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06 marzo, 2013

Boogerd, otro que confiesa a medias

Otro libro biográfico que pasa a ficción
Boogerd se rinde ante las evidencias acumuladas y confiesa su dopaje en una entrevista al canal holandés NOS que estará en onda esta noche. Desde que en 2009 saliese el caso HumanPlasma, el mejor ciclista holandés desde Zoetemelk (Holanda+ciclismo, piensen en la implicación) había negado absurdamente su pasado de dopaje, hasta ponerse en situaciones francamente absurdas.

Parece que la moral calvinista le ha llevado a confesar ("no voy a decir nombres", se oye en un adelanto de la entrevista) respetando las leyes de la omertà ciclista; eso, y la encomiable presión periodística que en estos días se respira en Holanda, donde han llegado a preguntar a Erwinn Nijboer sobre el dopaje de Indurain con Conconi.

Ya se que insisto mucho en el tema, pero cada vez más gente se da cuenta: aquí en España compañeros de generación de prácticas de Boogerd se han retirado en sordina y no tienen a periodistas que les vayan a incordiar, preguntar a su entorno o recordar sus grandes momentos de cagaleras, abandonos y desapariciones cuando se les esperaba. No es que no haya presión periodística, es que hay lisa y llanamente agasajo y peloteo.

Por no hablar de Benjamín Noval, claro, que sigue compitiendo y sin sanción alguna.

Boogerd ha reconocido que se dopó "intermitentente" entre 1997 y 2007, lo que son once temporadas de una carrera deportiva iniciada en 1995. Como suele ser habitual, el holandés salva un par de años preciosos de su juventud para su goce propio, pero es difícilmente creíble: en 1996 ganó una etapa del Tour (su primera victoria profesional) increíble en Aix-Les-Bains, donde saltó del pelotón tras un día entero bajo la lluvia, descolgó a Mauri y entró en solitario.

Por no hablar que Danny Nelissen ya dijo que había ganado el Mundial 1995 de Duitama -el más duro de las últimas décadas- completamente dopado, y que al año siguiente corrió el Tour con el Rabobank entero dopado hasta en las uñas de los pies. Será que a Boogerd no le ha llegado ese comentario, o la vanidad tan propia de los deportistas.

En Boogerd, un poco más acentuada, por eso de "dopaje intermitente". Dice que se chutaba "EPO, cortisona, hormona del crecimiento" para preparar el Tour, pero que nunca lo hizo durante su disputa. Díficil de creer, cuando el mismo afirma que empezó con las bolsas de sangre en fecha tan temprana como 1998, cuando empezó a detectarse la EPO en análisis.

Su conocida victoria en la etapa de La Plagne en 2002, consentida por el UsPostal, dice que la obtuvo relativamente limpio. En fin, el típico relato de corredor que confiesa sin decir nombres, salvo el del famoso doctor Geert Leinders, el médico del Rabobank entonces y que en 2010 fue fichado flamantemente por el Sky, donde permaneció hasta 2011.

Tiene gracia lo de "intermitente" en alguien como Boogerd, del que Óscar Freire dijo muy maliciosamente -y con una sonrisa en la boca- el año de su retirada, tras un Tour increíble que casi gana su compañero Rasmussen,  "no se por qué se retira, está mejor que muchos jóvenes". Tenía 34 años y una carrera sintomática.

Toda la vida en el equipo holandés -y en su germen llamado WordPerfect-, Boogerd parecía destinado para grandes cosas y llegó a ser uno de los corredores más potentes de finales de los noventa. Si no ganó más entonces fue por su pésima visión táctica, la misma que le hizo perder tantas y tantas carreras a él y a su equipo, que siempre apostaba por el corredor dentudo por su condición de holandés.

En 1998 acaba quinto el Tour de Francia, y sexto en el Mundial de Valkenbourg, donde era el máximo favorito cuando le sobrevino un inoportuno pinchazo. Volaba en las subidas y sólo tenía 26 años. Por esos años estuvo el pico de su carrera, que convirtió a partir de 2001 en una rememoración de Sísifo y su piedra. Absolutamente nulo en la crono, recuerdo sus arreones para ganar en cuestas en la Vuelta a Valencia, Tirreno o clásicas menores italianas.

Nunca llegó a nada, y sus mejores victorias fueron la Paris-Niza y  la Amstel de 1999, conseguida cuando todavía acababa en llano. Desde entonces, cuatro segundos puestos en la carrera y dos terceros. También dos segundos puestos y un tercer puesto en Lombardía. Y otros dos en Lieja con dos terceros puestos. Siempre una presencia constante en cabeza, muchas veces rompiendo la carrera, para absolutamente nada.

Estaría bien que explicase, ya que no lo hizo en su biografía ni lo hará en la entrevista, lo que le pasa tras su fulgurante 1999 -acabó segundo en la Copa del Mundo-, y por qué abandona la lucha por las generales de las vueltas, obsesionandose únicamente con rendir bien y su Amstel Gold Race. No lo hará. Como siempre fue un desastre tácticamente, su confesión también será "intermitente": tendrá que ir haciendo addendas a medida que confiesen otros compañeros, quedando reflejado como lo que siempre ha sido. Un mentiroso.
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Hoy comienza una Tirreno-Adriático que, cuando hagamos balance a final de año, habrá sido la segunda carrera con mejor participación tras el Tour. Y encima los favoritos tienen ganas de batalla. Dos etapas con más de 230 km., subida al paso Lanciano -ojalá se pueda, porque está nevadísimo- y Froome, Evans, Contador y Nibali, entre otros, en liza.
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En la París-Niza las dos primeras etapas han decepcionado. En la primera vimos en fuga a Romain Sicard, que está finísimo, a pesar de que el recorrido era llano a no más poder. Inexplicablemente, se descolgó de sus dos compañeros de fuga. Al mismo tiempo, el esloveno fichado por los vascos abandonaba quedándose en el llano. Al parecer, ambos estan malitos del estomaguito y por eso colaron a Sicard en la fuga: para que pudiese circular con ventaja y no descolgarse del pelotón para entrar fuera de control.

Lo que no han explicado es porque los dos corredores tienen cagalera, seguramente por la nueva alimentación inteligente del gurú Mujika. La alimentación inteligente de Sicard, que hace dos años se rumoreó cosas feísimas de él, y que las ha confirmado estando exactamente dos años desaparecido. Desde luego, muy inteligente.

La etapa la ganó al sprint Bohuanni, el joven sprinter francés que no luce publicidad en su maillot de campeón nacional. También obtuvo el liderato, que perdió ayer mismo por una absurda caída en medio de una etapa con huelga de piernas caídas en el pelotón, dicen que porque había más de 200 km. de recorrido y les parecía mucho. A saber: es otra vergüenza para este deporte, que no se puede vender así.

Sin otra competencia deportiva en el martes, todos los bares y sitios de ocio que programan televisión tenían sintonizado el ciclismo, aunque sólo fuese por la inercia de poner Teletenis y su programación. Los ciclistas regalaron ese espectaculo de ir hablando en cabeza hasta que quedaban 20 km. a meta. Ahí se impuso Kittel por bici y media de ventaja.
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El diario As junta a cuatro corresponsales deportivos extranjeros en España  para que hablen de nuestros problemas con el dopaje. Atención: son cuatro de fuera que viven aquí, muchas veces conchavados con los periodistas locales. Dicen cositas de perogrullo, pero lo que hay que destacar es que esas cosas no las dice ningún periodista de aquí. Ninguno. Debe ser que ahí fuera tienen poderes especiales. 

"El retrato es duro, pero debería ser catártico". Lo escribe uno que en cuanto pueda se irá de cuchipanda con sus colegas en Marca o El Mundo. Y miren quien aparece en la foto con los cuatro corresponsales: Monchito, el de "el ciclismo ha contaminado a otros deportes". Aparece sonriendo, porque carece de vergüenza alguna. La misma que ha hecho que no publicase ni una mínima relación entre Xabi Alonso y la exclusiva de su periódico con Badiola y RSOC. Ni el a título personal, ni ninguno de los periodistas que dirige. Ya es casualidad. Será que ahí dentro tienen temas especiales, de los que no se tocan. "El retrato es duro" porque en un retrato se muestra la cara, que la teneis de mármol.
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(relacionado con lo anterior) un redactor de este mismo periódico, que se apunta medallas a título de empresa y a título individual de su supuesta lucha contra el dopaje, tiene esta reacción ante la confesión de Boogerd:
Si en Holanda están cantando es en gran medida por la presión de la prensa, con varios medios escritos y de la tele indagando, preguntando y arrojando luz donde antes sólo había oscuridad y mirar hacia otro lado. A Juan Gutiérrez lo de Boogerd  (y ojo al uso del plural, eh) "no nos pilla por sorpresa", mientras corredores que compitieron con el y llegaron a ganar el Tour viven en el retiro sin que nadie los incomode, como Carlos Sastre. No vaya a ser que nos de una sorpresa por sus vínculos con Holanda, ¿verdad?. 

Así es la prensa en España. Cualquier día admiten errores del pasado. Y quizás del presente.
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En breve llega la delegación del COI para evaluar la candidatura olímpica de #noaMadrid2020 y nuestro estado aconfesional agasaja a Sebastian Coe con la más alta distinción que puede dar un deportista, además de los títulos nobiliarios que reparte el Rey. Seguramente este medallón tiene que ver con los éxitos deportivos de COE, conseguidos hace tres décadas, y no con su importante papel actual en el COI.
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Este brillante artículo -por su concisión y contundencia- salió el lunes en la edición nacional de El País. Está bien que el diario capitolino dedique, de tanto en tanto, su atención a remotos parajes dejados de la mano de Dios como es el caso de Ponferrada. Les recomiendo su lectura como ciudadanos que son, y teniendo siempre en mente la locura del Mundial 2014 que se han empeñado en tener.

En ninguno de los medios locales se puede leer un atisbo de crítica al sistema de Mafia institucionalizada que rige esta comarca desheredada y decadente, por eso es tan necesario que medios de fuera lo digan de vez en cuando. Para el que quiera saber.


10 octubre, 2012

A temporada pasada

Tour Eiffel, Tour de Sky
Con la temporada concluída -algunos ciclistas todavía están en Pekín rascando puntos UCI en una farsa de competición- es momento de hacer balance parcial a partir de lo publicado en enero, como viene siendo habitual en este modestísimo blog. Para entender este post es necesario leer el anterior enlace, como en las telenovelas.

Pozzato: "o asoma de nuevo la cabeza este año, o se verá abocado a una retirada prematura" Asomar asomó, especialmente en el Tour de Flandes -segundo, batido por Boonen-, pero ya antes y después vino su habitual retahíla de caídas. En junio se supo su especial relación de años con Ferrari, lo que le costó los JJ.OO, y no ha vuelto a hacer nada. Dicen que el próximo año lo quiere el Lampre, un equipo tan birrioso en este 2012 que va a tener entrada aparte.

Fuglsang: no he podido clavar mejor el ciclista y su trayectoria. Se quejó de la fusión Leopard-RadioShack, y la ha sufrido en su piel: se perdió el Giro por una inoportuna lesión, y fue excluído del Tour por decisión personal de Bruyneel al haber anunciado que se iba del equipo. Corrió y ganó la Vuelta a Austria, ha fracasado en todo lo demás que le dejaron correr.

Geraint Thomas: el talento galés corrió el Giro -y acabó segundo en el prólogo y la crono del último día- porque su objetivo de la temporada eran los JJ.OO de pista, repitiendo la temporada de 2008. Volvió a ganar el oro en persecución por equipos, pero después apenas ha vuelto a competir. ¿Temporada perdida? Probablemente. Y probablemente no haya espacio para más en el Sky, como ha comprobado en sus carnes Cavendish.

Taaramae: feo asunto. Al principio de la temporada, donde había empezado muy fuerte, dijeron que tenía la mononucleosis. Debió ser una cepa débil, porque llegó al Tour, donde sólo brilló -y de qué manera- en La Planche des Belles Filles. El resto de la carrera, a remolque. Como toda la temporada, básicamente perdida cuando había espacio para el salto.

Tony Martin: ¡me estoy dando cuenta que he gafado a todos! El alemán se cayó brutalmente entrenando en primavera, tras haber sido 5º en País Vasco. Volvió en un mes y ganó la Vuelta a Bélgica, pero en el Tour se cayó varias veces. Logró la plata en los JJ.OO y revalidar el título de campeón del mundo CRI, y hoy mismo ha ganado fugado la etapa del Tour de Pekín, pero su temporada se ha visto condicionada por las caídas.

Kittel: el alemán ha ganado 13 carreras, pero salvo el GP L´Escaut, todas menores. Debutó en el Tour pero se cayó a las primeras de cambio, dejando a su equipo -todos los otros ocho corredores eran lanzadores- a merced del viento. Salvo la etapa de la Vuelta 2011, sigue sin ganar en grandes citas, y en el equipo ya han dicho que el próximo al Tour va Degenkolb.

Visconti: un desastre anunciado, un corredor lamentable. Va de estrella y es un estrellado. Ha ganado una única carrera -la clásica de Primavera-, y porque se la regaló Valverde. Fracaso en clásicas, fracaso en el Giro, el equipo lo ha dejado sin correr carreras en las que aspiraba a hacer algo, y ha terminado la temporada ayudando a Nairo Quintana a ganar el Emilia. Un gran fichaje de los navarros.

Dani Moreno: siete victorias (etapa en Andalucía, GP Indurain, 2 etapas en Dauphine, 2 etapas y general de Burgos), gran gregario de J. Rodríguez en País Vasco, Ardenas, Giro y...bueno, en la Vuelta, donde amarró ser quinto de la general mientras su líder perdía la carrera por falta de compañeros. Siempre se reserva algo para sí mismo. Y un dato curioso: terminó su primer ciclo ganando la última etapa de Dauphiné en junio, y volvió dos meses después a la competición ganando la primera etapa de Burgos. Es que es muy bueno, por eso se peina así.

Gesink: otro gafado. El charlatán Antonio Alix dijo que era su favorito para el Tour, y así ha acabado: estrellado, como siempre. En la Vuelta acabó 6º y ganó la Vuelta a California, pero se puede hablar de otro año más a la mierda, y van demasiados.

König: ¿quien? al final no fue ni al Giro, y a su equipo lo invitaron precisamente por su concurso. Ganó una etapa en el Tour de Gran Bretaña.

Sicard: el nuevo Aurelien Passaron ya no disimula nada. Es un ciclista romo, incapaz de una mínima acción destacada. Debutó en una grande en la Vuelta, y como si hubiese seguido en su casa. La extraña lesión de rodilla de 2011 parece dar razón a los rumores de entonces que decían que era otra cosa. Por cierto, hay jóvenes franceses que ya están haciendo grandes cosas, mientras Sicard sigue haciendo calceta. Y encima largan del equipo a Txurruka.

Valls: yo no se que le ven a este corredor. Fue con el Vacansoleil al Tour y apenas se supo de él (41º final, al menos no se dejó llevar). Salió también en la Vuelta y acabó abandonando tras cerrar el pelotón muchos días. El próximo año hará pareja con Rujano, algo que me parece muy apropiado.

Porte: el talento australiano ha demostrado que la fórmula Sky le sienta muy bien. Ganó Algarve y ha sido parte fundamental en el tren Sky que ha ganado París-Niza, Romandía (4º final), Dauphiné (9º) y Tour (34º, 5º en la crono del penúltimo día). No contento con eso, fue a la Vuelta a tirar de Froome y fue 6º en la crono de Pontevedra y 2º en la Bola del Mundo. El nuevo Tyler Hamilton.

El BMC, como era de esperar, se ha estrellado en las clásicas y prácticamente el resto de la temporada: un Evans desconocido, Hushvod sin competir, Van Avermaet no ha ganado ni una carrera, el muy conocido año de Gilbert...; y Bruyneel ha fracasado miserablemente como director en el RadioShack-Leopard, al mismo tiempo que se conocía parte de sus vergüenzas.

Insisto en que este año parece que haya puesto el gafe en los corredores que escogí en enero, pero no era esa la intención.
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Phillipe Gilbert, muy contento en su remozada página web con el maillot de campeón del mundo. Ese juego de sombras hace que se vea lo contento que está, a la altura de la entrepierna.
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Ekimov, nuevo manager y director deportivo del Katusha. E-ki-mov. El doble campeón olímpico en CRI (Sidney 2000 y Atenas 2004) y conocedor de todo el entramado Armstrong no parece la persona más adecuada para hacer olvidar a Holczer....
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Albert Soler, el que fuera efímero presidente del CSD y delfín de Lissavetzky, también tuvo sus asuntillos con Urdangarín y el instituto Noos...será que su relación con el deporte venía bautizada....espero que todo esto trunque su nada disimulada carrera política de trepa.

17 enero, 2012

Una atención especial para...

                                                                                  Con algunos ciclistas ya rodando por Australia en ese criterium continuo que es el Down Under (etapas de apenas 100 kms., circuitos urbanos, 45º grados de temperatura) en algo que parece ciclismo, muchos ya dan por comenzada la temporada. Así, como todos los años en este vetusto y modesto blog, repasemos algunos corredores que, o bien se encuentran en una encrucijada de sus carreras, o bien tienen que empezar a descollar. En el fondo viene a ser lo mismo: corredores a los que seguir con especial interés a lo largo de la temporada. Fuera de Australia, claro.

Pozzato: un clásico de esta sección, y lo será siempre. El atribulado italiano ha pasado al modesto Farnese, que con este fichaje ha conseguido ser invitado en carreras muy prestigiosas. Il Principe sale de una temporada nefasta y una trayectoria descendente a la luz de todos; sin embargo, sigue siendo (potencialmente) uno de los mejores rematadores del mundo en un amplio abanico de carreras. O asoma de nuevo la cabeza este año, o se verá abocado a una retirada prematura.

Fuglsang: el danés, que en 2011 siguió creciendo (cuarto en Amstel, pero especialmente la primera mitad de la Vuelta, cuando parecía que podía luchar por el podio viniendo del Tour) manifestó su descontento con la fusión Leopard-RadioShack, porque le quitaba espacios. Sin embargo, no se ha movido. ¿Seguirá queriendo ser gregario en las citas más importantes del año?

Geraint Thomas: este maravilloso corredor, que domina todos los palos (pavé, sprint, crono) se desveló en el Tour como un potencial escalador y, para los que saben de esto, como aspirante a metas muy, muy altas, y todo gracias a su fuga en el Tourmalet, donde lo dio todo persiguiendo a Jeremy Roy. Si, una de esas etapas de ciclismo donde ninguno ganó, pero donde hubo más espectáculo que los 500 últimos metros que propone la Vuelta. En su equipo tiene espacio para crecer, especialmente en las clásicas, donde compite junto al caduco y quejumbroso Flecha.

Taaramae: acabó el 12º el Tour (incluyendo un 8º puesto en la etapa del Galibier, un resultado al alcance de poquísimos corredores), luchando por el maillot blanco. Vino a la Vuelta y ganó en La Farrapona. Tiene 25 años, sube como un ángel esforzado -pero un ángel-  y va bien contra el crono. Con un destino predestinado, estaría bien que este año obtuviese una bonita victoria ante los mejores del pelotón: puede y debe tener fuerzas para llegar. Y, en todo caso, su edad le da margen para fallar todo lo que quiera.

Tony Martin: tras una temporada de ensueño dentro de su especialidad contra el reloj y fuera (victoria final en P-N, por ejemplo), el alemán se va como jefe de filas en grandes vueltas (y en pequeñas) al Quick Step, un equipo que nunca ha tenido un rol así y que también ha fichado a Leipheimer y P. Velits, no se sabe si para arroparlo o por si se vuelve a quedar en el primer puerto duro-duro. Sigue siendo incapaz de pasar la gran montaña, pero se empeña en hacer cambiar su naturaleza: irá al Tour con el freno de mano puesto pensando en los JJ.OO, una auténtica religión en Alemania, y más en Alemania del Este, de donde procede. Veremos que tal le sale el año.

Kittel: el alemán consiguió el año pasado un récord de los que no se olvida. Es el neoprofesional más exitoso de la historia al haber debutado con nada menos que ¡17 victorias!, incluyendo la general de una vuelta en Holanda y una etapa en la Vuelta a España, además de cuatro en la Vuelta a Polonia, ambas WorldTour y ante parte de los mejores sprinters del mundo. Sigue en el Skil (que ha cambiado al imposible nombre de It4i) y es de esperar que no gane tanto, pero también puede ganar mejor.

Visconti: tres años después el italiano vuelve a un gran equipo, el sorprendente Movistar. Sorprendente porque nunca han tenido un corredor de sus características y nacionalidad, y porque tendrá que encontrar su espacio entre Valverde, Ventoso, Lastras y Rojas. Lo más seguro es que lo especialicen en el calendario italiano. También es probable que no aguante mucho en el equipo. Veremos.

Dani Moreno: competirá con 31 años y un caché creciente. El caso de Moreno es el del enésimo corredor español que va mejorando a través de un camino tortuoso y no muy esperanzador. El año pasado hizo un temporadón trabajando de gregario siempre, y aún así colándose en el top-ten de grandes carreras, clásicas y vueltas de tres semanas. O estalla, o revienta.

Gesink: este año el Rabobank, tras la brillante experiencia de los españoles en 2011, sólo ha fichado a Mark Renshaw, el sprinter-lanzador de Cavendish. Gesink, que fracasó en gran parte del año, ha visto como su espacio natural en el equipo se ha visto acortado por la espléndida eclosión de Kruijswik y Mollema. Él parece mejor, pero también se cae de una manera alarmantemente frecuente. Un año decisivo para ver qué corredor va a ser.

Leopold König: el brillante checo tendrá la ocasión de disputar el Giro de Italia, tras la invitación cursada a su equipo, en gran parte por la proyección de este talento. Escalador de raza, al que es una maravilla ver subir, acabó segundo en Austria, tercero en L´Ain y quinto en Gran Bretaña. Tiene 24 años y todos los ojos encima.

Romain Sicard: tras perderse todo el año pasado por una lesión de esas ignotas, y con extraños rumores en los que no queremos creer, el vascofrancés fue pillado borracho al volante. Su equipo lo respalda, pero nadie respalda a su equipo: nadie con dinero y nadie con dos dedos de frente. Se la juega esta temporada, y se juega ser alguien que cuenta o el nuevo Aurelien Passaron.

Rafael Valls: el supuestamente talentoso valenciano ha firmado un 2011 de pena, pese a lo cual ha fichado por el Vacansoleil. Si, si: el mismo equipo que fichó a Mosquera y Riccò hace justo un año. Ahí va a encontrar un ambiente donde será el único español en una plantilla de 29 corredores, y con las mismas características que los emergentes De Gent (mucho ojo) y Poels. Otro que estalla, o revienta, o dura un año.

Richie Porte: tras su increíble debut en 2010, el año pasado se tiró en el carro de Contador todo el año. ¿Resultado? Paso al Sky, y no al GreenEdge australiano. En el Sky no hay muchos espacios (Wiggins, Thomas, Urán, Froome, Rogers, Lovkvist, Cavendish y su tren), salvo que se especialice en el calendario italiano-español. Se juega quedarse en un buen contrarrelojista, cuando parece que da para más.

En el capítulo general, será sumamente interesante seguir la previsible explosión interna del superBMC en las clásicas ( Gilbert, Hushvod, Ballan, Van Avermaet) y el desempeño de Bruyneel guiando a los Schleck y a Cancellara. Nos vemos a final de temporada con estos mismos nombres, y a ver que ha sido de ellos.
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El Farnese Vini, invitado al Tour de Flandes junto a otros equipos de poca monta: la de puertas que abre Pozzato. Esperemos que aproveche su (última) oportunidad.
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La España profunda de la pandereta, en este caso de la gaita. Cangas de Onís, diminuta villa asturiana con grandes aspiraciones, ¡quiere albergar una etapa del Tour!, cuando dista 500 kms. de la frontera francesa. ¿500.000 euros? Eso no es problema. ¿Apoyos? Preguntamos a los ciclistas, que en estas cosas son ecuánimes y objetivos, igual que si preguntas a un motero sobre asfaltar una playa. Toda la noticia huele a petromocho, especialmente la última frase, pero da miedo eso del "director general de Política Deportiva del Principado de Asturias, Marcos Niño, gran aficionado por cierto al ciclismo, ya se ha informado, el cual ha mostrado gran interés por el proyecto", aparte del horror gramatical. Considerando lo que gusta la pandereta, la gaita y el grandonismo en los que rigen las políticas públicas en Asturias, a lo mejor ese "sueño" del que habla el titular se convierte en realidad. Mientras tanto, dejemos que muera la Vuelta a Asturias. Hay que defender "lo nuestro".
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Gómez Peña, bien conocido por sus fechorías, es capaz de construir una crónica de inicio de temporada cargando toda la culpa en la lentitud de la justicia. Como es Gómez Peña, el mismo que atacaba vilmente a Manzano por el simple hecho de hablar de lo que sabía y había experimentado, no dice en ningún momento que gran parte de ese retraso se debe las increíbles técnicas dilatorias que utilizan los abogados de Valverde y Contador, las figuras de su devoción. Sin ánimo de ser exhaustivos, me salen una máquina de la verdad, un recurso al Tribunal Constitucional suizo, un peritaje vacuno y el ocultamiento interesado de una bolsa de sangre perfectamente identificada. Gómez Peña pide rapidez, y en estos dos casos se podía haber aplicado inmediatamente: positivo y sanción tiene que ir parejos; bolsa de sangre y sanción también. Gómez Peña sabe cómo y lo escamotea al lector: mejor presentar a sus dos bienamados como víctimas de la justicia.

Después dice López-Egea, el colega suyo de El Periódico, que ataco gratuitamente a sus compañeros;  no, no: se descalifican ellos solos. Vosotros solos. Y si, lo hago gratuitamente, sin pedir nada a cambio, simplemente un poco de decencia en el ejercicio de vuestra profesión.