Cuando uno llega al Nilo luego de pasar semanas en el desierto, recién ahí puede comprender completamente su relevancia histórica y actual. Es fácil de ver que sin él, la civilización egipcia seguramente no hubiera tenido la oportunidad de existir (o al menos no con tal grandeza), ni el Egipto de hoy sería siquiera posible. El Nilo genera una franja de fertilidad en pleno desierto que se extiende por miles de kilómetros y en torno a la cual gira la vida en el país. No es casualdiad entonces que la mayor cantidad de población del país se asiente en mayor o menor proximidad de sus orillas, y allí nos hayamos encontrado una vez más con el tráfico, el ruido pero también con la vida que sólo es posible gracias a él.
Andando por los caminos del mundo