Boli, 1990
Cuando llegué a la Mili en noviembre del 89, rompí una racha creativa tremenda, de varios meses creando 6 o 7 obras diarias. La mili fue una ruptura total con la creación, una falta de libertad que me impedía crear. De ese año casi en blanco, conservo apenas dos o tres dibujos , un desnudo de espalda y esta pareja en un bar.