2 amigas en terraza

 Témpera sobre cartón, 2023

 Obra basada en un apuntillo del natural que he realizado esta tarde en Sevilla, en la Plaza de la Encarnación, con las setas de fondo, aquí las he ignorado, y mientras tomaba un cafelito con Hielo con la familia.

Exposición en la taberna ánima 2002

 Artículo, 2002

Por estas fechas, hace 18 años, exponía mi obra en la taberna Ánima de Sevilla, un lugar lleno de encanto en el barrio de San Lorenzo. Era mi segunda exposición sevillana tras la que  hice en 1988 en la mítica Carbonería de Paco Lira. Recuerdo que también me hicieron una entrevista para Canal Sur, que a saber, onde andará,

Frutera ambulante

Fotografía virada en sepia. 1986
Foto tomada con mi Zenith desde la ventana del piso de Cari en Los pajaritos, popular barriada sevillana cuya calidad de vida ha ido degenerando con el tiempo pero a la que guardo mucho cariño por la cantidad de buenos recuerdos que me trae.

Mairena en Casa Pinto

Témpera sobre cartulina , 2018
Interpreto la parte central de una famosa y magnífica fotografía que la barcelonesa Colita tomó en 1969 en la taberna del Pinto, sita en la Campana sevillana, donde hoy se encuentra la administración de lotería regentada por herederos de Pepe Pinto y su mujer, Pastora, Niña de los Peines. En la foto Don Antonio toma un vino en compañía del dueño y en un segundo plano, un joven Chocolate de blanco conversa con  Curro Torres. Próximamente haré una versión de la imagen completa, en acrílico u óleo, pero de momento me quedo con la pose flamenca y tabernaria del genial cantaor de los alcores.

Las moradas

Rotuladores, 2018
Apunte del pasado sábado del interior del Bar Las moradas de Santa Teresa, en pleno barrio de Santa Cruz.

Bar Europa

Rotulador y acuarela, 2018
Apunte del natural de este mediodía en Sevilla del Bar Europa desde la terraza en la aledaña Plaza del Pan.

Estudio de Amalio

Rotulador, tinta y acuarela, 2018.
Apunte del natural desde el interior del estudio, hoy museo, del pintor Amalio, nuestro viejo y recordado profesor de dibujo, de su querida Giralda. Apunte realizado el pasado 24 de abril y acabado hoy, el dibujo de entonces quedó así.

Hospital de los venerables

Témpera sobre cartulina fabriano, 2018
Poniendo en práctica el taller de pintura en fondo negro, que he impartido esta mañana en la Facultad de Arquitectura de Sevilla. Pintada desde la azotea del Museo de Amalio García del Moral, viejo y entrañable profesor de nuestra facultad, bajo el primer sol de justicia de este año.

Vizcaino

Acuarela y rotulador, 2018
Apunte y mancha rápida del entrañable Vizcaíno, bareto de toda la vida en el  centro de la sevillana calle Feria, en el corazón del Jueves, lugar que frecuenté en una época de muy gratos recuerdos y al que me ha encantado volver para tomar una cervecilla y perpetuarlo para mi galería de bares con este dibujillo.

Cristo de la Miel

Acuarela y rotulador, 2017
Dibujo realizado el pasado mes de noviembre en el cementerio de Sevilla, cuando dibujé el mausoleo de Joselito de mi admirado Benlliure. El cristo recibe ese nombre y su plural, de las mieles, por un fallido milagro o más bien por un milagro de la naturaleza, que le hacía llorar lágrimas de miel en la canícula sevillana. Todo producido por un panal de abejas, creado en su oquedad y que el calor hacía salir por sus ojos y también por la comisura de su boca. A sus pies descansan los restos de su escultor, mi también admirado Antonio Susillo, suicidado dicen por un error cometido en los pies de su único cristo conocido.

Cementerio

Témpera y acuarela sobre cartulina, 2017,
La página 13 de mi cuaderno negro es hasta ahora, la única que está dibujada del natural, un apunte sobre fondo negro del camposanto sevillano realizado el pasado sábado, después de mi apunte del Cristo de las Mieles, de Antonio Susillo, sin mover mi asiento, me di la vuelta y dibujé una parte del bosque de cruces blancas entre cipreses verdes.

Mausoleo de Joselito

Aguada de Parker y rotulador, 2017.
Cuando estudiaba primero de Bellas Artes en Sevilla, muchos domingos me gustaba visitar el cementerio de San Fernando y allí encontrarme con el genial monumento que el escultor valenciano Mariano Benlliure modeló a la memoria del torero sevillano Joselito. Me encanta la fuerza de esa escultura, los gestos tristes y dolorosos, la expresividad de las manos, la armonía del conjunto, el contraste entre el mármol y el bronce. No me cansaba de admirarlo pero nunca lo dibujé, hasta ayer, que aprovechando una quedada de los Sketcher sevillanos, tuve la oportunidad. No dibujaba en un cementerio desde que en Mayo de 2010 hice algún dibujo en el Pere Lachaise de París.

Giralda y Fuente

Acuarela y rotulador, 2017.
2 apuntes del encuentro de hoy en la Plaza de la Virgen de los Reyes de Sevilla.

Jardines del Alcázar

Acuarela y rotulador, 2017.
Los jardines del Alcázar de Sevilla tienen para mí, un encanto especial pues fueron muchas las visitas que hice a ese lugar durante los años de carrera y eran un remanso de tranquilidad, un lugar bucólico lleno de rincones de impresionante belleza, un trozo de naturaleza con mucha historia en la zona más hermosa de la ciudad. Ayer volví a él para dibujarlo y salvo que los turistas han aumentado exageradamente para disminuir la tranquilidad, sigue manteniendo intacto toda su belleza y sencilla espectacularidad.

El cenador del León

Acuarela y rotulador, 2017.
Ayer, nuevo encuentro entre dibujantes, esta vez en un lugar que siempre me ha encantado, el Alcazar de Sevilla y concretamente el cenador del León, que pronto será restaurado.

Plaza del Pan

Acuarela y rotulador, 2017

Jardín de las Delicias

Acuarela y rotulador, 2017.
 Tiene el sevillano Jardín de las Delicias un encanto especial, ya sea por sus esculturas clásicas, su busto de Sorolla, sus fuentes, la ordenada espesura de su arboleda y el canto de los pájaros, quizás con  demasiados periquitos, apagando el tráfico de la cercana avenida de Las Palmeras. Hoy nos hemos reunidos allí más de 40 dibujantes de cuadernos y este es uno de mis dibujos, un apunte de una fuente que representa a un niño con un tritón y con la torre del antiguo pabellón de Argentina, hoy conservatorio de Danza. como fondo.

2 apuntes sevillanos

Aguadas de Tinta Parker, 2016, 2015
Un año y medio separan estas dos impresiones del natural en bares de Sevilla, la primera en una terraza por San Juan de La Palma, al lado de la Amargura, frente a un parque infantil, lugar que frecuento desde hace 6 años para que mi Violeta pueda jugar y la otra, sobre papel Kraft, es el Rinconcillo, el bar más antiguo de Sevilla y que frecuento, aunque muy esporádicamente, desde hace más de 30 años, sobre todo por sus impresionantes espinacas con garbanzos.

Camposanto

Témpera sobre cartulina, 33x25, 2010

Nueva visita al cementerio sevillano tras la calurosa del pasado mes de Agosto, ahora con un tiempo más acorde con la Parca, tan presente y tan dueña de todo por estos lares. Tras tratar con los siniestros burócratas asuntos de cenizas y urnas tras territorios caducados, pasamos a buscar el nicho de mi suegro, pero el asunto resultó casi imposible por estar anegadas la mayoría de las calles, que mostraban el mismo abandono del verano y un impresionante apogeo de lo Kistch que contrastaba con la belleza que las aguas habían dado a los arboles y a los bronces, a las viejas piedras con formas de angel y mujeres dolidas. El ambiente de cielos negros y calles solitarias, algún oscuro paragua solitario perdido entre un mar de tumbas blancas tenían esta vez de banda sonora el retumbar de truenos en vez de los desagradables ruidos de las obras veraniegas, y quizás lo peor es que la humedad reinante no era capaz de diluir el fuerte olor a carne quemada.

Difunto

(Acuarela sobre papel Manila, 23x31, 2009)

Hoy ha sido día de sepelio en el tanatorio de la SE 30: el finado, un viejo amigo de mi suegro, que le ha sobrevivido 26 años. Cuando apenas se ha conocido al difunto, se siente uno un tanto ajeno y distante en estos velorios, un poco estorbo dentro del dolor de los más cercanos.

En el cementerio aprovechamos para informarnos de la situación de mi suegro cuyo nicho parece haber caducado hace seis meses. Una despreocupada y ausente burócrata de la muerte - en el fondo eso son las oficinistas de los camposantos - nos informa del lugar exacto donde se encuentran los huesos y nos da un planito con el cual, como piratas, nos aventuramos a buscar, perdiéndonos bajo el potente sol del agosto sevillano y alucinando ante el gusto Kistch de algunas tumbas y el triste abandono en el que se encuentra el cementerio. Al final lo encontramos al laíto de Don Antonio Machín cuya tumba es famosa porque todos los años, en su aniversario, los cubanos cantan a su lado y le derraman una botella de Ron. Paradójicamente mi suegro murió en la misma habitación en la que, por entonces, agonizaba otro Don Antonio famoso por su voz: Don Antonio Mairena a cuyo cante era gran aficionado.

De la visita al camposanto me quedo con la visión lejana del cristo de la miel de Susillo y la emoción que siempre me embarga cuando veo el genial mausoleo de Joselito de Mariano Benlliure, con las tumbas a sus pies de los Gallos, Sanchez Mejías y Doña Gabriela Ortega.