Violeta en Madrid

 Boli y rotulador, 2021

Apunte del natural que le hice a mi hija en el hotel Mydrid de Barajas, el pasado 8 de agosto mientras esperaba su plato de macarrones boloñesa.

Viajera de Bus

 Boli y rotulador, 2021

Viaje de 4 dias y 3 noches a un Madrid caluroso. Viaje atípico donde no hemos visto ninguna exposición, ni visitado lugares como la Venencia ni siquiera cogido el metro, lugar en el que siempre me ha encantado  dibujar. Mis dibujos de viajeros han sido desde el autobús urbano, en la línea 23 que nos llevaba desde San Fermín a la Plaza Mayor y vuelta. Ha sido un viaje diferente, de paseos por el centro y por el parque del Manzanares, sin bullas y con mucha tranquilidad y eso sí, como siempre, con la generosa y espléndida hospitalidad de Antonio y Mercedes.

Tejados de Madrid

Boli, rotulador y acuarela, 2020
De nuevo, dibujo virtual, esta vez de una vista de Madrid desde el tejado del teatro Real.

Plaza de San Miguel

Rotuladores, 2019
El primer dibujo terracero de este viaje madrileño en el puente andaluz, ha sido el de Cari dibujando a mi Violeta, que también dibujaba, en la madrileña plaza de san Miguel, con el famoso y carísimo Mercado al fondo a la derecha, como los servicios de toa la vida.

La Venencia

Acuarela y aguada de Parker, 2019
Vuelvo a dibujar mi querida Venencia madrileña muchos años después, un rincón con alma de Jerez en pleno centro  de la capital y la he vuelto a ver escondida en sus penumbras, con sus ricos contrastes de luces y sombras y su fuerte esencia sureña. Me ha encantado volver.

Metro de Madrid

Rotulador y aguada de Parker, 2017

Acordeón

Aguada y acuarela, 2017.
Apunte del natural de un músico ambulante tocando su acordeón a las puertas del palacio real de Madrid, el pasado lunes.

La Venencia 2

Aguada, 2010.
Aguada ayudada de trazos de rotulador, fechada el 26 de Junio de 2010, en el madrileño tabanco jerezano de La Venencia, sito en la calle José Echegaray y del que ya publiqué por aquellas fechas esta otra aguada,

La Venencia

Aguada de Tinta Parker sobre papel Manila, 31x24, 2010

Hay lugares que, a pesar de los años, mantienen intacto su encanto y su alma aunque sus dueños y camareros no posean ni siquiera un ápice de las cualidades del local y sean más bien sosos y rancios. Es el caso de la Venencia en Madrid, rincón jerezano en la capital, y cuya principal virtud es la de conservarse practicamente igual que hace 40 o 50 años , mantener fiel su filosofía vinatera y aunar su clientela fija con el aluvión de turistas extranjeros que a diario se embelesan con la solera de sus paredes y el polvo de sus botellas. Este ha sido el tercer viaje en el que me dejo caer en su barra y la primera vez que allí dibujo del natural unos apuntitos de mediodía, con el fuerte contraste de luz.

Músico callejero

Témpera sobre cartulina, 36x28, 2009

Los dos últimos fines de semanas han tenido algunos puntos de semejanza. Aunque el primero fuera seco, frío y madrileño y este último lluvioso y gaditano ambos comparten los recorridos de muchas tiendas y mercadillos en sendos ambientes muy navideños, apuntes de músicos callejeros y la sensación de ver mucha mierda y asquerosidades en los mercadillos del mañaneo del domingo. Tanto en el rastro de Madrid como en la Alameda Vieja de Jerez se asqueaba uno de ver tanto cachivache inutil, tanto objeto inservible puesto sin ningún pudor sobre una mesa o una manta. Sentí la sensación que tengo cuando visito las ventas de garajes americanas, donde la gente pone a la venta todo aquello que no le sirve y sin darte cuenta te vas metiendo dentro de sus miserias. Vender antes que tirar. La diferencia es que en los americanos lo venden todo a centavos o como mucho a un dolar o dos, y aquí la mierda más inutil vale un buen puñao de euros.

El músico que aparece en la imagen está sacado de un apuntito en el rastro de Madrid.

Frío

Témpera sobre cartulina, 30x11, 1996

Viaje familiar a Madrid este fin de semana para recoger a Angela y pasar un tiempo con la familia que allí vive. Viaje atípico, pues no visitamos ni la cuesta Moyano ni el jerezano tabanco de La Venencia, pero en nuestro céntrico recorrido, por un Madrid de ambiente demasiado navideño, degustamos el increible pincho de bacalao del Revuelta en Puerta Cerrada, un exquisito pulpo a la gallega cerca de la plaza mayor y las gambas a la plancha de La Paloma en la calle Toledo. Frío tremendo en el callejeo, lo que creíamos un fresquete aire serrano resultó ser una nueva ola de frío polar que nos congeló narices, orejas, dedos, ánimos e intenciones. Está visto que prefiero mil veces el agosto ecijano, con su calorcillo seco de 45 a la sombra que estos fríos norteños congeladores de ideas y pensamientos. Esta mañana en el rastro, con el entusiasmo bajo cero, veía libros, comics y objetos que en temperaturas normales me habrían interesado, pero los enfriamientos generales me hacían pasar de todo. El regreso a Jerez en el tren, un tanto accidentado por confundirnos de vagón y asientos y dar varias vueltas ante unos flamenquitos jerezanos que no paraban de jalear y palmear, con gran entusiasmo, el paso de nuestro equipaje de lunares.