
Y es que mi feminismo se va al garete cuando me ponen un bodorrio delante. Y mi ateísmo, oye, que eso es más grave. Fijaos que me tragué la boda entera, con ceremonia incluida, y sin comentarios porque cogí la señal de la BBC que iba para todo el mundo y solo tenía sonido de ambiente. Decía yo "qué rápido va todo, ya están casados", pero claro, luego llegaron los cánticos, y el rato ese que desaparecieron los novios y toda la corte, que, como leí en algún sitio, debieron ir a hacer la prueba del pañuelo, porque no me lo explico. Y yo ahí, pegada al ordenador primero -porque yo tenía que estudiar, tenía que terminar un trabajo en el ordenador, tenía que, tenía que...- y luego frente a la tele, ya sin disimulos y con sonido. Que me perdí el primer beso, oigan, y menos mal que se besaron una segunda vez. Si es que... Hay que tener mil ojos con estos piquitos mal dados.
Después de ver treinta y cinco repeticiones del beso, del sí quiero y del momento en que Harry (que no Enrique) se gira a su hermano y le dice "verás cuando la veas", puse el telediario por si había habido algo más en el mundo aparte de amor y concordia en el país de Harry Potter. Parece ser, qué cosas, que el mundo no se detuvo el viernes y que solo era festivo en el Reino Unido y en Araba para los que nos cogimos puente (porque los príncipes han tenido a bien casarse el día después del patrón de la provincia, si va a resultar que al final son vascos). Así que, mientras me tomaba un café tranquilita y hacía un poco de patchwork, me puse a ver cómo Gadafi amenazaba al mundo con quedarse de por vida en el poder, o cómo el paro ha subido hasta los cinco millones de personas en España, o cómo un niño de seis años se ha desplomado de un balcón y han terminado inculpando a una niña de doce. Al final terminé cambiando a la BBC, porque era mucho más entretenido seguir viendo a la multitud esperando a que Guillermo y Catalina (¿no os suena fatal?) salieran del palacio en su Ashton Martin descapotable y saludaran con mano enguantada.
Hasta que me pusieron las imágenes del Barça -Madrid y terminé quitando la televisión. Que yo solo estoy para buenos rollitos últimamente, oigan.