No es un mito: los peces se ahogan. Simplemente se cansan de la vida y se dejan morir como los elfos. Desafortunadamente para los peces, la mitología no se interesó mucho en ellos. No obstante, sólo es cuestión de prestar atención, acercar los oídos a las cañerías y, quizá, con algo de suerte, podremos escuchar cómo canta una sardina antes de abandonar este mundo.
2 comentarios:
Hermoso, hermoso, hermoso!
Sigo leyéndote!
Me gustó mucho!
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