¡Ya está aquí, ya ha llegado!...
el pez Pacú que así lo han bautizado, te arranca los huevos de un feroz
bocado. Este pez que de tan guapo que es
como se aprecia en la foto duele, es originario del Orinoco en el Amazonas, por
lo que se cree que ha llegado a Europa ilegalmente, posiblemente por pescadores
o algunos que pretendían tenerlos como mascotas, y cuando se han cansado, como
hacen con otras especies, les han dado puerta. Estos bicharracos que han sido
bautizados con el nombre de Pacú se reproducen como las ratas, y adonde se
encuentran en su salsa es en los ríos, lagos, lagunas, riachuelos y charcas. El
cambio climático y las altas temperaturas de las aguas europeas han favorecido
a que estos monstruos se instalen por aquí. El pez Pacú o muerde-testículos ya
le ha arrancado las pelotas a más de cuatro en Estados Unidos, y las
autoridades advierten que si se les captura, no se les devuelva de nuevo al
agua, sino que se les pegue un porrazo y se les mate. Estos asquerosos peces que
de un mordisco te dejan sin las bolas, son de la familia de las pirañas, y los
machos pueden llegar a pesar hasta 25 kilos, y medir 90 centímetros. Tienen una
dentadura muy potente, y parece que la tengan totalmente adaptada para que de
un mordisco certero te arranquen los huevos. Si tienen hambre una vez que te
han cortado los testículos se los comen, y si tienen pocas ganitas de comer, te
los arrancan, los escupen en tu cara y se ríen. Que esto sí que suele: ya que
te quedas sin algo que tanto aprecias, verlos flotar en el agua y que nadie los
aproveche te deja con la moral por los suelos, en este caso por las aguas. Aquí
en España ya han sido varios los tíos a los que Pacú les ha rebanado los “huerfanitos”.
Hace dos semanas se encontraban bañándose en la Ría gallega de San Genaro (Pontevedra) un Masái y un checoslovaco. El
checo advirtió algo en el agua y gritó:
¡Vaya vaya tivoli!...y salió a toda prisa chapoteando del agua. Pero el Masái
no se percató del asunto, como son tan nerviosos que no paran de dar brincos, y
en este caso tenía más motivos porque estaba muy contento de bañarse como Dios
manda, en uno de esos brincos y antes de que las plantas de los pies entraran
en contacto con el agua; un Pacú se lanzó como un poseso sobre sus partes y le
arrancó de cuajo el paquete, pero vamos no se conforme el bicho con un huevo,
sino que se le llevó hasta la cepa. El Masái fue trasladado a Barcelona y le
van a implantar los huevos de un conejo. No van a ser las mismas “generosidades”
que tenía él ante de que se los cortara Pacú, pero bueno si le hacen su apaño.
En muy pocos días se han dado otros casos más recientes de tíos que han perdido
los testículos por un amigo Pacú. En el arroyo de La Portina provincia de
Toledo corrió la misma suerte un representante de quesos. En el río Ega,
Estella (Navarra) le tocó a un estudiante de veterinaria de veintitrés
años. En el río de San Marín del Alba
(Palencia) a un concejal jubilado. Y el último este fue el lunes pasado un
Pacú, se le tiró aún relojero de Gandia (Valencia) en la Charca de San Ramón y después de
más de un minuto mordiéndole los huevos, se los engulló y despareció bajo las
aguas. Las autoridades valencianas han lanzado un comunicado advirtiendo a los
ciudadanos, que si se meten aunque sea en un simple charco, vayan previstos de
una buena tranca. No es ninguna tontería, si te topas con un Pacú puede ser que sea la última vez que pongas a refrescar tus huevos.
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Hace 19 horas