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sábado, 9 de mayo de 2015

"¿Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto?". No es cierto. Para evitarlo, estamos tú y yo: La Memoria al servicio de la Justicia. Día 129

Publicaba la Cadena SER en marzo de 2011 una galería fotográfica (cadenaser.com/ser/2011/03/04/album/1299197828_910215.html#1299197828_910215_0000000000) asociada a una información que no consigo localizar, dedicada a las mujeres presas políticas del franquismo. Diez eran las imágenes de los años 40, 50 y 60 del pasado XX que componían aquella extraordinaria aunque corta selección en blanco y negro. Muchas ya figuraban en TODOS LOS ROSTROS, pero otras las traigo aquí por novedosas o porque su resolución y definición es superior a las que ya están en mi página. Todas ellas casi carecen de cualquier referencia temporal o espacial. Ni fechas, lugares, filiaciones de los protagonistas... Vedlas. Hasta mañana, compañer@s.

Presas republicanas con sus hijos en el interior de un penal franquista. Fuente primigenia: Archivo ARCM

Hijos de presas republicanas en el interior de una cárcel franquista. Fuente primigenia: Archivo ARCM

Taller de presas republicanas en el interior de una cárcel franquista. Fuente primigenia: Archivo ARCM

Bautizo múltiple en la aniquiladora prisión de Las Ventas (Madrid). Preside el hombre de encajitos blancos y sotana negra que dice hablar con el hombre del espacio y le acompañan funcionarios, la directora de la prisión tocada con una rígida trenza a modo de germánica diadema, dos militantes emboinadas de la sección femenina joseantoniana, un dirigente de Falange Española, un militar y tres niñ@s, tres, sin padres  --a buen seguro, muertos o presos-- y sin madres --presas en Las Ventas, pero apartadas de sus hijas--. Toda la escena anticipa y parece el prolegómeno del probable robo de niños que se practicaba de manera habitual en el sistema penitenciario franquista español. Fuente primigenia: Archivo ARCM


Bordados surgidos de los talleres de presas. Fuente primigenia: Archivo EFE
 Sala de cunas en una prisión franquista. Fuente primigenia: Archivo ARCM

 
Monjas con hijos de presas. Fuente primigenia: Archivo ARCM

sábado, 2 de mayo de 2015

"Tristezas desenterradas, pesadillas o visiones, llamando siempre a la puerta de quienes no los conocen": La Memoria al servicio de la Justicia. Día 122


"Sólo materia de sombras,
criaturas de la noche,
nubes espectrales, seres
dolorosamente informes,

Visiones o pesadillas
llegadas no sé de dónde,
ráfagas resucitadas
que fueron mujeres y hombres,

Que tuvieron carne y sueños
donde anidaban los soles
y ahora son sólo penumbra,
ríos de negros acordes,

Tristezas desenterradas,
pesadillas o visiones,
llamando siempre a la puerta
de quienes no los conocen"

"Solo materia de sombras". Autor: José Hierro. Intelectual y escritor. Poeta. Republicano. Acusado de pertenecer a una red clandestina de ayuda y socorro a los presos, es detenido el 3 de septiembre de 1939 y conducido a la comisaría de Policía de Santander; procesado dos veces, se le condena a doce años y un día de reclusión. Recorre las cárceles de Santander, Comendadoras (Madrid), Palencia, de nuevo Santander, Porlier (Madrid), Torrijos (Madrid), Segovia y Alcalá de Henares. Sale en libertad condicional en 1944.


En las fotografías, tres grupos de presas republicanas en la Cárcel de Santa Clara de Valencia, entre 1939 y 1942. Fuente de las imágenes: "Género y Represión Franquista. Estudio y análisis de las mujeres detenidas y represaliadas en el ámbito historiográfico del País Valenciano", publicado por la Universidad de Valencia y el Instituto Universitario de Estudios de la Mujer.  (ver uv.es/iued).

lunes, 27 de abril de 2015

Impresionante imagen que te exige que no te amilanes, que lo cuentes, que te rebeles. Y que compartas mi pesadilla: La Memoria al servicio de la Justicia. Día 117

Suelen los adversarios de la verdad y también los equidistantes que muy dignos ellos se apalancan en su fementida objetividad, el reprochar a TODOS LOS ROSTROS y a mí como su autor indeseado un pecado de deliberada estafa y engaño, mi pecado capital de supuesta adulteración del pasado, tergiversación de la realidad, manipulación de los hechos, quebrantamiento de lo que ellos entienden como cierto y auténtico...

Sea. Démosles carnaza, entonces. Esta foto puede valer para ello. Me achacan mis mentiras y mi deformación de los hechos. Pongámoslos a prueba, entonces. Los herederos de los asesinos del XX y los intocables inmaculados del XXI sólo tienen que ver esta imagen. En ella me encuentro yo. Estoy. Buscadme. Y estás tú. ¿Ves mis ojos? Son cientos, MILES. Ahí estoy yo, décadas antes de nacer. Y tú. Mi padre preso, mi abuelo fusilado o asesinado por hambre, malos tratos y enfermedad deliberada; tus mayores represaliados; tu padre, tu madre y tus abuelos y bisabuelos acallados por el miedo a hablar, por el terror a significarse, por el pavor que inspiran los pelotones de fusilamiento y los tiros de gracia, por la opresión de quien se sabe observado y silenciado. Ahí estoy yo, repito. Y estás tú. En el fondo de esas miles de ojos que desde el pasado centran su mirada en tí. Te observan. Y reclaman tu reacción. Tus mayores y los míos exigen nuestra rebeldía. Ellos y ellas murieron, fueron presos, maltratados y oprimidos porque se atrevieron a soñar, a pensar en un mundo distinto en el que el beneficio de la administración de lo que es de todos, fuera para todos; en el que la propiedad del agua, de la luz, de la tierra y del aire fueran comunales; en el que las grandes empresas y las grandes fincas fueran autogestionadas por quienes las trabajaban; y en el que los pobres y explotados dejaran de serlo. En los ojos de quienes te miran transcendiendo a través del tiempo puedes sentir esas ideas y ese pensamiento. Ya sabes. No te amilanes. Siente, cuéntalo, rebélate. Y comparte mi pesadilla. Y mis sueños.


Cientos de prisioneros y prisioneras en la Prisión provisional de Burriana (Castellón), en el antiguo convento de La Mercè, entre 1939 y 1942. Muchos de ellos fueron asesinados o condenados a eternas y desmesuradas penas de cárcel. Más información sobre los protagonistas y el escenario de la terrible imagen, contextualizada con sabiduría por la investigadora del CED Lourdes Burdeos Díaz-Tendero, en cedborriana.wordpress.com.

martes, 21 de abril de 2015

No te olvido. No me olvides: La Memoria al servicio de la Justicia. Día 111

Te extraño tanto..., pero en tus cartas clandestinas insistes y me dices que no eres mía, que no te quiera sin fundamento, que no me ate a tu recuerdo, que no te ame sin sentido, que sólo te debes a la causa ácrata, que ellos, unos señores aviesos, amos cicateros de nuestro terrible tiempo obscuro intervienen para asegurarse de que jamás, nunca nos volvamos a ver; ellos, que se afanan en que no nos sintamos mínimamente libres robando nuestro brillante pasado, aniquilando nuestro triste presente, oprimiendo por siempre nuestro futuro y el de nuestros hijos no nacidos, racionando cada gramo de pan, cada gota de agua que ingerimos, cada suspiro que a escondidas osamos exhalar, cada instante de rabia soterrada que no nos atrevemos a expresar, cada arranque de rebeldía frustrada que debemos reprimir para no perecer en el intento, para aguantar estos terribles años de plomo hasta que el sanguinario dictador muera de puro viejo en una cama llena de tubos y monitores

Te cuento quien soy, como si aún no lo supieras: me llamo Liberto, Sarrau i Royes para más señas. Nacido en el año 20 del XX, gallego de Fraga y afincado desde niño en Barcelona. Soy como sabes, como tú, anarquista desde que tengo uso de razón. Aprendí a leer ojeando periódicos, a escribir publicando en ellos y a luchar oponiéndome a los que querían impedírmelo. Durante la guerra estuve con Durruti y en la 26 división y al perder, crucé la raya hacia Francia. Me enteré de que asesinaron a mi padre en Montjuich mientras yo estaba preso en Barcarés. Preso de los nazis alemanes, conseguí huir, pasar a España y en 1942 cruzarla de norte a sur hasta Casablanca y Orán. Con la Liberación de Francia, volví a Europa y allí te encontré, Joaquina, mi compañera, mi amor anarquista, llamada por padre Dorado y por madre Pita. En 1946, ¿recuerdas? pasé a España para reactivar grupos anarcosindicalistas en Barcelona y en España. Me detuvieron, torturaron, encarcelaron y liberaron en 1948. Y contigo a tu lado, cuando me ayudabas a escapar a Francia me volvieron a detener junto a tí en 1949. Me condenaron a 20 años y un día; muchos fueron, como los de tu condena, Joaquina. Desde el agujero te escribo. Sé que pasaremos como poco unos diez años en prisión, los dos a la vez, que saldremos en libertad condicional si no nos matan antes y que luego aprovecharemos para huir a Francia. Desde allí lucharemos por el fin del fascismo. Pero hoy, desde este lado del muro de mi eterna, perpetua prisión, te escribo para decirte que aunque somos anarquistas, eres mía, que te quiero sin razón,
que líbremente me ato a tu recuerdo, que te amo sin sentido, que me debo a tu causa, que a pesar de los malignos señores aviesos nos volveremos a ver y que pronto seremos otra vez mínimamente independientes, nosotros y nuestros hijos aún no nacidos, Joaquina. No te olvido. No me olvides.

En la fila superior y a la izquierda, Liberto Sarrau, prisionero en la carcel franquista. Posa en el interior del penal el día de la Virgen de la Merced de 1955, junto a su compañero Juan Gómez Casas y al hijo de ellos, que posa con un balón. Abajo y a ambos lados, los hijos del recluso Urzáiz. 

Cárcel de San Miguel de los Reyes. De izquierda a derecha aunque no en estricto orden pues desconocemos su ubicación, los presos Dámaso García Pérez y uno de sus hijos; Juan Gómez Casas; y Liberto Sarrau, posando arrodillado con el hijo de Gómez Casas en la cárcel de San Miguel de los Reyes.


En la fila superior y de izquierda a derecha: Margarita "de la Torrasa"; Manuela Sáez; Francisca Avellanet; Joaquina Dorado; Dolores y Rosita Mateo. Abajo y de izquierda a derecha: Dulce de Terrassa; Antonia Martínez; Juliana y Pilar Bañolas. Todas ellas eran anarquistas, excepto Dolores, que fue presa por contrabandista, Juliana y Pilar Bañolas, estas dos presas por socialistas. Todas ellas, salvo Joaquina, Dolores y Pilar, fueron condenadas a muerte y luego indultadas.

Fuente de las imágenes: lacntenelexilio.blogspot.com.es
Breve apunte biográfico de Joaquina Dorado:
http://lacntenelexilio.blogspot.com.es/2011/09/joaquina-dorado-pita.html
Breve apunte biográfico de Liberto Sarrau:
http://lacntenelexilio.blogspot.com.es/2013/03/liberto-sarrau-royes.html

domingo, 12 de abril de 2015

Impresionante foto de presas republicanas en cárcel franquista. La Memoria al servicio de la Justicia. Día 102

A la prisión de exterminio de mujeres republicanas de Saturrarán (Motrico, Guipúzcoa) ya me referí con extensión en la entrada titulada "116 mujeres y 56 niños, muertos en la Prisión de Saturrarán". En su día elaboré un detallado pero breve texto a modo de compendio de diferentes artículos de prensa y trabajos de investigación, al que acompañé con 17 fotografías de mujeres antifascistas presas en este penal franquista. También en las entradas de TODOS LOS ROSTROS "Las represaliadas por el franquismo sufrieron por rojas y por mujeres" y "Los niños perdidos del franquismo" incluí tres fotos más de esta prisión femenina. Hoy vuelvo a traer aquí otra impresionante instantánea de Saturrarán. En ella podemos ver a un nutrido grupo de mujeres reclusas, muchas de las cuales están acompañadas por sus hij@s.

Nuevamente, mi homenaje a tanta mujer valiente.

Fuente de la imagen: estrellasquealcanzar.blogspot.com

martes, 3 de febrero de 2015

Robar, saquear, expoliar y luego matar, para no dejar huellas: La Memoria al servicio de la Justicia. Día 34

Encerraban los fascistas en la cárcel de Laviana a todos los presos y presas republicanos y antifranquistas del partido judicial de Caso, Sobrescobio, Laviana, San Martín del Rey Aurelio y Langreo. En este lugar asturiano de exterminio, hombres y mujeres por igual, maestros, periodistas, sindicalistas, concejales, alcaldes, militantes de partidos de izquierda, anarquistas, masones, esperantistas... eran apaleados, torturados, violados y asesinados. Era tanta la indefensión de los presos y tanta la prepotencia e impunidad de los golpistas que la extorsión y el chantaje a los prisioneros y las prisioneras se convirtió en práctica habitual entre falangistas, regulares y guardianes militares y civiles. Los sublevados exigían dinero a sus víctimas e incluso les pedían que a cambio de su vida traspasaran la titularidad de sus posesiones a nombre de sus carceleros, pero tras conseguirlo las liquidaban. Una de ellas fue Rosario, la del Prau Nuevu, que fue asesinada tras el pago del rescate en metálico (ver http://historiaymemoriadelvalledelnalon.blogspot.com.es/2013/05/mujeres-en-la-carcel-de-laviana.html), lo que acabó por ocasionar la reacción de las autoridades franquistas, las cuales terminaron por detener y condenar a dos de esos bárbaros, más no por la magnitud de sus crímenes, si no por el enriquecimiento oculto y no compartido de los guardianes con sus jefes. Todos querían sacar tajada, expoliar las tierras de sus vecinos, modificar a su nombre las anotaciones en los registros, robar, saquear y matar. Muchos lo consiguieron y tras 80 años de olvido, en Asturias y en muchísimos lugares del Estado español aún prevalece la injusticia.

Cárcel de Laviana, Asturias. 1940.

Presas republicanas en la Cárcel de Laviana, custodiadas por un regular marroquí.

sábado, 26 de julio de 2008

"Las represaliadas por el franquismo sufrieron por rojas y por mujeres"

Les Corts, 15000....

Saturrarán, 6000....

Ventas, 14000....

Segovia, 1000....

Alcalá de Henares, 5000....

Sevilla, 3000....

Málaga, 4000....

Amorebieta, 1500....

Valencia, 5000....

Palma de Mallorca, 2000....

Melilla, 2000....

Amorebieta, 2000....

etc., etc., etc., ...........

¿Cuántas mujeres republicanas o familiares de republicanos fueron presas de los franquistas desde 1936 hasta bien entrados los años 70? ¿60.000? ¿70.000? ¿Cuántas fueron torturadas, violadas, maltratadas, asesinadas...? ¿A cuántas les fueron arrebatados para siempre sus hijos?

A pesar de los excelentes trabajos de Tomasa Cuevas, Juana Doña, Ricard Vinyes, Fernando Hernández Holgado, Xavier Basterretxea Burgaña, Arantza Ugarte Lopetegi y de las investigaciones de algunos historiadores o de un@s poc@s voluntaristas más, el mundo penitenciario femenino en la dictadura franquista sigue siendo un área de conocimiento en gran parte ignorado por los memorialistas y olvidado por la sociedad y por sus próceres.

Y es difícil creer que este desconocimiento sea posible tras leer testimonios como el de Mercedes Nuñez en el libro "Carcel de Ventas": "sentadas en los petates o en el santo suelo hay muchas mujeres jóvenes, y con ellas un enjambre de niños. Son pálidos, delgaditos, muchos de ellos están llenos de pupas. Estos niños, menores de cinco años, viven día y noche encerrados, hambrientos, temblando ante las funcionarias, presenciando "sacas", oyendo los fusilamientos al amanecer y todo esto se refleja en su mirada. Tienen una expresión en los ojos que hace daño".

Mikel Arizaleta nos recuerda en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=68807 que "la alimentación era mala y escasa: un bollo de pan para todo el día, una pastilla de chocolate para el desayuno, caldo con alguna patata para la comida y lentejas para la cena. Los víveres que traían las presas quedaban confiscados y se trasladaban en grades canastas a la cocina de las monjas, que traficaban con el dinero y la comida de las reclusas y de sus hijos. Asunción Rodríguez Pulgar sostiene en una entrevista que "las monjas especulaban con la comida. Vendían en estraperlo la comida de las presas. Arroz, sacos de azucar... los sacaban por el monte de noche hacia Galdona". Carmina Merodio recuerda: "No querían que comiéramos para mantener a los cerdos, que luego los vendían.... Cogían hasta la comida de los niños, la leche condensada, y todo lo vendían fuera¡" Las malditas monjas de las cárceles de la dictadura española, que tanto daño hicieron a presas y a niños!".

En el mismo artículo, Arizaleta hace un breve resumen del martirio padecido por las mujeres presas de los franquistas: "... las represaliadas por el franquismo sufrieron por rojas y por mujeres. Muchas mujeres recibieron por aquel entonces y años posteriores un castigo ejemplar e inaudito: muchas fueron hacinadas en cárceles inmundas, tratadas como alimañas, se les rapó la cabeza, se les obligó a beber aceite de ricino, fueron paseadas por calles, caminos y plazas para sentir el escarnio de los vecinos mientras se iban cagando por las patas. La menstruación se convirtió en un problema, "obtener agua caliente para limpiar un paño higiénico en pleno invierno no era gratuito sino moneda de cambio, humillación y chantaje... La menopausia precoz fue ridiculizada por monjas y funcionarias, presentada y atribuida a un castigo -probablemente divino- merecido por su condición política".

"... las represaliadas por el franquismo sufrieron por rojas y por mujeres....".

Presas políticas antifranquistas en el patio de la prisión de Alcalá de Henares, Madrid, en 1963.

Presas antifranquistas en la Prisión de Alcalá de Henares, Madrid. Sentadas, Mercedes Gómez y Juana Doña, según el libro "Presas políticas", de Ricard Vinyes.

Presas antifranquistas y algunos de sus hijos e hijas en la Prisión de Segovia, en 1953. En el centro de pie, María Salvo, según el libro "Presas Políticas", de Ricard Vinyes.

Taller de confeccion en la prisión de mujeres de Segovia 1952.

Taller de costura en la cárcel de Amorebieta 1941, según el libro "Presas Políticas", de Ricard Vinyes.

Mujeres y sus hijos en prision, probablemente en Saturrarán.

Patio de Mujeres de la cárcel de Sevilla. Al fondo a la derecha, Josefa Vallejo y Carmen Monge. Archivo de J.M. García Marquez.

Prisión de Amorebieta (Vizcaya) en 1942. Sentada, a la derecha, Tomasa Cuevas.

Archivo personal de María Salvo. Taller de la prisión de Alcalá de Henares, 1956.

Carcel de mujeres de Durango, Vizcaya, durante una festividad, posiblemente el Día de La Merced, según una información publicada en "Deia" en la que consta la filiación de los fotografiados, entre los que se encuentran algún funcionario y la directora de la prisión.

"Agustina Sánchez, Angelita Gutiérrez y Antonia García, Toñi, con un grupo de conmutadas de la pena de muerte, cumpliendo condena en la cárcel de Palma de Mallorca en 1940. Arriba en el centro y marcada con una X, Matilde Landa, la compañera que tanto trabajó en la cárcel de Ventas en defensa de de las penadas a muerte. Por agotamiento, aislamiento en celdas y vejaciones en general, se suicidó en la cárcel de Palma de Mallorca. Este pequeño grupo de mujeres suman en total de 1320 años de condena". Texto de Tomasa Cuevas en su libro "Mujeres en las cárceles".
Personal de dirección y seguridad de la Prisión Provincial de mujeres de Valencia. Ministerio del Interior. Biblioteca de la DGIIPP.

Presa ante la Junta de Libertad Vigilada de la prisión de Barcelona, formada por varias monjas, un cura, un falangista, un militar y un funcionario (ver en la entrada "Iglesia, Fascismo y represión" de 29 de junio de este blog, otra imagen de la Junta de LIbertad Vigilada). 1944.

jueves, 24 de julio de 2008

Tomasa Cuevas, Juana Doña y otras Presas políticas del franquismo

Tomasa Cuevas fue una militante de la Juventud Comunista y del PCE que ingresó en prisión ya en 1939 con una condena de treinta años de cárcel, cumplidos en parte entre las prisiones de Guadalajara, Durango, Santander, Ventas, Segovia, Les Corts, etc. En 1961 Tomasa se exilió a Francia y años después y ya de vuelta en España, se concentró en actividades de propaganda y apoyo a los presos políticos. A partir de 1974 dio comienzo a una larga serie de entrevistas a antiguas compañeras de prisión, que culminaría en una monumental trilogía publicada a principios de los ochenta: "Cárcel de Mujeres" –dos tomos- y "Mujeres de la Resistencia", referente inexcusable para el estudio de la represión femenina durante el franquismo. Tomasa falleció en Barcelona el 25 de abril de 2007.

Como homenaje y tributo a Tomasa y a las miles de mujeres presas del fraquismo, una productora realizó un documental de cerca de una hora de duración, centrado en su impresionante investigación. Dado que existían muchos problemas para visionar correctamente el documental desde el propio blog (al deteriorarse acusadamente la memoria del ordenador o PC --al menos en el mío--), he optado por recomendaros que pauséis o paréis el reproductor de música y que veáis adecuadamente el vídeo sobre los trabajos de Tomasa Cuevas pulsando en el siguiente enlace: http://tu.tv/videos/las-mujeres-presas-del-dictador-franco

Presas antifranquistas en la cárcel de Segovia, en septiembre de 1948, según el libro "Presas Políticas", de Ricard Vinyes. Hay algunos niños en la imagen, y las vestimentas son las propias de una festividad, por lo que muy probablemente la fotografía habría sido efectuada el día 24, fiesta de La Merced.

Juana Doña, abajo a la derecha, junto con otras cuatro compañeras presas políticas, en una imagen de los años 50. Impresionan las miradas de firme convicción de las retratadas.

Presas con hijos de algunas de ellas, en una instantánea no referenciada ni en cuanto a la fecha ni en cuanto al lugar.


Presas antifranquistas (¿Juana Doña, arriba a la izquierda?), en una imagen quizás de mediados de los años 40.

Presas antifranquistas en una imagen en una instantánea no referenciada ni en cuanto a la fecha ni en cuanto al lugar (quizás de mediados de los años 40).

Presas republicanas antifranquistas (¿y presas comunes?) junto con sus hijos en una instantánea que procede de un fotograma congelado de un reportaje de época que se puede visionar en youtube, reportaje no referenciado ni en cuanto a la fecha ni en cuanto al lugar de realización.

Prisión de Mujeres de Las Ventas, Madrid

La historiadora Elisabet Almeda en su trabajo "Mujeres y Cárceles. Pasado, presente y futuro de las cárceles femeninas en España" presentado al Congreso Penitenciario Internacional celebrado en Barcelona en el año 2006, cuenta que junto a las prisiones para mujeres de Saturrarán, Amorebieta, Les Corts, Valencia, Palma de Mallorca, Sevilla, Málaga, Melilla, Segovia y tantos más, uno de los centros penitenciarios femeninos con peores condiciones de vida era la franquista Prisión de Mujeres de "Las Ventas», construida por Victoria Kent durante la II República y utilizada por la dictadura franquista para encerrar a presas políticas. La cárcel estaba prevista para ubicar unas 500 mujeres, pero llegó a albergar a más de 14.000 durante la década de los cuarenta y cincuenta. Obviamente, el elevado número de presas hacia imposible aprovechar las buenas instalaciones e infraestructuras con las que se había dotado el centro desde sus inicios republicanos, por lo que todas las ventajas que tenía desaparecieron rápidamente con el franquismo, tal como comentaba la presa veterana Tomasa Cuevas, condenada a 30 años en 1939:

«Ventas era un edificio nuevo e incluso alegre. Ladrillos rojos, paredes encaladas. Seis galerías de veinticinco celdas individuales, ventanas grandes (con rejas, desde luego), y en cada galería un amplio departamento con lavabos, duchas y waters. Talleres; escuela, almacenes (en los sótanos), dos enfermerías y gran salón de actos transformado inmediatamente en capilla. En cada celda hubo, según dicen, una cama, un pequeño armario, una mesa y una silla. En el 39 había once o doce mujeres en cada celda, absolutamente desnuda, los colchones o los jergones de cada una y nada más. Todo vestigio de la primitiva dedicación de las salas había desaparecido: se había transformado en un gigantesco almacén, un almacén de mujeres. Faltaban el agua, la comida (imposible de suministrar rancho dos veces al día, con unas instalaciones de cocina calculadas para un máximo de 500 personas, a los muchos miles que se amontonaban allí), la asistencia sanitaria. No había más que dolor y hambre, sed y suciedad, enfermedades y humillaciones. Aquellas formaciones, para cantar obligatoriamente los 3 himnos del Movimiento, con la mano derecha en saludo fascista". (Tomasa Cuevas).

También la veterana guerrillera y escritora comunista, feminista y sindicalista Juana Doña, miembro del Comité Central del Partido Comunista de España, condenada a muerte en 1947 y con pena conmutada por 30 años de prisión, realizó numerosos apuntes sobre la prisión de Ventas y su relación con su personal visión del feminismo socialista militante: "Cárcel de Ventas. Símbolo de todas las cárceles de mujeres de este país. De ella sacaron el mayor número de mujeres para ser ejecutadas.... Cárcel de Ventas. Su capacidad era para quinientas presas. Hacinaron a catorce mil. Todas torturadas, rapadas, humilladas, cientos de ellas violadas. El hacinamiento les abocaba a los parásitos y la sarna.... En cada pueblo y ciudad había prisiones de mujeres. Todas fueron maltratadas y medidas con la misma vara que nuestros presos hermanos. Sólo que ellos no fueron violados. Ni en sus brazos murieron sus pequeños hijos: comidos por el hambre.... Las torturas y los largos años de prisión [las mujeres] los sufrieron con la misma fortaleza y dignidad que los hombres. ¿Por qué las mujeres somos aun silenciadas? ¿Y los avances de la democracia? Todavía somos un valor cero..... Abramos los ojos, pues si no siempre seremos tuertos." (Los parásitos y la sarna, Juana Doña).

Y también como apuntaba sobre la prisión de Ventas la presa Esperanza Martínez, guerrillera de Levante y Aragón, en el 5º sector, y presa veterana con condena de 26 años en las cárceles de Valencia, Ventas, Burgos, Alcalá de Henares, etc., "creo que los primeros momentos fueron los peores para los hombres, pero también para las mujeres, porque las mujeres no solamente eran fusiladas sino que también eran violadas, morían de hambre… hay que pensar en la cárcel de Ventas… cómo sufrían las madres cuando dejaban morir a sus hijos porque se negaban a denunciar".

El historiador Fernando Hernández Holgado ha publicado un trabajo titulado "Mujeres encarceladas en la prisión de Ventas: de la República al franquismo, 1931-1941". En la reseña que de él hace Ricard Camil Torres Fabra en http://www.nodo50.org/foroporlamemoria/documentos/marcial_pons_feb2004.htm se puede leer que "Ventas, concebida para albergar un máximo de 500 reclusas se vio desbordada por más de 3.500 ingresos, casi todos políticos, y eso que el franquismo siempre negó su existencia puesto que a los vencidos jamás se les aplicó ni los beneficios militares ni políticos, aunque siempre fueron distinguidos de los delincuentes comunes según la legislación franquista. Las mujeres recluidas en Ventas, prostitutas según la terminología de los vencedores, sufrirían en sus carnes la dureza de la represión del régimen. Desde las ejecuciones sumarias a las vejaciones más inhumanas pasando por las más terribles torturas, pues las mujeres sufrieron el triple estigma de su condición sexual, militante y opositora. Este aspecto delata directamente el alcance de la represión franquista: presas sin cargos, otras con acusaciones marcianas y otras por el mero hecho de ser parientes de militantes antifascistas. Si éstas eran las causas de ingreso no debe extrañar el trato y las condiciones higiénicas sufridas: 84 fusiladas documentadas, incluso algunas de ellas embarazadas -el autor asegura con razón que la cifra queda corta- y menores de 21 años -siete de las Trece Rosas-, 81 muertes por enfermedad, un suicidio (p. 226), ausencia de agua potable, partos sin asistencia médica, hasta 13 reclusas compartiendo celdas diseñadas para dos, mujeres abarrotando escaleras, pasillos, duchas; menores de edad mezcladas con ancianas, ratas por doquier, etc. Pero el secretismo del régimen hace que las cifras no puedan ser constatadas. Fernando Hernández Holgado, autor de "Mujeres encarceladas en la prisión de Ventas: de la República al franquismo, 1931-1941" Editorial Marcial Pons, calcula que Ventas llegó a albergar 13.000 presas para disminuir después a 7.000 por lo que la cárcel llegó a conocerse como el almacén de mujeres. Todo ello repercutía incluso en la alimentación, ya que la cocina debía funcionar a turnos y por supuesto la dieta resultaba terriblemente pobre y escasa tanto en contenido como en calidad. Se trataba de lo que el autor denomina acertadamente Infierno organizado pues el mero hecho de llevar a los niños a la enfermería era sinónimo de condena a muerte ante la negligencia de médicos y monjas. Un panorama que se completaba con todo tipo de enfermedades epidémicas que diezmaba tanto a las reclusas como a sus hijos. Unos hijos que en numerosas ocasiones engrosaron el fenómeno de unas adopciones impuestas, mientras que por otro lado, buena parte del personal carcelario pasó con éxito el filtro de las depuraciones y continuó ejerciendo su cargo. Frente esta situación, las reclusas llevaron a cabo un ejemplar entramado de resistencia y solidaridad clandestina -autodenominado la familia-, generalmente conectado con el exterior".

Taller de confección en la Prisión de Mujeres de Ventas durante una visita de una delegacion argentina en los años 40, según el libro "Trabajos Forzados" de la agrupación Memoriaren Bideak (gracias, Fernando Mendiola).

Taller confeccion prisión mujeres Madrid 1951

Taller manipulado en la Prisión de Mujeres de Ventas durante una visita de una delegacion argentina en los años 40, según el libro "Trabajos Forzados" de la agrupación Memoriaren Bideak.

Procesión del Corpus, en la Prisión de Ventas, Madrid, en 1939, según el libro "Trabajos Forzados" de la agrupación Memoriaren Bideak.

Procesión del Corpus, en la Prisión de Ventas, Madrid, en 1939, según el libro "Trabajos Forzados" de la agrupación Memoriaren Bideak.

Procesión del Corpus, en la Prisión de Ventas, Madrid, en 1939, según el libro "Trabajos Forzados" de la agrupación Memoriaren Bideak. Muchas mujeres lloran en un gesto que no parece de recogimiento religioso sino que se revela como de pavor.

Taller confección de la Prisión de Mujeres de Ventas en 1944, según la obra "Presas Políticas", de Ricard Vinyes.

Curas, monjas, autoridades y señoras vinculadas a Acción Católica y a otros grupos visitan la Prisión de Mujeres de Ventas a finales de los años 40.

lunes, 21 de julio de 2008

La terrible prisión de Les Corts, Barcelona

Tras la ocupación de Barcelona por los franquistas el 26 de enero de 1939, el antiguo edificio del Asilo del Buen Consejo --que había sido utilizado en la etapa republicana como Correccional General de Mujeres por el Comité de Prisiones de la Generalitat de Cataluña-- fue convertido por los triunfantes golpistas traidores en Prisión Provincial de Mujeres. Los primeros días y años fueron terribles para las republicanas allí encerradas. La prisión, que como asilo había dado alojamiento a 300 jóvenes, pasó a recluir en su interior a 5.000 prisioneras, muchas de las cuales comenzaron a ser asesinadas, tras sacas y paseos extraoficiales, aplicación de ley de fugas o penas de muerte. Por la prisión de Les Corts pasaron entre el 29 de enero de 1939 y finales del año 1955 decenas de miles de mujeres, que como en tantas otras cárceles de mujeres de la etapa franquista eran administradas, vigiladas y custodiadas (en virtud de un concierto firmado por el Servicio Nacional de Prisiones) por órdenes religiosas femeninas, tales como las ahora "laureadas" con el Príncipe de Asturias Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul --las llamadas Paúlas-- y posteriormente por las Mercedarias.

En el año 1943 consiguió fugarse de la Priisón Provincial de Les Corts la presa Clara Pueyo, cuadro dirigente del PSUC. Una fuga similar se repitió en el año 1946, siendo en este caso Adelaida Abarca, Ángela Ramis y Victoria Pujolar las que consiguieron escapar.

La excelente página http://www.presodelescorts.org/es/node, (que está coordinada por el investigador Fernando Holgado y que recomiendo encarecidamente para su vísita íntegra de todas sus subpáginas y que es obra de los Departamentos de Interior, Relaciones Institucionales y Participación de la Generalitat de Cataluña y de la Asociación Cultura y Memoriade Cataluña), contiene numerosos testimonios gráficos de la prolongada vida de este siniestro centro penitenciario, así como entrevistas con presas políticas veteranas en archivos de audio, textos autobiográficos, planos y otros documentos de gran interés. En la sección "Las Voces" podemos encontrar las estremecedoras historias personales de veteranas tales como Soledad Real López, Enriqueta Borrás Mateu, Enriqueta Gallinat i Roman, Isabel Vicente García, Laia Berenguer Puget, Maria Salvo Iborra, Teresa Hernández y Tomasa Cuevas. Uno de estos textos, obra de Soledad Real dice lo siguiente:

“Las Corts había sido anteriormente un colegio para unas trescientas niñas, como mucho, y llegaron a estar cinco mil mujeres. Cuando nosotras llegamos éramos unas pocas menos, pero aún se dormía en los patios, se dormía en las escaleras, se dormía en los váteres. A mí el sitio que me correspondió para dormir fue debajo de los fregaderos, donde se lavaban los platos, y por la noche tenía que esperar hasta las doce, hasta que acaban de fregar, y por la mañana me tenía que levantar a las cuatro, porque había tan pocos lavabos que ya la gente se levantaba a esa hora para poder lavarse. La cárcel estaba tan abarrotada de gente que por la noche, cuando se desliaban los petates, no podías pasar por ningún sitio, Me acuerdo de una que dormía en el váter con la puerta abierta y la cabeza apoyada sobre el borde de la taza, y nosotras íbamos a hacer pipí y poníamos una pierna para allá y otra para el otro lado, y ella decía: coña, tener puntería, porque tenía la cabeza en el mismo borde. Nos tocaban para dormir, pues, en aquellos tiempos, dos losetas y media, es decir, cincuenta centímetros, y estábamos tan apelmazadas que a veces decía alguien en medio de la noche: por favor chicas, volvámonos, que no puedo más, que tengo muchos dolores. Y tú oías a alguien que dirigía la orquesta y decía: a la uuna, las dooooos, a las treees, y bumm, dábamos la vuelta todas. Pero es que al volvernos siempre había alguna que se quedaba sin sitio, que se quedaba encima de las otras, y empezaba: dadme mi sitio, y había que reducirse otra vez, y había que quedarse de lado. La cárcel no daba más que las dos o tres losetas. Los colchones o jergones los mandaban las familias. Recuerdo que Isabel [Imbert] tenía un colchón de 60 centímetros en el que dormíamos las dos, pero era ya un colchón que había tenido su padre en la cárcel y era muy delgado. Durante la noche los piojos y las chinches te corrían por la cara, sobre todo las chinches, que estaban carcomidas las colañas de madera y yo recuerdo que mientras dormíamos nos caían a manadas. De vez en cuando, durante el día, sacudíamos las colañas y hacíamos una matanza de chinches, con una pestaza que asustaba. Y lo único posible era mucha limpieza, mucha ducha. Y como no nos daban jabón, lo que hacíamos era revender el chusco de pan para comprarnos jabón.”

“Las que peor se lo pasaban eran las madres. Pues las madres que tenían niños, fueran de delito común o políticas, iban a las cárceles con los niños. Entonces las madres tenían esta doble lucha de tener que sobrevivir con el hijo, que era darle lo mejor del rancho y el chusco de pan, o venderlo para comprar jabón y lavar la ropita. Entonces entre que no había medios de higiene, entre que los váteres estaban continuamente atascados y entre las chinches, aquello olía que apestaba. Quiero decir que era una vida misérrima y que las madres tenían muchos más problemas que nosotras, pues los niños sólo si eran enfermitos tenían doble ración o ración especial. Pero enfermito diagnosticado por el médico, porque en realidad con el hambre que allí se pasaba allí enfermos lo eran todos. Y no sólo enfermos. El niño de la cárcel era un niño reprimido, porque en Barcelona todo estaba controlado por las monjas, y respecto a las monjas las funcionarias eran muchas veces más humanas. Uno de los casos de niños más trágicos que yo viví allí fue que, entrando un día en la enfermería, había allí una madre y encima de la camilla había una niña desnudita, toda huesecitos, y a mí lo que me emocionó de aquello no fueron tanto los huesecitos de la niña, sino ver que el médico, conforme le levantaba una manita y la dejaba y la manita de la niña se caía, y le levantaba la otra manita y la manita de la niña se caía, porque no tenía fuerzas, no tenía músculo, no tenía nada, de ver cómo al médico se le iban cayendo las lágrimas".


Gran parte de las fotografías de esta entrada proceden de esta página ya mencionada, y algunas otras son aportación de la obra "Trabajos Forzados" de la meritoria asociación y grupo de trabajo "Memoriaren Bideak". La mayor parte son fotos PROPAGANDISTICAS de las supuestas y falsarias excelencias del sistema penitenciario franquista y todas excepto una fueron realizadas desde septiembre de 1942 hasta 1953, coincidiendo frecuentemente con los actos oficiales y las visitas familiares que podían recibir las presas con motivo de la festividad de La Merced. El régimen franquista --una vez superada la sanguinaria represión inicial de los tres primeros años-- pretendía con estas instantáneas trasladar al exterior una idílica y ficticia imagen de normalidad (deporte, jardines, limpieza, higiene, asepsia, rehabilitación...). Casi todas las fotografías fueron publicadas en sucesivas ediciones de las Memorias del Patronato Central Nuestra Señora de la Merced para la Redención de Penas por el Trabajo (en adelante PCNSM) y en el semanario "Redención", que estaba gestionado por miembros de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas (ACNP) y que era el órgano de comunicación de este Patronato.

EN EL SOLAR QUE OCUPÓ EN SU DIA LA ANTIGUA PRISIÓN DE LES CORTS EN BARCELONA, SE ALZA HOY LA SEDE DE"EL CORTE INGLES" DE LA DIAGONAL. NINGUNA PLACA RECUERDA EN ESTE TEMPLO DE LA ECONOMÍA DE MERCADO EL SACRIFICIO DE LAS VIDAS DE ESTAS DECENAS DE MILES DE MUJERES POR LA DEMOCRACIA, LA IGUALDAD Y LA LIBERTAD.

Formacion de presas en el patio de Les Corts, Barcelona, 1953

Les Corts, 1952

Les Corts, 1952

Presas durante el trabajo en la Granja agrícola de la prisión de Les Corts


Presas durante el trabajo en la Granja agrícola de la prisión de Les Corts

Presas durante el trabajo en el Departamento de cría de conejos de la Granja de la prisión de Les Corts, 1945

Presas durante el trabajo en el Departamento de cría de ganasdo porcino de la Granja de la prisión de Les Corts, 1945

Prisión de Les Corts. Enero de 1943. En la fila de arriba, de izquierda a derecha, las hermanas Cinta y Dolors Brugalada, Consuelo Alonso, María Salvo, Soledad Real y Teresa Hernández. La única con gafas, Clara Pueyo. En el extremo opuesto de Clara Pueyo, en cuclillas y con chaqueta oscura, Isabel Imbert. Archivo personal de Soledad Real.

Grupo de presas de Les Corts, la mayoría de filiación anarcosindicalista, año 1948. De pie, de izquierda a derecha. Margarita de la Torrassa; Manuela Sáez; Francisca Avellanet; Joaquina Dorado Pita; una presa desconocida y Rosa Mateu, madre de Enriqueta Borrás. Sentadas: Dolça, de Terrassa; Antonia Martínez, Juliana y dos compañeras socialistas. Archivo personal de Enriqueta Borrás Mateu


Retratos de las presas con sus hijos durante el día de la Merced de 1946. De pie, segunda por la derecha, Rosa Mateu, madre de Enriqueta. Primera por la izquierda, de pie, Antonia Martínez, la portera de la cárcel y afiliada clandestina a la CNT. Las monjas pertenecen a la orden mercedaria. Archivo personal de Enriqueta Borrás Mateu.

Prisión de Les Corts, julio de 1943. En el centro, con blusa de rayas, arriba de la monja, María Doménech.Archivo personal de Soledad Real.

Prisión de Les Corts, Numeradas, Teresa Hernández con el número 1 y su hermana Antonia con el 2. A la izquierda de la foto de Teresa Hernández, está Isabel Vicente. Archivo personal de Maria Salvo.


Prisión de Les Corts, presas con sus hijos durante el día de la Merced de 1946. De pie, cuarta por la derecha, Antonia Martínez, sindicalista afiliada clandestinamente a la CNT, que trabajaba de portera de la cárcel

Prisión de Les Corts,. Isabel Vicente, marcada con una equis. Archivo personal de Tomasa Cuevas.

Monjas y reclusas dla prisión de Les Corts con sus niños. Día de la Merced. Memoria del PCNSM de 1949

Grupo de presas de Les Corts, con ocasión de la representación de una pieza de entretenimiento, 1942. Sentada en la esquina inferior derecha, presumiblemente, Laia Berenguer. Archivo personal de Laia Berenguer

Prisión de Les Corts. Día de la Merced, 1945. De pie, tercera, cuarta y quinta por la izquierda, Mercedes Pérez, Adelaida Abarca y Victoria Pujolar (que consiguieron fugarse un año después). En cuclillas, debajo de Adelaida, Tomasa Cuevas. En el centro, séptima por la izquierda, Isabel Vicente. Archivo personal de María Salvo


Prisión de Les Corts, 1943. SentadaSentada, segunda a la izquierda, Rosa Mateu Segalés, madre de Enriqueta. De pie, primera a la derecha, Antonia Martínez, también sindicalista clandestina de la CNT, que trabajaba como portera en la prisión. La monja pertenece a la orden de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Archivo personal de Enriqueta Borrás Mateu.

Prisión de Les Corts, 1947. Teresa Hernández aparece de pie, en el centro de la imagen. Archivo personal de Tomasa Cuevas Gutiérrez.

Prisión de Les Corts, en febrero de 1943. En la fila inferior, primera por la derecha, Soledad Real. En la fila superior, de izquierda a derecha: Consuelo Alonso, María Salvo, Dolors Brugalada, Clara Pueyo (con gafas), Isabel Imbert y María Antonia Madueño. Archivo personal de Soledad Real.

Jardín de la prisión de Les Corts. Fila del medio, tercera sentada a la derecha de la monja, María Salvo. Arriba y a la izquierda -de la foto- de María Salvo, Consuelo Alonso y Leonor Zalabardo, respectivamente. A la izquierda de Leonor Zalabardo, Cinta Brugalada. Su hermana Dolors, de blusa blanca, aparece debajo de María Salvo. A la derecha de María Salvo, encima de Dolors Brugalada, María Antonia Madueño. Archivo personal de María Salvo.

Departamento de presas madres de la prisión de Les Corts

Departamento de madres durante el día de la Merced. Memoria del PCNSM de 1954


Taller de costura en Les Corts, 1954
Prisión de Les Corts presas con sus hijos durante el día de la Merced de 1946

Equipo baloncesto prisión Les Corts 1942

Equipo baloncesto prisión Les Corts 1949

Equipo de baloncesto en la prisión de Les Corts. Primera a la izquierda, de pie. Soledad Real

Equipo deportivo, Agachada, con gafas, Clara Pueyo. Arriba de Clara, María Salvo. A la derecha de la foto de María Salvo, María Antonia Madueño y Dolors Brugalada

Festividad de Reyes en la prisión. Memoria del PCNSM de 1946

Gitanas y otras presas, disfrutando de la visita de sus hijos en la prisión barcelonesa de Les Corts, 24 sept 1952
Les Corts Capilla de la cárcel. Memoria del PCNSM de 1953. Foto Postius

Reclusas de Les Corts asisten obligadas a la misa por la festividad de la Virgen de La Merced, patrona de los presos. Memoria Patronato Central Redención Penas Trabajo (PCNSM) 1954

Director de la prisión de Les Corts reparte obsequios a las reclusas durante el día de la Merced. Memoria del PCNSM de 1954

Cuadro artístico. Coro de reclusas de la cárcel de Les Corts que interpretaron "Las lagarteranas". Imagen propagandística extraída del número del 11 de enero de 1941 del Semanario Redención

Cuadro artístico en la prisión de Les Corts, 1943. Primera a la izquierda, en primer plano, Laia Berenguer. En el centro, al fondo del todo, Isabel Vicente. Archivo personal de Soledad Real López.


Prisión de Les Corts, 1954. En el original. "Memoria del Patronato para la Redención de Penas por el Trabajo" puede leerse "Un momento de recreo de las reclusas"