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19 mayo, 2013

Humillación al Galibier

Otros ciclistas suelen alzar los brazos
Se volvió a cumplir la predicción. No era muy difícil: las dos etapas de montaña de fin de semana y antes del segundo día de descanso han sido un simulacro de ciclismo, una farsa vendida como competición por mero capricho del organizador y una humillación para este deporte en uno de sus grandes mitos, el Galibier.

El sábado se anuló la subida a Sestriere y la charlotada del Jafferau fue imposible de ver: los helicópteros no pudieron volar y sólo se pudo ver la llegada de los ciclistas a meta. Casi mejor así.

El Fantini trabajó descaradamente para Nibali por medio de los honrados y jóvenes Garzelli y Di Luca. Cuando quedaban dos km. para meta, si tenemos que hacer caso a radiovuelta, saltó Santambrogio y Nibali fue a su rueda. No disputó el sprint, por lo que el corredor que estuvo tres años en el BMC porque Ballan lo quiso a su lado y no hizo nada, inscribió su nombre en una supuesta cumbre mítica del ciclismo, tanto que era la segunda vez que se subía.

¡Pobre Santambrogio! Nada más llegado al BMC salió que estaba dentro de la cuadra del Lampre que recurría al dopaje, y el equipo lo tuvo en la nevera un tiempo prudencial, hasta que cambió de opinión y compitió sin especial brillo en las carreras de tres semanas. Cumple 29 años este año enrolado en un equipo menor, lo que no le ha impedido ser de los mejores en la Tirreno-Adriático y ganar su etapita del Giro. Otro representante del ciclismo que cambia y la nueva generación.

Peor ha sido hoy en el Galibier, claro. Por la mañana Michelle Acquarone, que está en esto porque le gusta el ciclismo y no el dinero, saludaba los cielos despejados y que la etapa programada por puro capricho (¿que necesidad tiene el Giro de ir a explorar el Galibier?) se iba a poder disputar. Acabando cuatro km por debajo, pero se iba a poder disputar; atravesando paisajes completamente nevados, pero asegurando a los patrocinadores que su inversión iba a tener retorno.

Se situó la meta a la altura de la espantosa estatua en honor a Pantani, en el supuesto punto donde su médico lanzó el ataque que, a la postre, le dio el Tour 1998, no en vano conocido como el del caso Festina. Estamos en un deporte que dice que esta cambiando, pero homenajea a su Ben Johnson, el ciclista que acabó fiambre seis años después.

Pues nada mejor que alguien a la altura del homenajeado: Giovanni Visconti, de profesión "sus labores" ha ganado en el Galibier. Con una fuga en solitario. Los cinco últimos kilómetros bajo la nieve. Se ha desplomado al entrar en meta, pero porque es sprinter. Visconti, el corredor que sufre con el frío, siciliano como es.

Visconti, de improbables dotes escaladoras, humilla una cima mítica del ciclismo. Esto es mucho peor que la victoria de Jalabert en Covadonga en 1994. Este corredor pasó a profesionales con el mismo pálpito que Nibali, pero jamás ha hecho nada: tres campeonatos nacionales y, especialmente, un subcampeonato ante Simeoni, al que no saludó en el podio. Ese es el ciclismo que representa Visconti.

Siempre en equipos menores, Unzue con su olfato de clarete y pacharán lo fichó en 2012 para Movistar, donde el muy ufano corredor afirmó que iba de colíder a las clásicas, se supone que con Valverde. No hizo nada, claro: su única victoria fue un GP Primavera que le regaló el murciano, igual que hizo en 2007 con J. Rodríguez. En el Giro, su objetivo, fracasó en las etapas que tenía marcadas (incluyendo lloros y lamentelle de italiano) y a final de temporada cumplió una sanción por dopaje.

Era cliente de Ferrari. En la RAI hoy no han dicho ni mú de este asunto: simplemente se referían a una depresión durante el invierno. Es el ciclismo que cambia, señores. Un joven italiano que no anda ni para atrás, incapaz de ganar fuera de su país salvo que le regalen la etapa, frecuenta un conocido médico dopador. Normal que en Movistar no lo despidiesen, considerando que el galeno italiano llevó a todo el equipo (incluyendo a David López, ahora en el Sky que expulsa a corredores con pasado de dopaje) en 2007.

En fin, que se va a decir del equipo de Rubén Plaza, o Tino Zaballa. Por ejemplo, se va a decir que llevan tres años ganando dos etapas en cada Giro, y con cinco corredores diferentes: al sprint y en montaña, con consumados escaladores como Kiryenka, Amador o....Visconti. En el Galibier. Grande impresa. Si, concretamente convertir a un rodador en escalador.

En meta el doliente sicialiano se derrumbó, para despues gimotear ante los micrófonos de sus compatriotas que ha nacido el mismo día que Marco Pantani, concretamente el 13 de enero. Sin haber leído las crónicas de la humillación al Galibier en otros escribas a sueldo, estoy seguro que construirán su pedazo de propaganda en torno a esta casualidad y a las palabras "leyenda" y "nieve". Como si lo viese.

En la lucha por la general absolutamente nada: Betancur volvió a ser segundo y araña segundos de bonificación y algunos en línea de meta, no mucho. Nibali salió a rueda de un ataque de Majka y Kiserlovski, como si le inquietasen: más bien lo hacían a Santambrogio, pero ya todo da igual. Lo mejor que puede hacer este Giro, que todavía tiene que rendir seis etapas, es acabar.

Si les parece una solución drástica, contemplen la posibilidad cierta de etapas descabezadas sin Stelvio o Gavia o, peor aún, puertos míticos coronados por Rabbotini, Cobo o Visconti. La última vez que se subió a las Tres Cimas de Lavaredo ganó Riccó, y también se saludó como el nuevo Pantani, la nueva generación y una hazaña. El Galiber sólo ha sido final de etapa en dos ocasiones: en una ganó A. Schleck recorriendo siete km. más, en otra ha ganado Visconti. Ante la estatua de Pantani. Me parece un digno homenaje al ciclista muerto por ser ciclista, pero no un vencedor digno de esa cumbre.

22 febrero, 2013

Empieza la temporada

Una estampa de Qatar
Este fin de semana empieza por fin la temporada ciclista con la Het Volk y la Kuurne-Bruselas-Kuurne, las dos carreras que abren el calendario belga y, en definitiva, el ciclismo entendido como un deporte de resistencia y de competición, tras unas serie de múltiples carreras con una característica común: no se han podido ver en directo.

Con la excepción del Down Under y el Tour de Qatar, el resto de competiciones ciclistas celebradas han tenido cobertura en diferido, y no es que las dos agraciadas con tele en directo hayan sido las más afortunadas. Eso sí, no han faltado las crónicas en directo de famosos propagandistas que seguían el twitter oficial de las carreras. Los mismos que celebraron el triunfo de Contador en la pasada Milán-Turín como gran victoria justo cuando les llegó la noticia de su victoria, y sin haber visto ni una imagen.

Parece que el ciclismo, a lomos de la crisis económica y la propia crisis de este deporte, ha vuelto a los años gloriosos -por decir algo- del teletipo y las crónicas de grandes firmas hablando de grandes gestas desde la línea de meta, cuando los ciclistas estaban subiendo el Galibier a 100 km. de distancia. A nadie le extraña, y todos lo dan por bueno.

En el Down Under, disputado mientras las autoridades australianas ultimaban un demoledor informe sobre la extensión del dopaje y la corrupción en su país, Greipel se llevó tres etapas y el criterium de antipasto -el que se dedicaba al cáncer cuando pagaban dinero público a Armstrong para que fuese-, su auténtica especialidad. La general fue para Slagter, el joven holandés de Blanco que ganó una etapa, y que ya demostró tener muy buen final en cuesta el año pasado en Tirreno-Adriático.

Sin embargo, la etapa más destacada para mí fue la segunda, que fue para el gran, gran Geraint Thomas, con un numerito considerable dejando clavados a todos los favoritos. Ahora está disputando el Mundial de pista y después bajará de nuevo con los mortales -no es una metáfora: se ha tirado en el Teide un mes- para ganar su primera clásica de piedras: al tiempo. Gerrans también ganó la etapa de Willunga.

Paralelamente se disputaba el Tour de San Luis en Argentina, con Contador ganando una etapita para solaz de los comentaristas. La general fue para un argentino que el año pasado había sido segundo, y Cavendish, Modolo y Gavazzi también ganaron una etapita cada uno, mientras disfrutaban de los atractivos de una de las zonas más pobres del país austral.

En Francia la general de la Estrella de Bessegues fue para Hivert, al que algunos han descubierto esta semana en Andalucía, y en el Tour del Mediterráneo el éxito final le correspondió a Lovkvist, antiguo joven prometedor que no ganaba desde 2009, y eso que ha estado siempre en grandes equipos; el último, el Sky; el actual, uno suizo llamado IAM cycling. Etapitas para Greipel, su esbirro Roelands y etapa del Mt. Faron para Peraud. Por su parte, la gran noticia de Haut Var fue el abandono de Andy Schleck, que va camino de completar un año entero sin acabar una mísera carrera. Ganó Vichot por el puestómetro.

En Qatar hubo tele en directo, pero para nada: una península desértica organiza la gymkana para ciclistas que es su Tour, donde Boonen ha obtenido el 20% de sus más de 100 victorias como profesional. Es triste ponerlo así, pero es la verdad. Con esos mimbres, normal que Cavendish ganase las cuatro etapas de la carrera y, en consecuencia, la general. Ahora, que venga alguien y me diga que eso es ciclismo. O que merece la pena perder el tiempo para ver eso.

En Omán, otro capricho de petrojeque pero con algo más de fundamento porque el país tiene atractivos turísticos que podemos conocer en diferido, Sagan ganó dos etapitas con numeritos de órdago -los de siempre, pero siempre impresionan-, Kittel y Bouhanni la primera y la última al sprint, Joaquím Rodríguez una subiendo una cuesta de aupa y Froome la decisiva, que le valió también la general. Contador estuvo atacando, quizás reivindicando un "¡Contador al juicio de la O.P! ¡Contador al juicio de la O.P!", porque ya se sabe que este chico se sobreexcita en estas fechas y con los calendarios que tiene. Deportivos y judiciales.

Ya ven que los corredores importantes están muy entonados en febrero. Dicen las malas voces del pelotón que, con tanto trasiego a sitios exóticos -y donde el primer laboratorio aprobado por la AMA está a varios miles de kms.- la gente se anima más, además de que para el pasaporte biológico viene fenomenal eso de estar en febrero a tope, porque si no lo de julio canta mucho.

En Mallorca Valverde ganó uno de los trofeos, y recientemente en Andalucía ganó el prólogo de San Fernando (un ratito a pie, otro andando) y la última etapa en el Rincón de la Victoria -un lugar ideado para acoger llegadas ciclistas, siquiera sea por el nombre-, además de la general: en siete días de competición, cuatro victorias. Es que es tan bueno que no se puede parar: eso sí, cuando llegan las carreras importantes le cuesta ardores pasar del 2º puesto.

La última carrera por etapas destacable de este inicio de temporada ha sido Algarve, donde ha vuelto a ganar Tony Martin -como en 2011, cuando estuvo llena de periodistas españoles esperando el triunfo post-invierno de solomillo de Contador- y el brutal Henao se llevó la etapa de montaña sacando los ojos al resto de corredores, el más destacado Rui Costa, local y valverdiano.

Y queda el Laigueglia, el inicio de la temporada italiana tras la desaparición del Costa Etruschi y el fin del experimiento de recuperar Cerdeña. Ahí vimos que el Lampre no quiere volver a tener un 2012 y, perfectamente estructurado con Pietropolli lanzando, dejó en bandeja el triunfo a Pozzato, que volvía a ganar 10 años después en la carrera que conquistó dos veces consecutivas cuando era un recién llegado al pelotón. Será por eso que el Lampre ha apartado a Scarponi, primero sin meterlo en la foto de equipo y después, ante las preguntas, sin dar ninguna explicación y sólo confirmando el hecho. El ciclismo que cambia, otro año más.

No se pierdan este finde la Het Volk, a ver si Flecha consigue subir al podio de nuevo. En el segundo o tercer puesto del cajón.
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Elecciones en el CONI, uno de los pocos organismos -aún con sus errores- de los que se puede decir que lucha efectivamente contra el dopaje. En la nueva junta directiva no hay nadie del ciclismo, y ha salido elegido presidente un playboy romano -con romances incluídos con celebrities locales- que viene del mundo del remo, concretamente de un exclusivo club de canottieri de la Ciudad Eterna. Es una pésima noticia para la lucha contra el dopaje -ya ha dicho que sus primeras medidas se centrarán en prevención en las escuelas-, y una magnífica para el ciclismo italiano, que no gana una gran clásica desde hace tres años. Bueno, y la París-Tours de Marcato.
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Un nuevo soplagaitas anglosajón sale relativizando lo de Armstrong. Para que vean el nivelón de todos estos todólogos venidos a más con el tirón mediático de la confesión del texano, afirma sin ruborizarse que Armstrong "no había destacado como ciclista de élite antes de tener cáncer". Debe ser que ser campeón del mundo no es destacar. Tampoco se pierdan el detalle de que la entrevista está publicada en uno de los semanarios brasileños más importantes, el mismo país que organizará los JJ.OO de 2016 y que está inmerso en un plan ADO carnavalesco, importando técnicos y médicos deportivos de todo el mundo. ¡Ah! Su apellido, traducido, significa "Más dinero".
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Entrevista a Mikel Nieve, que este año irá al Tour con el objetivo de siempre: ganar la gran etapa de montaña y volverse a colar entre los diez primeros de la general, concretamente entre el puesto 9º y 10º. Ya lleva así tres años, desde su espléndida eclosión en la Vuelta 2010. Este año dice que es diferente, que irá a P-N, Volta y Romandía "a hacerlo bien e intentar ganar una etapa". Si, muy diferente.
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Boogerd, relegado como comentarista de la tele pública holandesa. Aquí va camino de las dos décadas que sufrimos a Pedro Delgado -conocido en Holanda como Pedro Drogado, por haber ganado como ganó aquel Tour al nacional Rooks-, el mismo que afirma que "Eufemiano Fuentes era un buen médico". Y tanto: era el suyo cuando ganó la Vuelta 1985....
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Alfredo Monchito Relaño, el director de As, y muy popular últimamente en este blog por haber tenido la poca vergüenza de escribir que "el ciclismo ha contaminado a otros deportes", tiene la cabeza comida por el fútbol, como todos los de su gremio. Como va de intelectual del balompié, tiene un libro que parece un chiste y, aunque publicado en 2010, he reparado ahora en el porque ya les digo que últimamente las librerías, incluso las de fiar, te meten el deporte en los exhibidores más nobles. ¡Con el dinero que les he dado y me tratan así!

Les juro que lo estoy describiendo y no caricaturizando: esta ideado y presentado como uno de esos libros gordos para niños de título "365 cuentos para leer", incluyendo las tapas brillantes, en este caso de plata. Se titula 366 historias de fútbol mundial que deberías saber,  y se compone de otros tantos artículos (cuentos) de historias del fútbol, muchas de hechas fábulas, habida cuenta que el autor ni las vivió, ni las vio, ni hay medio de haberlas conocido a no ser que sea través de crónicas de otros: lo que viene siendo una fábula, que se diferencia del cuento en que los protagonistas son animales.

Destinado -y por eso está concebido así- a un público no lector, se presenta en formas de pequeñas grageas de ingestión diaria, lo que deja una imagen ciertamente inquietante: ese futbolero que, tras entornar la página del cuento del día, se duerme con la cara de Monchito flotando en una nube y sonriendo mientras apoya su mandíbula barbuda en la mano y dice contaminame.
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(Relacionado con lo anterior) Monchito escribía esto en 1987. Sobre dopaje. En El País. Cuéntame un cuento, y verás que contento/me voy a la cama...
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Tiger Woods nunca ha tenido que pasar un control fuera de competición. El mejor golfista de la historia.

07 enero, 2013

Una atención especial para...

Nuevo año y nueva entrega de esta sección periódica, por anual, de este modestísimo blog. Sin ser su finalidad, ha llegado a ser vista como una especie de profecía de Nostradamus, cuando sólo pretende destacar a una serie de corredores que, por una razón u otra, afrontan en 2013 una temporada decisiva. En 2012 puedo decir que fui especialmente nefasto con los protagonistas, pero ellos mismo se lo buscaron.

Ángel Madrazo: el gorrión de Cazoña ya ha dado buenas muestras de su valía -su ataque en el Poggio en la última Sanremo-, pero cumple 25 años y, entre lesiones y caídas, sigue sin acabar una grande. Este debería ser el año. Por otra parte, su defensa talibán de Lance Armstrong y decir que todavía cree en los Reyes Magos hacen pensar que será otro ciclista más.

S. Sánchez: ¿Cómo alguien con 35 años puede salir en esta sección? Bueno, el asturiano afronta la temporada en la que deberá gestionar su vejez, ya evidente. En el equipo lo van a mandar al Giro, donde objetivamente sólo puede aspirar a una etapa (o dos segundos puestos, que para el cuentan lo mismo), y no a ese podio que dice que le falta -junto con el del Mundial- para irse satisfecho del ciclismo. La combinación de su edad y su objetivos dará lugar a situaciones francamente comprometedoras: ¿será capaz de seguir mejorando en la tercera semana? ¿no ha aprendido nada del caso Barredo?

Nibali: lleva dos años sin ganar una carrera de entidad -vale, una T-A- y sin dejándose muchas carreras en el camino. Ha fichado por el Astana, donde se encontrará con muchos amigos del plan Ferrari, y un calendario despejado para sus objetivos: de momento, vuelve al Giro con sus dos colegas Vanoti y Agnoli. En las Ardenas también compartirá maillot con Iglinski, que le birló la Lieja 2012. No se: vislumbro transformación en ganador eficiente o desastre total, que viene siendo lo mismo.

Hesjedal: el canadiense, de 32 años, ganó el Giro del año pasado sin haber ganado jamás una carrera por etapas, a lo Gotti, que sin embargo era mucho más joven. Del canadiense no se puede esperar mucho más: ha dado el butrón de su vida en el equipo limpio del Garmin, el mismo que transformó en un sólo año a Wiggins. El de Vaughters. Como representante del nuevo ciclismo, espero muchísimo de el, algo asi como su espectacular 2011, donde no dio pie con bola.

Van Garderen: con Evans asumiendo su edad y tras haber acabado 5º en el Tour con 24 años, demostrando una sorprendente resistencia en montaña y que va a arrasar en las cronos del futuro, del americano sólo espero que suba al podio del Tour. En su equipo no parecen haber entendido el talento que tienen entre manos, y no han fichado ni un sólo gregario de grandes vueltas. Eso hará de su rendimiento algo aún más elogiable.

Gesink: el pupas del pelotón, tras otra temporada tirada a la basura, irá al Giro defendiendo los colores del Blanco, el extraño equipo -y con horrible maillot- que hace de Frankestein del Rabobank. Está en serio riesgo de convertirse en el enésimo holandés prometedor que se queda en un corredor de equipo con ciertas habilidades, y no más. Si se centra, gana el Giro, pero las carreteras italianas no parecen diseñadas para alguien que a duras penas se mantiene encima de la bicicleta.

Daniel Oss: el que parecía el nuevo talento italiano para el norte lleva un par de temporadas muy decepcionantes. Ha fichado por el BMC, lo que no parece una decisión muy acertada en un equipo que ya cuenta con Hushvod (o su cadáver), Gilbert, Van Avermaet, Ballan y Phinney, y que el año pasado dio lamentables espectáculos de gestión de sus corredores en las carreras de Bélgica, Holanda y Francia. Esta temporada se verá si vale para algo, o lo suyo fue otra de esas locuras del Liquigas.

Goss: el que en 2011 ganó Sanremo y fue plata en el Mundial ha hecho un 2012 lamentable, a pesar de la buena tónica general de su equipo, el debutante GreenEdge. Con 26 años se puede permitir otra temporada similar -en parte porque está en un equipo de paisanos-, pero en el ciclismo las jerarquías se pierden muy rápido, y más en el pujante ciclismo australiano.

Viviani: el nuevo Cipollini (¡ay!) cumple 24 años y se queda solo en el Cannondale -el nuevo nombre del Liquigas-, a ver si rasca algo. El año pasado debutó en la Vuelta y logró dos segundos puestos tras Degenkolb, pero a pesar de los desmedidos elogios que recibe en Italia, a mí no me convence. Si no gana algo importante este año, menos aún.

Andy Schleck: tras su año en blanco, el joven de los Schleck, que todavía tiene 28 años, vuelve a centrar todo su calendario en el Tour, por mucho que haya dicho recientemente que su principal objetivo van a ser las Ardenas. En un equipo hambriento de victorias, y de quitarse de encima la sombra de Bruyneel -apuesto a que jamás será citado en esta temporada que empieza-, quizás sea cierto, pero Andy Schleck todavía tiene que ganar una grande en la carretera.

Los extranjeros del Euskaltel: el griego, el marroquí, Romain Sicard...¿Romain que? Bueno, de este ya ni hablo. Estoy seguro que no rascarán bola y que se quedarán fuera de las pruebas más importantes. No digo que los vayan a tratar como maketos, pero las situaciones van a ser divertidas. Para el que tenga humor con estas cosas, claro.

Kiserlovski: el croata deja el Astana y ha fichado por el RadioShack, se supone que para suplir a los vejestorios Kloden y Horner, o incluso a F. Schleck si la federación luxemburguesa se pronuncia de una vez. El año pasado debutó en el Tour y se tuvo que ir a casa tras la caída provocada por las chinchetas camino de Foix. Me parece un escalador muy bueno y elegante, y creo que el cambio de equipo le va a sentar muy bien.

A nivel general, será interesante seguir a Valverde enfrentándose de nuevo al muro del Tour, el Sky y su fórmula mágica -especialmente a Siotsiu y Kiryenka sustituyendo a Rogers-, el Vacansoleil en conjunto y su fichaje estrella ¡Rujano!, además del Lampre y su espeluznante decadencia (encarnada en el fichaje de Pozzato, un fijo de esta sección). Nos espera una temporada 2013 donde el mantra del ciclismo limpio y el deporte que cambia volverá a ser repetido. En octubre nos vemos con estos nombres, y ya verán.
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La prensa local y afecta despide a Barredo. En el caso concreto del periódico de su pueblo de adopción, no ha encontrado mejor fotografía que esta. El contenido está a la altura: "era casi un secreto a voces", confirmando que se trata de un pueblo, y toda la culpa es de la UCI, que le tiene manía. Ni Caro Baroja hubiese explicado mejor la esencia de una aldea.

La noticia está llena de mentiras (lo de las caídas, por ejemplo), omisiones y capciosidades para dejar a su ser querido indemne y víctima de una injusticia. Es el estilo habitual de la prensa local, que siempre está pidiendo fondos, inversiones y dádivas (en general, favores) y que, en las escasas ocasiones en que no llegan, se llevan a cambio insultos, palabras mal sonantes y una ración de carbón. Subvencionado.

En el caso del otro pueblo grande de la región, la noticia se ha retrasado hasta el ¡3 de enero!, no vaya a ser que aguase la siesta a la heroica ciudad. La foto escogida está a la altura de la función que suplía Barredo en el ciclismo profesional.  Firma Cima, un periodista ex-ciclista que compite de tu a tu con Urraburu en cuanto errores gramaticales, de palmarés o de pura decencia.

Dice que Barredo ha tenido "graves problemas psicológicos" con su problema con el dopaje, por lo que se "ha puesto en manos de médicos" (otros, se entiende), que no pudo correr ni Tour ni Vuelta "en 2011" (sic) por ese mismo problema (creía que había sido porque se había caído) y, respecto a su futuro como comercial del café, "ayer, día 2, Barredo debía comenzar en Madrid, pero retrasó unos días su incorporación.". Como buen asturiano.

¡Ahora si que le van a invitar al pinchín en todos los bares por donde se pase! ¡Y por cuestiones laborales!
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La Vuelta recupera para 2013 una de sus subidas míticas, que no se ascendía desde 1997: el Naranco de Oviedo. La noticia es muy interesante, porque dice que el Ayuntamiento de la heroica ciudad sólo pagará unos ridículos 20.000 euros por ser final de etapa, una tarifa que sólo se aplica a aldeas. A buen entendedor...
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Graham Watson, que no necesita presentación, ha inmortalizado ese ciclismo. Normal que defienda a Armstrong, aparte de por su condición de anglosajón, como hace siempre. Siempre me ha parecido un personaje nefasto,  peligroso -llegó a poner un tweet realmente ofensivo cuando se cayó Weylandt: lo borró en cuanto le dijeron que el belga se había muerto- y tan creativo en su profesión como un huevo frito a la gastronomía.
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Con ocasión de las recientes festividades, han abierto en Madrid La Bicicleta cycling cafe and workplace, en un local centralísimo que en tiempos fue una administración de lotería. Presentado en su gestación como un bar de esos que existen en Londres y otras capitales donde todo en gira en torno a la bicicleta, desde luego lo han logrado con los toques peculiares de nuestro país, que está más cerca de Marruecos que de Inglaterra. 

Yo he estado en varios de esos locales que ahora intentan imitar, y son muchísimo mejores; por lo menos te da la sensación de estar en un sitio donde se venera el ciclismo, y donde te vas a encontrar a gente de tu mismo jaíz. No es el caso de La Bicicleta. Con el mayor número posible de mesas y sillas para facturar por la cafetería, auténtico centro sobre el que gira todo, lo demás es accesorio. No hay ni una foto de un ciclista, una elección muy respetable y sintomática.

Eso sí, hay sandwich y pseudocomida con nombres como Indurain, Delgado (vegetariano), Tour o Giro, significándose especialmente el Contador, que tiene como ingrediente estrellla el salmón, y no el solomillo que cabría esperar. Del workplace no se sabe mucho: las mesas son de café, y la gente que está con un ordenador no está trabajando, de la misma manera que la gente que lleva zapatillas de deporte no está haciendo deporte. Por lo general.

La clientela está formada por gente de tendencia y que siempre esta volviendo de un pequeño break. Se respira muy poco ciclismo y mucho oportunismo. Los libros que hay son de los de a euro el kilo, compuesto por ediciones juveniles de Julio Verne y otro tipo de desechos propios de esta era del papel regalado y despreciado, cuyo valor reside en ser un objeto de decoración. Todo muy ciclista. Les irá bien. Ya les digo que el local está magníficamente situado, geográfica y cronológicamente, para lo que buscan.
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Según esta noticia acrítica, porque El País en Madrid hace la corte y el coro a las decisiones del PP -a ver cuando nos dicen que fué de Saenz y Tamayo, en vez de poner inauguraciones de locales de cupcakes-, Madrid 2020 pide otros 1000 millones para infraestructuras deportivas. Ah, y otros 1500 para otro tipo de infraestructuras. Seguramente la cantidad final, de aprobarse, será el doble.
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(Relacionado con lo anterior) En la revista femenina de El País, una guía de las tiendas de bicis más chachis y molonas, según el acendrado gusto de la redactora.¿A qué ninguna parece una tienda de bicis, y si el pasatiempo de un rico que ahora no tiene trabajo? "Yo soy arquitecta". No, tu eres una oportunista, y si el golf estuviese de moda tendrías una tienda de palos y bolas, porque para tí son lo mismo que ruedas y pedales.

10 diciembre, 2012

Hincapié se desnuda sin desvestirse

Goodbye, George
En el testimonio de Hincapie ante la USADA se mezcla la verdad y la mentira, como en el de sus compañeros americanos. A diferencia de Julich -que ni siquiera testificó en la comisión- o Leipheimer, no tiene ninguna medalla olímpica que salvar y, logrado el éxito de mayor número de participaciones en el Tour (17) en este 2012, el americano ha anunciado su retirada.

Con 39 años ya era hora. Su record durará poco -O´Grady ya ha dicho que quiere ir al próximo Tour y batirlo- y bueno, su conocida imagen -probablemente el gregario más famoso del pelotón-, su legado al ciclismo bien podría haber sido un testimonio más enjundioso, pero nos tenemos que contentar con lo que hay.

Es algo más, desde luego. No ya sólo por el hecho de haber sido el único corredor que estuvo en los siete Tours quitados a Armstrong, y lo que esto supone de separación de su antiguo amo, sino porque su testimonio empieza cronológicamente mucho antes que el de sus compañeros, aunque lamentablemente no se extiende más allá de 2006, dejando indemne el Tour 2007 que ganó la misma estructura de la que denuncia el dopaje, pero con un burro nuevo.

De Hincapié también se puede decir que, en cuanto se retiró Armstrong, empezó a navegar por otros oceános. De ser aspirante al Tour 2006 -y lo era realmente- pasó a no querer volver jamás con el americano ni con Bruyneel a partir de 2008, convirtiéndose en una excepción. Pero no se engañen: cuenta lo justo, aunque sea un poco más de lo habitual.

Dice que la primera vez que le chutaron fue en 1992 (punto 15), con ocasión de los JJ.OO de 1992, cuando tenía 19 años y la selección americana estaba dirigida por Chris Carmichael. Al parecer, sólo fue con Vitamina B12 -cualquier otra cosa hubiese sido bastante rara por la época y el contexto-, pero al menos indica claramente cuando fue la primera vez que se chutó algo: de lo recogido en otros testimonios, nadie hace mención expresa al primer momento en que una aguja se mete debajo de la piel para preparar una carrera. Y yo creo que es para recordar.

Esa familiaridad con la aguja es lo que más destaca del testimonio de Hincapié. Por ejemplo (punto 22), explica que en 1994 -cuando ganó dos etapas de la Vuelta a Luxemburgo- recibía regularmente inyecciones por parte de un masajista belga, que en teoría eran sólo de vitaminas y "limpiadores hepáticos". En contra de la mayoría de testimonios, el ciclista americano data en 1995 la difusión generalizada de EPO (punto 23), un poco tarde a mi parecer, especialmente cuando dice cosas como "todos iban más rápido" y "se comentaba en todo el pelotón".

En fin, para el que lo quiera creer. Aunque insisto en que Hincapié lleva su relato hasta bastante antes que sus colegas declarantes, aspectos como poner en boca de Lance Armstrong y en 1995 (punto 25) la firme resolución de tomar EPO "porque nos estaban machacando" es sencillamente increíble, habida cuenta que el cowboy fue segundo en la Lieja de 1994, que no se corrió precisamente como una ghymkana.

Those happy times
El grupo americano del Motorola, que vivía por entonces en Como, cruzó la frontera a Suiza en 1996 y compró EPO: "empecé usando 2.000 unidades cada dos o tres días. Tenía muy presente que si quería ser ciclista profesional tenía que hacerlo". Yo creo que no, y ahí hay varios ejemplos: otra cosa es ser un tío de 1´86 que subía Alpes y Pirineos mejor que un escalador: eso es más que querer ser "ciclista profesional".

Lo más interesante de esta parte del testimonio es que dice que Armstrong ya se dopaba con EPO en 1996 y traficaba con Michelle Ferrari, que quizás ustedes quieran relacionar con este artículo científico analizado en su momento. O con el extraordinario rendimiento del americano en los JJ.OO de Atlanta 96, cuando no habiendo logrado una crono decente en su vida -y había que ver su cuerpo y su postura-, casi logra medalla. O el cuarto puesto de Frankie Andreu en la prueba de ruta.

Al contrario que otros testimonios mojigatos, Hincapie dice claramente que Celaya le daba hormona del crecimiento desde 1997, además de la consabida EPO. Contrasten el testimonio de Hincapie -que testifica cuando ya tenía pie y medio fuera del ciclismo- con el de Vande Velde, que sigue en el ciclismo y quiere competir la próxima temporada. Salta de manera evidente la diferencia, ¿verdad? También la causa de tan diferentes deposiciones antes la autoridad.

Hincapié corrió totalmente drogado con EPO, hormona de crecimiento y pastillas de testosterona el Tour 1997 y el de 1998, y ¿quien era Hincapié entonces? Una mierda de corredor, pero auténticamente una mierda, porque hay que llamar las cosas con su nombre: un supuesto sprinter incapaz de meterse entre los diez primeros en una llegada, un corredor que se quedaba en la primera cuesta y un pésimo contrarrelojista. Corría el Tour porque había un equipo americano, y el era americano. Y, a pesar de ir drogado hasta las cejas, lograba eso.

De este testimonio se colige, y sería estúpido no hacerlo a la vista de la evolución del estadounidense de origen colombiano, que cuando empezó la tiranía de siete años del UsPostal, iba con algo más, porque ya se vio el efecto que tenía en su cuerpo lo que vienen confesando los ciclistas: nada que hiciese presagiar esa locomotora de la montaña y ese tren de alta velocidad de las cronos -llegó a ser uno de los mejores prologuistas del pelotón-. Y como el, Ekimov o Padrnos. Falta por descubrir la sustancia mágica que había en el UsPostal.

Con Fred Rodríguez, hablando de ropa. Ojo a la postura.
Según Hincapié, sólo comenzó a ser cliente de Ferrari a partir de la ya famosa concentración de Austin a finales de 2000, la misma que sirvió para introducir -en el amplio sentido del término- a los flamantes fichajes de Rubiera y Heras, citados explícitamente en el punto 62. Ahí se comprometió a hacerse dopaje sanguíneo -con el que estuvo hasta 2006- a cambio de 15.000 dólares al año para el médico dopador italiano.

Como detalle yonki, destacar que en el punto 73 dice que se recomendaba llevar manga larga para evitar ver las marcas de los pinchazos. Por esa época se introdujo la funesta moda de los tatuajes en los deportistas de élite, mucho más prácticos que llevar manga larga durante el mes de julio. Como otro detalle yonki, en el punto 50 dice que Armstrong, mamado de testosterona, abandonó una carrera en el año 2000 en España al ser avisado por el propio Hincapié de que había inspectores antidopaje en el hotel.

Este último apunte va por aquellos que creen en el sistema antidopaje, si todavía hay alguno. Como se indica en el punto 81, si se seguía la técnica (siempre intravenoso) y el riguroso calendario de Ferrari, la EPO se dejaba de detectar a las 12 horas de la reinfusión de la bolsa de sangre. Doce horas pueden transcurrir perfectamente entre el final de una etapa y la salida de la siguiente, y más si "respetamos las horas de descanso nocturno" para no hacer controles.¿Quieren más de este estilo? Punto 86: "la cortisona se utilizaba habitualmente en el equipo, aunque no hubiese un certificado médico válido para uso".

Con este contexto, resulta sencillamente increíble que Hincapié diga que en 2006 -curiosamente, igual que su compinche de Girona Vande Velde- vio la Epifanía y dijo "no" al doping. Visto el paupérrimo resultado del Discovery Channel en ese Tour, puede ser, pero seguro que recuerdan el rendimiento de Hincapie en ese mismo equipo durante el Tour 2007, especialmente el descenso del Peyresourde que hizo para su jefe de filas -sobrevenido tras la expulsión de Basso- Alberto Contador. Y como andaba Leipheimer en ese Tour, claro.

En el punto 94 dice que no vio nada de doping en sus dos años en el Columbia, ni en los tres que ha estado en el BMC. Termina diciendo que admira y respeta a Armstrong, que se doparon porque "los controles antidopaje no eran muy buenos" -se lo juro, punto 100- y que ¡viva el ciclismo!, o algo así. Les recuerdo que Hincapie tiene una marca de ropa con su nombre, de dudoso gusto estético, que fabrica -entre otros- ropa de ciclismo. Normal que intente chiudere in bello, como se dice y se hace en Italia.

Otra cosa es que lo logre. No me cabe ninguna duda que, pasada la tormenta, los Julich, Yates e Hincapies volverán al pelotón con puestos directivos, pregonando las mismas tonterías que dicen Vaughters o Millar, pero siempre habrá que preguntarle sobre si, dado que al parecer todos iban con lo mismo -una de las grandes mentiras de los dopados para justificarse, e Hincapié la utiliza en repetidas ocasiones-, como el podía lograr las cosas que lograba con ese cuerpo. Habrá que preguntárselo entonces y siempre. Como a todos.
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Lo del Lampre no tiene nombre. Por sorpresa, se jubilan Marzano (32 años) y Righi (36 años). Ambos pasarán a formar parte del equipo técnico de este extraño equipo. Otro extraño corredor italiano como Carrara lo deja con 33 años, tras no rascar bola varias temporadas. Se lleva con el la foto de su victoria en la Vuelta a Luxemburgo 2010, por delante de Frank Schleck y Lance Armstrong.
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La Vuelta 2013 se presentará al principio de enero, y ya se va sabiendo parte de la ruta. Etapa en el lago de Sanabria - parece mentira que la Vuelta nunca haya llegado ahí- y, especialmente, la penúltima etapa con final en el Angliru. Supongo que después cogerán el AVE a Madrid...ah, que no está hecho...bueno, pues bajarán de la cumbre, irán al aeropuerto que dista 50 km y llegarán a Madrid para una etapa de 100 km al día siguiente.
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López Solomillón considera que el Mundial tendrá con Ponferrada el mismo efecto que el Guggenheim con Bilbao: pondrá a la ciudad en el mapa. Y un curioso pensamiento económico: "van a ser diez días en los que todos los hoteles y restaurantes de la zona van a estar repletos de gente, lo que va a suponer una inversión de dinero importante".

No, no, eso no es la inversión: eso es el retorno de la supuesta inversión, nada menos que 15 millones de euros. De partida, que al final serán muchos más. Estoy seguro que si cogen un tercio de la mitad de un cuarto de esa cifra y la reparten entre los "hoteles y restaurantes", sacan más dinero que el imaginado por López Solomillón. Y el resto del dinero puede ir a imprimir 30 millones de mapas con Ponferrada en el centro.

Va a ser un desastre, se lo aseguro. Económico y deportivo.

30 octubre, 2012

Se busca equipo desaparecido

La mejor victoria de 2012: el Giro 2011
A lo largo de la temporada todo un equipo ProTour ha desaparecido, y nadie lo ha reclamado: no ha sido por pérdida de patrocinador, ni por un accidente colectivo, aunque por detrás se intuye una de esas feísimas historias del ciclismo, un deporte tan dado a los movimientos de péndulo con determinadas formaciones. El Lampre no era un equipo dominador, pero acabar el año con siete victorias, y ninguna de ellas WorldTour, merece ser destacado.

El año ya empezó mal, con el anunciado fichaje de cuatro o cinco ucranianos sin mayor mérito, en base a un acuerdo con el país eslavo que supongo que tiene detrás la venta en ese país de productos Lampre: es normal que Vitaly Buts, Denis Kostyuk, los hermanos Krivtsov, Kvavuch y Sheydyk no hayan hecho nada, porque tampoco se esperaba nada de ellos, a pesar de ser el 20% de la plantilla.

Petacchi, que tiene 39 años, ganó tres etapas seguidas y sin rival en la Vuelta a Baviera, que suponen el 43% de las victorias del equipo: el joven Ulissi ganó otras tres carreras, por lo que entre dos corredores ganaron el 90% de las carreras; la otra victoria fue para Cunego, un corredor que siempre ha ganado al menos una carrera profesional desde 2002, pero que este año casi se cae de la lista.

El mejor resultado de la temporada es el cuarto puesto de Scarponi en el Giro, del que nadie se acuerda. Normal: el corredor ya sancionado por dopaje es parte central de la investigación de la Fiscalía sobre Michelle Ferrari, con el que mantuvo una entrevista en su mítica furgoneta donde, de buenas a primeras, el médico dopador le habló de bolsas de sangre y no seguir el ejemplo de Alberto Contador.

Siempre con problemas con la Policía
Y eso por no hablar de Bertagnolli, que este año estaba en plantilla y cuyas jugosas declaraciones en el informe USADA han dejado malparados a muchos compañeros de profesión, mientras decía que dejaba el ciclismo por una sanción a raíz del pasaporte biológico, aunque es difícil seguir la pista a este corredor politoxicómano que merece entrada aparte por su increíble trayectoria de sputnik.

Al margen de nombres particulares, lo que sorprende del Lampre es la caída colectiva de todo el equipo, salvo quizás los jóvenes (que no haya una generación perdida) Ulissi y Malori, y que ningún medio haya considerado el paupérrimo rendimiento del equipo -que el próximo año seguirá World Tour-, muy por deabajo del Saur, Argos, Euskaltel, Saxo o Ag2r.

No hace falta buscar muy lejos o levantar muchas piedras para encontrar la causa. El Lampre, uno de los patrocinadores más veteranos del ciclismo, está siendo investigado en el marco de la investigación iniciada en 2010 donde se ha demostrado que toda la plantilla -incluyendo ese Gavazzi que ha huido al Astaná, para tener el mismo destino que sus excompañeros- se drogaba a través de una farmacia de pueblo italiana.

No, si fe (fiducia) tenemos, pero en las sanciones de por vida...
De hecho, el propio Pat McQuaid, a la sazón presidente de la UCI, fue preguntado en la rueda de prensa por el caso Armstrong, sobre si su organismo iba a adoptar alguna medida preventiva a raiz de cómo iba evolucionando la investigación sobre el Lampre: recuerden que Scarponi se entrevistó con Ferrari antes de ganar en 2011 -Contador mediante- Giro y Volta a Cataluña.

La respuesta fue heladora: "son ciclistas ya muy viejos". No lo dirá por Cunego, que cumple 31 años, pero lo que se intuye con esta respuesta tan operaciónpuertesca ("tendrán sanciones cuando se hayan retirado") es que la UCI  no va a hacer nada, que le basta con que el equipo sea un zombie ambulante que toma la salida en las carreras para clasificarse los últimos invariablamente, incluyendo un Cunego que vino a la Vuelta a hacer turismo.

Era Zapatero, pero también tiene perro
En fin: que el Lampre haya cerrado la temporada con siete victorias de chichinabo a cargo de dos corredores y con el nivel de un equipo griego no extraña nada viendo la trayectoria reciente del equipo, uno de los focos eternos de positivos (¡un saludo a Caucchioli, apartado por el equipo en la previa del Giro 2011!) del pelotón. Ahora parece que sólo se dopaba el UsPostal, cuando el ciclismo propone eternamente ejemplos de equipos enteros que tienen un perfil de victorias y rendimientos similar a una montaña rusa. O ucraniana.
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El Sky, el equipo del futuro del ciclismo, no tiene mejor cosa que por medio de algún empleado, vender desde Girona la ropa usada del equipo por medio de eBay. Es todo tan cutre y gañán que debería vivir el gran Berlanga y hacer una peli sobre el ciclismo. Por cierto, también han largado a De Jongh (que dijo que se dopó brevemente en el TVM, y después fue limpio) y Sean Yates, demasiado vinculado al Motorola y Armstrong. Quizás algún día reparen en la figura de Michael Rogers....ah no, que ese es corredor y no aprietavolantes.
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McGee aprovecha la marejada y nos cuenta que su vida deportiva quedo malograda por culpa de los dopados ¡McGee! Estuvo sus diez primeros años de profesional en el Française des Jeux y los Madiot, siempre con aura de gran estrella, para fichar en 2008 y con 32 años con Riis: duró un año y se retiró.

Curiosa trayectoria para ir ahora de limpio. Vale que el FdJ no era una cueva de Alí-Babá, pero que sinvergüenza. Estuvo ganando sus cositas de crono en carreras menores francesas -venía de la pista, donde tiene algún titulo mundial que alguna vez lució en la bocamanga en ruta, sería la vanidad o culpa del dopaje de los demás, vaya usted a saber- y era absolutamente incapaz en la montaña, porque era pequeño, musculado y ridículo, como la mayor parte de los ciclistas australianos.

Cuando vio lo que había para sus características, se especializó en prólogos y escapadas, consiguiendo un extraño récord: líder de las tres grandes gracias al prólogo del Tour (2003), el del Giro (2004) y una escapada en Vuelta a España de 2005, sobre la que volveré. Un prologuista que venía de la pista y que ahora dice que no llegó a más por culpa de los dopados, donde no se incluye. Tremendo.

En 2004 le pasó algo, una transformación súbita: estuvo a un tris de ganar en Romandía (tres días líder) y fue al Giro, donde subió con los mejores escaladores. Es verdad que aquel Giro tenía etapas de montaña de risa, pero también Mortirolo y Gavia y cosas así, y aún así acabó 8º y sprintando en etapas de montaña. Todavía calentito, ganó la Ruta del Sur, que es una carrera montañosa. Si alguien se acuerda, llegó a tomar la salida en el Tour como un outsider, nunca mejor dicho. Tras ser cuarto en el prólogo, se puso muy malito con las caídas y abandonó a los pocos días. Curiosamente.

En 2005 intentó de nuevo el butrón: muy fuerte en Suiza -incluso ganó una etapa en fuga-, llegó al Tour para desvanecerse, pero en la Vuelta fue tercero en el prólogo y al día siguiente se coló en la fuga camino de Córdoba para alcanzar el liderato. Estuvo cuatro días de líder hasta la primera etapa de montaña.

A partir de entonces, jamás volvió a obtener un resultado fuera de su espacio natural: los prólogos. En 2008 fichó por el CSC, apenas compitió, y acabó cambiando el sillín por el sillón a los 32 años. Ahora va de limpio, cuando ha estado con Riis desde entonces, e incluso era quien llevaba el volante en la victoriosa cabalgada de Fuente Dé.

En Australia son muy mojigatos con el doping: todavía no han asumido lo de Allan Davis (que al contrario que Matthew White no ha sido expulsado del Orica) y mucho menos lo de Michael Rogers, pero parece que se van a tragar el cuento de McGee, que seguirá muy bien en el Saxo Bank y después se irá al Orica, que para eso es un equipo de integridad racial australiana, con algún toque picantón eritreo.
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Óscar Freire no busca excusas en el empedrado: "la culpa del dopaje es de los ciclistas". Como siempre, la entrevista abruma por la razonabilidad y entereza de las respuestas, utilizando la parte del león de los argumentos que desde siempre he ofrecido en este blog.
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Circula estos días por la red una imagen de Alberto Contador amordazado y maniatado, y no es un fake. Lo  sería si estuviese comiendo un filete, o leyendo un libro. Al parecer, el simpático corredor está haciendo un cameo en una serie de televisión de esas españolazas, de tan buena producción e ideas originales. Como carece de asesor de comunicación, aunque paga a Jacinto Vidarte por eso, es capaz de retratarse así.
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Andy Murray, que sólo ha empezado a ganar esta temporada (oro olímpico y USOpen), dice que el tenis debería aumentar las pruebas antidopaje para no caer en la misma espiral que el ciclismo. No se si lo dirá por el lesionado Nadal, o por el celiaco Djokovic, aunque quizás lo diga porque en 2011 sólo hubo 21 controles de sangre fuera de competición a tenistas federados.
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Gijón es una ciudad postindustrial en crisis perpetua, de la que ha querido salir con el espejismo de un gran evento deportivo, como tantas otras. En este caso ha sido una semifinal de la Copa Davis, cuyo simple canon de organización costó 1´2 millones de euros que se embolsó la Federación Española de Tenis. Pasados los fastos, de los que dudo muchísimo que cualquier aficionado al deporte se acuerde, sale el coste real: 400.000 euros de montar las gradas, y otros gastos paralelos todavía por computar. Ya se está cerca de los 2 millones de euros por tres días de evento.

Evidentemente, la Federación de Tenis vendió la moto -y siempre hay ayuntamientos que la quieren comprar, aunque petardee- consistente en "30 millones de euros de beneficio" a la ciudad. No ha sido así, y leer las explicaciones del concejal de Turismo, magníficamente retratado en la noticia, son de chiste, sino fuese porque es dinero público. Como siempre.




28 junio, 2012

El que de joven corre, de mayor trota (y II)

Fauja Singh, trotando por  Edimburgo a sus 100 años
Bien saben los habituales de este modesto blog que cualquier cosa relacionada con Armstrong me aburre sobremanera, y el único interés que puedo sacar a este personaje de sí mismo es por las cosas que se mueven en torno suyo.

La investigación federal sobre el dopaje sistemático en su equipo se cerró en falso en 4 de febrero de 2012, casualmente el día de la Lucha Mundial contra el Cáncer. Too big to fail, que dicen los estadounidenses, precisamente los que iniciaron todo el proceso, acumularon bastantes pruebas y después llegaron a esa conclusión.

Será que cuanto te conviertes en un icono ya no te pueden tocar: pasa en muchos ámbitos de la vida. Sin embargo, hace pocos días el antidoping estadounidense (USADA), tantas veces en connivencia con Armstrong, envió una acusación formal al heptacampeón del Tour con una acusación firme de dopaje. Contra el y todo su equipo médico de entonces, que en gran parte sigue vinculado con el ciclismo.

Nadie se esperaba algo así, y más tras el cierre de la investigación federal. Como en todo lo que rodea a este personaje lamentable para el ciclismo y el deporte en general (ha demostrado que convertirse en un icono contra el cáncer es el mejor escudo que se podría tener), no tardaron en aparecer las explicaciones, que como casi siempre flirtean directamente con el ridículo, a pesar de publicarse en medios prestigiosos.

Está el conocido caso de Carlos Arribas, otro personaje de sí mismo, que en su homilía dedica toda su atención a excusar a Armstrong con finos subterfugios. Su especialidad. Jamás ha considerado interesante para sus lectores, ni su redactor jefe tampoco, preguntar a Heras, Rubiera, el jienense que nunca ganó nada o Noval, sobre las prácticas en ese equipo americano. El periodismo entendido como una de las Bellas Artes. Por las florituras.

Afortunadamente, en el mismo periódico alguien escribe con fina ironía sobre el asunto, y así se salvan las aguas pestilentes que emanan de la pocilga en la que la se ha convertido el periodismo, al menos en lo que afectan al conjunto del periódico. "Sólo manifiesta opiniones personales y el Consejo de Redacción asegura la completa libertad del periodista en sus funciones". O como se escriba, pero por ahí va la cantinela. Del descrédito de la profesión ya nos ocuparemos en otra vida, de momento en esta vamos a ir tirando para pagar la hipoteca.

Otras explicaciones, además de la referida de "por joder" -aunque no aparezca estrictamente así-, son que siempre antes del Tour sale algo relativo a Armstrong -parece normal cuando has subido ocho veces al podio-, conexión con Ferrari para desestabilizar a algún favorito de cara al Tour, el Área 51 de Nevada y demás zarandajas.

Aquí el problema es mucho más sencillo. Armstrong, de profesión sus labores desde que se retiró por segunda vez del ciclismo, estaba en sus cosas de caridad -especialmente para él mismo, claro- cuando, a pesar de la excusa recurrente de "la familia" -tiene cuatro vástagos, a los que ha utilizado en repetidas ocasiones como razón para sus idas y venidas del deporte- redescubrió el gusanillo del deporte.

Armstrong llegó al ciclismo desde el triatlón, que allá a principios de los noventa era una disciplina muy exótica, escasamente practicada y que ni por asomo apuntaba al gran negocio en que se ha convertido: hasta ha llegado a deporte olímpico, en cada comunidad de vecinos de los países desarrollados hay una persona que practica este deporte y, mucho me temo, el término Ironman acabará en el ¡Hola!.

A eso ha vuelto Armstrong. Si en su primera retirada coqueteó con la maratón, con buenas marcas -esperamos que conseguidas con mejores artes que Aitor Osa, aunque es improbable-, ahora ha vuelto directamente al triatlón, y no como un mero aficionado: obteniendo posiciones de honor, ganando, e iba derechito hacia el Ironman de Niza -vivió en la ciudad francesa unos años, hasta descubrir las bondades de Girona-, uno de los más reconocidos de la disciplina, cuando la USADA se cruzó en su camino.

Armstrong tiene 41 años. Y va más fuerte que muchos jóvenes, o que gente que lleva toda la vida dedicado a la especialidad. Por supuesto, en todo este asunto no faltan los iluminados y supuestos especialistas como Antonio Alix -trabaja en el circo-, que siempre están dispuestos a poner un ¡wow! ante el rendimiento alienígena del americano, sus marcas y la "progresión lógica", de la misma manera que hace diez años circuló un artículo académico sobre la transformación física de Armstrong por el cáncer,que después fue un fraude.

Aquí todo es mucho más sencillo, y está íntimamente relacionado con un tema ya apuntado hace tiempo. Y también con la progresiva longevidad de las carreras deportivas. Armstrong y todos los que cuentan con un certificado médico como el suyo pueden seguir compitiendo con plenas garantías de éxito porque por su certificado no pasan los años.

¡Si lo sabrán bien en la USADA, que durante muchos años han ido y venido con los archivadores donde aparece todo el historial médico del texano y todo lo que podía tomar por sus especiales características! La acusación contra Armstrong se recupera porque veían que este supuesto superhombre iba camino, certificados mediante, de establecer otra tiranía en un deporte supuestamente limpio (a todos los lectores triatletas que tengo: los Reyes Magos son los padres).

¡A ver si nos vamos a creer a estas alturas que Botero era el único al que tenían preparado un certificado médico nada más bajarse del avión que lo trajo a Europa en 1999! Quien más quien menos en el deporte profesional cuenta con su abanico de certificados de alergia, de asma y, los más afortunados, de alguna cosa como cáncer, epilepsia (bueno, este tiene incluso dos certificados), depresión (¡vamos Bisonte!), miopía y lo que se tercie para que sirva de pantalla para meterse de lo bueno.

Y no: esos certificados no caducan. El único que caduco fue el popular de la tasa de testosterona elevada "por razones naturales", y lo hizo cuando se aplicó un método que distinguía cuando la testosterona era endógena o exógena. Ahí no valía lo de "naturalmente alta", porque si venía de fuera....ese certificado, snif, snif, pasó a mejor vida, pero en los años de mayor apogeo lo tenían muchos ciclistas punteros, que después han recuperado, por mediación divina, sus niveles normales de testosterona.

Por supuesto, cuando antes se tengan estas dolencias -y certificadas, ojo, si no no valen de nada-, pues mejor, que el track de cosas como el pasaporte biológico llega lejos en el tiempo. Y cuanto más lejos, mejor. Quizás ahora empiecen a ver con otros ojos el veteranísimo nivel que empieza a verse por el pelotón profesional: ahora trotamos porque de jóvenes hicimos los deberes, y aqui tengo mi cartilla para demostrarlo.

En cuanto a Armstrong, su primera reacción fue ironizar sobre la misión de la USADA -acusación velada de malgastar dinero público, lo mismo en lo que se centró la investigación federal sobre su persona- y, recientemente, lanzar a su abogado en una persecución para saber los nombres de algunos de los, al parecer, diez testigos en su contra. Están en las mismas posiciones que hace diez años: Armstrong azuzando a sus perros -periodistas incluidos, llegó a tener algunos bajo sueldo- y la USADA haciendo como que no sabe, cuando lo sabe todo. Como lo sabemos todos.
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Qué mala pinta tiene esa investigación sobre el Europcar 2011 a tres días del Tour; suena como a "sabemos lo que hicisteis, no hicimos nada porque había posibilidades de ver un francés en el podio por primera vez desde 1989, pero este año no lo vamos a permitir, no vamos a hacer nada, pero esto es simplemente un aviso". Qué pena da todo en este deporte.
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En el anterior post indicaba que el Lampre fue el último equipo en facilitar el nueve para el Tour, una tradición que recordaba a lo sucedido en la previa del Giro 2010 con Caucchioli, que después fue sancionado con el pasaporte biológico; bien, pues en esta ocasión ha sido Bertagnolli, un corredor con trayectoria espantosa, y que no estaba preseleccionado para el Tour. Brillante. El corredor dice que ya había tomado la decisión de retirarse y el equipo, que los valores anómalos son de 2008 y 2009, cuando estaba en el Androni. El Lampre es el equipo con más casos de dopaje todavía existiendo, y siguen como rosas. Fucsias.
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"Ahora mismo, sólo con vascos, no llega para estar en el World Tour". Ni ahora mismo, ni antes, que vuestro corredor estrella desde el año 2006 se llama Samuel Sánchez y tiene de vasco lo que os habeis inventado. Cuanta hipocresía, y siempre con el mismo tema. Les sugiero que fichen a un iraní, como han hecho en el Lotto: así quedará muy claro que ni es vasco ni tampoco español.

Lo dice Igor GdG, que después de haber dicho que se iba -y se fue- vuelve a los pocos meses. Si en 2005 dejó el profesionalismo con 31 años ("por la familia"), ahora vuelve tras su mutis ("por la familia y por respirar aire") y como si nada. Desde luego, tiene que ser una persona fiable y de palabra. A la pregunta sobre si lee "foros de ciclismo" responde que algo lee y que algo le llega. No parece que sea así.

Por cierto, si es cierto el rumor de que Festina volvería al patrocinio de un equipo con el Euskaltel, me parecería muy bien y muy apropiado, igual que me gustan las actuaciones de Carmen de Mairena o que la droga que tomó Igor para el Tour 2005 sirviese de referencia para los jóvenes SMS Sánchez y Contador en esa edición de su debut en la carrera francesa. Ya por ponerlo todo, ¿ok?. Que todo es familia. Ciclista.
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"Los esfuerzos que hago por el Tour no los hago por ninguna otra carrera" ¿Quien es el autor de esta frase? Pues nada menos que Astarloza....Lo dicho, que fichen a un iraní. Y que luzcan la marca Festina. Es lo que merecen.
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Hoogerland había dicho hace una semana que iría a por la clasificación de la montaña en el Tour, cuando no es un escalador y desde las modificaciones del año pasado, es difícil que vuelva a ir a parar a corredores como él o como Charteau, ganador en 2010 y que este año ni ha sido seleccionado por el Europcar. Para allanar su camino, acaba de anunciar que va a demandar por su famoso atropello del año pasado. Flecha no ha dicho nada.
***
No conozco a Gonzalo Torné, pero sí me había llamado la atención un libro en el que participa bajo la coordinación de Guillém Martínez: CT o la cultura de la transición. Crítica a 35 años de cultura española, publicado por DeBolsillo, una editorial de alcance. Confieso que no he leído el libro colectivo, pero un lector me ha informado que cita este modesto blog con estos elogios:

Por salirme de la literatura, la economía o la política, citaré un estupendo blog de ciclismo donde su autor desmenuza y acusa post a post no sólo las prácticas de dopaje de los ciclistas profesionales, sino la manera en que la prensa nacional (y patriota) defiende prácticas indefendibles para mantener limpios la mayor cantidad de tiempo posible a sus héroes (incluso cuando han dado positivo, incluso después de ser sancionados), gran reclamo para sus clientes-lectores. El blog es un estupendo ejemplo de cómo la prensa convencional da cobertura no sólo a los deportistas tramposos, sino también de cómo apoya a federaciones en las que el número de dopados se ha disparado más allá del límite de lo tolerable, y su autor es muy hábil para localizar y desactivar las estrategias retóricas defensivas ("nos tienen envidia", "no saben cómo pararnos") que apuntan a un consenso entre política, prensa y deportistas de élite que explicaría, por ejemplo, porque apenas se ha hablado de uno de los motivos para negar a Madrid la capitalidad olímpica: las sospechas de connivencia, tolerancia y encubrimiento de dopaje
Y no contento con esto, más adelante añade:

Trabajos como el de Sergio (pseudónimo del autor del blog), que no se basan en el resentimiento, sino en una actitud "ética" en el sentido que quiero explotar de inmediato, y escritos con un finísimo sentido del humor, son impagables porque encienden luces en el apagón informativo a que nos someten los medios en nombre del consenso y los intereses nacionales.
Pueden leer el libro completo por sólo 5 euros de nada: es lo que tiene estar publicado en DeBolsillo. El mérito es también vuestro, porque este blog no sería nada sin sus lectores, que incluso llegan a citarme en un libro. Y sin ser pie de página. Abrumado estoy. Gracias. 

29 mayo, 2012

Un Giro para Girona

Hesjedal y Vande Velde, muy contentos
Perder un Giro de Italia por 16" debe ser duro cuando has ganado dos etapas, has llegado líder a la crono final y has sido 10 días líder. También cuando has sido cuarto el año pasado. Y debe ser aún más duro cuando pierdes contra un corredor que, con esta victoria, obtiene su tercer triunfo profesional.

Ryder Hesjedal ha ganado el Giro 2012 por sólo 16" -la cuarta diferencia más corta en la historia de la carrera italiana-, suficientes. Salió en la crono final con una desventaja de 31", tras haber perdido únicamente 1" en las etapas de los Dolomitas.

Se sabe las armas con las que Hesjedal ha ganado la carrera de tres semanas -nominales-: tesón, un equipo que voló como acostumbra en la CRE (visto el resultado del Giro y la igualdad que reina en el pelotón, esta disciplina es cada vez más decisiva) y aguantar en montaña. Así visto, parece que este Giro no ha tenido momentos decisivos, y sí que los ha tenido, pero visto a posteriori.

Tanto tiempo con la monserga de "el Giro comienza mañana" o "con esa montaña que queda habrá hundimientos" crea su propia mística basada más en el deseo que en la realidad, y que favorecía las aspiraciones de J. Rodríguez, el gran derrotado y que no volverá a tener una oportunidad así en su vida deportiva. Al final si que hubo momentos decisivos.

Al igual que el Tour 2010, ganado año y medio después por A. Schleck, el análisis de cúando perdió la carrera por medio minuto se remontó al prólogo de Rotterdam, en el que nadie había reparado y donde el luxemburgués de había dejado 42" con el carnívoro de Pinto. Aquí pasa algo parecido: J.Rodríguez y Ryder Hesjedal perdieron y ganaron la carrera en una de esas etapas en las que no pasó nada, y si pasó.

Habrá que empezar a considerar Cervinia, que sólo ha sido tres veces final de etapa en el Giro, como un puerto decisivo. En 1997 Ivan Gotti arrebató el Giro al superfavorito y en forma Tonkov con un ataque a 4 km de coronar ese coloso infinito, y en 2012 Hesjedal atacó a dos km. de la cima, sacando 28" a un J. Rodríguez que prefirió quedarse a rueda de Basso. Fue la única vez que el canadiense entró por delante del catalán en una etapa de montaña, pero fue suficiente junto con la crono.

En todo caso, que no se llore mucho sobre el Giro perdido. Chirriaba un poco que J. Rodríguez fuese a ganar ahí donde corredores españoles inmensamente mejores como Fuente, Olano o el mismísimo Marino Lejarreta habían fracasado, aunque en su descargo hay que decir que es mucho mejor que Quique Gutiérrez, Arroyo o el propio Galdós, con los que pasa a formar parte del amplio elenco de españoles segundos en Milán.

No merece la pena llorar, porque tanto Hesjedal como J. Rodríguez viven y entrenan por las mismas partes. Del catalán, su piso en la montaña pirenaica, sus salidas con el grupetón de Girona y sus entrenamientos con Piepoli se sabe bastante; de la trayectoria del canadiense -aquí escrita hasta 2010, después dio el salto en el Tour del mismo año y su segundo puesto en una Amstel- y su residencia en Girona, donde le sirve de amigo y confidente nada menos que Vande Velde -UsPostal, Liberty, CSC-, pues tampoco se ha dado especial relevancia: parece muy normal que alguien que jamás ha hecho un top-five en una grande gane una.

El tercero en el podio ha sido finalmente De Gendt, autor de la hazaña más notable de este Giro y por lo que será recordada esta carrera: su ataque en tramo cementado de la nueva vertiente del Mortirolo, y su fenomenal escalada del Stelvio auguran un campeón de largo recorrido. El podio en Milán -el primero de un belga en la carrera desde que Johan De Muynck ganase en ¡1978!) es la punta de lanza de una generación de flamencos que apuntan a las grandes vueltas por etapas, la primera en décadas: Vanendert, Van den Broeck y él mismo.

Quinto en la crono final, desplazó al cuarto puesto a Scarponi, que ya lo conocía de la edición 2010. A Zapatero le ha bastado con aguantar y algún tímido ataque donde nunca sacó tiempo a los favoritos: es la posición que se merece, e incluso le debería corresponder a Cunego -sexto final-, un corredor que ha estado en escapadas lejanas en muchas etapas de montaña y que el día del Stelvio sólo subió un poco peor que De Gendt, ante el silencio de los medios y los aficionados. En todo caso, al Lampre no le sirve ninguno de los resultados, incluyendo su victoria por equipos.

Quinto Basso, ese señor viejo y quejumbroso que dice que va a ir al Tour a ayudar a Nibali: no se sabe muy bien en qué, claro. Fuera de juego, y en su posición natural por sus características como corredor, ha malogrado todo el rendimiento de su equipo, desde hace años protagonista principal en el Giro. Ya encontrará una justificación. Y si no, sacará la foto de los hijos.

Séptimo Urán, que durante la carrera lució un pelo a lo Theunisse. El talento colombiano se lleva el maillot de mejor joven, pero falló en la etapa del Stelvio. Va cumpliendo años y le falta algo para rematar: sólo tiene  dos victorias profesionales (una en 2006, con 20 años, otra este año) y muchos puestos de honor. Y por detrás vienen muy fuerte. Octavo Pozzovivo, que rozando la treintena consigue meterse por primera vez en el top-ten del Giro, la única carrera de nivel en la que participa. Protagonista destacado hasta la tercera semana, después se diluyó. Noveno Henao, que debutaba en una gran vuelta, igual que debutó en Europa hace unos meses: un resultado sorprendente. 25 años -la edad de Urán- y un rendimiento parecido. Habrá que ver dónde llega.

Décimo Nieve, que consigue meterse otra vez en el top-ten de una grande en la que participa. Eso sí, siempre el 10º. Y esta vez sin ganar la etapa reina: se tuvo que conformar con un 3º puesto en el Stelvio, que no es poca cosa. Parece un corredor ya muy configurado en sus características: siempre obtiene sus buenos resultados por una fuga y consigue a duras penas entrar entre los diez primeros.

En las clasificaciones secundarias, J. Rodríguez ganó la regularidad -en el Giro suele caer a un corredor de los que disputan la general- por un único punto ante Cavendish, que dijo al principio de la carrera que quería llegar a Milán y nadie le creyó. El británico ha cumplido, y eso que sus objetivos están en París y Londres: su actitud también es elogiable, pero parece que tiene cierto problema en ganar la clasificación de la regularidad. En el Tour, a pesar de sus 20 victorias de etapas, sólo ha podido lograrla el año pasado. En el Giro, a ver cuando.

Termina así un Giro que deja algún sprint memorable -el de Guardini ante Cavendish-, una etapa de montaña pasada a la antología del mejor ciclismo posible por De Gendt, que propone nuevos nombres al circo del ciclismo y muy poquita cosa más, porque esa montaña asesina ha servido de poco. Ya lo ha dicho Acquarone, el responsable del Giro que heredó el engendro diseñado por patán de Zomegnan -que haya ganado Hesjedal es su último legado-: "El Tour es la Champions League y el Giro es la EuroLiga". Y eso, dicho por italiano, es reconocer una derrota monumental como organizador.
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En la parte final del Giro se han disputado otras dos carreras "nacionales", aunque todas lo son, hasta la Vuelta a la Rioja. En la Vuelta a Bélgica ese ciclista llamado Greipel y especializado en citas menores ganó las tres primeras etapas. En la cuarta hubo crono y ganó Tony Martin, que al final se ha recuperado muy bien de su caída (ya el 1 de mayo estuvo escapado en el GP de Frankfurt y acabó 6º, apenas veinte días después de su accidente) y también se llevó la general tras la última etapa para el prometedor Betancourt. Acompañaron en el podio al alemán Westra -tercer segundo puesto en una general este año, tras P-N y La Panne- y un sorprendente Barredo, cuarto en la crono.

En la Vuelta a Baviera, la única carrera por etapas de nivel que queda en Alemania -el país más poblado de Europa y el más rico- tras el azote del dopaje, Petacchi ganó tres etapas, y Rogers otras dos y la general. Quizás hubiese sido mejor que corriese el destino del resto de carreras alemanas. Petacchi cuenta 39 años, y Rogers llevaba dos años sin ganar ninguna carrera profesional, en un palmarés donde sus victorias en Alemania suponen el 35% del total. El australiano acaba de bajar del Teide, donde ha estado con el grueso del Sky para el Tour, donde tomará parte como lugarteniente de Wiggins.
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(Relacionado con lo anterior) Por si alguien se acuerda de Chris Froome, el sorprendente segundo en la pasada Vuelta. Esta bien, gracias. No ha hecho absolutamente nada desde entonces, pero entrena en el Teide y sus pulmones "se llenan de oxígeno". De sus venas, paradójicamente, no dice nada.
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Hoy le dan el maillot amarillo del Tour 2010 a su legítimo poseedor, Andy Schleck. La ceremonia será emitida en directo por la tele pública luxemburguesa, y lo pueden seguir desde Pinto aquí: rtl.lu
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La señorita descalza de la foto es la responsable de que De Gendt no haya ido este año al Tour -¡con tres cronos!- por llevarla al altar.

04 mayo, 2011

"Si no fuese por la química, Ballan no sería nadie"

De peón a reina: la fábula de Ballan. Viceversa para Cunego
Siguen cayendo goteos, o leaks, de la investigación de Mantua. El tema es muy aburrido y está cogiendo un cariz muy estúpido e inquietante, con el juez dando ruedas de prensa -con el sumario todavía secreto-, la Gazzeta publicando lo que le conviene y muy poquito que rascar, cuando se intuye abundante droga, basura y miseria para este deporte tan sufrido.

Lo de hace unas semanas, que ya era bien poquito y que desde la Gazzetta se ha querido enmarcar dentro de una gran jugada contra Armstrong -pero sin decirlo claramente, sólo apuntando a Ferrari que últimamente está de lo más dispuesto a hablar con todo el mundo- y la palabrería habitual de italianos cuando se acerca el Giro.

La finalidad ha sido esa: levantar un poquito la alfombra para que los investigados por el estrambótico juez de Mantua no puedan salir en el Giro, carrera organizada por el periódico. Y lo han conseguido: mientras el BMC, que ya había suspendido a Ballan y Santambrogio el año pasado cuando se inició toda la operación, dejó salir al ex-campeón del mundo en la pasada Roubaix cuando empezó esta nueva fase de la investigación y ahora ha tenido que volver a suspenderlo cuando básicamente hay las mismas pruebas.

A lo mejor creían que iba a dar el campanazo en los adoquines y que después nos quiten lo bailao, una opción muy habitual en el ciclismo, como demuestra el caso de Piti o el de Diplomático Vaticano. En todo caso, muy feo signo en un equipo que también se vende como nuevo y limpio, a pesar de que su impulsor inicial es el mismo que dirigió el Phonak y que, entre otras cosas, le dijo a Landis que no iba a tener ningún problema con el dopaje en su estructura. Por cierto, un saludo a Thomas Frei, que dijo que simplemente "tenía que estar en forma para mí líder en el Giro 2010".

A Ballan, la figura más prominente del caso investigado por la fiscalía de Mantua, aunque sólo sea por las acusaciones en su contra, tiene un feo panorama: al parecer se sometió a diez sesiones de doping sanguíneo a manos de un colaborador del farmaceútico Guido Negrelli, un tal Fiorenzo Bonazzi. Y lo demás, lo habitual en estos casos: EPO, hormona del crecimiento y cutrerío.

No debía ser suficiente para el superequipo BMC y la merecida suspensión preventiva de Ballan, porque la Gazzetta se ha visto obligada, en contra de su voluntad -y por eso sólo publican esos diálogos, los muy rufianes-, a publicar conversaciones teléfonicas autorizadas por el juez Antonino Condorelli, que por sí solo merecería un post aparte. El primer diálogo es del 1 de abril de 2009, con un Ballan que se perdió las clásicas del norte con su arcoiris por cosas de alguna enfermedad de esas de ciclistas, no se si la del beso o la de la estupidez.

Hablan Nigrelli y Ballan. Al parecer, el primero le iba a enviar al segundo un cargamento de la Messi trámite Paolo Bossoni, compañero de equipo en el Lampre suspendido por dopaje. También le dice que la tiene que tomar por la boca, quizás venga de ahí lo de la enfermedad del beso. Se refieren a la sustancia dopante con la denominación de "G", bastante parecido a la nomenclatura de Eufemiano, pero lejos del inofensivo "oro" y "pendientes" que una juez analfabeta no ha querido ver, a pesar de que en los segundos un laboratorio alemán ha encontrado anabolizantes.

El 20 de abril es Ballan el que habla con Bonazzi, reconociendo que se ha chutado cinco veces desde el Giro de Cerdeña (24-28 de febrero de 2009) y, aún más interesante, es cuando Negrelli habla a otro corredor -que no han querido identificar, a saber por qué- diciendo que "si no fuese por la química, Ballan no sería nadie". Una pena que haya tenido que ser una mierda de paramédico de un pueblo de mierda el que tenga que contradecir a Eufe y su mítico "no se puede hacer un caballo de carreras de un burro", y que ese mismo médico coincida con lo que cualquier aficionado al ciclismo puede ver. Por cierto, un saludo a Isidro Nozal.

Ya ven que nos irán contando lo que quieran. Para cargarse a Ballan, ya suficientemente cargado hace un año, han tenido que sacar estas conversaciones, ocultando en algunos casos a algunos de los que intervienen. El italiano ha servido de cabeza de turco, siendo turco: si tuviese dos dedos de frente denunciaría esta utilización torticera de los tiempos y la prensa en su contra, pero una vez más prefiere callar. Como todos.

Con su silencio forma parte del paripé que permitirá que el sábado en Turín, en la gran puesta en escena del Giro de Italia, esté en la salida Alberto Contador, pendiente de sentencia en el TAS y bendecido por la organización (¿que pasará si gana y tienen que dar la victoria al segundo? ¿no altera ya suficientemente la carrera su concurso, gane o no gane?)  cuando el propio Ballan, si finalmente es sancionado, jamás recibiría una sanción superior a la de Contador, de dos años.

Es más: la increíble hipocresía del ciclismo y sus organizadores -que en el fondo viven de esto y les interesa mantener el teatro y por eso llevan la justicia hasta una delgada línea, pero nunca más allá, como se sabe por las 41 muestras de sangre que tiene el CONI y que no utiliza- es que el Lampre tomará la salida en la carrera. Eso sin, con nessuno degli indagati a Mantova. ¿Cómo? Pero si en la investigación aparecen el manager Saronni y los directores de equipo de entonces, recién cambiados por Damiani, por no hablar que también 16 de los 25 corredores que tenía el equipo en 2009.

Pero la hipocresía no acaba aquí: mañana toca hablar de Bruseghin y los navarros, la viva plasmación del juramento hipocrático en el ciclismo. Y no, no viene de Hipócrates, aunque si tiene que ver con la medicina.
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Fantástico equipo el Miche (Schumacher, Zaballa): el mismo dia que se conoce que su corredor Pasquale Muto dio positivo por EPO en el Giro de los Apeninos (acabó quinto) de hace tres semanas, anuncian el fichaje de Davide Rebellin. Muto estuvo corriendo en Asturias, donde Schumacher ganó dos etapas y Zaballa una, quedando segunda en otra y en la general. Que cada uno saque sus propias conclusiones.

15 abril, 2011

Italia actua, España tolera

Hace unos días se desveló parte del secreto de sumario de la investigación de Mantova sobre la red de dopaje organizada  en torno al Lampre y a una pequeña farmacia, de la que se dio cuenta hace un año y que no debería sorprender a nadie.

Las novedades han sido tan escasitas que no consideré necesario añadir nada más: el juez considera que Ballan se sometió a una hemotransfusión a finales de febrero de 2009 -aún así, el BMC le permitió salir en la Roubaix de este domingo- y Bruseghin sigue estando en la investigación, pero en la cuadra navarra no han hecho nada, porque es el equipo limpio y de la hipocresía.

Sin embargo, y gracias al sistema judicial italiano, el juez ha podido encontrar causa para alargar sus investigaciones al conjunto del ciclismo. Lo que era un rumor de hace días -se está preparando una macroredada contra el dopaje en el ciclismo, que no el ciclismo- se está materializando en estos momentos, ahora mismo.

El ciclismo italiano, previendo lo que va a encontrar el juez en la macrooperación, ha decidido acelerar esas cositas que siempre están rondando por la cabeza pero nunca se aplican. No obstante, yo quiero que se queden con la secuencia de los hechos: es ante la actuación judicial cuando las autoridades deportivas deciden actuar, no antes, como para decir "eh, que nosotros ya sabíamos todo y estamos haciendo cosas".

El presidente del CONI Gianni Petrucci dijo a principios de semana que se había llegado a tal límite que "un ciclismo así ya no es creíble, hay que tomar medidas radicales, y tiene que ser antes del Giro". Con una celeridad rara vez vista en Italia, se han reunido el presidente de la Federación y el organismo faro de la lucha antidopaje.

Proponen que cualquier sancionado por dopaje desde 2008 cumpla cuatro años de sanción, y eso incluye a técnicos, federativos y médicos, extendiéndose también a las categorías inferiores desde junior. La propuesta cuenta con el beneplácito de la UCI y se presentará el 4 de mayo, a tiempo para que se aplique antes del Giro de Italia. No en vano, Angelo Zomegnan ha formado parte de las reuniones.

Mientras tanto, la redada policial ha alcanzado cimas intocables en este ciclismo de hipocresía donde se saben perfectamente los lugares sagrados. Ayer el NAS y la Guardia di Finanza interrogaron a Scarponi  y Bertagnolli en la cima del Etna, donde estaban entrenando de cara al Giro. A la misma hora, otros agentes que siguen el caso registraban la sede del  Katusha en Brescia y se llevaba la información relativa a cinco corredores rusos con relación con el equipo.

Son Kolobnev, Ignatiev, Karpets, Gusev y Petrov, aunque este último está ahora en el Astana. En teoría, esta operación no está relacionada con la del Lampre, aunque la coincidencia de fechas y horas indican que los jueces de Padova y de Mantova se han coordinado de alguna manera. Ambos están bajo la pista de médicos dopadores y sus clientes, el hilo del que están tirando.

Según la nota hecha pública por el Lampre, los agentes han incautado antiinflamatorios en sobre, leche en polvo y barritas energéticas. El Katusha se ha limitado a decir que han facilitado los pasaportes biológicos de los cinco corredores, al parecer lo único que se llevaron.  Conviene apuntar que al menos Kolobnev y Karpets son dos corredores que viven en España desde hace muchos años. Al parecer los otros tres también, cosa que desconocía.

Ahora ustedes relacionen todo esto, incluyendo la actuación policial en pleno santuario del ciclismo como el Etna -casi como aquí se hace en el Teide o en Girona-, la firma decisión de aumentar las penas por dopaje y la residencia de los cinco rusos del Katusha y piensen en España, el país que más firme y decididamente combate el dopaje, como acaba de decir Albert Soler.
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Gilbert se impone en Brabante sobre Leukemans. Ambos belgas se fueron solos en la última vuelta del circuito, y en el sprint no hubo ningún color. La tercera plaza para el vencedor en 2009, Anthony Geslin. En el grupo Freire volvió a hacer lo del año pasado: disputar el sprint del honor, algo que rara vez hace. Si el año pasado el damnificado fue Dani Moreno, este año solo se le escapó Geschke para acabar undécimo en la carrera.
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El Lotto acaba de despedir a Matthew Lloyd por "conducta incorrecta", aunque dicen que el doping no tiene nada que ver.
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Entrevista a S. Sánchez, que ve el vaso medio lleno y que este año irá a las Ardenas, tras haberse saltado este trámite en 2010, habiendo realizado el mismo calendario. No se si es buena o mala noticia: "A ver si consigo sacar partido a esta semana, aunque ya te digo que no me quejo".
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Interesante entrevista por las cifras que se manejan, no tanto por lo demás: mucho ungüento y alabanza.
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Buen artículo. Lástima que se quede bastante cojo al no decir que fue de Rossi. Por cierto, vaya temporada la de 1986 de Sean Kelly: Sanremo, París-Niza, segundo en Flandes, País Vasco, Roubaix y tercero en la Vuelta. Eso sólo en primavera. En otoño le dio tiempo a ganar la Volta y Lombardía.
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Bueno, ahora Jose Antonio Alcalá tiene la oportunidad de demostrar su valía como periodista. Yo no creo que tenga ninguna, salvo para describir ciudades de noche, su especialidad. Y lo hace mal, rematadamente mal. Muy significativo en la noticia lo de los enviados de la COPE para tratar de llegar a un acuerdo. Por otra parte, el FCB se quedó la noche del martes al miércoles en Ucrania, donde realizó el entrenamiento, en una praxis muy poco frecuente en el fútbol: el partido ya se había jugado. El partido de las doce. Lo dice la COPE.
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¡Pijos al poder! ¡A las barricadas por la bici! Fíjense en la cuidada foto del reportaje publicitario, casi de un catálogo de moda...Insisto: el que quiera andar en bici por una gran ciudad no tiene ningún impedimento, en cuanto vehículo que es. Están creando un problema de la nada, mejor dicho: una "necesidad". Ahora bien, queda claro que los más activos son los que han descubierto hace nada la verdad revelada en forma de dos ruedas y propulsión humana...