Recién llegada de Extremadura, me propongo prepararme algo para compensar los excesos que suponen comer durante casi una semana en casa de la "mamma"; he recordado las ganas que tenía de preparar alguna receta de un antiguo libro de cocina extremeña que ronda por casa, así que hoy he cocinado una trucha bien hermosa, eso sí, adaptando un poco el plato.
En la receta original, "trucha al estilo del Jerte", las truchas se sofríen en una sartén; después en ese mismo aceite se fríen ajo, jamón y piñones, se añade una pizca de harina y zumo de limón y con esa salsa se riegan las truchas que se acaban de hacer en el horno con un poco de perejil. Yo he optado por aligerar bastante la receta, conservando casi todos los ingredientes originales (ajo, piñones y limón) pero suprimiendo el jamón y preparándola en papillote: todo junto en crudo dentro de una hoja de papel de aluminio bien sellada, 10 minutos al horno y listo para comer.
Para acompañar herví una patata que luego corté en trozos y salteé en una sartén con unas gotas de aceite, sal y zumo de limón, qué preparación tan tonta, ¡y qué ricas han quedado!
Para terminar el post, os dejo con dos preciosas imágenes del campo en esta época, ¡cómo se notan las lluvias! Aquí están las futuras nectarinas...
¡Felices vacaciones!