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08 mayo, 2013

El otro Battaglin y el star-system italiano

Cartel de la Vuelta ganada por Battaglin I
La fórmula ya se empleó en el denostado Giro 2009: poner en los primeros días de carrera finales en alto no muy duros, pero largos, y etapas con gran kilometraje no exclusivamente llano. Ayudó a clarificar la general, despejó el horizonte, enganchó a la carrera y eliminó a horrendos monstruos, en ese año Armstrong y Garzelli: el italiano hubiese acabado en el podio de no perder la minutada de 5´24" en Alpe de Siusi (sólo 125 km, 5º día de carrera), tras haber ganado el día anterior en otro final similar.

Este año no es tan exagerado, pero lo cierto es que el tercer día, camino de Marina di Ascea, se hicieron 5h30" en la bici y 222 km, y ayer, en lo que era una Vuelta a Calabria por la vertiente del Tirreno y esquivando el Jónico, 6h 15´ para 244 km. El ciclismo es un deporte de resistencia y desgaste, y este tipo de etapas son fundamentales.

Wiggins se descolgó subiendo un precioso puerto entre gigantescos árboles y una lluvia muy incómoda, tras haber pasado un pueblo de esos enormes de la zona, con un calle principal que sería un callejón en cualquier otro lugar. El dice que le incomodó una caída, y que por eso llegó con 17" perdidos respecto al pelotón principal, pero parece ser que se descolgó ¿la distancia de la etapa? ¿la primera semana? ¿preparación retrasada? ¿mala forma?

Ya se verá, pero es un indicio, quizás mayor por cuanto el británico ha querido poner la excusa de una caída: por delante si entraron sus fedelísimos Urán y Henao. Los últimos kms, todos en bajada, fueron vertiginosos por el ataque de Di Luca -sólo dos días de competición antes del Giro, estaba incluso sin contrato-, acompañado de un colombiano del equipo nacional.

El veterano italiano la vio franca: es un especialista en la primera semana -el 95% de sus victorias en etapas de grandes vueltas ha sido en ese tramo- y bueno, el ciclismo que cambia  y por eso tiene a Paolini de líder del Giro también tiene espacio para alguien con su trayectoria. Sólo fue neutralizado en los metros finales, donde surgió con una potencia inusitada -sacó varias bicicletas de ventaja- un perfecto desconocido para el espectador no ciclista.

Se llama Enrico Battaglin, clase 1989 y está en su segundo año de profesional en el CSF Inox, más conocido como "el equipo de Modolo", aquel sprinter italiano que fue 4º en la Sanremo 2010 de neoprofesional, y que desde entonces no ha hecho nada. Antes se podía conocer como "el equipo de Pozzovivo", pero el escalador calabrés está ahora en el Ag2r.

Antes de entrar en más detalles, Battaglin no tiene ningún parentesco con el corredor del mismo apellido que en 1981, poco antes de retirarse y con 30 años (el equivalente entonces a los actuales 36 años para un ciclista) ganó Vuelta a España y Giro de Italia cuando ambas grandes iban encadenadas; de hecho, ese año la carrera española acabó el 10 de mayo y la carrera italiana empezó el 13 de mayo....eso si que es un doblete. El Giro lo ganó por menos de un minuto ante el sueco Prim y Saronni.

Giovanni Battaglin siempre había sido un buen corredor, ganador de etapas en grandes vueltas (incluyendo Suiza) y habitual del top-ten, incluso estuvo a punto de ganar el Mundial 79 (y al año siguiente fue de los héroes que acabaron en Sallanches), pero nadie imaginaba un año así. De hecho, no volvió a hacer nada más. Era muy elegante subiendo, y montó una fábrica de bicicletas que va bastante bien: aguanta y hacen cosas elegantes y clásicas, al buen gusto italiano que antes había en Gios y Olmo.

Enrico Battaglin es todavía un corredor por hacer: su victoria de ayer es muy sorprendente, por la distancia recorrida, por la forma y por el escenario. Es cierto que ha sido uno de los corredores más cacareados de los últimos años, pero eso en Italia y su particular star-system de corredores aficionados no es nada, al contrario: como mucho es garantía de fracaso.

Mirko Gualdi, Sgambelluri, Caruso, Figueras, Giordani, China, D´Amore, Nocentini -que estuvo siete años desaparecido, hasta que se ha convertido en un corredor normalito de clase media en el ciclismo francés-, Dall´Antonia, Malacarne, Visconti (ayer tercero y gimoteando, como siempre), Ginanni o Finetto son corredores que también iban en loor de multitudes (o pseudoexpertos de ciclismo) y se han quedado en lo que se han quedado: una etapita del Giro como mucho.

Ahora dicen que Aru, Ponzi, Damiano Caruso, Moreno Moser o Malori son muy buenos y van a ganar muchas cosas, igual que hay algunos que todavía confían en Cappechi o Ulissi, unos que ya cumplieron con su etapita en el Giro en 2011 y poquito más. No se. El star-system italiano recuperará ahora a Battaglin -que tuvo un debut en la máxima categoría en 2012 realmente penoso, incluyendo un Giro anónimo-, pero la historia enseña: todos los italianos son campioncinos en categorías inferiores; cuando llegan a profesionales, no valen ni para gregarios.
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The Secret Pro es una columna aperiódica en un portal de ciclismo australiano que no es cyclingnews.com, pero tiene sus mismos vicios: los ciclistas australianos son apóstoles (y Evans es su profeta) y el ciclismo es guay y molón, mola cantidubi. La característica particular de la columna es que: 1) está escrita con un nivel elemental de gramática 2) dice estar escrita por un ciclista profesional que conoce los "entresijos" del pelotón.

En su última entrega, apunta a que un ganador de grandes vueltas está a punto de ser sancionado por irregularidades en el pasaporte biológico. La mayor parte de la gente, porque no vean que difusión tiene en el mundo anglosajón esta pésima columna -escrita con mucha probabilidad por una mujer sin mucho conocimiento del ciclismo- apuesta por Menchov, por eso de su "nueve"; otros, los más esperanzadores, dicen Contador; pero la verdad es que Basso acaba de hacer mutis por el foro a pocos días del Giro alegando un forúnculo del tamaño de un limón, y se había arrastrado toda la temporada. A Caucchioli le pasó lo mismo antes del Giro 2009.

Por si acaso, voy a dejar preparado mi post al respecto "El ciclista XXXX, suspendido por irregularidades en el pasaporte biológico. Ganador de las grandes vueltas XXXXX en los años XXXX y XXXX, ha dicho que luchará por su inocencia". ¡Un saludo a Juan Gutiérrez!

14 septiembre, 2012

Se rompe una relación

Estaba cantado
Estalló la tormenta. El mejor ciclista de 2010 según los puntos UCI -un sistema objetivo- y probablemente de 2012 cuando acabe la temporada, está a cara de perro con su equipo, el mismo donde afianzó el salto de calidad que se veía notando desde hace años, un salto que nadie se esperaba, yo creo que ni el propio protagonista.

En la extraña historia de los tres años de relación entre J. Rodríguez y el Katusha se juntan el hambre con las ganas de comer. El equipo ruso buscaba un uphill finisher tras los sonoros descalabros de Colom y Pfannenberger, y un jefe de filas para la Vuelta a España: se encontró con un corredor que debutó en el Tour a los 30 años con un sexto puesto y una etapa (y segundo en el Tourmalet), y que lleva tres años en la lucha por la victoria en la Vuelta o en el Giro, además de brillar en las clásicas de las Ardenas.

Por su parte, J. Rodríguez buscaba el espacio necesario para saber que podía hacer sin la sombra de Valverde, para el que trabajó hasta 2009 logrando ser segundo en una Lieja, tercero en un Mundial y 6º en una Vuelta, además de rozar la victoria en múltiples etapas de la Vuelta y el Giro. Ya ven el resultado: una simbiosis perfecta entre corredor y equipo, en la que han salido ganando los dos.

La noticia la dio hace un par de días un periódico deportivo catalán aún peor que El Mundo Deportivo: el Sport. Entre ambos hacen buenos a los diarios madrileños. Debe ser algo local: miren sino la especial habilidad de Xavier G. Luque en La Vanguardia o Sergi López-Egea en El Periódico para lograr que el ciclismo esté donde esté en cuanto a términos de credibilidad. Y mejor no les hablo de la Volta.

En el  Sport total, en su página 38 y bajo la firma de Agustí Bernaus se pone un titular inolvidable: "Al equipo Katusha le importaba un "huevo" la Vuelta". El subtítulo también tiene tela: "El tercer puesto de "Purito" tiene un valor especial por las indignas situaciones a las que se enfrentó". ¿Qué habrá pasado?

J. Rodriguez había estado en Parets recibiendo el homenaje de su pueblo por la gran Vuelta realizada -hasta han puesto el polideportivo local bajo su nombre, como a Iván Gutiérrez en Hinojedo- y algo debió soltar. "Detrás de las cámaras de televisión hay otro ciclismo que no se ve pero que merece la pena ser contado" ¿Irá a hablar Bernaus de eso? ¿De lo que todos pensamos?

No, sería mucho esperar. "Es un ciclismo que a veces provoca arcadas y que deja un regusto amargo" da paso a una peculiar historia en la que "se encuentran las verdaderas claves de la Vuelta, las que forman parte del secreto de sumario y que se desmentirán una y mil veces", pero que ya verán que no es para tanto -esa expectación, en el ciclismo, se tiene que reservar para su auténtico mal-, aunque tiene un interés indudable.

"¡Pero ya está bien de callar!", brama un Bernaus enfurecido, seguramente porque ya veía la Vuelta en Cataluña, algo que sucede cada veinte o treinta años. Pues que hable: "J. Rodríguez no ganó la Vuelta por culpa de su equipo". Yo creía que había sido por no haber estado atento en el Collado de la Hoz, y por la valentía de Contador, pero ya han encontrado malo oficial.

Bernaus reconoce que ahí estuvo la clave, peeeeeeeeeeero "Quim no es un "bobo" montado sobre una "bici". Es inteligente, astuto y experimentado. Miró a su alrededor y rápidamente se dio cuenta que le acompañaba una soledad indigna del maillot rojo. Rápidamente se dio cuenta que con Katusha no iba a ganar una Vuelta. Menchov, "compañero", ganador de dos Vueltas y de un Giro, eterno aspirante al Tour por una calidad y una clase fuera de toda duda, ya se había descolgado cuando apenas llevaban 80 km., porque tenía en mente ganar la etapa de la Bola del Mundo subiendo las vertiginosas rampas más deprisa que el mejor de los escaladores tres días después".

"En Fuentes De (sic) se desentendió de la carrera por egoísmo, como la mitad del equipo de Purito. Curiosamente, estos corredores fueron los mismos elementos que no querían correr la Vuelta, que la consideraban una encerrona y que se plantaron en línea de salida a regañadientes pasando desapercibidos un día sí y otro también. Esos no lloraron, no, en las habitaciones como los tres hombres de confianza que siempre han estado al lado del escalador de Parets. Sin duda alguna, el Katusha le dio la puntilla a Purito en Fuentes De (sic)".

Bernaus acusa con el dedo a Menchov ("compañero" entrecomillado), cuando en las pocas imágenes que hay del ataque en Collado de la Hoz intenta perseguir un poco, pero no va. Probablemente Bernaus desconoce la grabación. Más preocupante es la maldad que dice de que sube mejor que los escaladores, cuando Menchov ha ganado etapas de montaña en Giro, Tour y Dauphine (en el Ventoux, tiene cojones) y en la Bola del Mundo batió a Porte, no precisamente un escalador. Lo llama egoísta, "como la mitad del equipo".

Moreno, en la cocina y con cuchillos: su especialidad
Evidentemente, salva sin citarlos a tres españoles de los cuatro que disputaban la Vuelta con Katusha, "los de confianza": los catalanes Losada, Xavier Hemoal Florencio, y Vicioso -que ha estado a un nivel paupérrimo en esta Vuelta, y que debe estar en un equipo de nivel a J. Rodríguez-. No, no creo que esté Moreno, precisamente el que si tenía que haber estado ese día y no estuvo. Era el quinto de la general y no estaba. Eso sí, guardo energías suficientes para llegar quinto a Madrid, también en la Bola del Mundo. Este ciclista si que enarbola la bandera del egoísmo, pero Bernaus prefiere cargar contra Menchov.

Y eso que había dicho "¡Pero ya está bien de callar!" Y calla: el típico caso de periodista deportivo español.

¿Que Menchov no quería correr la Vuelta? Puede ser, y más con ese recorrido, pero tampoco había hecho nada en todo el año, y en el equipo ya tuvieron bastante con Karpets. Además, dice que no estaba solo en sus fechorías: ¿se refiere a los otros rusos (Brutt, Ignatiev y Smukilis) o a alguien más? Como sigue callando....

En fin, ya se entiende contra quien va Bernaus, aunque disimule con Menchov, del que insisto que hay imágenes tirando en Collada de la Hoz. Después Bernaus cuenta que Holczer ni se pasó por la Vuelta, ni felicitó en la fiesta de Madrid. Creo que tampoco lo hizo en el Giro, y creo que se debe a la peculiar imagen de Holczer: fue el manager del Gerolsteiner (Molleta, Kohl, Schumacher y Rebellin) sin darse cuenta de nada, o eso dice, y su vuelta al ciclismo no ha sido en loor de multitudes. Si Agustí Bernaus lee esto que se quede con la copla: mejor para su querido J. Rodríguez que no haya fotos con Holczer.

También califica a Valerio Piba -director del Katusha en la Vuelta-, sin citarlo ("¡Pero ya está bien de callar!") de "director sin autoridad y a remolque de las situaciones de carrera que se han venido produciendo". Ahí no le falta razón, y quizás contextualicen mejor esto sabiendo que Piba era el director del T-Mobile en el Tour 2006, cuando el famoso DisneyLandis y Sinkewitz a rueda, mientras Klöden perdía el Tour.

Por último, Bernaus termina su andanada dejando caer que Katusha y Holczer no ayudaron lo suficiente a ganar la Vuelta a J. Rodríguez por ahorrarse el plus económico que ya habían apalabrado tras ser 2º en el Giro. Eso es lo que ha transcendido a medios más generalistas, y parece que va a acabar en divorcio entre J. Rodríguez y el Katusha.

"A fin de cuentas, Katusha (...) apenas tiene repercusión publicitaria en España y parte de Europa, y con un presupuesto de 30 millones de euros, sólo tiene un objetivo: ganar el Tour de Francia con un corredor ruso. El resto, Vuelta incluida, le importa bien poco. Paz mental, queridos". Inquietante frase final, ¿verdad? Esta claro que todo el escrito es un desahogo importante, con partes de verdad, pero todo montado para dejar a su querido ciclista incólume.

Se dijo algo parecido del Kelme en la Vuelta 2002, cuando Óscar Sevilla lo tenía todo para ser 3º en la Vuelta antes de la crono final, y acabó perdiendo el podio ante Beloki por una serie de problemas mecánicos y repetitivos en su bici: con la que salió, y con la de repuesto. También se habló del plus económico que se ahorraba el equipo. Cloacas del ciclismo: existen y huelen mal, ya lo sabemos.

¿Le habrá ofrecido Katusha a Dani Moreno ser jefe de filas para el próximo año? El madrileño de pelo y actitud en carrera agitanados ya dijo en 2010, durante su efímero paso por Lotto, que era "cojefe de filas junto a Van den Broeck", algo que provocó risotadas en flamenco que llegaron hasta Móstoles. Un año duró, un año.

Pues en Katusha se van a encontrar con un J. Rodríguez de bolsillo: con más dinero, las mismas opciones de colocar un ruso en lo más alto del cajón en París y menos victorias y repercusión. Así Bernaus saldrá triunfante sin haber dicho nada, callando en todo. Al final ha salido un post redondo de ciclismo: periodistas que no hacen su trabajo, codicia, traiciones, esfuerzo no recompensado, cloaca y dopados que quieren ir a más. Felicidades a todos los protagonistas de este nuevo disparate.
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Debo esta noticia a un lector anónimo que me envió el PDF a ciclismosergio@hotmail.com Agradezco especialmente este tipo de noticias que sólo salen en medios locales y remotos, y que muchas veces esconden mucha miga por el conocimiento cercano que tienen los periodistas del entorno del ciclista.
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Interesante edición del GP de Valonia. Freire anduvo escapado -esta temporada ha aculumado más km. a la fuga que en el resto de sus 14 temporadas de profesional-, Boonen se probó a 50 km. de meta -y el pelotón sufrió- y en meta ganó Julien Simón, 2º el año pasado. Ganó a Van Avermaet, que se consideró a sí mismo el más fuerte de la carrera, pero que siempre tiene horribles dificultades para ganar.
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¡Y después anda parte del pelotón nacional comentando mis pies de foto!  Miren, miren qué pie de foto aparece en la página oficial de los Mundiales de este año, con Contador en la imagen y la noticia de que irá a la prueba: "Contador quiere hacer una temporada larga".
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Al parecer, el supuestamente inocuo TB-500 que pillaron a Vansevenant -reciente exciclista, auxiliar del Lotto cuando estaba Gilbert- no lo era tanto. Lo dice Peter Van Enoo, una autoridad mundial del antidopaje. Como Vansevenant ya ha sido juzgado, pues no ha pasado nada. Nada, salvo el salvaje bajo rendimiento de Gilbert desde que se conoció el caso.
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Problemas para el recorrido de la CRI del Mundial de Ponferrada, en dos años. Hay que expropiar tierras -se lo juro- y ni se ha iniciado el proceso. En general, todo en ese Mundial es un problema: desde su propia concepción. "Yo me pregunto si estamos en manos de irresponsables o de majaras" : ambas cosas no son incompatibles. De hecho, suelen presentarse asociadas.

Por cierto, ayer el Secretario de Estado para el Deporte rebajó el presupuesto de las Federaciones en un 40% y dijo que algunos eventos deportivos previstos en España para los próximos años (Mundial de balonmano, baloncesto, ciclismo y Universiada) pueden correr riesgo o ser cancelados por la falta de dinero.  Yo sólo lo pongo.

Algún medio local ya va más allá, pero no queremos que pase eso. No. Seguro que no.

12 septiembre, 2012

Carrera secreta: no tanto (II)

Sin tatuajes
Al parecer, Tyler Hamilton va enseñando por ahí, dentro de las ruedas de prensa y entrevistas que concede por la publicación de su libro, la zona del cuerpo donde se pinchaba casi diariamente durante su experiencia de ciclista profesional. En su caso es la zona debajo del codo donde está la vena cubital media, un sitio difícil de ver por los pliegues, y que evita que se haya tenido que hacer el consabido tatuaje que adorna tantas pieles de ciclistas y deportistas profesionales.

Recordemos que, según los papeles de la Operación Puerto, el calendario de dopaje de Hamilton en su increíble 2003 (llegó a ganar la Lieja-Bastogne-Lieja) incluía estar picándose 200 días al año. El resultado es tener una zona de la piel llena de irregularidades, además de la conciencia bastante intranquila, tanto como para contar bastantes cosas de las que sabe.

Por haberlo vivido en piel propia. Cuando un ciclista habla y escribe de estas cosas, hay que tenerlo en consideración: no abundan los ejemplos, y lo que cuenta esclarece muchas cosas de la sociedad cerrada que es el ciclismo. Sólo hace falta ver el silencio con el que ha sido recibido en España, un silencio que va más allá de que esté escrito en inglés y que cada uno de para lo que de: han hecho igual que con Manzano. Acabamos de vivir "la mejor Vuelta a España de la Historia" (sic), no nos estropeen la fiesta contando la verdad.

En mayo de 2000, Lance Armstrong subió con Hamilton a su avión privado en Niza, donde entonces residía, y realizaron un pequeño vuelo hasta un aeropuerto español -con absoluta probabilidad Girona- donde ambos corredores se extrajeron sangre para ser reinfusionada dos meses después, durante la disputa del Tour de Francia. Bruyneel estaba presente. Al año siguiente Armstrong se instalaría en Girona.

Era una transfusión sanguínea: "con las otras cosas, simplemente era tomarse una pastilla o ver un poco de sangre manchando un algodón tras un pinchazo; aquí era ver cómo poco a poco una gran bolsa de plástico transparente se iba rellenando con tu propia sangre caliente y oscura. Son cosas que nunca se olvidan". No se olvida la primera vez, pero cuando se hacen muchas se llega a olvidar. Como todo.

"La siguiente semana estaba muy débil, sin fuerzas. Eso me impacto profundamente" Recuerden que era mayo y el Tour se aproximaba, y había que pasar por el Dauphiné. Imaginen a un ciclista que, de repente, ve como su estado de forma desaparece y se encuentra inane. "Mi fuerza ya no estaba en mis músculos, sino en la sangre, en esas bolsas".

Como ven, el libro está escrito de una manera infantil, pero no tiene por qué destacar por sus cualidades literarias, y menos en un mundillo que elogia una boñiga como el libro de Tim Krabbe, que parece un libro de autoayuda. De los malos. Este mismo personaje es autor de una frase que últimamente se escucha mucho: "Un aficionado al ciclismo, ante el dopaje, sólo puede encogerse de hombros". Pues vale: todos como Nosferatu.

"El Dr. Fuentes, para mí Ufe, me dijo a principios de 2004 que había comprado un nuevo tipo de congelador, más sofisticado. Lo llamaban "Siberia": permitía dejar congeladas varias bolsas de sangre de una sola extracción, evitándome tener que hacer una serie de viajes muy penosos a Madrid. Su uso costaba 50.000 dólares por temporada, más una serie de pagos adicionales en función de las victorias obtenidas".

Ya ven: de ir en avión a Girona -y después tener que vigilar que no se fuese la electricidad y echase a perder la sangre, como encargaron hacer a Landis- con Lance a poder tener la sangre almacenada y lista para usarse cuando se quisiese -prácticamente sin caducidad- con un solo viaje. Si Hamilton ya se sentía sin fuerzas con su primera bolsa extraída allá por el año 2000, no se como se sentiría cuando le sacaron tres de golpe en 2004, como consta en la ficha 4142 de la Operación Puerto.

"Con Ufe tenía un código para concertar el lugar donde haríamos la reinfusión, en plena competición. Poníamos en un SMS 167 y eso era el número de la habitación del hotel donde lo haríamos. Estaba siempre nervioso, temía que me pillasen. Así, cuando llamaban a la puerta y veía por el quicio que era Eufemiano, me levantaba de un respingo".  Ya ven que lo de Nosferatu no está tan mal traído.

"Después de la etapa del Ventoux en el Dauphiné 2004 [la del récord de la RDA de Ibán Mayo] me convocaron desde la UCI. No había ningún positivo, pero dejó con la mosca detrás de la oreja. Me pareció que aquella cita en la sede de la UCI era algo extrañísimo. En una etapa del Tour, Landis me dijo [por entonces todavía en el UsPostal, al año siguiente cogería el puesto de Hamilton en el Phonak] que Armstrong había llamado a Verbrugghen en persona, sugiriendo investigar al Phonak, porque seguramente estábamos usando alguna cosa nueva. No era verdad. Me quedé ciego de la rabia, me vinieron a la mente años de humillaciones. Así que fuí a buscar a Armstrong y lo mandé a tomar por culo. Fue una gran satisfacción".

Ya ven como era el texano. No le bastaba con ponerse hasta las trancas, es que -aprovechando su contacto con la UCI- señalaba con el dedo a los demás. Ese año también fue el encargado de difundir que Euskaltel iba con derivados sanguíneos de vacuno, el famoso Actovegyn. Mayo voló en Dauphiné y salió como co-favorito en ese Tour, aunque ahora resulte extraño y hasta grotesco. La UCI nunca pilló nada a los vascos, y su caída fue paralela a la caída de Jesús Losa a raíz del asunto Cofidis-Millar.

El pasaje es un buen argumento para todos aquellos que dicen que, como todos van igual, al final acaba ganando el mejor. Ni todos van igual, ni se juega limpio: como dice Hamilton en otro pasaje del libro, "Lance tenía una obsesión sobre si otros equipos podrían estar empleando medios y equipos más avanzados para el dopaje. Se puso totalmente paranoico en 2001 cuando se enteró que Ullrich había pasado el invierno en Sudáfrica, donde habían inventado una sangre sintética, el Hemopure".

Stand comercial de Hemopure en una feria de productos militares
El medicamento estaba a punto de ser comercializado en este país, que cuenta con una notable industria farmaceútica. ¡Sudáfrica! Por ahí también fue el CSC de Riis, Sastre y los Schleck en diciembre de 2006, concretamente en Somerset West. Repetirían los dos años siguientes. Será una casualidad, ¡con lo grande que es el mundo mundial!

El Hemopure tiene mucha historia: Sudáfrica es uno de los grandes mercados mundiales de sangre -por razones política ligadas al Apartheid y al dinero-, y se desarrolló para usos militares, "para usar cuanta menos sangre posible". Como las criogenizadoras siberias, robadas por la trama operativa de la Operación Puerto al Ministerio de Defensa.

No hay nada que temer: tanto Riis como Sastre han dicho que no conocían a Eufemiano Fuentes, también médico de ese Ullrich sudáfricano que provocó un brote de paranoia -felizmente superado- en Armstrong. Lástima que Hamilton haya dicho lo contrario, citando incluso el lugar y el momento en el que vio a Riis y Fuentes juntos. Y, de momento, todo da la razón a Hamilton, que ya no tiene por qué mentir, al contrario que los otros.
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Hoy se disputa el GP de Valonia, la preciosa prueba de un día belga con final en la ciudadela de Namur. Si no les parece suficiente atractivo, corren Freire, Boonen y Van Avermaet.
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Menchov, que siempre me ha parecido un gran tipo -especialmente porque no le sigue las gracias a los periodistas, cosa que les gusta nada-, se suma a la moda de adoptar un niño, como ya hicieron Horrillo (con el que mantiene una gran amistad) o Evans. Las tres fotos son preciosas. Bromas, las justas, y el resto a las cosas realmente importantes de la vida.

01 julio, 2012

Otro Tour, misma pareja

A ver que cuentan por ahí de nosotros...
Entre una indiferencia casi absoluta de los medios españoles -mañana hay fútbol y política- ha comenzado el Tour 2012, uno de los mayores espectáculos del mundo. Las calles de Lieja, la ciudad del ciclismo -única que ha recibido a las tres grandes, doblemente nombrada en la carrera más antigua del calendario- estaban a rebosar en una jornada espléndida de sol y ciclismo.

El espectáculo está ahí, para el que quiera verlo. También el negocio. La primorosa realización de la televisión francesa, a la que se podrá acusar de chauvinista o de enfocar mucho la parte trasera del pelotón, se esfuerza en mostrar los mejores encuadres y panorámicas de los sitios que visita la carrera. Lieja lucía espléndida, o al menos la televisión la presentaba así. Es su misión.

Con el inicio del Tour se recupera la voz familiar de los comentaristas de RTVE. Existen otras alternativas, que utilizo durante el resto de la temporada, pero con el Tour hay que ver la tele pública: la pagamos entre todos y, además, permite apreciar lo que el aficionado medio del ciclismo recibe como mensaje. Me refiero a ese aficionado, que es el más numeroso en el ciclismo, para el que el calendario extremadamente rico de este deporte centenario se reduce al Tour y quizás la Vuelta, nada más. Lo que pongan en la tele.

De la época de "con Belda y con Pino, a muerte"
Ahí es donde campan a sus anchas la pareja De Andrés/Pedro Delgado, que este año casi se rompe por la muy cuidada fama de agacharse a recoger céntimos del segoviano, puro espíritu castellano. Con un discurso monocorde en torno al deporte que retransmiten, y más preocupados de la chanza que de narrar la carrera, empatizan muy bien con ese aficionado que descubre el ciclismo durante el Tour, pero son absolutamente repelentes para los demás.

El prólogo se disputó por rectas y sin virajes propios de un recorrido urbano. No tuvo particular emoción, porque los primeros clasificados fueron los máximos favoritos: Cancellara se impuso por 7" a Wiggins y Chavanel, que ocupó el puesto que hubiese correspondido al tercer favorito de la vigilia, el alemán Tony Martín, no casualmente compañero del francés. Tuvo la mala suerte de pinchar en el exiguo recorrido de 6´4 km, y en ese lance perdió no menos de 20" que le alejaron del podio honorífico de la etapa.

Después del británico, el segundo mejor corredor para la general fue Menchov, con un impresionante 8º puesto a 6" del británico. Antes de salir a disputar la contrarreloj, el locutor catalán Carlos de Andrés espetó un impresionante "lo mejor que tenía que hacer Menchov en esta carrera ya lo ha hecho", que fueron inmediatamente remachados por su compinche Probenecid, al que no le gustaba la cara relajada del ruso en la rampa de lanzamiento, a la que puso voz: "Si, he venido este año a Lieja porque no tenía nada mejor que hacer".

Tremendo. Con Valverde -que vuelve tres años después al Tour por una sanción por dopaje, jamás citada en antena- y S. Sánchez, que ayer lograron unos espectaculares puestos por encima del 110ª -el asturiano ha perdido 40"- sólo hubo buenas palabras y comprensiones. Son españoles, son de los nuestros. No les gusta ni este deporte ni esta profesión, y encima son los que transmiten ese tipo de mensajes al aficionado que llega a este deporte por vez primera, o por única vez cada año, durante el Tour.

"Oye, que Menchov ha sido 8º...¿qué decimos ahora?"
Y es sólo un ejemplo, un ejemplo sangrante porque el ruso ha sido dos veces podio en la carrera y ha ganado tres grandes, pero sus risas se extienden a cualquiera por cualquiera motivo: por la sonoridad de su apellido, por ser francés y, como en el caso de Menchov, porque es un tío serio que jamás ha bailado el agua a estos comediantes. Mucho mejor hacer la pelota a auténticos abanderados de este deporte como Valverde o el dos veces positivo durante amateur S. Sánchez que,  teniendo la misma edad de Menchov, ha ganado este año su primera vuelta por etapas de entidad, y que tiene al parecer galones para subir al podio del Tour.

El año pasado concluyeron su Tour lanzando acusaciones veladas de dopaje al Europcar, cuyo rendimiento fue alucinante, pero no más que otros equipos que otros años recibían los parabienes de estos dos funcionarios de la información. Este año han trasmitido la consigna de que Voeckler -4º en 2011, 10 días líder- y Rolland -ganador en Alpe D´Huez, mejor joven, 10º final- han tenido "problemas de rodilla", y lo de la investigación en curso en Francia, que han desautorizado.

Quizás si reparasen que el primer corredor del Europcar en el prólogo ha sido el propio Voeckler en el puesto ¡109º!...y eso que son nueve en el equipo, podrían llegar a alguna conclusión de interés para el espectador. Ninguno lo ha podido hacer mejor. Será que todos tienen problemas de rodilla. Colectivos, de golpe. Un extraño virus en la rodilla. Sí, quizás sea eso. Vamos a decirlo en antena, para el espectador medio al que se dirigen.

Nada que ustedes no sepan. Sin embargo, hay que destacarlo siempre, que después,  cuando vienen los recortes Probenecid se queja, De Andrés se lamenta de la falta de apoyo al deporte, y miren qué papelón desempeñan ellos en defensa de este deporte. Lo digo desde hace años: los mayores enemigos del ciclismo están dentro, no en blogs minoritarios.

Entre las anécdotas -quizás no tanto- que deja este prólogo está la de Chris Froome, que estaba tan engorilado que salió a competir -y lo más importante: no se quitó en ningún momento- con los algodones nasales que últimamente se chutan los ciclistas antes de una crono, involución desde la tirita abrenapias de los noventa. Todo el pelotón se ha reído del keniata, incluyendo sus compañeros de equipo.

Lo que no es para reirse es su 11º puesto, a 16". Se presenta en el Tour con sólo 20 días de competición, entre los que le ha dado tiempo a acabar cuarto el Dauphiné. Su equipo Sky ha colocado a tres corredores entre los once primeros, su números esperables. Se anuncia copo de aquí a París, salvo por una serie de detalles.

Evans ha hecho su mejor prólogo de siempre en el Tour. Hesjedal también -no ha competido desde el Giro, viene como Pantani-, igual que Nibali (14º, a 18"), el mejor escalador en esta crono, y con mucha diferencia. Y Peter Velits. Hay Tour. Es julio. Es el mayor espectáculo del mundo. Y sólo acaba de comenzar.
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Siguen los líos en el RadioShack, ese equipo que va a pasar a los anales de "montado para equipazo, acabó en petardazo". Después de que Bruyneel decidiese quedarse en casa para el Tour -tiene una acusación formal de dopaje, y durante el Tour hay muchos periodistas- para curarse en salud y preparar su defensa/ataque, se ha conocido que los corredores del equipo llevan sin cobrar desde marzo, y que tres de ellos han denunciado la situación.

Fuglsang forma parte de los acreedores, de manera poco sorprendente. Cobrar no cobra ninguno, pero Fuglsang debería ampliar su denuncia más allá de la nómina. Una de las últimas noticias en el vodevil del equipo es que al danés le van a impedir participar en carrera alguna del World Tour, por lo que su valor de mercado -los puntos UCI- caerá en picado: eso se llama lucro cesante. Eso sí, será de salida en la prestigiosa Vuelta a Austria.

Así se las gasta el siciliano Bruyneel, que al parecer castiga las declaraciones de Fuglsang, que tampoco han sido para tanto: fueron mucho peor las de Horner. El problema es que Fuglsang dijo que todo este sainete es "sólo la punta del iceberg", y esas insinuaciones de que hay mucho más de lo que se cuenta se pagan muy caras en el ciclismo, especialmente por parte de un ex-pupilo de Saiz.
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El Rabobank amplia dos años más el contrato de Luis León Sánchez, y lo hace justo antes del Tour, lo que es un espaldarazo al rendimiento del murciano independientemente de lo que haga en la carrera francesa. Es paradójico. Lo ficharon a finales de 2010 siendo uno de los mejores corredores del mundo ese año, y en 2011 sólo ganó una etapa del Tour, protagonizando numerosos fiascos. Este año ha ido un poco mejor, pero todavía con esos fiascos, como la crono final de Romandía. Y se presenta en el Tour como el corredor con más días de competición en sus piernas. Tengo miedo de su rendimiento.

30 mayo, 2012

El día de la foto (en el casino)

Cutre y arremangado
Disculpas por repetir un titular tan antiguo, pero viene a cuento para enlazar con una situación muy similar a la de hoy. Aunque en aquella ocasión no se llegó a realizar -la victoria de Menchov en la Vuelta 2005-, estamos ante un auténtico "día de la foto".

Ayer Andy Schleck se prestó a una modesta ceremonia -eso sí, retransmitida por la tele pública luxemburguesa- en el casino de su localidad natal, donde fue imbuido con un maillot amarillo de líder del Tour de Francia en versión manga larga.

De la copa de cerámica de Sevres que se da al ganador, o el más popular león de Credit Lyon, no se supo nada. En teoría, ese maillot amarillo de manga larga simbolizaba el Tour de Francia 2010 que ha ganado Andy Schleck.

El corredor luxemburgués estuvo rodeado del responsable de deportes de su país y muchísimos políticos, su hermano y familiares, así como Proudhomme y  Bernard Hinault. También estaban Bruyneel y Kim Andersen.  Daba la impresión de que la ceremonia no le gustaba mucho: ni una sonrisa, y no es para menos. Tuvo que firmar en una botella de champán gigante, y después cortar una tarta con forma de maillot amarillo. Como decía, la ceremonia se hizo en un casino.

Como en la mayor parte de las bodas, con las que compartió cutrez y emociones, la ceremonia no se hizo en connivencia con el supuesto protagonista, sino por interés de los organizadores del Tour y las autoridades de Luxemburgo, deseosas de sumar un mérito al pequeño país. Seguramente Andy Schleck no quería la ceremonia: es la ley de omertà del ciclismo, de no considerar como propio un triunfo cuando llega de esta manera. Esa misma ley que Andy supo interpretar muy bien cuando no reclamó la Flecha Valona de 2009, esa que robó un Rebellin a la que nunca quitaron sus triunfos conseguidos tras el positivazo de los JJ.OO de Pekín 2008. Como si le sobrase palmarés.

¿Y por qué esta fecha? En el Giro, que han hecho algo parecido con Scarponi -y todo por haber invitado a Contador en 2011, ¡gracias Zomegnan!-, lo hicieron de manera más discreta, aprovechando el día anterior al inicio del Giro de esta año; vamos, en Dinamarca, con los medios centrados en otras cosas (favoritos, recorridos), sin estrado -ni casino-, sin políticos, sin directores deportivos actuales y que no tienen nada que ver con aquel triunfo.

Los italianos lo saben hace mejor en estas cosas: cuando se necesita solemnidad, final en Roma a la altura del Coliseo; cuando se necesita discreción, un par de fotos y un breve en el periódico. Ya les digo que en el espectáculo montado ayer en Luxemburgo -¡y con tele en directo!- influye mucho que es un pequeño país con pocos referentes de cultura popular a los que anclarse.

Ha sido un ejemplo poco edificante. Sin lugar a dudas, Andy Schleck es el ganador de ese Tour, y siempre lo será. El problema son las ceremonias -reescrituras- para certificar eso: no hacen falta nunca. Para bien de este deporte, es mejor borrar al descalificado de los libros de registro -como se ha hecho- y no intentar pasar al nuevo campeón como el campeón también en primera instancia.

"Marca hace justicia", "te debía"...
Con Pereiro se hizo mucho mejor. Tras entregar su certificado de asmático que no presentó durante el Tour, y las dilaciones de Landis en su defensa, el Tour no tuvo más remedio que reconocer en 2007 que el gallego había ganado ese Tour -cuando deberían haber anulado todos los resultados por dopaje masivo-, y lo hizo de una manera discretísima, tanto que ofendió al muy ofensible gallego, que reclamaba su ceremonia, su podio, la conexión ferroviaria por Monforte y lacón con grelos. El Marca, siempre atento a las peticiones de la clase baja, le montó una portada y un podio en los Campos Elíseos que forman parte de la antología de lo cutre: por el organizador, por la realización y, especialmente, por el protagonista.

¡Cómo si la entrega original no hubiese tenido ya todos esos elementos! En Madrid, en octubre con la temporada acabada -los focos lejos del ciclismo, por tanto-, en el Consejo Superior de Deportes y porque ¡lo había pedido el propio Pereiro!, no porque los organizadores del Tour quisiesen. Como dijo el propio Pereiro, "ahora ya puedo chulear". Más, si cabe.

En fin. Como les decía, este tipo de ceremonias no tienen que realizarse nunca: ni discretas, ni públicas, ni cutres, ni de casino. Nunca. Pasó lo que pasó y el ciclismo debería reconocer esos incidentes como lo que son, no como una posibilidad de reescribir la historia: ganó un dopado, y no tiene que doler nada reconocerlo.

No se tienen que realizar nunca porque son el momento perfecto para reescribir lo sucedido. Hacer como si nada hubiese pasado. Miren sino lo que dijo Proudhomme ayer mismo: "este maillot amarillo del Tour 2010 es para mí algo indisociable de su ataque de 2011 en Casse Deserte (el Izoard, había atacado bastante antes)".

No, no, no es eso: ese maillot amarillo es de Andy Schleck porque quedó segundo en aquel Tour y el primero dio positivo. Su espléndido ataque de 2011 y la victoria en el Galibier son algo diferente: maravilloso, pero que no le dieron el Tour, porque igual de maravillosa fue la defensa de Cadel Evans. Que el organizador de la carrera intente hacer un 2 x 1 bastante patán para justificar la ceremonia de entrega a un corredor que lleva tres segundos puestos consecutivos en el Tour de un primer puesto es bastante indicativo de por qué se deben evitar este tipo de espectáculos. Por el bien del ciclismo, si es que alguien todavía piensa en él. Por cierto, hoy empieza el Tour de Luxemburgo, que organiza la misma empresa que posee el Tour. Casualidades. Simple azar, como en el casino.
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Noticias sobre Mauricio Soler, que vuelve de visita a la clínica donde se recuperó tras su brutal caída de hace casi un año.
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Al parecer, Paolo Bettini, esa gran persona -de sí mismo- que dirige los destinos de la nacional italiana, ya tiene su "cinco" para los JJ.OO de Londres: Nibali -que también haría la crono-, Viviani, Pozzato, Trentin y su el amigo Paolini. No parece un mal equipo -gente que sabe meterse en escapadas y trabajar-, joven y compensado, y desde luego mucho mejor que el de Copenhague 2011, aquel engendro con Bennati, Modolo y la burra Francis. Eso sí, yo sólo veo con medalla a Nibali -si consigue escaparse- o a Pozzato -si consigue que los demás se caigan-, al resto...pues como que no los veo en la tesitura. Por cierto, la rata toscana que es Bettini aprovecha para dejar un recado a Cunego, un corredor que en las dos últimas temporadas sólo puede encandilar al aficionado: "estoy harto de la gente acomodada". Pues a ver a quien lleva a Valkenburg 2012....

Pues a Nibali, claro. Y eso que a Cunego el circuito le va de perlas. Podría llevar a Nibali y a Cunego, pero después del recadito que ha dejado al veronés no parece una opción. El problema es que Bettini quiere que Nibali haga la Vuelta y el Liquigas -el segundo patrocinador en Cannondale- quiere que vaya al Tour de Utah y el Tour de Colorado. Nibali, que ya está yendo del convento -dicen que al Astaná: craso error- ha dicho de su actual equipo que "nunca tienen en cuenta la opinión del corredor". Estas cosas suelen acabar mal.
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¿Y esto para qué sirve? Probablemente para evadir impuestos.
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Si lo hacen en China -pero holandeses, ojo- también valdría para aquí. Quizás un poco más grande. Como idea está muy bien.

12 abril, 2012

¿Dónde está Gilbert?

Me parto: de ser el mejor a ser el último. ¡El ciclismo, señores!
Una de las noticias de la temporada está siendo la súbita desaparición de Gilbert. El tremendo corredor, que el año pasado realizó una temporada memorable, ha pasado de ser el mejor del mundo a ser prácticamente el peor.

Y no, no ha mediado ninguna caída, ni enfermedad ni causa aparente al margen del cambio de equipo, del Lotto belga al BMC suizo. Este tipo de rendimientos de acordeón, o de yo-yo, sólo abundan en el descrédito de este deporte.

No es que Gilbert haya vuelto a un rendimiento más humano -ganó todas las carreras en las que participó entre mediados de abril y la primera etapa del Tour a principios de julio-, es que la imagen de esta temporada es patética, quedándose en la primera asperidad, cuando sólo se quedan los neoprofesionales o los que salen a rellenar el equipo.

Ayer se cumplió el aniversario de su tremendo ciclo victorioso en las Ardenas, que empezó en Flecha de Brabante y siguió en Amstel, Flecha y Lieja, todo de seguido. Aunque parece que su forma va mejorando -fue duodécimo- lo va a tener difícil para ganar alguna de las grandes carreras que empiezan a disputarse este domingo, y donde defiende el título.

Saldrá con el dorsal número uno, pero mejor para el ciclismo que no saque algún conejo de la chistera en forma de victoria y a lo máximo que llegue sea un podio, más o menos el Gilbert que venía siendo hasta su estratosférico salto de 2012, donde subía con los mejores escaladores del mundo (los hermanos Schleck) las cotas de la Lieja sin el más mínimo atisbo de cansancio, preocupación por una pinza luxemburguesa o pinchazo.

Por supuesto, abundan las teorías sobre su bajísimo rendimiento. La primera, que ha pasado un invierno muy relajado entre homenajes y festines, una teoría que es tan antigua como el ciclismo. La segunda, el cambio de equipo, que tampoco es para tanto porque ahí se ha encontrado a un viejo conocido como Evans. La tercera, que habiendo JJ.OO, ha ido muy retrasado y después arrasará en otoño, como en 2009 y 2010.  La cuarta, que el médico español Ibarguren, que trataba al Lotto en 2011, ha pasado al Quick Step, con lo que así se explicarían los dos fenómenos que están marcando este inicio de temporada: ¿Dónde esta Gilbert? y ¡Qué pedazo de Boonen!, en una suerte de fórmula 2 x 1 muy del gusto del aficionado.

En todo caso, ninguna es satisfactoria para la auténtica cuestión. ¿Dónde está Gilbert? Porque Gilbert ya era  un corredor muy bueno y competitivo todo el año antes de su espectacular 2011. Y es que ninguna de esas teorías justifica pasar de ser el mejor a ser de los últimos. No lo hace ninguna por separado, y ni siquiera lo hacen las cuatro en combinación.

Así es el ciclismo: un dominador tiránico del calendario (¿cúantas pruebas de un día ganó en 2011? ¿once? ¿doce?) pasa a ser un despojo en carrera, de una manera que sólo sirve para cebarse en lo peor de este deporte. Y todo el mundo contento, ojo, hasta el propio Gilbert que no parece especialmente preocupado por su bajonazo épico. Por lo menos las Ardenas serán más interesantes esta año.
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Pues muy buena carrera en la Flecha de Brabante, una de mis recorridos favoritos y una clásica que ira aumentando en prestigio con el tiempo, ya verán. Bajo una lluvia importante, y con un recorrido endurecido en los últimos años, Voeckler atacó a falta de 27 kms. al poco de iniciar el Hertstraat, la subida entre casas de esta clásica urbana y de un circuito muy duro, ayer acrecentado por la lluvia. Las declaraciones de los corredores en meta fueron muy explícitas en torno a esto; además, sólo acabaron la carrera 44 ciclistas.

El francés, que el año pasado se quedó muy contrariado de que no invitasen a su equipo a las clásicas de las Ardenas, ha planificado todo para llegar como una bomba a este momento de la temporada. Ayer hizo una auténtica exhibición, ganando en solitario con su numerito habitual de gestos y chifladuras sobre la bicicleta. Este corredor podrá gustar más o menos, pero siempre ataca -incluso en el recorrido del Mundial de Copenhague, que tiene narices- y su entrega es siempre encomiable. El Katusha no estuvo atento al movimiento -de hecho, nadie del pelotón reaccionó- y la carrera se fue en ese momento.

Una pena, porque el mayor especialista en esta carrera -tres veces seguida ganador, dos veces segundo- corre en el equipo ruso y está completando su mejor temporada de clásicas en cuanto constancia y versatilidad, aunque la gran victoria le sigue eludiendo. Se llama Óscar Freire, que este año ha vuelto a ser segundo en la carrera en la que debutó en las clásicas del norte en su primer año en el Rabobank (2003). Ganó su compañero Boogerd. Este año era un sprint de resistencia y agotamiento, con la cara ennegrecida y con la gorra bajo el casco, como los clásicos con su chichonera.
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Más datos abrumadores sobre Boonen. Es el único corredor en haber ganado dos veces Roubaix y Flandes el mismo año (2005 y 2012), el único que las ha ganado el mismo año que la G-W (2012), y el único que tiene siete victorias entre Roubaix y Flandes. Entre K-B-K (2), A través de Flandes (1),  Harelbeke (5), L´Escaut (2), G-W (3), Roubaix (4) y Flandes (3) suma 20 clásicas de pavés, más que ningún otro.
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Cobo, "mejor que nunca" con sólo cuatro días de competición.
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Una buena entrevista a Florent Brard, que ahora está asociado Erwann Mentheour.
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En Der Spiegel atacan duramente a Holczer, el Katusha y Menchov. No dicen nada nuevo, salvo que la investigación sobre Menchov que se inició tras HumanPlasma reveló pagos de 2,4 millones de euros justificados con la compra de "máquinas de café de lujo".
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Johann Bruyneel, que por su trayectoria conocereis, se atreve a decir esto.
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Otro pupilo de Manolo Saiz se dedica, cuando sus labores de comentarista hipócrita se lo permiten ("el ciclismo francés cambió después del caso Festina". El siguió en ONCE hasta el 2000, y después con Riis), a esta otra cosa. A mí las fotos me parece un poco ridículas, y la ropa muy cara. Y fea, claro.
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Parece mentira, con todo lo que se sabe de las auténticas preparaciones de los deportistas, que todavía haya interés -por parte del deportista y del medio que hace de altavoz-en publicitar estas cosas. "Llevo tres días y ya estoy notando los efectos de la cámara". A ver si se hace qatarí de una vez, como ha amenazado.

15 febrero, 2012

Roma vincit (I)

El alcalde Roma, con su juguetito
Hemos caído tan bajo que hasta Italia nos da lecciones en justicia, titulé hace un tiempo. Ahora, el diagnóstico sigue siendo el mismo: seguimos en el pozo, intentando llegar a una capa inferior arañando con las uñas, e Italia nos da lecciones en la gestión del dinero público. Parecía imposible, pero es así, y creo que no admite un enfoque diferente.

Ayer, en un gesto de responsabilidad institucional y lejos de la galantería y los flashes asegurados, el Presidente del Gobierno italiano Mario Monti declinó el apoyo gubernamental a la candidatura de Roma a los Juegos Olímpicos de 2020. Como en este post que sigue se entrelazan temas locales italianos, temas de deporte, mucha miseria moral, algún gesto de grandeza -pero este ya lo acabo de citar- y escaso ciclismo, aviso al lector escrupuloso con el titulo de este blog que ya puede dejar de leer.

Roma ya celebró unos Juegos Olímpicos en 1960, considerados con bastante fundamento como "los más bonitos de la Historia". A falta de otros argumentos de más peso, en Italia siempre les queda el recurso a il bello, por el que suelen ganar por goleada y, cuando no es así, ganar porque il bello es muy difícil de cuantificar. Las competiciones de remo y piragua se hicieron en el cráter del volcán de Castelgandolfo, el atletismo y la gimnasia en dos impresionantes recintos hechos por Pier Luigi Nervi, para la natación se empleó una obra maestra de la arquitectura razionalista de los años 30, y la marathon acabó en el Coliseo.

Es más, con motivo de los fastos la ciudad milenaria vio por primera vez el metro, una línea para comunicar los recintos del EUR con el centro. 50 años después Roma tiene dos líneas de metro, que se cruzan en un único punto, y la tercera sufre para poder abrir su primer tramo, entre los habituales ahogos presupuestarios de un país que vive atenazado por el enorme peso de su deuda desde los años 80.

En esa época es cuando surge en escena Gianni Alemanno, el actual alcalde. Empezó desde lo más bajo de la política, en una parábola difícilmente extrapolable a ningún otro país de nuestro entorno. Alemanno viene de la ultraderecha extraparlamentaria, y hace treinta años se plantaba con uno o dos secuaces con su megáfono en mano en los numerosos barrios populares de Roma a lanzar sus consignas radicales. Huelga decir que hay que tenerlos muy cuadrados, o estar muy convencido de lo suyo, para plantarse de esa manera en Centocelle, San Lorenzo, Torrino u Olgiata. Cambien estos nombres por Santutxu, San Fermín, San Roque, La Tenderina o las 3.000 viviendas y lo entenderán.
Alemanno y su inseparable megáfono, acompañado de Gasparri con gafas de sol.  De golpista, por supuesto. Nunca fueron a la Universidad para estudiar, pero sí para boicotear, amenazar, intimidar e informar. Por este orden.

Que un personaje con esta trayectoria haya llegado a alcalde de Roma ( y sus compañeros de época a Ministros, Presidente del Congreso y posible nuevo Presidente del Gobierno) dice mucho sobre el sistema político de Italia, donde prevalecía la atomización y donde -y en esto la Historia da muchas lecciones en muchos otros países- un pequeño grupo de gente organizada puede hacerse con el poder si se dan las circunstancias adecuadas. Eso es un aviso para mis lectores catalanes, y lo que pueda pasar con Anglada dentro de 20 años.

Alemanno ganó unas elecciones, y lo hizo de una manera inolvidable. Con las circunstancias propicias, claro, pero ahí estaba, con sus 30 años en política viniendo literalmente desde las cloacas. Era el 28 de abril de 2008 en la eterna primavera romana y el favorito era Rutelli, una extraña mezcla de católico y postcomunista como sólo Italia puede dar. El alcalde saliente, el muy parecido Veltroni, había llenado la ciudad de tonterías como espacios culturales (vacíos), un Festival de Cine sólo para estrellas (estudió cine), una candidatura a los JJ.OO de 2004 -que perdió en la última votación-  y todo tipo de propaganda huera del que la ciudadanía estaba cansada. ¿Les suena?

1982, poco antes de lanzar un molotov contra la Embajada URSS
Contra todo pronóstico, Alemanno ganó las elecciones municipales, porque la abusiva propaganda oficial decía que la ciudadanía estaba contenta con los festivales de flores, los cursos de Historia de Kosovo y cambiar los colores del Coliseo cada vez que se ejecutaba a alguien en EE.UU. Bueno, pues llegó la hora de votar y votó lo que votó: los de izquierda se quedaron en casa, de puro agotamiento, y los de derecha votaron. ¿Resultado? Alemanno primo cittadino di Roma.

Había que frotarse lo ojos para creerlo. Yo lo viví en primera persona, y ví con los pelos de punta como los secuaces de Alemanno -muchos de ellos con camisa negra, la divisa de donde se copió nuestra camisa azul falangista-  jaleaban a su correligionario mientras subía las escaleras al Campidoglio con los gritos, coros y cánticos de tanto tiempo atrás. No sean morbosos: no alzaron el brazo derecho por petición expresa del neosindaco, simplemente estaban saludando a las palomas.

Como alcalde Alemanno lo ha hecho bastante bien, y lo tenía bien fácil gracias al legado de basura vacía de Veltroni. Ha colocado a todos sus amigos, pero parece que eso es consustancial a Italia, y ha afrontado de una manera valiente problemas antiguos. Su mayor però viene, precisamente, de haber recuperado la idea de Roma como ciudad candidata a los JJ.OO.

Y lo hizo de entrada. El CONI (¡un saludo a Valverde!) aprobó la candidatura el 19 de mayo de 2010, después de descartar la auténtica humorada de una candidatura de Venecia. En este espacio de tiempo -y lo sabemos bien desde España, por lo que nos toca- se han gastado recursos públicos en promocionar una candidatura para un evento que no se parece en nada a lo celebrado en 1960.

Los JJ.OO de la actualidad son un monstruo que devora ingentes recursos (públicos, lo prevalecen así: por eso no parece que vayan a ir a EE.UU a medio plazo) y deja muy poco a cambio. Y si lo deja, es difícilmente cuantificable, como il bello, en este caso el momento olímpico: dos semanas, dos. No más.  Los JJ.OO de Atenas 2004 devoraron 20.000 millones de las arcas públicas de un país que ahora está en bancarrota. Los de Londres 2012 han superado ampliamente esa cifra. Los de Pekín 2008, como era una dictadura comunista, son difíciles de cuantificar, por ese eterno problema de ese tipo de regímenes con la estadística. Y verán los de Rio 2016, en un país manirroto y con tendencia al gasto suntuario del gusto más absurdo.

Alemanno se embarcó en la aventura olímpica -que tanto había criticado desde la oposición-,- envilecido con la idea y como trampolín hacia la inminentes elecciones municipales. Le ha salido, mal, muy mal. Probablemente porque al frente del Gobierno italiano no están sus secuaces, como si estaban hasta hace unos meses cuando fueron depuestos no por la urnas, sino por la presión de los organismos económicos internacionales de los que Italia forma parte. De no ser así, probablemente estaríamos hablando de una historia muy diferente.

Afortunadamente, y otra vez en la Historia, Roma vincit. Gana Roma, ganan sus ciudadanos y gana en general el conjunto del país, que hubiese tenido que asumir en una coyuntura especialmente delicada los caprichos de alcaldes con ínfulas de grandeza. Mañana, si eso, les hablo de Madrid 2020. Para cerrar el círculo. O el aro olímpico que nos estrangula.
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Estupendo artículo sobre dopaje y ciclismo. Es alemán, claro. Intuye que de la relación entre Holczer y Menchov en el Katusha no puede salir nada bueno, igual que yo intuyo que Freire haría mejor retirándose en cuanto pueda. Sin contar nada, pero diciéndolo.
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Un titular con miga. En una provincia azotada por el paro, destinar recursos públicos a esta prueba hace el titular aún más acertado.
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Se lo regalan porque ahí fuera se pueden hacer controles a esas horas. No hay horas de descanso nocturno, a.k.a de barra libre.
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Otro titular maravilloso, sin querer serlo. Es exactamente lo que corea la masa. También es lo que se dice cuando a alguien le cuelan una inocentada. Insisto: titular maravilloso y del que me reservo el uso para futuros usos. Si es que no hay nada como leer por ahí...
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Urraburu hace sus cuentas (las de la vieja) y cree que Contador podría llevar ya muchos otros Tours ganados. Titula "poker", pero después las cuentas no salen en torno al cuatro que indica la palabra. Quizás es que hasta el propio Urraburu se ha liado. Como siempre. Curiosamente, su paisano y compañero de fechorías periodísticas Gómez Pena, se dedica el mismo día a hacer el mismo juego, con idénticos resultados y conclusión, aunque no lo pone de manera tan explícita.
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Faltaba el argumento definitivo a favor de Contador. Es el "te lo juro por mis muertos" que ha usado, desde tiempo inmemorial, el pueblo gitano. Yo lo he escuchado en mercadillos de ropa muy frecuentemente, y sobre las causas más variadas. Aquí lo utiliza Sergi López-Egea, que está realmente desquiciado con Valverde y Contador, y lo hace sin ningún rubor. Desde el mismo titular, siguiendo por la presentación y llegando a la conclusión. Pensaba que no podría haber algo más fuerte y definitivo que la máquina de la verdad, pero no tuve en cuenta las habilidades del periodista de El Periódico de Cataluña. Donde la rumba, mismamente.

(La historia puede ser cierta, pero mi interés está en el uso propagandístico-exculpatorio de la misma)
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Este mismo personaje piropea, poco después y desde su twitter macarra y provocador ("para las universidades", dice) una caca de artículo como este, digna de un escritor malo, malo, malo. Yo tengo El rey Miguel, igual que tengo casi todo lo publicado sobre ciclismo, la mayor parte por regalo: la primera frase ya provoca el pedorreo más lógico. Miguel Indurain es tan alto y silencioso como los extensos bosques de hayas de los Pirineos.

El artículo abunda en lo peor de la profesión, y me refiero a la de literato: Janis Joplin, la teoría del burro y el caballo de carreras, Edith Piaf, Paco Ibánez (es que el autor es francés, y por tanto sólo conoce a este cantautor y después a Jorge Semprún como intelectual), apelaciones al pueblo y ¡osos aplaudiendo!. Y muchos, muchos insultos: el principal es a la inteligencia, y recorre todo el escrito. Los concretos son estos:

  • Una jauría de autoproclamados expertos que persiguen, destrozan, descuartizan y babean
  • Con el pretexto de la lucha antidopaje, ataca a hombres que, gracias a sus éxitos, escapan de la mediocridad en la que está sumida. (No dejen de notar que la frase, incluso leída en su contexto, está mal traducida. ¿Quién está sumido en la mediocridad? Se intuye...)
En serio, hacia tiempo que no veía un ataque tan directo desde un periódico a parte de sus lectores. Y, al mismo tiempo, un  insulto a su inteligencia y sentido común, los mismos que les dicen (además del laudo del TAS) que lo del solomillo es una fantasía.  Esto tendría que acabar en el Defensor del Lector. 
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Seguro que interesa a más de un lector de este blog. ¡Maldita Francia! Pues no: maldita España. Defendemos con recursos del Estado a gente que, con 47 millones de ingresos, tributa 11.000 euros. Hacienda somos todos, pero algunos, menos que todos.
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(Relacionado con lo anterior) Ra-ra-ra-Rajoy 
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Dios mío, qué vergüenza. Y lo hace el equipo de Del Nido, condenado por múltiples delitos y cazador de loterías premiadas. El Sevilla de la papilla y Juande Ramos. El de Puerta. ¿Superioridad de qué? Ah, de eso. Pues vale.

06 febrero, 2012

No había vaca, sólo clembuterol

Un thumb up muy furtivo
Por fin el Tribunal de Arbitraje Deportivo, última instancia para contenciosos sobre el mundo del deporte, ha emitido su laudo sobre el conocido como caso solomillo. Tras una serie de dilaciones, retrasos, aplazamientos y presiones realmente mezquinas, el organismo internacional con sede en Suiza ha establecido la sanción a seguir por lo que empezó siendo un caso de positivo de libro y ha terminado siendo sencillamente eso: un positivo de manual.

Nos esperan largos días de propaganda obtrusa revisando la sentencia (por lo visto en estas primeras horas, triunfa eso de que "no ha podido demostrar el dopaje", así como que la UCI quiere recaudar dinero), pero como ya estamos acostumbrados a ese tipo de bombardeo mediático y por tan malos propagandistas, es fácil evitar ese tipo de trampas.

Básicamente porque Alberto Contador dio positivo por clembuterol en el Tour 2010 y el TAS viene a aplicar la sanción que está recogida para este tipo de circunstancias: dos años de sanción. Como el corredor Alberto Contador Velasco, su entorno, los periodistas españoles, el ex-presidente del Gobierno Zapatero y la Federación Española de Ciclismo intentaron enfangar todo lo que pudieron -y a fe que lo consiguieron, aunque al final han sido batallas y no la guerra-, el proceso se ha alargado hasta tal punto que aquí el principal damnificado es el ciclismo.

Como siempre. Ahí está el reciente ejemplo de Alejandro Valverde, que ha vuelto a la competición a pesar del enorme daño causado a este deporte, y lo ha hecho recibido con los brazos abiertos por los principales protagonistas de este deporte. Hemos llegado a tal punto que un corredor que deja su sangre en un piso-patera de un conocido médico dopador tiene la desfachatez -y con él todo su equipo, que en teoría vende honradez- de decir que nunca ha dado positivo; o que, como en el caso que nos ocupa, un corredor que da positivo por una sustancia prohíbida en la víspera de las jornadas decisivas de un Tour que encabezaba por unos míseros 30", es capaz de hacer llegar su mensaje gastado y manoseado de "soy inocente". O me he comido un solomillo, que viene a ser lo mismo.


Vegetariano a la fuerza
 Contador no ha podido demostrar que esa sustancia llegase a su organismo de manera incosciente: de eso trataba todo el caso, artificialmente alargado y estirado como un chicle barato por sus huestes de periodistas afectos -el primero de ellos, Carlos Arribas, hoy muy comedido gracias a su dieta de hiel, o quizás de níquel, como el pasaporte biológico de su admirado-, y los expertos y abogados contratados al efecto. Como no ha podido demostrar la teoría de la contaminación alimentaria (una de las posibles vías por las que el clembuterol hubiese podido llegar a su orina, aunque existen otras muchas), y que era toda su defensa, el veredicto es muy sencillo: dos años de sanción.

No hay más vueltas. Hay que ir a las unidades básicas del caso solomillo, y no entrar en detalles del juez israelí, el cocinero Olalla, la puntita o la UCI. Contador tenía un positivo cuya sanción ha ido retrasando gracias a su derecho a la defensa (interpretado como argucias legales para retrasar, y que no ha dudado en poner en entredicho al sector vacuno español, porque aquí todo vale) y cuyos efectos se van a aplicar retroactivamente. Esa es la unidad básica de partida y medida. Que no les cuenten historias.

El gran momento de Jacinto Vidarte
De esta manera, los dos años de sanción de Contador empezaron a raiz del día en que se confirmó el positivo, el 25 de agosto de 2010. Como el positivo se produjo en plena disputa de una carrera, pierde todos los resultados obtenidos en ella: el ganador oficial del Tour 2010 es Andy Schleck, segundo Menchov y tercero S. Sánchez; como Contador aprovechó los recovecos legales para seguir compitiendo tras su positivo, pierde también todos los resultados obtenidos durante 2011: el Giro de Italia y dos etapas (que van respectivamente a Scarponi, Rujano y Nibali); la Vuelta a Murcia y dos etapas (Coppel general y crono, Menchov etapa de montaña): Volta a Cataluña y una etapa (Scarponi ambas); y crono de la Vuelta a Castilla-León, para su compañero Porte. Ah sí, y también dos etapas este reciente enero en Argentina.

No se trata de un ejercicio de reescribir la historia. Es lo menos que se puede hacer para intentar paliar el tremendo daño que ha hecho al ciclismo que este corredor haya podido seguir compitiendo a pesar de tener un positivo de tomo y lomo a sus espaldas, concretamente a la altura del solomillo. Si Contador hubiese cumplido su sanción desde el 5 de agosto, la disputa de todas esas carreras reseñadas (y también del Tour 2011, para qué negarlo, a pesar de que acabó en quinta posición y no ganó ni una etapa) hubiese sido completamente diferente. Ese es el daño que corredores como Contador, marcados desde su origen (desde que comenzó a competir en 2003 cuenta con un certificado médico que estipula que tiene un 52% de hematocrito de manera natural) hacen al ciclismo, y eso si que no se puede reescribir.

La sanción a Contador quedará como una marca indeleble en el palmarés de un corredor al que muchos situaban ya en el Olimpo ciclista, y que a fin de cuentas cuenta sobre el papel con dos Tour, un Giro, una Vuelta, dos París-Niza y dos Vueltas al País Vasco, algo más bien de la categoría plata en la historia de este deporte centenario. Como ni el mismo se creyó nunca eso de que dejaría el deporte si era sancionado, habrá que ver con qué palmarés cierra Contador su vida deportiva: independientemente de los nombres y el número de las carreras que trufarán ese elenco, siempre habrá que añadir lo de "sancionado dos años por dopaje".

Con Pepe Martí y unos amigos, año 2010
A Eddy Merckx lo expulsaron por dopaje de un Giro que iba a ganar, pero ni Coppi, ni Anquetil, ni Hinault, ni Induráin tuvieron -y ni el propio belga- su carrera deportiva asociada al dopaje de manera tan clara como Contador, algo que siempre, siempre, le acompañará. Ahora viene un largo camino por parte de los mismos que le metieron en este laberinto judicial vendiendo una absolución que, de haberse producido, hubiese sido un atropello al sistema de check&balance de este deporte, que si se ha dotado de estas medidas es para combatir precisamente casos como este. Ese largo camino consiste en edulcorar (enfangar: su auténtica profesión) la única realidad: positivo y sanción, dos años.

En esa misión sirve de referente válido lo de Valverde, el otro corredor que iba a rescatar el ciclismo español, el ciclismo de la Operación Puerto donde el murciano y el madrileño estaban implicados, los dos con nombres, uno con sangre. Cuando Valverde fue sancionado (mayo de 2010), era el número uno del mundo; cuando Contador es sancionado (febrero de 2012), es el número dos del mundo y el mejor corredor del mundo en vueltas por etapas. La carrera deportiva de ambos, su epopeya profesional, no puede ser entendida sin su origen (uno con Manolo Saiz, el otro con el Kelme, ambos bajo el amparo del mismo sistema sanitario) y su época.

¿Se podía haber salvado Contador? Dejando aparte métodos sicilianos con el TAS, que en todo caso jamás esconderían que dio positivo (poder justificar el positivo no lo anula, aunque si sus efectos legales), A.C podía haber salvado su imagen y haber ahorrado a este deporte un trago tan difícil como este -fíjense que nadie saca pecho de la efectividad del antidopaje, o de posibles efectos aleccionadores- de haber actuado como un hombre, algo que tantas veces se echa de menos en una profesión en la que la valentía se da por descontado, y casi siempre en estos casos, de manera errónea.

A ver qué cuentan de mí....
Contador podía haber citado los nombres que estaban detrás de su positivo, y que no corresponden a Jacinta, Tola o Engracia, todos ellos imaginarios nombres de la vaca del solomillo, y que seguramente no se encuentran en lejanos valles de ganaderos, y si en la trastienda del autobús de equipo, o de su propia consulta médica; podía haber -disculpen la metáfora forzada y facilona- haber cogido la vaca por los cuernos y ser dueño de su destino, y no que los abogados se enseñorearan de su vida. Podía haber confesado su positivo, y no quiso hacerlo. Por supuesto, no se hubiese librado de la sanción, pero quizás si que hubiese venido muy edulcorada, y no faltan los ejemplos, además de haber ganado altura y dignidad como persona. ¿Por qué no lo hizo?

La casualidad (¿casualidad?) ha hecho que Contador conozca la sentencia del caso solomillo durante la disputa de la Vuelta a Mallorca, el mismo escenario donde en 2008 dejó una de sus imágenes más recordadas y patéticas. "Astaná al Tour, Astaná al Tour", bramaba mientras hacia uno de sus números circenses, ensayo previo al de Alpe D´Huez en el Tour 2011. Ahí estaba defendiendo ¡a su equipo!, el mismo de capital centroasiático que en 2007 había tenido una cadena de positivos durante la carrera francesa y que, consecuentemente, era excluído para la nueva edición. Tanto, tanto ha defendido por omisión vacuna a su equipo/entorno, que ha preferido todo este largo proceso a dejar en evidencia a su escuadra, o a su médico, o a su entorno. Ha preferido dejar indemne el sistema del ciclismo, porque sabe perfectamente cómo funciona todo.

Al fin y al cabo, no parece mala estrategia. Podrá volver en siete meses y con 29 años, dispuesto para tomar la salida en...bueno, no se en qué carrera, porque la Vuelta, empieza una semana antes de que cumpla sanción. Volverá como si nada -ahí está el ejemplo de Valverde-, en su equipo y diciendo que todo es una conspiración. Y, dado lo escaso del tiempo sin competir -aunque en los anales del ciclismo vaya a quedar otra cosa-, no es previsible que el parón le afecte en nada. Al fin y al cabo, seguirá disponiendo de sus dos certificados médicos vitalicios.
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Una gran noticia en estos tiempos que corren: el próximo 26 de septiembre habrá Milán-Turín. Me dicen desde Italia que forma parte de la estrategia para candidar a Turín al Mundial de 2016, ¿Y qué? Bienvenida sea una nueva edición de una de las carreras ciclistas más antiguas y una de las más bonitas.
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Después dicen que si este blog hace tal o cual a la reputación del ciclismo....Lean, lean: "lo que más me impresionó fue que él estaba ahí aunque no estuviese. Simbólicamente hablando, tenía su silla cuando nos sentábamos en la mesa, su habitación, su dorsal, su bicicleta… Estaba en el Giro, en la Vuelta al País Vasco, en las clásicas, en el Tour… En todos lados. Se hablaba continuamente de él como de alguien divino. Era el esperado. El único que podía llenar su propio vacío".

¿Una sesión de espiritismo? No, simplemente la enésima loa a Valverde, que a sus epítetos de El Imbatido, El Intocable, Balaverde y El Donante añada ahora lo de El Divino. El rufián de Alain Laseka, especialista en inventarse diágolos y situaciones, trufa su lamentable reportaje con declaraciones de Rojas, Lastras y Unzué, pero curiosamente no pone autoría al texto entrecomillado que reproduzco, simplemente "un cuentan los recién desembarcados al equipo". Por el estilo lleno de puntos y sentencias lapidarias, es fácil deducir la autoría. Alain, eres un peliculero y un mal periodista. Muy malo.
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Nostalgia nacionalista por un equipo en el que había dos o tres asturianos (y para cumplir la cuota nacionalista, jamás con relevancia en las grandes carreras) entre veintimuchos corredores. Por cierto, da bastante repelús la continua referencia a lo de "una familia", que tan feos recuerdos trae en el mundo del ciclismo.
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"El año pasado tuve mala suerte. Lo intenté, pero Gilbert, para muchos el mejor ciclista del mundo, me ganó en San Sebastián y en el Tour y en la Vuelta no tuve suerte, pese a que estaba bien".

"Gané una etapa y estuve a punto de hacerme con otras dos"

 "donde espero, por fin, ganar una etapa"

"El seleccionador cuenta conmigo. En los de Pekín me quedé a las puertas como corredor reserva, por lo que espero ir esta vez"

¿Qué tienen en común todas estas declaraciones, además del autor? Pues eso, que son de alguien que pierde pero siempre tiene excusas. De hecho, todo son excusas.  Con todos ustedes, y en la más pura tradición regional de S. Sánchez, el campeón ciclista Carlos Barredo.
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Parece un incidente más, pero considerando la foto (es díficil creer que alguien desplazase la bici debajo del bus) habrá que dar algo de credibilidad a la ciclista. Más considerando que la empresa municipal de autobuses de esa ciudad tiene un simpático historial de conductores borrachos.
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Únete a la campaña del The Times por la seguridad de los ciclistas. Ya lo han hecho las celebrities.

02 febrero, 2012

"No estoy arrepentido de nada. En cada momento de la vida, he disfrutado, lo he hecho bien y conmigo mismo me siento contento"

¿Perrito faldero? Ahora también con pantalón
Aquí, cada loco con su tema. Un ciclista condenado por dopaje hablando de su inocencia, un periodista condenado en su credibilidad por sus servicios a favor del primero hablando de sus obsesiones, y un blogger sin ninguna relevancia todavía indignado por la desfachatez con la que se desenvuelven los dos primeros. Entre ellos y hacia los demás.

Ayer se presentó el Movistar, el único equipo ciclista grande que queda en España, heredero del Reynolds-Banesto-Caisse d´Epargne. Heredero, también, del Illes Balears, como en breve podrán leer con sumo detalle, aunque ya se empieza a olvidar ese pasado, como si nunca hubiese existido.

Como ven, todos los elementos son muy conocidos, y también su tratamiento informativo. Con estos ingredientes, ¿qué interés puede tener una entrevista de Carlos Arribas a Alejandro Valverde?; o bien, ¿qué interés puede revestir una entrevista del periodista que hizo todo lo posible por exculpar a 18.- Valv. (Piti), al sujeto de sus desvelos y su descrédito profesional de por vida? Pues simplemente el mismo interés que se puede encontrar en algunas de las parafilias más oscuras de la gente, y que gracias a Internet ahora están más alcance de todos.

El otrora prestigioso periodista comienza lisonjeando al conocido como El Imbatido, donde abundan los mismos tópicos de siempre sobre el ciclismo y el éxito: "me he cuidado" y "me he sacrificado" como antesala del éxito, cuando es bien sabido que hay muchos ciclistas que, sin necesidad de hacer eso, también llegan a las victorias. Incluso comiendo bocadillos de mortadela, por no hablar de las bolsas de sangre. Al igual que el retorno del Santo Basso, parece que hay una cuidada predeterminación en asociar las posibles victorias que vengan por parte del murciano con una vida cartuja y monacal. Por seguir con el paralelismo con Basso, que nadie deje de observar la referencia final a los tres vástagos de Valverde.

Sin embargo, lo más destacado del encuentro entre el periodista que se aferraba al informe de la Guardia Civil como clavo ardiendo (y después, durante años,  a minucias legales) y el donante de sangre está en cuando aborda este tema, que tanto les ha unido profesionalmente: uno por la sanción de dos años, otro por el estigma de por vida:

P. ¿No cree que para cerrar la historia tendría que haber confesado sus pecados, arrepentirse?
R. Si es que no tengo nada de qué confesarme. Se me sancionó estos dos años y he cumplido. No estoy arrepentido de nada. En cada momento de la vida, he disfrutado, lo he hecho bien y conmigo mismo me siento contento. No tengo que reprocharme ni que decir nada.
P. La bolsa era de su sangre...
R. No tengo por qué decir nada más. Si se estudia el caso, se verá todo lo que pasó realmente.
Ya está. Ahí se acabó el tema. Se empieza con el tono religioso (pecado y arrepentimiento, causa-consecuencia ¡qué bonito todo!), tan querido por el otrora prestigioso periodista, que acaba dando por buena la remisión al sumario y el "no tengo por qué decir nada más", que surte efectos sobre Arribas en el sentido de "no tengo por qué preguntar nada más". Total, ya lo sabe todo perfectamente, igual que lo ha sabido siempre.

Cada loco con su tema, les decía. Valverde con su obsesión por el Tour (¡pero si tiene 90 kms. contrarreloj!), Valverde con sobredosis de Prozac que habla de batir a Evans y especialmente a Gilbert (el año pasado "quizás le faltó un contrario como yo"), y Valverde que fue bien recibido en el pelotón ("nadie me volvió la cara. Todos me saludaron"). Al fin y al cabo, cumplió la norma del pelotón (tu calla, no delates a nadie, y podrás volver, no hagas como Sinkewitz) de este deporte que se muere lentamente.

Con el caso Piti (el caso Valverde es el de toda su carrera) se ha perdido una oportunidad única de hacer un borrón y cuenta nueva. Pocas personas han hecho tanto daño a su deporte como este corredor y el periodista faldillero que vuelve a dejar su poderoso altavoz para que se digan cosas como la del titular, sin duda alguna todo un ejemplo para otros deportistas en iguales circunstancias.

El mensaje es alto y claro, especialmente de Pirineos para arriba: aquí no pasa nada. Nunca ha pasado nada y haremos todo lo posible para que creas que nunca ha pasado nada.
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Ciclistas de primera fila en el Tour de San Luis, otra carrera que crece y crece cada año. Las dos primeras etapas para Chicchi, aquel ciclista que fue campeón del mundo Sub-23 en Zolder 2002 y que en todos sus años en el profesionalismo no ha ganado jamás nada relevante. Por no irse muy lejos, el año pasado no ganó ni una sola carrera. Este año empieza con dos etapas en Argentina, a la altura de su categoría.

Otro que se llevó dos etapas fue Alberto Contador: dos finales en alto, dos victorias. Aprovechó para decir que hasta mediados de diciembre no había cogido la bici. Suponiendo que el 24 y 25 de diciembre, así como en Nochevieja y Año Nuevo, no entrenó, es realmente sorprendente el rendimiento del vegetariano más famoso del pelotón. Gana en enero sin haber entrenado y su objetivo está en julio. El mismo Contador de siempre, y le da igual que sepamos lo de sus dos certificados médicos: supongo que es más facil ganar fuera de forma cuando tienes de manera "natural" un hematocrito del 52%, entrenes o no.

La general fue para Leipheimer, que ganó la crono (Contador se dejó un minuto) y que sigue coleccionando vueltas menores en sitios exóticos. Asimismo, también colecciona fotos en el podio con su ex-compañero de equipo, tras las recordadas del Tour 2007 y la Vuelta 2008. Tom Boonen, que no ganaba desde la G-W del año pasado, se llevó la última etapa. Esto fue el Tour San Luis: cuatro etapas y la general para tres corredores diferentes pero de un mismo equipo, y Contador exhibiendo certificado. ¡Viva el ciclismo!. 
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Holczer, el repugnante manager del Gerolsteiner que nunca vio ni supo nada, y que ahora vuelve en el Katusha, dice que si Menchov gana el Tour en su primer año en el equipo, irá de París a Moscú andando. Considerando que consiguió meter a Köhl en el podio del Tour 2008 cuando no había acabado entre los 20 primeros ninguna otra grande, y considerando que Menchov ha ganado tres grandes y ha subido al podio del Tour en dos ocasiones, el simpático alemán puede ir comprando un par de buenas botas. La cantimplora ya la llevan bien llena.
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En Miranda de Ebro se mea muy mal. Aunque depende para qué.
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Este post está dedicado a la memoria de mi amigo Sergio, fallecido súbitamente siendo todavía demasiado joven. Perfecto conocedor de este modesto blog, los vericuetos de la vida nos llevaron a encontrarnos por amigos comunes. Parecía que nos conocíamos de siempre a pesar de la diferencia de edad. Tenías toda la razón: los mejores siempre son los que se van antes. Y a la francesa. Nunca sabrás el vacío que dejas.