Facundo tenía por nombre
Y por apodo el todo tranca
Y agarrándose sus partes
Corría que se las pelaba.
Saltaba muros
Ribazos y cañadas
Zanjas y viñedos
Y mesetas muy altas.
Como un rayo
Brincaba los montes
Y hasta los toros de las
dehesas
Se asustaban de aquel
hombre.
Aunque le dolían las
lumbares
Facundo el todo tranca
Agarrándose sus partes
Corría más que nadie.
Cuando no corría
Facundo volaba
Y con lluvia o nieve
No había quien lo parara.
Si corría por las tarde
Más corría por las mañanas
Y en toda la comarca fue
famoso
Facundo el todo tranca.
La gente exclamaba:
¡Todo tranca no corras más!
Que sabemos que estas mal
de la giba
Y si sigues vas a
enfermar.
Pero Facundo no se fiaba
Y seguía corriendo
Porque sabía que alguna
vez
Lo pararían en seco.
Hasta que un día
Exhausto y sin resuello
Decidió el todo tranca
Parar un momento.
Y agarrándose sus partes
Y oteando el terreno
Vio una cabaña
Entre unos almendros.
Se adentró en ella
Y respiró hondo
Y de las fatigas que tenía
Vomito a chorros.
En un montón de paja
Reclinó la cabeza
Y de lo que le dolía la
espalda
Se quedó traspuesto.
Pero algo lo sobresaltó
A Facundo el todo tranca
Y mirando por un ventanuco
Observó lo que pasaba.
Dando tumbos del cansancio
Se agarró sus partes
Y Facundo el todo tranca
Salió de la cabaña.
Corriendo como un poseso
Miraba hacia atrás
Porque lo que se le venía
encima
No lo quería catar.
Seis viejas encendidas
Llevaban un año tras
Facundo
Porque sabían que el todo
tranca
Lo que tenía era un lujo.
Con la bragas en la mano
Gritaban: ¡Ven Facundo
Que queremos cabalgarte
Y agarrarte la tranca!
Mientras Facundo corría
Un pastor le gritó:
¡Para ya todo tranca
No corras más por Dios!
Y Facundo temblando
Y agarrándose sus partes
Con la vos entrecortada
Al pastor le contestó:
¡Cómo quieres que no
corra!
Si ya tengo a las viejas
encima
Y quieren cabalgarme
De noche y de día.
Las estatuas griegas
Tienen el miembro chico
Pero lo que tengo por
tranca
No lo hay en los escritos.
Tranca tengo para el avío
Pero no para seis viejas
Con los pellejos colgando
Y horrorosas y feas.
Facundo siguió corriendo
Y jamás lo alcanzaron
Y las viejas al darlo por
perdido
Al pastor cabalgaron.