A vueltas con la obsesion

Hasta hace un par de días, yo era feliz. Llevaba mi obsesión con dignidad, en secreto, como las hemorroides, sin molestar a nadie y sin que nadie se enterara de que dentro de este cuerpo de treinta y dos años habita una adolescente de quince que sonríe como una tonta y hasta se sonroja cuando el héroe de turno da un beso a la heroína que toca, no te digo ya si el héroe en cuestión es británico y la película está en versión original. Mi simplicidad fetichista era suficiente para sobrellevar mis días; con tener al bueno de Alan como fondo de escritorio me bastaba, y la mayoría de los días conseguía ponerlo en un segundo plano y seguir adelante con mi vida. Hasta diría que me había empachado un poco de él, después de verme todas sus películas en menos de dos meses (y creedme, Alan tiene muchas películas).

Pero no. Tenía que llegar Maritormes y poner esta pedazo de foto de Alan y decir que hay hombres en este universo real y tangible de todos los días (dios mío, hasta las rodillas me tiemblan) que se parecen a él. Y entonces me ha dado el cuarto de hora "pubertilla-acosadora" y, ante la imposibilidad de buscarle por cielo y tierra de manera física -y con su doble no me vale-, me he puesto a buscar toda la información que he podido de él en el mundo cibernético.
Lo primero que he buscado, como buena acosadora, ha sido su dirección, o por lo menos una foto de la fachada de su casa, pero los fans de hoy en día ya no son lo que eran y los muy sosos dicen que no ponen la dirección para proteger la privacidad de su actor favorito (¡ja! ¡Lo que pasa es que no la sabéis, o no queréis competencia haciendo guardia en la puerta!). Así que me he dedicado a buscar otro tipo de información, y como ya me sé su filmografía completa, su canción favorita, el día de su cumpleaños y hasta el número de zapatos que calza, he ido a por su vida amorosa. Porque, ¿alguien ha visto alguna vez a la mujer de Alan Rickman?

Pues hete aquí que Alan no está casado, pero lleva más de treinta años con esta mujer, Rima Horton, una MP (Member of Parliament) del Partido Laborista que, aunque semirretirada, aún está metida en política. Sus fans (los de ella, que también los tiene) dicen que no viven juntos porque ella no se puede marchar del área de Londres que representa (que nadie sufra por ella: vive en Chelsea), aunque yo me imagino que estará empadronada donde la ley le diga que tenga que estar y dormirá todas las noches al lado de este pedazo de hombre, como haría cualquier mujer. Es experta en macroeconomía y está muy metida en asuntos sociales, como buena política de izquierdas, y según todo el mundo lleva muy bien el hecho de que Alan sea un sex symbol y uno de los hombres más deseados de Inglaterra. Ni siquiera le importa que la paren por la calle para pedirle autógrafos de su "marido".
Y cuando la he visto, lo primero que he pensado ha sido: ¡OLE, OLE Y OLE, ALAN! No esperaba que un actor tan conocido y mundialmente famoso saliera con alguien tan... normal (físicamente, se entiende, la tía debe ser un cerebro andante), ni que tuviera una relación tan discreta, ni que llevara tantísimos años con la misma mujer. Me esperaba una rubia, quizás no despampanante pero sí más joven que él, alguien con cara inteligente pero que se dedicara a ser "mujer de" más que a hondear su propia personalidad. Y me he encontrado con Rima, y me ha hecho mucha ilusión, porque si antes Alan me caía bien, ahora me cae aún mejor.

Y, por supuesto, ole también a Rima, que no debe ser fácil ser la pareja de un actor, más cuando estás metida en política. Las pocas declaraciones de Alan sobre su relación que he podido encontrar me han parecido muy propias de él: tenemos una relación normal, con sus altos y sus bajos, como cualquier pareja; no fue amor a primera vista, nuestros comienzos no tuvieron nada de especial ni de película de cuento de hadas; Rima está cerca de ser una santa; lo que más me gusta de ella es su sentido del humor y que no se deja agobiar por los problemas, es la persona más positiva que conozco. Pero ella es ella y él es él, y hay que buscar un rato por Internet para encontrar una foto de los dos juntos porque ninguno de los dos vive bajo la sombra del otro (bueno, Rima un poco, más que nada porque le llega por el codo ;-)).
Y después de este intenso reportaje sobre la vida sentimental del conosido actor Alan Rickman, damos por terminado este programa de Corasón, Corasón. Un saludo y hasta el próximo domingo.
A ver cuánto me dura esta vez...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Buena historia.
A mí también me gusta mucho la de Pierce Brosnan, casado durante aaaños con su mujer de toda la vida, que murió de cáncer... Tras una larga temporada de "luto", se volvió a casar con una chica más bien gordita.. absolutamente normal.
mmmmmmmmmmmmmmmm

Muá. zorionak, guapi!

Anónimo dijo...

menuda friki persecutoria, jajaja
si es que tenías que estar en el video ese de texas, jajaja

Tana dijo...

Si es que hay que reconocer que.. tiene un algo especial este hombre -aparte de una mujer maravillosa a su lado ;)-. Me encanta!! Un besote enorme, guapa!!