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12 septiembre, 2012

Carrera secreta: no tanto (II)

Sin tatuajes
Al parecer, Tyler Hamilton va enseñando por ahí, dentro de las ruedas de prensa y entrevistas que concede por la publicación de su libro, la zona del cuerpo donde se pinchaba casi diariamente durante su experiencia de ciclista profesional. En su caso es la zona debajo del codo donde está la vena cubital media, un sitio difícil de ver por los pliegues, y que evita que se haya tenido que hacer el consabido tatuaje que adorna tantas pieles de ciclistas y deportistas profesionales.

Recordemos que, según los papeles de la Operación Puerto, el calendario de dopaje de Hamilton en su increíble 2003 (llegó a ganar la Lieja-Bastogne-Lieja) incluía estar picándose 200 días al año. El resultado es tener una zona de la piel llena de irregularidades, además de la conciencia bastante intranquila, tanto como para contar bastantes cosas de las que sabe.

Por haberlo vivido en piel propia. Cuando un ciclista habla y escribe de estas cosas, hay que tenerlo en consideración: no abundan los ejemplos, y lo que cuenta esclarece muchas cosas de la sociedad cerrada que es el ciclismo. Sólo hace falta ver el silencio con el que ha sido recibido en España, un silencio que va más allá de que esté escrito en inglés y que cada uno de para lo que de: han hecho igual que con Manzano. Acabamos de vivir "la mejor Vuelta a España de la Historia" (sic), no nos estropeen la fiesta contando la verdad.

En mayo de 2000, Lance Armstrong subió con Hamilton a su avión privado en Niza, donde entonces residía, y realizaron un pequeño vuelo hasta un aeropuerto español -con absoluta probabilidad Girona- donde ambos corredores se extrajeron sangre para ser reinfusionada dos meses después, durante la disputa del Tour de Francia. Bruyneel estaba presente. Al año siguiente Armstrong se instalaría en Girona.

Era una transfusión sanguínea: "con las otras cosas, simplemente era tomarse una pastilla o ver un poco de sangre manchando un algodón tras un pinchazo; aquí era ver cómo poco a poco una gran bolsa de plástico transparente se iba rellenando con tu propia sangre caliente y oscura. Son cosas que nunca se olvidan". No se olvida la primera vez, pero cuando se hacen muchas se llega a olvidar. Como todo.

"La siguiente semana estaba muy débil, sin fuerzas. Eso me impacto profundamente" Recuerden que era mayo y el Tour se aproximaba, y había que pasar por el Dauphiné. Imaginen a un ciclista que, de repente, ve como su estado de forma desaparece y se encuentra inane. "Mi fuerza ya no estaba en mis músculos, sino en la sangre, en esas bolsas".

Como ven, el libro está escrito de una manera infantil, pero no tiene por qué destacar por sus cualidades literarias, y menos en un mundillo que elogia una boñiga como el libro de Tim Krabbe, que parece un libro de autoayuda. De los malos. Este mismo personaje es autor de una frase que últimamente se escucha mucho: "Un aficionado al ciclismo, ante el dopaje, sólo puede encogerse de hombros". Pues vale: todos como Nosferatu.

"El Dr. Fuentes, para mí Ufe, me dijo a principios de 2004 que había comprado un nuevo tipo de congelador, más sofisticado. Lo llamaban "Siberia": permitía dejar congeladas varias bolsas de sangre de una sola extracción, evitándome tener que hacer una serie de viajes muy penosos a Madrid. Su uso costaba 50.000 dólares por temporada, más una serie de pagos adicionales en función de las victorias obtenidas".

Ya ven: de ir en avión a Girona -y después tener que vigilar que no se fuese la electricidad y echase a perder la sangre, como encargaron hacer a Landis- con Lance a poder tener la sangre almacenada y lista para usarse cuando se quisiese -prácticamente sin caducidad- con un solo viaje. Si Hamilton ya se sentía sin fuerzas con su primera bolsa extraída allá por el año 2000, no se como se sentiría cuando le sacaron tres de golpe en 2004, como consta en la ficha 4142 de la Operación Puerto.

"Con Ufe tenía un código para concertar el lugar donde haríamos la reinfusión, en plena competición. Poníamos en un SMS 167 y eso era el número de la habitación del hotel donde lo haríamos. Estaba siempre nervioso, temía que me pillasen. Así, cuando llamaban a la puerta y veía por el quicio que era Eufemiano, me levantaba de un respingo".  Ya ven que lo de Nosferatu no está tan mal traído.

"Después de la etapa del Ventoux en el Dauphiné 2004 [la del récord de la RDA de Ibán Mayo] me convocaron desde la UCI. No había ningún positivo, pero dejó con la mosca detrás de la oreja. Me pareció que aquella cita en la sede de la UCI era algo extrañísimo. En una etapa del Tour, Landis me dijo [por entonces todavía en el UsPostal, al año siguiente cogería el puesto de Hamilton en el Phonak] que Armstrong había llamado a Verbrugghen en persona, sugiriendo investigar al Phonak, porque seguramente estábamos usando alguna cosa nueva. No era verdad. Me quedé ciego de la rabia, me vinieron a la mente años de humillaciones. Así que fuí a buscar a Armstrong y lo mandé a tomar por culo. Fue una gran satisfacción".

Ya ven como era el texano. No le bastaba con ponerse hasta las trancas, es que -aprovechando su contacto con la UCI- señalaba con el dedo a los demás. Ese año también fue el encargado de difundir que Euskaltel iba con derivados sanguíneos de vacuno, el famoso Actovegyn. Mayo voló en Dauphiné y salió como co-favorito en ese Tour, aunque ahora resulte extraño y hasta grotesco. La UCI nunca pilló nada a los vascos, y su caída fue paralela a la caída de Jesús Losa a raíz del asunto Cofidis-Millar.

El pasaje es un buen argumento para todos aquellos que dicen que, como todos van igual, al final acaba ganando el mejor. Ni todos van igual, ni se juega limpio: como dice Hamilton en otro pasaje del libro, "Lance tenía una obsesión sobre si otros equipos podrían estar empleando medios y equipos más avanzados para el dopaje. Se puso totalmente paranoico en 2001 cuando se enteró que Ullrich había pasado el invierno en Sudáfrica, donde habían inventado una sangre sintética, el Hemopure".

Stand comercial de Hemopure en una feria de productos militares
El medicamento estaba a punto de ser comercializado en este país, que cuenta con una notable industria farmaceútica. ¡Sudáfrica! Por ahí también fue el CSC de Riis, Sastre y los Schleck en diciembre de 2006, concretamente en Somerset West. Repetirían los dos años siguientes. Será una casualidad, ¡con lo grande que es el mundo mundial!

El Hemopure tiene mucha historia: Sudáfrica es uno de los grandes mercados mundiales de sangre -por razones política ligadas al Apartheid y al dinero-, y se desarrolló para usos militares, "para usar cuanta menos sangre posible". Como las criogenizadoras siberias, robadas por la trama operativa de la Operación Puerto al Ministerio de Defensa.

No hay nada que temer: tanto Riis como Sastre han dicho que no conocían a Eufemiano Fuentes, también médico de ese Ullrich sudáfricano que provocó un brote de paranoia -felizmente superado- en Armstrong. Lástima que Hamilton haya dicho lo contrario, citando incluso el lugar y el momento en el que vio a Riis y Fuentes juntos. Y, de momento, todo da la razón a Hamilton, que ya no tiene por qué mentir, al contrario que los otros.
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Hoy se disputa el GP de Valonia, la preciosa prueba de un día belga con final en la ciudadela de Namur. Si no les parece suficiente atractivo, corren Freire, Boonen y Van Avermaet.
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Menchov, que siempre me ha parecido un gran tipo -especialmente porque no le sigue las gracias a los periodistas, cosa que les gusta nada-, se suma a la moda de adoptar un niño, como ya hicieron Horrillo (con el que mantiene una gran amistad) o Evans. Las tres fotos son preciosas. Bromas, las justas, y el resto a las cosas realmente importantes de la vida.

10 febrero, 2012

España S.A

Smile, you´re in Spain
¿Se puede convertir una sátira en cuestión de Estado? En esta España decadente, y con ganas de revancha ante una supuesta persecución contra sus deportistas, sí. También en esta España que, a falta de otra cosa que aferrarse, ha ido amalgamando una cosa llamada "nuestros deportistas" -cuando son esencialmente suyos, de ellos mismos, salvo que vayan con la selección nacional- como si fuesen el Museo del Prado.

A mí me da vergüenza como ciudadano de este país, que no he escogido -salvo los emigrantes, nadie ha escogido su país: le han nacido en él- leer cosas como las que relata esta crónica, de la que cojo la frase con la que inicio el post. El Ministro de AA.EE, que debutó de esta manera -por sus hechos los conocereis- protestando formalmente ante el Ministerio francés de deportes, ¡por una sátira que ha hecho un canal de televisión privado!, el mismo motivo que ha llevado al despectivo Wert de "Educación y Cultura y Deporte" (sic) a hacer lo propio dentro de sus competencias/limitaciones.

Y no han sido los únicos, no. En este tema hay un completo bipartidismo monolítico entre el PP y el PSOE (conocido por algunos como el PPSOE, especialmente para estos temas "de Estado"), para vergüenza de una parte minoritaria de la ciudadanía. En la tiranía de la mayoría que es la democracia realmente existente, siempre ganan los vociferantes lectores de Marca, y tanto Rajoy como Rubalcaba -que incluso da entrevistas exclusivas a este medio- lo son. Diariamente. Así nos va.

Se lo cuento porque con el caso solomillo (insisto en que el término caso Contador se tiene que reservar para toda su carrera, en sí misma un caso clínico, y no sólo por los certificados médicos) se ha llegado hasta el punto de que alguien completamente ágrafo como el expresidente del Gobierno Zapatero ¡ha publicado un texto en el Marca!. Si, es una empresa privada, pero para estos menesteres deportivo-nacionalistas es como el B.O.E. Y surte efectos desde su publicación.

Cautivo y desarmado el ejército rojo....
Los efectos son realmente desasosegantes. Un país donde el hasta hace nada Presidente de Gobierno saca tiempo para estos menesteres es un país de pandereta. También es un país donde se moviliza al cuerpo diplomático para protestar por unos guiñoles. Y a los ministros. Y a la ciudadanía, que así no piensa en otras cosas más importantes, embriagada como está por la propaganda de Estado sobre el deporte y "nuestros deportistas".

Sin ir muy lejos, ayer mismo radiaban en la SER, que es la emisora de mayor seguimiento, este anuncio de una empresa privada, pero lo hacían para apoyar una supuesta información. No hay mejor ejemplo de la propaganda convertida en información, de como confluyen intereses contrapuestos en mor de una única finalidad, pero hay miles de ejemplos.

Como es un tema que viene de lejos, y que está en la base de todo lo montado a raíz de la sentencia de un organismo internacional contra un ciudadano particular de este país, hay que remitirse a lo condensado hace años en este escrito referente a uno de los momentos más vergonzosos de un periódico y un periodista, el más hábil a la hora de la propaganda. Recuerden el inicio: Como odia el deporte (...) odia a España.

Así es la filosofía última de este movimiento primario, que ven en "nuestros deportistas" a nuestros soldados, merecedores de defensa diplomática. Así se siente uno en estos días de mensaje monoteista como te desmarques de la corriente generalizada de la supuesta injusticia con Alberto Contador Velasco, domiciliado en Pinto y uno más de los 46 millones de españoles. Si no demuestras tu inquebrantable adhesión a la causa, odias a España.

La senadora, con una amiga
No te digo ya como dediques tiempo y esfuerzo en leer y analizar la sentencia que no deja ninguna duda, entonces ya ni siquiera eres español, más que nada porque trabajar sin pedir nada a cambio es propio de otras latitudes. ¡Cómo para criticar que políticos que tienen que dedicarse a cosas más interesantes lo hagan sobre un pobre pelele, o una sátira de medio minuto en un canal privado francés! El deporte es política de Estado. Lo lleva siendo desde hace tiempo, y da igual que vayamos a por Madrid 2020 -sabiendo perfectamente lo que dejan unos JJ.OO- con ánimos poco deportistas y muy económicos: es política de Estado y lo lleva siendo mucho tiempo.

Con el nuevo Gobierno, y a tenor de la reacción ante el caso solomillo, la cosa irá a peor. Jamás han engañado a nadie -a diferencia de con otros asuntos, ¿a tí ya te han aplicado el aumento del IRPF?- y, dentro de la España S.A en que conciben el país, el deporte es un activo muy importante. A valorar y potenciar. El que quiera entender, que lo entienda. Está muy claro.
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¡Maldito TAS! ¡Siempre en contra de los españoles! ¡Primero se cargaron a Valverde, después a Contador y ahora a Ullrich! Vale que el alemán no era muy español, pero consumía en nuestro país: hasta 80.000 euros pagó a Eufemiano Fuentes, como aparece recogido en el laudo donde se anulan todos sus resultados desde el 1 de mayo de 2005. Ullrich pierde así el tercer puesto del Tour de ese año (que pasa a Mancebo) y la Vuelta a Suiza de 2006, que pasa a Koldo Gil. Además, la crono del Giro, que pasa a Basso. Estos tres corredores también estaban en la Operación Puerto: como los dos primeros son españoles, todavía no han tenido absolutamente ninguna sanción deportiva; Basso, por su parte, confesó, pagó y salvó su palmarés obtenido fraudulentamente.

Al igual que Scarponi, que también confesó, pagó y salvó su palmarés, y que ahora ha obtenido el Giro 2011 de rebote. Con estos precedentes, este post es más adecuado que nunca. Sí, aunque Mancebo finalmente haya subido al podio del Tour, o aunque Koldo Gil -retirado con 30 años, le dolía mucho la rodilla- haya ganado algo. La estrategia que recomendaron a los ciclistas españoles no llevaba a ninguna parte. Evidentemente, quienes la idearon -entre ellos los periodistas, parte fundamental en mantener el entramado de mentira- no se hacen responsables. Paquito, eres tan increíble hombre invisible que ni siquiera te vas a enterar de haber subido al podio del Tour.

En un análisis de la sentencia se lee en el punto 19.4 que la UCI pedía para Ullrich la anulación de todos sus resultados desde el 29 de mayo de 2002 (cuando dio positivo por anfetaminas, pero se ha desestimado), además de una descalificación de por vida; es especialmente interesante el punto 64.b sobre las evidencias de la Operación Puerto (y una pena no poder ver los documentos adjuntos que se citan en los pies de página 28 y 29). Para los seguidores de Valverde, recomiendo especialmente el pie de página número 30. Por cierto, en el laudo se cita la famosa cuenta bancaria de Eufemiano en el HSBC, la misma que daría muchas pistas sobre sus clientes y manejos, y que aqui no ha querido ver ninguna instancia deportiva, a pesar de que el banco ha colaborado con las autoridades. ¡País!
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Muy buena columna de Arribas. Por supuesto, el periodismo también ha ganado en este asunto. El nunca pierde, claro. De níquel.
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Jose Carlos Carabias, que es de Ávila y reptante, compone esta crónica lacrimógena sobre Contador. No faltan elementos clásicos de la propaganda barata como el chico rico/chico pobre, uno con gustos extraños, el otro con gustos sencillos (como si la caza lo fuese), la prueba del polígrafo "le ha mortificado" (aparece escrito así, lo juro) y soledad respecto del trato que le han dado los políticos (¡pero si les ha faltado firmar con su sangre!), pero es especialmente deleznable traer a colación lo de "su hermano Raúl, afectado por una parálisis cerebral". En fin, todo vale con tal de dar pena. Carabias, te ha faltado lo del cavernoma, pero no te ha faltado vergüenza para todo lo demás.
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Juanma Castaño, que afirma que su deporte favorito es el ciclismo, consigue otro hito tras haber sido noticia durante la Eurocopa de 2008, gracias a ser bañado por champán. Esta vez por su catadura moral. Después dicen que yo caricaturizo a según quien: si ya os bastais vosotros solitos.
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Me parece muy bien. Y eso que es contra Kazajastán. Contra el Astana del tenis.

12 enero, 2012

La hipocresía de Aldag

El padre de Rudicio, modelo de Aldag
Rolf Aldag se despacha agusto en el Sueddeutsche Zeitung ante el conocido Andreas Burkett. El antiguo escudero polivalente de Ullrich (un percherón que tiraba en montaña y llano como un jefe de filas, y que la última semana del Tour se metía en escapadas a ver si sonaba la flauta), que después confesó su dopaje sistemático durante toda su vida deportiva y que, empero, era uno de los principales directores deportivos del superequipo HTC (doble campeonato del mundo en Copenhague, por ejemplo), ha tenido a bien desahogarse una vez fuera del mundillo.

Este es el requisito indispensable: se ve fuera y por eso raja. Cuando todavía estaba dentro, nada de nada, y cuando confesó públicamente su dopaje tampoco se vio especialmente perjudicado. Al igual que nuestro conocido y siempre recordado Igor González de Galdeano, cambió el sillín por el sillón del coche de equipo con una rapidez pasmosa, o vergonzosa si tenemos en cuenta su pasado.

En el London Eye, en la salida del Tour 2007
¿Qué experiencia pudo ver el HTC en Aldag? Mucha, y no siempre buena. Aunque raras veces se presente como tal, el HTC -nacido como equipo limpio- era la continuación del T-Mobile, y su corredor estrella debutó en profesionales y consiguió sus primeras victorias con el histórico maillot magenta de la formación, algo que los medios ingleses jamás recordarán: saben perfectamente lo que implica.

Además de haber corrido diez veces el Tour, seis la Vuelta y una el Giro, la principal experiencia de Aldag es que era el mejor aprendiz de Rudy Pevenage (padre de Rudicio, según Eufemiano del Gran Poder), al fin y cabo pasó trece temporadas en el T-Mobile y siempre con Pevenage como director, que veía en el alemán el perfecto instrumento para ejecutar sus órdenes tácticas (¡Ullrich, ataca! ¡Ullrich, aguanta! ¡Ullrich, a Madrid! ¡Aldag, persigue!) en carrera.

Es con este pasado con el que Aldag pasa a ser director deportivo de una auténtica máquina de conseguir triunfos como era el HTC, un equipo donde el 75% de los corredores conseguía victoria y que tuvo momentos señeros como la Vuelta a Suiza 2009, donde consiguieron seis etapas con cinco corredores diferentes. Después en el Tour la cosa no fue tan bien, pero es algo que suele pasar en este tipo de formaciones y con estos mimbres.
Rolf Aldag, explicando cómo se dopaba. Una miaja.

Ahora dice que "la UCI no es lo suficientemente fuerte como para luchar contra el dopaje" y que sólo sigue "intereses económicos", que es una cantinela muy frecuente entre ciclistas, directores, periodistas de ciclismo (especialmente entre estos) y amas de casa. Será eso, pero cuando la UCI persigue el dopaje también recibe las mismas críticas.

"No tengo ningún interés en volver a trabajar en un entorno que no me gusta y que no cambia", dice refiriéndose a eso que nosotros conocemos como el mundillo y que él tan bien conoce, tanto-tanto que raja una vez fuera. ¿Qué querrá decir Aldag con eso de que no cambia? ¿Qué querrá decir el director hasta hace nada de T. Martin, Cavendish, P. Velits y Goss? Bah, seguro que se refiere a algo que haya visto en estos dos meses fuera de el mundillo y no lo que le ha pasado a su pupilo A. Rasmussen, finalmente indultado por la UCI a pesar de saltarse tres controles en momentos clave de la temporada.

Sin embargo, Aldag se reserva lo mejor para Holczer, el antiguo director deportivo del Gerolsteiner que siempre dijo que no sabía nada de lo que cocía dentro y que fue a juicio contra alguno de los dopados, y que esta temporada vuelve con un puesto de mucha responsabilidad en el Katusha: "no se puede decir que tienes unos altos valores morales, haber tenido una serie de escándalos de dopaje como los de Schumacher, Rebellin y Kohl y que no veías nada, como si tuvieses una venda en los ojos. Algo no funciona".

Pues no, algo no funciona. Se debería prohibir volver a ocupar puestos de responsabilidad a mánagers o directores deportivos con pasado de dopaje, así evitariamos lo de Holczer. Y también lo de Aldag, pura hipocresía en alguien con su pasado.
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El AcquaSapone de los Masciarelli, Di Luca y Garzelli, excluído del Giro. Según este último, le han dado la puntilla para dejar el ciclismo: con 38 años sería lo más normal.

13 noviembre, 2008

Ullrich miente bajo juramento

Ayer se celebró en un juzgado de Dusseldorf la vista oral del juicio que Jan Ullrich mantenía contra su antiguo patrón en el Coast. Todo se debe a la deuda contraída de 340.000 euros (más intereses) por el impago de los salarios entre el 1 de enero de 2003 y 30 de abril del mismo año. Günther Dams se negó a pagar porque, según él, su corredor compitió dopado.

Jan Ullrich se tiró todo el año 2002 sin competir, aunque siguió siendo noticia por su consumo de anfetaminas y por sus accidentes de coche. Expulsado del Telekom, fichó por el Coast, un equipo con aspiraciones que ya había enrolado en temporadas anteriores a corredorazos de la talla de Beltrán, Escartín o Casero, todos ellos ganadores natos. Había una seria intención de construir un equipo grande -Zulle se retiró en sus filas ganando la Vuelta a Suiza-, y por eso la presencia de otros corredores como los clasicómanos daneses Hoj y Michaelsen, jóvenes alemanes que se quedaron en nada (Becke, Schweda, Rund, Urban, Korff), y una caterva de corredores españoles como Plaza, Garmendia, Paco Lara o Luis Pérez. A pesar de esos atributos, el Tour no consideró necesaria su presencia y para el 2003 realizaron el gran esfuerzo de fichar a Ullrich.

En su más pura tradicción, el alemán no debutó hasta abril -cumplía la sanción por las anfetas-, pero de qué manera. Ganó escapado en la Vuelta a Colonia tras un ataque a más de 50 kms. para meta. Todas las crónicas coinciden en que fue una exhibición sin paliativos. Era una marca de casa de Ullrich, que en su última temporada también se presentó en el Giro sin nada a sus espaldas y ganó la primera crono, dos días después de chutarse una bolsa de Eufemiano. Por cierto, en esa victoria en Alemania Ullrich corría bajo contrato y el maillot del Coast, razón del juicio celebrado ayer. La empresa -de confección- fracasó y la UCI, con la connivencia del Tour, tuvo que buscar el grotesco acomodo del Bianchi para que Ullrich pudiese competir en la carrera francesa.

Ullrich ayer se sentó en el banquillo por primera vez. Y el juez le dió la razón. Dams le tendrá que dar casi 500.000 euros, porque el ciclista alemán, ante las preguntas del magistrado sobre si competía dopado respondió repetidamente con no, no y no. Tampoco tenía contacto con Eufemiano, aunque reconoció que sí con Cecchini, que le preparaba "los entrenamientos". Ante la pregunta de las bolsas de sangre encontradas en la Clínica de Friburgo -con fechas de extracción del 13/11/2002 y del 2/04/2003 (15 días antes de su exhibición en Colonia)- afirmó desconocer como había llegado esa sangre hasta allí. Yo también desconozco en que momento se supo eso de las bolsas de sangre, a no ser porque se haya solicitado la colaboración de juez encargado de la investigación de la trama de Friburgo.

Según cuentan las crónicas, el juez explicó claramente a Ullrich las consecuencias de mentir bajo juramento: un año de cárcel. En mi opinión, el alemán ha arriesgado mucho. Demasiado. Por 500.000 euros, que de todas formas destinará a la caridad, se ha puesto bajo serio riesgo de acabar tras los barrotes de la celda. Aquí no se trata de sangre retenida por un juzgado madrileño (concretamente el 31 de Plaza de Castilla, sigan otros casos que puedan salir de la misma instancia) y que se niega insistentemente a colaborar con ninguna causa, no: es sangre que ya está en Alemania y que puede ser contrastada con una simple prueba de ADN. Desconozco si Günther Dams puede apelar, supongo que sí. Lo tiene muy fácil para ganar el juicio. Algunos hace tiempo que lo han perdido totalmente.

15 abril, 2008

¿Puede Freire con el Cauberg?

Este domingo se disputa la Amstel Gold Race, la clásica de primavera que más y mejor ha crecido, y que todos los años depara uno de los mejores momentos de la temporada. Se disputa en Holanda y es la cita más importante del año para el Rabobank, aunque paradójicamente sólo hayan logrado la victoria en 1999 y 2001. Todos los años, como un Sísifo del ciclismo, Boogerd se encontraba frente a sus limitaciones como ciclista y nos vendía como un éxito hacer podio, labor a la que se dedicaba con fruicción, por encima de los intereses colectivos del equipo naranja.

Este año ya no está Boogerd, que podía haber seguido más tiempo a tenor del nivel mostrado en 2007. El sabrá. El Rabobank no ha hecho ningún fichaje de relumbrón para sustituirlo, y confía cada vez más en su creciente cantera, que incluso exporta (por ejemplo, Maaskant, el cuarto en Roubaix). No estaría mal que confiase en Freire. La espléndida foto de hoy le retrata como un Flandrien más, y es de este Tour de Flandes, donde estuvo escapado sin exprimirse mucho. Tres días después ganó la Gante-Wevelgem con un sprint im-pe-rial, de los que difícilmente se olvidan.

Al término de la prueba, entrevistado por la tv belga, el tricampeón mundial dijo que iba a por la A-G-R, con una consigna muy clara: "todos juntos hasta el pie del Cauberg". Tan sencillo como eso. De lo demás se encarga el. Alguno se echará las manos a la cabeza. Bueno, Freire ya ha sido tres veces top ten en la prueba. En 2002, cuando todavía finalizaba en llano y corría con el Mapei, ganó el sprint del pelotón, para ser quinto. Y en 2005 fue décimo, superado por ciclistas como Di Luca, Perdiguero, Sinkewitz, Leukemans y Etxebarría, de conocido historial y trayectoria. Y en 2007 volvió a ganar el sprint del pelotón, nada menos que ante Riccó. También ha sido quinto en la Flecha-Valona, en un final mucho más duro.

Hay muchos factores que influyen para esperar un gran resultado de Freire el domingo. Además de los apuntados (estado de forma, capitanía del equipo y resultados pasados), quizás el más importante sea la merma que ha habido en los mejores uphill finishers del pelotón. Respecto al año pasado, ya no están ni Kessler (compitió con un valor de testosterona de 81:1, cuando el valor máximo era de 4:1), ni Di Luca ni Boogerd. Bettini anda magullado y dolorido. Valverde se enfrentará a su primera prueba de nivel en la temporada, cuando el año pasado venía de competir en País Vasco. Schumacher, el vigente campeón, no parece ir tan fino, aunque se probó en la crono final de P-V. Del año pasado queda Rebellin -36 años, en forma desde la París-Niza, como el año pasado-, algo al alcance de Freire.

Y después están los corredores que se van a presentar en la carrera viniendo de las tinieblas. Por encima de todos, Samuel Sánchez, que tras hacer el todoterreno en Castilla-León evitó el equivalente a la A-G-R para su equipo, por primera vez en su vida deportiva. También Kroon. Y después están los que han disputado P-V sin lucirse, como Schleck, J. Rodríguez, Wegmann, aunque, para que engañarse, hoy por hoy el mayor peligro lo supone Kirchen. A mí no me cabe ninguna duda: Freire puede con el Cauberg. De hecho, el final de la carrera -los últimos 200 metros son bastante planos, es ahí donde remonta Piti- favorece sobremanera las características de Freire, que esta año ha ganado en un final bastante parecido en la Tirreno-Adriático. La consigna está clara: todos juntos hasta el Cauberg. Y cuanto más arriba puedan llevar a Freire mejor. Equipo no falta: Gesink, Horrillo y Dekker, que puede esperar a la Lieja para sus aspiraciones. Quedan 5 días. Ojalá se cumpla este cuento de la lechera que me he montado.
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En la revista inglesa ProCycling dedican un reportaje a los chicos pícaros del pelotón. Es una revista que está muy bien, pero que peca de esas cosas tan típicas de los anglosajones: meten en el mismo saco a Ferrari o Fuentes con ciclistas del año de la polka. También meten a Valentino Fois, que fallecería poco después. Eso es meter la pata, y lo demás cuento. Cuando ves que la portada está dedicada a Cipollini y dentro hay varias fotos de su especial relación con Michael Ball (patrón de RockandRepublic), o que publican una doble página de Hamilton-Sevilla-Botero rodeados de rameras, ya empiezas a desconfiar del sentido del espectáculo anglo y sajón.
***
Ullrich alcanza un acuerdo judicial, pero el mismo sigue el juicio contra el patrón del Coast-Bianchi, que no le pagó ni un céntimo de sus 1´5 millones de euros del año 2003. Este dice que, como se dopaba, incumplió el contrato (jajjajja, el Coast de Garmendia, Escartín, Plaza, Casero y Beltrán, jajajajaja), pero Ullrich dice que seguirá adelante con este juicio...tanto va el cántaro a la fuente...

24 mayo, 2007

Y Zabel también se mete

En la foto vemos al simpático Rolf Aldag, el hombre que con casi 40 años seguía siendo un puntal clave en el T-Mobile hasta que se retiró para dedicarse a la maratón. Aldag ha confesado que se dopaba. Henn también. Udo Bolts. Y ahora Zabel. Rijs y Ullrich no hace falta que confiesen.

Este blog, por línea editorial, no se habla de corredores que no estén en activo. El escándalo se remonta a una década, suficiente para que todos los corredores estén jubilados. Y así es. Todos menos uno. Él. El estandarte del ciclismo de febrero a octubre e incluso de los 6 días en noviembre y diciembre. Zabel. El hombre seis años consecutivos maillot verde del Tour. Cinco años seguidos en el podio de San Remo. El hombre que ganó dopado la París-Tours de 1994, su primer gran éxito. Aquí no hay medias tintas: cuando un corredor confiesa que se ha dopado, toda su carrera tiene que ser puesta en entredicho. Su palmarés se vuelve hojarasca.

El alemán eterno ha llorado en la rueda de prensa, donde se ha presentado por sorpresa junto al señor de la foto. Ha matizado que sólo se dopó con EPO entre 1994 y 1996, porque "los resultados no llegaban". Mentira. Zabel compitió en los JJ.OO de Barcelona y fue 4º, ganando el sprint del grupo. En su primer año de profesional ganó una etapa en Tirreno e hizo segundo en otras seis pruebas. Había resultados. De creer su confesión, Zabel se empezó a dopar en 1994. ¿Por qué no en 1993? Es el problema de cuando se pierde la credibilidad, que no puedes andar matizando. El caso es que en 1995 debuta en el Tour en aquel equipo extrañísimo que era mitad ZG de Gianni Savio, mitad Telekom y se papa dos etapas sin equipo ni lanzador, en una temporada en la que también disputa la Vuelta con grandes resultados. Y en el 96 que contarles: seguía ganando sprints y marcaba el ritmo del pelotón en los puertos alpinos. No sigo, el que quiera ver su palmarés de hojalata aquí tiene la tabla.

En teoría, a partir de 1997 ya no se dopó más, "porque había sido un experimento que se abortó por los efectos secundario". Vuelvan a ver el palmarés. Siguió ganando lo mismo o más que no estando dopado. El problema de todos los mentirosos es que, de una u otra forma, siempre intentan mantener levantada su mentira, que es como un palafito ante un maremoto. Es normal. Han vivido siempre en la mentira y en el engaño. Como todos. Y que nadie intente buscar paliativos: Zabel ha cantado porque: 1) Jeff d´Hont, masajista del Telekom en aquellos años, publicó hace un mes un libro (con portada integral en Der Spiegel, que no es broma) sobre las prácticas dopantes que se realizaban 2) El actual T-Mobile, heredero de la estructura, despidió a los dos profesores de la Universidad de Freiburg Andreas Schmid y Lothar Heinrich, señalados directamente por D´Hont, que (ojo, ojito) todavía colaboraban con el equipo 3) el miércoles los profesores cantaron 4) el jueves los despidieron de su cómoda y rediticia cátedra 5) y empezó el carrusel de confesiones. Zabel sólo ha confesado de los años en los que le podía acusar D´Hont.

Yo tengo poco más que añadir. Una vez más, el dopado sólo confiesa el último, salvo en el caso de Manzano. También es cierto que Zabel nunca se quedó tirado en una cuneta y boqueando, como le pasó al ciclista del Kelme en el Tour 2003. Nunca se le vió preocupado. El hombre de la eterna sonrisa. Por cierto, también era de los que subían el churumbel al podio. El que inició la tradición.

04 abril, 2007

La Operación Puerto sigue en Alemania

Que una agencia de prensa alemana dice que los análisis de ADN a las bolsas de sangre con las claves 1, Rudicio y Jan confirma que el donante era Jan Ullrich. Que al parecer tenían nada menos que nueve bolsas de sangre con esas referencias. Que Ullrich lo sigue negando todo y habla de "manipulación".

Ya tiene que ser gorda, ya. Implica que te han sacado, sin que te des cuenta, 9 x 450 ml = 4´05 litros de sangre (un ser humano adulto tiene 5 en condiciones normales). Más que manipulación, se trata de una auténtica sangría como las que se practicaban en la Edad Media para curar todos los males.

En fin. Tampoco hay que insistir más en la implicación de Ullrich. Lo más interesante del caso estriba en preguntarse ¿por qué en Alemania y en el resto de países no?. ¿Por qué en Alemania hay una fiscalía que opera por fraude deportivo y en España o Italia no?. Las pruebas están ahí, criogenizadas. Sólo hace falta un juez y un fiscal que instruyan y obliguen a tomar muestras de ADN de los sospechosos como Birillo, 18.- Valv. (Piti) o 5.- Sevillano para confirmar lo que estos corredores, con su actuación escurrebultos, ya han dado por sentado: aguantar hasta que pase la marejada, que los jueces no van a ir a por nosotros y Lissavetzky ya está quemado.

En Alemania no operan así. A pesar de que el dopaje no es delito -que ya tiene narices en un país unificado con aquel engendro que fue la RDA- el pasado 26 de marzo un médico del laboratorio de la policía criminal de Bonn, donde se instruye el delito por estafa, viajó a Madrid para cotejar el ADN de una muestra de saliva con las bolsas depositadas en algún deposito judicial madrileño. Me imagino la escena igual que el final de "En busca del Arca Perdida", un gran almacén donde se pierde la vista. Y, al fondo, una cámara frigorífica con el líquido vital hibernando.

Y menos mal que todavía estaba. De no haber recurrido diferentes instancias el auto de sobreseimiento libre del juez Serrano, esa sangre hubiese vuelto a Fuentes y Merino Batres, al haber resultado exculpados. Igual que para Manolo Saiz iban a volver los 60.000 euros y el Actovegym incautado. Se desconoce si hubiesen hecho llegar la sangre y los productos dopantes a los destinatarios finales, que para ellos no son ninguna incógnita.

Como es importante recordar algunos nombres, el fiscal que lleva el caso se llama Friedrich Apostel. También está Pevenage en el proceso. Quien no está es Sevilla, que también tiene sangre esperando. El proceso de Sevilla es otro diferente, aunque con la misma base jurídica, basado en una denuncia de una profesora de Derecho. Mientras tanto, el ciclista con cara de niño y prácticas de yonki correrá este sábado en Estella y a partir del lunes en País Vasco, porque España es diferente.
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Para Paolini la primera etapa de La Panne. No es la primera victoria del italiano en Bélgica, que cuando corría en Quick Step logró hacerse con una Flecha de Brabante. Pero que nadie saque conclusiones aceleradas: es un buen corredor (ahí están sus podios en San Remo o Mundial), pero no se le ha visto nunca delante cuando hay pavé. Y tiene 31 años, al final se ha quedado en un buen corredor de equipo. El año pasado como jefe de filas del Liquigas y un contrato de 600.000 euros fue una calamidad terrible.

Su victoria fue fruto de saber engancharse al tremendo Ballan, que atacó en la última subida y después se tragó todo el aire porque va a por la general. Precisamente Ballan se reveló al mundo ciclista ganando esta primera etapa de La Panne en 2005 para perder la general en la última crono ante Devolder, y después hacer un espectacular Flandes con un meritorísimo sexto lugar. Este año puede que le pase lo mismo: a pesar del esfuerzo, tiene a un contrarelojista como Roesems a 11". En contra de lo esperado, Ballan está listo para Flandes: un enemigo muy peligroso para todos.
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Urraburu cada día tiene menos vergüenza. Ahora le copia a Arribas lo de "jardines" de su crónica sobre Brabante, así, con toda la cara. Dura, por supuesto. Por cierto, muy interesantes las reflexiones de Piti: "Sí cuando atacó -Voigt- me pongo a su rueda no se hubiera ido". ¡Este chico va a acabar sabiendo de ciclismo, se lo digo yo!. Gómez Peña también habla de "jardín", pero con mucho más estilo y en otro contexto. Me voy a apuntar a la tendencia...

27 febrero, 2007

Ullrich se retira ganando

Jan Ullrich ha anunciado que se retira. Lo hace ganando, puesto que la última carrera que disputó, en junio de 2006, se saldó con la doble victoria en la crono y en la general final de la Vuelta a Suiza. Ahí lo tienen, muy contento con sus compañeros de podio y de jeringuilla Koldo Gil y Jorg Jaskche, otros dos que no han vuelto a ver una carrera desde entonces.

A la espera de conocer la transcripción íntegra de lo que parece un espantoso espertento que empezó como rueda de prensa, no se lleven a ningún engaño. Toda la vida deportiva de Ullrich tiene que ser revisada a la luz de la única verdad de un dopado: ante la imposibilidad de saber cuando empezó con la hormona del crecimiento y el EPO, y su postura cerril tampoco ayuda mucho para esclarecerlo, su vida deportiva es como la de Pantani. Creíble sólo para los muy fans.

Jan Ullrich fue campeón del mundo sub-23 con 19 añitos, en el Mundial de Oslo 1993 en el que su némesis Armstrong ganaba entre los mayores con 21 años. Todo un presagio, dirán. Al año siguiente fue bronce en el Mundial CRI de Agrigento, en la primera edición de esta prueba. Indicios de que, nos guste o no, Ullrich está en la historia del ciclismo. En 1995 participó en la Vuelta a España de la orgía de EPO de la ONCE (Jalabert 1º, Mauri 3º, Bruyneel 4º) y ya vio como era el percal. Pero fue en 1996 cuando se presentó en sociedad de la manera más estrepitosa que se recuerda.

Se disputaba el llamado sexto Tour de Induráin y, tras una jornada de montaña asesina de esas que había a mitad de los noventa (Galibier nevando, el gran navarro sin equipo saliendo a todos los ataques) y con cuatro kms. a meta, el mozalbete pelirrojo descendió silbando hasta la cola del pelotón, vio al de Villaba bufando y con la mirada perdida, subió con dos pedaladas a la cabeza y puso un ritmo mortal. Induráin entraría en meta con 4´30”. Rijs pasó a la historia como el verdugo de Induráin, pero el ejecutor fue Ullrich. Y casi se lleva el Tour tras ganar la última crono y quedarse a sólo 1´14” de su calvo líder.

En 1997 ganaría el Tour, con varios hitos rara vez recordados. En la crono de St. Etienne consiguió la mayor ventaja en la postguerra sobre el segundo, un tal Richard Virenque que iba tan bombado que pudo ser segundo. Eso sí, a 3´14” de una máquina perfecta de pedalear. Olano, el especialista del terreno, quedó a un mundo y nadie se explicaba por qué. Bueno, pues ya se sabe. Fue todo honor y gloria aquel Tour dominado a su antojo, en lo que parecía el inicio de una tiranía. Al año siguiente se encontró de bruces con uno mucho más dopado que él y, a pesar de llevarse tres etapas, sólo pudo ser segundo. De esa fecha data su última victoria en una etapa de montaña, cuando tras su derrota en Les Deux Alps atacó al día siguiente subiendo La Madelaine para ganar en Briançon después de llevar a Pantani a rueda durante toda la jornada. Y desde entonces, como Sísifo.

Una extraña lesión de rodilla, de esa que le dan también a 18.- Valv. (Piti), le impidió participar en el Tour 1999. Entró a tiempo para la Vuelta, con una gran debut en la espléndida victoria en Ciudad Rodrigo (Ullrich siempre ha tenido un notable sprint). A rueda durante toda la carrera mientras los rivales se caían, le bastó un golpe de mano en la última crono para desbancar a un Igor ultradopado, que tan pronto ganaba en alta montaña como en cronos. Cosas del Vitalicio de Eufemiano. 25 años y dos grandes vueltas por etapas. Seguía en sus números, nada de lo preocuparse. Los finos analistas de entonces dijeron que Armstrong ganó ese Tour 99 porque faltaban los favoritos (Pantani cazado en Madonna di Campligio, Ullrich ausente, Zulle caído en el paso de Gois), sin darse cuenta que ganó cuatro etapas, a cada cual más rabiosa.

Y así llegó el Tour 2000, que servirá como esquema para las ediciones de 2001 y 2003: Ullrich no batió a Armstrong en ningún momento. Es la historia de un derrota repetida hasta la saciedad, en unas ediciones tristísimas de la carrera francesa, tal era la superioridad de la preparación del americano y –no lo olvidemos nunca- su equipo. De este año data también la que quizás sea la mejor victoria de Ullrich y la mayor derrota inflingida a Amstrong. Como buen alemán del Este (Rostock, el puerto rojo del Báltico), los JJ.OO eran la epifanía como deportista. En una auténtica exhibición en el circuito de Sydney, el alemán se escapó en el llano con dos compañeros de equipo y por detrás no pudieron hacer nada: impresionantes las imágenes de Bartoli y Bettini persiguiendo en pareja y no recortando ni un centímetro a la apisonadora del Telekom/Alemania. En la crono olímpica también fue plata por delante del bronce de Armstrong, con cara de pocos amigos –ni siquiera el oro de Ekimov- en el podio.

En 2001 cambió un poco la preparación y tomó la salida en el Giro de Italia. En la redada de San Remo, con pocos días para acabar, fue de los que saltó por la ventana ante la irrupción de los Carabinieri. No volvería a la carrera italiana hasta 2006. En 2002 estuvo de nuevo lesionado en la rodilla, tuvo un incidente con la policía tras llevarse por delante varias bicicletas mientras conducía borracho y con algunas tostis en el cuerpo y se perdió toda la temporada. El Telekom lo puso de patitas en la calle. Entonces se creó el engendro del Bianchi en torno a su figura –compañeros como Casero, Triqui Beltrán, David Plaza y director Juan Quimicefa Fernández- y Ullrich, en su enésima resurrección, casi pone contra las cuerdas a Armstrong. Salvo en la crono de Cap Decouverte (su única victoria en el Tour en el período 1999-2006), siempre detrás del yanki. Como siempre. Como de costumbre. Y esta vez con tonterías como cuando se zampó solo el Tourmalet con Armstrong 100 metros por detrás. Tanta potencia, tanta fuerza, tanta droga, para malgastarla así.

En 2004 sólo pudo ser cuarto y en 2005 tercero, en ambas ocasiones batido por su compañero de arcón congelador, médico y jeringuilla Iván Basso. Fue su fin en el Tour, carrera de la que forma parte con su increíble sucesión de 2º, 1º, 2º (x3), 4º y 3º. En el resto de carreras (competía un poco más que Armstrong, pero no mucho más) la tónica es parecida: cuatro veces segundo (increíble, pero cierto) en Zürich, dos Mundiales CRI, dos Vueltas a Suiza, algunas clásicas de un día italianas ganadas de una manera maravillosa y muy poco más. En 2006 ganó la primera crono del Giro de manera sorprendente, y a los pocos días estallaba la Operación Puerto.

De los papeles conocidos, Ullrich consta como cliente de Eufemiano Fuentes desde 2003 como poco. Era uno de los mejores clientes. Pagaba bien y compraba mucho. Tanto, que le corresponde el dudoso mérito de ser el número 1 del arcón congelador, indicio de la antigüedad del tratamiento. Valverde, por ejemplo, sólo es el 18. Tomaba de todo por medio de su camello-mentor (figura que se confunde con cierta frecuencia, como sabe Manolo Saiz), que le facilitaba toda la gama de productos dopantes del mercado. Tenía el equivalente a 2´5 litros de sangre congelada en Madrid. La mitad de la que lleva habitualmente el cuerpo de cualquier persona. Según el estadillo de existencias draculianas publicado por El País el 25/07/06 (y con fecha del 15/5/06, una semana antes de la actuación de la Guardia Civil), cuatro bolsas de 450 ml. de sangre sacadas en septiembre de 2005, otra en diciembre y media más en febrero, que el arcón no daba para más. La preparación para el Tour, a punto.

Ullrich se despidió ayer dando palos a todos, negando la mayor y dos días después de que intentase impedir el envío de una de sus bolsas abandonadas en España hacia Alemania para cotejar con su material genético. Su última carrera ciclista, como aparece arriba, se saldó con victoria. Al menos en eso igualó con Armstrong.