Correlaciones: Fams y realidades aumentadas
En Crisis psicohistórica de Donald Kingsbury, se nos presenta un retorno al universo de la Segunda Fundación de Asimov desde un punto de vista heterodoxo y no canónico. Uno de los elementos centrales de la novela es un dispositivo futurista denominado "fam" que les permite a los Oradores almacenar buena parte de sus recuerdos y capacidades mentales. ¿Ciencia ficción?Actualmente se están realizando investigaciones sobre cómo almacenar todas las consultas que una persona realiza en internet, las conversaciones que tiene por móvil, lo que escucha en un MP3, etc. De esta manera, podría llevar consigo en un pequeño dispositivo de almacenamiento masivo de la infomación buena parte de su historial de recuerdos. Una especie de "fam" kingsburiano.
Repito: ¿ciencia ficción? Pues parece que no. De hecho, este tipo de dispositivos que nos permiten exteriorizar los recuerdos son bastante antiguos. Todo empezó con la escritura y las tablillas de arcilla grabadas en cuneiforme. Posteriormente aparecieron los libros y actualmente disponemos de PDA's y memorias USB que nos permiten almacenar y transportar cómodamente cantidades ingentes de información.
De hecho, es lo que se conoce como "realidad aumentada". Por ejemplo, existen ya ciertos dispositivos de captura de imagen que, conectados a internet y con sistema de posicionamiento GPS nos muestran la imagen de un lugar con información adicional de éste. Así, si enfocamos el Museo del Prado, nos dirá que se trata de este museo, qué horarios tiene, cuánto vale la entrada y cuáles son las principales obras que podemos visitar.
Algunos de estos dispositivos se están utilizando como guías turísticos personalizados. Uno viaja por la ciudad y gracias al GPS y a la conexión wireless a internet puede saber exactamente dónde está, qué hay en la zona, dónde ir a comer o cúal es el bar de moda más cercano. La realidad aumentada está a la vuelta de la esquina.
Actualmente, muchos no sabríamos qué hacer sin la agenda telefónica y de eventos que tenemos almacenados en nuestro teléfono móvil o en el PDA. En el futuro, es posible que cantidades enormes de nuestra experiencia personal viajen en un dispositivo externo que llevemos con nosotros y podamos dejar sitio en nuestro congestionado cerebro para nuevas experiencias e informaciones.