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20/10/10

It's Revolution, baby

Leer manifiestos una martes por la mañana es un ejercicio muy saludable; dan ganas de salir a la calle, Habrir una grieta en el asfalto y gritarle dentro versos desaforados, con el propósito de que allí crezca un Hárbol, o por lo menos una goma que pueda ser encendida en un piquete.

13/7/10

"huir sin dejar rastro"

Suertes

Azar no es arrojar una moneda al aire.
Ni siquiera esperar el cara o cruz..
Azar es atrapar la moneda en el aire
y huir sin dejar rastro.


Jorge Boccanera .-


Obviamente voy a susurrar este poema, y de ser posible, saldré corriendo después de susurrarlo. Voy a elegirlo para aquellas personas que me parezcan indecisas o hastiadas, no con la intención de que tomen una decisión, ni para cambiar su concepción del Hazar o la suerte, sino para que huyan conmigo.

Hoy la poesía tiene para mí la forma de una moneda irresuelta, de una palabra suspendida en el aire.




24/11/09

Palabras Hazules


Historia de Calfucurá

Entonces lo llevaron a Buenos Aires. Entonces cuando llegó le preguntó el presidente por qué tenía tanto poder. "Éste es el virtú que tengo que me ayuda. Tengo en la mano mi piedra". Le dijeron: "¡Déjeme su piedra!". "Bueno", dijo Calfucurá. Dejó su piedra. La dejaron encerrada en una caja de fierro. Entonces dejaron encerrada la piedra. Se volvió Calfucurá. A los tres días llegó la piedra. Cuando estaba saliendo la piedra, empezó a mover la casa, pero ellos no se dieron cuenta. No sabían por qué había movido la tierra. Cuando llegó la piedra, encontró a su amo. Ahí se ganó la piedra, se puso debajo del sobaco, allí entró la piedra. Llegó el que la seguía. Le preguntaron, le dijeron: "¿Llegó su piedra?". "No llegó", dijo. "Más bien se escondió".

(R.E., Ancatruz, Neuquén) en GOLLUSCIO, Lucía (2006), El Pueblo Mapuche: poéticas de pertenencia y devenir. Bs As, Editorial Biblos.


...

(27/10)

Leo un par de poemas mapuches bilingües y las palabras en mapudungun vibran en la página contigua. Un leve temblor, un frío ancestral corre por mis huesos; quizá son las palabras Hazules del sur. Es un viento que, donde sea que yo esté, siempre me va a arrastrar un poco hacia el sur.



5/4/09

"es domingo, un día que no merece la pena ser vivido"

- Cedric Cáceres


y eso es todo, buenas noches.

19/3/09

Rebe: fugaz la utopía del matrimonio
AC: algunas son fugaces, sí
Rebe: pero bueno anuar, igual todo es tan efímero como un helado bajo el sol, ¿dónde leí eso?
AC: jeje no sé
AC: por ahí
Rebe: en algún blog de algún desocupado
AC: jajaja
Rebe: que cree aún en los poemas
AC: yo creo en los poemas mientras los escribo o los leo

AC:lástima que uno no puede leer ni escribir eternamente
Rebe: y después los abandonas, primero les pones hasta altar
AC:

AC: hay que abandonar a la poesía
AC: "no se mata sino lo que se ama"
Rebe: abandonarla para que crezca, se independice y forme una nueva familia...esa frase es muy bélica

AC: es que hoy me siento bélico

AC: pero sí, lo ideal sería que crezca, se reproduzca, etc, etc
Rebe: ja ja...y porqué andas bélico?...bueno, eso no es lo importante, lo importante es ¿qué vas a hacer con esa belicosidad? me inquieta
Rebe: que ya sé de tu "belicosidades".....con ellas me haces reir mucho jejeje
AC: lamento decepcionarte, la de hoy es una belicosidad medio romántica, estoy más para escribir que para burlarme
Rebe: la risa siempre puede esperar, mientras se alimente el espíritu, espero que alimentes el mío

Rebe: qué piensas hacer con la belicosidad entonces?
AC: no sé
Rebe: entonces escribe, eso hace uno cuando no sabe qué hacer con la vida


amen Rebe, amen

...y gracias.

29/1/09

"Oh cuidar lo fugaz bajo el sol"


El guardián del hielo



Y coincidimos en el terral
el heladero con su carretilla averiada
y yo
que corría tras los pájaros huidos del fuego
de la zafra.
También coincidió el sol.
En esa situación cómo negarse a un favor llano:
el heladero me pidió cuidar su efímero hielo.
Oh cuidar lo fugaz bajo el sol...
El hielo empezó a derretirse
bajo mi sombra, tan desesperada
como inútil

Diluyéndose
dibujaba seres esbeltos y primordiales
que sólo un instante tenían firmeza
de cristal de cuarzo
y enseguida eran formas puras
como de montaña o planeta
que se devasta.
No se puede amar lo que tan rápido fuga.
Ama rápido, me dijo el sol.
Y así aprendí, en su ardiente y perverso reino,
a cumplir con la vida:
Yo soy el guardián del hielo.


José Watanabe


Siguiendo las miguitas desde un blog pez-pájaro, llegué a este poema. Pocas veces sucede, pero hay momentos en los que nos topamos exactamente con las palabras que necesitamos leer. Entonces todo cambia aunque sea un ápice, la visión de las cosas se distorsiona; es como si el eje de la Tierra se desplazara una millonésima de grado (no, no va a moverse aunque saltemos todos juntos al mismo tiempo) y la pena o la alegría fueran diferentes. Ahora lo sé, hay algo que he perdido para siempre.
Aún no tengo activadas mis funciones de estudiante de letras, así que no voy a proporcionar ningún dato adicional sobre el autor. Tenía pensado escribir sobre cualquier otra cosa, pero la sangre y el alma sí están activadas en mi cuerpo, entonces tuve que postear este poema. Tenía que hacerlo, estas cosas pasan todo el tiempo... la poesía sucede todo el tiempo.