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08 marzo, 2013

Volver a Lure con el cronómetro en la mano

Reloj médico ruso, cualquier día mide hematocrito
Hoy la París-Niza vuelve a Lure, la montaña pegada al Ventoux que ya se subió en 2009, con notable exhibición de Alberto Contador. Parecía que el cliente de Pepe from Valencia iba a ganar la carrera, pero un extraño comportamiento táctico en otra etapa acabó entregando la general a su amigo Huerta SMS Sánchez. Algunos aficionados, de la misma cuerda que los que elogian a Pantani, siguen considerando esa edición de la carrera hacia el sol como una de las mejores carreras ciclistas de la última década.

En verdad tuvo de todo: mal tiempo, etapas a cuchillo y el inesperado desenlace, habida cuenta de que el Contador pre-solomillo ganaba todos los finales en alto que disputaba, y el 90% de las vueltas por etapas en las que tomaba parte. Parecía que en Lure el ciclista vegetariano a la fuerza ya había hecho todo el trabajo, y de qué manera.

Que quería ganar la carrera era evidente desde que el año anterior la organización del Tour y la París-Niza lo dejase fuera por militar en el Astana; una especie de in your face de esas que tanto le gustan al genéticamente originario de Barcarrota (Badajoz), el mismo que celebró su victoria en la Vuelta 2012 indicando siete deditos por siete grandes vueltas que dice tener, pero realmente tiene cinco. Así es.

El plan era muy claro: prólogo, un ataque en la etapa con final en Lure y basta. Cumplido el primer trámite -de hecho, hasta ganó el prólogo-, y tras muchos km. de aproximación y de subida constante, los últimos nueve km. de Lure son prácticamente verticales hacia arriba: un pequeño Ventoux que también sale desde nivel del mar, pero que va ramoneando en su aproximación. Contador atacó cuando quedaban siete km. para meta, en un gesto nuevo en su repertorio, porque implicaba un ataque sostenido.

Abrió hueco rápidamente, y después la diferencia se fue reduciendo hasta entrar en meta con 58" sobre F. Schleck y SMS Sánchez, que a su vez enviaron a 30" más a los otros favoritos. Fue una escabechina con diferencias impropias de la París-Niza, una carrera que en gran medida se decide por segundos, en el raspar pequeñas diferencias todos los días o, lamentablemente, con la cronoescalada final a Eze.

Los datos de la subida para Contador, recopilados por @ammattipyorailly son elocuentes, y eso que no reflejan el fortísimo viento de cara que había: considerando la totalidad de 13.8km al 6.46% de desnivel medio y 892m de ascenso vertical,  el madrileño hizo un tiempo de 33 min 52 sec, a una velocidad de  24,45 Km/h, un VAM ferrariano de 1580 m/h y 5.97 W/kg.

Recuerden que, según el ciclismo que cambia, datos de w/kg de peso por encima de 6´1 es indicativo de dopaje. Sin embargo, si se consideran los últimos 7 km que Contador se papó en solitario (y con fuerte viento de cara, insisto), salen estos datos:  desnivel medio de 6.8%, ascenso vertical de 476m, para un tiempo total de 17 min 13 sec, a una velocidad de 24,39 Km/h, y un VAM 1659 m/h que supone un 6.19 W/kg.

Con el pasaporte biológico de níquel.  Se puede ver toda la subida y sus elementos aquí: sin ser una subida de la que se pudiesen esperar grandes diferencias (por el porcentaje), Contador las logró, en una técnica que perfeccionaría en el Tour con su celebérrima subida a Verbier, que transformó en un Alpe d´Huez enviando al carajo todo los registros de VAM y potencia w/kg que se podían esperar. Pero todo porque es muy bueno, ¿eh?.

Traigo todo esto a colación porque Andrew Talansky, el estadounidense líder de la carrera y que abandera un ciclismo limpio y nuevo (por eso vive en Girona y su director es Vaughters) ha dejado este recado, realmente inusual en el ciclismo: "Contador subió [la montaña de Lure] en 2009 en 34´, por lo que nosotros tardaremos al menos 35´".

No suena a pleitesía al campeón vacuno, sino más bien a que ya no se puede subir a esas velocidades. Hoy habrá que poner el cronómetro cuando los ciclistas tomen el desvió para empezar la subida -que está nevada y con bajas temperaturas en la cumbre a 1.600 metros de altitud- y ver cúanto ha cambiado el ciclismo, especialmente con la exhibición esperada del Sky y Richie Porte, ese contrarrelojista. Como Wiggins.
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En P-N etapa con mucho puerto pequeñito y poca batalla. Gana al sprint Albasini, que parece otro corredor desde que empezó a mutar, frisando los treinta años, en el HTC. En Tirreno, 230 km. de fondo para que al final ganase Goss, su primera victoria en ¡diez meses! desde que ganase la tercera etapa del Giro 2012. Otro candidato a la Sanremo, que ya ganó en 2011 con 25 años.  Por cierto, ambos corredores son del Orica australiano, dirigido por el ex-Once, ex-Festina y ex-Caisse d´Epargne (como auxiliar) Neil Stephens, otro del ciclismo que cambia.

Por su parte, Cavendish fue quinto al sprint y, educado como es, puso a parir a todos sus compañeros de equipo por no haberle preparado bien la llegada, siempre en su opinión.
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Empieza la audición de las grabaciones telefónicas de la G. Civil a los imputados en la O. Puerto. Sale el nombre de Escuredo, el pistard gerundese de origen berciano que rascó una plata en Atenas 2004 contra todo pronóstico. Su nombre ya había salido en los primeros compases de 2006, pero su medalla olímpica fue su mejor salvaguarda, igual que para otros fue su juventud y su españolidad. Para Valverde y Huerta SMS Sánchez (otro del que han salido grabaciones, negadas en 2006), su murcianidad.

No se si lo ven tan claro como está expuesto: Escuredo no estaba bajo un nombre clave. Estaba grabado telefónicamente y se salvó de cualquier indagación adicional. Es más, hasta ganó una demanda a Interviú y As por publicar su nombre. Ya ven. Seguro que se equivocó en el listín telefónico: estaba buscando un gimnasio y llamó a un ginecólogo. Lo que no se ha equivocado de nombre es lo de Operación Encubrimiento. Y con jamón de regalo. De hecho, al día siguiente se justificó diciendo que había llamado al hemodruida para que le consiguiese pastillas de melatonina.

Si les falta una pieza para justificar la Operación Encubrimiento incluso siete años después y con un ciclista retirado, hay que añadir que Escuredo es seleccionador nacional de pista. Y lo quiere seguir siendo. Seguramente lo será. Sin ningún problema, como siempre.
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 Estoy hilando estos tweets del mismo periodista porque alguien quiso ver algo que no existía (no yo: ahí fuera nunca hubo nadie), mas o menos un periodista diferente. No lo es en absoluto. Son todos de la misma cuerda y generación. Los que se piraron "solidariamente" durante el Tour 1998. Y dice "repasar": en ese tomo está la conversación teléfonica sobre Huerta SMS Sánchez, otro del que nunca dijo nada.

Eso sí, en la próxima redada cae Chente
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La entrevista a Boogerd no dio mucha más de sí. Descargó culpas sobre Leinders y dijo que se había leído todos los libros de ciclismo hablando de dopaje, y que lo que había dentro del Rabobank no tiene nada que ver con lo que había en el Festina o en el UsPostal.  Lo más gracioso es que dice que ha confesado porque un chaval de ocho años, amigo de su hijo, le preguntó si se había dopado y no pudo mentirle. Vamos, como cuando la lagrimita de Armstrong con Oprah. Esto del ciclismo....¡no tiene remedio!
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White, el corredor del montón australiano y avencidado en Girona, sufre condena por haber confesado su dopaje ante la Usada. Algunos claman que es una injusticia, que ha colaborado ampliamente con las autoridades. Si así fuese, ¿cómo es que Girona, que conoce tan bien, sigue siendo un santuario? Cada vez me creo menos estas "colaboraciones totales".
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Espléndida biografía -laudatoria- de Lefevre.
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Control antidopaje por sorpresa en ¡la F-1! Esto es un circo: no es un deporte, es una competición donde la máquina cuenta más que el humano. El antidopaje aquí es secundario, pero confirma lo que será una de las tendencias del futuro: presumir de que hay controles, aunque ni se pidan, ni sean necesarios, ni den ningún resultado, porque ya sabemos en el momento mismo en que se hace el control que no dará ningún positivo, ¿verdad?. 
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Periodista, la segunda profesión peor valorada por los ciudadanos después de los jueces. Por algo será, claro. Quizás porque no hacen bien su trabajo, especialmente el que se espera de denuncia, control e iluminar partes oscuras. Después dicen que la profesión está en crisis por la revolución tecnológica, y es porque han perdido hasta el más mínimo atisbo de lo que es la decencia profesional.
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Me piden que me pronuncie (debe ser que soy una "fuerza viva", en el sentido berlanguiano, del ciclismo) sobre el borrador del nuevo reglamento general de circulación, que trae importantes novedades para los usuarios de la bicicleta. Diré de entrada que yo siempre he sabido donde estoy, y no vengo del mundo de la fiesta y la discoteca, como la gran parte de los nuevos usuarios de la bicicleta. Yo estoy a favor del casco en todas y cada una de las ocasiones.

Les pongo un ejemplo de desubicación con este saltimbanqui que perpetra en El País, de siempre preocupado por la libertad de ir en bici sin casco. Total, para lo que tiene que perder si se abre la crisma, se entiende perfectamente. Argumenta que sólo dos países en el mundo (Israel y Australia) tienen regulado el uso obligatorio del casco, pero eso de la minoría mundial importó poco para cuando se aprobó el matrimonio homosexual en España, aunque fue un argumento utilizado por la derecha.

¡Cómo vamos a ser pioneros por ahí! Y más en una cosa que implica cosas tan evidentes como la fuerza de la gravedad. Noten el tono panfletario y de ¡a las barricadas! de este juntaletras. Plantea la ecuación más cascos=  menos ciclistas, que supuestamente se verían cohibidos a la hora de salir a las calles por no disponer de la indumentaria obligatoria.

Pues bien. Si con la medida del casco se quitan de las calles a gilipollas que montan en bici sin tener las más mínimas normas de convivencia urbana -que no hace falta enseñar, o se enseña en la adolescencia a base de mamporros-, bienvenido sea; ojalá hubiese también medidas tan efectivas para quitar a gilipollas de medios de comunicación.

Casco sí, siempre. Incluso para desplazamientos menores. Hace veinte años se decía lo mismo, y con los mismos argumentos pueriles, del cinturón de seguridad, que ni siquiera iba en los asientos de atrás. La gente que promueve estas campañas es tan estúpida y tiene tanto desconocimiento de todo que, si no provocasen asco por su actitud, darían pena.

Eso por una parte

Por otra parte, el reglamento incluye una medida nefasta, la de permitir a la bicicletas ir por las aceras. Eso creará más caos y desastres. Como los chicos de En bici por Madrid -una página fenomenal que les recomiendo al 100%, aunque no residan en la zona- lo explican mucho mejor, no me extiendo más.  Por último, si a la DGT le interesa tanto la seguridad de los ciclistas, podría incrementar las sanciones a conductores que realizan paradas y estacionamientos en sitios no autorizados (y abriendo la puerta sin mirar), sólo por ir empezando, ¿ok?

06 marzo, 2013

Boogerd, otro que confiesa a medias

Otro libro biográfico que pasa a ficción
Boogerd se rinde ante las evidencias acumuladas y confiesa su dopaje en una entrevista al canal holandés NOS que estará en onda esta noche. Desde que en 2009 saliese el caso HumanPlasma, el mejor ciclista holandés desde Zoetemelk (Holanda+ciclismo, piensen en la implicación) había negado absurdamente su pasado de dopaje, hasta ponerse en situaciones francamente absurdas.

Parece que la moral calvinista le ha llevado a confesar ("no voy a decir nombres", se oye en un adelanto de la entrevista) respetando las leyes de la omertà ciclista; eso, y la encomiable presión periodística que en estos días se respira en Holanda, donde han llegado a preguntar a Erwinn Nijboer sobre el dopaje de Indurain con Conconi.

Ya se que insisto mucho en el tema, pero cada vez más gente se da cuenta: aquí en España compañeros de generación de prácticas de Boogerd se han retirado en sordina y no tienen a periodistas que les vayan a incordiar, preguntar a su entorno o recordar sus grandes momentos de cagaleras, abandonos y desapariciones cuando se les esperaba. No es que no haya presión periodística, es que hay lisa y llanamente agasajo y peloteo.

Por no hablar de Benjamín Noval, claro, que sigue compitiendo y sin sanción alguna.

Boogerd ha reconocido que se dopó "intermitentente" entre 1997 y 2007, lo que son once temporadas de una carrera deportiva iniciada en 1995. Como suele ser habitual, el holandés salva un par de años preciosos de su juventud para su goce propio, pero es difícilmente creíble: en 1996 ganó una etapa del Tour (su primera victoria profesional) increíble en Aix-Les-Bains, donde saltó del pelotón tras un día entero bajo la lluvia, descolgó a Mauri y entró en solitario.

Por no hablar que Danny Nelissen ya dijo que había ganado el Mundial 1995 de Duitama -el más duro de las últimas décadas- completamente dopado, y que al año siguiente corrió el Tour con el Rabobank entero dopado hasta en las uñas de los pies. Será que a Boogerd no le ha llegado ese comentario, o la vanidad tan propia de los deportistas.

En Boogerd, un poco más acentuada, por eso de "dopaje intermitente". Dice que se chutaba "EPO, cortisona, hormona del crecimiento" para preparar el Tour, pero que nunca lo hizo durante su disputa. Díficil de creer, cuando el mismo afirma que empezó con las bolsas de sangre en fecha tan temprana como 1998, cuando empezó a detectarse la EPO en análisis.

Su conocida victoria en la etapa de La Plagne en 2002, consentida por el UsPostal, dice que la obtuvo relativamente limpio. En fin, el típico relato de corredor que confiesa sin decir nombres, salvo el del famoso doctor Geert Leinders, el médico del Rabobank entonces y que en 2010 fue fichado flamantemente por el Sky, donde permaneció hasta 2011.

Tiene gracia lo de "intermitente" en alguien como Boogerd, del que Óscar Freire dijo muy maliciosamente -y con una sonrisa en la boca- el año de su retirada, tras un Tour increíble que casi gana su compañero Rasmussen,  "no se por qué se retira, está mejor que muchos jóvenes". Tenía 34 años y una carrera sintomática.

Toda la vida en el equipo holandés -y en su germen llamado WordPerfect-, Boogerd parecía destinado para grandes cosas y llegó a ser uno de los corredores más potentes de finales de los noventa. Si no ganó más entonces fue por su pésima visión táctica, la misma que le hizo perder tantas y tantas carreras a él y a su equipo, que siempre apostaba por el corredor dentudo por su condición de holandés.

En 1998 acaba quinto el Tour de Francia, y sexto en el Mundial de Valkenbourg, donde era el máximo favorito cuando le sobrevino un inoportuno pinchazo. Volaba en las subidas y sólo tenía 26 años. Por esos años estuvo el pico de su carrera, que convirtió a partir de 2001 en una rememoración de Sísifo y su piedra. Absolutamente nulo en la crono, recuerdo sus arreones para ganar en cuestas en la Vuelta a Valencia, Tirreno o clásicas menores italianas.

Nunca llegó a nada, y sus mejores victorias fueron la Paris-Niza y  la Amstel de 1999, conseguida cuando todavía acababa en llano. Desde entonces, cuatro segundos puestos en la carrera y dos terceros. También dos segundos puestos y un tercer puesto en Lombardía. Y otros dos en Lieja con dos terceros puestos. Siempre una presencia constante en cabeza, muchas veces rompiendo la carrera, para absolutamente nada.

Estaría bien que explicase, ya que no lo hizo en su biografía ni lo hará en la entrevista, lo que le pasa tras su fulgurante 1999 -acabó segundo en la Copa del Mundo-, y por qué abandona la lucha por las generales de las vueltas, obsesionandose únicamente con rendir bien y su Amstel Gold Race. No lo hará. Como siempre fue un desastre tácticamente, su confesión también será "intermitente": tendrá que ir haciendo addendas a medida que confiesen otros compañeros, quedando reflejado como lo que siempre ha sido. Un mentiroso.
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Hoy comienza una Tirreno-Adriático que, cuando hagamos balance a final de año, habrá sido la segunda carrera con mejor participación tras el Tour. Y encima los favoritos tienen ganas de batalla. Dos etapas con más de 230 km., subida al paso Lanciano -ojalá se pueda, porque está nevadísimo- y Froome, Evans, Contador y Nibali, entre otros, en liza.
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En la París-Niza las dos primeras etapas han decepcionado. En la primera vimos en fuga a Romain Sicard, que está finísimo, a pesar de que el recorrido era llano a no más poder. Inexplicablemente, se descolgó de sus dos compañeros de fuga. Al mismo tiempo, el esloveno fichado por los vascos abandonaba quedándose en el llano. Al parecer, ambos estan malitos del estomaguito y por eso colaron a Sicard en la fuga: para que pudiese circular con ventaja y no descolgarse del pelotón para entrar fuera de control.

Lo que no han explicado es porque los dos corredores tienen cagalera, seguramente por la nueva alimentación inteligente del gurú Mujika. La alimentación inteligente de Sicard, que hace dos años se rumoreó cosas feísimas de él, y que las ha confirmado estando exactamente dos años desaparecido. Desde luego, muy inteligente.

La etapa la ganó al sprint Bohuanni, el joven sprinter francés que no luce publicidad en su maillot de campeón nacional. También obtuvo el liderato, que perdió ayer mismo por una absurda caída en medio de una etapa con huelga de piernas caídas en el pelotón, dicen que porque había más de 200 km. de recorrido y les parecía mucho. A saber: es otra vergüenza para este deporte, que no se puede vender así.

Sin otra competencia deportiva en el martes, todos los bares y sitios de ocio que programan televisión tenían sintonizado el ciclismo, aunque sólo fuese por la inercia de poner Teletenis y su programación. Los ciclistas regalaron ese espectaculo de ir hablando en cabeza hasta que quedaban 20 km. a meta. Ahí se impuso Kittel por bici y media de ventaja.
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El diario As junta a cuatro corresponsales deportivos extranjeros en España  para que hablen de nuestros problemas con el dopaje. Atención: son cuatro de fuera que viven aquí, muchas veces conchavados con los periodistas locales. Dicen cositas de perogrullo, pero lo que hay que destacar es que esas cosas no las dice ningún periodista de aquí. Ninguno. Debe ser que ahí fuera tienen poderes especiales. 

"El retrato es duro, pero debería ser catártico". Lo escribe uno que en cuanto pueda se irá de cuchipanda con sus colegas en Marca o El Mundo. Y miren quien aparece en la foto con los cuatro corresponsales: Monchito, el de "el ciclismo ha contaminado a otros deportes". Aparece sonriendo, porque carece de vergüenza alguna. La misma que ha hecho que no publicase ni una mínima relación entre Xabi Alonso y la exclusiva de su periódico con Badiola y RSOC. Ni el a título personal, ni ninguno de los periodistas que dirige. Ya es casualidad. Será que ahí dentro tienen temas especiales, de los que no se tocan. "El retrato es duro" porque en un retrato se muestra la cara, que la teneis de mármol.
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(relacionado con lo anterior) un redactor de este mismo periódico, que se apunta medallas a título de empresa y a título individual de su supuesta lucha contra el dopaje, tiene esta reacción ante la confesión de Boogerd:
Si en Holanda están cantando es en gran medida por la presión de la prensa, con varios medios escritos y de la tele indagando, preguntando y arrojando luz donde antes sólo había oscuridad y mirar hacia otro lado. A Juan Gutiérrez lo de Boogerd  (y ojo al uso del plural, eh) "no nos pilla por sorpresa", mientras corredores que compitieron con el y llegaron a ganar el Tour viven en el retiro sin que nadie los incomode, como Carlos Sastre. No vaya a ser que nos de una sorpresa por sus vínculos con Holanda, ¿verdad?. 

Así es la prensa en España. Cualquier día admiten errores del pasado. Y quizás del presente.
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En breve llega la delegación del COI para evaluar la candidatura olímpica de #noaMadrid2020 y nuestro estado aconfesional agasaja a Sebastian Coe con la más alta distinción que puede dar un deportista, además de los títulos nobiliarios que reparte el Rey. Seguramente este medallón tiene que ver con los éxitos deportivos de COE, conseguidos hace tres décadas, y no con su importante papel actual en el COI.
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Este brillante artículo -por su concisión y contundencia- salió el lunes en la edición nacional de El País. Está bien que el diario capitolino dedique, de tanto en tanto, su atención a remotos parajes dejados de la mano de Dios como es el caso de Ponferrada. Les recomiendo su lectura como ciudadanos que son, y teniendo siempre en mente la locura del Mundial 2014 que se han empeñado en tener.

En ninguno de los medios locales se puede leer un atisbo de crítica al sistema de Mafia institucionalizada que rige esta comarca desheredada y decadente, por eso es tan necesario que medios de fuera lo digan de vez en cuando. Para el que quiera saber.


04 marzo, 2013

Hacen falta más victorias así

Kadri, bromeando en el bus
El recuperado Giro del Lazio fue una gran carrera en gran medida por el escenario, pero especialmente por el ganador y como lo hizo. No fue uno de los grandes nombres del pelotón, que ya escaseaban de salida, sino un relativamente anónimo corredor francés de origen magrebí que, tras todo un día en fuga, entró en solitario en la magnífica línea de meta de Roma.

Blel Kadri no tendría que haber estado ahí, y no sólo por esas jerarquías del pelotón. Entró a última hora en el equip del Ag2r ante la enfermedad de Chainel. Se fugó en el km. 53 de la carrera, después de que la carrera saliese de los Foros Imperiales a donde llegarían cuatro horas después, encabezados por una cuádriga de gusto casposísimo.

Era la primera asperidad del recorrido, y lo suyo y lo de sus compañeros Cardoso (Caja Rural), Premont (Crelan-Euphony),  Lightart (Vacansoleil-DCM) y  Timmer (Argos), la fuga del día, como indican sus nombres y palmarés. La fuga consentida, la que casi nunca llega.

Colaborando muy bien, alcanzaron los 8´ minutos de ventaja, con el Movistar trabajando detrás para Valverde. Subiendo a Campi di Annibali, en un tramo empedrado, Kadri soltó al veloz Cardoso y se lanzó a por los últimos 40 km en solitario. Era una empresa factible, porque como expliqué en la previa, era todo bajada, por mucho que se pasase por el tramo más civilizado de la Appia Antica.

En Campi de Annibale también saltaron del pelotón el hiperactivo Nibali -ojalá nunca deje de hacer estas locuras-, Santambrogio (ahora en el Farnese tras su tumultuoso paso por el BMC) y la pareja del Diquigiovanni/Savio Rubiano y Reda, que ha tenido un inicio de temporada muy bueno. Se les unió Cardoso como superviviente de la fuga.

El peso de la persecución fue a cargo de la extraña pareja del Diquigiovanni, a los que nadie ayudó, quizás confiando en que Kadri caería como fruta madura. No fue así para ganancia del ciclismo y, aunque hubiesen llegado, Cardoso es muy rápido e iba muy fresco. Quizás si Nibali hubiese colaborado....Pasando delante del aeropuerto de Ciampino a 15 km.  la ventaja del francés respecto a los fugados era de 45" y de 1´45" con el pelotón, donde Pozzato acababa de volver a entrar y tres Lampre tiraban a tope.

No eran diferencias espectaculares, pero era todo cuesta abajo y Kadri afrontó el pavés -nada que ver con las pietrone romanas que caracterizaban el Giro del Lazio- como un experto y con mucha valentía. El inútil zigzag final por Roma incluso favoreció su aventura. Llegó en solitario a la línea de meta con 37" sobre un pelotón encabezado por Pozzato, que creyó haber ganado, alzando los brazos como veremos más frecuentemente en el ciclismo.

Esto lo digo porque parte del éxito del sábado se debió a que se corrió sin emisoras, eso que aquí en España se llaman pinganillos. Los perseguidores sólo tenían las referencias de las motos, Pozzato (ni casi nadie en el pelotón) se enteró que todavía seguía un hombre por delante cuando se zamparon la fuga y, probablemente, en esos aspectos se fragua gran parte de la victoria de Kadri, pero sobre todo en su valentía de atacar. Porque sólo atacando puedes decir alguna vez en la vida que has ganado tras ir fugado 127 km, los últimos 37 km. en solitario.

Kadri es un corredor modesto en sus resultados (ojo, buen escalador y de 26 años) y en sus origenes. Es de Toulouse y de origen magrebí. Su madre tiene una tienda de ultramarinos en la que colabora de tanto en cuanto, así como sus hermanas. Es fácil imaginar lo extraño que tiene que resultar un ciclista profesional en ese contexto. También los esfuerzos añadidos que habrá tenido que realizar para llegar a poder vivir de la bicicleta.

Su victoria, y también por ser de un francés -sólo Charly Mottet podía decir eso-, reconcilia con un ciclismo menos mecánico, que da espacio a aventuras y locuras como la de Kadri, con una victoria necesaria y en un marco magnífico. Su victoria, por como se ha producido, magnifica una carrera que se hubiese resulto al sprint masivo. Sin duda, será uno de los mejores momentos del año.
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A mí Strade Bianche no termina de gustarme. Me parece una etapa (mala) de Tirreno-Adriático. Este año ha ganado el wonder boy Moreno Moser, el mismo que el año pasado de neo debutó ganando el Laigueglia, después ganó en Frankfurt, la Vuelta a Polonia, y que parece que sube tan bien como sprinta. Apenas lo he citado en este blog porque sus victorias han sido siempre exhibiciones de las que más apestan, ya introducidos en la pista por su delator apellido: hijo del hermano de Francesco Moser, y pariente del otro Moser que iba en 2007 a las concentraciones de Ferrari en Livigno, y que jamás hizo nada. Seguro que en las cenas de navidad en familia dejan la carne muy al dente, con un picogramo de sangre.

Saltó del pelotón a 30 km. de meta, enlazó con Flecha que no le dió ni un relevo -aunque el italiano lo pedía como todo un veterano-, alcanzó a los fugados del día y, en la rampa que da acceso a Siena los dejó clavados. Por detrás, Sagan completó el doblete para el Cannodale, que es como se llama ahora el Liquigas, equipo especialista en coger a jóvenes (Kreuziger y los dos citados) y, en su primer año, hacerlos unos dominadores experimentados.

Merece especial atención el quinto puesto del letón del IAM Saramotins, escapado todo el día y que tuvo fuerzas para aguantar el sprint final entre todos.
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Prólogo de 3 km. en la París-Niza, en una arrabal de París. Un sprint sostenido ganado por un gigantón de la pista fichado para que haga cositas para Turgot en la París-Roubaix. Había más gente entre el público que en todas las otras carreras disputadas hasta ahora. Leyendo las previas a la carrera, no puedo dejar de celebrar que los periodistas hayan caído en la cuenta de algo que se venía verificando desde hace años: las grandes figuras del pelotón, salvo algunas excepciones, van a Tirreno-Adriático.

Hoy la etapa es llana, que en la París-Niza significa espectáculo. En los últimos años, la primeras etapas intranscentes han dado un espectáculo digno de la mejor clásica. Viento, frío y ganas de romper la carrera propician el resultado. Se llega a Nemours, donde el título del fundador de Du Pont, un personaje cuya historia merecería una película.
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Matschiner, azuzado por la sobrevenida ansia holandesa por saber, está últimamente de lo más desahogado en sus declaraciones. Hace unos días dijo que "Boogerd debería dejar de mentir", además de presentar documentos donde se prueba que le pagó 17.000 euros por dopaje, y ahora dice que llevaba a seis deportistas holandeses de "dos deportes diferentes", pero que jamás dirá sus nombres.

Con esos mimbres, en el país de los canales Matschiner suple las funciones de Eufemiano Fuentes. Así, sabiéndose querido, deja migajas y despojos de todo lo que sabe, como que "llevé dos bolsas de sangre a Leinders durante el Tour 2005". Sí, Leinders el médico del Rabobank, pero que después fue el médico del Sky en 2010 y 2011.

Lo más probable es que esas dos bolsas de sangre -por cierto, vaya birria de cantidad, porque al final sólo se quedó una y recibió 1.000 euros por su labor de correo- fuesen para Rasmussen, que en ese Tour voló y estuvo a punto de entrar en el podio -y menuda exhibición en la escapada con Voigt en los Vosgos- hasta que la última crono lo envió al séptimo puesto. Para evitar casos como el Matschiner y su cuentagotas verbal, habría que aplicar severas penas de cárcel para los dopadores: ya verían como cantaba.
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Schumacher, una de las más siniestras creaciones del dopaje, dice que tuvo varias ofertas para ir a un ProTour este año -tenía un montón de puntos UCI- pero que ha preferido seguir en el Christina Watches. El equipo danés, que dice estar en contra del dopaje, también ha fichado a Constantino Zaballa. Seguramente sus relojes atrasen, se estropeen bajo la ducha y propicien reacciones alérgicas en la piel.
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Ayer hubo un election day en Suiza, el país que más usa la figura del referendum. Hubo de todo. A los ciudadanos del cantón de los Grisones se les preguntó sobre si querían la candidatura a los JJ.OO de invierno 2022, a repattir entre St. Moritz y Davos. El 54% que fue a votar se decantó por el NO, la opción más lógica visto lo que mueven unos JJ.OO y lo diminuto de las localidades, aunque les suenen por las cuchipandas y francachelas que la élite mundial monta anualmente ahí.

Ya en 2006 hubo una candidatura suiza, en esa ocasión por parte de la ciudad de Sion. Perdieron a última hora contra Turín -que dista a 150 km. en línea recta- y hubo pintadas por las calles -en Suiza equivale a tumultos y toma de palacios- donde se acusaba al COI de corrupción y de dar una Olimpiadas a la Mafia. El COI tiene su sede en Suiza, a poco más de 100 km. de Sion.

Para Sion no hubo referendum y la minoría expresó su opinión con garabatos; en cambio, cuando se pregunta al pueblo gana la opción más racional. En España ni se plantea el debate. Por eso, ahora y siempre #noaMadrid2020.
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Increíble publireportaje en el Washington Post sobre Dombrowski, the next big thing para los estadounidenses. Ojo a las infografías y el despliegue. Por doquiera dicen que es muy bueno, pero yo siempre lo recordaré como el redneck al que Wiggins quitó la pulsera amarilla en la primera concentración con el Sky....

22 febrero, 2013

Empieza la temporada

Una estampa de Qatar
Este fin de semana empieza por fin la temporada ciclista con la Het Volk y la Kuurne-Bruselas-Kuurne, las dos carreras que abren el calendario belga y, en definitiva, el ciclismo entendido como un deporte de resistencia y de competición, tras unas serie de múltiples carreras con una característica común: no se han podido ver en directo.

Con la excepción del Down Under y el Tour de Qatar, el resto de competiciones ciclistas celebradas han tenido cobertura en diferido, y no es que las dos agraciadas con tele en directo hayan sido las más afortunadas. Eso sí, no han faltado las crónicas en directo de famosos propagandistas que seguían el twitter oficial de las carreras. Los mismos que celebraron el triunfo de Contador en la pasada Milán-Turín como gran victoria justo cuando les llegó la noticia de su victoria, y sin haber visto ni una imagen.

Parece que el ciclismo, a lomos de la crisis económica y la propia crisis de este deporte, ha vuelto a los años gloriosos -por decir algo- del teletipo y las crónicas de grandes firmas hablando de grandes gestas desde la línea de meta, cuando los ciclistas estaban subiendo el Galibier a 100 km. de distancia. A nadie le extraña, y todos lo dan por bueno.

En el Down Under, disputado mientras las autoridades australianas ultimaban un demoledor informe sobre la extensión del dopaje y la corrupción en su país, Greipel se llevó tres etapas y el criterium de antipasto -el que se dedicaba al cáncer cuando pagaban dinero público a Armstrong para que fuese-, su auténtica especialidad. La general fue para Slagter, el joven holandés de Blanco que ganó una etapa, y que ya demostró tener muy buen final en cuesta el año pasado en Tirreno-Adriático.

Sin embargo, la etapa más destacada para mí fue la segunda, que fue para el gran, gran Geraint Thomas, con un numerito considerable dejando clavados a todos los favoritos. Ahora está disputando el Mundial de pista y después bajará de nuevo con los mortales -no es una metáfora: se ha tirado en el Teide un mes- para ganar su primera clásica de piedras: al tiempo. Gerrans también ganó la etapa de Willunga.

Paralelamente se disputaba el Tour de San Luis en Argentina, con Contador ganando una etapita para solaz de los comentaristas. La general fue para un argentino que el año pasado había sido segundo, y Cavendish, Modolo y Gavazzi también ganaron una etapita cada uno, mientras disfrutaban de los atractivos de una de las zonas más pobres del país austral.

En Francia la general de la Estrella de Bessegues fue para Hivert, al que algunos han descubierto esta semana en Andalucía, y en el Tour del Mediterráneo el éxito final le correspondió a Lovkvist, antiguo joven prometedor que no ganaba desde 2009, y eso que ha estado siempre en grandes equipos; el último, el Sky; el actual, uno suizo llamado IAM cycling. Etapitas para Greipel, su esbirro Roelands y etapa del Mt. Faron para Peraud. Por su parte, la gran noticia de Haut Var fue el abandono de Andy Schleck, que va camino de completar un año entero sin acabar una mísera carrera. Ganó Vichot por el puestómetro.

En Qatar hubo tele en directo, pero para nada: una península desértica organiza la gymkana para ciclistas que es su Tour, donde Boonen ha obtenido el 20% de sus más de 100 victorias como profesional. Es triste ponerlo así, pero es la verdad. Con esos mimbres, normal que Cavendish ganase las cuatro etapas de la carrera y, en consecuencia, la general. Ahora, que venga alguien y me diga que eso es ciclismo. O que merece la pena perder el tiempo para ver eso.

En Omán, otro capricho de petrojeque pero con algo más de fundamento porque el país tiene atractivos turísticos que podemos conocer en diferido, Sagan ganó dos etapitas con numeritos de órdago -los de siempre, pero siempre impresionan-, Kittel y Bouhanni la primera y la última al sprint, Joaquím Rodríguez una subiendo una cuesta de aupa y Froome la decisiva, que le valió también la general. Contador estuvo atacando, quizás reivindicando un "¡Contador al juicio de la O.P! ¡Contador al juicio de la O.P!", porque ya se sabe que este chico se sobreexcita en estas fechas y con los calendarios que tiene. Deportivos y judiciales.

Ya ven que los corredores importantes están muy entonados en febrero. Dicen las malas voces del pelotón que, con tanto trasiego a sitios exóticos -y donde el primer laboratorio aprobado por la AMA está a varios miles de kms.- la gente se anima más, además de que para el pasaporte biológico viene fenomenal eso de estar en febrero a tope, porque si no lo de julio canta mucho.

En Mallorca Valverde ganó uno de los trofeos, y recientemente en Andalucía ganó el prólogo de San Fernando (un ratito a pie, otro andando) y la última etapa en el Rincón de la Victoria -un lugar ideado para acoger llegadas ciclistas, siquiera sea por el nombre-, además de la general: en siete días de competición, cuatro victorias. Es que es tan bueno que no se puede parar: eso sí, cuando llegan las carreras importantes le cuesta ardores pasar del 2º puesto.

La última carrera por etapas destacable de este inicio de temporada ha sido Algarve, donde ha vuelto a ganar Tony Martin -como en 2011, cuando estuvo llena de periodistas españoles esperando el triunfo post-invierno de solomillo de Contador- y el brutal Henao se llevó la etapa de montaña sacando los ojos al resto de corredores, el más destacado Rui Costa, local y valverdiano.

Y queda el Laigueglia, el inicio de la temporada italiana tras la desaparición del Costa Etruschi y el fin del experimiento de recuperar Cerdeña. Ahí vimos que el Lampre no quiere volver a tener un 2012 y, perfectamente estructurado con Pietropolli lanzando, dejó en bandeja el triunfo a Pozzato, que volvía a ganar 10 años después en la carrera que conquistó dos veces consecutivas cuando era un recién llegado al pelotón. Será por eso que el Lampre ha apartado a Scarponi, primero sin meterlo en la foto de equipo y después, ante las preguntas, sin dar ninguna explicación y sólo confirmando el hecho. El ciclismo que cambia, otro año más.

No se pierdan este finde la Het Volk, a ver si Flecha consigue subir al podio de nuevo. En el segundo o tercer puesto del cajón.
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Elecciones en el CONI, uno de los pocos organismos -aún con sus errores- de los que se puede decir que lucha efectivamente contra el dopaje. En la nueva junta directiva no hay nadie del ciclismo, y ha salido elegido presidente un playboy romano -con romances incluídos con celebrities locales- que viene del mundo del remo, concretamente de un exclusivo club de canottieri de la Ciudad Eterna. Es una pésima noticia para la lucha contra el dopaje -ya ha dicho que sus primeras medidas se centrarán en prevención en las escuelas-, y una magnífica para el ciclismo italiano, que no gana una gran clásica desde hace tres años. Bueno, y la París-Tours de Marcato.
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Un nuevo soplagaitas anglosajón sale relativizando lo de Armstrong. Para que vean el nivelón de todos estos todólogos venidos a más con el tirón mediático de la confesión del texano, afirma sin ruborizarse que Armstrong "no había destacado como ciclista de élite antes de tener cáncer". Debe ser que ser campeón del mundo no es destacar. Tampoco se pierdan el detalle de que la entrevista está publicada en uno de los semanarios brasileños más importantes, el mismo país que organizará los JJ.OO de 2016 y que está inmerso en un plan ADO carnavalesco, importando técnicos y médicos deportivos de todo el mundo. ¡Ah! Su apellido, traducido, significa "Más dinero".
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Entrevista a Mikel Nieve, que este año irá al Tour con el objetivo de siempre: ganar la gran etapa de montaña y volverse a colar entre los diez primeros de la general, concretamente entre el puesto 9º y 10º. Ya lleva así tres años, desde su espléndida eclosión en la Vuelta 2010. Este año dice que es diferente, que irá a P-N, Volta y Romandía "a hacerlo bien e intentar ganar una etapa". Si, muy diferente.
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Boogerd, relegado como comentarista de la tele pública holandesa. Aquí va camino de las dos décadas que sufrimos a Pedro Delgado -conocido en Holanda como Pedro Drogado, por haber ganado como ganó aquel Tour al nacional Rooks-, el mismo que afirma que "Eufemiano Fuentes era un buen médico". Y tanto: era el suyo cuando ganó la Vuelta 1985....
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Alfredo Monchito Relaño, el director de As, y muy popular últimamente en este blog por haber tenido la poca vergüenza de escribir que "el ciclismo ha contaminado a otros deportes", tiene la cabeza comida por el fútbol, como todos los de su gremio. Como va de intelectual del balompié, tiene un libro que parece un chiste y, aunque publicado en 2010, he reparado ahora en el porque ya les digo que últimamente las librerías, incluso las de fiar, te meten el deporte en los exhibidores más nobles. ¡Con el dinero que les he dado y me tratan así!

Les juro que lo estoy describiendo y no caricaturizando: esta ideado y presentado como uno de esos libros gordos para niños de título "365 cuentos para leer", incluyendo las tapas brillantes, en este caso de plata. Se titula 366 historias de fútbol mundial que deberías saber,  y se compone de otros tantos artículos (cuentos) de historias del fútbol, muchas de hechas fábulas, habida cuenta que el autor ni las vivió, ni las vio, ni hay medio de haberlas conocido a no ser que sea través de crónicas de otros: lo que viene siendo una fábula, que se diferencia del cuento en que los protagonistas son animales.

Destinado -y por eso está concebido así- a un público no lector, se presenta en formas de pequeñas grageas de ingestión diaria, lo que deja una imagen ciertamente inquietante: ese futbolero que, tras entornar la página del cuento del día, se duerme con la cara de Monchito flotando en una nube y sonriendo mientras apoya su mandíbula barbuda en la mano y dice contaminame.
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(Relacionado con lo anterior) Monchito escribía esto en 1987. Sobre dopaje. En El País. Cuéntame un cuento, y verás que contento/me voy a la cama...
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Tiger Woods nunca ha tenido que pasar un control fuera de competición. El mejor golfista de la historia.

23 enero, 2013

Algo se mueve en Holanda

Nadie debería dejarse fotografiar al lado de una cornamenta


Desde hace unos días, y tras la confesión de Armstrong, Holanda vive en pleno terremoto por las confesiones de dopaje y, especialmente, por las revelaciones periodisticas. Si bien en el país ya habían confesado corredores como Steven Rooks o Jesper Skibby -danés que corrió siempre en Holanda-, se puede decir abiertamente que otro país calvinista se suma a la ola de confesiones. Los católicos seguimos esperando.

Hoy el canal público NOS publica una lista de ocho corredores del PDM (todo el equipo menos el veterano Kneteman, que se retiraba) que corrieron el Tour 1988 completamente mamados, después de que el periódico Volkskrant haya tenido acceso a la libreta del médico de entonces, Bertus Fok. Sí, entre ellos están el citado Rooks, pero también otros muchos, incluyendo el héroe nacional Van der Poel. El PDM era el mejor equipo de la época, y donde militó Pedro Delgado en 1986 y 1987, para aprender. Las prácticas incluían testosterona, cortisona y dopaje sanguíneo.

El médico era tan minucioso -ojalá algún día podamos ver todos esos archivos- que anotaba todos y cada uno de los tratamientos en una libreta, lo que es una mina para investigar en los orígenes del dopaje contemporáneo: recuerden que Rooks es el corredor que ha confesado usar la EPO desde más antiguo, incluyendo ese Tour 1988. El día que Rooks ganó en Alpe d´Huez, se había chutado corticoides y cuatro tubos de otra sustancia; tras la etapa, Andriol, la conocida marca comercial de testosterona sintética. Nunca antes ni después volvió a lograr entrar entre los cinco primeros de una gran vuelta.

Para todos los sufridores de este deporte al que sin embargo amamos, esta noticia -que esperemos que tenga continuidad, insisto-, supone la más importante novedad en muchos años, y lo digo completamente en serio. Si el archivo es tal y como apunta Volkskrant, nunca antes de habrá podido tener acceso a una información tan de primera mano para poder contestar a esa pregunta lacerante: ¿cuando se empezó a joder el ciclismo?

Por otra parte, mañana el seminario Vrij Nederland publicará importantes novedades sobre la hégira de la UCI bajo la presidencia de su compatriota Hein Verbrugghen: durante años avisaba -con charlas privadas en la sede de la UCI a cargo de Mario Zorzoli o Lon Schattenberg, un miembro holandés de la comisión de dopaje- de los parámetros sanguíneos que empleaban para lo que era dopaje y lo que no a los mejores corredores del pelotón.

Entre dentro del procedimiento jurídico más normal que, si te van a vigilar por algo, sepas cuales son las condiciones de ese algo. Lo que no es tan normal es que no informasen a todos los corredores y que los agraciados con la información lo fuesen de manera privada. Estaría bien conocer el contenido de esas charlas, que ya apuntó Hamilton cuando lo llamaron a Aigle -la sede suiza de la UCI- tras la ya mítica cronoescalada al Ventoux en el Dauphiné 2004.

A la espera de lo que publique mañana el Vrij Nederland, se puede confirmar lo intuido en el ya lejano 2007, cuando se supo que entre los efectos incautados a Eufemiano Fuentes, y que llevaba con el en todo momento, se incluía una tarjeta con el número de teléfono personal de Mario Zorzoli.  Seguramente para hablar del tiempo y ¿cómo está la familia? Mario Zorzoli sigue teniendo altas responsabilidades en la UCI, relacionadas con su especialidad: el dopaje. O el antidopaje.

Y el tercer frente abierto por esos malditos calvinistas de las Provincias Bajas viene por el Rabobank. Salió este sábado, pero el domingo ni Marca ni As decían cosa alguna al respecto, porque el ciclismo está cambiando, pero el periodismo ni te digo. Doce corredores que militaron en el Rabobank en diferentes épocas, confirman el dopaje sistemático en el equipo holandés entre 1996 y 2012, esto es: la totalidad de los años de existencia del equipo, aunque ahora continue bajo el nombre de Blanco y, abusando de la confianza y la ingenuidad del aficionado, sin ese tipo de prácticas.

De los doce corredores firmantes del escrito, sólo uno ha dado la cara: Danny Nelissen. Quizás alguno de los más veteranos se acuerde de este holandés. Era un corredor del montón, hasta que en 1994 le detectaron una cardiopatía y se recalificó como amateur, no se sabe si porque en esa categoría corren sin corazón. En el durísimo Mundial de Duitama en 1995 ganó dando una exhibición en solitario. Iba completamente drogado de EPO. En aficionados y con un problema en el corazón. Al año siguiente fue el copo de cuatro italianos entre los cuatro primeros, recordado no hace mucho, y con las mismas armas.

Tras ese éxito, Nelissen volvió a profesionales, estuvo dos años sin rascar bola -pero fue al Tour y certifica que todo el equipo iba drogado- y se retiró antes de los treinta. No habían pasado ni dos años cuando enganchó un trabajo de comentarista en la tele nacional, donde sigue en la actualidad. Por supuesto, todos los días con un micrófono delante y no ha dicho nada hasta ahora: como otros comentaristas ex-ciclistas en las diferentes televisiones que retransmiten este deporte.

Marc Lotz, un clásico de la formación holandesa entre 1997 y 2004, también se sumó al outing masivo y Thomas Dekker, cuya parábola vital merece comentario aparte, también ha confirmado que todos sus éxitos se han debido al dopaje masivo que se ejercía en el equipo. Eso sí, sólo tomo EPO a partir de 2006, cuando el año anterior y con 20 años ya volaba. Sin embargo, otro clásico como Marc Wauters ha negado la versión de sus compañeros, a saber por qué razones. Será que es católico, como Freire, Gárate, Barredo, Flecha y L.L Sánchez, los españoles que estuvieron por el equipo. Y qué españoles, especialmente el primero.

Quien se ha puesto en el ojo del huracán es Geert Leinders, el médico belga durante la mayor parte de la existencia del Rabobank. Dejó el equipo para fichar en 2010 por el recién nacido Sky, el equipo que empezaba de cero y sin ningún vínculo con el pasado oscuro del ciclismo, a pesar de lo que indica el color del maillot. Convenientemente apartado en 2011 en sordina, en el equipo científico declinan hacer declaración alguna sobre Leinders, y que puede haber aportado al equipo: seguramente homeopatía. En microdosis. La Federación belga lo está investigando.

Sin embargo, si el dopaje era de equipo en el Rabobank ("no comprabamos cada uno su dopaje: un porcentaje del 10% de los premios del equipo iba para la caja común de la droga", dice uno de los anónimos del equipo naranja), ¿cómo se explica lo de HumanPlasma, donde está comprobado que iban cuatro de los cinco capos del Rabobank? Eran Boogerd, Dekker, Rasmussen y Menchov. No se entiende muy bien que fuesen hasta un pueblo de Austria a hacer el metesaca, aunque quizás les quedase cerca de sus bases de entrenamiento, cuando Livigno -que está a dos horas en coche- estaba más de moda que Tenerife.

Boogerd ha admitido que conoció a Matschiner (el responsable del dopaje en Austria) y que le pagó en repetidas ocasiones, pero sólo por vitaminas y nunca por drogas; Dekker va camino de convertirse en un nuevo Millar, por eso está en el Garmin: no llega a confirmar que fuese a HumanPlasma, pero no lo niega; Rasmussen llegó a un pacto con el Rabobank en su demanda por despido improcedente que le impide declarar en contra de su exequipo, y Menchov también ha pagado para un acuerdo secreto.

Con HumanPlasma empantanado -las autoridades austriacas terminaron la investigación hace años y no ha salido nada en concreto-, parece que al Rabobank le ha estallado la burbuja por el flanco holandés, sin saber todavía por qué enviaba a los capos tan lejos.  De hecho, a pesar del acuerdo de confidencialidad con Rasmussen, ha transcendido que el equipo sabía el dopaje del danés para el Tour 2007 que le quitaron -no podía ser de otra manera- y que este iba armado con "cinco bolsas de sangre, 100.000 unidades de EPO, cortisona y hormona de crecimiento".

En Holanda están en ebullición, a la espera de lo que pase con el archivo de Bertus Fok. Como buena muestra de ese interés, hace dos días Danny Nelissen fue entrevistado en horario de máxima audiencia en la televisión pública. A pesar del interés del periodista por inculpar a Boogerd, el antiguo campeón del mundo amateur no soltó prenda. Ni de este corredor ni de ningún otro. Recuerden: trabaja de periodista de ciclismo. Eso sí, tras la entrevista dijo: "he recibido del orden de 300 mensajes, pero sólo uno de un antiguo compañero: Boogerd". Así es el ciclismo y los que confiesan, siempre con la boquita cerrada. Por eso es tan importante ver el archivo de Fok. La libreta es un buen anticipo. A descifrar, una vez más.
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No es difícil ver la pluma de Arribas en esta lamentable columna de El Acento, por lo general muy bien escrita por su encargado habitual.  Eso de "todos jugaban con las cartas marcadas" es muy grosero, porque Armstrong tenía todos los ases. O los fabricaba. Es igualar a todos. Es lo que le gusta al autor del artículo. Por seguir con las frases hechas, mal de muchos, consuelo de tontos.
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Javier Ares, que pasa por "experto en ciclismo", opina esto sobre Armstrong. Dura bastante, pero merece la pena.
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Para S. Sánchez, "la ambición pudo con Armstrong". Además, "yo prefiero mirar hacia el futuro y no al pasado", especialmente porque en su pasado brillan con luz propia los sendos positivos que acumuló en aficionados a finales de los noventa. Si ya saben como eran los controles en profesionales en esa época, imagínense como serían los de aficionados. Seguro que fueron por accidente y no por ambición. 
 
Por lo demás, la típica entrevista del corredor de 35 años asturiano, que aspira a ganar una gran vuelta con esa edad. Fíjense en ese tic que siempre le ha acompañado de contar como propias o ciertas victorias que nunca fueron: "Si no tengo ya una vuelta grandes es por circunstancias. Sobre todo, la Vuelta a España que acabé segundo tras Valverde (2009). Sin la caída, Alejandro y yo nos habríamos disputado la carrera en la contrarreloj final, y ahí yo fui más fuerte."

Me quedo con este extraño piropo: "mi mujer corrió con Marta Domínguez".
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Pereiro, siempre chispeante y xestoso, dice esto sobre Messi. Ojalá el Barça tome las mismas medidas que tomó con Juan Antonio Alcalá. Después estuvo toda la tarde intentando negarlo.
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El periodismo anglosajón acaba de llegar al ciclismo al calor de Wiggins, al que son incapaces de ver en su auténtica dimensión. Miren que escriben aquí: "son of Ryan" por Hijo de Rudicio. Bueno, y después lo de tenistas, atletas y futbolistas indultados en la O.P, que queda como muy bien, pero a lo mejor se callaban un poco si supiesen que alguno de ellos era británico. Y muy famoso.
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Noval, del que me encantaría escribir un libro -la foto sería la del Rey con el elefante en Botswana, y dentro sólo habría páginas en blanco, como su palmarés-, dice que sigue admirando a Lance Armstrong. "Igual el se siente mal pero yo me siento bien". Esa es la tragedia del antidopaje en España: que alguien como Noval se sienta bien y siga compitiendo.
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Xavier G. Luque, que hacía demasiado tiempo que no salía por aquí, dedica una breve y muy buena crítica al libro de Fignon. Iba todo bien, hasta que espeta este último párrafo: "Dudo que el dopaje tenga relación con mi enfermedad", explicaba en una de sus últimas entrevistas "En todo caso lo achacaría a mi escaso control alimentario. Siempre me alimenté de cualquier forma". 

Ya saben: el cáncer de páncreas con 49 años y habiendo sido ciclista de superélite se debe a una mala alimentación, y no al dopaje.  Si La Vanguardia no se hubiese convertido ya en un periódico de chiste, sería para escribir al director.
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Por algo que no acabo de entender, tengo muchos seguidores triatletas. Seguro que es de su interés este muy bien compuesto artículo.

30 agosto, 2012

Ciclismo de finales de etapa

El pelotón está sobreviviendo al paso por Galicia. Con la de hoy ya son tres las etapas disputadas en suelo gallego, que ha acogido cálidamente la ronda española en toda su franja costera atlántica; eso sí, las etapas -incluyendo la contrarreloj- están siendo absolutamente intranscendentes para la clasificación general, como viene siendo la Vuelta.

El martes la carrera llegó a Sanxenxo, la Marbella gallega -oxímoron donde los haya- por un recorrido muy tranquilo que asistió a la ¡cuarta! victoria en cuatro sprint de Degenkolb: no está llegando ninguna escapada en esta Vuelta -salvo cuando ganó S. Clarke, hoy también en la fuga-, y cuando se llega al sprint siempre gana el mismo. La supuesta emoción en la general -donde el líder no se mueve, al revés del año pasado con 11 cambios de liderato- no se traslada a otros ámbitos de la carrera, fuertemente maniatados.

El alemán ganó esta vez con un sprint prolongado y en cuesta, demostrando lo versátil que es. El damnificado fue Bouhanni, que a pesar de la falta de triunfos está haciendo muy buena Vuelta: es su primera grande, es su primer año,y parece que va a más, especialmente cuando el sprint pica hacia arriba. Poco más se puede decir de esa etapa.

La crono tenía un recorrido entre Cambados y Pontevedra subiendo un puerto de tercera, donde se pudo ver un arcén señalizado como carril-bici. Es bien famosa la siniestralidad viaria gallega -cuya especifidad fue resaltada por el antiguo director de la DGT, Pere Navarro, y fue criticado por señalar la verdad-, pero viendo ese carril-bici con señales para el tráfico de 70 km/h, con curvas ciegas, y en pensar en lo peor fue lo mismo.

O el descenso del puerto, con curvas cerradas, gravilla y Pontevedra al fondo. La crono fue para Kessiakoff, que ya había ganado sorprendemente la crono de Suiza, fue al Tour y estuvo disputando la montaña, y aquí en la Vuelta ha batido a Contador y Froome. Parece que al sueco le van las cronos duras. Nadie se cayó y todos pudieron pasar el puente atirantado que, obviando cualquier escala y adecuación al entorno, han plantado en Pontevedra con motivo de los Quince Años de Despilfarro.

J. Rodríguez pudo conservar el liderato por apenas 1" sobre Contador, que hizo una buena crono y salió de la misma aventajando a Froome en 15" en la general, mientras Valverde cede con el líder 59", que serían 4" de no haberse caído camino de Valdezcaray. Los cuatro mejores corredores de la carrera, como ya se vio en la tercera etapa con final en Arrate, están separados por un único minuto.

Los más optimistas, que suelen ser los que compran acciones preferentes y sellos como instrumentos de inversión de sus ahorros, dicen que es porque las fuerzas están igualadas, y yo creo que es porque no ha habido terreno para marcar la diferencia. Es extremadamente triste para el ciclismo que produzca más diferencia una etapa con repecho final+bonificación que la única crono de la carrera.

Y ¿por qué no decirlo? Es extremadamente triste que un corredor como J. Rodríguez salga líder de una gran vuelta tras la última crono. Es un recorrido ideado por él -como el Coll de la Gallina- y para él, como se ha visto hoy en la súbida al mirador de Ézaro, una auténtica cuesta de cabras con picos de hasta el 30% -eso no es ciclismo, es simplemente mantenerse de pie- que sólo favorece a sus características y a las de nadie más.

Presentado como el "Olimpo celta" por El País, que en su sección regional adquiere toques nauseabundos y de naftalina -y aún así es el único medio de la zona que se puede leer-, de la crónica escrita en gallego aunque redactada en castellano se extrae cosas muy divertidas. Vean esta: "la Vuelta no sólo será un maná económico puntual, sino un escaparate incomparable". No, es la dos cosas al mismo tiempo: es puntual, y es un escaparate incomparable si no fuese porque la horrenda retransmisión televisiva apenas deja apreciar nada: ni la carrera, ni el paisaje.

Hoy si se ha visto: como en una burda parodia de la Milán-Sanremo, la etapa ha ido pegada al mar por el inicio de la Costa de la Muerte, conocida así no por sus múltiples naufragios, sino por lo que espera a los naúfragos una vez en tierra. Pasando por poblaciones que se conocen por la sección de sucesos o por la película Mar adentro, el pelotón ha llegado lanzado a la subida a ese famoso mirador de Ézaro, o Olimpo celta si ustedes son unos flipados.

Para ser un Olimpo, había muchas torres de alta tensión -hay un famoso "salto de agua" cerca, el mismo que cercena el único río de Europa continental que desemboca al mar en cascada- y molinos eólicos, pero ya saben que el gusto gallego es particular, incontrovertible,  y con mucha uralita y granito. Atacó Antón en la base y después J. Rodríguez.

Tras el catalán sólo pudo aguantar Contador, que no quería pasar al relevo en las partes más duras, por lo que ambos se pararon. Parecía que por detrás podrían volver a agruparse, pero en una subida tan corta e intranscendente, J. Rodríguez se fue un poco más adelante y acabó ganando esta etapa diseñada para él -que sin embargo desconocía en su recorrido- con 8" de ventaja sobre Contador, al que ya supera en la general en 13".

Valverde fue tercero, y el que ha perdido más tiempo ha sido Froome. Sin embargo, pasar a relatar tiempos en la enésima etapa de la Vuelta diseñada para ser un simple final y no una etapa de montaña que haga diferencias, sería hacerles el juego a Olano, Guillén y toda la banda que ha ideado esta vuelta por etapas que se decide por las bonificaciones, y no por el recorrido. Y mañana, más Galicia. Con Ferrol del Caudillo.
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Así es La Voz de Galicia, un periódico que es una hoja parroquial: un titular para una sección, y otro titular para otra sección, a pesar de ser la misma noticia. 
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Soren Svenningsen será otro de esos daneses ejemplares que pagan sus impuestos, llevan a sus hijos a Legoland y tienden a consumir productos nacionales sobre los importados.  Soren es también miembro de la Federación Danesa de Ciclismo, la misma que ha tenido entre sus federados a Kim Andersen -el ciclista con récord de positivos-, Bo Hamburguer -el primer ciclista en dar positivo por EPO-, Bjarne Riis o Rasmussen. A Soren le gusta el ciclismo y lo practica en categoría Máster, por lo que es mitad monje, mitad soldado. Soren acaba de dar positivo por tres sustancias diferentes. 
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Los holandeses, calentando su Mundial. Resulta que se conoce ahora que Camenzind prometió a Boogerd 40.000 francos suizos por dejarse ganar el Lombardía 1998.  Ese año el Mundial se disputó en el mismo lugar que el de este año, en la holandesa Valkenbourg. Recordando la carrera, el más fuerte de la misma era el holandés, que pinchó inoportunamente -habría que revisar las imágenes- y acabó quinto. Días después era el Lombardía y volvió a ganar Camenzind, con Boogerd -que venía de ganar el Giro del Piamonte- segundo. El holandés dice que nunca le pagó esa cantidad prometida. Este deporte está fatal. Pero fatal-fatal.
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Esta es la calidad de los vídeos que se pueden encontrar en Eurosport.  Profesionales e interesantes. Mención aparte merecen las declaraciones de Contador, que no de haber sido ciclista hubiese sido "veterinario" -seguramente para evitar el gran fraude con clembuterol que hay en el vacuno español, el vasco en concreto- y cita como referentes ciclistas a Armstrong y Pantani.
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"Aunque no se comunicó a los medios, ahora se sabe que Puerta murió de una cardiopatía familiar" Y tan familiar, oiga, aunque aquí lo que más importa es lo de "aunque no se comunicó a los medios". Todo clarito, ¿te enteras?