la música y llevo auriculares el 90% del tiempo (aunque no siempre con música, bastante es escuchando podcasts o radio convencional). La música que suelo escuchar es básicamente rock y blues (desde los Stones a Eric Clapton pasando por AC/DC, Metallica y muchas cosas que seguramente no conocéis) y me gusta hacerlo a buen volumen. La mayor parte de la música la escucho desde un iPod Nano y a veces desde mi Sony Xperia Z1, normalmente en casa y a veces por ahí, por lo que me interesan los auriculares cerrados para no molestar a nadie cuando escucho thrash metal a todo volumen (creo que olvidé hablar de auriculares abiertos y cerrados en mi entrada anterior, mierda). Siempre en mp3 ("blasfemia" escucho gritar a los audiófilos) si bien procuro que sea al bitrate más alto posible.
Bien, con esto creo que ya podemos entrar en materia.
Siguiendo con el tema de la entrada anterior, supongamos que por el motivo que sea, te quieres comprar unos auriculares. Como cualquier toma de decisión que implique coste (es decir, dinero) lo suyo es tomarla asumiendo unos criterios racionales. Si quieres entrar en YONOSOYTONTO y comprarte lo primero que te entre por los ojos, por mí bien. Pero vamos, en ese caso te puedes ahorrar el resto de la entrada.
Lo primero que te tienes que plantear a la hora de comprar unos auriculares es qué escuchas. Uno tiende a pensar que hay auriculares que suenan 'bien' y auriculares que suenan 'mal', y que normalmente a más precio, mejor sonarán. Pues bien, esto sería simplificar tanto el escenario que podría ser (y en no pocos casos) falso. Los expertos defienden que hay auriculares que suenan mejor para rock y auriculares que suenan mejor para clásica, por poner un ejemplo. No voy a entrar a detallar esto, mi consejo sería probarlos si es posible (lamentablemente en muchos casos no lo es). O al menos documentarse un poco por internet.
Lo segundo que quizás sería necesario plantearse es cuánto dinero estás dispuesto a gastarte. Porque vale que gastarse mucho no sea siempre una garantía de buen sonido, pero obviamente si tu presupuesto son 10 euros te vas a ver seriamente limitado en cuanto a capacidad de maniobra.
Muy relacionado con la anterior es que te preguntes qué capacidad auditiva tienes. Quiero decir, si tienes el oído musical de un ladrillo (y hay mucha gente así) no te recomiendo que te gastes mucha pasta porque sinceramente, la estás tirando a la basura. Si lo que vas a escuchar son podcasts, música en mp3 a bajo bitrate o grabaciones muy antiguas (que ya de por sí vienen grabadas en unas condiciones muy deficientes) tampoco te merece la pena gastarte 50 euros en unos auriculares.
Finalmente, y de nuevo muy relacionado con el punto anterior, es cuánto estás dispuesto a pagar por parecer más molón. Y no trivialicemos esto. Vivimos rodeados por el diseño. Mucha gente se compra un coche fundamentalmente porque es bonito (aunque luego intelectualice mucho su decisión). No digo ya nada de las motos, donde las prestaciones puras van a menudo muy por detrás del aspecto (yo mismo tengo una custom, sé de lo que hablo). Las cosas que nos gustan nos hacen sentir bien, y una parte muy importante es que sean bonitas. Además, de un tiempo a esta parte los auriculares se han convertido en un complemento de moda y no me parece completamente mal (a fin de cuentas es algo que cada vez más gente lleva por ahí en público). Lo que hay que tener en cuenta es que esto no sea como comprar una silla de diseño realmente espectacular pero muy incómoda (que si es para mirarla, bien, pero si piensas sentarte en ella, no me parece buena idea). En la mayoría de los casos, se suele buscar un compromiso entre diseño y función. Es decir, que mole lo suficiente sin dejar de ser utilizable para su uso. Otra cosa bien distinta es que gente como Beats By Dre te trate de estafar con auriculares de 300€ que suenan a caca (la crítica parece ser unánime en esto) solo porque gente como Justin Bieber los llevan por ahí (fuente). Yo mismo estuve a punto de picar con unos Marshall que me parecieron bonitos y pensé que sonarían bien para el rock'n'roll pero parece que no (podéis leer un análisis aquí).
Para terminar esta larga introducción, durante las últimas dos o tres semanas he dedicado mucho tiempo a investigar por internet para conseguir información. He visitado desde auriculares.org hasta Old & Newsound pasando por cualquier cosa que encontrara por google. Mi conclusión es que todos apestan. Vale, se aprende un montón (y eso que yo ya sabía algo) pero cuesta mucho separar el grano de la paja. Para empezar en los foros ni te molestes por preguntar por nada que cueste menos de 150€ porque te van a ningunear (o mucho peor, tratar con condescendencia). Si te gastas 300, mucho mejor. Y conste que yo esto lo entiendo. La gente de esos foros son fanáticos del sonido e invierten grandes cantidades en su pasión. Por otro lado hay una estrategia mental llamada disonancia cognitiva que hace que cuando gastas mucho dinero en algo pienses que ha merecido la pena y son los demás los que son idiotas por no verlo. A nadie le gusta pensar que es idiota y está tirando el dinero. En cualquier caso, para ser coherente con este nivel de frikismo es necesario escuchar música en FLAC en lugar de MP3 y utilizar reproductores de alta fidelidad que pueden costar de 350€ a 1.200 según tu nivel de exigencia. Si queréis saber mi opinión, es demasiado para algo que se te puede caer al suelo en cualquier momento.
Los blogs de tecnología que hacen reseñas no son mucho más útiles, porque la mayoría de ellos no pagan por los auriculares, por lo que cuando dicen que unos auriculares de 300€ suenan muy bien, no se plantean si suenan 150€ mejor que unos que valgan la mitad o cuatro veces más que unos de 75€. Y esta es una reflexión que yo recomiendo hacer siempre (vale también para pedir vino ¿realmente ese vino de 30€ estará tres veces mejor que el de 10? Y así con todo).
A mí al final lo que más me valió fue hablar con un par de técnicos de sonido que conozco, y ese es el motivo de esta entrada tan larga: transmitir mis conocimientos prestados (la mayoría de gente lo más técnico con lo que puede hablar es un dependiente de Media Markt que probablemente no sepa lo que es la impedancia*).
Dicho todo esto, para la mayoría de la gente suele ser suficiente con unos auriculares cómodos y que no suenen demasiado mal. Tengo una buena noticia: los Sennheiser MX 170 de botón de los que hablé en la entrada anterior suenan bastante bien por unos diez euros. Por otro lado, si decides comprarte un cacharro de apple descubrirás que sus nuevos auriculares han pasado de ser normalitos (y no digo que nunca estuvieran mal) a muy buenos (como ya decía Jatz Me en los comentarios del post anterior) lo que ha sido una verdadera sorpresa. Siempre que no te importe que sean blancos (¿qué le pasa a esta gente con el blanco, es que son del KKK? Opino que igual que puedes elegir el color del reproductor se tendría que poder optar al menos por un negro más discreto) o que sean asimétricos (es decir, que están diseñados de tal manera que el derecho solo se puede poner en el oído derecho y el izquierdo en el izquierdo). A mí tengo que decir que esto sí que me pone un poco nervioso (nunca acierto a la primera con el auricular que me tengo que poner).
Si los prefieres de tapón (por ejemplo para disfrutar un mejor sonido o para aislarte más de un exterior ruidoso) durante mucho tiempo he usado los CX 300-II, también de Sennheiser, y la verdad es que suenan realmente bien, aunque en mi opinión llevan pocos tapones de goma (esos mamones tienen tendencia a perderse) y solo de un tamaño. Los últimos que tuve tenían solo dos pares, ignoro si han mejorado esto. Aquí ya nos metemos casi en los 50 euros, eso sí.
Después de eso probé unos RHA 450i -de los que también podéis ver una foto en la entrada anterior- por eso de que hay que probar cosas y de que leí una reseña estupenda en microsiervos que me hizo lanzarme inmediatamente a comprarlos en la tienda de Apple (un día tengo que contar esta historia) y la verdad es que aunque el mando incorporado me encantó (vale tanto para pasar canciones como para controlar el volumen, aunque solo funciona para reproductores de Apple, aviso) y estos sí que tienen un montón de tapones de goma de distintos tamaños, el sonido no acaba de ser ideal para la música que yo escucho (potencia poco los bajos). Para cosas más acústicas van algo mejor, ignoro como irán para jazz y electrónica (aunque sospecho que bien y mal respectivamente).
Después de esto decidí pasar tímidamente a algo más grande y probé los AKG K430 supraaurales (y plegables) muy parecidos a los K451 de los que puse foto. El sonido era muy bueno sin llegar a ser brillante. El aspecto, por desgracia, nunca me convenció. El mando incorporado se limitaba al volumen lo que me pareció un paso atrás respecto a los RHA. La comodidad de uso es un tanto subjetiva, pero tengo que decir que me apretaban un poco. Eso sí, la posibilidad de doblarlos supone una ventaja para su transporte salvo por el hecho de que eran tan feos que preferías que no se vieran por ahí (ahora han mejorado un poco).
También tengo unos Sennheiser de deporte para usarlos en el gimnasio, de los que lo único que voy a comentar es que solo los uso allí porque el tipo de enganche (son de los que cuelgan de la oreja con un gancho) no me acaba de gustar y me terminan haciendo daño al rato de usarlos. Además, son asimétricos igual que los nuevos de Apple y ya he dicho que esto me pone un poco nervioso.
Finalmente llegamos al punto actual, en el que decidí que me apetecía tener algo grande de verdad. Obviamente al ser algo más vistoso me parecía interesante que tuvieran buen aspecto (y voy a confesar que este no era un punto secundario, suponía que cualquier cosa bien diseñada sonaría bien; error). Otra cosa que me preocupaba era el volumen, y aquí me temo que me voy a poner un poquito técnico.
En todos los auriculares que he tenido siempre he echado en falta algo más de volumen. Cuando uno busca unos auriculares puede encontrar en la caja (o en la web) unas especificaciones que teóricamente le ayudarán a saber por qué está pagando más dinero. Es falso, la verdad es que la mayoría de información es inútil. En primer lugar está la frecuencia de respuesta. Un oído humano normalmente percibe entre 20 y 20000 Hz, por lo que puedes dejar de preocuparte por esto (la mayoría de los auriculares amplían este rango por arriba, por debajo o ambos. Luego la sensibilidad, que debería indicar el volumen que son capaces de alcanzar pero que al parecer es un dato en el que las marcas suelen mentir tanto como las de coches en el consumo medio (lo leí por ahí, lamento no poder aportar la fuente). Te puede interesar la longitud del cable , eso sí (si los piensas usar como yo para dispositivos portátiles, cualquier cosa por encima de 1.2 te va a molestar; es habitual en auriculares tipo estudio o DJ encontrar cables larguísimos). Y luego, claro está, tenemos la impedancia.
La impedancia es el quid de la cuestión, la madre de todos los números. Indica la resistencia eléctrica del auricular y se tiende a pensar que a mayor valor mejor sonido. Bien, esto es falso para empezar ("lo ideal siempre es que un aparato ofrezca la mejor resistencia", me explicó un técnico) pero en el caso de los dispositivos portátiles (reproductores de mp3 y móviles) es directamente al contrario: menos es más.
Unos auriculares con un valor de impedancia más alto necesitan más electricidad para moverlos, lo que hace que agoten antes la batería y -mucho más importante- alcancen un menor volumen. El drama es que la mayoría de auriculares grandes tienen de 32 para arriba (para que os hagáis una idea, los auriculares normales para mp3 suelen tener 16). Los de estudio, DJ o audiófilos pueden tener valores mucho mayores sin preocuparse porque ya se supone que vas a tener un buen amplificador trabajando para ellos, con lo que nos podemos encontrar tranquilamente con monstruos de 70, 120, 250 e incluso 600 (los técnicos de sonido sabrán para qué).
Para solucionar esto hay unos amplificadores portátiles para mp3, que se conectan entre el auricular y el reproductor. Los más potentes vienen a tener el tamaño de un iPod classic (lo que personalmente me parece enorme, especialmente si lo que estás usando es un iPod nano) aunque encontré uno, el FiiO E06 que es muy pequeño (justamente del tamaño de un iPod nano de la generación anterior, el cuadradito) muy ligero y no demasiado caro (unos 30€). Tuve la oportunidad de probarlo durante unos días (bueno, en realidad era el E05, un modelo anterior) y mis sensaciones fueron contradictorias. Es cierto que da algo más de potencia aunque no mucha. Con auriculares de 30 Ohmios o algo más puede funcionar, pero los usé con unos AKG 240 Studio de 55 Ohmios y definitivamente se quedaba corto. A cambio, poner un ampli entre el auricular y el reproductor anula la opción de usar el mando a distancia para pasar canciones** y supone una complicación innecesaria. Mi veredicto general es que no compensa (lo que no quita para que no descarte terminar comprándome uno si veo una buena oferta porque tampoco está mal tenerlo para cuando alguna vez te apetece algo más de tralla o para grabaciones que tengan bajo volumen).
Por suerte, hay modelos de auricular que tienen en cuenta esto del audio portátil y fabrican directamente pensando en este tipo de uso. Después de mucho estudiar me quedé con los Sennheiser Momentum (que son la cosa más bonita que he visto desde Scarlett Johansson) y con los Beyerdynamic Custom One Pro (que son un pelín más macarras pero al parecer tienen unas prestaciones fabulosas). Los primeros tienen versión over-ear y on-ear (o sea, grandes y pequeños) ambos con una impedancia de 18 Ohmios. Los Beyerdynamic llegan hasta los 16. El problema en todos ellos, el precio: unos 300, 200 y 160 euros respectivamente.
Llegados a este punto y envuelto en un mar de dudas, tuve la oportunidad de hablar con un técnico de sonido que me dijo literalmente "mira, no te gastes 200 euros en unos auriculares: no vas a notar la diferencia". Es más, me dijo que me dejaba unos suyos de 50€ y los que tenía para trabajabar (unos AKG de 200€) y que si era capaz de notar la diferencia ya me podía gastar tranquilamente lo quei quisiera. La verdad es que noté la diferencia. Los caros me gustaron menos.
Esto tiene una explicación, obviamente. Unos auriculares de estudio están pensados para que el sonido sea fiel a la realidad, para advertir imperfeciones. Pero no para tener un sonido vibrante escuchando un directo de AC/DC. Ignoro el motivo de que una grabación que está hecha por técnicos de sonido y ecualizada por profesionales no puede sonar perfecta en unos auriculares de sonido plano, pero es así. Al parecer el dios de la música se mueve por caminos misteriosos.
Después de probarlos un par de días decidí hacerme con unos auriculares como los suyos, unos (wait for it) Panasonic RP-HTX7 con un aspecto retro tan bonito casi como el de los Momentum y más cómodos que los Beyerdynamic (que definitivamente son demasiado grandes para llevarlos por ahí -no me probé esos, pero sí unos similares). Son terriblemente cómodos, muy ligeros y suenan de miedo, con la ventaja añadida de que al ser totalmente cerrados tienen un volumen tan alto que no necesito llevarlos a tope a pesar de tener una impedancia de 40 ohmios (lo que evita la necesitad de un ampli, además). El el lado negativo, no tienen mando en el cable, lo que es algo que puede tener más o menos importancia según los gustos (ver de nota al pie). Con todo, me costaron unos 40€ (comprados por internet, transporte incluido), lo que me parece un ahorro suficiente para pasar por alto pequeñas carencias (como que no tengan cable de repuesto o bolsa de transporte como modelos superiores).
Ahora como conclusión final, la verdad es que no sé si estoy tan satisfecho por la disonancia cognitiva o por haber esquivado la bala de palmar un dineral en unos auriculares. Probablemente malgaste lo que me he ahorrado en otra tontería (soy caprichoso, matadme) pero en un momento dado me pregunté "¿de verdad quieres ser el tío que se gasta 300€ en unos Sennheiser Momentum Over-ear (que son los que me hubiera comprado si de verdad el dinero no hubiera sido un problema) que te va a doler ponerte por ahí por si se te estropean o pierdes?". La verdad es que la mayoría de reseñas eran buenas (aunque en alguna le ponen pegas al sonido de los bajos) pero ¿de verdad 300€ TAN buenas? No lo sé -no tuve ocasión de probarlos- pero lo dudo. Mi segunda opción era la versión On-ear, 100€ más barata pero que en mi opinión tiene la desventaja precisamente de no cerrarse alrededor de la oreja, con lo que supongo que ni aislan bien ni son tan cómodos. Y al final estéticamente me parecían una parodia de los auriculares retro que trataban de imitar. Con todo esto estaba planteándome seriamente los Beyerdynamic como alternativa hasta que me di cuenta que eran demasiado over-ear (es decir, grandísimos -ver foto). Unos auriculares así no pueden ser cómodos de sacar de casa y sospecho que terminan quedándose en un cajón. Por otro lado, no me apetecía gastar tanto en algo cuya estética no acababa de convencerme.
Bueno, pues esto sería todo. Espero que me disculpéis la brasa que os he metido, pero después de tres semanas buscando información sobre auriculares me tenía que quitar esta mierda de encima. Y bueno, si le he podido servir de ayuda a alguien que esté buscando unos buenos auriculares, pues oye...
**A mucha gente le puede parecer absurdo un mando a distancia en el cable cuando utilizas un reproductor portátil, pero lo cierto es que la mayoría de veces que escuchas música lo vas a llevar en un bolsillo, por lo que es mucho menos accesible. La opción de pasar de canción sin sacarlo cada vez del bolsillo me parece realmente útil.
En primer lugar quiero aclarar que no soy experto en sonido, más que nada por si entra aquí alguien desde Google y tras leer la entrada me lo echa en cara (los que lean este blog habitualmente seguro que se dieron cuenta hace tiempo). Lo que sí que es cierto es que me gusta la música y llevo auriculares el 90% del tiempo (aunque no siempre con música, bastante es escuchando podcasts o radio convencional). La música que suelo escuchar es básicamente rock y blues (desde los Stones a Eric Clapton pasando por AC/DC, Metallica y muchas cosas que seguramente no conocéis) y me gusta hacerlo a buen volumen. La mayor parte de la música la escucho desde un iPod Nano y a veces desde mi Sony Xperia Z1, normalmente en casa y a veces por ahí, por lo que me interesan los auriculares cerrados para no molestar a nadie cuando escucho thrash metal a todo volumen (creo que olvidé hablar de auriculares abiertos y cerrados en mi entrada anterior, mierda). Siempre en mp3 ("blasfemia" escucho gritar a los audiófilos) si bien procuro que sea al bitrate más alto posible.
Bien, con esto creo que ya podemos entrar en materia.
Siguiendo con el tema de la entrada anterior, supongamos que por el motivo que sea, te quieres comprar unos auriculares. Como cualquier toma de decisión que implique coste (es decir, dinero) lo suyo es tomarla asumiendo unos criterios racionales. Si quieres entrar en YONOSOYTONTO y comprarte lo primero que te entre por los ojos, por mí bien. Pero vamos, en ese caso te puedes ahorrar el resto de la entrada.
Lo primero que te tienes que plantear a la hora de comprar unos auriculares es qué escuchas. Uno tiende a pensar que hay auriculares que suenan 'bien' y auriculares que suenan 'mal', y que normalmente a más precio, mejor sonarán. Pues bien, esto sería simplificar tanto el escenario que podría ser (y en no pocos casos) falso. Los expertos defienden que hay auriculares que suenan mejor para rock y auriculares que suenan mejor para clásica, por poner un ejemplo. No voy a entrar a detallar esto, mi consejo sería probarlos si es posible (lamentablemente en muchos casos no lo es). O al menos documentarse un poco por internet.
Lo segundo que quizás sería necesario plantearse es cuánto dinero estás dispuesto a gastarte. Porque vale que gastarse mucho no sea siempre una garantía de buen sonido, pero obviamente si tu presupuesto son 10 euros te vas a ver seriamente limitado en cuanto a capacidad de maniobra.
Muy relacionado con la anterior es que te preguntes qué capacidad auditiva tienes. Quiero decir, si tienes el oído musical de un ladrillo (y hay mucha gente así) no te recomiendo que te gastes mucha pasta porque sinceramente, la estás tirando a la basura. Si lo que vas a escuchar son podcasts, música en mp3 a bajo bitrate o grabaciones muy antiguas (que ya de por sí vienen grabadas en unas condiciones muy deficientes) tampoco te merece la pena gastarte 50 euros en unos auriculares.
Finalmente, y de nuevo muy relacionado con el punto anterior, es cuánto estás dispuesto a pagar por parecer más molón. Y no trivialicemos esto. Vivimos rodeados por el diseño. Mucha gente se compra un coche fundamentalmente porque es bonito (aunque luego intelectualice mucho su decisión). No digo ya nada de las motos, donde las prestaciones puras van a menudo muy por detrás del aspecto (yo mismo tengo una custom, sé de lo que hablo). Las cosas que nos gustan nos hacen sentir bien, y una parte muy importante es que sean bonitas. Además, de un tiempo a esta parte los auriculares se han convertido en un complemento de moda y no me parece completamente mal (a fin de cuentas es algo que cada vez más gente lleva por ahí en público). Lo que hay que tener en cuenta es que esto no sea como comprar una silla de diseño realmente espectacular pero muy incómoda (que si es para mirarla, bien, pero si piensas sentarte en ella, no me parece buena idea). En la mayoría de los casos, se suele buscar un compromiso entre diseño y función. Es decir, que mole lo suficiente sin dejar de ser utilizable para su uso. Otra cosa bien distinta es que gente como Beats By Dre te trate de estafar con auriculares de 300€ que suenan a caca (la crítica parece ser unánime en esto) solo porque gente como Justin Bieber los llevan por ahí (fuente). Yo mismo estuve a punto de picar con unos Marshall que me parecieron bonitos y pensé que sonarían bien para el rock'n'roll pero parece que no (podéis leer un análisis aquí).
Para terminar esta larga introducción, durante las últimas dos o tres semanas he dedicado mucho tiempo a investigar por internet para conseguir información. He visitado desde auriculares.org hasta Old & Newsound pasando por cualquier cosa que encontrara por google. Mi conclusión es que todos apestan. Vale, se aprende un montón (y eso que yo ya sabía algo) pero cuesta mucho separar el grano de la paja. Para empezar en los foros ni te molestes por preguntar por nada que cueste menos de 150€ porque te van a ningunear (o mucho peor, tratar con condescendencia). Si te gastas 300, mucho mejor. Y conste que yo esto lo entiendo. La gente de esos foros son fanáticos del sonido e invierten grandes cantidades en su pasión. Por otro lado hay una estrategia mental llamada disonancia cognitiva que hace que cuando gastas mucho dinero en algo pienses que ha merecido la pena y son los demás los que son idiotas por no verlo. A nadie le gusta pensar que es idiota y está tirando el dinero. En cualquier caso, para ser coherente con este nivel de frikismo es necesario escuchar música en FLAC en lugar de MP3 y utilizar reproductores de alta fidelidad que pueden costar de 350€ a 1.200 según tu nivel de exigencia. Si queréis saber mi opinión, es demasiado para algo que se te puede caer al suelo en cualquier momento.
Los blogs de tecnología que hacen reseñas no son mucho más útiles, porque la mayoría de ellos no pagan por los auriculares, por lo que cuando dicen que unos auriculares de 300€ suenan muy bien, no se plantean si suenan 150€ mejor que unos que valgan la mitad o cuatro veces más que unos de 75€. Y esta es una reflexión que yo recomiendo hacer siempre (vale también para pedir vino ¿realmente ese vino de 30€ estará tres veces mejor que el de 10? Y así con todo).
A mí al final lo que más me valió fue hablar con un par de técnicos de sonido que conozco, y ese es el motivo de esta entrada tan larga: transmitir mis conocimientos prestados (la mayoría de gente lo más técnico con lo que puede hablar es un dependiente de Media Markt que probablemente no sepa lo que es la impedancia*).
Al turrón
Dicho todo esto, para la mayoría de la gente suele ser suficiente con unos auriculares cómodos y que no suenen demasiado mal. Tengo una buena noticia: los Sennheiser MX 170 de botón de los que hablé en la entrada anterior suenan bastante bien por unos diez euros. Por otro lado, si decides comprarte un cacharro de apple descubrirás que sus nuevos auriculares han pasado de ser normalitos (y no digo que nunca estuvieran mal) a muy buenos (como ya decía Jatz Me en los comentarios del post anterior) lo que ha sido una verdadera sorpresa. Siempre que no te importe que sean blancos (¿qué le pasa a esta gente con el blanco, es que son del KKK? Opino que igual que puedes elegir el color del reproductor se tendría que poder optar al menos por un negro más discreto) o que sean asimétricos (es decir, que están diseñados de tal manera que el derecho solo se puede poner en el oído derecho y el izquierdo en el izquierdo). A mí tengo que decir que esto sí que me pone un poco nervioso (nunca acierto a la primera con el auricular que me tengo que poner).
Si los prefieres de tapón (por ejemplo para disfrutar un mejor sonido o para aislarte más de un exterior ruidoso) durante mucho tiempo he usado los CX 300-II, también de Sennheiser, y la verdad es que suenan realmente bien, aunque en mi opinión llevan pocos tapones de goma (esos mamones tienen tendencia a perderse) y solo de un tamaño. Los últimos que tuve tenían solo dos pares, ignoro si han mejorado esto. Aquí ya nos metemos casi en los 50 euros, eso sí.
Después de eso probé unos RHA 450i -de los que también podéis ver una foto en la entrada anterior- por eso de que hay que probar cosas y de que leí una reseña estupenda en microsiervos que me hizo lanzarme inmediatamente a comprarlos en la tienda de Apple (un día tengo que contar esta historia) y la verdad es que aunque el mando incorporado me encantó (vale tanto para pasar canciones como para controlar el volumen, aunque solo funciona para reproductores de Apple, aviso) y estos sí que tienen un montón de tapones de goma de distintos tamaños, el sonido no acaba de ser ideal para la música que yo escucho (potencia poco los bajos). Para cosas más acústicas van algo mejor, ignoro como irán para jazz y electrónica (aunque sospecho que bien y mal respectivamente).
Después de esto decidí pasar tímidamente a algo más grande y probé los AKG K430 supraaurales (y plegables) muy parecidos a los K451 de los que puse foto. El sonido era muy bueno sin llegar a ser brillante. El aspecto, por desgracia, nunca me convenció. El mando incorporado se limitaba al volumen lo que me pareció un paso atrás respecto a los RHA. La comodidad de uso es un tanto subjetiva, pero tengo que decir que me apretaban un poco. Eso sí, la posibilidad de doblarlos supone una ventaja para su transporte salvo por el hecho de que eran tan feos que preferías que no se vieran por ahí (ahora han mejorado un poco).
También tengo unos Sennheiser de deporte para usarlos en el gimnasio, de los que lo único que voy a comentar es que solo los uso allí porque el tipo de enganche (son de los que cuelgan de la oreja con un gancho) no me acaba de gustar y me terminan haciendo daño al rato de usarlos. Además, son asimétricos igual que los nuevos de Apple y ya he dicho que esto me pone un poco nervioso.
Finalmente llegamos al punto actual, en el que decidí que me apetecía tener algo grande de verdad. Obviamente al ser algo más vistoso me parecía interesante que tuvieran buen aspecto (y voy a confesar que este no era un punto secundario, suponía que cualquier cosa bien diseñada sonaría bien; error). Otra cosa que me preocupaba era el volumen, y aquí me temo que me voy a poner un poquito técnico.
En todos los auriculares que he tenido siempre he echado en falta algo más de volumen. Cuando uno busca unos auriculares puede encontrar en la caja (o en la web) unas especificaciones que teóricamente le ayudarán a saber por qué está pagando más dinero. Es falso, la verdad es que la mayoría de información es inútil. En primer lugar está la frecuencia de respuesta. Un oído humano normalmente percibe entre 20 y 20000 Hz, por lo que puedes dejar de preocuparte por esto (la mayoría de los auriculares amplían este rango por arriba, por debajo o ambos. Luego la sensibilidad, que debería indicar el volumen que son capaces de alcanzar pero que al parecer es un dato en el que las marcas suelen mentir tanto como las de coches en el consumo medio (lo leí por ahí, lamento no poder aportar la fuente). Te puede interesar la longitud del cable , eso sí (si los piensas usar como yo para dispositivos portátiles, cualquier cosa por encima de 1.2 te va a molestar; es habitual en auriculares tipo estudio o DJ encontrar cables larguísimos). Y luego, claro está, tenemos la impedancia.
La impedancia es el quid de la cuestión, la madre de todos los números. Indica la resistencia eléctrica del auricular y se tiende a pensar que a mayor valor mejor sonido. Bien, esto es falso para empezar ("lo ideal siempre es que un aparato ofrezca la mejor resistencia", me explicó un técnico) pero en el caso de los dispositivos portátiles (reproductores de mp3 y móviles) es directamente al contrario: menos es más.
Unos auriculares con un valor de impedancia más alto necesitan más electricidad para moverlos, lo que hace que agoten antes la batería y -mucho más importante- alcancen un menor volumen. El drama es que la mayoría de auriculares grandes tienen de 32 para arriba (para que os hagáis una idea, los auriculares normales para mp3 suelen tener 16). Los de estudio, DJ o audiófilos pueden tener valores mucho mayores sin preocuparse porque ya se supone que vas a tener un buen amplificador trabajando para ellos, con lo que nos podemos encontrar tranquilamente con monstruos de 70, 120, 250 e incluso 600 (los técnicos de sonido sabrán para qué).
Para solucionar esto hay unos amplificadores portátiles para mp3, que se conectan entre el auricular y el reproductor. Los más potentes vienen a tener el tamaño de un iPod classic (lo que personalmente me parece enorme, especialmente si lo que estás usando es un iPod nano) aunque encontré uno, el FiiO E06 que es muy pequeño (justamente del tamaño de un iPod nano de la generación anterior, el cuadradito) muy ligero y no demasiado caro (unos 30€). Tuve la oportunidad de probarlo durante unos días (bueno, en realidad era el E05, un modelo anterior) y mis sensaciones fueron contradictorias. Es cierto que da algo más de potencia aunque no mucha. Con auriculares de 30 Ohmios o algo más puede funcionar, pero los usé con unos AKG 240 Studio de 55 Ohmios y definitivamente se quedaba corto. A cambio, poner un ampli entre el auricular y el reproductor anula la opción de usar el mando a distancia para pasar canciones** y supone una complicación innecesaria. Mi veredicto general es que no compensa (lo que no quita para que no descarte terminar comprándome uno si veo una buena oferta porque tampoco está mal tenerlo para cuando alguna vez te apetece algo más de tralla o para grabaciones que tengan bajo volumen).
Los Sennheiser Momentum over-ear (circumaurales o "grandes"). No diréis que no son preciosos.
Por suerte, hay modelos de auricular que tienen en cuenta esto del audio portátil y fabrican directamente pensando en este tipo de uso. Después de mucho estudiar me quedé con los Sennheiser Momentum (que son la cosa más bonita que he visto desde Scarlett Johansson) y con los Beyerdynamic Custom One Pro (que son un pelín más macarras pero al parecer tienen unas prestaciones fabulosas). Los primeros tienen versión over-ear y on-ear (o sea, grandes y pequeños) ambos con una impedancia de 18 Ohmios. Los Beyerdynamic llegan hasta los 16. El problema en todos ellos, el precio: unos 300, 200 y 160 euros respectivamente.
Los Beyerdynamic Custom One Pro. Son customizables, por cierto (de ahí el nombre). Por si te parece que no te han costado bastante dinero.
Llegados a este punto y envuelto en un mar de dudas, tuve la oportunidad de hablar con un técnico de sonido que me dijo literalmente "mira, no te gastes 200 euros en unos auriculares: no vas a notar la diferencia". Es más, me dijo que me dejaba unos suyos de 50€ y los que tenía para trabajabar (unos AKG de 200€) y que si era capaz de notar la diferencia ya me podía gastar tranquilamente lo quei quisiera. La verdad es que noté la diferencia. Los caros me gustaron menos.
Esto tiene una explicación, obviamente. Unos auriculares de estudio están pensados para que el sonido sea fiel a la realidad, para advertir imperfeciones. Pero no para tener un sonido vibrante escuchando un directo de AC/DC. Ignoro el motivo de que una grabación que está hecha por técnicos de sonido y ecualizada por profesionales no puede sonar perfecta en unos auriculares de sonido plano, pero es así. Al parecer el dios de la música se mueve por caminos misteriosos.
Después de probarlos un par de días decidí hacerme con unos auriculares como los suyos, unos (wait for it) Panasonic RP-HTX7 con un aspecto retro tan bonito casi como el de los Momentum y más cómodos que los Beyerdynamic (que definitivamente son demasiado grandes para llevarlos por ahí -no me probé esos, pero sí unos similares). Son terriblemente cómodos, muy ligeros y suenan de miedo, con la ventaja añadida de que al ser totalmente cerrados tienen un volumen tan alto que no necesito llevarlos a tope a pesar de tener una impedancia de 40 ohmios (lo que evita la necesitad de un ampli, además). El el lado negativo, no tienen mando en el cable, lo que es algo que puede tener más o menos importancia según los gustos (ver de nota al pie). Con todo, me costaron unos 40€ (comprados por internet, transporte incluido), lo que me parece un ahorro suficiente para pasar por alto pequeñas carencias (como que no tengan cable de repuesto o bolsa de transporte como modelos superiores).
Panasonic RP-HTX7 (foto by Magnus D) Disponibles en varios colores. Son más bonitos en directo que en foto. Y lo mejor es que suenan bien.
Ahora como conclusión final, la verdad es que no sé si estoy tan satisfecho por la disonancia cognitiva o por haber esquivado la bala de palmar un dineral en unos auriculares. Probablemente malgaste lo que me he ahorrado en otra tontería (soy caprichoso, matadme) pero en un momento dado me pregunté "¿de verdad quieres ser el tío que se gasta 300€ en unos Sennheiser Momentum Over-ear (que son los que me hubiera comprado si de verdad el dinero no hubiera sido un problema) que te va a doler ponerte por ahí por si se te estropean o pierdes?". La verdad es que la mayoría de reseñas eran buenas (aunque en alguna le ponen pegas al sonido de los bajos) pero ¿de verdad 300€ TAN buenas? No lo sé -no tuve ocasión de probarlos- pero lo dudo. Mi segunda opción era la versión On-ear, 100€ más barata pero que en mi opinión tiene la desventaja precisamente de no cerrarse alrededor de la oreja, con lo que supongo que ni aislan bien ni son tan cómodos. Y al final estéticamente me parecían una parodia de los auriculares retro que trataban de imitar. Con todo esto estaba planteándome seriamente los Beyerdynamic como alternativa hasta que me di cuenta que eran demasiado over-ear (es decir, grandísimos -ver foto). Unos auriculares así no pueden ser cómodos de sacar de casa y sospecho que terminan quedándose en un cajón. Por otro lado, no me apetecía gastar tanto en algo cuya estética no acababa de convencerme.
Bueno, pues esto sería todo. Espero que me disculpéis la brasa que os he metido, pero después de tres semanas buscando información sobre auriculares me tenía que quitar esta mierda de encima. Y bueno, si le he podido servir de ayuda a alguien que esté buscando unos buenos auriculares, pues oye...
Imagen de archivo puesta por el mono de la documentación sólo para compensar el tochaco. Igual tenía que haber puesto también un maromo, pero dice que de eso no entiende, que le parecemos todos una cosa a medio cocer.
*Me ha pasado.
**A mucha gente le puede parecer absurdo un mando a distancia en el cable cuando utilizas un reproductor portátil, pero lo cierto es que la mayoría de veces que escuchas música lo vas a llevar en un bolsillo, por lo que es mucho menos accesible. La opción de pasar de canción sin sacarlo cada vez del bolsillo me parece realmente útil.
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miércoles, 26 de marzo de 2014
Auriculares para principiantes.
Por motivos que no vienen al caso, llevo como quince días investigando unos auriculares para comprarme1. El caso es que me dije ¿por qué no aprovechar toda esta sabiduría en un post y al menos sentirme como un periodista de investigación en lugar de como un puto tarado?
En primer lugar me gustaría aclarar que si eres de las personas a las que gastarse 30€ en unos auriculares les parece un despilfarro, este artículo no es para ti. Y no voy a entrar en si tienes razón o no (y probablemente la tengas, porque si piensas así, seguramente no notes la diferencia entre los auriculares que dan en el AVE y unos Sennheiser IE 800). Este artículo va dirigido al tipo de gente que visita foros y pregunta si debería comprarse unos o unos Beyerdynamic DT 770 o unos Beats Studio (y que sepas que si te haces esta pregunta realmente estás muy lejos de tener ni idea de esto; no pasa nada, hemos venido a aprender).
Quizás te parezca que comprar unos auriculares es tan sencillo como comprar los más caros que te puedas permitir. Error. Vale que es un error comprensible e incluso los expertos (bueno, expertos de internet, si tal cosa existe) lo cometen. Me doy por satisfecho si transmito con este post larguísimo esta única lección: no hace falta gastarse 300€ en unos auriculares. Normalmente ni siquiera 180. Pero ya llegaremos a ello.
En primer lugar, hay varios tipos de auriculares. Son unos cuantos, y ni los propios fabricantes parecen ponerse de acuerdo en cuántos. Voy a tratar de hacer una breve (pero exhaustiva) clasificación. Por su función, los auriculares se podrían dividir en:
-Auriculares de aeronáutica - Vale, probablemente no es lo primero que te viene a la cabeza, pero una de las profesiones que más necesita auriculares son los pilotos. A los efectos de esta entrada carecen de interés, pero que sepáis que marcas tan importantes como Sennheiser o Beyerdynamic tienen secciones dedicadas a ellos en su web.
-Auriculares gamers - Si lo último a lo que has jugado es al Tetris en un arcade, al candy crush en el móvil o a cualquier cosa de la Wii en casa de unos amigos, quizás no sepas que hay gente que se toma tan en serio lo de matar desconocidos online que se gasta enormes cantidades de dinero en equipos que incluyen PCs potentísimos, teclados y ratones especiales, y por supuesto, auriculares con micro. Tampoco me interesan, pero que sepáis que están ahí.
-Auriculares de estudio - Son los que utilizan los profesionales del sonido, término genérico que abarca cosas tan variadas como locutores de radio, becarios de televisiones locales y grandes productores discográficos. Es un error frecuente pensar "si son caros/si los utilizan los profesionales y me los puedo permitir/papá los paga, serán ideales para mi mp3". Una vez más, error. Pero ya llegaremos a ello.
-Auriculares de DJ - Muy de moda. Tienen un problema parecido a los anteriores ¿vas a pinchar en Pachá o Fabrik? Estupendo, hazte con unos. En cualquier otro caso, puede que no sean lo tuyo. Salvo que claro, se haya utilizado esta denominación erróneamente en el nombre para engañarte sabiendo que los vas a utilizar en el iPod, que también pasa (y me parece increíble, la verdad)
-Auriculares urbanos - Un término muy popular en webs de fabricantes y vendedores. Parece querer decir que quieres algo que se note que es caro y que te haga parecer cool mientras escuchas mp3 de baja calidad en el móvil. Ojo con esta categoría, es la más peligrosa porque aquí van a tratar de timarte mucho con el diseño. Es posible que incluso traten de vender una mierda muy cara que te haga parecer idiota a ojos de cualquiera que sepa más de auriculares que tú.
-Auriculares para audiófilos - Sea lo que sea que signifique esto, los fabricantes de auriculares parecen imaginar a un tipo de clase acomodada sentado en un sillón frente a la chimenea, con un perro de caza a sus pies, escuchando a Mahler mientras saborea un Hennessy, preferiblemente en vinilo o incluso mejor en magnetófono de bobina abierta. Si no te ves retratado en esta imagen, ni te lo plantees. No son baratos y no están pensados para reproducir dubstep o Drum'n'Bass.
-Auriculares para deporte - Hasta donde sé, hay hasta submarinos para natación, pero generalmente sospecho a que se refieren a algo que no se estropee mucho con el sudor y que no se caiga cuando corres. Aquí es donde encontramos los sistemas más imaginativos de soporte, aunque lo normal es que cuelguen de la oreja con un gancho de una forma bastante poco elegante.
-Auriculares baratos - No, lo siento, esta me la he inventado. Aunque probablemente sería la categoría más necesaria. Supongo que la gente que busca esto no suele ir a las webs que he visitado, se limita a coger unos Phillips de seis euros en la estantería de Carrefour.
Bueno, nos dejamos fuera uno o dos, pero creo que esto sería lo más importante en función ¿Abrumado? Pues ahora toca ir con la forma. Esta será más corta
En primer lugar me gustaría aclarar que si eres de las personas a las que gastarse 30€ en unos auriculares les parece un despilfarro, este artículo no es para ti. Y no voy a entrar en si tienes razón o no (y probablemente la tengas, porque si piensas así, seguramente no notes la diferencia entre los auriculares que dan en el AVE y unos Sennheiser IE 800). Este artículo va dirigido al tipo de gente que visita foros y pregunta si debería comprarse unos o unos Beyerdynamic DT 770 o unos Beats Studio (y que sepas que si te haces esta pregunta realmente estás muy lejos de tener ni idea de esto; no pasa nada, hemos venido a aprender).
En la imagen, unos Sennheiser IE 800. 999.95$ en su web, aunque seguro que los puedes encontrar por ahí algo más baratos ¿A que no sabías que había auriculares así de caros? Igual con esto hasta Flos Mariae suena bien.
Quizás te parezca que comprar unos auriculares es tan sencillo como comprar los más caros que te puedas permitir. Error. Vale que es un error comprensible e incluso los expertos (bueno, expertos de internet, si tal cosa existe) lo cometen. Me doy por satisfecho si transmito con este post larguísimo esta única lección: no hace falta gastarse 300€ en unos auriculares. Normalmente ni siquiera 180. Pero ya llegaremos a ello.
En primer lugar, hay varios tipos de auriculares. Son unos cuantos, y ni los propios fabricantes parecen ponerse de acuerdo en cuántos. Voy a tratar de hacer una breve (pero exhaustiva) clasificación. Por su función, los auriculares se podrían dividir en:
-Auriculares de aeronáutica - Vale, probablemente no es lo primero que te viene a la cabeza, pero una de las profesiones que más necesita auriculares son los pilotos. A los efectos de esta entrada carecen de interés, pero que sepáis que marcas tan importantes como Sennheiser o Beyerdynamic tienen secciones dedicadas a ellos en su web.
-Auriculares gamers - Si lo último a lo que has jugado es al Tetris en un arcade, al candy crush en el móvil o a cualquier cosa de la Wii en casa de unos amigos, quizás no sepas que hay gente que se toma tan en serio lo de matar desconocidos online que se gasta enormes cantidades de dinero en equipos que incluyen PCs potentísimos, teclados y ratones especiales, y por supuesto, auriculares con micro. Tampoco me interesan, pero que sepáis que están ahí.
-Auriculares de estudio - Son los que utilizan los profesionales del sonido, término genérico que abarca cosas tan variadas como locutores de radio, becarios de televisiones locales y grandes productores discográficos. Es un error frecuente pensar "si son caros/si los utilizan los profesionales y me los puedo permitir/papá los paga, serán ideales para mi mp3". Una vez más, error. Pero ya llegaremos a ello.
-Auriculares de DJ - Muy de moda. Tienen un problema parecido a los anteriores ¿vas a pinchar en Pachá o Fabrik? Estupendo, hazte con unos. En cualquier otro caso, puede que no sean lo tuyo. Salvo que claro, se haya utilizado esta denominación erróneamente en el nombre para engañarte sabiendo que los vas a utilizar en el iPod, que también pasa (y me parece increíble, la verdad)
-Auriculares urbanos - Un término muy popular en webs de fabricantes y vendedores. Parece querer decir que quieres algo que se note que es caro y que te haga parecer cool mientras escuchas mp3 de baja calidad en el móvil. Ojo con esta categoría, es la más peligrosa porque aquí van a tratar de timarte mucho con el diseño. Es posible que incluso traten de vender una mierda muy cara que te haga parecer idiota a ojos de cualquiera que sepa más de auriculares que tú.
-Auriculares para audiófilos - Sea lo que sea que signifique esto, los fabricantes de auriculares parecen imaginar a un tipo de clase acomodada sentado en un sillón frente a la chimenea, con un perro de caza a sus pies, escuchando a Mahler mientras saborea un Hennessy, preferiblemente en vinilo o incluso mejor en magnetófono de bobina abierta. Si no te ves retratado en esta imagen, ni te lo plantees. No son baratos y no están pensados para reproducir dubstep o Drum'n'Bass.
-Auriculares para deporte - Hasta donde sé, hay hasta submarinos para natación, pero generalmente sospecho a que se refieren a algo que no se estropee mucho con el sudor y que no se caiga cuando corres. Aquí es donde encontramos los sistemas más imaginativos de soporte, aunque lo normal es que cuelguen de la oreja con un gancho de una forma bastante poco elegante.
-Auriculares baratos - No, lo siento, esta me la he inventado. Aunque probablemente sería la categoría más necesaria. Supongo que la gente que busca esto no suele ir a las webs que he visitado, se limita a coger unos Phillips de seis euros en la estantería de Carrefour.
Bueno, nos dejamos fuera uno o dos, pero creo que esto sería lo más importante en función ¿Abrumado? Pues ahora toca ir con la forma. Esta será más corta
-Auriculares de botón - Son los más conocidos porque suelen ser los más baratos. Se meten en el oído pero no demasiado y llevan unas esponjillas que tienen el superpoder de perderse con enorme facilidad (solo una, eso sí). En general suenan a caca, pero oye, al menos son baratos2.
Sennheiser MX 170, unos auriculares de botón por 9.90 en Carrefour. Y con un sonido muy digno, tengo que añadir.
-Auriculares de tapón - Vale, técnicamente se llaman intraurales, pero mi nombre me parece mucho más descriptivo. Se meten dentro del oído, pero más que los otros. Tienen el problema de que no todo el mundo es apto ya que no hay dos oídos iguales y no siempre encajan bien, lo que resulta muy molesto (pueden caerse todo el tiempo). Los buenos suelen llevar varios tapones para que encuentres el tamaño que te acopla bien, y a veces aún así cuesta encajar acertar. Ah, y algunos médicos sostienen que no puede ser bueno meterse sonido tan dentro, aunque no hay estudios concluyentes, al parecer (por ahora).
RHA 450i, unos más que decentes auriculares intraurales a un precio no exagerado (50€ en el Apple Store).
-Auriculares pequeños (técnicamente supraaurales) - Se colocan encima de la oreja y son más manejables para el transporte que los grandes, aunque a priori pueden ofrecer menos aislamiento del exterior (lo que en mi opinión es malo si vas a escuchar música por la calle; la gente por algún motivo parece creer que es peligroso estar muy aislado del exterior, se ve que mueren muchos sordos atropellados) y normalmente dan menos calidad.
Típicos supraaurales plegables, los AKG K451. Yo he tenido los 430 y sonaban muy bien. 64€ en supersonido.
-Auriculares grandes (técnicamente circumaurales) - Rodean totalmente la oreja. Típicamente están aquí los modelos más caros y de mayor calidad, aunque de un tiempo a esta parte se puso de moda llevarlos por ahí con el iPod, lo que ha hecho que salgan muchos modelos oportunistas. Incluso entre los buenos, pueden ser tu mejor o peor decisión, dependiendo de lo bien asesorado que estés (y ya hablaremos de la impedancia).
No digáis que no son preciosos. Los Momentum de Sennheiser. Son vuestros por 300 eurazos (o puede que algo menos por internet). También tienen una versión supraaural virtualmente idéntica, salvo que las cazoletas son más pequeñas por cien euros menos.
Dejo fuera de esta clasificación los auriculares inalámbricos y los bluetooh. En primer lugar por no complicar demasiado esto, y en segundo porque hay pocos (hay un tercer motivo, y es que no los controlo demasiado). Obviamente, sólo por la comodidad de no pasar gran parte de tu vida desenredando los cables, serán el futuro en cuanto puedan competir en igualdad de condiciones con sus hermanos de cable. Sospecho que si no son el presente es porque no lo hacen actualmente. Desconozco el motivo, la verdad (¿quizás la calidad de sonido, las interferencias?). Hay incluso modelos que permiten su uso con y sin cable, por algo será.
Bien, veo que me está quedando una entrada más bien larga. Quizás este sería un buen momento para dejaros descansar y seguir en la próxima con 'cómo elegir unos buenos auriculares'.
1Vale, soy obsesivo y me encanta engancharme con estas cosas ¿Contentos?
2Estas dos afirmaciones son en sí mismas falsas, pero válidas como generalización. No sé si me entendéis.
1Vale, soy obsesivo y me encanta engancharme con estas cosas ¿Contentos?
2Estas dos afirmaciones son en sí mismas falsas, pero válidas como generalización. No sé si me entendéis.
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martes, 3 de diciembre de 2013
Mi último nuevo teléfono
Disclaimer: Esto no es una reseña de un teléfono. De hecho solo nombro una vez el teléfono del que hablo. Ni si quiera he subido una foto. Si alguien quiere datos de desempeño o características que busque en otro sitio, esto no es más que una serie de desvaríos de una mente enferma. Tampoco he cobrado nada de SonyTM. Ahora, ME IRÍA BIEN UNA FUNDITA, O SEA QUE TODO ES HABLARLO ¿EH SONYTM? QUE A MI NO ME CUESTA NADA SUBIR UNAS FOTITOS Y DEJAR ESTO NIQUELAO. Si añades un objetivo hasta te pongo una nota de 10/10 si hace falta. Fin del disclaimer.
Me he comprado un teléfono. Ante todo me gustaría aclarar que soy contradictorio, indeciso y profundamente incoherente. Esto hace que la toma de decisiones para hacerme con este tipo de cacharros sea especialmente compleja. Valga este post para ayudar a todos aquellos que se encuentren en una situación como la mía.
En primer lugar, unos antecedentes históricos. Hace poco más de un año, un tipo vagamente parecido a mí al que denominaremos 'mi yo del pasado', decidió que el tema de los móviles se estaba saliendo un poco de madre y era hora de dejar de gastar cantidades absurdas por un dispositivo que básicamente servía para llamar por teléfono (¡y eso yo, que para lo que menos utilizo el teléfono es para hablar!). Haciendo gala de un pragmatismo sorprendente ese yo del pasado decidió hacerse con un terminal de gama media de origen chino con el peregrino argumento de que 'probablemente había salido de la misma cadena de montaje que cualquiera de sus carísimos primos'. Bien, ese argumento podría ser tomado medianamente en serio si no proviniera de un tipo que antes de eso se había empeñado en hacerse con una Blackberry apoyado en que la idea de que 'el teclado completo es lo mejor' (una Blackbery sin plan de datos, ojo con eso; solo usada como agenda. Ains...). Y eso justo después de haber tenido un Nokia con pantalla táctil porque 'a fin de cuentas las pantallas táctiles son el futuro' (y que tengo que reconocer que no me fue mal hasta que empezó a estar obsoleto, excepto poruque era Simbian). Bien, no voy a insistir en la falta del criterio de ese tipo porque algo de simpatía me merece, pero es a todas luces un idiota*.
En cualquier caso, lo que si que es cierto es que un año apenas de adquirir el Huawey Ascent G300 daba serias muestras de fatiga. El sistema operativo que nunca fue muy eficaz se estaba convirtiendo en algo lento hasta la irritación hasta el punto de que me estaba planteando una reinstalación total del mismo (que estaba posponiendo por la pereza que me daba salvar los datos y reinstalar posteriormente de nuevo todos los programas) cuando me sorprendió un fallo catastrófico de la pantalla que hizo necesario llevar el terminal al servicio técnico (bueno, estaba siendo un fallo paulatino hasta que una caída lo convirtió en catastrófico, tengo que reconocer). La buena noticia fue que me evité la reinstalación del sistema operativo. La mala fue que los datos dentro del teléfono se perdieron totalmente (salvo las fotos, gracias a mi Dropbox, eso sí). Bueno, al menos la reparación fue gratis por estar todavía en garantía.
Justo durante la época que el móvil se estaba convirtiendo en algo irritantemente lento (aunque no sé si por el propio sistema operativo, porque la pantalla estaba empezando a fallar o por ambas) me llamaron de mi operadora (a la que llamaremos con un nombre ficticio; digamos... Bodafón) para comentarme que a pesar de que estaba todavía a medio camino de mi permanencia (y dos años de permanencia es mucho cuando lo que te has comprado es un móvil de gama baja) tenia la opción de adquirir uno de su catálogo de ofertas. Por un momento pensé 'bueno, si pillas uno gratis ahora te ahorras la reinstalación y peor que esta mierda no será. Debo admitir que esto quizás fue influído porque mientras mi terminal chino estaba en reparación me vi obligado a downgradear a mi Blackberry y comparado con eso una Olivetti Lettera 98 parecía una buena idea. Después de eso (he dicho ya que soy incoherente) pensé 'o quizás esta vez debería no caer en el error de comprar una mierda de la que me arrepienta desde el minuto uno'.
Bien. Aquí viene una fase que os voy a ahorrar por poco interesante de investigación de las ofertas de mi operadora (a la que recordemos que me unía una permanencia que me impedía escapar) y de la oferta del mercado a través de las reseñas de los blogs de tecnología. Solo voy a hacer un comentario sobre estos blogs de tecnología: sois la mierda.
Por algún extraño motivo, cada vez que en un blog de gadgets analizan un terminal de gama baja lo hacen con una especie de tono condescendiente en plan 'pues no está nada mal para ser barato' (no hay más que ver las reseñas que se hacían de mi viejo G300), sin embargo cuando analizan los de gama alta nada parece estar a la altura (es algo así como cuando en Top Gear le ponen pegas a un Lamborghini pero luego dicen que el Hyundai Coupe resulta bastante bien para lo que cuesta). Después de dos semanas de estudio llegué a la conclusión de que todos los móviles de gama alta apestaban (excepto al parecer Su Majestad el iPhone).
Por suerte, yo tenía muy claro lo que quería. Quería un teléfono con una cámara lo bastante solvente como para ser usado como cámara compacta (y no como cámara de móvil) obviamente con botón directo para hacer fotos (no hay nada más odioso que estar delante de una chica que se agacha revelando que no lleva sujetador... quiero decir, tener a un grupo de quince personas esperando con sonrisa congelada mientras te pones a navegar por menús para encontrar la cámara), quería que fuera Android (esto fue lo único que me gustó de mi Huawei; además de que 1) lo siento por Nokia pero el windows 8 me ha hecho odiar esas pantallas del Windows Phone y 2) no me veo mentalmente preparado para entrar en la secta Apple) y que corriera bien las aplicaciones (es decir, con una buena capacidad de proceso. algo que eché mucho de menos en mi móvil chino).
Antes de darme cuenta estaba decido que solo podía ser el Sony Xperia Z1. No voy a entrar a detallar como descarté uno por uno el resto de terminales de la competencia, pero pronto resultó obvio que era mi única opción viable. Mis últimos fracasos me habían convencido de olvidarme del mercado chino (hay un montón de cosas de nombres impronunciables que se pueden comprar por internet muy bien de precio) Blackberry (que a pesar de lo que pueda parecer no se ha hundido definitivamente... le faltan diez minutos) Nokia (Windows Phone... en serio ¿después de Symbian no pudisteis pensar en nada peor?) ni Apple (y aquí tengo que admitir que esto es por pura cabezonería; tengo el convencimiento de que son los que fabrican cosas mejor pensadas, si bien es cierto que a un precio un pelín alto).
En las reseñas pude ver que la pantalla de Sony era buena (aunque no fantástica) la cámara era solvente (aunque no la mejor) y el uso de batería era digno. En serio, habría que matar a esos que hacen críticas en internet (de verdad chicos ¿nada os entusiasma?). Al menos tenía un aspecto realmente bonito (y me vais a perdonar, pero encuentro los Samsung y los Nexus realmente feos) se decía que era muy resistente y tenía la curiosa característica de ser surmergible.
Dejad que me detenga en este punto un segundo. Todos habéis visto la publicidad ¿verdad? Sony anuncia a bombo y platillo que puede hacer fotos bajo el agua. Bien, no es que sea algo que hubiera deseado hacer toda mi vida, pero reconozco que pensé que no estaría mal por si se me cae alguna del bolsillo mientras limpio la piscina, por ejemplo (vale, quería mencionar que tengo piscina; hace mucho que no lo hago ¿de acuerdo?). Sin embargo, atención a esto porque te garantizan que puede soportar media hora de inmersión a menos de metro y medio de profundidad. Es decir, que si se cae a tu piscina más te vale que sea poco profunda o te tires rápidamente detrás de él (¿o quizás es que flota? Eso no se me ha ocurrido mirarlo, la verdad). Bien, pues no solo eso. Si te lees detenidamente el manual (cosa que reconozcámoslo, no hace ya nadie en nuestros días) garantizan realmente la resistencia del terminal salvo en agua salada (lo que descarta el mar) agua con productos químicos (lo que quizás descarte las piscinas y la mayoría de agua potable salvo quizás la mineral) y en general cualquier cosa que pueda dañar un teléfono. Creo que es sumergible en el rocío de los cerezos en flor del sur del monte Fuji en primavera, pero tampoco estoy muy seguro de ello. En fin.
Otro inconveniente que parece tener este teléfono es que es totalmente de cristal (negro, eso sí; no esperéis nada transparente salido de Star Trek). Esto que le da un aspecto impresionante dentro de una vitrina, tiene un inconveniente en el uso diario. Yo, al parecer por un problema genético familiar, tengo las manos llenas de dedos. Y al final de estos dedos hay unas huellas dactilares (y he intentado quitármelas para facilitar mis actividades delicti... digo profesionales, pero es que las puñeteras vuelven a salir) que insisten en dejar huellas por todo el teléfono apenas lo tocas (yo casi diría que antes de que lo toques). De hecho el último momento que ves el móvil libre de huellas es cuando está en la vitrina justo antes de que te lo entreguen. Supongo que tendremos que vivir con esto hasta que inventen o bien los dedos sin huellas o bien los móviles que no se manchen. En cualquier caso estoy pensando comprarle una funda (lo que sospecho que arruinará totalmente el efecto estético) porque por muy resistente que digan que es en todas las reseñas no quiero morir de un infarto si se me cae de las manos. Con esto de paso al menos solucionaré el tema de las huellas en la parte trasera.
En la imagen uno de los mejores móviles jamás construidos, el Nokia 5110. No solo hacía llamadas y mandaba mensajes, la batería duraba una semana y podía ser utilizado como arma personal. Solo había que tener cuidado que no se cayera al suelo más que nada por si lo rompía (el suelo, digo). Por desgracia no me he podido compar este porque si lo ven niños actuales se pueden traumatizar al ver teclas.
No diré yo que todo tiempo pasado sea mejor (especialmente en tecnología) pero tenéis que reconocer que hubo una época en la que comprar un móvil era tan sencillo como ver para qué Nokia te llegaba la pasta. Pero esos tiempos pasaron amigos. Yo llevo dos semanas de estudio intenso para terminar comprándome un teléfono que cuesta una pasta (aunque ahí tengo que reconocer que al menos mi operadora -digamos Bodafon- está haciendo buenas ofertas), que es decididamente demasiado grande para ser manejable (aunque claro, ahora mismo todos lo son menos el iPhone) y no sé si realmente colmará mis expectativas.
En fin, qué puedo decir.
Sign'o the times.
PD: Me temo que no puedo dar una opinión todavía sobre el teléfono en cuestión porque está haciendo su primera carga. Todo lo que puedo decir es que parece el monolito de 2001. Espero no empezar a pelearme con palos con otros monos en cuanto lo encienda...
*Lo único que diré en mi defensa es que en realidad sí que prefiero los teclados físicos sobre los virtuales. Lo que pasa es que el uso actual de los teléfonos centrado en internet y multimedia necesita una pantalla grande más que un teclado. En el momento en que compré la Blackberry ni si quiera me preocupaba no tener datos en el móvil (ya tengo internet en casa y en el trabajo, no necesito también tener en el coche, solía decir) Lo que sucede es que el SO de Blackberry es un dolor en el culo y probablemente la causa de que se haya hundido. Algo parecido sucedió con Nokia con Simbian, Android y Apple se ha comido todo lo demás porque realmente funcionan mejor.
Me he comprado un teléfono. Ante todo me gustaría aclarar que soy contradictorio, indeciso y profundamente incoherente. Esto hace que la toma de decisiones para hacerme con este tipo de cacharros sea especialmente compleja. Valga este post para ayudar a todos aquellos que se encuentren en una situación como la mía.
En primer lugar, unos antecedentes históricos. Hace poco más de un año, un tipo vagamente parecido a mí al que denominaremos 'mi yo del pasado', decidió que el tema de los móviles se estaba saliendo un poco de madre y era hora de dejar de gastar cantidades absurdas por un dispositivo que básicamente servía para llamar por teléfono (¡y eso yo, que para lo que menos utilizo el teléfono es para hablar!). Haciendo gala de un pragmatismo sorprendente ese yo del pasado decidió hacerse con un terminal de gama media de origen chino con el peregrino argumento de que 'probablemente había salido de la misma cadena de montaje que cualquiera de sus carísimos primos'. Bien, ese argumento podría ser tomado medianamente en serio si no proviniera de un tipo que antes de eso se había empeñado en hacerse con una Blackberry apoyado en que la idea de que 'el teclado completo es lo mejor' (una Blackbery sin plan de datos, ojo con eso; solo usada como agenda. Ains...). Y eso justo después de haber tenido un Nokia con pantalla táctil porque 'a fin de cuentas las pantallas táctiles son el futuro' (y que tengo que reconocer que no me fue mal hasta que empezó a estar obsoleto, excepto poruque era Simbian). Bien, no voy a insistir en la falta del criterio de ese tipo porque algo de simpatía me merece, pero es a todas luces un idiota*.
En cualquier caso, lo que si que es cierto es que un año apenas de adquirir el Huawey Ascent G300 daba serias muestras de fatiga. El sistema operativo que nunca fue muy eficaz se estaba convirtiendo en algo lento hasta la irritación hasta el punto de que me estaba planteando una reinstalación total del mismo (que estaba posponiendo por la pereza que me daba salvar los datos y reinstalar posteriormente de nuevo todos los programas) cuando me sorprendió un fallo catastrófico de la pantalla que hizo necesario llevar el terminal al servicio técnico (bueno, estaba siendo un fallo paulatino hasta que una caída lo convirtió en catastrófico, tengo que reconocer). La buena noticia fue que me evité la reinstalación del sistema operativo. La mala fue que los datos dentro del teléfono se perdieron totalmente (salvo las fotos, gracias a mi Dropbox, eso sí). Bueno, al menos la reparación fue gratis por estar todavía en garantía.
Justo durante la época que el móvil se estaba convirtiendo en algo irritantemente lento (aunque no sé si por el propio sistema operativo, porque la pantalla estaba empezando a fallar o por ambas) me llamaron de mi operadora (a la que llamaremos con un nombre ficticio; digamos... Bodafón) para comentarme que a pesar de que estaba todavía a medio camino de mi permanencia (y dos años de permanencia es mucho cuando lo que te has comprado es un móvil de gama baja) tenia la opción de adquirir uno de su catálogo de ofertas. Por un momento pensé 'bueno, si pillas uno gratis ahora te ahorras la reinstalación y peor que esta mierda no será. Debo admitir que esto quizás fue influído porque mientras mi terminal chino estaba en reparación me vi obligado a downgradear a mi Blackberry y comparado con eso una Olivetti Lettera 98 parecía una buena idea. Después de eso (he dicho ya que soy incoherente) pensé 'o quizás esta vez debería no caer en el error de comprar una mierda de la que me arrepienta desde el minuto uno'.
Bien. Aquí viene una fase que os voy a ahorrar por poco interesante de investigación de las ofertas de mi operadora (a la que recordemos que me unía una permanencia que me impedía escapar) y de la oferta del mercado a través de las reseñas de los blogs de tecnología. Solo voy a hacer un comentario sobre estos blogs de tecnología: sois la mierda.
Por algún extraño motivo, cada vez que en un blog de gadgets analizan un terminal de gama baja lo hacen con una especie de tono condescendiente en plan 'pues no está nada mal para ser barato' (no hay más que ver las reseñas que se hacían de mi viejo G300), sin embargo cuando analizan los de gama alta nada parece estar a la altura (es algo así como cuando en Top Gear le ponen pegas a un Lamborghini pero luego dicen que el Hyundai Coupe resulta bastante bien para lo que cuesta). Después de dos semanas de estudio llegué a la conclusión de que todos los móviles de gama alta apestaban (excepto al parecer Su Majestad el iPhone).
Por suerte, yo tenía muy claro lo que quería. Quería un teléfono con una cámara lo bastante solvente como para ser usado como cámara compacta (y no como cámara de móvil) obviamente con botón directo para hacer fotos (no hay nada más odioso que estar delante de una chica que se agacha revelando que no lleva sujetador... quiero decir, tener a un grupo de quince personas esperando con sonrisa congelada mientras te pones a navegar por menús para encontrar la cámara), quería que fuera Android (esto fue lo único que me gustó de mi Huawei; además de que 1) lo siento por Nokia pero el windows 8 me ha hecho odiar esas pantallas del Windows Phone y 2) no me veo mentalmente preparado para entrar en la secta Apple) y que corriera bien las aplicaciones (es decir, con una buena capacidad de proceso. algo que eché mucho de menos en mi móvil chino).
Antes de darme cuenta estaba decido que solo podía ser el Sony Xperia Z1. No voy a entrar a detallar como descarté uno por uno el resto de terminales de la competencia, pero pronto resultó obvio que era mi única opción viable. Mis últimos fracasos me habían convencido de olvidarme del mercado chino (hay un montón de cosas de nombres impronunciables que se pueden comprar por internet muy bien de precio) Blackberry (que a pesar de lo que pueda parecer no se ha hundido definitivamente... le faltan diez minutos) Nokia (Windows Phone... en serio ¿después de Symbian no pudisteis pensar en nada peor?) ni Apple (y aquí tengo que admitir que esto es por pura cabezonería; tengo el convencimiento de que son los que fabrican cosas mejor pensadas, si bien es cierto que a un precio un pelín alto).
En las reseñas pude ver que la pantalla de Sony era buena (aunque no fantástica) la cámara era solvente (aunque no la mejor) y el uso de batería era digno. En serio, habría que matar a esos que hacen críticas en internet (de verdad chicos ¿nada os entusiasma?). Al menos tenía un aspecto realmente bonito (y me vais a perdonar, pero encuentro los Samsung y los Nexus realmente feos) se decía que era muy resistente y tenía la curiosa característica de ser surmergible.
Dejad que me detenga en este punto un segundo. Todos habéis visto la publicidad ¿verdad? Sony anuncia a bombo y platillo que puede hacer fotos bajo el agua. Bien, no es que sea algo que hubiera deseado hacer toda mi vida, pero reconozco que pensé que no estaría mal por si se me cae alguna del bolsillo mientras limpio la piscina, por ejemplo (vale, quería mencionar que tengo piscina; hace mucho que no lo hago ¿de acuerdo?). Sin embargo, atención a esto porque te garantizan que puede soportar media hora de inmersión a menos de metro y medio de profundidad. Es decir, que si se cae a tu piscina más te vale que sea poco profunda o te tires rápidamente detrás de él (¿o quizás es que flota? Eso no se me ha ocurrido mirarlo, la verdad). Bien, pues no solo eso. Si te lees detenidamente el manual (cosa que reconozcámoslo, no hace ya nadie en nuestros días) garantizan realmente la resistencia del terminal salvo en agua salada (lo que descarta el mar) agua con productos químicos (lo que quizás descarte las piscinas y la mayoría de agua potable salvo quizás la mineral) y en general cualquier cosa que pueda dañar un teléfono. Creo que es sumergible en el rocío de los cerezos en flor del sur del monte Fuji en primavera, pero tampoco estoy muy seguro de ello. En fin.
Otro inconveniente que parece tener este teléfono es que es totalmente de cristal (negro, eso sí; no esperéis nada transparente salido de Star Trek). Esto que le da un aspecto impresionante dentro de una vitrina, tiene un inconveniente en el uso diario. Yo, al parecer por un problema genético familiar, tengo las manos llenas de dedos. Y al final de estos dedos hay unas huellas dactilares (y he intentado quitármelas para facilitar mis actividades delicti... digo profesionales, pero es que las puñeteras vuelven a salir) que insisten en dejar huellas por todo el teléfono apenas lo tocas (yo casi diría que antes de que lo toques). De hecho el último momento que ves el móvil libre de huellas es cuando está en la vitrina justo antes de que te lo entreguen. Supongo que tendremos que vivir con esto hasta que inventen o bien los dedos sin huellas o bien los móviles que no se manchen. En cualquier caso estoy pensando comprarle una funda (lo que sospecho que arruinará totalmente el efecto estético) porque por muy resistente que digan que es en todas las reseñas no quiero morir de un infarto si se me cae de las manos. Con esto de paso al menos solucionaré el tema de las huellas en la parte trasera.
En la imagen uno de los mejores móviles jamás construidos, el Nokia 5110. No solo hacía llamadas y mandaba mensajes, la batería duraba una semana y podía ser utilizado como arma personal. Solo había que tener cuidado que no se cayera al suelo más que nada por si lo rompía (el suelo, digo). Por desgracia no me he podido compar este porque si lo ven niños actuales se pueden traumatizar al ver teclas.
No diré yo que todo tiempo pasado sea mejor (especialmente en tecnología) pero tenéis que reconocer que hubo una época en la que comprar un móvil era tan sencillo como ver para qué Nokia te llegaba la pasta. Pero esos tiempos pasaron amigos. Yo llevo dos semanas de estudio intenso para terminar comprándome un teléfono que cuesta una pasta (aunque ahí tengo que reconocer que al menos mi operadora -digamos Bodafon- está haciendo buenas ofertas), que es decididamente demasiado grande para ser manejable (aunque claro, ahora mismo todos lo son menos el iPhone) y no sé si realmente colmará mis expectativas.
En fin, qué puedo decir.
Sign'o the times.
PD: Me temo que no puedo dar una opinión todavía sobre el teléfono en cuestión porque está haciendo su primera carga. Todo lo que puedo decir es que parece el monolito de 2001. Espero no empezar a pelearme con palos con otros monos en cuanto lo encienda...
*Lo único que diré en mi defensa es que en realidad sí que prefiero los teclados físicos sobre los virtuales. Lo que pasa es que el uso actual de los teléfonos centrado en internet y multimedia necesita una pantalla grande más que un teclado. En el momento en que compré la Blackberry ni si quiera me preocupaba no tener datos en el móvil (ya tengo internet en casa y en el trabajo, no necesito también tener en el coche, solía decir) Lo que sucede es que el SO de Blackberry es un dolor en el culo y probablemente la causa de que se haya hundido. Algo parecido sucedió con Nokia con Simbian, Android y Apple se ha comido todo lo demás porque realmente funcionan mejor.
viernes, 24 de diciembre de 2010
Wishlist
Iba a decir que el post sobre mi lista de deseos es todo un clásico en este blog, lo que pasa es que al buscarlos me he dado cuenta de que solo lo he hecho dos veces y una de ellas fue en mi cumpleaños, así que va a ser que no. Casi mejor. Con ustedes, un post casi totalmente original (para los que no hayan leído las ediciones anteriores están aquí y aquí).
Estas son las cosas que me gustaría tener este año de regalo y que va a ser que no, pero yo al menos los pongo aquí y me hago ilusiones. Pero vamos, si este año os decidís a juntar pasta y regalármelos, yo encantado...
iPod Touch.
La verdad es que ya tengo un iPod mini (de hace dos versiones) y sigo pensando que para una cosa que vas a llevar encima a menudo (en mi caso, siempre) y al final se va a caer al suelo alguna vez (llámame patoso) es mejor que sea lo más robusto posible. Lo que pasa es que hay que reconocer que esto es una monada. Además, yo nunca sé lo que voy a escuchar, así que los 16Gb del mio se me quedan cortos. El touch tiene una versión de 64 que es lo que yo me pediría (todavía se comercializa el Classic de 160Gb, que ya es una locura, lo que pasa es que tiene un aspecto muy fromthepast)
Este además tiene la ventaja de que si quieres marcarte un vacile, te lo pones en la oreja y haces como que hablas con él (claro que es mejor que no te llamen entonces al teléfono de verdad y saques uno de esos que te regala Vodafone...)
Harley-Davidson Forty-Eight
Esta moto me enamoró en cuanto supe de ella. Es cierto que mi Harley favorita siempre ha sido la Fat Boy, pero hay que reconocer que es un bicho enorme. Esta tiene la ventaja de ser mucho más manejable... y bueno, valer menos que un coche (cosa que no pasa con la otra)
Mini Countryman
Los minis me han gustado desde que salieron, lo que pasa es que tienen el mismo defecto que los iPhones, todos los pijos se los han pillado y ya da un poco de rabia tenerlo. Éste al menos es original, y supongo que se verá menos. Que no os engañe su aspecto intimidante en foto, es la nena de los todoterrenos. Lo conocía de imágenes por internet, pero ayer lo vi en 3D y decidí que me gusta.
Sé que a mucha gente no le gustará, que yo tengo un gusto raro para los coches, pero vamos, que más da. Total, ni vosotros ni yo lo vamos a disfrutar...
La chica.
Ah sí, la chica. Bueno, los que no hayan visto los otros post de navidades la costumbre es pedirme una chica. En esta ocasión me voy a pedir a Ana Morgade. Que vale, igual hay chicas más guapas por ahí, pero siguiendo la sabiduría popular (concretamente la sevillana 'Me casé con un enano pá jartarme de reír') he decidido que esta vez quiero una chica que me divierta, que estoy harto de salir con supermodelos y actrices. Que vale, estarán muy buenas pero al final son un coñazo y la mitad de veces no me pillan los chistes.
El sitio.
También es costumbre pedirme un sitio. En mi primer post igual me fui un poco arriba y me pedí el mundo, que igual para pedirlo de regalo de navidades es un poco demasiado. El segundo decidí ser más modesto y me pedí Luxemburgo, que pensé que igual era más asequible, y tampoco hubo suerte. Pues nada, vamos a bajar un poquito más el nivel. Mira, si no juntáis pasta para pillarme esto yo ya no sé, ¿eh?
No tengo ni idea de como es, pero es que me gusta el nombre, que suena como a superhéroe chungo.
Bueno, pues con eso estaría todo.
Ala, felices fiestas y que no os atragantéis conlas cenas familiares un polvorón.
Estas son las cosas que me gustaría tener este año de regalo y que va a ser que no, pero yo al menos los pongo aquí y me hago ilusiones. Pero vamos, si este año os decidís a juntar pasta y regalármelos, yo encantado...
iPod Touch.
La verdad es que ya tengo un iPod mini (de hace dos versiones) y sigo pensando que para una cosa que vas a llevar encima a menudo (en mi caso, siempre) y al final se va a caer al suelo alguna vez (llámame patoso) es mejor que sea lo más robusto posible. Lo que pasa es que hay que reconocer que esto es una monada. Además, yo nunca sé lo que voy a escuchar, así que los 16Gb del mio se me quedan cortos. El touch tiene una versión de 64 que es lo que yo me pediría (todavía se comercializa el Classic de 160Gb, que ya es una locura, lo que pasa es que tiene un aspecto muy fromthepast)
Este además tiene la ventaja de que si quieres marcarte un vacile, te lo pones en la oreja y haces como que hablas con él (claro que es mejor que no te llamen entonces al teléfono de verdad y saques uno de esos que te regala Vodafone...)
Harley-Davidson Forty-Eight
Esta moto me enamoró en cuanto supe de ella. Es cierto que mi Harley favorita siempre ha sido la Fat Boy, pero hay que reconocer que es un bicho enorme. Esta tiene la ventaja de ser mucho más manejable... y bueno, valer menos que un coche (cosa que no pasa con la otra)
Mini Countryman
Los minis me han gustado desde que salieron, lo que pasa es que tienen el mismo defecto que los iPhones, todos los pijos se los han pillado y ya da un poco de rabia tenerlo. Éste al menos es original, y supongo que se verá menos. Que no os engañe su aspecto intimidante en foto, es la nena de los todoterrenos. Lo conocía de imágenes por internet, pero ayer lo vi en 3D y decidí que me gusta.
Sé que a mucha gente no le gustará, que yo tengo un gusto raro para los coches, pero vamos, que más da. Total, ni vosotros ni yo lo vamos a disfrutar...
La chica.
Ah sí, la chica. Bueno, los que no hayan visto los otros post de navidades la costumbre es pedirme una chica. En esta ocasión me voy a pedir a Ana Morgade. Que vale, igual hay chicas más guapas por ahí, pero siguiendo la sabiduría popular (concretamente la sevillana 'Me casé con un enano pá jartarme de reír') he decidido que esta vez quiero una chica que me divierta, que estoy harto de salir con supermodelos y actrices. Que vale, estarán muy buenas pero al final son un coñazo y la mitad de veces no me pillan los chistes.
El sitio.
También es costumbre pedirme un sitio. En mi primer post igual me fui un poco arriba y me pedí el mundo, que igual para pedirlo de regalo de navidades es un poco demasiado. El segundo decidí ser más modesto y me pedí Luxemburgo, que pensé que igual era más asequible, y tampoco hubo suerte. Pues nada, vamos a bajar un poquito más el nivel. Mira, si no juntáis pasta para pillarme esto yo ya no sé, ¿eh?
No tengo ni idea de como es, pero es que me gusta el nombre, que suena como a superhéroe chungo.
Bueno, pues con eso estaría todo.
Ala, felices fiestas y que no os atragantéis con
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lunes, 18 de octubre de 2010
El ordenador del hijo de mi madre.
Si bien hay gente que piensa que Dios es mujer, yo no estoy puedo estar de acuerdo en eso. Y si alguien lo dice es porque no ha visto a una mujer disfrutando de un dolor de tripa menstrual del olor de las nubes o del milagro de la maternidad sin epidural. No obstante, es innegable que tiene preferencia por ellas (y cualquiera que haya estado con una mujer multiorgásmica sabe de lo que hablo) o en su defecto tiene madre (la tan nombrada 'lamadredediós', especialmente mencionada en ciertas circunstancias de las que no voy a hablar). Con esta introducción a donde quiero ir a parar es que al parecer El Altísimo se ha debido mosquear por la anterior entrada sobre mi madre y ha pensado "ahora sí que te vas a cagar". Cualquiera que haya leído el antiguo testamento (o al menos visto alguna peli sobre el tema) sabrá que si hay una cosa que tiene Dios, es un gran sentido del humor. Eso sí, uno más bien cabrón.
(Sigue entrada sobre informática larga y con un montón de siglas; si alguno se pierde, es normal; es que si no me desahogo, reviento)
Todo empieza cuando me acerco a una tienda de ordenadores próxima a mi base secreta (una tan parecida al Compra Más (Buy More) de Chuck que me paso todo el rato mirando alrededor por si sale Yvonne, que yo soy poco de rubias, pero últimamente me estoy aficionando; ah, y no es el yonosoytonto, que me da mucha rabia el slogan). Explico que estoy interesado en comprar un ordenador y que lo que más me interesa es que tenga mucha RAM y posibilidad de conectar dos monitores porquesiempre he querido ver dos pelis porno a la vez lo voy a utilizar para diseño gráfico y además tengo un monitor todavía en buen uso. El primer vendedor (algo parecido a Chuck, ahora que lo pienso) me indica un modelo adecuado para mis necesidades, tras comprobar que en la parte trasera dispone de dos conexiones, lo que obviamente permitiría conectar dos monitores.
Más adelante, me persono nuevamente en la tienda, en este caso acompañado de mi señora madre para efectuar la compra. Me atiende un nuevo vendedor (que no se parece nada a Chuck; eso sí, me recuerda un poco a un ex-compañero de instituto, pero como no creo que lo conozcáis no os voy a decir cuál) al que vuelvo a transmitir mis necesidades sólo por tener una segunda opinión y me recomienda el mismo equipo. Que sí, que se pueden conectar dos monitores, pesao. Pues vale.
(Ahora viene una elipsis, en la que suceden los hilarantes eventos ya contados en una entrada anterior. Seguramente no va a ser la única, que yo soy mucho de hacerme elipsis, que me han dicho que es mentira que te quedes ciego).
Llego a casa y empiezo a desembalar cosas. Con mucho cuidado, claro, porque en la tienda te avisan de que puedes devolver cualquier cosa en quince días siempre que no rompas la caja. Esto lo hacen porque ya saben que los niños que las embalan en Tailandia tienen los dedos pequeños y es imposible volver a meter todo eso dentro de la caja tal y como venía. Pero bueno, a mí a cabezón no me gana nadie. Consigo sacarlo todo sin romper nada.
Me llama la atención que el monitor viene con dos cables y un adaptador. "Mira que apañaos" me digo "no le falta de nada". Me equivocaba enormemente, como se demostrará. Para los que entiendan de siglas diré que el monitor venía con un cable DVI y otro VGA. El adaptador era para convertir el VGA en DVI. No había HDMI, porque ni al fabricante ni a mi nos pareció necesario. En aquel momento. Primer error.
Cuando desembalo el PC advierto por primera vez que carece de toma VGA, que se ve que se les cayó en la tienda o algo. Solo tiene HDMI y DVI. Por supuesto mi monitor antiguo solo tiene una conexión VGA. "No pasa nada, total voy a la tienda y que me den un adaptador HDMI para el cable DVI y en el monitor viejo pongo el adaptador de DVI para el VGA. Todo claro hasta aquí ¿no? (si alguien se ha perdido ya, le recomiendo que vaya al baño a echarse agua fría en la nuca porque luego mejora).
Entre unas cosas y otras he ido ya como cuatro veces en menos de una semana a la tienda, así que los empleados ya empiezan a saludarme por mi nombre cuando llego. Me dirijo a uno en concreto de la sección de ordenadores (que no recuerda nada a Chuck más que nada porque es una chica) y le pido lo que necesito. Dice que seguramente tengan pero que le va a preguntar a un técnico. Segundo error.
Cuando vuelve la chica me dice compungida que le ha dicho el técnico que no se puede, que las dos entradas son excluyentes y que se puede usar una u otra, pero no las dos. No me cago en todo lo que se menea porque la chica no tiene culpa de nada. En lugar de eso le pido amablemente que me indique donde está el técnico para partirle la boca pacíficamente, y si eso que me vaya llamando a los dos vendedores que me atendieron antes, que ellos van luego. Afortunadamente la sangre no llega al rio porque el técnico cuando me ve llegar con los dientes apretados y los ojos inyectados en sangre me explica que sí que se puede, lo que pasa es que hace falta un cable especial para eso, que ellos no tienen pero que me dice en que tienda lo puedo encontrar. Me voy como Terminator diciendo 'volveré'.
(Nueva elipsis mientras voy a trabajar cagándome en todo porque ya no me da tiempo a conseguir el cable. A estas alturas ya me estoy arrepintiendo de no haber sustituido mi viejo ordenador por una Xbox que están dando bastante buen resultado y son mucho más divertidas. En el trabajo aprovecho para hablar con el técnico de equipos y me confirma que las salidas HDMI y DVI son excluyentes. Me recomienda que les lleve el ordenador a la tienda y pida que me pongan una tarjeta gráfica que soporte dos monitores. Fantaseo con la idea de hacerlo con un bidón grande de gasolina y un soplete).
Al día siguiente llamo a la tienda que me indican. A todo esto, cada vez que hablo con alguien le tengo que contar toda la historia de lo que me pasa. La he contado tantas veces que parece que recito un trabalenguas. Me preocupa un poco que se me vaya la cabeza y termine diciendo que quiero conectar un THX por R2D2. El caso es que al final, el dependiente, a pesar de que parece entender más de cables que de ordenadores, me dice que tiene un cable que se bifurca que puede valer. Antes de ir a por él, decido llamar al técnico de mi curro solo para asegurarme. Le pregunto si con un cable bífido se puede hacer eso y me responde tranquilamente "hombre claro. Si quieres ver lo mismo en los dos monitores, si". Me vuelvo a cagar en todo y llamo de nuevo a la tienda. El dependiente me confirma tranquilamente que sí, que él pensaba que eso era lo que yo quería. Me pregunto para qué cojones voy a querer ver lo mismo en dos monitores. Le explico lo que quiero hacer y me dice que él no cree que se puedan enchufar dos monitores al mismo ordenador para ver cosas distintas. En ese momento doy gracias al cielo de que haya varios ordenadores de mi curro que estén configurados de ese modo, porque me parece que estoy a punto de perder el sentido de la realidad. Ese día vuelvo a ir al curro de un humor de perros y con ganas de hacerme ermitaño e irme a vivir a una cueva sin internet.
A la salida del trabajo vuelvo a la tienda (que por suerte cierra tardísimo) a contarle mis penas a otro dependiente que tampoco se parece a Chuck. Aunque este en concreto se parece a Jack Black, lo que hace que instantáneamente confíe en él (si no puedes confiar en un friki como Jack Black ¿en quién vas a confiar?). Me confiesa que no había oído nunca que las conexiones HDMI y DVI fueran excluyentes y que vuelva con el ordenador para que me lo prueben. Si no consigue que se vean dos monitores (con imágenes distintas especifico yo; escritorio expandido, me corrige él) puedoelegir a la dependienta que más me guste y zumbármela en la trastienda cambiar el ordenador por otro que pueda hacer eso, que seguramente tengan (trato de no pensar en ese seguramente). Me parece justo, aunque me voy a casa llorando al pensar en los tres días que llevo instalándole a éste programas y actualizaciones (con un módem de 56, que manda cojones).
El día siguiente fue el viernes. Se acerca el final de la historia. Ja. Mis cojones. En la tienda conectan el ordenador a dos monitores y funciona. El técnico que no se parece a Chuck, el que me dijo que no se podía, reconoce que no tenía ni idea de que se pudiera. Anoto mentalmente volver cuando yo no sea sospechoso y romperle todos los huesos del cuerpo para que aprenda la lección. Durante un rato estudiamos, una vez sabemos que se puede hacer, cómo hacerlo. Al final la solución razonable parece que conecte mi monitor viejo con un adaptador de VGA a la salida DVI y el nuevo con un adaptador DVI a la salida HDMI. Que es JUSTO LO QUE YO QUERÍA HACER. En fin. Me dicen que coja los adaptadores correspondientes. Cojo el DVI-HDMI (con cuidado de que sea hembra-macho, porque como sabe cualquiera que haya estado en una orgía, cualquier error en ese punto puede ser desastrosa) y paso de la otra porque recuerdo que venía en la caja del monitor. Es más, recuerdo haberla visto la misma mañana mientras embalaba el PC para llevarlo a la tienda. Por cierto, si a alguien le parece una solución complicada y no lo entiende... paso de explicarlo, que es muy largo. Si a alguien le parece que hay una solución mucho más simple, que espere al final del post (ya queda poco).
Aprovecho que es pronto y en lugar de ir al trabajo vuelvo a casa como si me hubiera dejado el gas abierto para ver si me da tiempo a una de dos cosas a) ver que todo funciona y presentarme en el trabajo feliz y contento o b) ver que no funciona nada, quemar la tienda y huir a las montañas.
Como no he almorzado me está entrando hambre, así que decido hacerme un café con leche para matar la gusa mientras pruebo cosas. Con las prisas tiro el bote de Nescafé al suelo. Medito sobre la posibilidad de tirar también la leche y el azúcar y tomármelo directamente del suelo, pero la descarto porque no se me ocurre como removerlo (y con la fregona me parece feo). Ahí debí darme cuenta de que la fortuna quizás no estaba del todo de mi parte.
Busco la conexión VGA-DVI, pero no aparece por ninguna parte. Sospecho que se la ha comido mi gato solo por putearme. Coloco la otra de todos modos, aunque ya veo que no voy a poder probar los dos monitores a la vez. Con todo, me sirve para comprobar que una conexión HDMI que mide un centímetro aproximadamente ocupa un espacio enorme cuando se pone mediante un adaptador DVI-HDVI que es gordo de cojones. Resulta obvio incluso sin medirlo que al lado no va a caber el otro adaptador. Me pregunto como lo han hecho en la tienda (seguramente usando magia) y pienso en llamarles, pero recuerdo que tienen un número 902 de atención al cliente para toda España que no te da el de la tienda en concreto así les mates. Maldigo mi suerte una vez más y vuelvo a ir al curro con ganas de matar algo, a ser posible un montador de equipos informáticos.
Afortunadamente en mi curro hay más técnicos que personas. Durante la tarde comento mi historia absurda a varios de ellos que me dan varias ideas interesantes (lo bueno de los técnicos es que este tipo de historias absurdas parecen interesante, al contrario de mis lectores que seguramente se han ahorcado todos con sus cables DVI). Curiosamente, a ninguno de ellos se le ocurrió preguntarme: "oye, tú monitor nuevo no tendrá salida HDMI, ¿verdad? Porque entonces con comprar un cable HDMI, todo arreglado". Que por cierto es lo que finalmente he hecho. Se me ocurrió en el coche de camino a casa. El otro monitor lo solucioné con un cable VGA-DVI que me evita la pérdida de señal de un adaptador (el cable cuesta más o menos lo mismo que el adaptador). Desde el principio me pareció muy poco elegante conectar los dos monitores mediante adaptadores, pero no se me ocurrió que la solución fuera tan sencilla. Bueno, eso y que un par de técnicos me dijo que no se podía.
Así que finalmente, tengo un equipo con dos monitores y un escritorio enorme. Seguramente solo lo utilice para ver Futurama mientras escribo posts -como estoy haciendo ahora-, pero ha sido divertido. Si alguien ha llegado hasta aquí, que me perdone la brasa, pero es que necesitaba soltarlo. Que conste que me la he guardado hasta hoy para leerla en frío y asegurarme de que no era infumable. Lo era, pero os vais a tener que aguantar, con todo esto no me ha dado tiempo a escribir otra cosa...
(Sigue entrada sobre informática larga y con un montón de siglas; si alguno se pierde, es normal; es que si no me desahogo, reviento)
Todo empieza cuando me acerco a una tienda de ordenadores próxima a mi base secreta (una tan parecida al Compra Más (Buy More) de Chuck que me paso todo el rato mirando alrededor por si sale Yvonne, que yo soy poco de rubias, pero últimamente me estoy aficionando; ah, y no es el yonosoytonto, que me da mucha rabia el slogan). Explico que estoy interesado en comprar un ordenador y que lo que más me interesa es que tenga mucha RAM y posibilidad de conectar dos monitores porque
Más adelante, me persono nuevamente en la tienda, en este caso acompañado de mi señora madre para efectuar la compra. Me atiende un nuevo vendedor (que no se parece nada a Chuck; eso sí, me recuerda un poco a un ex-compañero de instituto, pero como no creo que lo conozcáis no os voy a decir cuál) al que vuelvo a transmitir mis necesidades sólo por tener una segunda opinión y me recomienda el mismo equipo. Que sí, que se pueden conectar dos monitores, pesao. Pues vale.
(Ahora viene una elipsis, en la que suceden los hilarantes eventos ya contados en una entrada anterior. Seguramente no va a ser la única, que yo soy mucho de hacerme elipsis, que me han dicho que es mentira que te quedes ciego).
Llego a casa y empiezo a desembalar cosas. Con mucho cuidado, claro, porque en la tienda te avisan de que puedes devolver cualquier cosa en quince días siempre que no rompas la caja. Esto lo hacen porque ya saben que los niños que las embalan en Tailandia tienen los dedos pequeños y es imposible volver a meter todo eso dentro de la caja tal y como venía. Pero bueno, a mí a cabezón no me gana nadie. Consigo sacarlo todo sin romper nada.
Me llama la atención que el monitor viene con dos cables y un adaptador. "Mira que apañaos" me digo "no le falta de nada". Me equivocaba enormemente, como se demostrará. Para los que entiendan de siglas diré que el monitor venía con un cable DVI y otro VGA. El adaptador era para convertir el VGA en DVI. No había HDMI, porque ni al fabricante ni a mi nos pareció necesario. En aquel momento. Primer error.
Cuando desembalo el PC advierto por primera vez que carece de toma VGA, que se ve que se les cayó en la tienda o algo. Solo tiene HDMI y DVI. Por supuesto mi monitor antiguo solo tiene una conexión VGA. "No pasa nada, total voy a la tienda y que me den un adaptador HDMI para el cable DVI y en el monitor viejo pongo el adaptador de DVI para el VGA. Todo claro hasta aquí ¿no? (si alguien se ha perdido ya, le recomiendo que vaya al baño a echarse agua fría en la nuca porque luego mejora).
Entre unas cosas y otras he ido ya como cuatro veces en menos de una semana a la tienda, así que los empleados ya empiezan a saludarme por mi nombre cuando llego. Me dirijo a uno en concreto de la sección de ordenadores (que no recuerda nada a Chuck más que nada porque es una chica) y le pido lo que necesito. Dice que seguramente tengan pero que le va a preguntar a un técnico. Segundo error.
Cuando vuelve la chica me dice compungida que le ha dicho el técnico que no se puede, que las dos entradas son excluyentes y que se puede usar una u otra, pero no las dos. No me cago en todo lo que se menea porque la chica no tiene culpa de nada. En lugar de eso le pido amablemente que me indique donde está el técnico para partirle la boca pacíficamente, y si eso que me vaya llamando a los dos vendedores que me atendieron antes, que ellos van luego. Afortunadamente la sangre no llega al rio porque el técnico cuando me ve llegar con los dientes apretados y los ojos inyectados en sangre me explica que sí que se puede, lo que pasa es que hace falta un cable especial para eso, que ellos no tienen pero que me dice en que tienda lo puedo encontrar. Me voy como Terminator diciendo 'volveré'.
(Nueva elipsis mientras voy a trabajar cagándome en todo porque ya no me da tiempo a conseguir el cable. A estas alturas ya me estoy arrepintiendo de no haber sustituido mi viejo ordenador por una Xbox que están dando bastante buen resultado y son mucho más divertidas. En el trabajo aprovecho para hablar con el técnico de equipos y me confirma que las salidas HDMI y DVI son excluyentes. Me recomienda que les lleve el ordenador a la tienda y pida que me pongan una tarjeta gráfica que soporte dos monitores. Fantaseo con la idea de hacerlo con un bidón grande de gasolina y un soplete).
Al día siguiente llamo a la tienda que me indican. A todo esto, cada vez que hablo con alguien le tengo que contar toda la historia de lo que me pasa. La he contado tantas veces que parece que recito un trabalenguas. Me preocupa un poco que se me vaya la cabeza y termine diciendo que quiero conectar un THX por R2D2. El caso es que al final, el dependiente, a pesar de que parece entender más de cables que de ordenadores, me dice que tiene un cable que se bifurca que puede valer. Antes de ir a por él, decido llamar al técnico de mi curro solo para asegurarme. Le pregunto si con un cable bífido se puede hacer eso y me responde tranquilamente "hombre claro. Si quieres ver lo mismo en los dos monitores, si". Me vuelvo a cagar en todo y llamo de nuevo a la tienda. El dependiente me confirma tranquilamente que sí, que él pensaba que eso era lo que yo quería. Me pregunto para qué cojones voy a querer ver lo mismo en dos monitores. Le explico lo que quiero hacer y me dice que él no cree que se puedan enchufar dos monitores al mismo ordenador para ver cosas distintas. En ese momento doy gracias al cielo de que haya varios ordenadores de mi curro que estén configurados de ese modo, porque me parece que estoy a punto de perder el sentido de la realidad. Ese día vuelvo a ir al curro de un humor de perros y con ganas de hacerme ermitaño e irme a vivir a una cueva sin internet.
A la salida del trabajo vuelvo a la tienda (que por suerte cierra tardísimo) a contarle mis penas a otro dependiente que tampoco se parece a Chuck. Aunque este en concreto se parece a Jack Black, lo que hace que instantáneamente confíe en él (si no puedes confiar en un friki como Jack Black ¿en quién vas a confiar?). Me confiesa que no había oído nunca que las conexiones HDMI y DVI fueran excluyentes y que vuelva con el ordenador para que me lo prueben. Si no consigue que se vean dos monitores (con imágenes distintas especifico yo; escritorio expandido, me corrige él) puedo
El día siguiente fue el viernes. Se acerca el final de la historia. Ja. Mis cojones. En la tienda conectan el ordenador a dos monitores y funciona. El técnico que no se parece a Chuck, el que me dijo que no se podía, reconoce que no tenía ni idea de que se pudiera. Anoto mentalmente volver cuando yo no sea sospechoso y romperle todos los huesos del cuerpo para que aprenda la lección. Durante un rato estudiamos, una vez sabemos que se puede hacer, cómo hacerlo. Al final la solución razonable parece que conecte mi monitor viejo con un adaptador de VGA a la salida DVI y el nuevo con un adaptador DVI a la salida HDMI. Que es JUSTO LO QUE YO QUERÍA HACER. En fin. Me dicen que coja los adaptadores correspondientes. Cojo el DVI-HDMI (con cuidado de que sea hembra-macho, porque como sabe cualquiera que haya estado en una orgía, cualquier error en ese punto puede ser desastrosa) y paso de la otra porque recuerdo que venía en la caja del monitor. Es más, recuerdo haberla visto la misma mañana mientras embalaba el PC para llevarlo a la tienda. Por cierto, si a alguien le parece una solución complicada y no lo entiende... paso de explicarlo, que es muy largo. Si a alguien le parece que hay una solución mucho más simple, que espere al final del post (ya queda poco).
Aprovecho que es pronto y en lugar de ir al trabajo vuelvo a casa como si me hubiera dejado el gas abierto para ver si me da tiempo a una de dos cosas a) ver que todo funciona y presentarme en el trabajo feliz y contento o b) ver que no funciona nada, quemar la tienda y huir a las montañas.
Como no he almorzado me está entrando hambre, así que decido hacerme un café con leche para matar la gusa mientras pruebo cosas. Con las prisas tiro el bote de Nescafé al suelo. Medito sobre la posibilidad de tirar también la leche y el azúcar y tomármelo directamente del suelo, pero la descarto porque no se me ocurre como removerlo (y con la fregona me parece feo). Ahí debí darme cuenta de que la fortuna quizás no estaba del todo de mi parte.
Busco la conexión VGA-DVI, pero no aparece por ninguna parte. Sospecho que se la ha comido mi gato solo por putearme. Coloco la otra de todos modos, aunque ya veo que no voy a poder probar los dos monitores a la vez. Con todo, me sirve para comprobar que una conexión HDMI que mide un centímetro aproximadamente ocupa un espacio enorme cuando se pone mediante un adaptador DVI-HDVI que es gordo de cojones. Resulta obvio incluso sin medirlo que al lado no va a caber el otro adaptador. Me pregunto como lo han hecho en la tienda (seguramente usando magia) y pienso en llamarles, pero recuerdo que tienen un número 902 de atención al cliente para toda España que no te da el de la tienda en concreto así les mates. Maldigo mi suerte una vez más y vuelvo a ir al curro con ganas de matar algo, a ser posible un montador de equipos informáticos.
Afortunadamente en mi curro hay más técnicos que personas. Durante la tarde comento mi historia absurda a varios de ellos que me dan varias ideas interesantes (lo bueno de los técnicos es que este tipo de historias absurdas parecen interesante, al contrario de mis lectores que seguramente se han ahorcado todos con sus cables DVI). Curiosamente, a ninguno de ellos se le ocurrió preguntarme: "oye, tú monitor nuevo no tendrá salida HDMI, ¿verdad? Porque entonces con comprar un cable HDMI, todo arreglado". Que por cierto es lo que finalmente he hecho. Se me ocurrió en el coche de camino a casa. El otro monitor lo solucioné con un cable VGA-DVI que me evita la pérdida de señal de un adaptador (el cable cuesta más o menos lo mismo que el adaptador). Desde el principio me pareció muy poco elegante conectar los dos monitores mediante adaptadores, pero no se me ocurrió que la solución fuera tan sencilla. Bueno, eso y que un par de técnicos me dijo que no se podía.
Así que finalmente, tengo un equipo con dos monitores y un escritorio enorme. Seguramente solo lo utilice para ver Futurama mientras escribo posts -como estoy haciendo ahora-, pero ha sido divertido. Si alguien ha llegado hasta aquí, que me perdone la brasa, pero es que necesitaba soltarlo. Que conste que me la he guardado hasta hoy para leerla en frío y asegurarme de que no era infumable. Lo era, pero os vais a tener que aguantar, con todo esto no me ha dado tiempo a escribir otra cosa...
lunes, 8 de febrero de 2010
Avatar: la crítica (vale, no he podido evitar hacerla yo también)
Intro
Bueno, ya he visto avatar. Como todo el mundo, al parecer. Y como todo el mundo que la ha visto (y tiene blog) voy a colgar mi crítica. Eso si, como yo soy muy majo y no quiero aburrir a la gente con un post larguísimo sobre el tema, hay una versión cortita para impacientes:
Avatar tiene dos problemas. El 3D y el 3D. Y me explico.
El 3D (la animación)
Avatar es un film con una gran parte del metraje interpretado por animaciones de ordenador, esto es, hecha con 3D. Antes una película podía ser de animación, pero era 2D (como las antiguas películas de Disney). Después los ordenadores mejoraron y empezaron a diseñar la animación en 3D (el mejor ejemplo de esto siempre ha sido Pixar).
En Avatar mezclan la imagen real con unos personajes enteramente digitales. Lo que pasa es que son raros. Es cierto que están muy conseguidos, pero son raros. No puedo evitar que el diseño no me guste. Y en la mayoría de los casos no me importaba mucho porque no conocía a los actores, pero ver una versión caricaturizada digitalmente de Sigorney Weaver me sacaba de la película todo el tiempo. ¿Y qué es eso de que tengan pechos? Tienen un USB rarísimo con el que se pueden conectar a las plantas (supongo que en Avatar 2 tendrán wi-fi, al menos) pero las mujeres tienen pechos. Llámame raro, pero la idea de alienígenas dando de mamar me da escalofríos. Y ¿por qué montan en caballitos de mar? Están fuera del agua, por el amor de dios. ¿Es tan difícil imaginarse una montura que no parezca un caballo raro? Bueno, supongo que si, diseñar ciencia ficción es un desafío, por eso hay pocos que lo hagan bien.
A mí personalmente me gusta mucho el diseño por ordenador. Pero es muy difícil hacerlo bien. El mundo está lleno de buenos dibujantes y de grandes informáticos, pero hasta hace muy poco no ha aparecido gente capaz de hacer las dos cosas bien. Cuando ves un gran diseño por ordenador, realmente lo aprecias. O no, porque en muchos casos no te das cuenta, a no ser que seas un experto. En Avatar, se ve. Los colores son chillones, los diseños son estrambóticos, todo busca la espectacularidad. Nadie ha tratado de ser sobrio o realista. Quieren que se note. Y en mi opinión, se nota hasta la molestia.
(sobre este tipo de diseños de animales imaginarios, pero bien hechos, recomiendo encarecidamente el documental Futuro Salvaje que recuerdo que me impactó mucho en su momento por lo sorprendente de los animales que inventa; creíbles precisamente por lo raros que son)
El 3D (la experiencia)
En primer lugar, están las gafas. ¿Quién las ha diseñado? Es que está todo mal. Son incómodas, son grandes y lo que es peor, el cristal es pequeño. Todo el que haya llevado gafas sabe que es importante que no molesten. Vale, al final te compras unas que te sienten bien y confías en acostumbrarte, pero es que estas son para usarlas dentro de un cine. Nadie te va a ver con ellas. La montura debería ser ligera y sobretodo el cristal debería ser más grande. Para que no veas las gafas (mis gafas de sol son mucho mejores, quizás debería darle en nombre del fabricante a Cameron). No me sirve de nada estar en una experiencia inmersiva si todo el rato noto que estoy detrás de unos cristales. Es como ver el fondo marino desde el ojo de buey de un barco. No es como estar allí.
Luego está el uso que se les da. Yo me tiré los primeros cinco minutos tratando de limpiar mis lentes para no ver mi cara reflejada en ellas (no lo conseguí, la parte inferior estaba demasiado estropeada ya). No habían pasado diez minutos de metraje cuando recuerdo que pensé 'si esto funciona me terminaré comprando unas buenas para mi'. Bien, no creo que lo haga, porque realmente no creo que esto sea el futuro.
Después está lo de centrar la vista. Reconozco que es impresionante ver una nave llena de marines espaciales y poder centrar la vista en cada uno de ellos. Después de unos segundos piensas ¿hacia dónde tengo que mirar? Es raro. En una peli normal el director se encarga de que la vista vaya a donde él quiere que vaya, no trata de impresionarte con todo lo que puede captar. Vale, veo en 3D, gran cosa. Lo hago todo el tiempo. De hecho me fui a casa viendo en 3D gratis (y sin gafas).
Vale, reconozco que me he pasado un poco. En realidad esto solo me llamó la atención al principio, así que o dejó de molestarme o el director dejó de hacerlo (tendría que verla otra vez para saberlo). Y como ya he dicho al principio, al final la peli me gustó. Pero eso si, fue a pesar del 3D. Recuerdo haber pensado que me hubiera gustado igual sin eso. Y si no, es que la peli está mal. Me encantaría ver Gran Torino en 3D para ver en que mejora. Sospecho que perdería bastante.
La mayor parte del metraje está protagonizado por un bicho grande y azul que responde al nombre de Sully. El mono de la documentación dice que es este, aunque a mí no me suena que tuviera tanto pelo...
Avatar, la película.
Se ha dicho mucho de que la peli no es original. Que es una mezcla de cosas. Y siempre se menciona Pocahontas, por cierto. Vale, es verdad, no es demasiado original, pero ¿cuál lo es? Decían lo mismo de Star Wars cuando se estrenó, y yo sigo necesitando verla regularmente.
Curiosamente el mensaje ecologista, que es lo más difícil de colar (cuando una peli trata de trasmitir un mensaje, lo más probable es que sea mala) está bien hecho y cuela. En la batalla final yo estaba pensando todo el rato 'están pisando la hierba, lo van a destrozar todo'. Consiguen que los tíos con ametralladoras enormes y helicópteros espectaculares no molen nada. Y eso es todo un logro.
Para mí el problema está en el metraje. Es larga. Sin el artificio del 3D (la experiencia) te darías cuenta en seguida, pero te entretienen con eso mientras la trama arranca muy lentamente. A parte de eso la película no está mal, al final incluso se anima. Eso si, para una película de unos 300 millones de dólares, me parece que no es demasiado.
Un apunte: el detalle del dragón tuneado con llamas realmente me cautivó. Es tan ridículo que es chulo (aunque no sabría decir por qué, me venía todo el rato a la cabeza el coche del malo de Grease...)
Bueno, ya he visto avatar. Como todo el mundo, al parecer. Y como todo el mundo que la ha visto (y tiene blog) voy a colgar mi crítica. Eso si, como yo soy muy majo y no quiero aburrir a la gente con un post larguísimo sobre el tema, hay una versión cortita para impacientes:
al final me ha molado. Aunque tampoco es para tanto.
Avatar tiene dos problemas. El 3D y el 3D. Y me explico.
El 3D (la animación)
Avatar es un film con una gran parte del metraje interpretado por animaciones de ordenador, esto es, hecha con 3D. Antes una película podía ser de animación, pero era 2D (como las antiguas películas de Disney). Después los ordenadores mejoraron y empezaron a diseñar la animación en 3D (el mejor ejemplo de esto siempre ha sido Pixar).
En Avatar mezclan la imagen real con unos personajes enteramente digitales. Lo que pasa es que son raros. Es cierto que están muy conseguidos, pero son raros. No puedo evitar que el diseño no me guste. Y en la mayoría de los casos no me importaba mucho porque no conocía a los actores, pero ver una versión caricaturizada digitalmente de Sigorney Weaver me sacaba de la película todo el tiempo. ¿Y qué es eso de que tengan pechos? Tienen un USB rarísimo con el que se pueden conectar a las plantas (supongo que en Avatar 2 tendrán wi-fi, al menos) pero las mujeres tienen pechos. Llámame raro, pero la idea de alienígenas dando de mamar me da escalofríos. Y ¿por qué montan en caballitos de mar? Están fuera del agua, por el amor de dios. ¿Es tan difícil imaginarse una montura que no parezca un caballo raro? Bueno, supongo que si, diseñar ciencia ficción es un desafío, por eso hay pocos que lo hagan bien.
A mí personalmente me gusta mucho el diseño por ordenador. Pero es muy difícil hacerlo bien. El mundo está lleno de buenos dibujantes y de grandes informáticos, pero hasta hace muy poco no ha aparecido gente capaz de hacer las dos cosas bien. Cuando ves un gran diseño por ordenador, realmente lo aprecias. O no, porque en muchos casos no te das cuenta, a no ser que seas un experto. En Avatar, se ve. Los colores son chillones, los diseños son estrambóticos, todo busca la espectacularidad. Nadie ha tratado de ser sobrio o realista. Quieren que se note. Y en mi opinión, se nota hasta la molestia.
(sobre este tipo de diseños de animales imaginarios, pero bien hechos, recomiendo encarecidamente el documental Futuro Salvaje que recuerdo que me impactó mucho en su momento por lo sorprendente de los animales que inventa; creíbles precisamente por lo raros que son)
El 3D (la experiencia)
En primer lugar, están las gafas. ¿Quién las ha diseñado? Es que está todo mal. Son incómodas, son grandes y lo que es peor, el cristal es pequeño. Todo el que haya llevado gafas sabe que es importante que no molesten. Vale, al final te compras unas que te sienten bien y confías en acostumbrarte, pero es que estas son para usarlas dentro de un cine. Nadie te va a ver con ellas. La montura debería ser ligera y sobretodo el cristal debería ser más grande. Para que no veas las gafas (mis gafas de sol son mucho mejores, quizás debería darle en nombre del fabricante a Cameron). No me sirve de nada estar en una experiencia inmersiva si todo el rato noto que estoy detrás de unos cristales. Es como ver el fondo marino desde el ojo de buey de un barco. No es como estar allí.
Luego está el uso que se les da. Yo me tiré los primeros cinco minutos tratando de limpiar mis lentes para no ver mi cara reflejada en ellas (no lo conseguí, la parte inferior estaba demasiado estropeada ya). No habían pasado diez minutos de metraje cuando recuerdo que pensé 'si esto funciona me terminaré comprando unas buenas para mi'. Bien, no creo que lo haga, porque realmente no creo que esto sea el futuro.
Después está lo de centrar la vista. Reconozco que es impresionante ver una nave llena de marines espaciales y poder centrar la vista en cada uno de ellos. Después de unos segundos piensas ¿hacia dónde tengo que mirar? Es raro. En una peli normal el director se encarga de que la vista vaya a donde él quiere que vaya, no trata de impresionarte con todo lo que puede captar. Vale, veo en 3D, gran cosa. Lo hago todo el tiempo. De hecho me fui a casa viendo en 3D gratis (y sin gafas).
Vale, reconozco que me he pasado un poco. En realidad esto solo me llamó la atención al principio, así que o dejó de molestarme o el director dejó de hacerlo (tendría que verla otra vez para saberlo). Y como ya he dicho al principio, al final la peli me gustó. Pero eso si, fue a pesar del 3D. Recuerdo haber pensado que me hubiera gustado igual sin eso. Y si no, es que la peli está mal. Me encantaría ver Gran Torino en 3D para ver en que mejora. Sospecho que perdería bastante.
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Avatar, la película.
Se ha dicho mucho de que la peli no es original. Que es una mezcla de cosas. Y siempre se menciona Pocahontas, por cierto. Vale, es verdad, no es demasiado original, pero ¿cuál lo es? Decían lo mismo de Star Wars cuando se estrenó, y yo sigo necesitando verla regularmente.
Curiosamente el mensaje ecologista, que es lo más difícil de colar (cuando una peli trata de trasmitir un mensaje, lo más probable es que sea mala) está bien hecho y cuela. En la batalla final yo estaba pensando todo el rato 'están pisando la hierba, lo van a destrozar todo'. Consiguen que los tíos con ametralladoras enormes y helicópteros espectaculares no molen nada. Y eso es todo un logro.
Para mí el problema está en el metraje. Es larga. Sin el artificio del 3D (la experiencia) te darías cuenta en seguida, pero te entretienen con eso mientras la trama arranca muy lentamente. A parte de eso la película no está mal, al final incluso se anima. Eso si, para una película de unos 300 millones de dólares, me parece que no es demasiado.
Un apunte: el detalle del dragón tuneado con llamas realmente me cautivó. Es tan ridículo que es chulo (aunque no sabría decir por qué, me venía todo el rato a la cabeza el coche del malo de Grease...)
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martes, 21 de abril de 2009
An de winer is... el Nokia 5800
Recientemente -bueno, pero poco- hice una entrada sobre el teléfono que me quería comprar, así que me temo que ahora toca que haga otra sobre el que finalmente me he comprado. Me gustaría darle algo de emoción a la cosa, pero teniendo en cuenta que ya lo he puesto en el título, la verdad es que me parece innecesario. De todas formas no voy ha hacer una reseña al uso, básicamente porque me parece que este no es el blog adecuado para ello. El teléfono que me ha convertido en objeto de deseo de amigos y compañeros de trabajo -bueno, ya lo era, pero antes era solo por mi cuerpo- es este:
Finalmente ha sido el iPhone de Nokia. La verdad es que a priori cumple pocos de los requisitos que me había señalado para mi nuevo teléfono, pero con todo tengo que decir que me ha sorprendido mucho. En primer lugar, mi primera pega era la pantalla. Yo no iba buscando una pantalla táctil, de hecho lo que buscaba fundamentalmente era un teclado -qwerty- físico. Sin embargo tengo que decir que su funcionamiento es excepcional. Mi única experiencia con este tipo de teclados se había limitado a trastear algo con el Samsung F480, con el que por algún motivo no consigo entenderme. El tipo de tecnología táctil utilizada (no me hagáis explicarlo) te hace caso cuando lo tocas con las yemas, pero no con las uñas, y no permite el uso de puntero, con lo que finalmente siempre termino no marcando lo que yo quiero. El terminal de Nokia, por su parte, permite el uso de las uñas, de los dedos, de puntero (incluido), de un portaminas (lo he probado)... en fin, de lo que sea. Además siempre permite cambiar con sencillez entre cuatro tipos de escritura: qwerty a pantalla completa (para mí el mejor), miniqwerty (hace falta puntería con el puntero, pero permite seguir viendo la pantalla como cuando navegas por internet), teclado convencional (ideal para escribir cosas breves y rápidas o para marcar números) y reconocimiento de escritura (reconozco que no he tenido la paciencia de aprender a usarlo, aunque se supone que es bastante personalizable).
Para mi gusto le falta una aplicación que permita escribir notas manuscritas tipo post-it, no me extrañaría que alguien imprementara un software así (en realidad veo innecesario que el teléfono entienda lo que escribo, con que lo anote yo tendría suficiente). Además el feed-back háptico (una leve vibración que indica que el móvil detecta que lo has tocado) es realmente eficaz, y facilita mucho el uso, sin esa sensación que acompaña a algunos de estos terminales táctiles de no saber si le has dado o no. Además de permitirte saber que cosas puedes cambiar tocándolas, como por ejemplo tocar el reloj en el menú principal para cambiar la hora o poner una alarma sin tener que acceder al menú correspondiente.
En lo que toca al sistema operativo, a mí personalmente me gusta. No puedo hablar de otros porque no he tenido la oportunidad de probarlos -por algún extraño motivo a mí no me mandan gratis los teléfonos para que los reseñe- pero no tengo ninguna pega con este. Supongo que el de Apple será fantástico y te dejará maravillado con su uso, aunque la mayoría de los mortales no estamos en disposición de pagarnos un iPhone. Por otra parte en algún sitio he oido decir que el de Apple no hace algunas cosas que uno espera de un teléfono normal desde hace mucho tiempo (como copiar y pegar texto o gestionar las llamadas entrantes y salientes) mientras que lo bueno del sistema operativo de Nokia es que todo el mundo lo sabe manejar ya (quien no ha tenido un Nokia). Lo primero no lo puedo asegurar, pero desde luego lo segundo es cierto.
También he escuchado que el terminal de Apple está pensado como un 'gancho' para la venta de aplicaciones. Sobre esto tengo que decir que parece que Nokia también ha aprendido, y que actualmente ya no es tan fácil instalar cualquier aplicación obtenida por internet. De hecho yo no he conseguido que funciones mi quickoffice -que se supone de descarga gratuita en la web de Nokia y que mi anterior teléfono traía ya instalado- sin pagar por ello. Me han dicho que esto se puede solucionar pidiendo un certificado -al parecer hay foros que lo gestionan- pero tengo entendido que esto es pecado y si lo haces vas al infierno, o algo, así que me temo que no voy a podercontarlo hacerlo.
Más cosas: los vídeos se ven fantásticos, lo que me hace plantearme que quizás cargue algunos para cuando esté aburrido en un atasco, cosa que en principio no pensaba hacer; la cámara es una caca -quien lo iba a decir del señor Zeiss- y no hablo del tamaño de las fotos, hablo de la sensibilidad a la luz, aunque no creo que la del iPhone sea mucho mejor con sólo 2Mpx (para mí 3 es el mínimo); el GPS no es lo mejor de mundo, pero es gratis (si no usas el asistido) y es realmente útil llevarlo en el bolsillo; el acceso a internet es fantástico, y rapidísimo si la red a la que te conectas lo permite; y la batería dura años, lo que es estupendo si no quieres tener que ir enchufándolo en todas partes para no quedarte fuera de línea.
En conclusión: no serás tan guay como si llevaras un iPhone en el bolsillo, pero la gente tampoco te mirará como un nerd obsesionado con conseguir la última tontería tecnológica y gastándote muchísimo dinero en ello. Me parece que me he reconciliado con Nokia.
Finalmente ha sido el iPhone de Nokia. La verdad es que a priori cumple pocos de los requisitos que me había señalado para mi nuevo teléfono, pero con todo tengo que decir que me ha sorprendido mucho. En primer lugar, mi primera pega era la pantalla. Yo no iba buscando una pantalla táctil, de hecho lo que buscaba fundamentalmente era un teclado -qwerty- físico. Sin embargo tengo que decir que su funcionamiento es excepcional. Mi única experiencia con este tipo de teclados se había limitado a trastear algo con el Samsung F480, con el que por algún motivo no consigo entenderme. El tipo de tecnología táctil utilizada (no me hagáis explicarlo) te hace caso cuando lo tocas con las yemas, pero no con las uñas, y no permite el uso de puntero, con lo que finalmente siempre termino no marcando lo que yo quiero. El terminal de Nokia, por su parte, permite el uso de las uñas, de los dedos, de puntero (incluido), de un portaminas (lo he probado)... en fin, de lo que sea. Además siempre permite cambiar con sencillez entre cuatro tipos de escritura: qwerty a pantalla completa (para mí el mejor), miniqwerty (hace falta puntería con el puntero, pero permite seguir viendo la pantalla como cuando navegas por internet), teclado convencional (ideal para escribir cosas breves y rápidas o para marcar números) y reconocimiento de escritura (reconozco que no he tenido la paciencia de aprender a usarlo, aunque se supone que es bastante personalizable).
Para mi gusto le falta una aplicación que permita escribir notas manuscritas tipo post-it, no me extrañaría que alguien imprementara un software así (en realidad veo innecesario que el teléfono entienda lo que escribo, con que lo anote yo tendría suficiente). Además el feed-back háptico (una leve vibración que indica que el móvil detecta que lo has tocado) es realmente eficaz, y facilita mucho el uso, sin esa sensación que acompaña a algunos de estos terminales táctiles de no saber si le has dado o no. Además de permitirte saber que cosas puedes cambiar tocándolas, como por ejemplo tocar el reloj en el menú principal para cambiar la hora o poner una alarma sin tener que acceder al menú correspondiente.
En lo que toca al sistema operativo, a mí personalmente me gusta. No puedo hablar de otros porque no he tenido la oportunidad de probarlos -por algún extraño motivo a mí no me mandan gratis los teléfonos para que los reseñe- pero no tengo ninguna pega con este. Supongo que el de Apple será fantástico y te dejará maravillado con su uso, aunque la mayoría de los mortales no estamos en disposición de pagarnos un iPhone. Por otra parte en algún sitio he oido decir que el de Apple no hace algunas cosas que uno espera de un teléfono normal desde hace mucho tiempo (como copiar y pegar texto o gestionar las llamadas entrantes y salientes) mientras que lo bueno del sistema operativo de Nokia es que todo el mundo lo sabe manejar ya (quien no ha tenido un Nokia). Lo primero no lo puedo asegurar, pero desde luego lo segundo es cierto.
También he escuchado que el terminal de Apple está pensado como un 'gancho' para la venta de aplicaciones. Sobre esto tengo que decir que parece que Nokia también ha aprendido, y que actualmente ya no es tan fácil instalar cualquier aplicación obtenida por internet. De hecho yo no he conseguido que funciones mi quickoffice -que se supone de descarga gratuita en la web de Nokia y que mi anterior teléfono traía ya instalado- sin pagar por ello. Me han dicho que esto se puede solucionar pidiendo un certificado -al parecer hay foros que lo gestionan- pero tengo entendido que esto es pecado y si lo haces vas al infierno, o algo, así que me temo que no voy a poder
Más cosas: los vídeos se ven fantásticos, lo que me hace plantearme que quizás cargue algunos para cuando esté aburrido en un atasco, cosa que en principio no pensaba hacer; la cámara es una caca -quien lo iba a decir del señor Zeiss- y no hablo del tamaño de las fotos, hablo de la sensibilidad a la luz, aunque no creo que la del iPhone sea mucho mejor con sólo 2Mpx (para mí 3 es el mínimo); el GPS no es lo mejor de mundo, pero es gratis (si no usas el asistido) y es realmente útil llevarlo en el bolsillo; el acceso a internet es fantástico, y rapidísimo si la red a la que te conectas lo permite; y la batería dura años, lo que es estupendo si no quieres tener que ir enchufándolo en todas partes para no quedarte fuera de línea.
En conclusión: no serás tan guay como si llevaras un iPhone en el bolsillo, pero la gente tampoco te mirará como un nerd obsesionado con conseguir la última tontería tecnológica y gastándote muchísimo dinero en ello. Me parece que me he reconciliado con Nokia.
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jueves, 26 de marzo de 2009
Cambiar de teléfono es fácil si sabes cómo
Advertencia: este es uno de esos post sobre tecnología que aburre a mis lectores y horroriza a la gente que de verdad entiende de tecnología que entra por google. Se recomienda encarecidamente a todo el mundo no leerlo. Luego que nadie diga que no lo he avisado.
Me quiero cambiar de teléfono. De móvil, obviamente, los otros al parecer no se los cambia nadie mientras funcionen. Curioso ¿no?. Actualmente tengo el conocido Nokia N70 que ya me empieza a parecer como muy del pasado y me apetece algo más moderno. Además, la verdad es que este no me ha acabado nunca de convencer. Es que me lo compré pensando que lo podría utilizar para algunas de las cosas que hace -que son muchísimas- pero luego que resulta que las hace todas mal. Hace malas fotos, el reproductor de mp3 es patético -y no sirve para escuchar podcast, que es algo que yo hago mucho- la agenda es muy mejorable, los accesos directos son menos configurables que en el anterior nokia que tuve -y no se pueden borrar los de accesos a internet, que francamente, no los quiero para nada. Y encima es que es lennnnto. Pero para todo. Para abrir un archivo, para cambiar de tema, para arrancar una aplicación... ¿De que sirve un teléfono capaz de leer archivo de Word y PDF's si tarda horas en navegar por ellos? -y poder llevar apuntes conmigo a todas partes fue lo que me decidió por un terminal así de voluminoso, que en su momento lo normal eran teléfonos más pequeños. La verdad es que lo único que se puede decir en su favor es que es resistente. No hay manera de que se rompa el jodío. Y mira que se me cae veces. Algunas incluso accidentalmente. Pero nada, no hay manera de que se rompa. Finalmente he decidido buscar un aparato que lo sustituya entre la abundante oferta actual. Deseadme suerte.
Mi viejo Nokia N70. Bueno, uno como el mío, que el mío está bastante más cascado, pero viene a ser igual. Pensé que la tapa de la cámara -esa parte clara de detrás- sería lo primero que se rompería, pero tengo que reconocer que ha aguantado bien.
Ahora empieza la fiesta. Cambiar de teléfono debería ser sencillo, la gente lo hace constantemente. Pero claro, estamos hablando de mí. Esto quiere decir que hasta que no consiga algo extraordinariamente caro que haga un montón de cosas que no voy a utilizar nunca, no me quedaré satisfecho. Bueno, establezcamos las prioridades. Como a menudo tengo que estudiar y mis apuntes ocupan mucho espacio -ser opositor es duro, y a menudo los opositores tienen pesadillas en las que se quedan aislados en medio de la nieve sin nada para estudiar-, la opción de digitalizarlos y llevarlos encima es un viejo sueño al que no he renunciado del todo, así que el nuevo terminal tiene que manejar con fluidez -y esta vez de verdad- archivos de word de gran tamaño -hablo de la ley de procedimiento y cosas así, no de una lista de la compra. Como me gusta subrayar sobre el documento -léase modificar formato-, lo lógico sería que no solo leyera word, sino que también lo editara. Y como esos archivos los paso por el loquendo para escucharlos en audio cuando no puedo leerlos -si, ya se que estoy enfermo; yo es que cuando estudio, estudio-, necesitaría que fuera capaz de manejar bien archivos de audio de más de una hora -no creo que fuera a dejar de usar mi ipod, pero así no tendría que cargarlo con apuntes y lo podría gastar solo para música y podcasts. Obviamente para editar con comodidad textos lo ideal sería que tuviera un teclado completo -qwerty-. Es que odio escribir con un teclado numérico. También necesito una pantalla de un tamaño razonable como para poder leer sin dejarme los ojos, claro. Además de eso, como tengo una memoria de pez, me gustaría que tuviera un buen organizador y así me evito tener que llevar una agenda en formato árboles muertos. Y claro, un bloc de notas para anotar las ideas para mis posts, planes de dominación mundial, y ese tipo de cosas, eso lo doy por supuesto. Luego, ya que tenemos una buena pantalla estaría bien que tuviese capacidad de reproducir archivos multimedia, que siempre va bien tener algún monólogo de Berto para ver en la sala de espera del dentista. Y por supuesto radio, por si algún día vuelven Gomaespuma. Y GPS, que nunca viene mal, especialmente a mí que me pierdo en un pasillo y en el coche no tengo. Por supuesto cámara de fotos, que aunque no haga fotos de una gran calidad -si quieres eso te compras una cámara de verdad , aunque luego como son grandes que te c*g*s no la llevas nunca encima y al final es como no tenerla-, que te permita hacer fotos de cumpleaños, amigos en situaciones comprometidas y esas cosas. Y no planeo usarlo para navegar por internet, pero mira, si pudiera ser con wi-fi poder conectarme en redes abiertas en alguna emergencia... Vale, creo que eso es todo. Bueno, si sirviera para hacer llamadas y mensajes y eso ya sería fabuloso. Por supuesto todo esto lo quiero en un tamaño que sea cómodo de llevar en un bolsillo, que no es cuestión de que tenga que llenarme la mochila con ella.
(Antes de que alguien diga que lo que yo necesito es un portátil, que sepa que ya lo sé -me estoy conteniendo para no pillarme un netbook; lo que pasa es que cuando dejo el PC del trabajo cojo el de casa, así que solo podría usarlo durante el trayecto, y aunque creo que ahora mismo hay un vacío legal, estoy seguro de que antes o después prohibiran editar documentos de Word mientras se conduce; en cualquier caso digamos que el peso adicional en mi mochila no compensaría el uso que le iba a dar.)
Pues voy a sorprenderos: ese aparato no existe. Aunque da igual, porque si existiera solo podrías adquirirlo siendo rico o autónomo -dos cosas que habitualmente son opuestas. Al parecer para las operadoras de telefonía es muy importante que puedas mandar mensajes multimedia y hacer videollamadas (algo que a la gente le apasiona; ¿quién no realiza al menos una videollamada al día? yo no hay día que no haga dos o tres...), pero si lo que quieres es un teléfono con teclado o eres un alto ejecutivo y lo tienes gratis (lo de los puntos en las empresas es escandaloso; hay gente que se cambia de terminal antes de saber como funciona), o eres fontanero y te lo subvencionan (y si hay algo que necesita un fontanero es un teléfono con conexión permanente a internet; con todos los respetos a ese gran colectivo de profesionales que cumple la labor social de enseñarnos el culo mientras nos arreglan las cañerías), o eres un pervertido de la peor clase y mereces la muerte o adquirirlo libre, lo que es casi peor.
Al parecer en el mercado hay básicamente dos tipos de smartphones (no, no me voy a poner a explicar lo que significa) los que tienen teclado completo, y los que tienen capacidades multimedia. No soy un experto, pero sospecho que por motivos tradicionales -léase Blackberry- los que tienen teclado completo se orientan a un pequeño grupo de gente que está enviando y recibiendo e-mails a toda hora, así que no tienen tiempo de hacer fotos o ver vídeos. Además Blackberry en concreto parece odiar al inventor del wi-fi, así que si quieres conectarte a internet -aunque sea ocasionalmente- no vale con que te tomes un café en un Starbucks, tienes que pagar la conexión. Eres un alto ejecutivo y conduces un Porsche, ¿por qué te iba a importar pagar la conexión?. Por otro lado tenemos 'el efecto iPhone' con sus terminales sin teclado físico capaces de hacer un montón de cosas molonas multimedia -excepto quizás hacer fotos; al parecer la cámara del iphone apesta- y que no suelen tener teclado en absoluto. Las teclas son algo del pasado ¿quién las necesita?.
Entre ambos grupos, parece que comienza a aparecer un grupo intermedio de terminales multimedia con teclado deslizante, algunos de ellos incluso con pantalla táctil. Lamentablemente por lo que he podido investigar sobre ellos o: a) son carísimos, b) no acaban de funcionar bien, o c) son tan nuevos que nadie los ha analizado todavía. Un ejemplo de este tipo podría ser el Sony Ericsson Xperia (concretamente de la categoría b, aunque también de la a).
Otro ejemplo sería el HTC s740. Por ahora no hay muchos más. Que se puedan comprar, al menos. Aunque ya llegaré a eso.
De los conocidos creadores de la Diamond, aunque sin pantalla táctil. A mí personalmente lo de la pantalla táctil es lo único que no me preocupa, y mira que me preocupan cosas. No me diréis que no es una monada. Pues te vas a la tienda a preguntar por un HTC y ¿a que no adivináis que tienen? La Diamond. No se por qué HTC se molesta en fabricar más terminales. De hecho también hay una Diamond con teclado completo -me da escalofríos imaginar lo que costará- pero tampoco está en ningún sitio. Pues conozco a dos personas que han tenido la Diamond y se han deshecho de ella, aunque esto no se si esto es representativo (al parecer lo peor es la duración de la batería, aunque parece que tampoco es sencilla de manejar).
El HTC Diamond. Una monada, aunque las críticas no son tan buenas como uno podría esperar de un terminal tan caro.
"No pasa nada, llamo a mi operador (Vodaphone) y que me informen de qué terminales con teclado completo puedo adquirir", pienso. "La Storm y la Pearl", me contestan. A pesar de mi insistencia no conseguí sacar a la chica de su error. Estos terminales de Blackberry son precisamente los únicos que no tienen teclado completo. La Storm es táctil (con tecnología háptica, que cuando presionas la pantalla da sensación de presionar un botón, pero que no parece acabar de responder bien, sobre todo en los botones laterales) y la Pearl tiene dos letras por tecla, lo que no la hace tan distinta de un teclado de móvil convencional.
¿Sabéis que es lo peor de todo? Os he mentido cuando he dicho que no existe lo que yo busco. Siendo algo tolerantes respecto al tamaño (y la radio), tenemos la Blackberry curve 8900.
Al parecer se trata de un intento de Blackberry de unir ambos mundos y por lo que he leído en todas partes con notable éxito. ¡Si incluso tiene wi-fi!. Una maravilla. ¿El precio? Es lo mejor. Es gratis. Solo tienes que encontrar a un ejecutivo o a un autónomo con una y arráncarsela de sus fríos dedos muertos... porque comprarla no vas a poder (en algún sitio he leído que estaba libre en The Phone House por 400€, aunque no parece que sea así).
Menudo tocho ¿verdad?. Pues tendría que hacer una segunda parte, porque que yo sepa no he dicho que teléfono me he comprado al final...
Me quiero cambiar de teléfono. De móvil, obviamente, los otros al parecer no se los cambia nadie mientras funcionen. Curioso ¿no?. Actualmente tengo el conocido Nokia N70 que ya me empieza a parecer como muy del pasado y me apetece algo más moderno. Además, la verdad es que este no me ha acabado nunca de convencer. Es que me lo compré pensando que lo podría utilizar para algunas de las cosas que hace -que son muchísimas- pero luego que resulta que las hace todas mal. Hace malas fotos, el reproductor de mp3 es patético -y no sirve para escuchar podcast, que es algo que yo hago mucho- la agenda es muy mejorable, los accesos directos son menos configurables que en el anterior nokia que tuve -y no se pueden borrar los de accesos a internet, que francamente, no los quiero para nada. Y encima es que es lennnnto. Pero para todo. Para abrir un archivo, para cambiar de tema, para arrancar una aplicación... ¿De que sirve un teléfono capaz de leer archivo de Word y PDF's si tarda horas en navegar por ellos? -y poder llevar apuntes conmigo a todas partes fue lo que me decidió por un terminal así de voluminoso, que en su momento lo normal eran teléfonos más pequeños. La verdad es que lo único que se puede decir en su favor es que es resistente. No hay manera de que se rompa el jodío. Y mira que se me cae veces. Algunas incluso accidentalmente. Pero nada, no hay manera de que se rompa. Finalmente he decidido buscar un aparato que lo sustituya entre la abundante oferta actual. Deseadme suerte.
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Ahora empieza la fiesta. Cambiar de teléfono debería ser sencillo, la gente lo hace constantemente. Pero claro, estamos hablando de mí. Esto quiere decir que hasta que no consiga algo extraordinariamente caro que haga un montón de cosas que no voy a utilizar nunca, no me quedaré satisfecho. Bueno, establezcamos las prioridades. Como a menudo tengo que estudiar y mis apuntes ocupan mucho espacio -ser opositor es duro, y a menudo los opositores tienen pesadillas en las que se quedan aislados en medio de la nieve sin nada para estudiar-, la opción de digitalizarlos y llevarlos encima es un viejo sueño al que no he renunciado del todo, así que el nuevo terminal tiene que manejar con fluidez -y esta vez de verdad- archivos de word de gran tamaño -hablo de la ley de procedimiento y cosas así, no de una lista de la compra. Como me gusta subrayar sobre el documento -léase modificar formato-, lo lógico sería que no solo leyera word, sino que también lo editara. Y como esos archivos los paso por el loquendo para escucharlos en audio cuando no puedo leerlos -si, ya se que estoy enfermo; yo es que cuando estudio, estudio-, necesitaría que fuera capaz de manejar bien archivos de audio de más de una hora -no creo que fuera a dejar de usar mi ipod, pero así no tendría que cargarlo con apuntes y lo podría gastar solo para música y podcasts. Obviamente para editar con comodidad textos lo ideal sería que tuviera un teclado completo -qwerty-. Es que odio escribir con un teclado numérico. También necesito una pantalla de un tamaño razonable como para poder leer sin dejarme los ojos, claro. Además de eso, como tengo una memoria de pez, me gustaría que tuviera un buen organizador y así me evito tener que llevar una agenda en formato árboles muertos. Y claro, un bloc de notas para anotar las ideas para mis posts, planes de dominación mundial, y ese tipo de cosas, eso lo doy por supuesto. Luego, ya que tenemos una buena pantalla estaría bien que tuviese capacidad de reproducir archivos multimedia, que siempre va bien tener algún monólogo de Berto para ver en la sala de espera del dentista. Y por supuesto radio, por si algún día vuelven Gomaespuma. Y GPS, que nunca viene mal, especialmente a mí que me pierdo en un pasillo y en el coche no tengo. Por supuesto cámara de fotos, que aunque no haga fotos de una gran calidad -si quieres eso te compras una cámara de verdad , aunque luego como son grandes que te c*g*s no la llevas nunca encima y al final es como no tenerla-, que te permita hacer fotos de cumpleaños, amigos en situaciones comprometidas y esas cosas. Y no planeo usarlo para navegar por internet, pero mira, si pudiera ser con wi-fi poder conectarme en redes abiertas en alguna emergencia... Vale, creo que eso es todo. Bueno, si sirviera para hacer llamadas y mensajes y eso ya sería fabuloso. Por supuesto todo esto lo quiero en un tamaño que sea cómodo de llevar en un bolsillo, que no es cuestión de que tenga que llenarme la mochila con ella.
(Antes de que alguien diga que lo que yo necesito es un portátil, que sepa que ya lo sé -me estoy conteniendo para no pillarme un netbook; lo que pasa es que cuando dejo el PC del trabajo cojo el de casa, así que solo podría usarlo durante el trayecto, y aunque creo que ahora mismo hay un vacío legal, estoy seguro de que antes o después prohibiran editar documentos de Word mientras se conduce; en cualquier caso digamos que el peso adicional en mi mochila no compensaría el uso que le iba a dar.)
Pues voy a sorprenderos: ese aparato no existe. Aunque da igual, porque si existiera solo podrías adquirirlo siendo rico o autónomo -dos cosas que habitualmente son opuestas. Al parecer para las operadoras de telefonía es muy importante que puedas mandar mensajes multimedia y hacer videollamadas (algo que a la gente le apasiona; ¿quién no realiza al menos una videollamada al día? yo no hay día que no haga dos o tres...), pero si lo que quieres es un teléfono con teclado o eres un alto ejecutivo y lo tienes gratis (lo de los puntos en las empresas es escandaloso; hay gente que se cambia de terminal antes de saber como funciona), o eres fontanero y te lo subvencionan (y si hay algo que necesita un fontanero es un teléfono con conexión permanente a internet; con todos los respetos a ese gran colectivo de profesionales que cumple la labor social de enseñarnos el culo mientras nos arreglan las cañerías), o eres un pervertido de la peor clase y mereces la muerte o adquirirlo libre, lo que es casi peor.
Al parecer en el mercado hay básicamente dos tipos de smartphones (no, no me voy a poner a explicar lo que significa) los que tienen teclado completo, y los que tienen capacidades multimedia. No soy un experto, pero sospecho que por motivos tradicionales -léase Blackberry- los que tienen teclado completo se orientan a un pequeño grupo de gente que está enviando y recibiendo e-mails a toda hora, así que no tienen tiempo de hacer fotos o ver vídeos. Además Blackberry en concreto parece odiar al inventor del wi-fi, así que si quieres conectarte a internet -aunque sea ocasionalmente- no vale con que te tomes un café en un Starbucks, tienes que pagar la conexión. Eres un alto ejecutivo y conduces un Porsche, ¿por qué te iba a importar pagar la conexión?. Por otro lado tenemos 'el efecto iPhone' con sus terminales sin teclado físico capaces de hacer un montón de cosas molonas multimedia -excepto quizás hacer fotos; al parecer la cámara del iphone apesta- y que no suelen tener teclado en absoluto. Las teclas son algo del pasado ¿quién las necesita?.
Entre ambos grupos, parece que comienza a aparecer un grupo intermedio de terminales multimedia con teclado deslizante, algunos de ellos incluso con pantalla táctil. Lamentablemente por lo que he podido investigar sobre ellos o: a) son carísimos, b) no acaban de funcionar bien, o c) son tan nuevos que nadie los ha analizado todavía. Un ejemplo de este tipo podría ser el Sony Ericsson Xperia (concretamente de la categoría b, aunque también de la a).
Otro ejemplo sería el HTC s740. Por ahora no hay muchos más. Que se puedan comprar, al menos. Aunque ya llegaré a eso.
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"No pasa nada, llamo a mi operador (Vodaphone) y que me informen de qué terminales con teclado completo puedo adquirir", pienso. "La Storm y la Pearl", me contestan. A pesar de mi insistencia no conseguí sacar a la chica de su error. Estos terminales de Blackberry son precisamente los únicos que no tienen teclado completo. La Storm es táctil (con tecnología háptica, que cuando presionas la pantalla da sensación de presionar un botón, pero que no parece acabar de responder bien, sobre todo en los botones laterales) y la Pearl tiene dos letras por tecla, lo que no la hace tan distinta de un teclado de móvil convencional.
¿Sabéis que es lo peor de todo? Os he mentido cuando he dicho que no existe lo que yo busco. Siendo algo tolerantes respecto al tamaño (y la radio), tenemos la Blackberry curve 8900.
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Menudo tocho ¿verdad?. Pues tendría que hacer una segunda parte, porque que yo sepa no he dicho que teléfono me he comprado al final...
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