Sabemos que estos personajes son
portadores de poderes divinos que pueden dejar a cualquiera sin
palabras. Su fabuloso “podert” es capaz de hacer sucumbir al más
grande guerrero, al más poderoso mago, al más diestro pícaro...
Amos, que se te pone delante uno de estos oráculos y en lo último
que piensas es en hacerle “pupita”.
Bueno, puede que que algo como “has sido mala, te voz a dar un pam-pam en el ora-culito!” si que te lo imagines.