Puede que ya no convivamos en el mismo espacio ni en el mismo tiempo, que nos hayamos perdido más allá de lo que imaginamos.
Pero sé que te encontraré en otro tiempo, en otra vida, porque las distancias son un mal menor que duelen cuando cambian las estaciones. Huesos rotos que no recordamos, heridas mal cosidas que sólo cerraron a medias.
Noches de insomnio que nunca se recuperan.
Personas y ciudades que sólo son atrezzo.
Destinos que no son nuestros.
Felicidad que no nos completa.
Universos de los que salir huyendo para zambullirse en otro para poder encontrarnos.
Materia que nos condena a ser casi materia.
Objetos.
Sólo cosas que me recuerdan que no he llegado aún a donde quiero llegar.