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30 octubre, 2012

Se busca equipo desaparecido

La mejor victoria de 2012: el Giro 2011
A lo largo de la temporada todo un equipo ProTour ha desaparecido, y nadie lo ha reclamado: no ha sido por pérdida de patrocinador, ni por un accidente colectivo, aunque por detrás se intuye una de esas feísimas historias del ciclismo, un deporte tan dado a los movimientos de péndulo con determinadas formaciones. El Lampre no era un equipo dominador, pero acabar el año con siete victorias, y ninguna de ellas WorldTour, merece ser destacado.

El año ya empezó mal, con el anunciado fichaje de cuatro o cinco ucranianos sin mayor mérito, en base a un acuerdo con el país eslavo que supongo que tiene detrás la venta en ese país de productos Lampre: es normal que Vitaly Buts, Denis Kostyuk, los hermanos Krivtsov, Kvavuch y Sheydyk no hayan hecho nada, porque tampoco se esperaba nada de ellos, a pesar de ser el 20% de la plantilla.

Petacchi, que tiene 39 años, ganó tres etapas seguidas y sin rival en la Vuelta a Baviera, que suponen el 43% de las victorias del equipo: el joven Ulissi ganó otras tres carreras, por lo que entre dos corredores ganaron el 90% de las carreras; la otra victoria fue para Cunego, un corredor que siempre ha ganado al menos una carrera profesional desde 2002, pero que este año casi se cae de la lista.

El mejor resultado de la temporada es el cuarto puesto de Scarponi en el Giro, del que nadie se acuerda. Normal: el corredor ya sancionado por dopaje es parte central de la investigación de la Fiscalía sobre Michelle Ferrari, con el que mantuvo una entrevista en su mítica furgoneta donde, de buenas a primeras, el médico dopador le habló de bolsas de sangre y no seguir el ejemplo de Alberto Contador.

Siempre con problemas con la Policía
Y eso por no hablar de Bertagnolli, que este año estaba en plantilla y cuyas jugosas declaraciones en el informe USADA han dejado malparados a muchos compañeros de profesión, mientras decía que dejaba el ciclismo por una sanción a raíz del pasaporte biológico, aunque es difícil seguir la pista a este corredor politoxicómano que merece entrada aparte por su increíble trayectoria de sputnik.

Al margen de nombres particulares, lo que sorprende del Lampre es la caída colectiva de todo el equipo, salvo quizás los jóvenes (que no haya una generación perdida) Ulissi y Malori, y que ningún medio haya considerado el paupérrimo rendimiento del equipo -que el próximo año seguirá World Tour-, muy por deabajo del Saur, Argos, Euskaltel, Saxo o Ag2r.

No hace falta buscar muy lejos o levantar muchas piedras para encontrar la causa. El Lampre, uno de los patrocinadores más veteranos del ciclismo, está siendo investigado en el marco de la investigación iniciada en 2010 donde se ha demostrado que toda la plantilla -incluyendo ese Gavazzi que ha huido al Astaná, para tener el mismo destino que sus excompañeros- se drogaba a través de una farmacia de pueblo italiana.

No, si fe (fiducia) tenemos, pero en las sanciones de por vida...
De hecho, el propio Pat McQuaid, a la sazón presidente de la UCI, fue preguntado en la rueda de prensa por el caso Armstrong, sobre si su organismo iba a adoptar alguna medida preventiva a raiz de cómo iba evolucionando la investigación sobre el Lampre: recuerden que Scarponi se entrevistó con Ferrari antes de ganar en 2011 -Contador mediante- Giro y Volta a Cataluña.

La respuesta fue heladora: "son ciclistas ya muy viejos". No lo dirá por Cunego, que cumple 31 años, pero lo que se intuye con esta respuesta tan operaciónpuertesca ("tendrán sanciones cuando se hayan retirado") es que la UCI  no va a hacer nada, que le basta con que el equipo sea un zombie ambulante que toma la salida en las carreras para clasificarse los últimos invariablamente, incluyendo un Cunego que vino a la Vuelta a hacer turismo.

Era Zapatero, pero también tiene perro
En fin: que el Lampre haya cerrado la temporada con siete victorias de chichinabo a cargo de dos corredores y con el nivel de un equipo griego no extraña nada viendo la trayectoria reciente del equipo, uno de los focos eternos de positivos (¡un saludo a Caucchioli, apartado por el equipo en la previa del Giro 2011!) del pelotón. Ahora parece que sólo se dopaba el UsPostal, cuando el ciclismo propone eternamente ejemplos de equipos enteros que tienen un perfil de victorias y rendimientos similar a una montaña rusa. O ucraniana.
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El Sky, el equipo del futuro del ciclismo, no tiene mejor cosa que por medio de algún empleado, vender desde Girona la ropa usada del equipo por medio de eBay. Es todo tan cutre y gañán que debería vivir el gran Berlanga y hacer una peli sobre el ciclismo. Por cierto, también han largado a De Jongh (que dijo que se dopó brevemente en el TVM, y después fue limpio) y Sean Yates, demasiado vinculado al Motorola y Armstrong. Quizás algún día reparen en la figura de Michael Rogers....ah no, que ese es corredor y no aprietavolantes.
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McGee aprovecha la marejada y nos cuenta que su vida deportiva quedo malograda por culpa de los dopados ¡McGee! Estuvo sus diez primeros años de profesional en el Française des Jeux y los Madiot, siempre con aura de gran estrella, para fichar en 2008 y con 32 años con Riis: duró un año y se retiró.

Curiosa trayectoria para ir ahora de limpio. Vale que el FdJ no era una cueva de Alí-Babá, pero que sinvergüenza. Estuvo ganando sus cositas de crono en carreras menores francesas -venía de la pista, donde tiene algún titulo mundial que alguna vez lució en la bocamanga en ruta, sería la vanidad o culpa del dopaje de los demás, vaya usted a saber- y era absolutamente incapaz en la montaña, porque era pequeño, musculado y ridículo, como la mayor parte de los ciclistas australianos.

Cuando vio lo que había para sus características, se especializó en prólogos y escapadas, consiguiendo un extraño récord: líder de las tres grandes gracias al prólogo del Tour (2003), el del Giro (2004) y una escapada en Vuelta a España de 2005, sobre la que volveré. Un prologuista que venía de la pista y que ahora dice que no llegó a más por culpa de los dopados, donde no se incluye. Tremendo.

En 2004 le pasó algo, una transformación súbita: estuvo a un tris de ganar en Romandía (tres días líder) y fue al Giro, donde subió con los mejores escaladores. Es verdad que aquel Giro tenía etapas de montaña de risa, pero también Mortirolo y Gavia y cosas así, y aún así acabó 8º y sprintando en etapas de montaña. Todavía calentito, ganó la Ruta del Sur, que es una carrera montañosa. Si alguien se acuerda, llegó a tomar la salida en el Tour como un outsider, nunca mejor dicho. Tras ser cuarto en el prólogo, se puso muy malito con las caídas y abandonó a los pocos días. Curiosamente.

En 2005 intentó de nuevo el butrón: muy fuerte en Suiza -incluso ganó una etapa en fuga-, llegó al Tour para desvanecerse, pero en la Vuelta fue tercero en el prólogo y al día siguiente se coló en la fuga camino de Córdoba para alcanzar el liderato. Estuvo cuatro días de líder hasta la primera etapa de montaña.

A partir de entonces, jamás volvió a obtener un resultado fuera de su espacio natural: los prólogos. En 2008 fichó por el CSC, apenas compitió, y acabó cambiando el sillín por el sillón a los 32 años. Ahora va de limpio, cuando ha estado con Riis desde entonces, e incluso era quien llevaba el volante en la victoriosa cabalgada de Fuente Dé.

En Australia son muy mojigatos con el doping: todavía no han asumido lo de Allan Davis (que al contrario que Matthew White no ha sido expulsado del Orica) y mucho menos lo de Michael Rogers, pero parece que se van a tragar el cuento de McGee, que seguirá muy bien en el Saxo Bank y después se irá al Orica, que para eso es un equipo de integridad racial australiana, con algún toque picantón eritreo.
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Óscar Freire no busca excusas en el empedrado: "la culpa del dopaje es de los ciclistas". Como siempre, la entrevista abruma por la razonabilidad y entereza de las respuestas, utilizando la parte del león de los argumentos que desde siempre he ofrecido en este blog.
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Circula estos días por la red una imagen de Alberto Contador amordazado y maniatado, y no es un fake. Lo  sería si estuviese comiendo un filete, o leyendo un libro. Al parecer, el simpático corredor está haciendo un cameo en una serie de televisión de esas españolazas, de tan buena producción e ideas originales. Como carece de asesor de comunicación, aunque paga a Jacinto Vidarte por eso, es capaz de retratarse así.
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Andy Murray, que sólo ha empezado a ganar esta temporada (oro olímpico y USOpen), dice que el tenis debería aumentar las pruebas antidopaje para no caer en la misma espiral que el ciclismo. No se si lo dirá por el lesionado Nadal, o por el celiaco Djokovic, aunque quizás lo diga porque en 2011 sólo hubo 21 controles de sangre fuera de competición a tenistas federados.
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Gijón es una ciudad postindustrial en crisis perpetua, de la que ha querido salir con el espejismo de un gran evento deportivo, como tantas otras. En este caso ha sido una semifinal de la Copa Davis, cuyo simple canon de organización costó 1´2 millones de euros que se embolsó la Federación Española de Tenis. Pasados los fastos, de los que dudo muchísimo que cualquier aficionado al deporte se acuerde, sale el coste real: 400.000 euros de montar las gradas, y otros gastos paralelos todavía por computar. Ya se está cerca de los 2 millones de euros por tres días de evento.

Evidentemente, la Federación de Tenis vendió la moto -y siempre hay ayuntamientos que la quieren comprar, aunque petardee- consistente en "30 millones de euros de beneficio" a la ciudad. No ha sido así, y leer las explicaciones del concejal de Turismo, magníficamente retratado en la noticia, son de chiste, sino fuese porque es dinero público. Como siempre.




26 octubre, 2012

Julich confiesa lo justo: salva el pasado, y salva su futuro

Un podio como el Mar de los Sargazos
Uno de los aspectos más interesantes del informe USADA es que en todos los testimonios recogidos están cancelados con una banda negra y un escrito "Rider nº" aquellos corredores que, citados por los que quisieron colaboran, no forman parte de la investigación, que siempre se centró en Armstrong.

Un análisis cruzado con la plantilla del UsPostal o los residentes en Girona en aquel cambio de milenio tan de mete y saca da con bastante facilidad los nombres: por ejemplo, Roberto Heras es "Rider 7", así identificado en testimonio de Jaksche (página 6) como ganador de la Vuelta a España positivo por dopaje.

Entre los famosos americanos residentes de Girona estaba Bobby Julich, dicen que "Rider 4", enemigo íntimo de Armstrong, coétaneo suyo y con el que sólo coincidió en sus tiempos de Motorola. Armstrong jamás lo quiso en su corte del UsPostal, y se despreciaban mutuamente. Julich jamás colaboró en la investigación de la USADA: no fue requerido por no formar parte de la plantilla de Armstrong, aunque bien pudo hacerlo a iniciativa propia.

Ayer dimitió de su cargo como director de equipo en el Sky que mea agua bendita, ese equipo sanísimo que cuando se fundó en 2010 se hizo sobre la base de nubes de algodón de que toda su plantilla y cuerpo técnico (casi 80 personas) no tuviese ningún vínculo pasado con el dopaje. Ya han tenido que despedir a Michael Barry y ahora ha llegado lo de Julich.

El americano ha confesado parte de su dopaje, que centra entre 1996 y 1998 exclusivamente, aunque fue profesional hasta 2008, y lo ha hecho en una carta al Sky y facilitada en exclusiva a cyclingnews.com . Evidentemente, como siempre que ocurre uno de estos requiebros en el ciclismo, todo tiene su intrahistoria, que en el caso de Julich es mucha.

Julich tenía 25 años y corría su segunda temporada de profesional cuando acabó 9º en la Vuelta de 1996, demostrando buena aptitud contra el reloj y subiendo. Al año siguiente fichó por el Cofidis, igual que Armstrong, con su bien conocida historia de la temporada en blanco por el cáncer. Cuando para 1998 el cowboy formó el UsPostal, Julich decidió quedarse en Cofidis, donde obtuvo el sorprendente tercer puesto en el Tour, del que viviría gran parte de su vida deportiva.

Lo logró como lo logró: en este Tour se fueron muchos para casa, el Cofidis era un equipo francés y se vio muy favorecido por las circunstancias. Jamás volvió a entrar en el top-ten de una grande. De como era el Cofidis en aquella época (Vandenbroucke, Casagrande) no hace falta extenderse mucho, aunque ya ven que Julich en su confesión acota su dopaje a esos años, y ahí está el interés.

En 2000 pasa al Credit Agricole con su compatriota de Girona Vaughters, que en el informe USADA queda retratado como todo un experto en drogadición (tuvo el record de la subida al Ventoux hasta que se lo quitó Mayo), como gran parte de ese equipo en esas fechas, incluyendo al santísimo Voigt, O´Grady o un jovencísimo Hushvod que por aquellos años residiá en el Roselló y frecuentaba la grupeta de Girona, y todo porque Europa es muy pequeña y pasan ese tipo de coincidencias.

Estuvo dos temporadas, con resultados paupérrimos. A pesar de esto, y como era de la banda de Girona, el Telekom lo fichó para el 2002. Era una práctica frecuente por entonces, y así aparece en el informe USADA: Telekom ficha a Livingston para que le cuente cómo se dopaba con Armstrong, Manolo Saiz ficha a Vande Velde por el mismo motivo, y así múltiples movimientos cruzados entre UsPostal, T-Mobile, Saiz y Riis, donde en algún momento habría que recuperar la figura de Andrea Peron.

El destino de las dos temporadas de Julich en T-Mobile fue aún más triste de lo que se podía esperar por su trayectoria, en claro paralelismo con las otras tres estrellas rutilantes fichadas por los alemanes en esos mismos años: Cadel Evans, Santiago Botero y Paolo Savoldelli. Menuda banda, menuda historia hay ahí: ninguno de los cuatro rascó bola, y Livingston acabó dejando el ciclismo con 30 años. A saber qué se ofrecía.

Con esta trayectoria herrumbrosa, Julich ficha en 2004 por el CSC de Riis, donde con 33 años (por entonces era una edad muy respetable) vuelve a carburar, gana carreras y hace un Tour de Francia espectacular como gregario de Basso, por no hablar de su bronce en la crono de los JJ.OO de Atenas. ¿La explicación? Que Riis motiva mucho a sus corredores, que es la misma razón por la que los enviaba a la consulta de Eufemiano Fuentes. Y en 2005 es uno de los mejores corredores del año, ganando la París-Niza, Criterium Internacional y acabando 17º del Tour como gregario, muchas veces subiendo mejor que los jefes de fila.

Hasta su retiro en 2008 en el propio CSC fue un gregario muy valioso. Cambió el sillín por el sillón de director deportivo en un plis-plas, y en 2010 pasó al neonato Sky, dados sus valiosos conocimientos del mundo de Girona, Andorra y las provisiones, que es básicamente lo mismo por lo que se mantuvo toda su vida de profesional.

Viendo su trayectoria, Julich podría haber colaborado, si no con la USADA centrada en Armstrong, si con la UCI o con el ciclismo, contando sus años en el Motorola, y todo lo demás. Viendo su trayectoria, es uno de esos corredores con el conocimiento suficiente como para dar una imagen de conjunto de toda esa época, que sigue siendo la nuestra dada su condición de director del Sky, donde preparaba a Flecha y otros, pero no al núcleo duro.

Pues no. Julich acota su dopaje al uso de EPO "entre agosto de 1996 [estaba en Motorola] y julio de 1998", y que lo dejó entonces porque la mujer de otro corredor -con toda probabilidad Betsy Andreu- se lo dijo a la suya, que le puso entre la espada y la pared. ¿A que es bonita la historia? Y un poco extraña: salvo honrosas excepciones, las mujeres son parte activa de la red de dopaje de los ciclistas, como no puede ser de otra manera cuando te tienes que picar en vena 200 días al año.

También el caso Festina le dejó muy impactado, y que "en cierto sentido, fue como una liberación". Una epifanía, diríamos. Se decidió a competir limpio y que los resultados acabaron llegando, precisamente en el limpísimo CSC de Riis, "que no lo quiero defender como persona, aunque si la estructura del equipo", que al parecer le ayudó bastante dándole "autoestima y respeto por mí mismo".

Qué bucólico todo. Lástima que Jaksche estuviese en el CSC en 2004 (donde también ganó París-Niza y Criterium Internacional un año antes que Julich) y dijese que iba enmierdado hasta las cejas, con dopaje de equipo externalizado en Eufemiano Fuentes.  Será que "autoestima" y confianza son dos nuevas sustancias químicas autoinyectables. "En todo ese tiempo en el equipo no vi nada de transfusión sanguínea ni dopaje estructurado de equipo".

Y cómo lo remarca. En fin. La auténtica razón por la Julich va acotando su dopaje es la misma que mueve al resto de ex-ciclistas a confesar con medias verdades parte de su pasado de doping: ir salvando su palmarés. Julich quiere salvar su medalla de plata olímpica (tras la conversión alquímica de su bronce con la confesión de Hamilton) y lo que pueda, con aras de volver al ciclismo. El que confiesa todo -como Jaksche- es porque nunca quiere volver. A Julich lo volveremos a ver en breve, y con aplausos, en cuanto acabe esta tormenta. Es un genuino representante de su época, su país y, gracias a su especial vinculación con el Sky, del futuro del ciclismo, que siempre será limpio.
***
Así llegan las nuevas generaciones del ciclismo español. Para Ángel Madrazo lo de Armstrong se reduce a esto: "después de 218 controles antidoping sin dar positivo no tengo mucho más que decir. Para mí los siete Tours son suyos. Para el mundo del ciclismo y para los ciclistas de mi época que crecimos con él, con Beloki o con Induraín, primero, el americano es un ejemplo"

Se ve que tiene la lección muy bien aprendida, tanto que incluso muestra celo vindicador: "Me parece injusto que le sancionen sin dar positivo. Para el mundo ciclista seguirá siendo un campeón. Revolucionó buena parte de las ideas de este deporte. Fue el que introdujo el aumento de la cadencia de pedaleo como uno de los adelantos. Superar las cien pedaladas por minuto fue algo que puso en práctica él."

12 septiembre, 2012

Carrera secreta: no tanto (II)

Sin tatuajes
Al parecer, Tyler Hamilton va enseñando por ahí, dentro de las ruedas de prensa y entrevistas que concede por la publicación de su libro, la zona del cuerpo donde se pinchaba casi diariamente durante su experiencia de ciclista profesional. En su caso es la zona debajo del codo donde está la vena cubital media, un sitio difícil de ver por los pliegues, y que evita que se haya tenido que hacer el consabido tatuaje que adorna tantas pieles de ciclistas y deportistas profesionales.

Recordemos que, según los papeles de la Operación Puerto, el calendario de dopaje de Hamilton en su increíble 2003 (llegó a ganar la Lieja-Bastogne-Lieja) incluía estar picándose 200 días al año. El resultado es tener una zona de la piel llena de irregularidades, además de la conciencia bastante intranquila, tanto como para contar bastantes cosas de las que sabe.

Por haberlo vivido en piel propia. Cuando un ciclista habla y escribe de estas cosas, hay que tenerlo en consideración: no abundan los ejemplos, y lo que cuenta esclarece muchas cosas de la sociedad cerrada que es el ciclismo. Sólo hace falta ver el silencio con el que ha sido recibido en España, un silencio que va más allá de que esté escrito en inglés y que cada uno de para lo que de: han hecho igual que con Manzano. Acabamos de vivir "la mejor Vuelta a España de la Historia" (sic), no nos estropeen la fiesta contando la verdad.

En mayo de 2000, Lance Armstrong subió con Hamilton a su avión privado en Niza, donde entonces residía, y realizaron un pequeño vuelo hasta un aeropuerto español -con absoluta probabilidad Girona- donde ambos corredores se extrajeron sangre para ser reinfusionada dos meses después, durante la disputa del Tour de Francia. Bruyneel estaba presente. Al año siguiente Armstrong se instalaría en Girona.

Era una transfusión sanguínea: "con las otras cosas, simplemente era tomarse una pastilla o ver un poco de sangre manchando un algodón tras un pinchazo; aquí era ver cómo poco a poco una gran bolsa de plástico transparente se iba rellenando con tu propia sangre caliente y oscura. Son cosas que nunca se olvidan". No se olvida la primera vez, pero cuando se hacen muchas se llega a olvidar. Como todo.

"La siguiente semana estaba muy débil, sin fuerzas. Eso me impacto profundamente" Recuerden que era mayo y el Tour se aproximaba, y había que pasar por el Dauphiné. Imaginen a un ciclista que, de repente, ve como su estado de forma desaparece y se encuentra inane. "Mi fuerza ya no estaba en mis músculos, sino en la sangre, en esas bolsas".

Como ven, el libro está escrito de una manera infantil, pero no tiene por qué destacar por sus cualidades literarias, y menos en un mundillo que elogia una boñiga como el libro de Tim Krabbe, que parece un libro de autoayuda. De los malos. Este mismo personaje es autor de una frase que últimamente se escucha mucho: "Un aficionado al ciclismo, ante el dopaje, sólo puede encogerse de hombros". Pues vale: todos como Nosferatu.

"El Dr. Fuentes, para mí Ufe, me dijo a principios de 2004 que había comprado un nuevo tipo de congelador, más sofisticado. Lo llamaban "Siberia": permitía dejar congeladas varias bolsas de sangre de una sola extracción, evitándome tener que hacer una serie de viajes muy penosos a Madrid. Su uso costaba 50.000 dólares por temporada, más una serie de pagos adicionales en función de las victorias obtenidas".

Ya ven: de ir en avión a Girona -y después tener que vigilar que no se fuese la electricidad y echase a perder la sangre, como encargaron hacer a Landis- con Lance a poder tener la sangre almacenada y lista para usarse cuando se quisiese -prácticamente sin caducidad- con un solo viaje. Si Hamilton ya se sentía sin fuerzas con su primera bolsa extraída allá por el año 2000, no se como se sentiría cuando le sacaron tres de golpe en 2004, como consta en la ficha 4142 de la Operación Puerto.

"Con Ufe tenía un código para concertar el lugar donde haríamos la reinfusión, en plena competición. Poníamos en un SMS 167 y eso era el número de la habitación del hotel donde lo haríamos. Estaba siempre nervioso, temía que me pillasen. Así, cuando llamaban a la puerta y veía por el quicio que era Eufemiano, me levantaba de un respingo".  Ya ven que lo de Nosferatu no está tan mal traído.

"Después de la etapa del Ventoux en el Dauphiné 2004 [la del récord de la RDA de Ibán Mayo] me convocaron desde la UCI. No había ningún positivo, pero dejó con la mosca detrás de la oreja. Me pareció que aquella cita en la sede de la UCI era algo extrañísimo. En una etapa del Tour, Landis me dijo [por entonces todavía en el UsPostal, al año siguiente cogería el puesto de Hamilton en el Phonak] que Armstrong había llamado a Verbrugghen en persona, sugiriendo investigar al Phonak, porque seguramente estábamos usando alguna cosa nueva. No era verdad. Me quedé ciego de la rabia, me vinieron a la mente años de humillaciones. Así que fuí a buscar a Armstrong y lo mandé a tomar por culo. Fue una gran satisfacción".

Ya ven como era el texano. No le bastaba con ponerse hasta las trancas, es que -aprovechando su contacto con la UCI- señalaba con el dedo a los demás. Ese año también fue el encargado de difundir que Euskaltel iba con derivados sanguíneos de vacuno, el famoso Actovegyn. Mayo voló en Dauphiné y salió como co-favorito en ese Tour, aunque ahora resulte extraño y hasta grotesco. La UCI nunca pilló nada a los vascos, y su caída fue paralela a la caída de Jesús Losa a raíz del asunto Cofidis-Millar.

El pasaje es un buen argumento para todos aquellos que dicen que, como todos van igual, al final acaba ganando el mejor. Ni todos van igual, ni se juega limpio: como dice Hamilton en otro pasaje del libro, "Lance tenía una obsesión sobre si otros equipos podrían estar empleando medios y equipos más avanzados para el dopaje. Se puso totalmente paranoico en 2001 cuando se enteró que Ullrich había pasado el invierno en Sudáfrica, donde habían inventado una sangre sintética, el Hemopure".

Stand comercial de Hemopure en una feria de productos militares
El medicamento estaba a punto de ser comercializado en este país, que cuenta con una notable industria farmaceútica. ¡Sudáfrica! Por ahí también fue el CSC de Riis, Sastre y los Schleck en diciembre de 2006, concretamente en Somerset West. Repetirían los dos años siguientes. Será una casualidad, ¡con lo grande que es el mundo mundial!

El Hemopure tiene mucha historia: Sudáfrica es uno de los grandes mercados mundiales de sangre -por razones política ligadas al Apartheid y al dinero-, y se desarrolló para usos militares, "para usar cuanta menos sangre posible". Como las criogenizadoras siberias, robadas por la trama operativa de la Operación Puerto al Ministerio de Defensa.

No hay nada que temer: tanto Riis como Sastre han dicho que no conocían a Eufemiano Fuentes, también médico de ese Ullrich sudáfricano que provocó un brote de paranoia -felizmente superado- en Armstrong. Lástima que Hamilton haya dicho lo contrario, citando incluso el lugar y el momento en el que vio a Riis y Fuentes juntos. Y, de momento, todo da la razón a Hamilton, que ya no tiene por qué mentir, al contrario que los otros.
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Hoy se disputa el GP de Valonia, la preciosa prueba de un día belga con final en la ciudadela de Namur. Si no les parece suficiente atractivo, corren Freire, Boonen y Van Avermaet.
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Menchov, que siempre me ha parecido un gran tipo -especialmente porque no le sigue las gracias a los periodistas, cosa que les gusta nada-, se suma a la moda de adoptar un niño, como ya hicieron Horrillo (con el que mantiene una gran amistad) o Evans. Las tres fotos son preciosas. Bromas, las justas, y el resto a las cosas realmente importantes de la vida.

06 septiembre, 2012

Contador obtiene su recompensa

Mucho mejor que la celebración de la pistola y el tiro al aficionado
Supongo que el refranero español tendrá algo para explicar lo sucedido ayer entre Santander y Fuente De, todo Cantabria, algo así como "tanto va el cántaro", pero en la versión original el cántaro nunca ha sido sancionado por dopaje ni contenía más líquido que el que podía.

Quizás los continuos ataques de peseta de Contador a lo largo de la Vuelta propiciaron el estado de madurez necesario para lo de ayer, aunque en su momento sólo se tradujesen en mayor pérdida; quizás tuvo que mediar la tercera semana, el día después del descanso, una cierta confianza del líder o lo que fuese, pero la jugada de ayer le salió redonda.

 En todo caso, el ingrediente estaba claro: atacar, atacar y atacar; si no puedes con tu rival en su terreno -los finales de etapa con grandes porcentajes-, inténtalo de otra manera, pero atacando siempre; parece que Contador ha aprendido algo -y el hecho de estar a sólo 22" del liderato, claro- de la auténtica etapa mítica de Andy Schleck en el Galibier 2011: utilizar los llanos para poner peones, alianzas de carretera, la indecesión de los perseguidores y, lo más importante, atacar en el momento justo. Lo que venía siendo el ciclismo hasta la irrupción de los superequipos a principios de los noventa, donde los gregarios andaban mejor que los jefes de filas rivales.

¿Y cúal es el momento justo para atacar? Una respuesta ventajista sería decir que "cuando se acaba logrando el objetivo", pero es finalista porque se da a partir del resultado; sin embargo, vistos los casi 30 ataques infructuosos de Contador en esta Vuelta, habrá que concluir que el que ha salido bien, a muy poco de coronar el anónimo Collado de la Hoz de segunda categoría, también ha influido por el momento y la oportunidad, bien escogidos.

Quedaban 50 km. a meta y, como viene siendo habitual en esta Vuelta -por tercer año consecutivo la mejor grande con mucha diferencia- la etapa estaba lanzadísima y muy loca. El Katusha tenía la obligación de controlar, pero tuvieron un horrible momento de dejación cuando saltó Contador acompañado de otros corredores: a un ataque de un jefe de filas tiene que responder un jefe de filas. No se hizo en su momento y pasó lo que pasó.

Que J. Rodríguez, que tenía muy encarrilada la victoria final en la carrera (cifras de sprinter: 3 etapas, 2 segundos puestos, un tercero, ninguna crono por delante) perdió la mejor oportunidad de su vida de ganar una grande en el anónimo terreno que lleva hasta Fuente De, balcón de los Picos de Europa hacia Cantabria, a donde se llega por una carretera sinuosa, pero no dura. La carretera perfecta para el tipo de operación de guerrilla que hizo Contador.

Quedaban 50 km. para meta, decíamos, y Contador saltó como tantas otras veces en esta Vuelta, esta vez un poco más lejos, pero con un terreno no muy favorable. Como dijo J. Rodríguez en meta, "cuando lo teníamos a 20" le dije a Valverde que descolgase a los suyos [Quintana e Intxausti iban por delante] para echar abajo eso, pero ya ví que me contestaba así-así". Se confió mucho, porque no saltó en su momento: cuando atacó el jefe de filas.

Quemó a Losada en una persecución donde Contador, muy bien llevado por Paulinho -en Cantabria ganó una etapa de la Vuelta 2006- se fue al minuto de diferencia, líder virtual; el nerviosismo crecía y, al paso por la meta volante -6" de bonificación- de Potes, el carnívoro de Pinto se fue sólo por delante con Tiralongo, ciclista del Astana pero amiguísimo de Contador. Lo hicieron en la meta volante para que no fuese muy cantoso, aunque lo fue.

El siciliano de 36 años se exprimió a fondo para su líder de otro maillot, tanto que a mitad del repechillo que lleva a Fuente De, a unos 13 km. para meta, Contador voló solo. No hagan caso a quienes digan por ahí que fue un Disneylandis, o algo siquiera sospechoso: ni por las ayudas recibidas, ni por el terreno, ni por los rivales, ni por las diferencia obtenidas fue algo sobrehumano; no, todo fue perfectamente plausible, incluso en un ciclismo y un ciclista como Contador.

Totalmente entregado en pos del liderato, A.C realizó la crono que el recorrido no tenía; por detrás, Valverde atacó en las narices de J. Rodríguez en la misma cota en la que Contador se fue en solitario, dejando al corredor catalán con la triste estampa del líder persiguiendo en solitario seguido de una ristra de corredores que no le van a ayudar, incluyendo un Parches de calor que hizo un feo gesto al llegar a meta con el maillot rojo destronado.

Bueno, a lo mejor todos lo haríamos si trabajasemos gracias a un amigo y no a nuestros propios méritos, especialmente el día en que el amigo se vindica a sí mismo, y sólo a sí mismo. Como Valverde: ayer corrió muy bien. Tras su ataque, Quintana y sobre todo Intxausti se vaciaron en la persecución de Contador, por un lado; y en dejar atrás a J. Rodríguez, por otro. Todo se hacía con la misma acción: atacar.

Fue una persecución muy emocionante: un hombre solo como Contador, lejos de dar una exhibición, vio como su diferencia se recortaba y su triunfo de etapa sólo fue seguro en los últimos 400 metros, con un Valverde desbocado -y vindicado, qué magnífico corredor hubiese sido en lo suyo- que entró a sólo 6", mientras los ridículos comentaristas de RTVE hablaban de Nocentini como rival para la etapa, o algo así.

El murciano no se llevó la etapa, pero si el segundo puesto con un margen muy amplio sobre J. Rodríguez, que entró a casi 2´30" de los atacantes. Si Contador demostró un poco de madurez -después lloró, claro, había traído hasta a la madre a Cantabria, algo tenía pensado aunque lo negase- al no sacar la pistola en meta, más aún mostró J. Rodríguez, muy entero en su caída, igual que jamás fue arrogante en sus victorias, e incluso muy crítico consigo mismo en la llegada a Arrate: como tiene que ser en los tres casos.

Fue una gran jornada de ciclismo, escamoteada porque sólo disponemos de los últimos 28 km., merced a la pesima realización de TVE. No hay imágenes del momento del ataque de Contador en el Collado de la Hoz. "Hoy será [ha sido] un gran día que quedará en la memoria de los aficionados" Más bien en la evocación: verán como ya hoy se habla de etapa mítica -en mi opinión, lo fue mucho más la del Stelvio de este Giro-, histórico y demás epítetos. Para mí ha sido simplemente una etapa de ciclismo muy buena, y de ciclismo clásico: en todos sus elementos. Eso sí que me parece para recordar.
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Continuan las reacciones al libro de Hamilton que se publica mañana. Son reacciones preventivas, por lo que pueda decir. Ya salió hace poco lo de Riis ("no conozco a Eufemiano Fuentes", que tiene narices), aquí debajo tienen otra (que tiene cojones y falta de vergüenza) y Jaksche que vuelve a hablar, dado que estuvo en el CSC, aunque ya conocía a Eufemiano de su paso por la ONCE, donde Manolo Saiz hizo de Celestina. No aporta nada nuevo, pero es especialmente interesante lo que dice sobre los periodistas de ciclismo: que están comprados por los equipos, que les dan regalitos y viajes todo incluído para que vayan más suaves. Y vaya que lo hacen.
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Sastre niega conocer a Eufemiano Fuentes. Debutó en ONCE, donde estuvo tres años, y después estuvo con Riis y sirviendo a Hamilton y Basso, todos buenos conocedores del hemodruida canario. Por no hablar de su cuñado exitus. Por cierto, no se pierdan el detalle que ha tenido que ser un periódico danés el que se lo preguntase; los medios nacionales no lo han creído conveniente, igual que no preguntan a Noval, Heras, Beltrán o Rubiera sobre Armstrong, Del Moral, Pepe from Valencia o ese otro médico vasco con pinta de tener una enfermedad crónica, de tan buen médico que es.
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Me han dicho, pero no lo he podido comprobar por razones obvias, que Hamilton no cita a Álvaro Pino -su director en 2004 en el Phonak- en todo el libro. Si es así, ese libro vale bien poco, aunque el tam-tam anglosajón ya lo está vendiendo como El Definitivo. Como si lo fuese a haber alguna vez.
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En otro frente, pero con la misma causa, Vaughters reacciona a las acusaciones de Jaksche de que no lo ficharon en el Garmin, diciendo que ya tenían de dopados a Vande Velde -primera noticia-, Zabriskie -primera noticia, aunque era el compañero de piso de Landis en Girona- y Danielson -primera noticia, aunque su rendimiento laguna ya lo apuntaba-. Este Mortadelo estadounidense llamado Vaughters es capaz de desvestir un santo para vestir a otro: tras su reciente outing, hace lo mismo con tres pupilos. Seguro que no les ha consultado, porque en el caso de Vande Velde vivian muy bien del cuento.
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Johnny Weltz, el danés ex-ONCE, niega las acusaciones de Hamilton de haber sido la paloma mensajera del UsPostal. 
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El equipo Lotto presente en la Vuelta, afectado por una diarrea (tras el paso por Galicia y su cuidada gastronomía). Ya se han ido a casa tres. Eso sí, el escalador Bart De Clerq, un clásico del Giro y de acabar las generales entre los puestos 15º-25º, va a más cada día. Cosas del ciclismo: lo que a unos les sienta fatal, a otros les sienta fenomenal.
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Yo tampoco olvidaré nunca este artículo. Ni tus lágrimas con La Roja. En El Prado, en la misma sala que Las Meninas, hay un buen retrato de este tipo de español.

17 julio, 2009

Al menos no se llegó al sprint

Qué poco le gustaban estas cosas a Sastre. Él, Líder Máximo y cuyo libro favorito es Yo, el Supremo, llevaba muy mal que un compañero suyo se fugase y, sin tener en cuenta su supeditación al Ser Divino, gastase energías en pos de conseguir un triunfo parcial. En 2005 Voigt se metió en una fuga en los Vosgos persiguiendo a Rasmussen, logró el maillot amarillo y al poco tuvo que abandonar por "agotamiento". El año pasado K.A Arvesen también anduvo de fugas y remachó victoriosamente ante Ballan y Elmiger en Foix, y Arribas le dedicó una crónica donde insinuaba cosas muy feas sobre el rendimiento del noruego.

Este corredor se mofaba de esta manera en la salida de la etapa de la huelga: se acabó cayendo el sólo y ha abandonado, supongo que ahora estará de manera más natural en esa postura. Ayer fue a vengarle su compañero Nicki Sorensen, un corredor de equipo que ayer compitió de manera desaforada, varios puntitos -que diría Carlos de Andrés- por encima de sus rivales de fuga. Esta se produjo de la manera más típica en este Tour bochornoso: etapa llana, con tachuelitas, y se forma la fuga en una disputa por los tres puntitos que da coronar la cota a los dos corredores que disputan la clasificación de la montaña, Pellizotti -pasó por delante en todas- y Egoi Martínez, a los que se unieron Lefevre, Calzati, Pauriol y Fothen. Sí: los corredores que quieren el maillot de puntos se fugan en una etapa llana.

El danés Sorensen, de 35 veteranos años, iba a ir al Giro como jefe de filas -como lo oyen- y se cayó de la lista a última hora. Menos mal que ha ido al Tour ha demostrar sus capacidades. De estas pueden muy bien atestiguar Javier Pascual Rodríguez y Chente, que fueron batidos en la Vuelta 2005 en la tradicional llegada a Ávila por este corredor. Fue una etapa a tres días del final disputada a 40 km/h por el Sistema Central, una media normal en esas ediciones de la Vuelta. Que hubiese un corredor del Comunitat Valenciana también, que perdiese no tanto: el día anterior había ganado el sinpar Carlos García Quesada en La Granja de San Ildefonso a la simpática media de 43 km/h. Esto para que ubiquen la anterior gran victoria de Nicki Sorensen en su adecuado contexto.

A Sastre esto siempre le ha gustado muy poco. Lo de corredores de su equipo por ahí libremente, incluso ¡ganando!, en vez de estar a su lado. En la pasada Vuelta, camino de Sabiñanigo, dijo que "Rijs ha estado a punto de mandar a casa a tres corredores", seguramente por azuzarles a meterse en la escapada que llegó a meta y ganó Van Avermaet. En el Giro de Italia de este año ya ven lo que le pasó a Pauwels. Y Gerrans, que cometió la osadía de colarse en la escapada camino de Bolonia y ¡ganar la etapa! para después no rendir en montaña, lo dejó fuera del equipo para el Tour. Ahora hagan el simpático ejercicio de recordar cúantos corredores del Cervelò andan metidos en fugas. Venga, es muy fácil. Y aún así Sastre todavía dice por ahí que el equipo tiene dos líderes (él y Hushovd) y que está dividido por igual.

A Rijs le gusta conseguir triunfos parciales, no se sabe si como resabio de sus tiempos en el Ariostea, y no cree que influyan en el rendimiento para la clasificación general. Eso ya se verá a partir de hoy, pero la victoria de ayer de Nicki Sorensen fue una exhibición y probablemente una de las victorias de etapa de un corredor de mayor edad en la historia del Tour. Sus relevos descolgaban al pobre Calzati y, cuando el resto de los fugados estaba encima y se veía la pancarta de los últimos cinco kms., calculó su distancia y les metío 20" adicionales. Entró en meta completamente ido, haciendo extrañas muecas y gestos, y sin parar de pedalear a pesar de su considerable ventaja. Otros 20 kms. de etapa y hubiese ido igual. Como el ciclismo.
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Vaya, la UCI dejó ¡50 minutos! al Astana para que se preparase para un control antidopaje. Según cyclingnews.com, en ese tiempo estuvieron tomando café inspectores y dirigentes del Astana, seguro que hablando de la meteorología y Goddard.
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Urraburu tirando de memoria, que va como las escopetas de feria. Dice que Kloden ganó la etapa de los Vosgos en 2005 -cuando fue Weening- y dice que fue la última etapa de un alemán, cuando Gendermann ganó en 2007 una etapa. Es su nivel habitual.

17 febrero, 2009

Roma no paga traidores

Como supondrán, bastantes ciclistas no están durmiendo desde que hace ya más de una semana el CONI afirmase estar en posesión de las muestras sanguíneas de parte de la O.P. Hasta entonces habían vivido en su nube -algunos más acosados que otros, como Valverde- irreal, olvidándose que mientras esas pruebas incriminatorias siguiesen sin destruir, la amenaza era real.

En los primeros compases de la O.P la Cadena Ser llegó a decir que Eufemiano del Gran Poder llevaba a todo el CSC. Al final, en esas piruetas en el aire típicas de todo el asunto, del CSC aparentemente sólo estaba Basso. El pasado otoño supimos que también estaba F. Schleck, hasta entonces incensurato. Aprovechando el revuelo causado por el luxemburgués, varios medios informaron que Fabián Cancellara, uno de los cinco corredores más importantes del pelotón, estaba también bajo investigación.

El suizo de Berna -con origen en el sur de Italia- aprovechó para dar un comunicado en el que afirmaba no tener nada que ver con el dopaje. Nada de denuncias a la Gazzetta -uno de los medios que publicó su nombre- ni cosas por el estilo: perfil bajo. Respetando la opinión de Cancellara, de tanta validez como la del resto de ciclistas que se han pasado años negando su vínculo con Eufemiano, la verdad es que este portento de la naturaleza (es probable que este adjetivo cambie) se ha cubierto de gloria con entrevistas como esta.

Cliente de Cecchini, con el que demuestra tener una vinculación propia de secta, el suizo ha tenido muy mala suerte en ocasión de fechas claves en la O.P. Cuando Arribas tuvo sus dos días de orgía de nombres y documentos en vísperas del Tour 2006, el pobre de Cancellara se cayó del equipo CSC sin más expicación, a pesar de encontrarse en plena forma; el otro día, tras ganar el prólogo del Tour de California, no tomó la salida como líder por un inoportuno resfríado, justo cuando El Periódico publicaba que sí, que esta vez no era un farol como con Basso: el CONI tenía muestras de sangre de la O.P.

El rendimiento de Cancellara es inexplicable. Tanto, que el mismo ha llegado a decir que se ve compitiendo por el Tour de Francia con 30 años. La primera muestra fuera de las CRI y las clásicas fue en la Vuelta a Suiza de 2007. Cyclingnews.com le dedicó un ingenioso a sprinter on Sunday, a climber on Monday. La pena fue que se les olvidó que el sábado ya había ganado la crono, con 8" de ventaja sobre el segundo. Convertido en escalador, en el Tour 2008 subió el Tourmalet a ritmo de Indurain, para después hacer lo que hizo en los JJ.OO. Ya saben como acaba en esto del ciclismo lo de los corredores-orquesta, que todo lo hacen bien: suben, bajan, sprintan, ganan San Remo y pavés, Mundiales y cronos. Y más cuando su nombre ha aparecido en varios sitios.

A él le gusta que le llamen Spartacus, como el esclavo que lideró una revuelta contra Roma en la época preimperial. Parece que a su médico le gustaba otro nombre no perruno, aunque tiene gracia lo del nombre de esclavo. Perros y esclavos. Convertido en icono mundial de la rebeldía gracias a la extraordinaria película de Kubrick, se tiende a olvidar que Espartaco y sus secuaces acabaron -en la versión de Hollywood- empalados a lo largo de un camino, como ejemplo para los que quisieran seguir sus pasos. Roma, sede del CONI, no paga traidores.
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Napolitano, que dice haber perdido dos kilos, gana el primer sprint de Andalucía. Ahora corre con el Katusha, tras una temporada muy decepcionante con el Lampre. Su nuevo equipo está ganando en todos los frentes, haciendo buenos los pronósticos.
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En la Vuelta a California Mancebo se hundió, por lo que es aún más divertido leer la crónica del periodista que le bautizó como el hombre invisible. Es una crónica exageradamente larga para el tipo de carrera y el tipo de corredor, y lo es porque no es una crónica: es otro nuevo capote. Los últimos párrafos son escandalosos: se dopaba pero no tenía porque hacerlo, ya era bueno naturalmente. Claro, claro.

Si esto les ha parecido divertido, fíjense como lo califica Arribas: "Con la misma cabeza, tan dura como el granito de su tierra". ¿Ven como realmente es un cara de mármol? Y todavía aún más divertido: en la extensa crónica no tiene ningún momento para recordar que hay muestras de Mancebo en Italia y que probablemente reciba de una vez la sanción que lleva evitando desde hace tres años. O sea que está difícil eso de recalificarse de amateur. Esos son los amigos: te llaman hombre invisible, elogian la cabezonería en no colaborar -ya ven lo que al final paga- y ni siquiera son capaces de recordar que ganaste la Vuelta a Chihuahua, porque queda mejor poner el irreal "quien no levantaba los brazos victorioso desde una etapa en Ordino Arcalís en la Vuelta de 2005, la última que disputó, la última gran competición de un ciclista que conoció en mayo de 2006 un punto de inflexión que le liberó, que devolvió el rostro humano a su carrera". ¿Rostro humano? ¿Granito? ¡Periodismo!

26 enero, 2009

Rasmus Damsgaard, empresario del antidopaje

Volvamos a hablar de Damsgaard, uno de los médicos más famosos del ciclismo. Tenía en la recámara tratar este artículo científico, donde el famoso galeno danés muestra todo su saber, pero todo se ve superado por la actualidad. Sin embargo, no dejen de leer esta obra maestra en seis páginas -parece mentira que se admita en una publicación científica un trabajo escolar de bachiller- con una impecable introducción donde se remonta a la noche de los tiempos.

¡Ah! Y no dejen de notar el lugar de pertenencia de los otros dos firmantes de esta magna obra de la investigación científica, el hospital Bispebjerg, uno de los de referencia en Copenhague. Bueno, resulta que otro de los firmantes del estudio, Bo Belhage, ha roto con Damsgaard. Y de muy malas maneras. El periódico danés Berlingske Tidende publicaba recientemente un artículo sobre la enésima ruptura amorosa danesa, tras la de Rasmussen/Rabobank o Rijs/Sastre. Una tragedia.

Al parecer, Damsgaard ya no está supervisado por el Hospital, y lleva el mismo -con sus facturas y todo- los 500.000 euros que cuesta cada uno de los programas antidopaje que le han encargado tanto CSC como Astana. Además, ha permitido que Armstrong siga su propio programa antidopaje bajo la competencia americana, representada por Don Catlin. Como en los divorcios se llegan a contar todas las miserias, el indignado Belhage también dice que vio como en la casa de Damsgaard había una estupenda Cervelò del CSC, un regalito valorado en unos 7.000 euros, cortesía de Rijs. Y claro, eso compromete su independencia.

Este Profesor Bacterio danés lo tenía todo muy bien pensado. El 1 de diciembre fundó su propia compañía -de nombre Radar- para empezar a facturar las ingentes cantidades que mueve el antidopaje. Parece que lleva a cuatro equipos, y tendrá más en la lista de espera porque no olviden que es el responsable de que Carlos Sastre -del que desconocemos su entrenador personal- haya ganado el Tour de Francia mientras fueron cayendo Kohl, Schumacher, Riccò o Piepoli. Un empresario hecho así mismo.

A mí no me parece mal que la gente se enriquezca. De hecho, el periodista que firma el artículo le plantea la misma cuestión, a bocajarro, a Damsgaard. Y el danés contesta: "nunca he creído que esto fuese una cuestión de filantropía (...) tengo un gran conocimiento del asunto. Y si, gano un montón de dinero con ello, lo tengo que reconocer". Bueno, él mismo. Pero que se olvide de la independencia, porque le pagan directamente los equipos -ya no a través de la pantalla del hospital- y ya se sabe todo eso de la mínima objetividad: no va a morder la mano que le da de comer. Millones.

Dice que ahora, metido a empresario, cobra lo mismo que le pasaba el hospital Bispebjerg, "más un cierto beneficio". Bueno, lo que cobraba en el hospital era el convenio establecido para un médico disponible las 24 horas en la isla de Bornholm, una cagarruta en medio del Báltico. Es de suponer que es el máximo de la profesión. En plata, unas 980.000 coronas danesas, que tras las tormentas financieras -pobres los países que están fuera del euro- se quedan en unos 132.000 euros pelados. Después vienen los salvajes impuestos escandinavos y esto se queda en mucho menos, pero ya se hacen una idea. Mejor tener una empresa y cobrar directamente, a veces en especie.

Damsgaard, empresario del antidopaje. ¡Y todavía nos venden que Eufemiano está cobrando 2.500 euros de médico de familia en Canarias!
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Allan dopaje por objetivos Davis gana tres de las seis etapas del Down Under, además de la general. Este es el ciclismo realmente existente.
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Ahora dicen que hay 30 muestras sospechosas de entre las miles recopiladas para por el pasaporte biológico. En esta carrera de caracoles, la única sorpresa posible es ver llegar la meta.

12 enero, 2009

Aquí hay merca

Como todo lo malo se pega, de un tiempo a esta parte ha proliferado también por estas latitudes la espantosa moda de colgar zapatos de los cables urbanos. Original de Argentina, país que también ha realizado notables aportaciones a los mismos colectivos que practican el colgado de zapatos -entre ellos, la cacerolada-, si su difusión no ha sido mayor no es porque haya menos zapatos, qué va: es porque aquí los cables van preferentemente enterrados.

El día 19 empezará la Vuelta a San Luis, una prueba en Argentina que ha ido creciendo poco a poco merced a un vector poco frecuente en estas citas exóticas: si en Qatar o en Malasia es porque los organizadores untan a los equipos, aquí los equipos se dan tortas por estar presentes en esta carrera a 10.000 kms. de Europa, en un país sin especial tradición ciclista, premios exiguos y donde sus patrocinadores no tienen mucho mercado ni visos de ello.

Si hace dos años únicamente iba el Saunier, ahora se van a juntar al refundado Fuji-Servetto y al CSC -ya presente el año pasado con los hermanos Schleck, ahí es nada- nada menos que el Liquigas. Con Basso, claro. También con Nibali, pero sobre todo con Basso, que disputará en Argentina su única carrera fuera de Italia antes del Giro. ¡Y eso que viene de dos años de sanción y quería comerse el mundo! Pues empieza con los alfajores y el bifé argentino, del resto no quiere saber nada.

Que nadie se extrañe: su última carrera -y primera en varios años- fue la Japan Cup. Está especializado en el exotismo y en las antípodas, además de las otras especialidades y doctorados de este ciclista, especialmente el de Transfusión por la prestigiosa institución Eufemiano Fuentes Blood Center. La empresa que le patrocina no tiene absolutamente ningún interés comercial en el país y la prueba, huelga decirlo, no será retransmitada por ninguna televisión en Europa. ¿Por qué va tanto corredor de primer nivel a Argentina?

No lo sé. La versión oficial dice que para coger kms., pero si hemos de hacer caso a Basso -algo francamente desaconsejable por su historial- estos dos años en barbecho ha competido como un profesional. Es tanta su hambre de bicicleta que se ha dejado fotografiar en bici de montaña entrenando por la nieve, dentro de su cuidada campaña de imagen. Y para curar ese hambre irrefrenable, Argentina es el mejor destino.

Nada de Australia, California o el ya caído en desgracia Tour de Langkawi -carrera que llegó a contar con Bettini, y para ganar-, pruebas que compiten en calendario y tienen mejor participación o recorrido. Basso, que fija sus objetivos en el lejano Giro, tiene gran experiencia en el trabajo de invierno. No ya sus viajes a Madrid, sino los rendimientos que sacaba de las duras horas de entrenamiento solitario. Fíjense en 2004. Debuta en el Tour del Mediterráneo -11 de febrero- y su equipo CSC atenaza y domina la carrera de esta manera. Los tres primeros de la cronoescalada al Mt. Faron. Primero Jaksche -dopado confeso- y segundo, empatado a tiempos, casi como si hubiesen tomado lo mismo, Basso. Ya tercero, pero a ¡41 segundos! Voigt. El cuarto ya se fue a un minuto

Todo esto de Argentina huele a zapato sucio. Y colgando. Desconozco cual es la motivación en España para que se extienda la práctica de la foto, pero en el país austral es una señal de que en la casa de la que pende el cable se vende merca, el término rioplatense para referirse a la droga.

31 octubre, 2008

La EPO, libre de patente

De la Wikipedia: "La mayoría de los países conceden patentes para los medicamentos o fármacos recientemente desarrollados o modificados, por periodos de unos 15 años a partir de la fecha de autorización. Las compañías asignan una marca registrada a sus innovaciones, que pasan a ser de su propiedad exclusiva. Además, los nuevos medicamentos reciben un nombre genérico oficial de propiedad pública. Una vez que expira la patente, cualquier empresa que cumpla las normas del organismo regulador puede fabricar y vender productos con el nombre genérico. En realidad la industria farmacéutica es la principal impulsora de la extensión del sistema de patentes, y ha presionado a los países en desarrollo para hacerles seguir este sistema".

Hace dos semanas Carlos Arribas publicó un extenso e interesante reportaje sobre la lucha contra el dopaje. Inusualmente bien desarrollado, pero con las típicas concesiones a las lágrimas y a su necesidad vital -vive de ello- de creer en el ciclismo, explicaba el arbol genealógico de la CERA, que remonta hasta el 2004. Sin embargo, acababa con un tañido: "en enero de 2009 se cumplirán 20 años de la salida al mercado de la primera EPO, por lo que la patente queda libre. Podrán comenzar a fabricarse EPO genéricas, lo que asusta a los laboratorios antidopaje: se elaborarán, como todos los genéricos, en países del Tercer Mundo, con escasos controles de calidad y con el derecho a un error del 20% en la dosis del principio activo. Su detección es el nuevo desafío".

Es la típica cosa que desconcierta de uno como Arribas. Parece que te está llevando por su vereda, y de repente te das cuenta de que algo falla: la EPO ya se piratea (genérica) desde hace muchos años, y la mayor parte de las partidas incautadas en la Operación Puerto provenía de China, Rusia o Sudáfrica, no precisamente de Amgen, el gigante biotecnológico americano que va a perder la patente. Tiene dos ventajas: es mucho más barata y, al ser copias, pueden burlar el método de detección. Hace unos años se vendía la "EPO rusa" con el mismo misticismo y reverencia con el que se vendía la CERA hace seis meses. ¿Qué intención mueve a Arribas a agitar un fantasma que ya existe? No lo se.

Pocos días después Eugenio Capodacqua, el periodista de ciclismo de La Repubblica, se aplicaba con idéntica fruicción a la misma tarea: "Atención, llega la EPO que mata". A pesar de que en el mismo artículo un profesional sanitario afirma que es la más extrema de las posibilidades, la mete de titular. Italia. Esta misma persona extiende el abanico de países donde se fabrican estas EPO marca blanca o no frills, todos países del Segundo Mundo (no Tercer Mundo que despectivamente aplica Arribas), con cierta infraestructura biosanitaria, pero cuyas carencias se hacen más evidentes a la hora de querer jugar en la primera categoría. Por cierto, repasen los sitios donde entrenan allá por diciembre o enero algunos de los mejores equipos del mundo. Sin ir más lejos, los Schleck empezaron su temporada en enero-y eso que iban al Tour- en la Vuelta a San Luis de Argentina. El resto del equipo estaba en Sudáfrica.

Ya ven: caduca la patente de la EPO y algunos de los periodistas que más hablan de dopaje invocan el cataclismo y el apocalipsis, cuando hace tiempo que, si ha de venir a lomos de la eritoproyetina, ya está aquí. Y lo saben perfectamente. A saber qué oscuros intereses les mueven. ¿Y qué opina Amgen de todo esto? Hace pocos días Expansión, el extremadamente conservador diario económico -el único medio que conozco que pone en la sección de opinión que sus articulistas/talibanes no reflejan la opinión del diario, imaginense qué catadura moral-, publicaba esto. Lo más interesante es el primer párrafo: por primera vez en mucho tiempo la compañía no crecía a dos dígitos anuales, y la razón era la pérdida de la patente de Epogen.

Estaría bien consultar los resultados de la compañía y ver qué porcentaje de su facturación responde a la EPO. Ojo, crecía a dos dígitos por año. Por lo general, las compañías farmaceúticas tienen uno o dos productos estrellas que tiran del carro. Fíjense en ese gran fantasma que es Zeltia, que lleva vendiendo algas (o humo) para tratar un cáncer que afecta a una parte ínfima de la población, mientras la Bolsa sigue los vaivenes de si le dan la autorización o no. Pero bueno, volvamos al tema ¿hay tantos pacientes renales en el mundo? ¿Por qué el reportaje de El País tenía publicidad de Google Ad Sense -se adecúa al contenido del artículo- sobre cómo comprar EPO? ¿No era bajo prescripción médica?

Ahora Amgen duplica plantilla en España (¿?) y quiere superar el bache de perder la patente de su producto-estrella. También es curioso lo que se dice de Aranesp (la EPO de segunda generación) y los problemas de seguridad con la Agencia del Medicamento Estadounidense. Los famosos rotuladores o plumas precargadas. El dopaje mueve muchísimo dinero, basta recordar las cifras de contabilidad normal que manejaba Eufemiano. Tanto, tanto dinero que, como en todo este asunto, solo atisbamos a ver la punta del iceberg. Y por favor, no se crean esas historias para viejas de que la EPO falsificada es más dañiña que la de marca. Publicistas los hay en todas partes. Tiene los mismos efectos, para lo bueno y para lo malo.
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"Cayó a plomo. Sin protegerse con los brazos. Quedó completamente rígido, con la cabeza hacia un lado y la mirada perdida. Se despertó en el vestuario y no recordaba nada" Era el minuto 13 de partido. El jugador había vuelto de una suplencia tras brillar en los primeros partidos. Centrocampistas, los de mayor despliegue atlético. La casualidad ha hecho que esta semana precisamente hablase de su club, hasta la nota de prensa oficial habla de "ponerse a tono" en cursiva. Que quieren que les diga que no sepan ustedes ya. Por cierto, el cádaver de Puerta fue incinerado inmediatamente y nunca se ha conocido la autopsia. La foto de De la Red acojona. Veremos que es de su vida deportiva. Y de la otra, la de todos.

03 octubre, 2008

Hemos caído tan bajo que hasta Italia nos da lecciones en justicia

Agosto de 2010. Esa será la fecha en la que Riccò, si obtiene un contrato, podrá volver a competir. Acumulaba méritos para 30 meses de sanción, de los que la fiscalía pedía 20. Al final 24, una cifra en la línea de las sanciones por dopaje estándar. 18 meses por uso de sustancias dopantes y otros 6 por frecuentar a un médico excluído del deporte, Carlo Santuccione.

Riccò, que había negado todo en un primer momento, confesó una vez en Italia que sí se había dopado y que "sólo había salido positivo en dos de los ocho controles a los que fui sometido en el Tour". Vamos, que decía que le habían pillado, pero que bien podría haber seguido su fulgurante carrera. Confesó porque su abogado -ciclistas: a ver dónde os gastaís los dineros- le dijo que sería positivo para su sanción. Ni por esas.

Su colaboración con la justicia se limitó, al parecer, a señalar a Piepoli como inductor y a Santuccione como médico. Claramente insuficiente cuando en su equipo ha convivido con varios sputniks, o cuando ha pasado de puntillas sobre su rendimiento en el Giro. Si hemos de hacer caso al testimonio de Riccò, este ciclista sólo se dopó para el Tour 2008. La justicia deportiva italiana no ha tragado y le ha endosado dos años de sanción. Riccò volverá a competir con casi 27 años, todavía joven, pero irremediablemente marcado.

Su abogado, Alessandro Sivelli, ha dicho que la sentencia es injusta, porque le han puesto la misma sanción que si no hubiese colaborado con las autoridades. Es falso. La sanción que Riccò merecía era de 24 meses por tomar sustancias dopantes más otros 6 meses por ir a la consulta de un médico prohibido. Pero bueno, siempre hay una nueva oportunidad para chupar el dinero a su defendido: también queda el recurso al Tribunal Europeo de DD.HH o cualquier otra cosa grotesca que se les ocurra.

El mismo día se conocía el segundo sobreseimiento "libre" de la Operación Puerto. El juez Antonio Serrano, titular del juzgado 31 de Plaza de Castilla (Madrid) sigue sin encontrar indicios de delito en el fregado que le cayó a su juzgado. Todo el mundo pidiendo provedimientos y otras bulas, presiones, los focos de los periodistas: mucho mejor volver a la actividad normal de un juzgado. Ahora hay tres días para que se pueda recurrir -dicen que la Abogacía del Estado lo hará- y el caso pase a una instancia superior, en este caso la Audiencia Provincial de Madrid. Lo importante es que no pase nada, pero al mismo tiempo dar la imagen de que se está haciendo algo.

¿Se imaginan que Lissavetzky se queda sin su latiguillo de "somos el país que desencadenó la Operación Puerto"? ¡Pobre! El caso seguirá abierto y al mismo tiempo cerrado, porque nadie puede pedir muestras de sangre, ni los documentos, ni nada. El descrédito internacional de España seguirá en aumento, y en este caso si que se puede decir "con toda justicia". Las autoridades no han hecho absolutamente nada para dar una solución rápida al asunto. Prefieren que se siga movimiendo en la penumbra, maldiciendo el día en que se filtraron documentos -pruebas- al alcance de todos: con lo bonito que hubiese sido que nada transcendiese y que todo se solucionase con una multa y una palmada en la espalda.

Este país ha caído tan bajo que hasta Italia nos da lecciones de justicia. Es un lugar común -y yo caigo en el frecuentemente- reírse del país vecino por su sistema judicial. Justicia a la italiana. Sin embargo, me tengo que comer mis palabras. En materia de doping y corrupción deportiva, la justicia italiana da lecciones a la española. Es absolutamente impensable que en España se investigase una denuncia como la de Zeman y que esta concluyese en una sanción contra uno de los equipos míticos de la Liga; o que se investigase un caso como el Moggi y otro de estos equipos acabase en Segunda. Me dirán: ya, pero eso es Italia, aquí no pasa eso. ¿Seguro? Vale, aceptamos que no pasa, pero la cuestión es: si pasase ¿se investigaría? La respuesta no puede ser otra que no.

La conclusión que emerge de todo esto es terrible. Italia, el país de la Mafia, el primer ministro con múltiples causas, de la giustizia lumacca (procesos que duran veinte o treinta años) y las amnistías penales nos da lecciones en materia de justicia deportiva. Y no aprendemos nada de ellos, preferimos seguir viviendo en nuestra nube de nuevos ricos, del salto a la modernidad entre Seúl 88 y Barcelona 92 (¡zas!, en cuatro años), de la preparación científica, del cuidado médico y de las grandes vueltas ganadas desde la playa. Brillante. Aplaudan ahora, que es el momento. Más tarde ya no podremos.
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(actualización de las 14:02) Frank Schleck expulsado del CSC tras reconocer que transfirió 7.000 euros a la cuenta secreta suiza de Eufemiano Fuentes. Para el lector habitual del blog no es una sorpresa desde que el viernes se publicase la existencia de esa cuenta y esa transferencia. Para el comunicado de prensa del corredor, ir a la sección de comentarios.

02 octubre, 2008

Consanguíneos

Ha habido muchas parejas de hermanos en el ciclismo. El denominador común a todas es la de uno que destacaba y era bueno, y el otro que era tirando a paquete, al que el capacitado tenía que ir abriendo hueco en los equipos por los que iba vagando, como una pesada losa.

Sin remontarse a la noche de los tiempos (el hermano de Coppi ganó una Roubaix rocambolesca, y poco después falleció en un accidente), ni siquiera la española (Lejarreta también tuvo un hermano ciclista), el pelotón de los últimos años ofrece varios ejemplos clarividentes.

Indurain y Pruden, buen gregario que llegó a hacer Giro-Tour completos y acabó sus años en Vitalicio sin que el hermano le amparase; Zubeldia militó con su hermano en el Euskaltel, pero cuando se vió lo que había no duró mucho en el profesionalismo; Beloki llegó a llevarse a su pariente a La Boulangere, pero ya no pudo colocarlo en el Saunier; Casero amparó a su hermano Rafa, que después dió positivo tras un inicio de temporada fulgurante en un equipo andaluz; Allan Davis tuvo o tiene un hermano corriendo por ahí, también los Grabsch, los Jalabert nunca coincidieron en un equipo...bueno, no hace falta ser exhaustivos, ya ven por donde van los tiros.

Y llegaron los Schleck. Nunca se había visto rendir a tan alto nivel a dos hermanos. En esta relación consanguínea ¿quién es el paquete y quién es el dotado para el ciclismo? Desde luego Frank, que saca cinco años a Andy, y que es el corredor decisivo en carreras como Lieja o el Mundial no parece muy paquete. O no lo parecía hasta que se descubrió que ingresaba dinero en la cuenta suiza de Eufemiano Fuentes. En lógica consecuencia, y a tenor del bagaje de 100 años de ciclismo y hermanos, habrá que deducir que Andy es el dotado. ¿Si? ¿Alguien está dispuesto a poner la mano por Andy?. Recuerden que solo tienen dos...

La eclosión de Andy Schleck fue con sólo 21 años en el Giro 2007, donde acabó ¡segundo! en su primera grande. Y ese Giro se disputó con el puñal entre los dientes: recuerden a Mazzoleni, Di Luca o los dobletes que hacía en la montaña Piepoli con Simoni o Riccò. Repasando las crónicas de entonces, es fácil ver un olvido deliberado sobre el papelón que estaba cumpliendo el joven luxemburgués: ni me lo creí entonces ni me lo creo ahora, mucho menos después de saber a qué destina sus ahorros el primogénito. Esta temporada ha debutado en el Tour y, si no llega a ser por una mala tarde en Hautacam, hubiese acabado entre los cinco primeros. Su subida a Alpe D´Huez mirando a los rivales, subiendo, bajando y haciendo lo que quería, un poco como Usain Bolt, es de las que no se olvidan.

Por supuesto yo no puedo decir nada más de Andy Schleck, que sólo ha conocido a Rijs como director deportivo. Y es precisamente de ahí, del director de Hamilton y Basso, él mismo vencedor dopado del Tour, de donde sale el titular. De ahí, y de la RAE, que tiene una definición bellísima sobre consanguíneos: "Dicho de hermanos: Que no lo son de doble vínculo, sino de padre solamente".
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La Agencia Antidoping Francesa va a analizar de nuevo las muestras de Armstrong que se conservan desde 1999, año de su primer Tour. La reacción del zombie ha sido poco ambigua: no quiere. Dice que no se conservan bien después de tantos años. A mí, cuando un yogur se caduca, le salen hongos y esas cosas, pero dudo que algo que no se conserve bien -en el caso de que así fuese, porque es una excusa tomada por los pelos- produzca EPO. Conviene recordar que el método de detección de EPO no se empezó a utilizar en el Tour hasta la edición de 2001. Ya puestos, que analicen también las muestras del año 2000.
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Al parecer, el juez Antonio Serrano ha vuelto a cerrar la Operación Puerto, porque no ve indicios de delito. A la espera de conocer los ulteriores análisis médicos encargados por su eficiente instrucción del caso, reparen en que tal y como están las cosas la bolsa 18.- Valv. (Piti) podría ser destruida antes de que el TAS se pronunciase sobre el caso. Nadie recurrirá la sentencia. Hoy algunos medios españoles ya dan la noticia con eficacia sumarial no exenta de alegría contenida, por el que dirán. Cuando salte la frontera, habrá que ver la reacción del resto del mundo.

01 octubre, 2008

Puede que Damsgaard pierda su palmarés

A estas alturas de la temporada ya se puede afirmar que el gran triunfador ha sido Rasmus Damsgaard. El responsable del programa antidopaje que tutela al Astana y al CSC ha metido a sus corredores en el podio de todas las grandes carreras del mundo -reparen en el significado de todas-, incluyendo ganar las tres grandes. Da igual que hubiese pavé, sprint, crono o metal olímpico. Allí estaba un pupilo. O dos. O tres. Y porque no había más lugares en el cajón.

Hace poco tiempo afirmó, fanfarrón, que los controles antidopaje no sirven para nada y que son muy fáciles de evitar. Quería así insistir en las bondades de su labor de auditoría sobre los equipos que acumulan a tantos y tantos clientes de Cecchini y Eufemiano. Estoy seguro que ante la pregunta de que opina de los pagos de F.Schleck a Eufemiano Fuentes dirá que el no estaba presente en marzo de 2006. Muy bien. ¿Entonces por qué Schleck ha seguido mejorando su rendimiento deportivo?

El ciclismo.

A principios de temporada este mismo sujeto pregonó a los cuatro vientos su labor en el CSC. Un briefing de nueve páginas. Lo más interesante son los gráficos finales. Cada corredor está identificado con un color. Como cualquiera puede ver, hay varios colores-corredores que muestran valores anómalos en momentos rarísimos de la temporada. En la tabla de hematocrito (pág. 5), el color turquesa tiene un perfil de montaña rusa. Eso sí, siempre por debajo del 50%. Por encima dejaría en muy mal lugar al equipo, que en teoría está escarmentado desde lo de Basso.

No es el único color-corredor danzarín. También hay tablas para la concentración de hemoglobina (pág. 6), de reticulitos (pág. 7, ojo al verde justo antes del Tour, que en la nota a pie dice que se debe a un certificado médico) o la media de los valores. Manos lavadas y a seguir ganando carreras, a hacer de un contrarrelojista de 80 kgs. un escalador y dar por bueno que un don nadie gane el Tour. Por supuesto, no se supo nada de la identificación color-corredor.

La Gazzetta dello Sport publicó el domingo pasado que el famoso laboratorio de París está analizando de nuevo muestras sospechosas del pasado Tour. A diferencia de otros medios que se hicieron eco por las mismas fechas, el periódico italiano preciso que eran 14 corredores y que estaba confirmado que habían tomado EPO. Las razones de por qué la Gazzeta dice eso y lo dice justo en el día del Mundial en casa y el día en el que publica la retirada de Bettini -consecuente con la revelación de que se están investigando los pagos bancarios a Eufemiano, incluso los de Pepito- se lo dejo a su libre albedrío.

Algún periódico ha ido incluso más allá. El periódico belga Gazet Van Antwerpen publicó el lunes un elenco completo. Del Ag2r dos corredores: Valjavec y otro más. Del Saunier, Ricco, Piepoli y Cobo. Del Columbia, otros tres, igual que del Gerolsteiner. Y del CSC nada menos que cuatro. En total, catorce corredores. Lo publica ese periódico belga, no yo. El escándalo está creciendo, y hoy ya ha saltado a cyclingnews.com. Se sabe ahora, a temporada pasada, que es precisamente cuando se deberían saber los resultados del pasaporte biológico, por los que en teoría se va a poder sancionar a un corredor sin que haya dado positivo.

Ya ven que este nuevo puzzle del ciclismo, que tiene poco de arqueología, va encajando. Mientras el Sueddeustsche Zeitung vuelve a meter gravemente la pata al identificar "Classico Mano" (sic) con Thomas Dekker, al menos en la segunda página nos dice que el también periódico belga Le Soir publicó el sábado que los cuatro corredores del CSC investigados son Cancellara -ninguna sorpresa-, O´Grady -ninguna sorpresa-, F.Schleck -ninguna sorpresa- y Carlos Sastre -¡oh!-. Ojo señores abogados: lo publica Le Soir, yo no.

Ya sería mala suerte que un corredor que ha ganado el Tour y después ha hecho podio en la Vuelta -no se veía desde Beloki en 2002-, que ha roto amarras con su equipo de mala manera, que pone fin abruptamente a su temporada y que cambia de equipo nos vaya a jugar esta mala pasada. ¡No quiera la RFEC que la enésima conspiración contra los españoles siga adelante! ¡Que alguien pare este desatino! ¡Que la sucursal de HSBC en Ginebra destruya sus registros! ¡Acabemos con esto ya!.
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El lunes 29 ya estaban en los kioskos las dos revistas de ciclismo en España. Hay otras, pero no llegan al nivel de revista. Una curiosa decisión estratégica: podían haber esperado al cambio de mes y publicar ya el Mundial, pero prefirieron amarrar la portada de Contador y su vuelta. No hay mucho que comentar ("¡Que poco has estado mirando esta vez!"). La revista vasca dedica una página a una foto de Graham Watson con Contador repostando su bici en una gasolinera y este pie: "ahora ya se como prepara sus carreras". La revista madrileña tiene una artículo incalificable de Chema Rodríguez y una entrevista final a Benjamín Noval, que no sirve para desentrañar lo críptico que tiene este corredor, y es mucho. Lo mejor, la respuesta ante su personaje histórico favorito: Don Pelayo.

No deja de ser curioso que escoja un personaje fantasmagórico, envuelto en la leyenda propia del S. VIII, del que no se puede saber nada porque ningún documento ni vestigio hay. Considerando que ha sido gregario de Armstrong y Contador, es una elección muy acertada.
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Gracias a los testimonios de Antequera, Freire, J.Rodríguez, Valverde, Mosquera (gracias nickNanaco), S.Sánchez, Noval y Gárate (sobrecogedor lo que cuenta del murciano pusilánime), y no esperando que L.L Sánchez o su amigo Contador hablen -los únicos de los que no tenemos testimonio-, se puede recomponer el desastre del Mundial. Y la situación ya pasa de desastre.

30 septiembre, 2008

Otro burro disfrazado de caballo de carreras

En un post anterior les hablaba de las posibles vías de investigación que se podían haber seguido para esclarecer la Operación Puerto. No ya las autoridades judiciales, sino también los periodistas inanes que nos ha tocado padecer en este país. Conviven y conchavean con los ciclistas, no se puede esperar mucho de ellos.

Es más: si un compañero de profesión no les sigue el juego de la ocultación y el escaqueo, la mofa y la burla están a la orden del día. ¡Qué les voy a contar de Carlos Arribas! Publicó parte de los documentos de la Operación Puerto -los que afectan a ciclistas retirados- y después se dedicó a amparar, con encomio digno de mejor causa, a los que solo cabía dos años de sanción.

Ahora clama con su desprestigiada pluma auténticas vergüenzas. La Operación Puerto es una "una obra de excavación arqueológica inacabable, en un puzzle incompleto para siempre", en su querída metáfora de los arqueólogos. Lo del puzzle es nuevo, pero para que la frase quedase completa hay que señalar que el tiene varias piezas, y que jamás hizo nada por resolver la trama. Ni siquiera algo tan evidente como 18.- Valv. (Piti). El trabajo de su compañero de profesión que el viernes publicó que Frank Schleck efectuó en 2006 pagos en la cuenta suiza de Eufemiano Fuentes lo tilda de "gracias a los esfuerzos". ¿No será gracias a su profesionalidad? Ahhh, la ironía, qué sutil es. Casi tanto como "están todos, menos Valverde".

Recompongamos el puzzle. Eufemiano Fuentes cobraba en mano -lo sabe bien el imputado Saiz Balbás, detenido con 60.000 euros en efectivo- y también por transacción. Ninguna de sus cuentas fue investigada, y eso que movía 6 millones de euros al año. No se extrañen: tampoco se escrutó las dos CPUs y las nueve tarjetas SIM que estaban en sus pisos-patera. Eufemiano, hijo de contrabandista de tabaco -no prosperó tanto como Juan March, pero casi-, contaba con una cuenta en Suiza. Sí, el país del secreto bancario.

Como en el país helvético no existió la Operación Encubrimiento con la que se intentó ocultar el terremoto de la Operación Puerto -futbolistas, atletas, equipos enteros de fútbol, un porcentaje altísimo de los metales olímpicos-, las autoridades judiciales han seguido investigando. Para que se hagan una idea, tienen intención de encerrar a Ullrich -residente en Suiza- por delito fiscal, otra vía que en España no se ha utilizado. Y también han investigado las cuentas de Eufemiano, porque desde el caso del oro nazi expoliado a los judíos y ciertos escándalos con las fortunas de dictadores africanos y sudaméricanos ya nada es igual. Ni siquiera el chocolate o el queso Emmenthal.

Andreas Burkett, el periodista del Sueddeustche Zeitung, ya publicó en pleno Tour que Frank Schleck era amigo de Birillo. Nadie le hizo caso. Yo les aseguro que Schleck no es amigo de Birillo. Por esa época su periódico publicaba noticias fantasmágoricas, como que Cavendish había dado positivo en el Tour, pero que su muestra había sido analizada en un laboratorio del "sur de Europa" y que pagando un soborno la había hecho desaparecer. La credibilidad se pierde por estupideces de ese calibre, aunque lo de Schleck fuese cierto. Como para fiarse.

Tres meses después ha vuelto a la carga. Con pruebas. Lo ha hecho justo antes del Mundial, para hacer más daño y para obtener mayor repercusión. Una transferencia a la sucursal del HSBC de Ginebra por 6991 euros en marzo de 2006. Ordenante: Frank Schleck. Beneficiario: Eufemiano Fuentes. ¿Qué más pruebas quieren? ¿Qué más hace falta para perseguir a los ciclistas y al doctor, que se pasea libremente por el mundo, dotado de pasaporte y la mayor de las impunidades? Y paso a explicarles los detalles de la transacción, porque aquí en España la prensa ha dado cuenta de la noticia de una manera lastimosa.

  • La curiosa cifra de 6991 euros corresponde a 7000 euros de la tarifa de Eufemiano. ¿Dónde se han quedado los 9 euros? Pues es tan sencillo como la tarifa que cobrar los bancos por transferencia. Gastos de correo, que los llaman, como si el dinero fuese en diligencia. A veces corren a cuenta del ordenante, otras a cuenta del beneficiario. Schleck le rebañó esos 9 euros a su hemodruida.
  • El banco HSBC es el mayor banco del mundo. Tiene la sede en Londres, pero el 80% de sus operaciones se efectúan en dólares, para que se hagan una idea de sus ramificaciones y poder. Su oficina de Ginebra ya tuvo un relativo momento de fama por sus cuentas ocultas para "clientes especiales". Todo muy turbio, como siempre que hay políticos. En fin: este es el mundo realmente existente, qué les voy a contar yo que no intuyan.
  • ¿Marzo de 2006? ¿Si?

Frank Schleck era un corredor normal. Pasó a profesionales en el año 2000 con 20 añitos en el De Nardi, un equipo italiano de Tercera División. En 2001 estuvo en Festina y en 2002 pasó al CSC. En 2003 obtiene algún resultado a final de temporada, operación que repite en 2004: 10º en el Mundial de Verona. Nada, absolutamente nada, hacía presagiar su explosión en 2005: empieza fuerte en Mediterráneo y P-N -¡ay, esas concentraciones invernales!-, queda cuarto en la Vuelta a Suiza y en el final de temporada encadena segundo en Zürich, en Emilia y tercero en Lombardía.

Y llega 2006. Transferencia bancaria de marzo de 2006. En abril, las clásicas: nuestro protagonista encadena la victoria en Amstel -su primer triunfo, de una manera espectacular-, cuarto en Flecha y séptimo en Lieja. Ya venía de ser quinto en P-N y se fue a Suiza a ser sexto. En el Tour ganó en Alpe d´Huez y acabó 11º. En su querido final de temporada araña un 7º puesto en Lombardía. Acaba tercero del ProTour, convirtiéndose en uno de los mejores corredores del pelotón. En 2007 la misma tónica, siempre en las mismas carreras: 10º en Amstel, 7º en Flecha, 3º en Lieja. En el top-ten en P-N, Suiza, P-V y Polonia, podio en Valencia. En el final de temporada, tras un Tour discreto, logra ser 4º en el Mundial, 2º en Sabatini y ganar en Emilia. Toda la temporada, all the long way. 2008, ya con 28 años: 2º en Amstel, 3º en Lieja. En Suiza se despeñó, pero iba a por el triunfo. Ganó el campeonato nacional y en el Tour fue tercero en Hautacam, el que más aguantó a los enCERAdos del Saunier. Fue líder dos días y podio virtual durante el grueso de la carrera, pero en la crono final cayó al 6º puesto. Su padre fue encañonado por la gendarmerie, que se tomó más en serio las primeras noticias de Andreas Burkett.

Si no ha ganado más es por su absoluta nulidad al sprint y en la crono, pero en muchas de estas carreras ha sido el corredor decisivo, el que rompía el pelotón. También tiene cierta propensión a caerse. Bajo todos los puntos de vista técnicos, un burro. Y aún así, miren que resultados. Bueno, al menos ya sabemos a que se deben. En Luxemburgo a los burros los llaman caballos de carreras. Por cierto, ¿Eufemiano tenía una cuenta sólo para que le pagase un único cliente? Mañana más.