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10 octubre, 2012

A temporada pasada

Tour Eiffel, Tour de Sky
Con la temporada concluída -algunos ciclistas todavía están en Pekín rascando puntos UCI en una farsa de competición- es momento de hacer balance parcial a partir de lo publicado en enero, como viene siendo habitual en este modestísimo blog. Para entender este post es necesario leer el anterior enlace, como en las telenovelas.

Pozzato: "o asoma de nuevo la cabeza este año, o se verá abocado a una retirada prematura" Asomar asomó, especialmente en el Tour de Flandes -segundo, batido por Boonen-, pero ya antes y después vino su habitual retahíla de caídas. En junio se supo su especial relación de años con Ferrari, lo que le costó los JJ.OO, y no ha vuelto a hacer nada. Dicen que el próximo año lo quiere el Lampre, un equipo tan birrioso en este 2012 que va a tener entrada aparte.

Fuglsang: no he podido clavar mejor el ciclista y su trayectoria. Se quejó de la fusión Leopard-RadioShack, y la ha sufrido en su piel: se perdió el Giro por una inoportuna lesión, y fue excluído del Tour por decisión personal de Bruyneel al haber anunciado que se iba del equipo. Corrió y ganó la Vuelta a Austria, ha fracasado en todo lo demás que le dejaron correr.

Geraint Thomas: el talento galés corrió el Giro -y acabó segundo en el prólogo y la crono del último día- porque su objetivo de la temporada eran los JJ.OO de pista, repitiendo la temporada de 2008. Volvió a ganar el oro en persecución por equipos, pero después apenas ha vuelto a competir. ¿Temporada perdida? Probablemente. Y probablemente no haya espacio para más en el Sky, como ha comprobado en sus carnes Cavendish.

Taaramae: feo asunto. Al principio de la temporada, donde había empezado muy fuerte, dijeron que tenía la mononucleosis. Debió ser una cepa débil, porque llegó al Tour, donde sólo brilló -y de qué manera- en La Planche des Belles Filles. El resto de la carrera, a remolque. Como toda la temporada, básicamente perdida cuando había espacio para el salto.

Tony Martin: ¡me estoy dando cuenta que he gafado a todos! El alemán se cayó brutalmente entrenando en primavera, tras haber sido 5º en País Vasco. Volvió en un mes y ganó la Vuelta a Bélgica, pero en el Tour se cayó varias veces. Logró la plata en los JJ.OO y revalidar el título de campeón del mundo CRI, y hoy mismo ha ganado fugado la etapa del Tour de Pekín, pero su temporada se ha visto condicionada por las caídas.

Kittel: el alemán ha ganado 13 carreras, pero salvo el GP L´Escaut, todas menores. Debutó en el Tour pero se cayó a las primeras de cambio, dejando a su equipo -todos los otros ocho corredores eran lanzadores- a merced del viento. Salvo la etapa de la Vuelta 2011, sigue sin ganar en grandes citas, y en el equipo ya han dicho que el próximo al Tour va Degenkolb.

Visconti: un desastre anunciado, un corredor lamentable. Va de estrella y es un estrellado. Ha ganado una única carrera -la clásica de Primavera-, y porque se la regaló Valverde. Fracaso en clásicas, fracaso en el Giro, el equipo lo ha dejado sin correr carreras en las que aspiraba a hacer algo, y ha terminado la temporada ayudando a Nairo Quintana a ganar el Emilia. Un gran fichaje de los navarros.

Dani Moreno: siete victorias (etapa en Andalucía, GP Indurain, 2 etapas en Dauphine, 2 etapas y general de Burgos), gran gregario de J. Rodríguez en País Vasco, Ardenas, Giro y...bueno, en la Vuelta, donde amarró ser quinto de la general mientras su líder perdía la carrera por falta de compañeros. Siempre se reserva algo para sí mismo. Y un dato curioso: terminó su primer ciclo ganando la última etapa de Dauphiné en junio, y volvió dos meses después a la competición ganando la primera etapa de Burgos. Es que es muy bueno, por eso se peina así.

Gesink: otro gafado. El charlatán Antonio Alix dijo que era su favorito para el Tour, y así ha acabado: estrellado, como siempre. En la Vuelta acabó 6º y ganó la Vuelta a California, pero se puede hablar de otro año más a la mierda, y van demasiados.

König: ¿quien? al final no fue ni al Giro, y a su equipo lo invitaron precisamente por su concurso. Ganó una etapa en el Tour de Gran Bretaña.

Sicard: el nuevo Aurelien Passaron ya no disimula nada. Es un ciclista romo, incapaz de una mínima acción destacada. Debutó en una grande en la Vuelta, y como si hubiese seguido en su casa. La extraña lesión de rodilla de 2011 parece dar razón a los rumores de entonces que decían que era otra cosa. Por cierto, hay jóvenes franceses que ya están haciendo grandes cosas, mientras Sicard sigue haciendo calceta. Y encima largan del equipo a Txurruka.

Valls: yo no se que le ven a este corredor. Fue con el Vacansoleil al Tour y apenas se supo de él (41º final, al menos no se dejó llevar). Salió también en la Vuelta y acabó abandonando tras cerrar el pelotón muchos días. El próximo año hará pareja con Rujano, algo que me parece muy apropiado.

Porte: el talento australiano ha demostrado que la fórmula Sky le sienta muy bien. Ganó Algarve y ha sido parte fundamental en el tren Sky que ha ganado París-Niza, Romandía (4º final), Dauphiné (9º) y Tour (34º, 5º en la crono del penúltimo día). No contento con eso, fue a la Vuelta a tirar de Froome y fue 6º en la crono de Pontevedra y 2º en la Bola del Mundo. El nuevo Tyler Hamilton.

El BMC, como era de esperar, se ha estrellado en las clásicas y prácticamente el resto de la temporada: un Evans desconocido, Hushvod sin competir, Van Avermaet no ha ganado ni una carrera, el muy conocido año de Gilbert...; y Bruyneel ha fracasado miserablemente como director en el RadioShack-Leopard, al mismo tiempo que se conocía parte de sus vergüenzas.

Insisto en que este año parece que haya puesto el gafe en los corredores que escogí en enero, pero no era esa la intención.
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Phillipe Gilbert, muy contento en su remozada página web con el maillot de campeón del mundo. Ese juego de sombras hace que se vea lo contento que está, a la altura de la entrepierna.
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Ekimov, nuevo manager y director deportivo del Katusha. E-ki-mov. El doble campeón olímpico en CRI (Sidney 2000 y Atenas 2004) y conocedor de todo el entramado Armstrong no parece la persona más adecuada para hacer olvidar a Holczer....
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Albert Soler, el que fuera efímero presidente del CSD y delfín de Lissavetzky, también tuvo sus asuntillos con Urdangarín y el instituto Noos...será que su relación con el deporte venía bautizada....espero que todo esto trunque su nada disimulada carrera política de trepa.

23 julio, 2012

Con el futuro del pasado

Por ahí va el futuro del ciclismo
Las tres últimas etapas del Tour fueron para el mismo equipo que cuenta entre sus filas con el primero y el segundo de la general. Podían haber sido cuatro etapas seguidas, pero como los dos mejores corredores de la carrera se pusieron a interpretar su particular Pimpinela el jueves en los Pirineos, Valverde pudo ganar su etapita.

En total se han llevado seis etapas. No se recuerda un dominio así desde que irrumpió la EPO en el pelotón, la sustancia que alteró este deporte hasta la médula. Lo más curioso es que el equipo autor de este dominio se vende como limpio, e incluso como el futuro del ciclismo.

Si el futuro del ciclismo es colocar a jefe de filas y gregario como primero y segundo de la general tras dos semanas, ganar seis etapas y tener a alguien como Boasson Hagen tirando 150 km. en etapas de montaña, meterse en sprints e ir escapado el antepenúltimo día, mal vamos.

Pero bueno, a nadie parece importarle mucho ese "mal vamos" que se ha convertido en la coda necesaria para este deporte. Wiggins, el ganador de este Tour, es muy bien recibido por todos porque abre el mercado inglés -de hecho, se diseñó el recorrido a su beneficio-, tiene varias historias que enganchan con el periodismo (incluyendo un padre pistard que ocultaba las anfetas de los setenta en sus pañales) y hasta le llaman Le Gentleman, a pesar de decir canalladas sobre los que no nos creemos su éxito.

Porque no es sólo el Tour: al conquistar la carrera francesa Wiggins logra una temporada sin comparación posible, al haber ganado desde enero París-Niza (1 etapa), Tour de Romandía (2 etapas), Dauphiné Libere (1 etapa) y Tour (2 etapas), más el muy probable oro olímpico en CRI dentro de diez días, una temporada a la altura de las más brillantes de la historia del ciclismo. Ha ganando prácticamente todo en lo que ha salido a competir, con excepción del preparatorio en Algarve y la Volta, donde abandonó por el mal tiempo.

Los necesarios propagandistas de este deporte sin remedio saludan al nuevo campeón, uno que era incapaz de subir una montaña siquiera en el tercer grupo de favoritos hasta 2009, donde sorprendentemente acabó 4º en el Tour. Por entonces, la razón era que había perdido 8 kg. Ahora es que entrena mucho, como si el resto de corredores no lo hiciese. O que las bicis tienen rodamientos de cerámica. Todo vale, ya lo saben.

Su segundo de a bordo ha quedado a 3´21", pero con casi 3´ sobre el tercero. Se han movido en otra galaxia. También aquí todo perfectamente normal para los entendidos del ciclismo, que hoy llenan sus crónicas de elogios y, por poner una pincelada de color en el discurso esperanzador, que quizás la carrera ha sido un poco aburrida.

¿Ganando un mismo equipo con seis minutos de diferencia sobre el primero de los extraños, que jamás recortó tiempo? Es algo más que aburrido: es apisonador. Froome, el segundo, también lo fue en la Vuelta a España de 2011, cuando nadie contaba con el. De repente, en un giro que no hemos visto, salió después de varios años un competidor excepcional. Salió de la chistera. Por lo de chiste.

Nibali, el tercero, hizo lo que pudo: alguna de sus mejores cronos, en La Planche des Belles Filles una de sus mejores subidas, y ataques sin mucho futuro. No abundan los italianos en el podio del Tour: en los últimos 22 años sólo cuatro nombres (Bugno, Chiappucci, Pantani, Basso), y anteriormente estuvieron 20 sin subir a ningún hombre.

Lo del siciliano es digno de encomio: ha conseguido subir al podio de las tres grandes con 27 años (e incluso ganar la Vuelta con 25) y utilizando armas clásicas, o no demasiado exageradas. Sin embargo, es una excepción en su país, que en los 4 últimos Tour ha ganado dos etapas (Petacchi, en 2010) y que ha tenido una presencia residual en carrera, ni siquiera en las fugas.

Cuarto Van den Broeck a 10´15", una distancia insalvable. Es la mejor posición de un belga en el Tour en tres décadas, que se une al podio de De Gendt en el reciente Giro, con similares registros históricos. Atacó varias veces, pero es un corredor que sólo aparece para el Tour y el Tour, con el nivel médico-deportivo registrado este año, queda muy lejos.

Quinto Van Garderen, un extraordinario resultado difícilmente pronosticable en la salida de Lieja. Al americano se le ha subido un poco a la cabeza y ha dicho que ganará la carrera en un futuro no muy lejano. Ese tipo de declaraciones suelen ir en contra de quien las pronuncia, y abundan los ejemplos en la historia del ciclismo. Muy fuerte en montaña, pero aún más en contrarreloj, gana el maillot de mejor joven y coge el entorchado del ciclismo yanki para las grandes vueltas.

Sexto Zubeldia, el corredor de 35 años y tres-cuatro victorias de profesional, que cuando quedó segundo en el Dauphine del año ¡2000! se anunciaba como el nuevo Indurain. Su principal valor es la resistencia, característica que ya se conocía, a la que ha añadido un certificado médico por una arritmia sobrevenida este mismo año, conocida hace dos días. Ha hecho las mejores cronos de su vida en el Tour de este año.

Su equipo se lleva la clasificación por equipos por apenas 6 minutos sobre el Sky, pero jamás han corrido como un equipo, simplemente como una suma de individualidades, donde quien más ha destacado ha sido F. Schleck con su sonoro positivo. Cayó Schleck y Zubeldia el resistente empezó a flaquear en todos los puertos, igual que cuando cayó Di Gregorio del Cofidis, su compañero Taaramae -impresionante en Les Belles Filles-, también con problemas de salud poco antes del Tour, desapareció. ¡Qué tendrán los equipos!

El caso de Evans podría ayudar: el defensor del título en el Tour se disolvió en la parte final de la carrera, cayendo a un deshonroso 7º puesto. Si bien hay defensores del título mucho peores (los dos españoles: Induráin en 1996 11º, Sastre en 2009 17º), sorprende ese despeñamiento de Evans por cómo se ha producido ("dolores estomacales") y por el ascenso de su gregario Van Garderen, que ni lo esperaba en situaciones de pinchazo.

De rueda, claro. Vale que el australiano tiene 35 años, pero se había presentado al Tour sin mucha competición y batallando mucho en la dos primeras semanas. Le habrá afectado el mismo mal que a Hushvod -temporada en blanco, tras un 2011 prodigioso- o Gilbert, que lleva un año sin ganar y es una sombra del corredor que fue. ¡Qué tendrán los equipos!

Rolland, octavo, también puede hablar mucho de su Europcar, ganador de tres etapas, una suya, tras una cabalgada por los Alpes donde en el último puerto, en vez de flaquear, iba aún más rápido. Su equipo también padeció importantes problemas de salud colectivos antes de la carrera. Dicen que el futuro del ciclismo (otra vez) pasa por él, pero en este Tour también ha emergido el corredor del Franco-Condado Thibaut Pinot.

El más joven del Tour termina décimo, gana la etapa de Porrentruy, y brilla tanto en Alpes como en Pirineos, atacando y llegando con buen sprint a la meta. 22 años. ¿Saben qué? No iba a correr el Tour fue llamado a última hora. Lo pondré de nuevo: no iba a correr el Tour y fue llamado a última hora. Y ha hecho este Tour que ha hecho. No se ustedes, pero creo que hay un patrón que se repite.

Sagan gana el maillot verde en su primer Tour, también con 22 años, más tres etapas, tres segundos puestos y un dominio de la bicicleta y de las situaciones portentoso. De hecho, se puede decir que la mejor etapa del Tour es la que ganó en Seraing, la primera. Sólo otro corredor más joven que Sagan había ganado el maillot verde en su primera participación, nada menos que Walter Planckaert en los sesenta. Por último, la montaña fue para Voeckler, que dice que no se había marcado ese objetivo en la salida. 


Ha sido un Tour muy malo, con etapas muy buenas pero que no eran las decisivas, y lo ha sido en gran medida por el extraordinario dominio del conocido como UkPostal, en homenaje al UsPostal, al que ha mejorado en todos sus registros de arrogancia, si eso era posible. El futuro del ciclismo, dicen. Pues se parece bastante al pasado, el más reciente. 
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Con tanto baile de nombres hacia el Astana (se habla de los Schleck, Nibali, Froome), Kreuziger ha decidido acabar sus dos decepcionantes años con los centroasiáticos y ficha por el Saxo Bank.
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"A Madrid no le salen las cuentas olímpicas"  es el titular de una noticia que se ha hecho mucho de esperar en el periódico, porque los mimbres para titular así existen desde hace años. Celebremos pues la entrada en cordura de un medio de información todavía influyente que se deja muchas veces seducir por la pompa y el boato de los macroeventos deportivos, trascurando su necesaria función crítica sobre los mismos.

24 marzo, 2012

Por un mísero tubular

El ganador se llevó el beso de la azafata
No fue sólo un momento, sino todo el largo llano desde el último muro de la espectacular edición de la carrera E3 Harelbeke, este año honorada con el podio piú nobile de toda su historia reciente. Una edición que pasará a la historia por su resultado, con el campeón de campeones ganando y de segundo con alguien poco habitual del podio, salvo cuando es el primer lugar.

Harelbeke es un pequeño patrimonio de todos los aficionados al ciclismo. Conocido como el pequeño Tour de Flandes, la carrera tiene entidad propia suficiente y categoría como para que este año haya sido incluída en la máxima categoría de la UCI. Muchas temporadas es mucho mejor que su pariente mayor. Probablemente este año haya sido así, aunque sólo sea por el detalle no baladí de que no han dejado de lado la subida a Grammont.

La escapada del día tuvo a nueve corredores y se formó al paso por el Paddestrat cuando el Quick Step rebajó el cerrojazo que puso a la carrera en la primera hora y media. De esos nueve corredores tres eran del Farnese de Pozzato (Hulsmans, Gatto y Ascani), un equipo invitado por gracia de su ilustre jefe de filas y que, rememorando otros equipos invitados que acaban comiéndose todos los canapés, se manejaba con una soltura difícilmente esperable en algunos de los muros más famosos de las clásicas flamencas.

Ver para creer, porque Gatto -el último de los resistentes- llegó a circular escapado a 30 kms. de meta tras todo el día en fuga, y estamos hablando de alguien que parecía el enésimo muñeco roto del ciclismo italiano hasta que el año pasado ganó una etapa del Giro ante Contador. La ganó en buena lid, y no porque el TAS se la haya dado más tarde. Ahora resulta que es un clasicómano experto en el pavé.

En la escapada también iba Michael Morkov, danés compañero de Contador, que ya fue escapado en Sanremo y en A través de Flandes. Fue 13º en meta, un resultado muy notable habida cuenta de su desgaste durante la jornada. En las últimas tres pruebas que ha disputado suma  400 kms. de fuga, mientras su jefe de filas desconoce su nombre y que, mientras estaba fugado en Italia, tenía tiempo para poner un tweet de lo bien que se lo había pasado en un musical casposo y cutre la noche anterior. Por decirlo en pocas palabras: hay mucho más ciclismo fuera del solomillo, o este deporte supera a sus personajes más nefastos. La carrera de ayer fue un buen ejemplo, como casi siempre que hablamos de clásicas y pruebas de un día.

Boonen, como viene siendo habitual desde 2004, movió la carrera en los muros. En el Taainenberg, a 60 kms. de meta, subió a bloque y el único que aguantó el ritmo en primera instancia fue Van Marcke, su sucesor natural. Sin embargo, en esa primera embestida se vio que ayer era un día especial y los muros no hacían la misma selección que en otras ocasiones. En las posiciones delanteras se veían las nuevas caras (Sagan y un impresionante Degenkolb) y las más habituales, desde Ballan a Paolini, pasando por un centradísimo Freire.

El Paterberg tampoco hizo diferencia alguna, y todo quedó para el Oude Kwaremont, ese muro enlazado de 2´2 kms. que suele ser la piedra de toque para ver si uno vale para las clásicas o no. Gatto seguía escapado y, aunque Cancellara intentó hacer de las suyas -ya había sufrido un par de pinchazos y caídas- acabó relegado por un problema mecánico, uno de esos que tanto le pasan a este corredor extraño y exagerado.

En el tramo llano tras la subida fue arrolado por Carlos Barredo, ese ciclista, al que han llamado de todo sus compañeros por twitter. El propio Cancellara lo ha llamado looser, que es algo muy feo y muy poco ajustado a la realidad, porque no abarca toda la esencia del corredor asturiano. Roulston, mamporrero de Cancellara, ha dicho que ayer había gente en el pelotón que no sabía andar en bici. Barredo se ha roto un hueso y estará fuera del pelotón algún tiempo.

Cancellara, fielmente ayudado por su coche de equipo, consiguió enlazar con los favoritos, que iban en un pelotón muy numeroso, yo creo que el más numeroso que ha visto esta clásica en las últimas décadas. A pesar de que el fiel Chavanel y Murayev iban escapados, estaba muy claro que el desenlace de la carrera iba a ser al sprint. Y qué sprint, porque estaban algunos de los corredores más rápidos del pelotón.

Yo no se ustedes, pero al ver a Freire en ese pelotón -primero una toma fugaz, su figura diminuta entre los nuevos ciclistas de gimnasio y ciencia, después la confirmación- arropado como pocas veces en su carrera por compañeros -Paolini y Spilak-, esos 25 kms. hasta llegar a Harelbeke pasaron muy lentamente, en la seguridad de que iba a estar ahí para disputar la victoria.

Tras varios fuegos de artificio de flamencos olvidados -Hoste y Devolder-, se llegó al núcleo urbano de Harelbeke. Como dijo Eisel, tercero en la meta "todos iban muy cansados, a 1 km. de la llegada iba en cuarta posición y nadie ha intentado disputarme la posición". ¿Y qué pasa cuando ha sido una carrera muy disputada, cuando todos están cansados? Que lo que parece un sprint tipo gran vuelta por etapas acaba siendo un mano a mano entre los mejores, entre dos titanes.

Boonen lanzó el sprint muy lejos, casi como hizo en Het Volk, y Freire empezó muy tarde. El belga se impuso por apenas un tubular al tricampeón del mundo, que se ha quedado a las puertas de dar un campanazo inolvidable. Boasson Hagen, Sagan y otros corredores muy cacareados por jóvenes ni se metieron en la lid, y hay que buscarlos a partir del puesto décimo. Fue un sprint inolvidable entre dos campeones gigantescos, resuelto a favor del que jugaba en casa.

Porque decir Boonen y Harelbeke es decir lo mismo. El mejor corredor de todos los tiempos sobre adoquín ganó la carrera cuatro años seguidos (2004-2007), para después ser otras dos veces segundo y sin poder romper el empate a cuatro triunfos con Rik Van Looy. El empate se ha roto en la edición 2012, y Boonen lo ha hecho batiendo a Freire, el mismo que está empatado con Van Looy con tres campeonatos del mundo. No hay un podio con más prestigio que el de ayer en Flandes, y es difícil que lo haya.

Boonen se ha tomado venganza de la derrota en la Sanremo de 2010, donde Freire jugaba en casa. Quid pro quo. La pena es ese tubular de diferencia, o esos 10 ctms. más que hubiese necesitado el corredor único que ayer asomó la cabeza en un reino que no es el suyo -pero que en absoluto le es desconocido-, porque hubiese sido una victoria para recordar por los tiempos de los tiempos.

Yo sólo veo un ejemplo comparable: vale que Pozzato ganó aquí a Boonen en 2009, pero Pozzato no tiene el palmarés de Freire y es un corredor más del Norte que el cántabro. El único ejemplo comparable es el maravilloso triunfo de Bugno en el Tour de Flandes de 1994, cuando fuera de su terreno batió al sprint a Museeuw, Ballerini y Tchmil, los mejores corredores de pavé de su generación.

Sin embargo, no pudo ser en esta ocasión. Quedará como un bello recuerdo. Freire, muy contrariado en meta, dijo que se equivocó en el sprint porque no conocía la llegada (¡ay!, tantos años en el Rabobank y nunca lo trajeron por aquí, igual que nunca lo arroparon) y que no considera la carrera como una preparación a otros objetivos. Quería ganar y no ha podido. Le ha derrotado el mejor en su terreno. Y por un mísero tubular.

A Freire no le gustan nada los podios. En esta ocasión se rio bastante de que la azafata que entregó el trofeo a Boonen fuese una peculiar artista llamada Germania, salió con la gorra hacia atrás en estilo pandillero, evito ser regado por champán y ni miró la medalla que le dieron. Sin embargo, le sobran los motivos para estar orgulloso: corre para ganar, y es el primer español que lo logró en Flandes (Gante-Wevelgem 2008) y que todavía lo sigue haciendo. Con 36 años. Puede que con el tiempo haya otro Boonen, pero nunca habrá otro Freire. Nunca habrá otro podio en Harelbeke con cuatro mundiales, tres Sanremo, tres Roubaix y cuatro G-W representados. ¡Maldito tubular!
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Niki Terpstra, un buen corredor holandés, fichó por el Quick Step la temporada pasada tras toda una vida en equipos menores y bastante anonimato. Buen contrarrelojista y muy alto, estaba en una forma increíble -y con el maillot de campeón nacional- cuando una caída en los Tres Días de la Panne le dejó fuera de las clásicas que cuentan. Este año parece que está con la misma gasolina que todo el equipo, y el miércoles arrasó literalmente en A través de Flandes. Se escapó a 20 kms. de meta tras el Paterberg y llegó solo, después de que entre el y su compañero Chavanel hubiesen movido la carrera a su antojo y en todas y cada una de las subidas. Evidentemente, el francés del Quick Step fue el segundo de la carrera, prolongando un dominio en el calendario por parte de su equipo que trae las peores pesadillas de los tiempos más oscuros de este deporte.
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Kevin Van Impe, que este año había salido del Quick Step para recalar en el Vacansoleil de todas las salsas, se retira de improviso con sólo 30 años. Dice que no tiene la motivación suficiente. Suena muy raro, la verdad.Y más viendo como andan sus ex-compañeros y sus actuales compañeros.
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Parte de bajas. Taaramae, que había empezado muy potente la temporada y era de los máximos favoritos para la P-N -fracaso total-, resulta que tiene mononucleosis. Se pierde la temporada y a ver qué ciclista queda, porque es una enfermedad de la que no se vuelve a gran nivel. Julian Dean se ha roto el fémur y Fulgsang el esfoides, por lo que se pierde todas las Ardenas en las que tenía muchas ambiciones. En Harelbeke se rompieron huesos Millar y Barredo, y Gilbert anda penando por ahí porque dice que tiene una infección de dientes.
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Objetivo de Barredo para este año: "Disfrutar como lo hago de cada carrera". Tremendo. Yo soy su director y lo despido fulminantemente, pero bueno, dado que lo no hizo con sus ataques de globero -barrita energética en la boca incluído- en la pasada temporada y le parece todo muy bien, pues nada. En la entrevista hay las típicas lamentelle y excusas propias de este ciclista y de los ciclistas de su región. El periodista analfabeto de Marca (@Nachoabarga) escribe "Kruizbick" por Kruijswijk. Y así todo, todos los días. Qué pesadilla de periódico y de periodismo.
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López-Egea, que a grandes pasos se aproxima a niveles de abyeción y propaganda propios de El Mundo, es capaz de escribir una crónica sobre la etapa de la nieve en la Volta sin ¡una sóla crítica a la organización!. Y encima le pone firma. Son capaces de todo.
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Es increíble. Qué forma de defender a un tramposo patológico. Y vuelven a poner la misma (impagable) foto que en la ocasión de su "retirada" -ya estaba cumpliendo sanción por dopaje-.  ¿En Cantabria son tontos? Parece que sí. Y algunos les pagan por ello y que lo dejen escrito.
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¿Eres de Burgos y no tienes nada que hacer el lunes? Quizás te interese esta actividad.  ¿Eres español y te interesan los hitos de la decadencia de nuestro país, especialmente los simbolizados por la clase política, sus universidades de juguete y la sinvergonzonería descarada? Pues seguro que también te interesa la misma actividad.

17 enero, 2012

Una atención especial para...

                                                                                  Con algunos ciclistas ya rodando por Australia en ese criterium continuo que es el Down Under (etapas de apenas 100 kms., circuitos urbanos, 45º grados de temperatura) en algo que parece ciclismo, muchos ya dan por comenzada la temporada. Así, como todos los años en este vetusto y modesto blog, repasemos algunos corredores que, o bien se encuentran en una encrucijada de sus carreras, o bien tienen que empezar a descollar. En el fondo viene a ser lo mismo: corredores a los que seguir con especial interés a lo largo de la temporada. Fuera de Australia, claro.

Pozzato: un clásico de esta sección, y lo será siempre. El atribulado italiano ha pasado al modesto Farnese, que con este fichaje ha conseguido ser invitado en carreras muy prestigiosas. Il Principe sale de una temporada nefasta y una trayectoria descendente a la luz de todos; sin embargo, sigue siendo (potencialmente) uno de los mejores rematadores del mundo en un amplio abanico de carreras. O asoma de nuevo la cabeza este año, o se verá abocado a una retirada prematura.

Fuglsang: el danés, que en 2011 siguió creciendo (cuarto en Amstel, pero especialmente la primera mitad de la Vuelta, cuando parecía que podía luchar por el podio viniendo del Tour) manifestó su descontento con la fusión Leopard-RadioShack, porque le quitaba espacios. Sin embargo, no se ha movido. ¿Seguirá queriendo ser gregario en las citas más importantes del año?

Geraint Thomas: este maravilloso corredor, que domina todos los palos (pavé, sprint, crono) se desveló en el Tour como un potencial escalador y, para los que saben de esto, como aspirante a metas muy, muy altas, y todo gracias a su fuga en el Tourmalet, donde lo dio todo persiguiendo a Jeremy Roy. Si, una de esas etapas de ciclismo donde ninguno ganó, pero donde hubo más espectáculo que los 500 últimos metros que propone la Vuelta. En su equipo tiene espacio para crecer, especialmente en las clásicas, donde compite junto al caduco y quejumbroso Flecha.

Taaramae: acabó el 12º el Tour (incluyendo un 8º puesto en la etapa del Galibier, un resultado al alcance de poquísimos corredores), luchando por el maillot blanco. Vino a la Vuelta y ganó en La Farrapona. Tiene 25 años, sube como un ángel esforzado -pero un ángel-  y va bien contra el crono. Con un destino predestinado, estaría bien que este año obtuviese una bonita victoria ante los mejores del pelotón: puede y debe tener fuerzas para llegar. Y, en todo caso, su edad le da margen para fallar todo lo que quiera.

Tony Martin: tras una temporada de ensueño dentro de su especialidad contra el reloj y fuera (victoria final en P-N, por ejemplo), el alemán se va como jefe de filas en grandes vueltas (y en pequeñas) al Quick Step, un equipo que nunca ha tenido un rol así y que también ha fichado a Leipheimer y P. Velits, no se sabe si para arroparlo o por si se vuelve a quedar en el primer puerto duro-duro. Sigue siendo incapaz de pasar la gran montaña, pero se empeña en hacer cambiar su naturaleza: irá al Tour con el freno de mano puesto pensando en los JJ.OO, una auténtica religión en Alemania, y más en Alemania del Este, de donde procede. Veremos que tal le sale el año.

Kittel: el alemán consiguió el año pasado un récord de los que no se olvida. Es el neoprofesional más exitoso de la historia al haber debutado con nada menos que ¡17 victorias!, incluyendo la general de una vuelta en Holanda y una etapa en la Vuelta a España, además de cuatro en la Vuelta a Polonia, ambas WorldTour y ante parte de los mejores sprinters del mundo. Sigue en el Skil (que ha cambiado al imposible nombre de It4i) y es de esperar que no gane tanto, pero también puede ganar mejor.

Visconti: tres años después el italiano vuelve a un gran equipo, el sorprendente Movistar. Sorprendente porque nunca han tenido un corredor de sus características y nacionalidad, y porque tendrá que encontrar su espacio entre Valverde, Ventoso, Lastras y Rojas. Lo más seguro es que lo especialicen en el calendario italiano. También es probable que no aguante mucho en el equipo. Veremos.

Dani Moreno: competirá con 31 años y un caché creciente. El caso de Moreno es el del enésimo corredor español que va mejorando a través de un camino tortuoso y no muy esperanzador. El año pasado hizo un temporadón trabajando de gregario siempre, y aún así colándose en el top-ten de grandes carreras, clásicas y vueltas de tres semanas. O estalla, o revienta.

Gesink: este año el Rabobank, tras la brillante experiencia de los españoles en 2011, sólo ha fichado a Mark Renshaw, el sprinter-lanzador de Cavendish. Gesink, que fracasó en gran parte del año, ha visto como su espacio natural en el equipo se ha visto acortado por la espléndida eclosión de Kruijswik y Mollema. Él parece mejor, pero también se cae de una manera alarmantemente frecuente. Un año decisivo para ver qué corredor va a ser.

Leopold König: el brillante checo tendrá la ocasión de disputar el Giro de Italia, tras la invitación cursada a su equipo, en gran parte por la proyección de este talento. Escalador de raza, al que es una maravilla ver subir, acabó segundo en Austria, tercero en L´Ain y quinto en Gran Bretaña. Tiene 24 años y todos los ojos encima.

Romain Sicard: tras perderse todo el año pasado por una lesión de esas ignotas, y con extraños rumores en los que no queremos creer, el vascofrancés fue pillado borracho al volante. Su equipo lo respalda, pero nadie respalda a su equipo: nadie con dinero y nadie con dos dedos de frente. Se la juega esta temporada, y se juega ser alguien que cuenta o el nuevo Aurelien Passaron.

Rafael Valls: el supuestamente talentoso valenciano ha firmado un 2011 de pena, pese a lo cual ha fichado por el Vacansoleil. Si, si: el mismo equipo que fichó a Mosquera y Riccò hace justo un año. Ahí va a encontrar un ambiente donde será el único español en una plantilla de 29 corredores, y con las mismas características que los emergentes De Gent (mucho ojo) y Poels. Otro que estalla, o revienta, o dura un año.

Richie Porte: tras su increíble debut en 2010, el año pasado se tiró en el carro de Contador todo el año. ¿Resultado? Paso al Sky, y no al GreenEdge australiano. En el Sky no hay muchos espacios (Wiggins, Thomas, Urán, Froome, Rogers, Lovkvist, Cavendish y su tren), salvo que se especialice en el calendario italiano-español. Se juega quedarse en un buen contrarrelojista, cuando parece que da para más.

En el capítulo general, será sumamente interesante seguir la previsible explosión interna del superBMC en las clásicas ( Gilbert, Hushvod, Ballan, Van Avermaet) y el desempeño de Bruyneel guiando a los Schleck y a Cancellara. Nos vemos a final de temporada con estos mismos nombres, y a ver que ha sido de ellos.
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El Farnese Vini, invitado al Tour de Flandes junto a otros equipos de poca monta: la de puertas que abre Pozzato. Esperemos que aproveche su (última) oportunidad.
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La España profunda de la pandereta, en este caso de la gaita. Cangas de Onís, diminuta villa asturiana con grandes aspiraciones, ¡quiere albergar una etapa del Tour!, cuando dista 500 kms. de la frontera francesa. ¿500.000 euros? Eso no es problema. ¿Apoyos? Preguntamos a los ciclistas, que en estas cosas son ecuánimes y objetivos, igual que si preguntas a un motero sobre asfaltar una playa. Toda la noticia huele a petromocho, especialmente la última frase, pero da miedo eso del "director general de Política Deportiva del Principado de Asturias, Marcos Niño, gran aficionado por cierto al ciclismo, ya se ha informado, el cual ha mostrado gran interés por el proyecto", aparte del horror gramatical. Considerando lo que gusta la pandereta, la gaita y el grandonismo en los que rigen las políticas públicas en Asturias, a lo mejor ese "sueño" del que habla el titular se convierte en realidad. Mientras tanto, dejemos que muera la Vuelta a Asturias. Hay que defender "lo nuestro".
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Gómez Peña, bien conocido por sus fechorías, es capaz de construir una crónica de inicio de temporada cargando toda la culpa en la lentitud de la justicia. Como es Gómez Peña, el mismo que atacaba vilmente a Manzano por el simple hecho de hablar de lo que sabía y había experimentado, no dice en ningún momento que gran parte de ese retraso se debe las increíbles técnicas dilatorias que utilizan los abogados de Valverde y Contador, las figuras de su devoción. Sin ánimo de ser exhaustivos, me salen una máquina de la verdad, un recurso al Tribunal Constitucional suizo, un peritaje vacuno y el ocultamiento interesado de una bolsa de sangre perfectamente identificada. Gómez Peña pide rapidez, y en estos dos casos se podía haber aplicado inmediatamente: positivo y sanción tiene que ir parejos; bolsa de sangre y sanción también. Gómez Peña sabe cómo y lo escamotea al lector: mejor presentar a sus dos bienamados como víctimas de la justicia.

Después dice López-Egea, el colega suyo de El Periódico, que ataco gratuitamente a sus compañeros;  no, no: se descalifican ellos solos. Vosotros solos. Y si, lo hago gratuitamente, sin pedir nada a cambio, simplemente un poco de decencia en el ejercicio de vuestra profesión.

08 septiembre, 2009

Maillot oro para Ettore Torri (y para Eusebio Unzue)

Pasaron 19 años desde que Álvaro Pino ganó una etapa en la Vuelta de 1989 hasta que, en la vuelta del año pasado, otro paisano volvió a repetir éxito galaico. Esta vez sólo ha habido que esperar un año y ahí está la nueva victoria, a cargo de G.C Veloso, que ha obtenido una victoria singular.

No sólo porque su director de equipo sea el propio Álvaro Pino (con conocidas experiencias en Kelme y Phonak) sino porque su victoria ha venido rodeada de todo lo posible. El corredor ya venía precedido de ser el ganador con menos prestigio de una prueba por etapas ProTour (la Volta de 2008, aunque el desprestigio es común), donde se impuso de manera sorprendente tras un golpe de mano en la última etapa, y ayer simplemente se movió en otra liga.

La escapada se formó en la primera rampa del recorrido, nada más salir. Esto pilló a Veloso despistado y tuvo que enlazar realizando un gran esfuerzo. Bueno, eso no fue problema: en el fuga iba su compañero G. Domínguez, que después se descolgó. Estaba claro que el día estaba marcado en la agenda del director. Para esta periodista todo lo vivido fue "una exhibición de clase", supongo que referido a que entró en meta apretando la pierna para no caerse, para el que esto escribe la acción resultó muy familiar en otras cosas: pasó segundo en el primer sprint, primero en el segundo y disputó a tope el sprint solidario, una tontería de esas típicas de la Vuelta. Ramírez Abeja, ex joven Liberty integrante de la escapada, se quedó flipando.

En las primeras rampas del puerto el corredor gallego se quedó descolgado. Como la realización se cebó en el previsible hundimiento de Taaramae -se empeñó en irse solo y lo pagó- no volvimos a saber nada hasta las últimas rampas, cuando apareció detrás de Marzano. Aprovechó para dar un arreón, ponerse en cabeza y, de tan sobrado que iba, hasta se abrochó el maillot para el breve descenso antes de meta. Es la primera victoria nacional en lo que va de Vuelta. El corredor estaba como una rosa mientras le entrevistaba ese extraño periodista que va en la moto. Felicidades a Álvaro Pino y al Xorret del Catí, una montaña con un palmarés impresionante.

En el grupo principal el Caisse y el Liquigas entraron a tope en el puerto, pero al final el que llevó el peso fue Kiriyenka: David López agunta cien metros y Fran Pérez se reserva para la dupla murciana que empieza hoy. Atacó J. Rodríguez y fue rápidamente neutralizado. En cabeza se quedaron Evans, Valverde y Basso, intentando sortear los coches parados (según De Andrés: "ese es un punto en el que la carretera se estrecha", lo que se le olvidó decir es que era de forma artificial) que obligaron a Gesink a poner pie a tierra. Valverde atacó en la última rampa, donde ya poco daño podía hacer, y en el sprint final sacó su mejor característica para llevarse la bonificación de 6" por el tercer puesto y 1" adicional a Evans porque se quedó encerrado contra las vallas, muy enfadado con Gesink.

Durante la etapa entrevistaron a Unzue, que no quería llevar el maillot oro. Sin embargo, Valverde no ha querido renunciar a la vanidad de ir vestido de líder en su terruño. Es normal: al fin y al cabo estamos hablando de un corredor que forzaba a principios de marzo para ganar la prestigiosa vuelta local y después, durante el Tour, decir que se había equivocado en su preparación. No hay nada como un corredor con esta planificación. En su equipo, que se basa en Kiryienka y poco más, deben de estar entusiasmados de llevar el peso de la carrera cuando todavía no ha pasado ni el ecuador de la misma. Su director también. Y Ettore Torri no digamos.
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Un artículo muy bonito. Y si no se sabe nada de los inicios de este gran corredor es porque no hay ni una biografía digna de tal nombre sobre el mejor deportista individual de nuestra historia, lo que dice bastante del país.

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Un chiste. Los últimos dos Mundiales celebrados en España fueron un fracaso: el de San Sebastián en 1997 tuvo un presencia de público muy baja para lo que se esperaba en una zona como esa y del Madrid en 2005 se celebró con el clima de luto de no haber conseguido los JJ.OO de 2012. Al final terminaron regalando las pulseritas para acceder al graderío. Que un sitio como Ponferrada se candide para los de 2013 debe ser un chiste, como lo fue en los noventa la candidatura de Sabiñanigo. En el mismo periódico el partido regionalista rival -en miserias y en bajo calado popular- se dedica a esto, para que vean como está el panorama. La foto, impagable.

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La última vez que fue a Italia le entregaron una citación judicial, un acto debido según su sacacuartos. A ver que le pasa en esta ocasión, porque no van a perder la oportunidad.
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Entrevista en sporza.be con el Diplomático Vaticano, que está fatal de su ronquera. "Armstrong a mí no me ha ayudado": pues si no llega a ser por el yanki el equipo se va a pique a mitad de temporada. Se deja querer por el Quick Step, donde se encontraría con el joven Liberty Barredo y tambien con Davis, que le ayudarían en eso de la aclimatación. Por cierto, ayer estos dos corredores -el asturiano llorando y todo- se retiraron de la Vuelta al unísono por problemas estomacales.
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Este tío es tonto. Que se pregunte que fue de los famosos certificados médicos de testosterona alta por naturaleza cuando apareció la técnica IRMS que diferenciaba si la testosterona era endógena o exógena. Y que se pregunte que ha sido del rendimiento de Cunego en grandes vueltas desde que se caza la EPO por trazas y no por porcentaje.O que se lo expliquen Juan Mora o el Gutiérrez...bah, para qué.

13 agosto, 2009

Me lo quitan de las manos

Mientras se esperaba el contraánalisis de DiLuca, el periodista semianalfabeto Paolo Viberti, de Tuttosport, publicaba esto. Decía que el laboratorio de Barcelona no había encontrado nada extraño en las muestras (citando rumores, voci da corridoio) e incluso acuñaba el término de "positivo subjetivo", al que veo amplio recorrido. Todo vale para exculpar o dar alas al ciclista querido, en una actitud que hemos visto muchas veces en España. Para ubicar la noticia en su contexto, Tuttosport pretende ser un diario de deportes y es un diario de humor y fichajes inventados de tal categoría que deja al Marca/As al nivel del BOE. Fíjense que hasta tiene sección fija dedicada a "cotilleos"...

Bueno, esto último sobraba visto el nivel de información que maneja Paolo Viberti. A este pobre hombre le han debido contar una historia que circula por los ambientes ciclistas desde hace un par de meses, y el la ha interpretado a su manera. Historias de estas circulan desde la noche de los tiempos y a este modesto blog llegan por decenas: unas veces provocan risas, otras no tanto, la mayor parte son obviedades. La que hoy interesa, y sólo hoy porque nunca hay que dar pábulo a estas cosas, es que desde hace un tiempo circula por el pelotón ¡una EPO invisible! ¡Dios Mío, que notición! ¡Una sustancia indetectable con la que conseguir los mismos rendimientos que las tradicionales! ¡Paren las rotativas, esto puede hacer caer al Gobierno!.

El mismo día (5 de agosto) que Viberti publicaba su espasmo periodístico, Eugenio Capodacqua -el único periodista de ciclismo que hay en Italia que trata el dopaje como lo que es- daba espacio en La Repubblica a que Ivano Fanini lanzase sus periódicas acusaciones. Son esas casualidades que ya no sorprenden a nadie, pero que siguen repitiéndose en estos asuntos. Fanini, patrón del Amore e Vita, decía que Pellizotti y Nibali eran llevados por Ferrari, estos reaccionaron el mismo día querellándose -en Italia es delito frecuentar un médico sancionado- y Guarinello, el fiscal jefe de Turín, llamó a declarar al director de Valentino Fois (en la foto) durante dos horas. Sin embargo, lo relevante es que Fanini daba nombre a esa supuesta sustancia indetectable: Hematide.

¿Ahora entienden lo de Viberti? Le habrán dicho, como me han dicho a mí, que lo de DiLuca no era positivo por CERA, si no por algo parecido, y de ahí acuña lo de "positivo subjetivo". Bueno, pues ya ha salido el contraánalisis y es por CERA, o sea que se cae abajo -una vez más- ese castillo de naipes. Y eso de sustancia nueva...ejem: si hasta tiene entrada en wikipedia. Que las autoridades antidopaje no tengan ultimado el protocolo para su detección es una cosa, que no sepan que existe o que esté ya en la lista de sustancias prohibidas ya es otra cosa. Conviene recordar que cualquier inductor de la producción de glóbulos rojos es dopaje, y así está escrito en el código WADA, para que no haya problemas con las denominaciones comerciales que las farmaceúticas van poniendo a sus productos. Esta vez, como tambien en las anteriores, no cabe alegar lo de "la sustancia todavía no estaba prohibida".

La nueva sustancia análoga de la eritoproyetina no está comercializada. Está en las fases finales de los ensayos clínicos, pero parece que ya se ha filtrado al pelotón, igual que la CERA en 2005, a tres años vista de su lanzamiento comercial. Considerando que ya estaba en Fase II en noviembre de 2007 se pueden ustedes imaginar su posible difusión. El Hematide ha sido creado para combatir una rara enfermedad en la que el paciente desarrolla anticuerpos para combatir la eritoproyetina, lo que combinado con anemia hace que a los afectados no sirva de nada la EPO exógena y haya que gastar ingentes cantidades de sangre e inmunodepresores para que su propio cuerpo deje de combatir a este estimulante de la producción de glóbulos rojos.

Parece un gran invento. Así lo deben pensar la californiana Affymax y la japonesa Takeda, que unieron sus esfuerzos en las fases iniciales para sacar un producto conjunto. Ya en 2006 el mercado, siempre tan sabio, había dado un gran espaldarazo a Affymax por su línea de investigación, porque la gente que invierte sus dineros no es tonta y ¡quien hubiese invertido en Amgem a principios de los noventa, cuando era una pequeña compañía y que gracias a la EPO se ha convertido en una de las grandes farmaceúticas! Se dice que la anemia, o la que gente que no teniendo anemia consume eritopreyetina, mueve un mercado de 12.000 millones de dólares....La propia Amgem ha sacado de sus 20 años de licencia de EPO 22.000 millones de dólares y otros 7.000 millones de la Aranesp....

Yo, si tuviese dinero, invertiría en Affymax. Sin dudarlo. Hombre, viendo la web parece que sólo tienen como producto Hematide, y que ni siquiera está comercializado porque las autoridades sanitarias no están muy convencidas de los trombos vasculares que han salido durante los ensayos: los oficiales y los que están haciendo algunos voluntarios, siempre dispuestos a probar lo último para elevar su rendimiento. Pero que no esté comercializado no significa que no se esté vendiendo. A precios elevadísimos, claro. Por canales no muy convencionales, aunque muy trillados. Compren ahora, que después se pondrá más de moda y se perderá el coste de oportunidad.
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El Cofidis da un golpe de mano en el final en La Colombiere del Tour de l´Ain y gana la etapa y la general con el brillante estonio Taaramae. Además, el segundo y el tercero de la etapa también fueron del equipo de créditos telefónicos. Horner, que se las prometía muy felices, se queda segundo. Vinokourov se fue para casa, será que se quedó muy cansado tras ganar la crono.

06 mayo, 2009

Sigue siendo joven y sigue siendo Liberty

Con 24 años cumplidos el pasado 5 de marzo, Jose Antonio Redondo Ramos seguía siendo un ciclista joven. Ocho días después pasó un malvado y pérfido control antidopaje por sorpresa y fuera de la competición (y seguramente con nocturnidad, pero nuestras autoridades ya están trabajando en este problema), con el resultado de un positivo por metiltestosterona. Era el 13 de marzo, y se ha sabido el 1 de mayo porque ha sido la propia UCI la que ha publicado el caso en su página web.

Es una decisión inaudita. La UCI ya había comunicado la sanción al propio corredor el 9 de abril (sólo 27 días después del control) y su propio equipo lo había expulsado el 22 de abril. De la Federación Española de Ciclismo no se ha sabido nada, salvo la habitual ceremonia de confusión. Este organismo ha sufrido en los últimos tiempos una renovación a golpe de urna que nos han vendido como un giro en la tradicional costumbre nacional de tratar el flagelo del dopaje, pero ya ven para lo que ha servido: para que sea la propia UCI, en una decisión sin precedentes, la que tenga que anunciar en su web la sanción al ciclista.

El caso de Redondo es paradigmático. Joven Liberty, debutó con 20 años en 2006 para ver como su equipo desaparecía por la fruslería de la Operación Puerto, donde sólo dos coetáneos -y porque eran de Italia y Australia- se vieron salpicados. Para todos los jóvenes españoles imperó la consigna de "la generación perdida": nos cargamos a la nueva hornada de campeones si no hacemos la vista gorda y empezamos a extender bulas absolutorias. Y bueno, mira que no han venido éxitos de estos jóvenes cachorros de Saiz, que se debe revolver cada vez que ve hasta donde han llegado. Sería más interesante saber que opina del caso de Redondo, un auténtico muñeco roto de manual.

Por esos problemas de plantilla que supone que la mitad de tus corredores estuviesen fehacientemente en la Operación Puerto, el Astana 1.0 tuvo que alinear a Redondo en la Vuelta 2006, donde brilló en la etapa de la imagen. Al año siguiente fue expulsado del equipo a finales de agosto, sin más explicaciones, y tras realizar un Dauphiné estrastosférico, una prueba en la que su equipo ganó cuatro etapas, dos de ellas con Vinokourov y dos dobletes: uno anunciaba más dobletes de otro tipo, y otro sigue siendo un escándalo. Ficha por el Andalucía-Caja Sur, en lo que supone un retroceso a su fulgurante carrera, no logra hacer nada y se queda fuera del equipo para la Vuelta, vaya usted a saber por qué. A última hora consigue la renovación por el equipo: "Aunque los responsables del equipo andaluz habían anunciado que no le renovarían por haber rendido esta campaña por debajo de lo esperado, han decidido darle una nueva oportunidad al tratarse de un corredor joven, sólo 23 años, y de contrastada calidad". Les ha pagado con un positivo.

Será de la nueva generación, pero su trayectoria indica prácticas muy antiguas y conocidas. Podría volver al ciclismo con 26 años, y demostrar una vez más su "contrastada calidad". De momento, se contentará con ver a sus ex-compañeros de equipo y de generación triunfar en las grandes citas del ciclismo mientras él, encadenado por las leyes de la omertá de la familia ciclista, preferirá el silencio en vez de tirar de la manta y ser, por un vez en su vida, Liberty.
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Victoria final para Kreuziger en Romandía. El ciclista checo, formado precisamente en Suiza, suma su segunda vuelta de prestigio tras la Vuelta a Suiza del año pasado. Dice que va al Tour a ayudar a Nibali, un corredor que no ha demostrado ni un tercio de la mitad de lo ya conseguido por el checo. La CRE fue para el Columbia con 10" sobre el Caisse, lo que auguraba un buen rendimiento de Valverde para el día siguiente, el más duro. No fue así: Kreuziger se fue en el último puerto y sólo le pudieron alcanzar en la bajada el estonio Taaramae, Karpets (Katusha, pero no va al Giro y será el líder en el Tour: atención), y el extrañísimo sueco Kessiakoff, otro conejo de la chistera de Matxín, más cerca de los 30 que de otra cosa y que ya destacó en P-V. Kreuziger los volvió a dejar en la subida a meta, ganó la etapa y la general se quedó en ese orden.
La etapa final en Ginebra fue para Oscar Freire, que esta vez no fue lanzado por su rival Valverde (cuarto final, sin brillo), como en la extraña e inexplicable etapa de La Chaux de Fonds (gracias a nickP.Trinitario). Los damnificados esta vez fueron el Garmin Tyler Farrar, que se descalabró en la Sanremo y volvía a la competición en esta carrera, Koldo FdL y Gilbert, muy activo todos los días. Es de los pocos que va a enlazar su estado de forma con el Giro, donde veremos de todos los colores.
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En la Vuelta a Asturias todo se decidió en la subida al Acebo, nada que ver con el puerto de la sentada en la pasada Vuelta a España. Mancebo realizó una etapa descorazonadora para el ciclismo, y sacó diferencias exuberantes. El Rock and Racing se lleva tres etapas y la general, pero no el corazón de la carrera, que ya fue entregado en el momento en que se invitó a este equipo. Al difunto organizador de la prueba, siempre presente y gran defensor del ciclismo sin indagar en cómo se consigue, le hubiese encantado. Para postre, la etapa final en Oviedo fue para Ángel Vicioso. Sigan la serie: etapas para Sevilla, Mancebo y VCS. En la subida al Naranco del día siguiente siguen sin tener siquiera un homenaje o recuerdo o mención o detalle con Alessio Galetti: el mejor homenaje está en la carretera, donde siguen los de siempre. Nunca se fueron. Incluso nos dicen que ya han recibido suficiente sanción. Los aficionados, sin embargo, padecemos un tormento sin fin.
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Sorpresa: el duro GP de Larciano para el desconocido Callegarin del no menos desconocido equipo Centri della Calzatura, de cuarta regional. No se lo creía. Ha ganado a varios corredores con forma del Giro, al sprint y con buenas artes. O estamos ante un fenómeno o ante el enésimo ejemplo de dos velocidades en el ciclismo. El GP de Toscana para Petacchi.
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El GP de Frankfurt, que ha cambiado de nombre, para un merecidísimo Weggman. El bravo ciclista alemán, uno de los pocos Gerolsteiner al que nunca se le ha visto realizar machadas pero si muchos ataques sin éxito y con mucha entrega, se impuso a Kroon (ya ganador dos veces de la prueba) y a Knees, un ciclista muy interesante que ha mejorado mucho este año.
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Y tiene toda la razón, no se puede alargar más. Ya canta mucho.