Sólo nos acariciará
el amor que prodigamos.
Sólo nos alegrará la sonrisa que regalamos.
Sólo nos refrescará el agua que
juntos bebimos.
Sólo nos alimentará el pan que compartimos.
Sólo nos cubrirá el vestido
con que al prójimo
arropamos.
Sólo nos descansará el cansancio
del peregrino que hospedamos.
Sólo nos consolará la palabra
con que
reconfortamos.
Sólo nos guiará la verdad que proclamamos.
Sólo nos sanará el consuelo del enfermo que
visitamos.
Sólo nos librará la vida nueva
del preso
liberado.
Sólo nos dará paz la ofensa que perdonamos.
Sólo hará renacer la esperanza
la mirada que al
cielo dirigimos
y las manos con que abrazamos.
Sólo nos conducirá a la Vida
la confianza que en
el Padre depositamos.
Así, la humilde solidaridad de cada día,
como
flor que en silencio entrega su perfume, construye fraternidad
y enriquece
nuestras vidas…
Con amor, 4s