Autor:
Pere Gimferrer
Editorial:
Seix Barral, 2016
Encuadernación:
Rústica
ISBN:
9788432208980
Páginas:
108
Esta es
una de las novelas que simplemente se me cruzan y decido leerlas, sin más. Los
que paséis habitualmente por el blog, habréis visto por aquí más de una vez (y
de siete) que soy muy de flechazos y que no suelo leer las sinopsis. Me tiro a
la piscina y fuera.
Y a veces
pasa que te tiras donde cubre poco.
Tenemos un
relato autobiográfico que podría pasar perfectamente por una novela de ficción,
por la forma en que está contado y también por su contenido, por qué no.
Somos
partícipes de una historia de amor que se inicia allá por los sesenta y se
retoma la friolera de tres décadas después.
Qué
bonito, ¿eh?
Ojo, nada
de romanticismos, ni reencuentros donde se pone todo a cámara lenta a la vez
que suena Kenny G y salen flores. En absoluto.
El autor
va directo al grano, sin florituras ni pararse demasiado en descripciones de
nada, llegando muchas veces más al tono de ensayo que de novela como tal.
Todo en la
historia de nuestra pareja protagonista es tan natural como insólito, es una
mezcla curiosa que queda bien (y evidentemente es realista)… sin embargo no me
ha atrapado lo más mínimo. Ni la historia ni su contenido ni cómo está escrito,
creo que simplemente no es para mí, no he sabido captar la esencia que
probablemente tenga, lo cual me da bastante pena, porque los relatos de este
tipo suelen gustarme mucho.
El caso es
que es un libro muy cortito, pero me costó una barbaridad leerlo, me daba la
sensación de que no avanzaba y era fácil que me distrajera con diez de pipas
mientras lo leía. Como digo, una pena.
No sé si
repetiré con el autor, la verdad es que tiene una carrera realmente fructífera,
principalmente en poesía y ensayo, pero lo dicho, veremos a ver.