Autor:
Lola Gándara
Editorial:
Edebé, 2005
Encuadernación:
Rústica
ISBN: 8423675289
Páginas:
224
No
suelo leer novela histórica, es un género que me suele dar algo de pereza, no
sabría decir porqué. Y eso que suele gustarme, de hecho me gusta informarme
sobre el tema, pero lo dicho.
Hoy
traigo un libro que me prestaron no hace mucho, juvenil, bastante recomendable.
Estamos
en pleno apogeo del Imperio Romano, durante la regencia de Nerón, a primeros
del año 60 d.c.
En
este caso, nuestra protagonista, Marcia, es la que nos cuenta la historia, en
forma de diarios –en concreto son llamados Libros-. Hija de una liberta, le
gustaría ser poetisa, ya que se le da bien, aunque le faltan vivencias que
plasmar para que sus escritos tengan la fuerza necesaria. Reside en Roma, en la
casa de Séneca, filósofo archiconocido por todo el mundo, y es en este lugar,
donde será partícipe sin quererlo de los acontecimientos más importantes
ocurridos entonces.
Pero
no solo nos cuenta lo sucedido hace siglos, sino su propia historia, sus
vivencias; junto con Marcia y sus amigas, Lavinia y Claudia, paseamos por la
Urbe conociendo los entresijos y el funcionamiento de la misma.
Así,
tenemos una novela histórica en la que encontramos de todo, inocencia, conspiraciones,
fe, incendios, amistad, suicidios, carnicerías… e incluso amor.
La
autora nos cuenta todo de forma muy amena, aún dejándonos un sabor agridulce al
finalizar la lectura.
Aunque
me hubiese gustado que el libro se extendiese un poquito más, me ha encantado,
es una buena forma de acercar al público juvenil a la cultura de la época; muy
interesante y además se lee en un par de días.
Frase:
Quizá nada sea eterno, salvo la palabra.