jueves, 6 de noviembre de 2014

SE ACABÓ LA HORDA


Este pasado lunes finalizó una nueva campaña de La Partida del Lunes. Esta vez, dimos carpetazo final a La Horda de la Mano Roja, un aventura de Dungeons and Dragons 3.5 que yo, como “master cabrón” en turno, adapté a Pathfinder.
Sí, ya sé que quedan crónicas por colgar de nuestras sesiones de juego... pero he querido hacer la valoración, que acostumbro a hacer de mis partidas, ahora que la cosa está fresca en la neurona friki.
Así que, comienza la...

VALORACIÓÓÓÓÓNNNNNN!!! 
(tonteria pa ná...)

La campaña en sí está muy bien. Es de las más famosas y conocidas de D&D, así que no voy a ser yo quién saque trapos sucios de la aventura. La historia pilla desde un buen inicio y el hecho de tener siempre el culo prieto pensando en que la horda avanza por el Valle de Elsir sin freno, está muy bien buscado.
Ahora bien, tuve que adaptar algunas cosillas que, por las características del grupo de jugadores y por mi propio gusto como master, eliminé al “pum-pum”. Muchos encuentros aleatorios me sobravan bastante, sobretodo cuando planteé el primero de ellos y observé la cara de los jugadores como diciendo “y esto...pá qué?”.
También adapté algunos enlaces entre escena y escena para aligerar el ritmo de partida, evitando que fuera demasiado lento el avanzar por la campaña.

La adaptación al Pathfinder no ha sido nada complicado (o a mi no me lo ha parecido), ya que simplemente era cambiar las estadísticas de las criaturas de un manual de monstruos por el bestiario de Pahfinder. Y la cosa no cambiaba demasiado, que digamos...

En general, creo que la cosa ha ido bien y hemos disfrutado de la partida. Peeeeerooooo... Porqué también hay puntos negativos!

Hubo un momento durante la partida que la cosa se descompensó demasiado entre Pj's y eso ha dejado cierto regusto amargo en las sesiones de juego. Me explicaré:
Si recordáis, el grupo estaba formado por Mirtha (guerrera humana), Artemisa (Clériga elfa), Nebin (pícaro humano), Kurgan (guerrero semi-orco) y primero Wong (monje mediano) y después Killiar (explorador elfo).
Bien..., pues tras ciertas subidas de nivel, los guerreros avanzaron de tal manera en sus puntuaciones de ataque que el grupo quedó bastante descompensado en este aspecto.
Ya sabemos que los guerreros deben estar preparados para el combate cuerpo a cuerpo y todo eso, pero la diferencia era tal que, al preparar los encuentros, me encontraba que si ponía en juego cierta criatura, para los guerreros eran poca cosa pero para el resto un enemigo demasiado considerable. Y a la inversa, si era un enemigo equiparable al grupo, quedaba muy “pobre” para los guerreros.
Esta situación llegó hasta el punto que había encuentros que en 3 turnos estaban resueltos, dando a Mirtha y Kurgan un poco de sensación de “no hay quién me pare”...algo “sobraos”. Y que conste que hablo de los personajes y no de los jugadores!

Al otro lado del grupo, Nebin se desesperaba por la mala suerte de sus tiradas y por su poco acierto en los ataques. Y es verdad que Artemisa ayudó muy mucho con sus canalizaciones y sus conjuros, que sin ellos, alguno habría caído sin vida en más de una ocasión. Pero en general, la cosa estaba demasiado descompensada.

Y eso acabó por afectar la sensación de disfrute por mi parte de la partida. Las últimas sesiones, había momentos que creía que era un ir y venir de encuentros que no alzaba a unos pjs como grandes guerreros y otros como “peladillas” que hacen lo que pueden. Una sensación que no me gustó demasiado y no supe como gestionar.

Porqué las normas son las normas y si un pj sube de nivel y puede amasar cierto poder, pues nada puedes decir al respecto. Cierto es que uno d elos personajes tuvo muy buenas tiradas en la creación de pj, comenzando con una fuerza importante. Pero si además, a cada nivel se sube mi ataque base, cojo esas dotes que te cagas y alguna cosilla más que hay por ahí...

No sé... he tenido la sensación que la tensión del “ay, que voy pillao!” del principio por parte de los pj's, se perdió con las sucesivas subidas de nivel. Pero puede que otros pj's hayan vivido el final de campaña como, como decirlo... “escuderos” de los personajes potentes, como simples acompañantes.

Y repito: no estoy hablando de los jugadores, que los felicito por el trabajo hecho, si no por cierta fractura en el sistema que ha afectado el clima de partida.

Y ahora que hemos acabado...qué?

Pues el relevo pasa a manos de Jorge que nos dirigirá una aventura del 3.5. Pero antes, hemos decidido hacer un pequeño descanso rolero para dedicar unas sesiones a los juegos de mesa, que también nos gustan.
Puede que eso también haya afectado a mi partida. Llevamos ya bastantes años jugando a rol cada lunes, únicamente con el descanso vacacional de verano. Puede que estemos un poco saturados de tanto personaje...

Así que nos dedicaremos a jugar a King of Tokio, Runeage, Zombicide, X-Wing, Andor...lo que sea.

Y añoraremos a Juan que, durante unos meses (hasta enero), se toma un descanso para cargar pilas frikis y venir con ganas de comerse el mundo.

Nos leemos y no dejéis de visitar el blog...y comentar, que es gratis!

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