Vaya fin de semana de viento que hemos tenido. Hay entrenamientos específicos que se hacen en condiciones muy particulares, como correr por hierba, por montaña, por arena, en altitud, con calor o en ayunas... Muchas de estas condiciones podemos reproducirlas con relativa facilidad. Pero si hay una manera de entrenar muy particular, y muy difícil de reproducir, ésta es hacerlo con mucho viento.
No creo que entrenar con viento entre dentro de ningún plan de preparación, por lo complicado que es conseguir que el viento sople el día y a la hora que nos interesa... :) Pero lo que sí sé es que una carrera con mucho viento puede ser un infierno, como pasó este año en Gran Canaria, donde el viento puso contra las cuerdas a muchos cracks maratonianos. Este fin de semana me ha tocado sufrirlo, como a muchos runners, y he querido plantarle cara y me ha tocado apretar bien los dientes para hacerlo...
El sábado salí pronto, en ayunas, a hacer mis 14 kilómetros habituales yendo y viniendo del puente del Fórum. La temperatura era agradable, unos 12 grados, así que salí sin corta vientos y sin guantes. El corta vientos no lo eché de menos, pero acabé con las manos heladas por culpa del susodicho viento, sobre todo a la vuelta, que lo tenía en contra. Corrí por la hierba del Besós, con el terreno un poco más blando de lo habitual gracias a los aspersores. Ritmo y pulsaciones bastante constantes, 5:05 y 150bpm, pasando frío a la vuelta, con el terreno tan blando y en ayunas me doy por más que satisfecho.
Y hoy tocaba tirada larga. Después de meter dos días de rock'n'roll durante la semana, quería ver si el cuerpo lo notaba el domingo. Día soleado, muy buena temperatura, incluso algo de calor cuando el viento no soplaba de cara, a las 11 de la mañana. Quise hacerlo un poco más durillo y el tramo por el río lo hice también por la hierba. Las rodillas lo agradecen, pero los cuádriceps no tanto... :) Con el viento a favor y la temperatura tan templada no me costó coger velocidad de crucero, entre 4:40 y 4:50. Fin de la hierba y vuelta al asfalto, viento lateral y ritmo estable pocos segundos por debajo de 5:00. Las fuerzas acompañan, me tomo un gel en el 13, media vuelta, de nuevo viento lateral pero quizá con una leve componente favorable, y vuelvo por el litoral un poco más rápido, a una media de más o menos 4:55.
Y me voy haciendo a la idea de lo que me espera en el río... Si el viento esta mañana soplaba fuerte, meterlo por el cauce de un río es lo mejor para hacerlo todavía un poco más duro. Y así me lo encontré... Había ratos que parecía que movía las piernas y no avanzaba... Me metí de nuevo en la hierba, y esta vez sí que tocó apretar los dientes para no ir a más de 5:00 por kilómetro. Se me escaparon un par de segundos en el 23, pero el resto pude hacerlos entre 4:56 y 4:58, eso sí, con una cara de esfuerzo que hacía que los que venían en sentido contrario se apartaran asustados, por mi cara y por pensar lo que les esperaba ala vuelta... :)
Al final cayeron los 26 kilómetros y 130 metros de regalo, en 2:08:48, a un ritmo de 4:56 y las pulsaciones se quedaron en casa... :( Sufriendo mucho al final, pero muy cómodo durante el resto del recorrido. Así salió el entrenamiento, y así se me quedó la cara, con sal en la frente y cejas... :)
Estos rodajes largos me están saliendo mucho mejor que a estas alturas del plan para Berlín, aunque claro, el clima es mucho más propicio. Tengo que tenerlo en cuenta y no bajar la guardia o cantar victoria, que se acercan las semanas más duras y aún falta mucho que hacer...
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domingo, 3 de febrero de 2013
miércoles, 20 de julio de 2011
Verano ventoso, en el sentido eólico de la palabra
Pues sí, estamos en verano, como quien dice ya casi en agosto, nos hemos quejado como siempre de unos días de bastante calor, pero últimamente parece más que estemos en primavera, tanto por la temperatura como por lo cambiante del clima. Supongo que por eso los calentólogos están bastante callados, imagino que no van a dejar de defender sus ideas, pero es tan tentador hacer algún chiste sobre calentamiento global que entiendo que prefieran esperar un momento más cálido para seguir concienciándonos de sus doctrinas.
Al menos en Barcelona, la previsión de temperatura máxima para esta semana es de 26º, lo nunca visto en julio. A la hora a la que salgo a correr, estamos más o menos a 17 o 18 grados, pero con el viento que también se ha quedado con nosotros desde hace varios días, incluso paso un poco de frío al principio. Y hoy ha sido así, un poco de fresquillo al empezar a correr, pero sobre todo, un viento exageradamente fuerte que ha dejado mis series/fartlek un poco trastocadas.
El plan era levantarse a las 4:50 y hacer una especie de fartlek made in Jack. Calentamiento, 6 bloques de 5 minutos a ritmo intenso y 4 a ritmo de jogging, y vuelta para casa.
Calentando hacia Montcada ya vi que hoy iba a hacer viento de verdad. 13 minutos a 6:15, peleando contra el aire que soplaba en dirección al mar y volviendo sobre mis pasos, para colocarme justo al inicio de la parte asfaltada del cauce del río, y empezar ahí el fartlek en dirección al mar.
El primer tramo, como suele pasar a esas horas, sirve para acabar de despertarse. 5 minutos a 4:30, y las pulsaciones apenas subieron de 150bpm justo al final. Un poco de jogging, y a por otra.
El segundo tramos de 5 minutos a 4:15, un poco más suelto, 161bpm acabando. Más jogging...
Y la tercera, la última con viento a favor, la hago a 4:01, rozando pero sin llegar a ponerme a 170bpm.
Media vuelta, y entonces me doy cuenta de que hacía mucho más viento del que pensaba. Tramo de 5 minutos a ritmo intenso, tan intenso como 4:28... Jogging... Quinto tramo a 4:32... Maldiciendo el aire que hacía... Hasta me costaba ir a paso de jogger... Sexto a 4:31, intentando apretar pero viendo que no avanzo con soltura. Las pulsaciones alrededor de 165bpm al acabar, y la sensación de cansancio terrible.
El hecho de no parar entre serie y serie, sino seguir corriendo, hizo que en las recuperaciones bajara sólo hasta alrededor de los 130bpm. Pero de eso se trata este entrenamiento, de enseñar al cuerpo a apurar las fuerzas con un desgaste ya acumulado. Acabé muy cansado, resignado con el viento que no me dejó hacer una buena progresión, pero satisfecho con la Q2 de la semana.
Y como premio, esta tarde aproveché para hacer unas compras que tenía pendientes. Una gorra blanca, para tener de quita y pon, y ver si me da menos calor que la negra, un bidón de 500ml con cinturón para llevar en las tiradas largas, una tira reflectante para el brazo, pensando en los entrenamientos nocturnos, una mallas más finas y elásticas, pues empiezo a sospechar que las que uso habitualmente son catalizadoras del punto 8 debido quizá a un exceso de presión en la zona intestinal, y un surtido de barritas energéticas, geles, y dedicado al Abuelo Runner, la tarta de chocolate del Decathlon para desayunar el día de la tirada larga... :)
Al menos en Barcelona, la previsión de temperatura máxima para esta semana es de 26º, lo nunca visto en julio. A la hora a la que salgo a correr, estamos más o menos a 17 o 18 grados, pero con el viento que también se ha quedado con nosotros desde hace varios días, incluso paso un poco de frío al principio. Y hoy ha sido así, un poco de fresquillo al empezar a correr, pero sobre todo, un viento exageradamente fuerte que ha dejado mis series/fartlek un poco trastocadas.
El plan era levantarse a las 4:50 y hacer una especie de fartlek made in Jack. Calentamiento, 6 bloques de 5 minutos a ritmo intenso y 4 a ritmo de jogging, y vuelta para casa.
Calentando hacia Montcada ya vi que hoy iba a hacer viento de verdad. 13 minutos a 6:15, peleando contra el aire que soplaba en dirección al mar y volviendo sobre mis pasos, para colocarme justo al inicio de la parte asfaltada del cauce del río, y empezar ahí el fartlek en dirección al mar.
El primer tramo, como suele pasar a esas horas, sirve para acabar de despertarse. 5 minutos a 4:30, y las pulsaciones apenas subieron de 150bpm justo al final. Un poco de jogging, y a por otra.
El segundo tramos de 5 minutos a 4:15, un poco más suelto, 161bpm acabando. Más jogging...
Y la tercera, la última con viento a favor, la hago a 4:01, rozando pero sin llegar a ponerme a 170bpm.
Media vuelta, y entonces me doy cuenta de que hacía mucho más viento del que pensaba. Tramo de 5 minutos a ritmo intenso, tan intenso como 4:28... Jogging... Quinto tramo a 4:32... Maldiciendo el aire que hacía... Hasta me costaba ir a paso de jogger... Sexto a 4:31, intentando apretar pero viendo que no avanzo con soltura. Las pulsaciones alrededor de 165bpm al acabar, y la sensación de cansancio terrible.
El hecho de no parar entre serie y serie, sino seguir corriendo, hizo que en las recuperaciones bajara sólo hasta alrededor de los 130bpm. Pero de eso se trata este entrenamiento, de enseñar al cuerpo a apurar las fuerzas con un desgaste ya acumulado. Acabé muy cansado, resignado con el viento que no me dejó hacer una buena progresión, pero satisfecho con la Q2 de la semana.
Y como premio, esta tarde aproveché para hacer unas compras que tenía pendientes. Una gorra blanca, para tener de quita y pon, y ver si me da menos calor que la negra, un bidón de 500ml con cinturón para llevar en las tiradas largas, una tira reflectante para el brazo, pensando en los entrenamientos nocturnos, una mallas más finas y elásticas, pues empiezo a sospechar que las que uso habitualmente son catalizadoras del punto 8 debido quizá a un exceso de presión en la zona intestinal, y un surtido de barritas energéticas, geles, y dedicado al Abuelo Runner, la tarta de chocolate del Decathlon para desayunar el día de la tirada larga... :)
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