Tocata y fuga
El otro día comentábamos con unos amigos aficionados a la literatura fantástica que parece que el panorama narrativo del género en España está “tocado” por un curioso fenómeno: la fuga.
Hace tiempo que se había comentado profusamente la “huída”, o mejor dicho, el cambio de género de algunas primeras plumas del fantástico español como César Mallorquí o Elía Barceló hacia otros géneros de mayor aceptación, repercusión mediática y retribución económica, como las novelas juveniles o de misterio.
Este fenómeno, que parecía más o menos limitado a una generación de escritores, se ha extendido ya a las nuevas generaciones. Actualmente parece que lo que da bastante de sí es la novela histórica, ya sea propiamente este género, ya sea disfrazada de ucronía. Uno de los pioneros en este campo fue León Arsenal, con novelas como Las lanzas rotas o El hombre de la plata. Actualmente parece que le va bastante bien con El espejo de Salomón, novela con unas ciertas resonancias a lo Código da Vinci, otra de las modas al uso.
También Juan Miguel Aguilera y Rafa Marín, dos destacadísimas figuras del panorama narrativo fantástico español parecen haberse pasado a la novela histórica. Aguilera ha publicado últimamente algunas novelas en clave ucrónica, como Rihla o El sueño de la razón. Marín, ha hecho lo propio con Juglar.
Por lo que me han contado, alguno de los asistentes a la última Asturcón hizo el malicioso comentario de que alguno de estos escritores ya no se “digna” a asistir a los eventos del género, ya que están ocupados con cosas “más respetables”. Por supuesto, cada cuál es libre de opinar lo que quiera y los escritores también tienen derecho a publicar y promocionar lo que les plazca, que para eso se supone que estamos (salvo los jueves) en un país libre.
Yo denomino a este fenómeno de huída del género como tocata y fuga. Vaya, que cuando un escritor del fantástico toca las ventajas que le reporta escribir fuera de éste, se fuga ineludiblemente. Por suerte para nosotros los aficionados a la literatura fantástica, no todos obran igual y, en cualquier caso, siempre nos quedará su producción dentro del género.
No culpo a los escritores por actuar de esta manera. A fin de cuentas, los que aman al género siguen en él y los que quieren ganarsela vida escribiendo, ardua tarea en este país con bajas tasas de lectura, tienen todo el derecho a obrar de manera que puedan llegar a cuanto más público mejor.
En definitiva la culpa es de los de siempre: de todos. De unos, porque creen que todo lo que suene a fantasía o ciencia ficción apesta; de otros, porque sólo se acercan a un libro si tiene fotografías de jugadores de fútbol; y de los de más allá, porque sólo leen best-sellers homologados por el amigo “entendido” de turno. Eso si leen.
Es decir, que tenemos lo que nos merecemos. Lo que no deja, por ello, de ser bastante triste.
3 Comments:
Rafa MArin me pide que ponga aquí un comentario, pq Blogger no le deja:
No, a ver si nos enteramos bien y no jugamos a tergiversar las cosas. Tanto Juanmi Aguilera como yo no asistimos a la Asturcon este año PORQUE LA ORGANIZACIÓN DE LA SEMANA NEGRA NOS INVITÓ A PARTIR DEL DÍA DIEZ, cuando la Asturcon ya había terminado. Primero se nos anunció en la primera parte de la Semana Negra y luego se nos puso en la segunda.
Estaremos en los encuentros de Dos Hermanas el 29 de septiembre, y en la Hispacón de Sevilla en noviembre. Rafa Marín.
Ya he dicho que el comentario era malicioso y desde luego no es mío, más que nada porque yo tampoco fui. No veo la tergiversación por ningún lado.
Ah, quisiera añadir que me alegro personalmente que algunos de los más destacados sigan asistiendo a los eventos y que lo de la Asturcón haya sido debido a una cuestión organizativa. Creedme si os digo que había gente preocupada...
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