Soy un animal de asfalto, quizá no de nacimiento, pero sí de adopción... Tener el río Besós tan cerca de casa me ha permitido acostumbrarme a correr sobre cemento, aún teniendo al lado un hermoso trozo de hierba al que recurro cuando me noto un poco más dolorido de la cuenta. Además de asfaltero, me he convertido en una especie de robot que corre a un ritmo casi exacto en pendientes cercanas a cero, que es el desnivel aproximado de 9 de los 10 kilómetros que entreno casi cada día. Y mi tercer hábito runner es entrenar normalmente a bajas temperaturas, eso de correr en Montreal a -25º fue una anécdota, pero durante el resto del año suelo correr bastante fresco, a las 5:30am no es que haga precisamente calor.
Así que cuando me toca correr en tierra o trialeras, con desniveles acentuados, y con calor, no estoy precisamente en mi salsa... Pero qué leches, la montaña es la montaña y su llamada no puede ser ignorada!!!
Estos dos últimos domingos he corrido dos pruebas bastante distintas, aunque con la tierra, el desnivel y el calor en común. El domingo 17 corrí la Taymory Xtrail Alella, muy cerca de casa de Manu y Carles, una prueba durilla de 28 km y 1300 metros de desnivel positivo.
Madrugón clásico, desayuno potente y tren hasta Masnou para encontrarme con los otros dos cobardes que decidieron pasar la mañana del domingo haciendo el bruto... :) Muchas sonrisas al principio, seguramente porque aunque lo intuyéramos, aún no sabíamos en qué lío nos habíamos metido.
¿Cómo resumir una carrera de montaña? Pues en mi caso es muy fácil... Se sufre mucho, se pasa mal, cuesta tener referencias sobre si estamos dosificando bien las fuerzas o si nos estamos dejando llevar por la euforia... Cuando vienen subidas voy cómodo, incluso recuperando posiciones. Cuando toca bajar, soy un torpe, me resbalo, los tobillos tiemblan de miedo y me adelantan sin piedad...
Además esta vez me llevé de regalo tres torceduras de tobillo de las que me hacen pensar si no debería quedarme en casa esos días que me pongo las polainas y salgo a hacer el cabra... La primera fue la peor, tuve que parar y todo... :( Íbamos bajando en un tramo algo técnico, y justo delante llevaba dos corredores y un poco más allá otro que iba nada más y nada menos que corriendo con un brazo en cabestrillo, manda huevos... En un momento dado se apartó para que pasaran los dos que llevaba delante, pero a mí no me dio tiempo. Los que iban detrás de mí se empezaron a poner nerviosos, alguno casi me echaba el aliento en el cogote, y por delante, el amigo Cervantes iba a su ritmo y los que estábamos detrás íbamos medio frenados y alguno demasiado nervioso. Total, quizá por la presión, en un giro, me pegué una torzedura de tobillo que me hizo ver las estrellas, y tuve que parar a un lado hasta que bajó un poco el dolor... No había plan B, había que seguir corriendo, en medio de una trialera no quedaba otra que intentar volver a trotar y ver si el tobillo se calentaba y podía seguir, y por suerte, después de que me adelantaran unas 20 personas, volví a coger el ritmo bueno. Ya no volví a ver el trenecito del amigo Cervantes, quizá corrían en la prueba de 15 km, recuperé bastantes posiciones, y seguí corriendo aunque no tan cómodo como antes de la torcedura, la cara constante de susto lo dice todo.
Hubieron otro par de avisos con el tobillo, pero no llegué a torcerme del todo y pude seguir corriendo, aunque cada vez con más miedo... Al final sobreviví, acabé de una pieza, disfrutando las subidas y acojonadillo en las bajadas, y entre una cosa y otra, casi me salió tiempo de maratón, 3:14:26. Corrí 28 km, menos que una maratón, pero estuve corriendo (y andando, todo sea dicho) tres horas y cuarto, que es un buen desgaste, aunque la satisfacción de acabar entero y en el puesto 51 de 136 finishers compensa.
Un buen post carrera, y tras tres coca colas, dos vasos de bebida isotónica, uno de agua y unos buenos puñados de frutos secos, me quedé como nuevo.
Después de esfuerzo de la Taymory, hasta el jueves no tuve valor de salir a cochinear por el río, y en eso quedó toda la semana de entrenamiento, en 10 míseros kilómetros a ritmo super Easy antes de correr el domingo mi cuarta Pujada a les Dues Pedres, una prueba casi familiar, al lado de casa, visitando caminos que he recorrido múltiples veces pero esta vez con dorsal y dándolo todo... :)
Esta carrera es de montaña pero no un trail, es más, es de las más rápidas que conozco fuera del asfalto. Esta vez fue Manu el que vino a Santa Coloma y yo el que salió de casa andando. La carrera empieza a las 9:00am, así que el madrugón fue el de siempre, para poder desayunar y hacer bien la digestión. Calentamiento, disfrute del ambiente, y a correr. El camino lo conozco bien, subimos en dirección al Turó del Pollo, una pendiente de más o menos un 5%, que cuando vas fresco parece que no se nota pero desgasta y esas pulsaciones que suben tan rápido luego no bajan fácilmente. Luego bajamos un poco hacia el Camino de la Carrerada, y ahí empieza lo divertido, una subida asesina de casi un kilómetro, que obliga a más de uno a echar un pie a tierra, luego un tramo horizontal en dirección a las dos famosas piedras, vuelta a la Carrerada, y otro kilómetro aún más brutal que el anterior, en el que muchos valientes que aguantaron corriendo el primero tuvieron que claudicar y seguir caminando... Esta vez pude hacer corriendo todo el recorrido, pese a la tentación de echar a andar, y llegué de una pieza arriba del todo y recuperando posiciones.
Un poco de asfalto para relajarse, avituallamiento, y ataque al Turó del Pollo, que después de la subida del principio sabe a poco. Bajamos del Turó, y a cuidar los tobillos, camino de tierra ancho y serpenteante, aunque a veces resbaladizo. Este año me notaba más fuerte que el anterior y seguramente por eso iba rodeado de runners más expertos, que como me suele pasar en montaña, vi pasar por delante de mí sin piedad en la bajada... Llegada al parque de La Bastida, no quedaban fuerzas para intentar cazar al que tenía delante, pero sí para apretar un poco cuando parecía que alguien venía por detrás con intenciones de adelantarme... ;)
Admirando el tiempo de llegada en mi reloj, 49:10 según el crono, 49:03 según el Forerunner, casi un minuto y medio menos que el año pasado. Me gané el bocata de butifarra y la cerveza, ¿no? ;)
Luego, a recuperar fuerzas con unos aperitivos japoneses con mis hermanos... Celebrando que dentro de pocos días... Paso oficialmente al grupo de edad de veteranos mayores de 45 años... :)
Mostrando entradas con la etiqueta turó del pollo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta turó del pollo. Mostrar todas las entradas
lunes, 25 de mayo de 2015
viernes, 18 de abril de 2014
Crónica de los 10K Nike #WeRunBCN
Los 10K en primavera nunca se me han dado bien... El calor y la consiguiente subida de pulsaciones suele hacer bajar mi rendimiento brutalmente. Pero en las dos últimas maratones, Sevilla y Barcelona, parece que el cuerpo reaccionó mejor de lo que pensaba y me salieron bastante bien pese a que el sol se propuso que ocurriera lo contrario...
El domingo pasado era la ocasión de probar si en un día caluroso podía rendir bien en una 10K. Era mi quinta participación en una Nike-Bombers-WeRunBCN (el nombre ha ido creciendo año a año...). El primer año, 2010, hice MMP con 42:05. En 2011 el calor me dejó seco y acabé en 43:29. 2012 mejoró algo, pero lejos de mi marca de entonces, acabé en 41:09. Y en 2013, sufrí como nunca para acabar en 41:58, muy afectado por la temperatura. En todo caso, lejos, lejísimos del sub 40. Pese a que la pulsera que me gané en diciembre, bien fresquito, no diga lo mismo...
Fui para la carrera en metro, bien desayunado y cumpliendo escrupulosamente los preceptos del punto 8. El primer encuentro era con Nicolas, compañero de Ubisoft que está unos meses en Barcelona y que es el responsable de la botella de Ginebra canadiense que ya apareció por el blog... ;)
Nicolas había quedado con más gente y yo también tenía una agenda apretada antes de la salida... :) Aquí unos amigos que también se están animando con el running! Curiosa foto, hace unos 20 años estábamos todos iguales pero en un garito nocturno y con un cubata en la mano... :D
Muy bien como siempre la organización, sobre todo la gran cantidad de meódromos disponibles. Aunque entre fotos, meadas y saludos, se nos echó el tiempo casi encima y hubo que irse a los cajones de salida sin apenas calentar...
Ya en el cajón, el numerito musical clásico, y a correr. El primer kilómetro a 3:56, frenado por la marea de runners. Sé que ibamos frenados porque tuve a Toni a la vista y él va mucho más rápido... :) En el segundo aguanté el ritmo y salió a 3:52, ya con más espacios. Y como se podía correr mejor, Toni ya desapareció... :) El tercero me lo marcó el Forerunner a 3:59. Y aprovecho para hacer un inciso... ¡El segundo y tercer kilómetro eran subiendo el Paralelo!
Esto pintaba bien. Estaba corriendo rápido en el tramo más difícil. La clasificación oficial me marca el paso por el 2,5 en 9:52. Llevaba 8 segundos de margen respecto al ritmo de 4:00 en pleno Paralelo, no pintaba mal.
En el 4 y el 5 me modero un poco, noto el calor, el mini caos del avituallamiento... El reloj dice 4:01 y 4:07, el tiempo oficial de paso por el 5 es de 20:10... Ni se me había pasado por la cabeza bajar de 40, pero teniendo en cuenta que la segunda mitad es ligeramente en descenso... Podría pasar...
Del 5 al 8 el Forerunner me marca ritmos por debajo de 4:00. Me cuesta creerlo... :) Pero el calor empieza a notarse más... Paso oficial por el 7,5 en 30:12, en realidad he ido unas décimas por encima del 4:00 pelado... Sigo intentando ir fuerte pero no consigo rebañar esos segundos...
Del 8 al 9 lo paso mal... :( Coincide un tramo ascendente, con el calor acumulado y el cansancio, y un avituallamiento que ahora en frío creo que debía haberme saltado... Me cuesta mantener el ritmo... Antes de pasar por el 9 empieza la bajada por vía Layetana, paso la marca del 9, miro el reloj, y estoy en 36:16... Tendría que hacer los últimos 1000 metros en 3:44...
Me digo que hay que intentarlo... Lo intento, corro, todo lo que puedo, mucho calor, veo ritmos de 3:48, 3:50, pero no puedo bajar más... No dejo de adelantar runners, último giro, veo ya la meta, miro el reloj, y veo que no... Pero aprieto todo lo que puedo, me dejo el último aliento y acabo con esta cara...
40:07, recuperé casi 10 segundos en el último kilómetro pero no fue suficiente. El tiempo que perdí en el noveno fue demasiado. Qué lástima, bueno, tengo que decir que a mi edad y con ese calor, hacer 40:07 es un marcón, pero joder, por 7 segundos no puedo presumir de un sub 40 primaveral... :)
Como dato anecdótico... Sé que no es fiable, pero el Forerunner, los últimos 130 metros de más, me los marca a 3:21... :O
Toni ya estaba esperando cuando llegué... ¡Con una flamante MMP en 10K! Y poco después llegó Manu para inmortalizar a los tres mosqueteros una vez más... :)
Lo que me pasó los días después de la carrera fue rarísimo... Salí a correr 3 días seguidos, que con la carrera suman 4 consecutivos. Y salí porque tenía muchas ganas de correr... No sé qué pasa con mis endorfinas... :) Un cochinero de 8K el lunes, a 5:20, otro de 9,5K el martes, a 5:12, y 7 kilómetros a 5:33 el miércoles... El jueves, descanso merecido y hoy viernes he salido a hacer un Turó del Pollo que me ha dejado alucinado...
Sí, iba bien despierto y bien desayunado... Y había descansado el día anterior... La subida al Turó del Pollo es dura, casi 5 kilómetros a una pendiente media del 6% con rampas muy duras. La ida y vuelta me sale en el mejor de los casos a una media de más de 5:30, sólo una vez lo he hecho a 5:21. Bueno, pues hoy... Ida y vuelta... A un ritmo de 4:59... ¡Esto pinta bien para la Vila Trail de la semana que viene!
El domingo pasado era la ocasión de probar si en un día caluroso podía rendir bien en una 10K. Era mi quinta participación en una Nike-Bombers-WeRunBCN (el nombre ha ido creciendo año a año...). El primer año, 2010, hice MMP con 42:05. En 2011 el calor me dejó seco y acabé en 43:29. 2012 mejoró algo, pero lejos de mi marca de entonces, acabé en 41:09. Y en 2013, sufrí como nunca para acabar en 41:58, muy afectado por la temperatura. En todo caso, lejos, lejísimos del sub 40. Pese a que la pulsera que me gané en diciembre, bien fresquito, no diga lo mismo...
Fui para la carrera en metro, bien desayunado y cumpliendo escrupulosamente los preceptos del punto 8. El primer encuentro era con Nicolas, compañero de Ubisoft que está unos meses en Barcelona y que es el responsable de la botella de Ginebra canadiense que ya apareció por el blog... ;)
Nicolas había quedado con más gente y yo también tenía una agenda apretada antes de la salida... :) Aquí unos amigos que también se están animando con el running! Curiosa foto, hace unos 20 años estábamos todos iguales pero en un garito nocturno y con un cubata en la mano... :D
Muy bien como siempre la organización, sobre todo la gran cantidad de meódromos disponibles. Aunque entre fotos, meadas y saludos, se nos echó el tiempo casi encima y hubo que irse a los cajones de salida sin apenas calentar...
Ya en el cajón, el numerito musical clásico, y a correr. El primer kilómetro a 3:56, frenado por la marea de runners. Sé que ibamos frenados porque tuve a Toni a la vista y él va mucho más rápido... :) En el segundo aguanté el ritmo y salió a 3:52, ya con más espacios. Y como se podía correr mejor, Toni ya desapareció... :) El tercero me lo marcó el Forerunner a 3:59. Y aprovecho para hacer un inciso... ¡El segundo y tercer kilómetro eran subiendo el Paralelo!
Esto pintaba bien. Estaba corriendo rápido en el tramo más difícil. La clasificación oficial me marca el paso por el 2,5 en 9:52. Llevaba 8 segundos de margen respecto al ritmo de 4:00 en pleno Paralelo, no pintaba mal.
En el 4 y el 5 me modero un poco, noto el calor, el mini caos del avituallamiento... El reloj dice 4:01 y 4:07, el tiempo oficial de paso por el 5 es de 20:10... Ni se me había pasado por la cabeza bajar de 40, pero teniendo en cuenta que la segunda mitad es ligeramente en descenso... Podría pasar...
Del 5 al 8 el Forerunner me marca ritmos por debajo de 4:00. Me cuesta creerlo... :) Pero el calor empieza a notarse más... Paso oficial por el 7,5 en 30:12, en realidad he ido unas décimas por encima del 4:00 pelado... Sigo intentando ir fuerte pero no consigo rebañar esos segundos...
Del 8 al 9 lo paso mal... :( Coincide un tramo ascendente, con el calor acumulado y el cansancio, y un avituallamiento que ahora en frío creo que debía haberme saltado... Me cuesta mantener el ritmo... Antes de pasar por el 9 empieza la bajada por vía Layetana, paso la marca del 9, miro el reloj, y estoy en 36:16... Tendría que hacer los últimos 1000 metros en 3:44...
Me digo que hay que intentarlo... Lo intento, corro, todo lo que puedo, mucho calor, veo ritmos de 3:48, 3:50, pero no puedo bajar más... No dejo de adelantar runners, último giro, veo ya la meta, miro el reloj, y veo que no... Pero aprieto todo lo que puedo, me dejo el último aliento y acabo con esta cara...
40:07, recuperé casi 10 segundos en el último kilómetro pero no fue suficiente. El tiempo que perdí en el noveno fue demasiado. Qué lástima, bueno, tengo que decir que a mi edad y con ese calor, hacer 40:07 es un marcón, pero joder, por 7 segundos no puedo presumir de un sub 40 primaveral... :)
Como dato anecdótico... Sé que no es fiable, pero el Forerunner, los últimos 130 metros de más, me los marca a 3:21... :O
Toni ya estaba esperando cuando llegué... ¡Con una flamante MMP en 10K! Y poco después llegó Manu para inmortalizar a los tres mosqueteros una vez más... :)
Lo que me pasó los días después de la carrera fue rarísimo... Salí a correr 3 días seguidos, que con la carrera suman 4 consecutivos. Y salí porque tenía muchas ganas de correr... No sé qué pasa con mis endorfinas... :) Un cochinero de 8K el lunes, a 5:20, otro de 9,5K el martes, a 5:12, y 7 kilómetros a 5:33 el miércoles... El jueves, descanso merecido y hoy viernes he salido a hacer un Turó del Pollo que me ha dejado alucinado...
Sí, iba bien despierto y bien desayunado... Y había descansado el día anterior... La subida al Turó del Pollo es dura, casi 5 kilómetros a una pendiente media del 6% con rampas muy duras. La ida y vuelta me sale en el mejor de los casos a una media de más de 5:30, sólo una vez lo he hecho a 5:21. Bueno, pues hoy... Ida y vuelta... A un ritmo de 4:59... ¡Esto pinta bien para la Vila Trail de la semana que viene!
lunes, 22 de julio de 2013
Primera semana, primeras mejoras
Empieza lo divertido. Tener un plan, copiar los entrenamientos cada día, comparar ritmos, analizar sensaciones, planificar ligeras variantes... La novena vez que lo hago, y con más ganas que nunca, después de haber disfrutado mucho en mis tres últimas maratones y con ganas de hacerlo aún más en la carrera soñada...
Los primeros días, por ahora, no son ningún reto, sino trabajo constante, sin precipitarse, buscando que el cuerpo empiece a entender que ya se acabaron los volcanes, el fútbol y las tardes tumbado al sol... Vuelven los madrugones entre semana, y el calor y las tiradas largas el fin de semana. El proceso ha sido lento y costoso, pero empiezan a verse los primeros resultados. Paciencia no me falta, la preparación para la maratón se hace a fuego lento, ya vendrá el rock'n'roll más adelante.
Tras la vuelta de las vacaciones, he ido haciendo tiradas de 9 kilómetros y medio, la ruta clásica por el Besós, corriendo por la hierba si los aspersores lo permitían, dando media vuelta al llegar al puente de las vías de la Renfe, y otra vez a casa. Ritmos mejorando muy poco a poco, pulsaciones bajando lentamente, y el cuerpo que se quejaba un poco de tanto cambio horario, pero ya empieza a entender que el despertador suena a las 5:00am y que esto es maratón... :)
Ayer tocó un Turó del Pollo - Cruz de Montigalá, y por suerte noté una mejoría respecto a lo que hice 7 días atrás. Después de dos cochineros por el río, no se me ocurrió otra cosa que salir a hacer esa ruta hace 8 días... A las 11 de la mañana y con casi 30 grados... No, las piernas no estaban para eso todavía... Las primeras semanas me gusta meter algo de montaña, pero el calor y la discontinuidad de los entrenamientos los días anteriores me dieron el primer aviso subiendo al Turó del Pollo, tuve que acabar el último tramo andando... Y ya de vuelta, antes de desviarme hacia la Cruz de Montigalá, en una pequeña subida también tuve que echar los dos pies a tierra. Así que no me lo pensé dos veces, no era el día, y me volví a casa dejando la salida en un Classic Chicken de ida y vuelta, sin pasar por la Cruz, 10 kilómetros y medio por montaña, mucho calor, mucha sed, y lección aprendida.
Después del domingo fallido, al día siguiente decidí salir a cochinear, el viernes descansé, el sábado sólo hice 8 kilómetros y el domingo el Pollo frustrado, así que decidí salir a correr suave para también recuperar un poco. Salió un entrenamiento muy feo, a 6:08 de media, y el martes descanso total a las piernas y un poco de abdominales matutinas.
Miércoles, cuerpo más recuperado, pero me costó mucho ponerme en marcha, supongo que la adaptación al horario no es fácil... Primer kilómetro casi a 7:00, segundo a casi 6:00, y luego ya fui entrando en calor y el penúltimo acabó a 5:15. Y el jueves, también con dificultades para arrancar y coger ritmo. Al menos, las pulsaciones van bajando, hice los 9 kilómetros y medio a 5:39 y 141bpm... Cochino, cochino...
El sábado, la ruta del puente del Fórum, a las 7:11am, sin sol pero con un bochorno terrible, dos paradas en la fuente que hay saliendo del río, a la ida y a la vuelta, y ritmo medio de 5:34 y 146bpm. Poquito a poquito...
Y el domingo, the Chicken Revenge. Esta vez el Pollo y el sol no iban a poder conmigo. Otra vez sufriendo con la temperatura, saliendo algo más conservador, rodeé el Turó del Pollo sin tener que parar, volví sobre mis pasos resistiendo el calor y las cuestas, y esta vez sí, giré hacía Montigalá y llegué a la Cruz, muerto de calor y controlando el esfuerzo, pero contento por haber resistido. Me volví a pegar una buena torcedura de tobillo bajando, tuve que parar un minuto porque el dolor era terrible, pero seguí y aguanté bien. Tengo que mejorar esa pisada en las bajadas y no emocionarme... Entreno para correr una maratón de asfalto, a ver si no se me olvida... :)
Los últimos tramos se me hicieron eternos, el sol pegaba con mucha fuerza, pero salieron los casi 14 kilómetros a un ritmo medio de 6:27 y con mejores sensaciones que una semana antes.
Hoy descanso, y mañana vuelta al río. A recuperar pulsaciones y ritmos poco a poco, y a acostumbrar al cuerpo a mi horario clásico de entrenamiento. Que esto se hace despacio y con buena letra.
Los primeros días, por ahora, no son ningún reto, sino trabajo constante, sin precipitarse, buscando que el cuerpo empiece a entender que ya se acabaron los volcanes, el fútbol y las tardes tumbado al sol... Vuelven los madrugones entre semana, y el calor y las tiradas largas el fin de semana. El proceso ha sido lento y costoso, pero empiezan a verse los primeros resultados. Paciencia no me falta, la preparación para la maratón se hace a fuego lento, ya vendrá el rock'n'roll más adelante.
Tras la vuelta de las vacaciones, he ido haciendo tiradas de 9 kilómetros y medio, la ruta clásica por el Besós, corriendo por la hierba si los aspersores lo permitían, dando media vuelta al llegar al puente de las vías de la Renfe, y otra vez a casa. Ritmos mejorando muy poco a poco, pulsaciones bajando lentamente, y el cuerpo que se quejaba un poco de tanto cambio horario, pero ya empieza a entender que el despertador suena a las 5:00am y que esto es maratón... :)
Ayer tocó un Turó del Pollo - Cruz de Montigalá, y por suerte noté una mejoría respecto a lo que hice 7 días atrás. Después de dos cochineros por el río, no se me ocurrió otra cosa que salir a hacer esa ruta hace 8 días... A las 11 de la mañana y con casi 30 grados... No, las piernas no estaban para eso todavía... Las primeras semanas me gusta meter algo de montaña, pero el calor y la discontinuidad de los entrenamientos los días anteriores me dieron el primer aviso subiendo al Turó del Pollo, tuve que acabar el último tramo andando... Y ya de vuelta, antes de desviarme hacia la Cruz de Montigalá, en una pequeña subida también tuve que echar los dos pies a tierra. Así que no me lo pensé dos veces, no era el día, y me volví a casa dejando la salida en un Classic Chicken de ida y vuelta, sin pasar por la Cruz, 10 kilómetros y medio por montaña, mucho calor, mucha sed, y lección aprendida.
Después del domingo fallido, al día siguiente decidí salir a cochinear, el viernes descansé, el sábado sólo hice 8 kilómetros y el domingo el Pollo frustrado, así que decidí salir a correr suave para también recuperar un poco. Salió un entrenamiento muy feo, a 6:08 de media, y el martes descanso total a las piernas y un poco de abdominales matutinas.
Miércoles, cuerpo más recuperado, pero me costó mucho ponerme en marcha, supongo que la adaptación al horario no es fácil... Primer kilómetro casi a 7:00, segundo a casi 6:00, y luego ya fui entrando en calor y el penúltimo acabó a 5:15. Y el jueves, también con dificultades para arrancar y coger ritmo. Al menos, las pulsaciones van bajando, hice los 9 kilómetros y medio a 5:39 y 141bpm... Cochino, cochino...
El sábado, la ruta del puente del Fórum, a las 7:11am, sin sol pero con un bochorno terrible, dos paradas en la fuente que hay saliendo del río, a la ida y a la vuelta, y ritmo medio de 5:34 y 146bpm. Poquito a poquito...
Y el domingo, the Chicken Revenge. Esta vez el Pollo y el sol no iban a poder conmigo. Otra vez sufriendo con la temperatura, saliendo algo más conservador, rodeé el Turó del Pollo sin tener que parar, volví sobre mis pasos resistiendo el calor y las cuestas, y esta vez sí, giré hacía Montigalá y llegué a la Cruz, muerto de calor y controlando el esfuerzo, pero contento por haber resistido. Me volví a pegar una buena torcedura de tobillo bajando, tuve que parar un minuto porque el dolor era terrible, pero seguí y aguanté bien. Tengo que mejorar esa pisada en las bajadas y no emocionarme... Entreno para correr una maratón de asfalto, a ver si no se me olvida... :)
Los últimos tramos se me hicieron eternos, el sol pegaba con mucha fuerza, pero salieron los casi 14 kilómetros a un ritmo medio de 6:27 y con mejores sensaciones que una semana antes.
Hoy descanso, y mañana vuelta al río. A recuperar pulsaciones y ritmos poco a poco, y a acostumbrar al cuerpo a mi horario clásico de entrenamiento. Que esto se hace despacio y con buena letra.
lunes, 10 de diciembre de 2012
Pollos templados y series heladas
Otra semana más de entrenamiento, un poco más variada y orientada a las carreras que vienen este invierno. Menos cochineros, más montaña, y primeros coqueteos con las series. Buenas sensaciones, me lo estoy pasando muy bien en la montaña, pero las series cuestan más, creo que los entrenamientos de maratón nos hacen más lentos y resistentes, y eso es un idioma que no entienden bien las series...
Pero como decía Jack el destripador, vayamos por partes...
Tras el descanso del martes, el miércoles, con un frío de mil demonios, salí a rodar sin una idea muy clara. Según me encontrara, intentaría meter algo de velocidad. Y me encontré bien y lo hice. 2 kilómetros calentando, el segundo a 5:15, y decidí sobre la marcha hacer los siguientes 6 kilómetros corriendo 650 metros a ritmos Easy, y los otros 350 a ritmo mucho más intenso. Los Easy entre 5:10 y 5:20, al principio, y más cerca del 5:00 al final, y los tramos rápidos a ritmos de entre 4:05 y 4:20, quedándome con las ganas de ver la gráfica de pulsaciones que seguramente habría sido muy cachonda porque salí sin ponerme el pulsímetro... :( 1.300 metros recuperando, a ritmo muy suave, y a casa con la sensación de que el cuerpo respondía bien a las mini series.
El jueves tenía fiesta, así que la oportunidad de correr a una hora más razonable no la desaproveché. Empecé a las 11:25, salí bien despierto y desayunado a hacer la ruta clásica de estos días, Dues Pedres - Turó del Pollo. Hace unas semanas me costaba 1 hora y 16 minutos hacerla a buen ritmo. La semana pasada la hice en 1:11:40. Y el jueves, con mucho frío y viento, en 1:12:58, no tan fresco como hace unos días, pero disfrutando mucho y sintiendo la mejora en el cardio. De nuevo más reservón en las subidas, y llegando con muchas fuerzas a las bajadas.
Descanso el viernes, y el sábado, el cuerpo pedía de nuevo montaña. Salí pocos minutos antes de las 11:00, y me encontré con un espectacular día primaveral. Esta vez cambié la ruta por un clásico Turó del Pollo de toda la vida, pero alargando la vuelta hasta la cruz de Montigalá. De nuevo muy bien de sensaciones y disfrutando de la montaña que tengo tan cerca de casa. Hacía tiempo que no corría por esa zona, y aún llevando la ruta en el GPS, me equivoqué de camino al menos 3 veces... :) Me llevé algún rasguño de recuerdo volviendo al camino perdido, me encontré con mi hermano ya casi llegando a casa y completé la ruta de casi 14 kilómetros sintiéndome más cómodo que nunca corriendo por caminos de tierra.
El domingo ya no había excusa, tocaba cochinero sí o sí. Esta vez, volviendo a los entrenamientos dominicales en ayunas. A las 7:40, con un café y un par de galletas de chocolate, salí a hacer la ruta hasta el puente del Forum a ritmo cochinero. Por el río iba a 140bpm y con ritmos algo más rápidos de 5:30 de media, salí hacia el puente un poco más suelto, después de beber en la fuente, y cuando vi la subida del puente del Forum recrodé que una subida se hace más divertida yendo más rápido, así que hice tres cambios de ritmo, rápido en la subida y más suave en los descansillos del puente, media vuelta en el reloj de sol que hay al final del puente, de nuevo subida apretando el paso y vuelta al río con las pulsaciones más altas y el ritmo algo más vivo, a unos 5:15 de media.
Ya volviendo a casa, en la recta de casi 500 metros que tengo por asfalto, las piernas pedían final feliz y me aventuré a hacer 4 strides como mandan los buenos cánones, acelerando poco a poco, brazos y hombros relajados, cuerpo erguido, alcanzando la máxima velocidad y manteniéndola unas metros, dejándose llevar al final y decelerando poco a poco, unos metros recuperando, y vuelta a empezar.
Salieron poco más de 14 kilómetros a ritmo de 5:24, 146bpm y un poco de variedad.
Y hoy, a 3 grados centígrados en la calle, ya sí, las primeras series en mucho tiempo. Pensando que lo próximo que tengo es una media maratón, elegí un 3x2000 y las Kinvara. 2,5 kilómetros suaves hacia el mar, viento a favor, 5:45 y 140bpm.
2000 metros entrando en calor, con viento favorable, a un ritmo de 4:16 y acabando a 165bpm. 2 minutos de recuperación.
Otros 2000 ya con viento en contra, 4:18 y 171bpm. Ya costó un poco más, el viento y el frío que éste provoca se notan mucho. 2 minutos que pasaron volando.
Y los últimos 2000, sufriendo un poco más, a 4:19 y subiendo las pulsaciones a 172bpm.
Sí, a las 6:00am y con 3 grados de temperatura... Para llamar a los loqueros... :)
750 metros recuperando, a más de 6:00 de ritmo, buenas sensaciones, no me veo tan rápido como hace un año, aunque creo que hay mucho margen de mejora. Creo que en Vilanova, este domingo, saldré reservón y que en Sitges sí que puedo ir a buscar marca. Es una lástima, porque en Vilanova he corrido tres medias maratones y hecho tres mejores marcas personales. Pero este año los entrenamientos no me han dejado como hace 12 meses... Habrá que seguir con las series.
Pero como decía Jack el destripador, vayamos por partes...
Tras el descanso del martes, el miércoles, con un frío de mil demonios, salí a rodar sin una idea muy clara. Según me encontrara, intentaría meter algo de velocidad. Y me encontré bien y lo hice. 2 kilómetros calentando, el segundo a 5:15, y decidí sobre la marcha hacer los siguientes 6 kilómetros corriendo 650 metros a ritmos Easy, y los otros 350 a ritmo mucho más intenso. Los Easy entre 5:10 y 5:20, al principio, y más cerca del 5:00 al final, y los tramos rápidos a ritmos de entre 4:05 y 4:20, quedándome con las ganas de ver la gráfica de pulsaciones que seguramente habría sido muy cachonda porque salí sin ponerme el pulsímetro... :( 1.300 metros recuperando, a ritmo muy suave, y a casa con la sensación de que el cuerpo respondía bien a las mini series.
El jueves tenía fiesta, así que la oportunidad de correr a una hora más razonable no la desaproveché. Empecé a las 11:25, salí bien despierto y desayunado a hacer la ruta clásica de estos días, Dues Pedres - Turó del Pollo. Hace unas semanas me costaba 1 hora y 16 minutos hacerla a buen ritmo. La semana pasada la hice en 1:11:40. Y el jueves, con mucho frío y viento, en 1:12:58, no tan fresco como hace unos días, pero disfrutando mucho y sintiendo la mejora en el cardio. De nuevo más reservón en las subidas, y llegando con muchas fuerzas a las bajadas.
Descanso el viernes, y el sábado, el cuerpo pedía de nuevo montaña. Salí pocos minutos antes de las 11:00, y me encontré con un espectacular día primaveral. Esta vez cambié la ruta por un clásico Turó del Pollo de toda la vida, pero alargando la vuelta hasta la cruz de Montigalá. De nuevo muy bien de sensaciones y disfrutando de la montaña que tengo tan cerca de casa. Hacía tiempo que no corría por esa zona, y aún llevando la ruta en el GPS, me equivoqué de camino al menos 3 veces... :) Me llevé algún rasguño de recuerdo volviendo al camino perdido, me encontré con mi hermano ya casi llegando a casa y completé la ruta de casi 14 kilómetros sintiéndome más cómodo que nunca corriendo por caminos de tierra.
El domingo ya no había excusa, tocaba cochinero sí o sí. Esta vez, volviendo a los entrenamientos dominicales en ayunas. A las 7:40, con un café y un par de galletas de chocolate, salí a hacer la ruta hasta el puente del Forum a ritmo cochinero. Por el río iba a 140bpm y con ritmos algo más rápidos de 5:30 de media, salí hacia el puente un poco más suelto, después de beber en la fuente, y cuando vi la subida del puente del Forum recrodé que una subida se hace más divertida yendo más rápido, así que hice tres cambios de ritmo, rápido en la subida y más suave en los descansillos del puente, media vuelta en el reloj de sol que hay al final del puente, de nuevo subida apretando el paso y vuelta al río con las pulsaciones más altas y el ritmo algo más vivo, a unos 5:15 de media.
Ya volviendo a casa, en la recta de casi 500 metros que tengo por asfalto, las piernas pedían final feliz y me aventuré a hacer 4 strides como mandan los buenos cánones, acelerando poco a poco, brazos y hombros relajados, cuerpo erguido, alcanzando la máxima velocidad y manteniéndola unas metros, dejándose llevar al final y decelerando poco a poco, unos metros recuperando, y vuelta a empezar.
Salieron poco más de 14 kilómetros a ritmo de 5:24, 146bpm y un poco de variedad.
Y hoy, a 3 grados centígrados en la calle, ya sí, las primeras series en mucho tiempo. Pensando que lo próximo que tengo es una media maratón, elegí un 3x2000 y las Kinvara. 2,5 kilómetros suaves hacia el mar, viento a favor, 5:45 y 140bpm.
2000 metros entrando en calor, con viento favorable, a un ritmo de 4:16 y acabando a 165bpm. 2 minutos de recuperación.
Otros 2000 ya con viento en contra, 4:18 y 171bpm. Ya costó un poco más, el viento y el frío que éste provoca se notan mucho. 2 minutos que pasaron volando.
Y los últimos 2000, sufriendo un poco más, a 4:19 y subiendo las pulsaciones a 172bpm.
Sí, a las 6:00am y con 3 grados de temperatura... Para llamar a los loqueros... :)
750 metros recuperando, a más de 6:00 de ritmo, buenas sensaciones, no me veo tan rápido como hace un año, aunque creo que hay mucho margen de mejora. Creo que en Vilanova, este domingo, saldré reservón y que en Sitges sí que puedo ir a buscar marca. Es una lástima, porque en Vilanova he corrido tres medias maratones y hecho tres mejores marcas personales. Pero este año los entrenamientos no me han dejado como hace 12 meses... Habrá que seguir con las series.
lunes, 3 de diciembre de 2012
In crescendo
Otra semana más a la saca, en este periodo entre maratones, orientada a las medias y los 10K que me esperan este invierno. La molestia en el bíceps femoral ya casi ha desaparecido del todo, no me duele pero aún noto algo, así que prefiero no meterme todavía en series explosivas y me siento más cómodo con cuestas y montaña.
El lunes hice el último entrenamiento que conté en la pasada entrada... El martes tocaba descansar, y el miércoles me pasó algo que no me había pasado nunca........ O el despertador no sonó, o yo estaba sumido en un suelo tan profundo que ni me enteré. El caso es que cuando abrí los ojos eran las 6:00am, se me pasó por la cabeza levantarme de un salto y salir corriendo sin esperar al punto 8 y volver apresuradamente para desayunar e irme volando al trabajo... Pero preferí captar el mensaje. Si en todo este tiempo el despertador y yo hemos sido muy buenos amigos, algo debió pasar para que mi cabeza decidiera que tocaba descansar. Así que descansé con la conciencia tranquila... :)
Y dos días de descanso te dejan muy descansado... :) El jueves salí a correr sin planes concretos. En todo la preparación de Berlín, el día que más he corrido entre semana han sido 12,5 kilómetros, he optado por no correr más distancia de madrugada, creo que es un esfuerzo que compensa poco, y quiero pensar que el resultado de Berlín indica que la idea no es mala. Así que, pensando que no iban a caer más de 10 kilómetros, bajé a la calle y me di de bruces con un frío glacial ártico que casi me tumba... El frío anima a correr, es una cuestión de superviviencia... Y tanto que invita a correr... Normalmente, mi primer kilómetro, entrando en calor, suele llevarme 6 minutos o más, en cambio el miércoles el primero caía en 5:22, y el segundo en 5:03. Otro más en 5:12, 5:08, 4:58 volviendo, con viento en contra, 4:59, 5:00, 5:014:53 y 4:54, corriendo cómodo y descansado y bien de pulsaciones, que quedaron en 149bpm de media durante los 9,57 kilómetros que corrí a un ritmo medio de 5:04. No fue un cochinero clásico, teniendo en cuenta la hora, el grado de esfuerzo fue más o menos el de ritmo maratón.
Y eso al día siguiente, sin llegar a dejar agotado, hace que las piernas no estén tan frescas. Pero tocaba correr después de la parada involuntaria del martes. Sonó el despertador a la hora habitual, miré la temperatura, 4 grados, y me pasó lo típico, seguro que os ha pasado muchas veces, que ves que aún está oscuro, tienes sueño, hace un frío tremendo, y te entran unas ganas irrefrenables de hacer unas series en cuesta... ¿Os ha pasado alguna vez, verdad? :)
Nada más empezar a correr vi que no iba tan suelto, pero si quiero trabajar la potencia de cara a carreras más cortas, tocaba subir fuerte y recuperar suave... Hice mis 5 subidas clásicas de 500 metros con una pendiente del 6,6%, intentando ir de menos a más. 2:51 la primera, muy suave, 2:42, entrando en calor, 2:28, quizá demasiado rápido, 2:31, las piernas no tiraban, y de nuevo 2:28, ya había tocado techo... Vuelta a casa a ritmo muy tranquilo, recuperando las piernas, y una ducha calentita que me sentó casi tan bien como la de después de la Behobia... Conclusión: las series conviene hacerlas con las piernas descansadas... Y no te dejan tan roto como una tirada larga o a ritmo de umbral aeróbico, a ver si me acuerdo la próxima vez de hacerlo al revés, primero las series, y luego el rodaje suave.
Descanso el sábado, y el domingo, de nuevo, la llamada de la montaña. Me encanta la ruta que llevo repitiendo estas últimas semanas. Además, hacer el mismo trayecto es una buena manera de medir mi estado de forma. Salí a las 11:00am, hacía frío pero el día estaba soleado, así que no llevé cortavientos y sí que me llevé un poco de bebida isotónica. Ruta en dirección a la Serralada de Marina, salí más ligero que de costumbre, cosas del frío. El primer kilómetro vi que lo marcaba a 5:41, bastante por debajo de los 6 y pico clásicos. Notaba que las piernas iban bien, y no había motivo para echar el freno, ya conozco la ruta, creo que sé cómo dosificarme, así que seguí con un ritmo moderado, guardando plumas en las subidas, acelerando algo en las bajadas, y llegué a la cuesta asesina bien de fuerzas y de ganas, pero con la cabeza lo suficientemente fría como para no echarlo todo a perder... Subí a ritmo constante, respirando intensamente, acortando zancada y aumentando cadencia, un respiro en el desvío hacia las dos piedras gordas, y vuelta a la subida criminal. Por los tiempos de cada kilómetros y las sensaciones que tenía, pensaba que iba algo más rápido que las últimas veces... Ataqué el kilómetro inhumano con pendiente del 10%, a 7:34, me suena que un poco más lento que otras veces, pero cuando llegué a la carretera que va a la urbanización Vallensana, iba muy bien de fuerzas y noté que en el llano y las bajadas iba más suelto que de costumbre.
Ls piernas respondían bien, rodeé el Turó del Pollo, y en el camino de vuelta vi que me ponía fácilmente a correr por debajo de 5:00, el cuerpo pedía más, un kilómetro a 4:16, otro a 4:18, normalmente voy ya un poco tocado y me dejo llevar por la gravedad, pero el domingo no, el domingo las piernas querían guerra y bajaba con alegría, sigo fuerte, 4:32 cuando la pendiente ya no es tan aguda, y los últimos 440 metros ya urbanos salen a 4:14 de media. Voy llegando a casa, y veo que el tiempo va a quedar en poco más de 1 hora y 11 minutos, creo recordar que la última vez que hice la ruta hice más de 1:13, y que eso fue 1 minuto más que mi mejor tiempo en esa ruta, así que calculé que quizá acabaría bajando un minuto mi mejor tiempo.
Llegué a casa, sincronicé el Forerunner, y fui a comprobar si había mejorado mis tiempos anteriores... Y entonces, me di cuenta de las alegrías que da tener mala memoria... :) La última vez, cuando hice un minuto más que mi mejor tiempo, no hice 1:13, no, hice 1:17... Es decir, mi mejor tiempo, corriendo bien de fuerzas, fue de 1:16, así que le metí casi 5 minutos a mi tiempo oficioso en la ruta Dues Pedres / Turó del Pollo!!! Otras ducha caliente bien merecida, y buenas sensaciones de cara a las próximas carreras, parece que de cardio he mejorado y que las piernas descansadas quieren guerra...
Y hoy, creo que me gané un cochinero regenerador. 8 kilómetros, con cortavientos, guantes y buf, a ritmo ultracochinero de 5:58 y pulsaciones cochinísimas de 135bpm.
Si veo que ya no noto nada en el muslo, a finales de semana probaré unas series de 1000, que la Media Maratón de Vilanova está a la vuelta de la esquina.
El lunes hice el último entrenamiento que conté en la pasada entrada... El martes tocaba descansar, y el miércoles me pasó algo que no me había pasado nunca........ O el despertador no sonó, o yo estaba sumido en un suelo tan profundo que ni me enteré. El caso es que cuando abrí los ojos eran las 6:00am, se me pasó por la cabeza levantarme de un salto y salir corriendo sin esperar al punto 8 y volver apresuradamente para desayunar e irme volando al trabajo... Pero preferí captar el mensaje. Si en todo este tiempo el despertador y yo hemos sido muy buenos amigos, algo debió pasar para que mi cabeza decidiera que tocaba descansar. Así que descansé con la conciencia tranquila... :)
Y dos días de descanso te dejan muy descansado... :) El jueves salí a correr sin planes concretos. En todo la preparación de Berlín, el día que más he corrido entre semana han sido 12,5 kilómetros, he optado por no correr más distancia de madrugada, creo que es un esfuerzo que compensa poco, y quiero pensar que el resultado de Berlín indica que la idea no es mala. Así que, pensando que no iban a caer más de 10 kilómetros, bajé a la calle y me di de bruces con un frío glacial ártico que casi me tumba... El frío anima a correr, es una cuestión de superviviencia... Y tanto que invita a correr... Normalmente, mi primer kilómetro, entrando en calor, suele llevarme 6 minutos o más, en cambio el miércoles el primero caía en 5:22, y el segundo en 5:03. Otro más en 5:12, 5:08, 4:58 volviendo, con viento en contra, 4:59, 5:00, 5:014:53 y 4:54, corriendo cómodo y descansado y bien de pulsaciones, que quedaron en 149bpm de media durante los 9,57 kilómetros que corrí a un ritmo medio de 5:04. No fue un cochinero clásico, teniendo en cuenta la hora, el grado de esfuerzo fue más o menos el de ritmo maratón.
Y eso al día siguiente, sin llegar a dejar agotado, hace que las piernas no estén tan frescas. Pero tocaba correr después de la parada involuntaria del martes. Sonó el despertador a la hora habitual, miré la temperatura, 4 grados, y me pasó lo típico, seguro que os ha pasado muchas veces, que ves que aún está oscuro, tienes sueño, hace un frío tremendo, y te entran unas ganas irrefrenables de hacer unas series en cuesta... ¿Os ha pasado alguna vez, verdad? :)
Nada más empezar a correr vi que no iba tan suelto, pero si quiero trabajar la potencia de cara a carreras más cortas, tocaba subir fuerte y recuperar suave... Hice mis 5 subidas clásicas de 500 metros con una pendiente del 6,6%, intentando ir de menos a más. 2:51 la primera, muy suave, 2:42, entrando en calor, 2:28, quizá demasiado rápido, 2:31, las piernas no tiraban, y de nuevo 2:28, ya había tocado techo... Vuelta a casa a ritmo muy tranquilo, recuperando las piernas, y una ducha calentita que me sentó casi tan bien como la de después de la Behobia... Conclusión: las series conviene hacerlas con las piernas descansadas... Y no te dejan tan roto como una tirada larga o a ritmo de umbral aeróbico, a ver si me acuerdo la próxima vez de hacerlo al revés, primero las series, y luego el rodaje suave.
Descanso el sábado, y el domingo, de nuevo, la llamada de la montaña. Me encanta la ruta que llevo repitiendo estas últimas semanas. Además, hacer el mismo trayecto es una buena manera de medir mi estado de forma. Salí a las 11:00am, hacía frío pero el día estaba soleado, así que no llevé cortavientos y sí que me llevé un poco de bebida isotónica. Ruta en dirección a la Serralada de Marina, salí más ligero que de costumbre, cosas del frío. El primer kilómetro vi que lo marcaba a 5:41, bastante por debajo de los 6 y pico clásicos. Notaba que las piernas iban bien, y no había motivo para echar el freno, ya conozco la ruta, creo que sé cómo dosificarme, así que seguí con un ritmo moderado, guardando plumas en las subidas, acelerando algo en las bajadas, y llegué a la cuesta asesina bien de fuerzas y de ganas, pero con la cabeza lo suficientemente fría como para no echarlo todo a perder... Subí a ritmo constante, respirando intensamente, acortando zancada y aumentando cadencia, un respiro en el desvío hacia las dos piedras gordas, y vuelta a la subida criminal. Por los tiempos de cada kilómetros y las sensaciones que tenía, pensaba que iba algo más rápido que las últimas veces... Ataqué el kilómetro inhumano con pendiente del 10%, a 7:34, me suena que un poco más lento que otras veces, pero cuando llegué a la carretera que va a la urbanización Vallensana, iba muy bien de fuerzas y noté que en el llano y las bajadas iba más suelto que de costumbre.
Ls piernas respondían bien, rodeé el Turó del Pollo, y en el camino de vuelta vi que me ponía fácilmente a correr por debajo de 5:00, el cuerpo pedía más, un kilómetro a 4:16, otro a 4:18, normalmente voy ya un poco tocado y me dejo llevar por la gravedad, pero el domingo no, el domingo las piernas querían guerra y bajaba con alegría, sigo fuerte, 4:32 cuando la pendiente ya no es tan aguda, y los últimos 440 metros ya urbanos salen a 4:14 de media. Voy llegando a casa, y veo que el tiempo va a quedar en poco más de 1 hora y 11 minutos, creo recordar que la última vez que hice la ruta hice más de 1:13, y que eso fue 1 minuto más que mi mejor tiempo en esa ruta, así que calculé que quizá acabaría bajando un minuto mi mejor tiempo.
Llegué a casa, sincronicé el Forerunner, y fui a comprobar si había mejorado mis tiempos anteriores... Y entonces, me di cuenta de las alegrías que da tener mala memoria... :) La última vez, cuando hice un minuto más que mi mejor tiempo, no hice 1:13, no, hice 1:17... Es decir, mi mejor tiempo, corriendo bien de fuerzas, fue de 1:16, así que le metí casi 5 minutos a mi tiempo oficioso en la ruta Dues Pedres / Turó del Pollo!!! Otras ducha caliente bien merecida, y buenas sensaciones de cara a las próximas carreras, parece que de cardio he mejorado y que las piernas descansadas quieren guerra...
Y hoy, creo que me gané un cochinero regenerador. 8 kilómetros, con cortavientos, guantes y buf, a ritmo ultracochinero de 5:58 y pulsaciones cochinísimas de 135bpm.
Si veo que ya no noto nada en el muslo, a finales de semana probaré unas series de 1000, que la Media Maratón de Vilanova está a la vuelta de la esquina.
domingo, 4 de noviembre de 2012
Más pollo y más piedras
Sigo con la mini preparación para la Behobia, así que he repetido pollo y piedras este domingo. Descansé el viernes, y me vi forzado a descansar el sábado... Después de una tirada larga, creo que puedo recuperarme bien en 24 horas... Pero después de una cena de empresa seguida de barra libre, necesito más de un día para recuperarme... No me digáis que no quedó chulo el sushi de la cena, si os fijáis bien, se lee Social Point escrito en sushi... :) Gentileza de la opción de fotos panorámicas del iPhone 4S... ;)
Total, el sábado me quedé en casa, pero hoy domingo, aunque hayamos tenido amenaza de lluvia que se convirtió en lluvia de verdad, tocaba volver a la montaña a trabajar un poco los cuádriceps y el cardio.
Repetí el el circuito del jueves, la ruta de la Cursa de les Dues Pedres, pero saliendo desde y llegando hasta mi casa. 13 kilómetros y medio de montaña variada, me gusta el trayecto. Bien desayunado y con el estómago y la cabeza mucho mejor que el día anterior, a las 11:39am, con una ligera lluvia, acabé de estirar y salí en dirección a la Serralada de Marina. Tal y como empecé a correr, las cuatro gotas que estaban cayendo se convirtieron en 8, 16, 32, 64, 128, 256, 512, 1024, 2048, 4096, 8192, 16384, 32768 y llegó un momento que superaron las 65536 y dejé de contar... :) La gente huía despavorida a protegerse bajo los balcones o los toldos. Agua, simplemente agua, pero qué pánico que produce a veces, ni que fuera ácido sulfúrico...
Antes de llegar a los caminos de tierra de la Serralada de Marina, con la lluvia recién empezada a caer, tuve un par de amagos de aquaplaning, parece que las Asics van bien en tierra, seca o mojada, pero en el asfalto no se adaptan muy bien a la lluvia. Pero nada importante, llegó la pista de tierra, y seguí subiendo hasta el desvío que va hacia la carretera que lleva a Can Ruti. Toboganes, y de nuevo la subida asesina de la Carrerada... Pude subirla bien, bien jodido, pero sin pararme. Subí algo más despacio que el jueves, pero también más bajo de pulsaciones. Y eso lo noté en la bajada, bajé bastante más rápido que tres días antes...
¿Conclusión? Creo que es mejor correr como corrí hoy que como corrí el jueves, y quizá aún hay un punto medio entre ambos entrenamientos. En las carreras de montaña que he corrido, me he vaciado en las subidas y luego en las bajadas no he podido mantener el ritmo que me habría gustado. Creo que subiendo algo más despacio pero guardando plumas para después, se pierde menos tiempo que el que se puede ganar en la bajada. Y como en la Behobia hay mucho de ambas, subidas y bajadas, creo que será mejor salir prudente. A ver si me acuerdo el día 11... :)
Acabé el recorrido en 1:16:30, 9 segundos más lento que el jueves, pero el jueves me equivoqué de camino un par de veces y acabé haciendo unos 270 metros de más... :) Así que hoy corrí más lento, pero más bajo de pulsaciones, 150bpm de media hoy, 155 el jueves, máximas de 173 hoy, 177 el jueves.
Por suerte dejó de llover más o menos a mitad de recorrido. Pero claro, la mezcla de humedad, lluvia y camiseta del Decathlon... Y olvidarse de la vaselina... Acabó en esto...
Por suerte sólo me sangró un pezón... Que no dolía hasta que me metí en la ducha... :(
Mañana un cochinero suave, el miércoles series en cuesta y el jueves quizá series en llano. Luego un par de días de descanso, y a disfrutar de mi primera Behobia. Pronto seré yo quien pueda contar todo lo bueno que tiene esa carrera y que todo el que ha corrido no deja de contar...
Total, el sábado me quedé en casa, pero hoy domingo, aunque hayamos tenido amenaza de lluvia que se convirtió en lluvia de verdad, tocaba volver a la montaña a trabajar un poco los cuádriceps y el cardio.
Repetí el el circuito del jueves, la ruta de la Cursa de les Dues Pedres, pero saliendo desde y llegando hasta mi casa. 13 kilómetros y medio de montaña variada, me gusta el trayecto. Bien desayunado y con el estómago y la cabeza mucho mejor que el día anterior, a las 11:39am, con una ligera lluvia, acabé de estirar y salí en dirección a la Serralada de Marina. Tal y como empecé a correr, las cuatro gotas que estaban cayendo se convirtieron en 8, 16, 32, 64, 128, 256, 512, 1024, 2048, 4096, 8192, 16384, 32768 y llegó un momento que superaron las 65536 y dejé de contar... :) La gente huía despavorida a protegerse bajo los balcones o los toldos. Agua, simplemente agua, pero qué pánico que produce a veces, ni que fuera ácido sulfúrico...
Antes de llegar a los caminos de tierra de la Serralada de Marina, con la lluvia recién empezada a caer, tuve un par de amagos de aquaplaning, parece que las Asics van bien en tierra, seca o mojada, pero en el asfalto no se adaptan muy bien a la lluvia. Pero nada importante, llegó la pista de tierra, y seguí subiendo hasta el desvío que va hacia la carretera que lleva a Can Ruti. Toboganes, y de nuevo la subida asesina de la Carrerada... Pude subirla bien, bien jodido, pero sin pararme. Subí algo más despacio que el jueves, pero también más bajo de pulsaciones. Y eso lo noté en la bajada, bajé bastante más rápido que tres días antes...
¿Conclusión? Creo que es mejor correr como corrí hoy que como corrí el jueves, y quizá aún hay un punto medio entre ambos entrenamientos. En las carreras de montaña que he corrido, me he vaciado en las subidas y luego en las bajadas no he podido mantener el ritmo que me habría gustado. Creo que subiendo algo más despacio pero guardando plumas para después, se pierde menos tiempo que el que se puede ganar en la bajada. Y como en la Behobia hay mucho de ambas, subidas y bajadas, creo que será mejor salir prudente. A ver si me acuerdo el día 11... :)
Acabé el recorrido en 1:16:30, 9 segundos más lento que el jueves, pero el jueves me equivoqué de camino un par de veces y acabé haciendo unos 270 metros de más... :) Así que hoy corrí más lento, pero más bajo de pulsaciones, 150bpm de media hoy, 155 el jueves, máximas de 173 hoy, 177 el jueves.
Por suerte dejó de llover más o menos a mitad de recorrido. Pero claro, la mezcla de humedad, lluvia y camiseta del Decathlon... Y olvidarse de la vaselina... Acabó en esto...
Por suerte sólo me sangró un pezón... Que no dolía hasta que me metí en la ducha... :(
Mañana un cochinero suave, el miércoles series en cuesta y el jueves quizá series en llano. Luego un par de días de descanso, y a disfrutar de mi primera Behobia. Pronto seré yo quien pueda contar todo lo bueno que tiene esa carrera y que todo el que ha corrido no deja de contar...
jueves, 1 de noviembre de 2012
Piedras y pollo
Con el gran objetivo a casi 5 meses, y habiendo ya descansado y recuperado bien de mi última maratón, es tiempo de pequeños objetivos, mini metas, algo que al menos a mí me motiva mucho y que si son elegidas con criterio pueden además ayudar al gran objetivo de un maratoniano.
Cuando se acerque la maratón de Barcelona, deberé intentar acostumbrar al cuerpo a rodar a menos de 4:40 durante 42 kilómetros, consumiendo grasa y glucógeno en la proporción exacta para no encontrarme al tío del mazo hasta que suba las escaleras del Montjuic con mi séptima medalla maratoniana... :) Y para llegar a eso, es importante tener una buena base aeróbica y unas piernas que puedan desarrollar esa velocidad con un gasto energético razonable.
Poe eso y por más cosas, la montaña es un gran aliado en las semanas previas a la preparación de una maratón. Además, corriendo este año la Behobia dentro de 10 días, tengo aún más motivos para no desperdiciar la más mínima oportunidad de correr por montaña.
Previos a la salida montañera de hoy, dos rodajes matuninos por el río esta semana, el martes, muerto de frío, en dirección a Montcada. Pasando una dura prueba de fuego... Ya sabéis que me levanto a las 5:00am cada día, además me levanto casi de un salto, so pena de llevarme un garrotazo de mi señora si no lo hago... :) El momento del despertador ya no es un problema para mí. Pero el martes, sí que lo pasé un poco mal antes de empezar a correr. Me levanté bien, café, galletas, punto 8 que se quedó a medias... Pero se hizo la hora y tocó salir a correr. Bajé a la calle, y hacía un frío de mil demonios. Estiré, y cuando iba a empezar a correr, noté que el punto 8 volvía a manifestarse y que no aguantaría hasta el puente del Molinet. Así que volví a casa, acabé la faena, y entonces sí que estuve tentado de quedarme en casita... :) El frío del carajo que hacía fuera, y lo bien que se estaba en casa... Pero el deber el el deber... Vuelta a la calle, y a las 6:15am empecé a correr. Creo que el frío me hizo correr más rápido, o será que ya va volviendo la forma... Fueron los 9,5 kilómetros de rigor, a un ritmo de 5:11, pulsaciones de 146bpm y un frío del demonio.
Otra más ayer miércoles, esta vez, bajo la lluvia. Después del verano atroz, de repente, he recordado lo que es correr con un frío tremendo y lo que es correr bajo la lluvia en sólo dos días. Tampoco me pienso mucho lo de salir a correr cuando llueve... Correr, mojarse, ducha caliente, y como nuevo. De nuevo los 9,5 kilómetros marca de la casa, esta vez hacia la playa, ya que en la ruta de Montcada se forman más charcos. Empecé suave, también en parte por la lluvia, 5:36, 5:34, 5:30 y 5:24, sin llegar a los 140bpm. Al llegar al punto donde doy la vuelta, me digo a mí mismo que ya está bien de cochineros y rodajes suaves, así que decido cambiar de ritmo y hacer 4 kilómetros, con viento en contra, algo más vivos, que salen a 4:39, 4:51, 4:45 y 4:42, alrededor de 160bpm, por donde creo que tengo bastante localizado mi umbral aeróbico... :) Bajo el ritmo en los últimos 700 metros, y acabo a un ritmo medio de 5:09 y pulsaciones de 145bpm.
Y hoy jueves, día festivo, diana a las 6:00am, un buen desayuno, una buena digestión en el sofá viendo la tele con mis cachorros, y a las 11:45, con unos 20 grados, sol y en manga corta, salí a correr. Me han gustado tanto las rutas que estoy descubriendo a la derecha del Turó del Pollo, que elegí repetir la de la Pujada a les Dues Pedres, carrera que ya he corrido dos años seguidos, alargándola desde y hasta casa. Recuerdo que las dos veces que corrí tuve que echar el pie a tierra en la subida asesina del Carrer de la Carrerada, que según el diccionario, es un "camino seguido de manera exclusiva por el ganado trashumante en su desplazamiento pendular y periódico para aprovechar los pastos naturales." Pues sí, el ganado subiría contento para ir a pastar, pero recuerdo que me costó horrores y que tuve que parar...
Pero hoy salí con otro chip. Lo mal que lo pasé hace dos semanas en la media maratón de montaña, y lo mucho que disfruté 7 días después haciendo un recorrido similar, me ha hecho ver a la montaña de otra manera. No, no soy un corredor de montaña, al menos todavía... Sigo siendo un animal de asfalto que todavía quiere mejorar sus marcas en maratón. Y la montaña puede ser un gran aliado si salgo a patearla vigilando las pulsaciones y corriendo con cabeza. Siguiendo los consejos del Abuelo Runner, corrí más tranquilo, acortando la pisada pero aumentando su cadencia en las subidas, recuperando en las bajadas, y completé la ruta sin parar una sola vez.
Fueron 13,77 kilómetros, 2 de subida hacia la zona del Turó del Pollo, otros 2 de toboganes, la subida asesina de la Carrerada, paso por la urbanización Vallensana y sus caballos, rodear el Turó del Pollo, y luego bajar hacia casa. Apretando los dientes en la subida criminal, y sintiendo que el corazón trabajaba a toda máquina y las piernas aguantaban el ritmo y el esfuerzo. Ritmo medio de 5:33 y pulsaciones de 155bpm, máximas de 177.
Después de 3 días seguidos, mañana descanso, y el fin de semana seguramente volveré a sacar de paseo a las Asics. Quizá con algún kilómetro más, por ejemplo alargando el recorrido hasta la cruz de Montigalá. La semana que viene, alguna serie en cuesta, rodajes suaves con algún hachazo, y el domingo, correré la tan famosa Behobia. Ahí sí que quiero correr, pero con cabeza. Los que ya la habéis corrido, que sois muchos... :) ¿Qué me recomendáis? ¿Cómo recordáis el perfil y el recorrido? ¡Gracias!
Cuando se acerque la maratón de Barcelona, deberé intentar acostumbrar al cuerpo a rodar a menos de 4:40 durante 42 kilómetros, consumiendo grasa y glucógeno en la proporción exacta para no encontrarme al tío del mazo hasta que suba las escaleras del Montjuic con mi séptima medalla maratoniana... :) Y para llegar a eso, es importante tener una buena base aeróbica y unas piernas que puedan desarrollar esa velocidad con un gasto energético razonable.
Poe eso y por más cosas, la montaña es un gran aliado en las semanas previas a la preparación de una maratón. Además, corriendo este año la Behobia dentro de 10 días, tengo aún más motivos para no desperdiciar la más mínima oportunidad de correr por montaña.
Previos a la salida montañera de hoy, dos rodajes matuninos por el río esta semana, el martes, muerto de frío, en dirección a Montcada. Pasando una dura prueba de fuego... Ya sabéis que me levanto a las 5:00am cada día, además me levanto casi de un salto, so pena de llevarme un garrotazo de mi señora si no lo hago... :) El momento del despertador ya no es un problema para mí. Pero el martes, sí que lo pasé un poco mal antes de empezar a correr. Me levanté bien, café, galletas, punto 8 que se quedó a medias... Pero se hizo la hora y tocó salir a correr. Bajé a la calle, y hacía un frío de mil demonios. Estiré, y cuando iba a empezar a correr, noté que el punto 8 volvía a manifestarse y que no aguantaría hasta el puente del Molinet. Así que volví a casa, acabé la faena, y entonces sí que estuve tentado de quedarme en casita... :) El frío del carajo que hacía fuera, y lo bien que se estaba en casa... Pero el deber el el deber... Vuelta a la calle, y a las 6:15am empecé a correr. Creo que el frío me hizo correr más rápido, o será que ya va volviendo la forma... Fueron los 9,5 kilómetros de rigor, a un ritmo de 5:11, pulsaciones de 146bpm y un frío del demonio.
Otra más ayer miércoles, esta vez, bajo la lluvia. Después del verano atroz, de repente, he recordado lo que es correr con un frío tremendo y lo que es correr bajo la lluvia en sólo dos días. Tampoco me pienso mucho lo de salir a correr cuando llueve... Correr, mojarse, ducha caliente, y como nuevo. De nuevo los 9,5 kilómetros marca de la casa, esta vez hacia la playa, ya que en la ruta de Montcada se forman más charcos. Empecé suave, también en parte por la lluvia, 5:36, 5:34, 5:30 y 5:24, sin llegar a los 140bpm. Al llegar al punto donde doy la vuelta, me digo a mí mismo que ya está bien de cochineros y rodajes suaves, así que decido cambiar de ritmo y hacer 4 kilómetros, con viento en contra, algo más vivos, que salen a 4:39, 4:51, 4:45 y 4:42, alrededor de 160bpm, por donde creo que tengo bastante localizado mi umbral aeróbico... :) Bajo el ritmo en los últimos 700 metros, y acabo a un ritmo medio de 5:09 y pulsaciones de 145bpm.
Y hoy jueves, día festivo, diana a las 6:00am, un buen desayuno, una buena digestión en el sofá viendo la tele con mis cachorros, y a las 11:45, con unos 20 grados, sol y en manga corta, salí a correr. Me han gustado tanto las rutas que estoy descubriendo a la derecha del Turó del Pollo, que elegí repetir la de la Pujada a les Dues Pedres, carrera que ya he corrido dos años seguidos, alargándola desde y hasta casa. Recuerdo que las dos veces que corrí tuve que echar el pie a tierra en la subida asesina del Carrer de la Carrerada, que según el diccionario, es un "camino seguido de manera exclusiva por el ganado trashumante en su desplazamiento pendular y periódico para aprovechar los pastos naturales." Pues sí, el ganado subiría contento para ir a pastar, pero recuerdo que me costó horrores y que tuve que parar...
Pero hoy salí con otro chip. Lo mal que lo pasé hace dos semanas en la media maratón de montaña, y lo mucho que disfruté 7 días después haciendo un recorrido similar, me ha hecho ver a la montaña de otra manera. No, no soy un corredor de montaña, al menos todavía... Sigo siendo un animal de asfalto que todavía quiere mejorar sus marcas en maratón. Y la montaña puede ser un gran aliado si salgo a patearla vigilando las pulsaciones y corriendo con cabeza. Siguiendo los consejos del Abuelo Runner, corrí más tranquilo, acortando la pisada pero aumentando su cadencia en las subidas, recuperando en las bajadas, y completé la ruta sin parar una sola vez.
Fueron 13,77 kilómetros, 2 de subida hacia la zona del Turó del Pollo, otros 2 de toboganes, la subida asesina de la Carrerada, paso por la urbanización Vallensana y sus caballos, rodear el Turó del Pollo, y luego bajar hacia casa. Apretando los dientes en la subida criminal, y sintiendo que el corazón trabajaba a toda máquina y las piernas aguantaban el ritmo y el esfuerzo. Ritmo medio de 5:33 y pulsaciones de 155bpm, máximas de 177.
Después de 3 días seguidos, mañana descanso, y el fin de semana seguramente volveré a sacar de paseo a las Asics. Quizá con algún kilómetro más, por ejemplo alargando el recorrido hasta la cruz de Montigalá. La semana que viene, alguna serie en cuesta, rodajes suaves con algún hachazo, y el domingo, correré la tan famosa Behobia. Ahí sí que quiero correr, pero con cabeza. Los que ya la habéis corrido, que sois muchos... :) ¿Qué me recomendáis? ¿Cómo recordáis el perfil y el recorrido? ¡Gracias!
domingo, 28 de octubre de 2012
Disfrutando de la montaña
En la montaña se disfruta mucho más que en el asfalto, aunque sea con matices, creo que todos estamos de acuerdo. Aunque en la montaña se puede sufrir mucho si no corremos con cabeza...
Lo pasé fatal el domingo pasado, y hoy, una semana después, con algunos kilómetros menos pero repitiendo buena parte del recorrido, lo he pasado en grande y he hecho un buen trabajo aeróbico.
Entre la media maratón de montaña de Serralada de Marina y la ruta de hoy, un Pollo - Cruz de Montigalá, he hecho tres entrenamientos, siguiendo en la línea de recuperación tranquila de estos días. Dos cochineros tranquilos martes y jueves, de 9,5 kilómetros. El martes, muy suave, 136bpm y 5:49 de media. El jueves, algo más animado, 140bpm y 5:34 de media. Y un tercer entrenamiento el sábado, más animado, 145bpm y 5:23 de media, los 14 kilómetros clásicos del sábado hasta el puente del Forum y media vuelta.
Tras los tres rodajes suaves y la mejora paulatina de las pulsaciones, hoy tenía ganas de volver a calzarme las Asics y salir a patear el Turó del Pollo y repetir el final del recorrido de la carrera del domingo. Salí mucho más tranquilo, sin dorsal y con cabeza, a las 8:34, bien desayunado, y soportando un frío y un viento terribles... Hoy todos los runners de Barcelona y alrededores hablábamos de lo mismo... :) Por suerte el frío no me molesta para correr, más bien lo contrario. Salí en dirección al Turó del Pollo, subí bien, sin llegar a 170bpm, con las manos congeladas y disfrutando del paisaje, ¡se veía Montserrat perfectamente! Di la vuelta al turó, sin llegar a subir, como el domingo pasado. A unos 100 metros tenía a un grupillo de runners, así que me animé a darles caza, y tras rodear el turó y empezar la bajada, los pasé sin problemas, pero sin hacer el burro, manteniendo el nivel del esfuerzo. A partir de ahí hice la misma ruta que el domingo pasado, comprobando que las veces que tuve que parar y seguir andando no fue porque la pendiente fuese muy dura, sino porque hace 7 días iba totalmente reventado. Hoy subí bien, sin necesidad de ca-co, sin bajar de 5:40 en los tramos de más desnivel, no a esos más de 6:00 del domingo pasado... :( Y repitiéndome una y otra vez que no volveré a hacer el animal en una carrera de montaña nunca más... :)
Cayeron 14,19 kilómetros a una media de 5:32, pulsaciones a 155bpm de media sin pasar de 173, y desnivel acumulado de 307 metros según el Forerunner, 426 según el RunKeeper y 492 según Google Earth... Llevaba la ruta grabada, y gracias a ello sólo me equivoqué dos veces de camino y pude retroceder rápidamente... :) Un recorrido que seguramente repetiré, con una buena subida inicial durante 5 kilómetros, y luego bajadas suaves y alguna rampa más que con las piernas cargadas sientan muy bien... :) Como aún no estoy de lleno en el plan, y con la Behobia y alguna 10K y media en el horizonte, seguiré probando la montaña los fines de semana. Es buen momento para trabajar la potencia, ya llegará el momento de volver a las marchas largas de cara a Barcelona 3:15... ;)
Lo pasé fatal el domingo pasado, y hoy, una semana después, con algunos kilómetros menos pero repitiendo buena parte del recorrido, lo he pasado en grande y he hecho un buen trabajo aeróbico.
Entre la media maratón de montaña de Serralada de Marina y la ruta de hoy, un Pollo - Cruz de Montigalá, he hecho tres entrenamientos, siguiendo en la línea de recuperación tranquila de estos días. Dos cochineros tranquilos martes y jueves, de 9,5 kilómetros. El martes, muy suave, 136bpm y 5:49 de media. El jueves, algo más animado, 140bpm y 5:34 de media. Y un tercer entrenamiento el sábado, más animado, 145bpm y 5:23 de media, los 14 kilómetros clásicos del sábado hasta el puente del Forum y media vuelta.
Tras los tres rodajes suaves y la mejora paulatina de las pulsaciones, hoy tenía ganas de volver a calzarme las Asics y salir a patear el Turó del Pollo y repetir el final del recorrido de la carrera del domingo. Salí mucho más tranquilo, sin dorsal y con cabeza, a las 8:34, bien desayunado, y soportando un frío y un viento terribles... Hoy todos los runners de Barcelona y alrededores hablábamos de lo mismo... :) Por suerte el frío no me molesta para correr, más bien lo contrario. Salí en dirección al Turó del Pollo, subí bien, sin llegar a 170bpm, con las manos congeladas y disfrutando del paisaje, ¡se veía Montserrat perfectamente! Di la vuelta al turó, sin llegar a subir, como el domingo pasado. A unos 100 metros tenía a un grupillo de runners, así que me animé a darles caza, y tras rodear el turó y empezar la bajada, los pasé sin problemas, pero sin hacer el burro, manteniendo el nivel del esfuerzo. A partir de ahí hice la misma ruta que el domingo pasado, comprobando que las veces que tuve que parar y seguir andando no fue porque la pendiente fuese muy dura, sino porque hace 7 días iba totalmente reventado. Hoy subí bien, sin necesidad de ca-co, sin bajar de 5:40 en los tramos de más desnivel, no a esos más de 6:00 del domingo pasado... :( Y repitiéndome una y otra vez que no volveré a hacer el animal en una carrera de montaña nunca más... :)
Cayeron 14,19 kilómetros a una media de 5:32, pulsaciones a 155bpm de media sin pasar de 173, y desnivel acumulado de 307 metros según el Forerunner, 426 según el RunKeeper y 492 según Google Earth... Llevaba la ruta grabada, y gracias a ello sólo me equivoqué dos veces de camino y pude retroceder rápidamente... :) Un recorrido que seguramente repetiré, con una buena subida inicial durante 5 kilómetros, y luego bajadas suaves y alguna rampa más que con las piernas cargadas sientan muy bien... :) Como aún no estoy de lleno en el plan, y con la Behobia y alguna 10K y media en el horizonte, seguiré probando la montaña los fines de semana. Es buen momento para trabajar la potencia, ya llegará el momento de volver a las marchas largas de cara a Barcelona 3:15... ;)
domingo, 21 de octubre de 2012
Crónica de la media de montaña Serralada de Marina
En el último libro de running que he leído, "Mastering the Marathon: Time-Efficient Training Secrets for the 40-plus Athlete", el autor, el amigo Don Fink, dice que si en una carrera no has pensado en abandonar al menos tres veces, es que no te has esforzado lo suficiente...
Hoy se me ha pasado por la cabeza tirarme al suelo y esperar a que me recojan y me lleven a casa al menos 65.536 veces... :) La montaña no me quiere, o soy yo que no la trata como merece, el caso es que ha sido un sufrimiento terrible, he pensado eso de "nunca más lo vuelvo a hacer" 32.768 veces, pero seguro que volveré a hacerlo, aunque espero que con más cabeza, o más piernas, o más cardio, o mejor preparación...
Ayer fui a por el dorsal y el pulsímetro de regalo. La inscripción costaba 20 euros, así que lo del pulsímetro debía tener truco... El truco es que es doblemente digital, digital por los botones y numeritos, y digital porque para medir las pulsaciones hay que poner dos dedos en el reloj... :) Lo probé en casa y parece que funciona, aunque me llevé un pequeño susto. Se lo quise enseñar a mi hijo, le intenté tomar las pulsaciones, pero no marcaba nada... Supongo que ver 4 temporadas seguidas de Battlestar Galactica me influyó, el caso es que por unos minutos tuve la duda de si mi hijo podía ser un Cylon, pero no, finalmente, poniendo bien los dedos y sin sujetar yo el reloj, le marcó correctamente el pulso y se disiparon mis dudas.
Ya con los dorsales preparados, Manu y Toni pasaron por casa con el coche, ya nos encontraríamos con el Abuelo Runner en la salida. Llovía un poco, aunque las apocalípticas previsiones sobre diluvios, inundaciones y otras catástrofes naturales, al menos en Barcelona, quedaron en nada... Cayeron cuatro gotas, antes de la salida, pero paró de llover poco antes de empezar y casi acabando la carrera incluso salió el sol. El recorrido estaba impecable, apenas un par de charcos, y el terreno estaba en su punto para correr.
Buena organización antes de la salida, sin problemas para dejar la bolsa y echar la última meada, con tanto árbol por ahí... :) Nos vimos con Rafa y dos amigos que venían con él, nada, unos chavales que les gusta eso de correr por la montaña, uno ganó la prueba de 10K y el otro estuvo por ahí cerca... :O
Calentamos un poco, y flipé con la música que puso la organización durante el calentamiento, simplemente, ¡¡¡alucinantemente genial!!! La banda sonora de las pelis de James Bond, Carros de fuego, y ya casi a punto de darse la salida... ¡¡¡La música de El Equipo A!!! Jajaja, me estaba riendo yo solo pero no se lo podía contar a nadie... :) Resulta que en la oficina, en mi nueva empresa, mi equipo ha empezado haciendo varios proyectos, demos, prototipos tecnológicos, ayudando en proyectos en curso, haciendo herramientas, optimizaciones, project management, vamos, de todo un poco. Y como somos así de graciosos, nos hemos autobautizado como El Equipo A... :) Llevo tarareando la musiquilla toda la semana, y hoy, antes de empezar a correr, ha estado sonando la canción a todo volumen... :)
¡Y a correr! La salida era cuesta abajo, 1200 metros de bajada vertiginosa... A Toni lo perdimos de vista de inmediato, y en la bajada, tenía ganas de correr y bajé el primer kilómetro a 4:09, miré a Manu y al Abuelo y me dijeron que tirara, así que me dejé llevar por la marabunta humana en la bajada...
Empezaron las cuestas y los toboganes. Aún iba fresco, hasta el kilómetro 6 iba marcando ritmos de entre 4:56 y 5:18, recuperando en las bajadas e intentando dosificar un poco en las subidas. Un kilómetro más con una bajada terrible por trialeras, en la que las Asics funcionaron de maravilla, ni un resbalón, ni una mala pisada, recorde las caídas de L'Endimoniada, pero esta vez, con el terreno un poco mojado, bajé mucho mejor. Me sirvió para recuperar un poco, se montó un trenecito de runners, y ahí se acabó la diversión...
Empezaba lo divertido. Primera subida asesina, criminal, abominable... Casi dos kilómetros al 6% de media, subiendo hasta la urbanización Vallensana, un clásico de las carreras por esta zona. Otro tramo durillo en la urbanización, una bajada para recuperar el aliento, y luego otra rampa aún más dura que la anterior, donde empecé con el ca-co... Salimos por fin de la odiada urbanización, que es a las carreras de montaña de Santa Coloma lo mismo que el Paralelo a las carreras urbanas de Barcelona... Y empezó un tramo un poco más suave, rodeando el Turó del Pollo sin llegar a subir hasta lo más alto. Fueron dos kilómetros de pequeños toboganes, ya habían pasado las subidas más duras, pero notaba que las piernas habían pagado un precio muy alto, después de Berlín, un descanso de dos semanas y unos pocos entrenamientos cochineros, no respondían como me hubiera gustado...
Entonces, el momentazo de la carrera... Escuché detrás de mí un sonido como de un motor a reacción, que iba intensificándose por lo que deduje que se iba acercándose a mí... ¿Era un pájaro? ¿Era un avión? ¡No! ¡Era el Abuelo Runner! Fue sobre el kilómetro 13, saliendo ya del Turó del Pollo, me dio una palmadita, le vi muy fuerte, me dijo que le siguiera, que me iba a llevar a hacer menos de dos horas, pero le dije que en la siguiente subida no iba a poder seguir su ritmo...
Empezó una buena bajada, apreté un poco el ritmo, adelantamos a varios corredores en la bajada, pero en cuanto volvió a picar la siguiente subida, en el 14,5, ya no pude... El Abuelo siguió a su ritmo, dejando una estela de combustible para aviones supersónicos, y le perdí de vista pronto... :) Esa subida se ma atragantó totalmente... No contaba con ella, y eso que estaba en el plano... Pensaba que desde el Turó del Pollo ya todo era una suave bajada, con algún rodeo, pero de eso nada. 1300 metros demoledores, con más de 14 kilómetros de montaña en las piernas, una rampa del 7% hace pupa... De nuevo el ca-co, y batí mi MMP de pulsaciones... 187bpm... Estaba jodidísimo... No se me ocurre otra palabra más descriptiva.
Subí a duras penas, volvieron las bajadas, quedaban aún casi 7 kilómetros, y ya iba completamente vacío de fuerzas, pese al gel que me tomé... En las bajadas, no pasaba de 5:20, aunque iba manteniendo mi posición... Aún quedaba alguna sorpresa... Otras dos subidas más, a la cruz de Montigalá la primera, con una pendiente más suave pero que parecía una tapia... Se escuchaba un escándalo tremendo a lo lejos, como si unas 20 personas estuvieran animando... Y cuando el griterío ya se hizo ensordecedor... Comprobé que era sólo un señor, ¡¡¡pero que animaba como 100!!! Cuánto se agradece... Coroné la cruz, y volvió otra bajada, hasta la autopista... Pero claro, bajar hasta la autopista... Significaba que habría que volver a subir hasta la llegada...
La media maratón tenía sorpresa. En forma de casi un kilómetro y medio extra de regalo. Un último tramo bajando, y la subida final... En un cruce nos dijeron que faltaban 200 metros... Pulsaciones a 185bmp... 500 metros después nos dicen que faltan 100... Y 300 metros después, por fin, la llegada... Pensé en tirarme al suelo, pero vista la cola que había para la butifarra, lo dejé para otro momento.
Acabé en 2:05:54, a un ritmo de 5:37, para completar 22,4 kilómetros, con unas pulsaciones medias de 175bpm y record absoluto de 187bpm.
Tironcillo de orejas para la organización. Todo muy bien en la salida y durante la carrera. Pero en la llegada, todos habríamos agradecido una botella de agua. Un poco de lío con la butifarra, y la bebida que la acompañaba, simplemente, ridículamente escasa.
Pero todo se cura con el bocata, el Powerade que traía de casa, el reencuentro y un cigarrito... :)
Hoy se me ha pasado por la cabeza tirarme al suelo y esperar a que me recojan y me lleven a casa al menos 65.536 veces... :) La montaña no me quiere, o soy yo que no la trata como merece, el caso es que ha sido un sufrimiento terrible, he pensado eso de "nunca más lo vuelvo a hacer" 32.768 veces, pero seguro que volveré a hacerlo, aunque espero que con más cabeza, o más piernas, o más cardio, o mejor preparación...
Ayer fui a por el dorsal y el pulsímetro de regalo. La inscripción costaba 20 euros, así que lo del pulsímetro debía tener truco... El truco es que es doblemente digital, digital por los botones y numeritos, y digital porque para medir las pulsaciones hay que poner dos dedos en el reloj... :) Lo probé en casa y parece que funciona, aunque me llevé un pequeño susto. Se lo quise enseñar a mi hijo, le intenté tomar las pulsaciones, pero no marcaba nada... Supongo que ver 4 temporadas seguidas de Battlestar Galactica me influyó, el caso es que por unos minutos tuve la duda de si mi hijo podía ser un Cylon, pero no, finalmente, poniendo bien los dedos y sin sujetar yo el reloj, le marcó correctamente el pulso y se disiparon mis dudas.
Ya con los dorsales preparados, Manu y Toni pasaron por casa con el coche, ya nos encontraríamos con el Abuelo Runner en la salida. Llovía un poco, aunque las apocalípticas previsiones sobre diluvios, inundaciones y otras catástrofes naturales, al menos en Barcelona, quedaron en nada... Cayeron cuatro gotas, antes de la salida, pero paró de llover poco antes de empezar y casi acabando la carrera incluso salió el sol. El recorrido estaba impecable, apenas un par de charcos, y el terreno estaba en su punto para correr.
Buena organización antes de la salida, sin problemas para dejar la bolsa y echar la última meada, con tanto árbol por ahí... :) Nos vimos con Rafa y dos amigos que venían con él, nada, unos chavales que les gusta eso de correr por la montaña, uno ganó la prueba de 10K y el otro estuvo por ahí cerca... :O
Calentamos un poco, y flipé con la música que puso la organización durante el calentamiento, simplemente, ¡¡¡alucinantemente genial!!! La banda sonora de las pelis de James Bond, Carros de fuego, y ya casi a punto de darse la salida... ¡¡¡La música de El Equipo A!!! Jajaja, me estaba riendo yo solo pero no se lo podía contar a nadie... :) Resulta que en la oficina, en mi nueva empresa, mi equipo ha empezado haciendo varios proyectos, demos, prototipos tecnológicos, ayudando en proyectos en curso, haciendo herramientas, optimizaciones, project management, vamos, de todo un poco. Y como somos así de graciosos, nos hemos autobautizado como El Equipo A... :) Llevo tarareando la musiquilla toda la semana, y hoy, antes de empezar a correr, ha estado sonando la canción a todo volumen... :)
¡Y a correr! La salida era cuesta abajo, 1200 metros de bajada vertiginosa... A Toni lo perdimos de vista de inmediato, y en la bajada, tenía ganas de correr y bajé el primer kilómetro a 4:09, miré a Manu y al Abuelo y me dijeron que tirara, así que me dejé llevar por la marabunta humana en la bajada...
Empezaron las cuestas y los toboganes. Aún iba fresco, hasta el kilómetro 6 iba marcando ritmos de entre 4:56 y 5:18, recuperando en las bajadas e intentando dosificar un poco en las subidas. Un kilómetro más con una bajada terrible por trialeras, en la que las Asics funcionaron de maravilla, ni un resbalón, ni una mala pisada, recorde las caídas de L'Endimoniada, pero esta vez, con el terreno un poco mojado, bajé mucho mejor. Me sirvió para recuperar un poco, se montó un trenecito de runners, y ahí se acabó la diversión...
Empezaba lo divertido. Primera subida asesina, criminal, abominable... Casi dos kilómetros al 6% de media, subiendo hasta la urbanización Vallensana, un clásico de las carreras por esta zona. Otro tramo durillo en la urbanización, una bajada para recuperar el aliento, y luego otra rampa aún más dura que la anterior, donde empecé con el ca-co... Salimos por fin de la odiada urbanización, que es a las carreras de montaña de Santa Coloma lo mismo que el Paralelo a las carreras urbanas de Barcelona... Y empezó un tramo un poco más suave, rodeando el Turó del Pollo sin llegar a subir hasta lo más alto. Fueron dos kilómetros de pequeños toboganes, ya habían pasado las subidas más duras, pero notaba que las piernas habían pagado un precio muy alto, después de Berlín, un descanso de dos semanas y unos pocos entrenamientos cochineros, no respondían como me hubiera gustado...
Entonces, el momentazo de la carrera... Escuché detrás de mí un sonido como de un motor a reacción, que iba intensificándose por lo que deduje que se iba acercándose a mí... ¿Era un pájaro? ¿Era un avión? ¡No! ¡Era el Abuelo Runner! Fue sobre el kilómetro 13, saliendo ya del Turó del Pollo, me dio una palmadita, le vi muy fuerte, me dijo que le siguiera, que me iba a llevar a hacer menos de dos horas, pero le dije que en la siguiente subida no iba a poder seguir su ritmo...
Empezó una buena bajada, apreté un poco el ritmo, adelantamos a varios corredores en la bajada, pero en cuanto volvió a picar la siguiente subida, en el 14,5, ya no pude... El Abuelo siguió a su ritmo, dejando una estela de combustible para aviones supersónicos, y le perdí de vista pronto... :) Esa subida se ma atragantó totalmente... No contaba con ella, y eso que estaba en el plano... Pensaba que desde el Turó del Pollo ya todo era una suave bajada, con algún rodeo, pero de eso nada. 1300 metros demoledores, con más de 14 kilómetros de montaña en las piernas, una rampa del 7% hace pupa... De nuevo el ca-co, y batí mi MMP de pulsaciones... 187bpm... Estaba jodidísimo... No se me ocurre otra palabra más descriptiva.
Subí a duras penas, volvieron las bajadas, quedaban aún casi 7 kilómetros, y ya iba completamente vacío de fuerzas, pese al gel que me tomé... En las bajadas, no pasaba de 5:20, aunque iba manteniendo mi posición... Aún quedaba alguna sorpresa... Otras dos subidas más, a la cruz de Montigalá la primera, con una pendiente más suave pero que parecía una tapia... Se escuchaba un escándalo tremendo a lo lejos, como si unas 20 personas estuvieran animando... Y cuando el griterío ya se hizo ensordecedor... Comprobé que era sólo un señor, ¡¡¡pero que animaba como 100!!! Cuánto se agradece... Coroné la cruz, y volvió otra bajada, hasta la autopista... Pero claro, bajar hasta la autopista... Significaba que habría que volver a subir hasta la llegada...
La media maratón tenía sorpresa. En forma de casi un kilómetro y medio extra de regalo. Un último tramo bajando, y la subida final... En un cruce nos dijeron que faltaban 200 metros... Pulsaciones a 185bmp... 500 metros después nos dicen que faltan 100... Y 300 metros después, por fin, la llegada... Pensé en tirarme al suelo, pero vista la cola que había para la butifarra, lo dejé para otro momento.
Acabé en 2:05:54, a un ritmo de 5:37, para completar 22,4 kilómetros, con unas pulsaciones medias de 175bpm y record absoluto de 187bpm.
Tironcillo de orejas para la organización. Todo muy bien en la salida y durante la carrera. Pero en la llegada, todos habríamos agradecido una botella de agua. Un poco de lío con la butifarra, y la bebida que la acompañaba, simplemente, ridículamente escasa.
Pero todo se cura con el bocata, el Powerade que traía de casa, el reencuentro y un cigarrito... :)
viernes, 20 de julio de 2012
El superpollo
Estoy a poco más de 10 semanas de Berlín. Dicho así, parece poco tiempo, pero pensando que aún falta lo que queda de julio, todo agosto y todo septiembre, aún hay que tomarse las cosas con calma.
Sigo cultivando fondo, trabajando técnica y sin dejar de lado las cuestas. Mucho trabajo de progresivos, hachazos y algunas series largas. El martes y el miércoles acabé con muy buenas sensaciones, yendo de menos a más y terminando fuerte. Y ayer jueves me apeteció hacer una prueba... ¿Estoy corriendo con mejores sensaciones sólo porque empiezo más suave y por tanto acabo mejor de fuerzas, o realmente estoy experimentando una mejora en mi rendimiento?
Pues para probar... Una dosis de pollo intensa...
Así que el jueves me levanté algo más tarde, seguí el ritual habitual de café, galletas y punto 8, y a las 7:18 ya le estaba dando a las zapatillas en dirección al Turó del Pollo. El plan era sencillo. Pollo a muerte. Salir bien, no forzando pero tampoco acomodado. Resistir en las rampas asesinas sin perder el ritmo, y bajar a muerte dándolo todo. Todo ello después de dos días seguidos de entrenamientos progresivos con hachazo final. La idea era tentadora. Ahora había que ponerla en práctica.
En mente, mi Mejor Pollo Personal, 49:16. Y Joselito, que hace los pollos a 5:45 clavados, y que me sacó unos 100 metros el día del Personal Chicken... Desde el 12 de mayo no he vuelto a hacer un pollo en menos de 50 minutos. Pero el cambio de zapatillas y las buenas sensaciones de estos días me hacían pensar que era interesante intentarlo...
Empecé algo más fuerte que de costumbre, hoy viernes toca descanso así que no me pareció mala idea el jueves vaciarme un poco más. Los 3 primeros kilómetros, una subida casi constante con una pendiente de prácticamente un 5%, salieron en 5:48, 5:47 y 5:44, mejor que los 6:30 clásicos de los últimos pollos. Pero algo más lentos que el día del MPP...
No me preocupaba. Empezar más suave y acabar más fuerte, recordemos la consigna. Aplicable al asfalto a la orilla del Besós y también a la subida al Turó del Pollo. Empieza lo divertido, la pendiente se acentúa, el calor empieza a asomar, 6:34 y 6:37 subiendo a muerte y ya he llegado al punto más alto. Me suena que voy un poco mejor que el día del MPP...
Y empieza la bajada. Los tiempos se me antojan buenos, pero lo mejor, la sensación de desgaste es poca. Y las zapatillas acompañan... Las Cascadia, sobre todo en las bajadas, me hacían sentir como el gato con botas... Pero las Asics van como la seda. Bajo fuerte, me freno cuando la pendiente amenaza con hacerme bajar rodando, aprieto en las bajadas más suaves y las rectas, y hago el sexto a 4:54, también me suena que normalmente se va a más de 5:00... Volvemos al asfalto. Bajadas de vértigo que hay que hacer con cuidado, una ligera subida, bajadas más suaves, me animo, me siento bien, cae el séptimo a 4:17, y empiezo a pensar que hoy podría haber un Personal Chicken.
El octavo es una bajada constante, con confianza se puede ir rápido pero cuidando cómo se pisa... Me suena haberlo hecho alguna vez sobre 4:35... Pero cuando pita el Forerunner, me marca 4:08. Y noto esa sensación tan gratificante de no relacionar ritmo y esfuerzo con lo que marca el reloj. Voy suelto, cómodo, respirando bien, y con la sensación de que puedo ir aún más rápido.
Así que decido apretar un poco al final, la pendiente se suaviza, los últimos 700 metros son casi llanos, pienso que hoy habrá pollo personal y que si no bajo el ritmo Joselito no me alcanzará, así que pensando que hoy toca descanso, acelero el ritmo, casi acabo esprintando los últimos metros, ni rastro de Joselito, paro el crono, que lo tenía en modo "ruta", cambio al modo normal, y veo que los 49:16 de mi anterior mejor marca se quedan a 3 minutos clavados, ¡he ido y vuelto del Turó del Pollo en 46:16! Los últimos 700 metros los he hecho a un ritmo de 3:49, después del esfuerzo de las cuestas, pero lleno de fuerzas. Eso sí, el esfuerzo se refleja en las pulsaciones, que salen a una media de 160bpm.
Seguiré repitiendo esta ruta durante el plan, pero no como ayer... Mucho más tranquilo y manteniendo el esfuerzo en un umbral medio para seguir ganando fondo y resistencia... Pero un superpollo como el del jueves de vez en cuando va bien para levantar la moral... :)
Sigo cultivando fondo, trabajando técnica y sin dejar de lado las cuestas. Mucho trabajo de progresivos, hachazos y algunas series largas. El martes y el miércoles acabé con muy buenas sensaciones, yendo de menos a más y terminando fuerte. Y ayer jueves me apeteció hacer una prueba... ¿Estoy corriendo con mejores sensaciones sólo porque empiezo más suave y por tanto acabo mejor de fuerzas, o realmente estoy experimentando una mejora en mi rendimiento?
Pues para probar... Una dosis de pollo intensa...
Así que el jueves me levanté algo más tarde, seguí el ritual habitual de café, galletas y punto 8, y a las 7:18 ya le estaba dando a las zapatillas en dirección al Turó del Pollo. El plan era sencillo. Pollo a muerte. Salir bien, no forzando pero tampoco acomodado. Resistir en las rampas asesinas sin perder el ritmo, y bajar a muerte dándolo todo. Todo ello después de dos días seguidos de entrenamientos progresivos con hachazo final. La idea era tentadora. Ahora había que ponerla en práctica.
En mente, mi Mejor Pollo Personal, 49:16. Y Joselito, que hace los pollos a 5:45 clavados, y que me sacó unos 100 metros el día del Personal Chicken... Desde el 12 de mayo no he vuelto a hacer un pollo en menos de 50 minutos. Pero el cambio de zapatillas y las buenas sensaciones de estos días me hacían pensar que era interesante intentarlo...
Empecé algo más fuerte que de costumbre, hoy viernes toca descanso así que no me pareció mala idea el jueves vaciarme un poco más. Los 3 primeros kilómetros, una subida casi constante con una pendiente de prácticamente un 5%, salieron en 5:48, 5:47 y 5:44, mejor que los 6:30 clásicos de los últimos pollos. Pero algo más lentos que el día del MPP...
No me preocupaba. Empezar más suave y acabar más fuerte, recordemos la consigna. Aplicable al asfalto a la orilla del Besós y también a la subida al Turó del Pollo. Empieza lo divertido, la pendiente se acentúa, el calor empieza a asomar, 6:34 y 6:37 subiendo a muerte y ya he llegado al punto más alto. Me suena que voy un poco mejor que el día del MPP...
Y empieza la bajada. Los tiempos se me antojan buenos, pero lo mejor, la sensación de desgaste es poca. Y las zapatillas acompañan... Las Cascadia, sobre todo en las bajadas, me hacían sentir como el gato con botas... Pero las Asics van como la seda. Bajo fuerte, me freno cuando la pendiente amenaza con hacerme bajar rodando, aprieto en las bajadas más suaves y las rectas, y hago el sexto a 4:54, también me suena que normalmente se va a más de 5:00... Volvemos al asfalto. Bajadas de vértigo que hay que hacer con cuidado, una ligera subida, bajadas más suaves, me animo, me siento bien, cae el séptimo a 4:17, y empiezo a pensar que hoy podría haber un Personal Chicken.
El octavo es una bajada constante, con confianza se puede ir rápido pero cuidando cómo se pisa... Me suena haberlo hecho alguna vez sobre 4:35... Pero cuando pita el Forerunner, me marca 4:08. Y noto esa sensación tan gratificante de no relacionar ritmo y esfuerzo con lo que marca el reloj. Voy suelto, cómodo, respirando bien, y con la sensación de que puedo ir aún más rápido.
Así que decido apretar un poco al final, la pendiente se suaviza, los últimos 700 metros son casi llanos, pienso que hoy habrá pollo personal y que si no bajo el ritmo Joselito no me alcanzará, así que pensando que hoy toca descanso, acelero el ritmo, casi acabo esprintando los últimos metros, ni rastro de Joselito, paro el crono, que lo tenía en modo "ruta", cambio al modo normal, y veo que los 49:16 de mi anterior mejor marca se quedan a 3 minutos clavados, ¡he ido y vuelto del Turó del Pollo en 46:16! Los últimos 700 metros los he hecho a un ritmo de 3:49, después del esfuerzo de las cuestas, pero lleno de fuerzas. Eso sí, el esfuerzo se refleja en las pulsaciones, que salen a una media de 160bpm.
Seguiré repitiendo esta ruta durante el plan, pero no como ayer... Mucho más tranquilo y manteniendo el esfuerzo en un umbral medio para seguir ganando fondo y resistencia... Pero un superpollo como el del jueves de vez en cuando va bien para levantar la moral... :)
domingo, 15 de julio de 2012
Pollo al horno y cochino deconstruido
Así podría resumir mis últimos tres entrenamientos: Pollo al horno y cochino deconstruido...
Vamos por partes...
Primero el pollo. Tras la jubilación anticipada de las Brooks Cascadia, no podía dejar mis nuevas Asics Gel Fuji Sensor mucho tiempo en la caja... Así que el jueves decidí volver al Turó del Pollo. El lema era claro: Gel al pollo que es de tierra. Y con esa idea en mente, salí de casa dispuesto a probar el rendimiento de las Asics en terreno propicio. Fue un pollo clásico, ni MPP ni PPP, más bien un TPP (típico pollo personal), ruta completa en 51:22, lejos de los 49:51 de mi MPP y también lejos de los 53:47 de mi PPP. Con un último dato que me deja muy buenas vibraciones. Pulsaciones medias de 144bpm. Las mismas que el día de mi PPP, y más de 10 bpm más bajas que el día de mi MPP.
Me sentí muy bien, y las zapas, de lujo. Ni un roce, ni molestia, ni amago de ampolla, ni nada de nada. Normalmente el primer día suelo tener algún roce en el pie, que no siempre acaba en ampolla. Esta vez ni eso. Otras veces, al apretarme los cordones, noto algo en la parte de la lengua de la zapatilla, pero tampoco. Simplemente, parecían hechas a medida. Ya he oído que en Asics están pensando en cambiar el nombre a las zapatillas y llamarlas Asics Gel Zydro Sensor... :)
Las sensaciones, zapatillas aparte, geniales. Pensaba que había hecho mucho mejor tiempo por lo bien que me había sentido, así que una vez en casa, filtré mis actividades en el rubiTrack usando el keyword "pollo", y analicé mis últimos entrenamientos que incluían pollo... Vi algo curioso, cuando hago un tiempo total muy bajo, la mayor diferencia se produce en los primeros 3 kilómetros. Es más, los parciales de los últimos 6 kilómetros fueron los mismos el jueves que el día de mi MPP, incluso algunos más bajos. Y eso seguramente tiene mucho que ver con cómo estoy planteando mis entrenamientos... Prefiero empezar muy tranquilo, dosificar, y llegar fuerte al final. ¿Os recuerdo eso a una maratón? :) Creo que es mucho mejor acostumbrar al cuerpo a esta manera de administrar las energías.
El viernes, otro viaje en AVE y descanso. De nuevo se me descuajaringó el horario de comida y el sábado no andaba tan ligero como de costumbre. Además, el sábado iba a tocar tirada larga. El domingo teníamos planes de ir al parque con un amigo de mi cachorro mayor, incluso subir al Turó del Pollo con su padre mientas los niños y esposas disfrutaban del parque... Así que elegí hacer la tirada larga el sábado. Volví a insistir en la táctica de levantarme pronto, desayunar, y salir a correr a media mañana ya con la digestión bien hecha. Animado también por el día algo nublado. A las 10:49 ya estaba corriendo hacia el río. Después de casi 10 minutos estirando y sufriendo en mis propias carnes el síndrome del tonto del GPS, como contaba Gonzalo hace ya unos meses... :) Nubes, pero mucho calor. Cuatro botellines de Aquarius (caramañolas, como dicen los traductores de Wiggle), y la certeza de que tocaba sufrir...
5 kilómetros por el río entre 5:10 y 5:13, con viento en contra, pulsaciones por debajo de 150bpm, todavía nublado. Salgo del río, ¡y cruzando el puente me cruzo con Manu! Me hizo un gesto de esos que los runners entendemos perfectamente... Algo así como "estoy hecho polvo, ya verás tú dentro de un rato"... :) Poco después empezó a salir el sol, y se acabó lo que se daba... Seguí con mi nueva ruta, cruzando el puente del Forum y dando un poco de alegría a las piernas con una buena subida, siguiendo por la costa, por detrás del Forum, incluida una parada por aguas menores, con viento ligeramente favorable que permitía que el ritmo fuera algo más vivo, entre 5:08 y 5:20, pero aumentando a sensación de calor... Consigo llegar al kilómetro 12 por debajo de 160bpm.
Gel y media vuelta, ahora viento en contra, la sensación de calor disminuye, me voy hidratando y mirando de reojo las pulsaciones. Ritmos entre 5:22 y 5:35, para no pasarme de 160bpm y no morir por el camino. Luchar contra el viento con ese calor habría sido simplemente un suicidio...
Llego al río, paro y me bebo una fuente entera. Ahora tengo el viento a favor, así que noto que voy más rápido pero la sensación de calor aumenta drásticamente. Nada más llegar al río, veo delante a un runner que va prácticamente a mi mismo ritmo, alrededor de 5:15. Voy detrás de él casi todo el tiempo, lo tengo a 10 metros, se me va a 20, vuelve a estar a 15... Así, bebiendo constantemente y viendo cómo las pulsaciones se van yendo a casi 170bpm al final, llego al kilómetro 23 a ritmos de 5:15...
Y claro... Un animal de asfalto conserva algo de instinto asesino... Y digo... Como se trata de llegar fuerte al final, habiendo dosificado un poco las fuerzas... Vamos a ver si alcanzo al de delante... Lo tenía como a 20 metros. Así que empiezo a apretar un poco... Me voy acercando, poco a poco, las pulsaciones aumentan, 172bpm y lo tengo a tiro... Supongo que se oyen mis pasos acelerados, y espontáneamente, el runner decide aumentar también su ritmo cuando lo tengo a menos de 10 metros... Quedan unos 200 para llegar a la salida del río, meto una marcha más, alargo la zancada, miro de reojo el Forerunner, joder, 178bpm, no hay otra palabra más exacta, simplemente, voy picadísimo, el runner que llevo delante creo que ha llegado a su límite, voy recortando centímetro a centímetro, y justo cuando llegamos al inicio de la subida, zas, le paso... :)
Subo la rampa todavía corriendo, salgo del río y el Forerunner me marca 181bpm, lo nunca visto en un rodaje de entrenamiento... Sigo trotando muy suave... El otro runner también ha salido por la rampa, él por las escaleras, yo sigo trotando, miro de reojo, él hace lo mismo, pienso, "ya verás, como se ponga a correr estoy jodido"... Pero no, baja la mirada, no puede más, sigue andando, el Forerunner me marca el kilómetro 24 y decido pararlo y seguir también andando, aunque mirando de reojo que no me quiera pegar un hachazo... :D
Al final, 24 kilómetros a un ritmo medio de 5:19, corriendo a ratos en un horno y a ratos en un túnel de viento. Pulsaciones medias de 155bpm y un máximo de 182, justo saliendo de la rampa del río tras el pique final. Pique sano, que me ha servido para ver que empiezo a ser capaz de dosificarme en las condiciones más desfavorables y dejar todavía algo de fuerzas para el final. Algo queda de Jack Daniels y sus exprime limones... ;)
Después de beber litros y litros de Aquarius y reposar un poco, hoy domingo, alergias y diferentes amagos de resfriado cancelaron la visita al parque... Así que me levanté pronto, y sin desayunar, salí a hacer un rodaje cochinero por el río. Inicio muy suave, a 5:51, con calor, eran las 8:22am pero el sol ya pegaba fuerte. Por suerte, se volvió a nublar y fui haciendo poco a poco un cochinero que se deconstruyó y se volvió un progresivo, 5:29, 5:18, 5:18, 5:10, 5:09, 5:10, 5:06, 4:59, y 270 metros más probando si quedaban fuerzas que salieron a un ritmo de 4:20, lo que me dejó muy buenas sensaciones. Resumidamente, 9,27 kilómetros a 5:15 y pulsaciones de 144bpm con final feliz a 162bpm.
Un triple entrenamiento de pollo al horno y cochino deconstruido que me ha servido para darme cuenta que, casi inconscientemente, el cuerpo se va autoregulando para empezar suave, dosificar el esfuerzo según las condiciones, ya sea el calor, la pendiente o el cansancio, y acabar fuerte. Mola.
Vamos por partes...
Primero el pollo. Tras la jubilación anticipada de las Brooks Cascadia, no podía dejar mis nuevas Asics Gel Fuji Sensor mucho tiempo en la caja... Así que el jueves decidí volver al Turó del Pollo. El lema era claro: Gel al pollo que es de tierra. Y con esa idea en mente, salí de casa dispuesto a probar el rendimiento de las Asics en terreno propicio. Fue un pollo clásico, ni MPP ni PPP, más bien un TPP (típico pollo personal), ruta completa en 51:22, lejos de los 49:51 de mi MPP y también lejos de los 53:47 de mi PPP. Con un último dato que me deja muy buenas vibraciones. Pulsaciones medias de 144bpm. Las mismas que el día de mi PPP, y más de 10 bpm más bajas que el día de mi MPP.
Me sentí muy bien, y las zapas, de lujo. Ni un roce, ni molestia, ni amago de ampolla, ni nada de nada. Normalmente el primer día suelo tener algún roce en el pie, que no siempre acaba en ampolla. Esta vez ni eso. Otras veces, al apretarme los cordones, noto algo en la parte de la lengua de la zapatilla, pero tampoco. Simplemente, parecían hechas a medida. Ya he oído que en Asics están pensando en cambiar el nombre a las zapatillas y llamarlas Asics Gel Zydro Sensor... :)
Las sensaciones, zapatillas aparte, geniales. Pensaba que había hecho mucho mejor tiempo por lo bien que me había sentido, así que una vez en casa, filtré mis actividades en el rubiTrack usando el keyword "pollo", y analicé mis últimos entrenamientos que incluían pollo... Vi algo curioso, cuando hago un tiempo total muy bajo, la mayor diferencia se produce en los primeros 3 kilómetros. Es más, los parciales de los últimos 6 kilómetros fueron los mismos el jueves que el día de mi MPP, incluso algunos más bajos. Y eso seguramente tiene mucho que ver con cómo estoy planteando mis entrenamientos... Prefiero empezar muy tranquilo, dosificar, y llegar fuerte al final. ¿Os recuerdo eso a una maratón? :) Creo que es mucho mejor acostumbrar al cuerpo a esta manera de administrar las energías.
El viernes, otro viaje en AVE y descanso. De nuevo se me descuajaringó el horario de comida y el sábado no andaba tan ligero como de costumbre. Además, el sábado iba a tocar tirada larga. El domingo teníamos planes de ir al parque con un amigo de mi cachorro mayor, incluso subir al Turó del Pollo con su padre mientas los niños y esposas disfrutaban del parque... Así que elegí hacer la tirada larga el sábado. Volví a insistir en la táctica de levantarme pronto, desayunar, y salir a correr a media mañana ya con la digestión bien hecha. Animado también por el día algo nublado. A las 10:49 ya estaba corriendo hacia el río. Después de casi 10 minutos estirando y sufriendo en mis propias carnes el síndrome del tonto del GPS, como contaba Gonzalo hace ya unos meses... :) Nubes, pero mucho calor. Cuatro botellines de Aquarius (caramañolas, como dicen los traductores de Wiggle), y la certeza de que tocaba sufrir...
5 kilómetros por el río entre 5:10 y 5:13, con viento en contra, pulsaciones por debajo de 150bpm, todavía nublado. Salgo del río, ¡y cruzando el puente me cruzo con Manu! Me hizo un gesto de esos que los runners entendemos perfectamente... Algo así como "estoy hecho polvo, ya verás tú dentro de un rato"... :) Poco después empezó a salir el sol, y se acabó lo que se daba... Seguí con mi nueva ruta, cruzando el puente del Forum y dando un poco de alegría a las piernas con una buena subida, siguiendo por la costa, por detrás del Forum, incluida una parada por aguas menores, con viento ligeramente favorable que permitía que el ritmo fuera algo más vivo, entre 5:08 y 5:20, pero aumentando a sensación de calor... Consigo llegar al kilómetro 12 por debajo de 160bpm.
Gel y media vuelta, ahora viento en contra, la sensación de calor disminuye, me voy hidratando y mirando de reojo las pulsaciones. Ritmos entre 5:22 y 5:35, para no pasarme de 160bpm y no morir por el camino. Luchar contra el viento con ese calor habría sido simplemente un suicidio...
Llego al río, paro y me bebo una fuente entera. Ahora tengo el viento a favor, así que noto que voy más rápido pero la sensación de calor aumenta drásticamente. Nada más llegar al río, veo delante a un runner que va prácticamente a mi mismo ritmo, alrededor de 5:15. Voy detrás de él casi todo el tiempo, lo tengo a 10 metros, se me va a 20, vuelve a estar a 15... Así, bebiendo constantemente y viendo cómo las pulsaciones se van yendo a casi 170bpm al final, llego al kilómetro 23 a ritmos de 5:15...
Y claro... Un animal de asfalto conserva algo de instinto asesino... Y digo... Como se trata de llegar fuerte al final, habiendo dosificado un poco las fuerzas... Vamos a ver si alcanzo al de delante... Lo tenía como a 20 metros. Así que empiezo a apretar un poco... Me voy acercando, poco a poco, las pulsaciones aumentan, 172bpm y lo tengo a tiro... Supongo que se oyen mis pasos acelerados, y espontáneamente, el runner decide aumentar también su ritmo cuando lo tengo a menos de 10 metros... Quedan unos 200 para llegar a la salida del río, meto una marcha más, alargo la zancada, miro de reojo el Forerunner, joder, 178bpm, no hay otra palabra más exacta, simplemente, voy picadísimo, el runner que llevo delante creo que ha llegado a su límite, voy recortando centímetro a centímetro, y justo cuando llegamos al inicio de la subida, zas, le paso... :)
Subo la rampa todavía corriendo, salgo del río y el Forerunner me marca 181bpm, lo nunca visto en un rodaje de entrenamiento... Sigo trotando muy suave... El otro runner también ha salido por la rampa, él por las escaleras, yo sigo trotando, miro de reojo, él hace lo mismo, pienso, "ya verás, como se ponga a correr estoy jodido"... Pero no, baja la mirada, no puede más, sigue andando, el Forerunner me marca el kilómetro 24 y decido pararlo y seguir también andando, aunque mirando de reojo que no me quiera pegar un hachazo... :D
Al final, 24 kilómetros a un ritmo medio de 5:19, corriendo a ratos en un horno y a ratos en un túnel de viento. Pulsaciones medias de 155bpm y un máximo de 182, justo saliendo de la rampa del río tras el pique final. Pique sano, que me ha servido para ver que empiezo a ser capaz de dosificarme en las condiciones más desfavorables y dejar todavía algo de fuerzas para el final. Algo queda de Jack Daniels y sus exprime limones... ;)
Después de beber litros y litros de Aquarius y reposar un poco, hoy domingo, alergias y diferentes amagos de resfriado cancelaron la visita al parque... Así que me levanté pronto, y sin desayunar, salí a hacer un rodaje cochinero por el río. Inicio muy suave, a 5:51, con calor, eran las 8:22am pero el sol ya pegaba fuerte. Por suerte, se volvió a nublar y fui haciendo poco a poco un cochinero que se deconstruyó y se volvió un progresivo, 5:29, 5:18, 5:18, 5:10, 5:09, 5:10, 5:06, 4:59, y 270 metros más probando si quedaban fuerzas que salieron a un ritmo de 4:20, lo que me dejó muy buenas sensaciones. Resumidamente, 9,27 kilómetros a 5:15 y pulsaciones de 144bpm con final feliz a 162bpm.
Un triple entrenamiento de pollo al horno y cochino deconstruido que me ha servido para darme cuenta que, casi inconscientemente, el cuerpo se va autoregulando para empezar suave, dosificar el esfuerzo según las condiciones, ya sea el calor, la pendiente o el cansancio, y acabar fuerte. Mola.
jueves, 7 de junio de 2012
Vuelta a la normalidad
Últimamente los lunes salía a entrenar después de la carrera o la tirada larga de los domingos. Esta semana, en cambio, después de L'Endimoniada del sábado por la noche y tras descansar el domingo, el lunes me quedé en casa y descansé, la carrera me dejó totalmente seco y las rodillas estuvieron también quejándose y rogando por un día más de tregua...
El descanso del lunes hizo que el martes saliera con ganas... Estos días previos a ponerme en serio con el plan sigo combinando tiradas no muy largas entre semana, cuidando mucho la técnica, con algo de montaña y tiradas más largas el fin de semana. Así que el plan era un rodaje ligero el martes, un cochino el miércoles y un Turó del Pollo hoy.
El rodaje del martes, bien de ritmo y pulsaciones. Ruta clásica de Montcada, tirada sin incidentes remarcables, ritmo medio de 5:06, la segunda mitad todos los kilómetros por debajo de 5:00, y pulsaciones de 143bpm.
El miércoles las cosas no salieron tan bien... Deberes sin hacer... Y la convicción de que no volvería a casa sin haberlos hecho. Salí con papel y todo porque no sabía que lo iba a necesitar.
Comienzo lento, como siempre que las tripas andan dando la lata. 6:10, 5:31, sobre el kilómetro 2 y medio está mi puente favorito, voy regulando para llegar con la faena a punto para parar el menor tiempo posible y seguir corriendo... Miro atrás, no hay nadie, delante, nadie, me acerco, y de repente, escucho un sonido muy extraño, como de un motor... Mierda... Un empleado de mantenimiento del río baja por una de las entradas, detrás de mí, con una especie de miniexcavadora, en dirección al puente, con toda la lentitud y parsimonia del mundo... :(
Aborto la maniobra en el último momento... Paso de largo el puente y la excavadora me persigue... Calculo que va a 4:45 o así, el hecho es que tarda en adelantarme y la llevo delante un rato... Busco con la mirada un plan B, no me queda mucho tiempo... La excavadora se aleja pero aparece un señor en chandal paseando plácidamente. Manda huevos... Para ir paseando tranquilamente, ¿hace falta bajar al río? ¿No es mejor quedarse arriba, viendo edificios, árboles, carteles, para hacer más ameno el paseo, y dejar que la gente corra y cague tranquila en el río? Pues no... Pasa el señor con chandal... Y como si fuera un videojuego de los que te va dando pistas, de repente veo una flecha roja inmensa apuntando al hueco entre dos matorrales, indicándome que vaya ahí rápidamente, que me quedan pocos segundos... No hay nadie, me dirijo a la zona elegida, y con una rápida y precisa maniobra cumplo mi misión, desbloqueo el logro de early shitter y sigo corriendo mucho más ligero...
El rodaje acaba siendo cochinero en toda la regla, ritmo medio de 5:25 y pulsaciones de 139bpm.
Y hoy, un poquito de montaña. Sin miedo, pese a lo del sábado. Ahora, con la cabeza fría, entiendo que me dejé llevar y que el dorsal me pesó demasiado la noche del 2 de junio. Es habitual que en las carreras de montaña vaya mucha gente a hacerla sin presión, deleitándose durante la carrera con los pajaritos, arbolitos y el cielo azul con sus nubecitas... Por eso quizá es fácil verse fuerte y adelantar a mucha gente en este tipo de carreras... Pero el sábado, de arbolitos y pajaritos nada... Hay que estar un poco chalado y bastante preparado para enfrentarse a la cafrada que supone hacer L'Endimoniada. Creo que sobrevaloré mis fuerzas y lo pagué caro. En esa carrera me tenían que haber adelantado a mí, y no ser yo el que iba adelantando los primeros kilómetros...
Pero entrenando la actitud es otra. Dosificamos mucho más, no hay un capullete que nos adelanta y nos invita a seguir su estela, sino que intentamos correr cómodos, trabajando el cardio y acostumbrando a las piernas al esfuerzo.
Así fue hoy, carrera cómoda, a ritmo mucho más constante que otros días, subiendo bien, sin apretar en la bajada, irme al suelo y forzar las rodillas no entra en mis planes a corto plazo... Acabé el recorrido en 50:45, mucho más cerca de mi MPP que de mi PPP. Y con muy buenas sensaciones, haciendo los últimos metros a buen ritmo. Media de 5:56 y pulsaciones un poco más altas que otros días, 152bpm.
Después de tres días seguidos, mañana un capitulillo de Game of Thrones, y a acumular algún kilómetro más el fin de semana. Echo de menos los geles... :)
El descanso del lunes hizo que el martes saliera con ganas... Estos días previos a ponerme en serio con el plan sigo combinando tiradas no muy largas entre semana, cuidando mucho la técnica, con algo de montaña y tiradas más largas el fin de semana. Así que el plan era un rodaje ligero el martes, un cochino el miércoles y un Turó del Pollo hoy.
El rodaje del martes, bien de ritmo y pulsaciones. Ruta clásica de Montcada, tirada sin incidentes remarcables, ritmo medio de 5:06, la segunda mitad todos los kilómetros por debajo de 5:00, y pulsaciones de 143bpm.
El miércoles las cosas no salieron tan bien... Deberes sin hacer... Y la convicción de que no volvería a casa sin haberlos hecho. Salí con papel y todo porque no sabía que lo iba a necesitar.
Comienzo lento, como siempre que las tripas andan dando la lata. 6:10, 5:31, sobre el kilómetro 2 y medio está mi puente favorito, voy regulando para llegar con la faena a punto para parar el menor tiempo posible y seguir corriendo... Miro atrás, no hay nadie, delante, nadie, me acerco, y de repente, escucho un sonido muy extraño, como de un motor... Mierda... Un empleado de mantenimiento del río baja por una de las entradas, detrás de mí, con una especie de miniexcavadora, en dirección al puente, con toda la lentitud y parsimonia del mundo... :(
Aborto la maniobra en el último momento... Paso de largo el puente y la excavadora me persigue... Calculo que va a 4:45 o así, el hecho es que tarda en adelantarme y la llevo delante un rato... Busco con la mirada un plan B, no me queda mucho tiempo... La excavadora se aleja pero aparece un señor en chandal paseando plácidamente. Manda huevos... Para ir paseando tranquilamente, ¿hace falta bajar al río? ¿No es mejor quedarse arriba, viendo edificios, árboles, carteles, para hacer más ameno el paseo, y dejar que la gente corra y cague tranquila en el río? Pues no... Pasa el señor con chandal... Y como si fuera un videojuego de los que te va dando pistas, de repente veo una flecha roja inmensa apuntando al hueco entre dos matorrales, indicándome que vaya ahí rápidamente, que me quedan pocos segundos... No hay nadie, me dirijo a la zona elegida, y con una rápida y precisa maniobra cumplo mi misión, desbloqueo el logro de early shitter y sigo corriendo mucho más ligero...
El rodaje acaba siendo cochinero en toda la regla, ritmo medio de 5:25 y pulsaciones de 139bpm.
Y hoy, un poquito de montaña. Sin miedo, pese a lo del sábado. Ahora, con la cabeza fría, entiendo que me dejé llevar y que el dorsal me pesó demasiado la noche del 2 de junio. Es habitual que en las carreras de montaña vaya mucha gente a hacerla sin presión, deleitándose durante la carrera con los pajaritos, arbolitos y el cielo azul con sus nubecitas... Por eso quizá es fácil verse fuerte y adelantar a mucha gente en este tipo de carreras... Pero el sábado, de arbolitos y pajaritos nada... Hay que estar un poco chalado y bastante preparado para enfrentarse a la cafrada que supone hacer L'Endimoniada. Creo que sobrevaloré mis fuerzas y lo pagué caro. En esa carrera me tenían que haber adelantado a mí, y no ser yo el que iba adelantando los primeros kilómetros...
Pero entrenando la actitud es otra. Dosificamos mucho más, no hay un capullete que nos adelanta y nos invita a seguir su estela, sino que intentamos correr cómodos, trabajando el cardio y acostumbrando a las piernas al esfuerzo.
Así fue hoy, carrera cómoda, a ritmo mucho más constante que otros días, subiendo bien, sin apretar en la bajada, irme al suelo y forzar las rodillas no entra en mis planes a corto plazo... Acabé el recorrido en 50:45, mucho más cerca de mi MPP que de mi PPP. Y con muy buenas sensaciones, haciendo los últimos metros a buen ritmo. Media de 5:56 y pulsaciones un poco más altas que otros días, 152bpm.
Después de tres días seguidos, mañana un capitulillo de Game of Thrones, y a acumular algún kilómetro más el fin de semana. Echo de menos los geles... :)
domingo, 20 de mayo de 2012
Crónica de la Pujada a les Dues Pedres
El entrenamiento es muy sencillo en sus principios y se puede complicar y afinar todo lo que queramos... La base es muy simple, hacer muchas veces lo que queremos hacer mejor, y de tanto de repetir, acabamos mejorando. Con más tiempo se pueden trabajar elementos específicos del entrenamiento, como la velocidad punta, la recuperación o la resistencia, pero básicamente, se trata de hacer algo que se parezca mucho a la prueba que estamos preparando, y con constancia el resultado salta a la vista.
En lo que llevamos de mayo me he calzado las Brooks Cascadia 5 días y he visitado las cuestas del Espíritu Santo otro más. Podría haber hecho un trabajo más específico para una carrera de montaña, pero como estoy medio de vacaciones runners, simplemente he cambiado de aires, menos asfalto y más Turó del Pollo, pensando en la carrera de hoy y en intentar que me salga bien sin darme demasiada caña y dosificando el kilometraje en los entrenamientos.
Y hoy llegó el día de subir a mi estimado Turó del Pollo, como parte del duro recorrido de la Pujada a les Dues Pedres, una de las pruebas que organiza la UCA en Santa Coloma. El año pasado la corrí y me gustó mucho. Releyendo la crónica, veo que este año ha ido todo en general mucho mejor, en parte porque ayer no corrí, y en cambio el año pasado corrí justo el día anterior otra carrera en el Tibidabo...
Este año el tiempo también fue más agradecido, por poco, pero fue simplemente perfecto. Estuvo lloviendo toda la noche, y cuando me levanté a desayunar, a las 5:45, seguía lloviendo mucho. Desayuno habitual, después de cenar ayer por la noche una pizza del Carrefour entera... Visto que en Sant Quirze no me fue mal cenar así, no me reprimí y acabé con toda la pizza... Pero los 75,5 kilos que marca hoy la báscula me hacen pensar si es lo mejor o no........
Desayuno, lluvia, café y galletas, lluvia, punto 8, lluvia, y me manda Manu, que venía con Xavi, un mensaje diciendo que mejor pasa por casa con el coche... Gran idea, si no, simplemente nos habríamos empapado de camino a la salida. Aparcamos justo a la entrada del parque donde empieza la carrera, y como si los zombis se hubieran confabulado a nuestro favor, de repende, 15 minutos antes de la salida, deja de llover... :) Salimos del coche, calentamos un poco, y nos vamos hacia la salida, aire limpio por la lluvia, temperatura muy agradable, suelo algo mojado pero en buen estado, y muchas ganas de correr.
Desde el primer momento me veo con fuerzas y salgo adelantando gente por el lateral del camino. Todo el camino es subida y lo clavo en 5:00, pendiente media del 4,5%.
A partir del primer kilómetro, cambia totalmente la ruta respecto a la del año pasado. Hace un año hicimos menos de 10 kilómetros, y este año sí que se hizo la ruta completa de 10 y medio. El segundo kilómetro sube, llanea, baja y sigue subiendo. 4:43, pendiente media del 1,8%, dosificando un poco.
El tercero empieza a bajar en picado y acaba con los primeros metros de la subida asesina... Me dejo llevar y lo hago a 4:19. Por ahora esto es un bonito paseo por caminos de tierra...
Y empieza la fiesta...
450 metros de subida con una pendiente del 9.6%. El camino está asfaltado, con las Cascadia voy bien, el suelo no resbala, aguanto corriendo y llego al punto en el que se gira a las famosas Dues Pedres (dos piedras, básicamente). Se baja un poco hasta las piedras, media vuelta, y se sube lo bajado. Me crucé con Xavi y Manu que venían fuertes, un rápido saludo y vuelta al camino original. Así completamos el cuarto kilómetro, que acumula una subida de 37 metros, en 5:28...
He seguido adelantando gente, sobre todo en la primera parte de la subida. Pero recuerdo perfectamente que después de pasar por las dos piedras, viene la parte más dura. 883 metros subiendo continuamente, apendas 10 metros llanos para recuperar algo de aliento, con una pendiente media del 11,5%. Voy corriendo pero muy despacio. Vamos muy agrupados, a veces alguien parece renacer de sus cenizas y se adelanta unos metros, a veces se para algún corredor... Voy con un grupo de unas 6 personas, intercambiando posiciones, sufriendo, escuchando respiraciones agonizantes, pisadas cada vez más lentas, viendo cabezas bajas, ladeándose... Son los metros más duros que recuerdo en mi breve historia runner...
Acabo caminando los últimos 100 ó 150 metros, es imposible correr... Todos a mi alrededor paran, he aguantado casi hasta arriba pero no quedan fuerzas y no merece la pena gastarlas en intentar correr cuando casi se va más rápido andando... Recuerdo el camino, cuando quedan pocos metros para coronar la subida asesina empiezo a trotar, dejo atrás a mis compañeros de subida, y ya no vuelvo a saber de ellos, bebo algo de agua en el avituallamiento, recupero el aliento cuando entramos en la carretera que bordea la urbanización Vallensana, y empiezo a correr más... Por fin ha acabado el fatídico quinto kilómetro, a un ritmo medio de 7:21.
Lo normal es perder muchas plumas en esa subida, el año pasado recuerdo que no pude correr cómodo después de dejarme los higadillos en la subida... Pero lo que decía del entrenamiento, creo que a día de hoy mi cuerpo está más familiarizado con este tipo de esfuerzo, y en apenas un par de minutos ya me sentía completamente recuperado y las piernas respondían muy bien. Miré atrás y mis compañeros de subida andaban lejos, así que fui señalándome como objetivo al siguiente runner que llevaba delante y empecé a darle a las Cascadia...
El kilómetro 6 es por asfalto, baja un poco y luego llanea bastante. Estos últimos años de entrenamiento me han convertido en un animal de asfalto, aunque hoy no me ha ido mal la subida, pero obviamente en suelo firme y con poco desnivel estoy en mi salsa. Me recuperé muy rápido de la subida y corrí suelto y cómodo, no es lo mismo llevas unas zapatillas de montaña que unas voladoras, pero aún así el ritmo fue muy bueno y adelanté a 4 ó 5 corredores. El desnivel fue de 18 metros de bajada, y el kilómetro lo hice en 4:29. Toda una inyección de moral para la última subida...
La subida al Turó del Pollo. El momento esperado. Una ruta que conozco bien. Un poco de bajada para soltar las piernas, 500 metros subiendo al 6%, pasamos por el Turó del Pollo, más ténebre que nunca, completamente cubierto por una espesa niebla, ideal para una historia de zombis, media vuelta, y bajamos del Turó, donde me vuelvo a cruzar con Manu y Xavi que subían supongo que con la misma cara que tenía yo hacía apenas un minuto... :) El balance es de apenas 10 metros de subida, pero la ascensión es muy dura y ese kilómetro cae a 4:50, adelantando a un par de runners mientras los zombis observaban entre las tinieblas...
Ya ha pasado lo peor, desde que acabó la subida asesina no me ha adelantado nadie y he pasado a algunos corredores, me siento con fuerzas y pienso que en la bajada aún puedo intentar recuperar posiciones...
Aún queda un repechón al comenzar el octavo kilómetro. También lo conozco, son unos 250 metros y la pendiente es del 6%, pero luego ya todo es bajada a tumba abierta. Así que aprieto un poco, paso a un runner, recupero el aliento en un tramo llano y empieza la bajada... Entre la subidilla y el primer tramo de bajada, lo hago en 4:27. Y ahora sí, 2 kilómetros a saco...
Del 8 al 9,8 hay una bajadita en la que descendemos casi 110 metros. Metro a metro voy alcanzando un grupillo de tres corredores, adelanto al primero, el que iba detrás pasa al que tenía delante pero ya llegando casi al parque de La Bastid paso a los dos sin problemas. El Forerunner me canta el parcial del noveno, 3:46, y el décimo, que trae de regalo una subidilla al parque, 3:47.
Un pequeño recorrido por el parque, viendo debajo la zona donde están preparando las butifarras, y llego a la meta después de 50 minutos y 38 segundos, a un ritmo medio de 4:47 y pulsaciones medias de 166bpm, llegando a las 177 al coronar las subidas y en los últimos metros de carrera.
Manu y Xavi llegaron muy poco después, y fuimos juntos a por la preciada butifarra, qué detalle, con una hermosa cerveza bien fría. El cigarrillo de después sentó como nunca, los tres estábamos muy contentos con la carrera, mejorando los ritmos del año pasado, y dando ya por sentado que el año que viene repetimos.
Vi muchas caras conocidas del barrio, gente que no sé cómo se llama ni a qué se dedica, pero me suenan de haberlos visto cerca de casa o la oficina, con su camiseta de la carrera, después de haber hecho la de 5 kilómetros o la de 10,5, no era consciente de que tanta gente a mi alrededor ha sentido la llamada de las zapatillas... :) Una carrera que forma parte de Santa Coloma, un evento anual, no competitivo, que congrega cientos de colomenses rindiendo honores al Turó del Pollo, dejándose los higadillos en una subida sólo para muy valientes y disfrutando de una butifarrada en el Parque de la Bastida... Me alegra poder ser parte de esto un año más...
En lo que llevamos de mayo me he calzado las Brooks Cascadia 5 días y he visitado las cuestas del Espíritu Santo otro más. Podría haber hecho un trabajo más específico para una carrera de montaña, pero como estoy medio de vacaciones runners, simplemente he cambiado de aires, menos asfalto y más Turó del Pollo, pensando en la carrera de hoy y en intentar que me salga bien sin darme demasiada caña y dosificando el kilometraje en los entrenamientos.
Y hoy llegó el día de subir a mi estimado Turó del Pollo, como parte del duro recorrido de la Pujada a les Dues Pedres, una de las pruebas que organiza la UCA en Santa Coloma. El año pasado la corrí y me gustó mucho. Releyendo la crónica, veo que este año ha ido todo en general mucho mejor, en parte porque ayer no corrí, y en cambio el año pasado corrí justo el día anterior otra carrera en el Tibidabo...
Este año el tiempo también fue más agradecido, por poco, pero fue simplemente perfecto. Estuvo lloviendo toda la noche, y cuando me levanté a desayunar, a las 5:45, seguía lloviendo mucho. Desayuno habitual, después de cenar ayer por la noche una pizza del Carrefour entera... Visto que en Sant Quirze no me fue mal cenar así, no me reprimí y acabé con toda la pizza... Pero los 75,5 kilos que marca hoy la báscula me hacen pensar si es lo mejor o no........
Desayuno, lluvia, café y galletas, lluvia, punto 8, lluvia, y me manda Manu, que venía con Xavi, un mensaje diciendo que mejor pasa por casa con el coche... Gran idea, si no, simplemente nos habríamos empapado de camino a la salida. Aparcamos justo a la entrada del parque donde empieza la carrera, y como si los zombis se hubieran confabulado a nuestro favor, de repende, 15 minutos antes de la salida, deja de llover... :) Salimos del coche, calentamos un poco, y nos vamos hacia la salida, aire limpio por la lluvia, temperatura muy agradable, suelo algo mojado pero en buen estado, y muchas ganas de correr.
Desde el primer momento me veo con fuerzas y salgo adelantando gente por el lateral del camino. Todo el camino es subida y lo clavo en 5:00, pendiente media del 4,5%.
A partir del primer kilómetro, cambia totalmente la ruta respecto a la del año pasado. Hace un año hicimos menos de 10 kilómetros, y este año sí que se hizo la ruta completa de 10 y medio. El segundo kilómetro sube, llanea, baja y sigue subiendo. 4:43, pendiente media del 1,8%, dosificando un poco.
El tercero empieza a bajar en picado y acaba con los primeros metros de la subida asesina... Me dejo llevar y lo hago a 4:19. Por ahora esto es un bonito paseo por caminos de tierra...
Y empieza la fiesta...
450 metros de subida con una pendiente del 9.6%. El camino está asfaltado, con las Cascadia voy bien, el suelo no resbala, aguanto corriendo y llego al punto en el que se gira a las famosas Dues Pedres (dos piedras, básicamente). Se baja un poco hasta las piedras, media vuelta, y se sube lo bajado. Me crucé con Xavi y Manu que venían fuertes, un rápido saludo y vuelta al camino original. Así completamos el cuarto kilómetro, que acumula una subida de 37 metros, en 5:28...
He seguido adelantando gente, sobre todo en la primera parte de la subida. Pero recuerdo perfectamente que después de pasar por las dos piedras, viene la parte más dura. 883 metros subiendo continuamente, apendas 10 metros llanos para recuperar algo de aliento, con una pendiente media del 11,5%. Voy corriendo pero muy despacio. Vamos muy agrupados, a veces alguien parece renacer de sus cenizas y se adelanta unos metros, a veces se para algún corredor... Voy con un grupo de unas 6 personas, intercambiando posiciones, sufriendo, escuchando respiraciones agonizantes, pisadas cada vez más lentas, viendo cabezas bajas, ladeándose... Son los metros más duros que recuerdo en mi breve historia runner...
Acabo caminando los últimos 100 ó 150 metros, es imposible correr... Todos a mi alrededor paran, he aguantado casi hasta arriba pero no quedan fuerzas y no merece la pena gastarlas en intentar correr cuando casi se va más rápido andando... Recuerdo el camino, cuando quedan pocos metros para coronar la subida asesina empiezo a trotar, dejo atrás a mis compañeros de subida, y ya no vuelvo a saber de ellos, bebo algo de agua en el avituallamiento, recupero el aliento cuando entramos en la carretera que bordea la urbanización Vallensana, y empiezo a correr más... Por fin ha acabado el fatídico quinto kilómetro, a un ritmo medio de 7:21.
Lo normal es perder muchas plumas en esa subida, el año pasado recuerdo que no pude correr cómodo después de dejarme los higadillos en la subida... Pero lo que decía del entrenamiento, creo que a día de hoy mi cuerpo está más familiarizado con este tipo de esfuerzo, y en apenas un par de minutos ya me sentía completamente recuperado y las piernas respondían muy bien. Miré atrás y mis compañeros de subida andaban lejos, así que fui señalándome como objetivo al siguiente runner que llevaba delante y empecé a darle a las Cascadia...
El kilómetro 6 es por asfalto, baja un poco y luego llanea bastante. Estos últimos años de entrenamiento me han convertido en un animal de asfalto, aunque hoy no me ha ido mal la subida, pero obviamente en suelo firme y con poco desnivel estoy en mi salsa. Me recuperé muy rápido de la subida y corrí suelto y cómodo, no es lo mismo llevas unas zapatillas de montaña que unas voladoras, pero aún así el ritmo fue muy bueno y adelanté a 4 ó 5 corredores. El desnivel fue de 18 metros de bajada, y el kilómetro lo hice en 4:29. Toda una inyección de moral para la última subida...
La subida al Turó del Pollo. El momento esperado. Una ruta que conozco bien. Un poco de bajada para soltar las piernas, 500 metros subiendo al 6%, pasamos por el Turó del Pollo, más ténebre que nunca, completamente cubierto por una espesa niebla, ideal para una historia de zombis, media vuelta, y bajamos del Turó, donde me vuelvo a cruzar con Manu y Xavi que subían supongo que con la misma cara que tenía yo hacía apenas un minuto... :) El balance es de apenas 10 metros de subida, pero la ascensión es muy dura y ese kilómetro cae a 4:50, adelantando a un par de runners mientras los zombis observaban entre las tinieblas...
Ya ha pasado lo peor, desde que acabó la subida asesina no me ha adelantado nadie y he pasado a algunos corredores, me siento con fuerzas y pienso que en la bajada aún puedo intentar recuperar posiciones...
Aún queda un repechón al comenzar el octavo kilómetro. También lo conozco, son unos 250 metros y la pendiente es del 6%, pero luego ya todo es bajada a tumba abierta. Así que aprieto un poco, paso a un runner, recupero el aliento en un tramo llano y empieza la bajada... Entre la subidilla y el primer tramo de bajada, lo hago en 4:27. Y ahora sí, 2 kilómetros a saco...
Del 8 al 9,8 hay una bajadita en la que descendemos casi 110 metros. Metro a metro voy alcanzando un grupillo de tres corredores, adelanto al primero, el que iba detrás pasa al que tenía delante pero ya llegando casi al parque de La Bastid paso a los dos sin problemas. El Forerunner me canta el parcial del noveno, 3:46, y el décimo, que trae de regalo una subidilla al parque, 3:47.
Un pequeño recorrido por el parque, viendo debajo la zona donde están preparando las butifarras, y llego a la meta después de 50 minutos y 38 segundos, a un ritmo medio de 4:47 y pulsaciones medias de 166bpm, llegando a las 177 al coronar las subidas y en los últimos metros de carrera.
Manu y Xavi llegaron muy poco después, y fuimos juntos a por la preciada butifarra, qué detalle, con una hermosa cerveza bien fría. El cigarrillo de después sentó como nunca, los tres estábamos muy contentos con la carrera, mejorando los ritmos del año pasado, y dando ya por sentado que el año que viene repetimos.
Vi muchas caras conocidas del barrio, gente que no sé cómo se llama ni a qué se dedica, pero me suenan de haberlos visto cerca de casa o la oficina, con su camiseta de la carrera, después de haber hecho la de 5 kilómetros o la de 10,5, no era consciente de que tanta gente a mi alrededor ha sentido la llamada de las zapatillas... :) Una carrera que forma parte de Santa Coloma, un evento anual, no competitivo, que congrega cientos de colomenses rindiendo honores al Turó del Pollo, dejándose los higadillos en una subida sólo para muy valientes y disfrutando de una butifarrada en el Parque de la Bastida... Me alegra poder ser parte de esto un año más...
martes, 15 de mayo de 2012
Empacho de pollo
Más pollo para el cuerpo. Reconozco que estoy muy motivado para la carrera del domingo. El año pasado la corrí y no me salió muy bien, el día anterior me pegué una buena paliza subiendo al Tibidabo y estaba cansado, pero este año me tomaré dos días de descanso, no repetiré Tibidabo, y saldré con el cuchillo entre los dientes para coronar el Turó del Pollo y luego bajar a por la merecida butifarra.
Para acostumbrar a las piernas a este tipo de carrera, he vuelto a pecar y subir al Turó del Pollo de madrugada. Aún necesito el frontal y la manga larga, pero los guantes ya se quedan en casa. De los tres pollos en los últimos seis días, éste ha sido el que me ha salido peor de ritmo, pero mejor de pulsaciones. Estaba un poco cansado y tenía sueño, mucho pollo estos días y una tirada larga el domingo me dejaron un poco tocado, pero aunque el ritmo no era el de las otras dos veces sí que, aunque parezca paradójico, me sentía más cómodo corriendo.
Eso sí, aprendí algo... Hay que estar muy loco para ir subiendo hacia la montaña más alta de Santa Coloma un martes a las 6 de la madruga... Pero... Se puede estar más loco aún... Como el runner que me crucé mientras yo subía... ¡Y él bajaba! :) Un rápido saludo, él siguió bajando, y yo subiendo... Curioso, los dos íbamos con camiseta amarilla, buena opción para meterse por la montaña de noche...
Completé el recorrido polluno en 50:53, a un ritmo de 5:48 y 147bpm de media, las mismas que el jueves pasado, pero hoy sin parar a hacer fotos ni checkins...
Mañana vuelta al río. No sé si el jueves me animaré a hacer alguna cuesta o series... Pero guardaré fuerzas viernes y sábado, porque amigos, ¡el domingo quiero coronarme rey del pollo!
Para acostumbrar a las piernas a este tipo de carrera, he vuelto a pecar y subir al Turó del Pollo de madrugada. Aún necesito el frontal y la manga larga, pero los guantes ya se quedan en casa. De los tres pollos en los últimos seis días, éste ha sido el que me ha salido peor de ritmo, pero mejor de pulsaciones. Estaba un poco cansado y tenía sueño, mucho pollo estos días y una tirada larga el domingo me dejaron un poco tocado, pero aunque el ritmo no era el de las otras dos veces sí que, aunque parezca paradójico, me sentía más cómodo corriendo.
Eso sí, aprendí algo... Hay que estar muy loco para ir subiendo hacia la montaña más alta de Santa Coloma un martes a las 6 de la madruga... Pero... Se puede estar más loco aún... Como el runner que me crucé mientras yo subía... ¡Y él bajaba! :) Un rápido saludo, él siguió bajando, y yo subiendo... Curioso, los dos íbamos con camiseta amarilla, buena opción para meterse por la montaña de noche...
Completé el recorrido polluno en 50:53, a un ritmo de 5:48 y 147bpm de media, las mismas que el jueves pasado, pero hoy sin parar a hacer fotos ni checkins...
Mañana vuelta al río. No sé si el jueves me animaré a hacer alguna cuesta o series... Pero guardaré fuerzas viernes y sábado, porque amigos, ¡el domingo quiero coronarme rey del pollo!
sábado, 12 de mayo de 2012
Pollo, cochino, pollo y hamburguesa de pollo
El jueves me dio por subir al Turó del Pollo. Estoy escuchando la llamada de la montaña... Fue toda una experiencia subir de madrugada y me gustó mucho. Estoy condenado a repetir...
Ayer, opté por volver al río, a hacer un rodaje suave, que acabó siendo más bien cochinero. Me costó mucho ponerme en marcha, el primer kilómetro lo hice a 6:08. Pero luego ya fui a un ritmo cochino, ni crudo ni muy hecho, cochino al punto, 5:17, 5:11, 5:11 y 5:10, dando media vuelta, y 5:18, 5:15, 5:22 y 5:22 con viento en contra. 500 metros más a 5:16 y a casa. Un ritmo medio de 5:22, ese primer kilómetro pesa mucho en la media, pero pulsaciones medias de 141bpm sin pasar de 150. Me quedo con eso.
Hoy ya era sábado y no tenía muy claro qué hacer. Los últimos 4 sábados no corrí porque tenía carrera el domingo. Pero ayer por la noche volví a sentir la llamada del pollo... El próximo domingo es la Pujada a les Dues Pedres, que pasa por mi lugar talismán, el Turó del Pollo, así que si el cuerpo me pide repetir la ruta, pues mejor, voy acostumbrando a las piernas a la subida y a ver si me sale una carrera buena. Definitivamente no hará la Pujada al Tibidabo del día antes, se ve que ya me hago mayor y más sensato... ;)
Hoy desperté sintiendo de nuevo la llamada del pollo, las Cascadia me estaban esperando y salí de casa un poco más tarde, a las 6:56am ya estaba corriendo. Hice el mismo recorrido del jueves, más despierto pues salí una hora más tarde, pero con las piernas mucho menos frescas que hace dos días. Fui algo más despacio en la subida, y esta vez no paré a hacer un checkin en el Foursquare, y eso se notó... Hay un tramo en la entrada del poblado ibérico que tiene varias escaleras y que si se hace sin tomarse un respiro antes es un auténtico rompepiernas... Y hoy lo he comprobado en mis propias carnes. Pude recorrerlo sin llegar a pararme, aunque no fue por falta de ganas... :)
La bajada, en cambio, más rápido que el jueves. Y el desayuno, también más suculento, cosas que tienen los sábados... :)
Para rematar la sobredosis de pollo de estos días, cuando mis cachorros venían de la piscina pasaron con mi señora por el Burger King y hoy tocó comer hamburguesa... ¡De pollo! Tres dosis de pollo y una de cochino en tres días... Todo un hito... :)
Ayer, opté por volver al río, a hacer un rodaje suave, que acabó siendo más bien cochinero. Me costó mucho ponerme en marcha, el primer kilómetro lo hice a 6:08. Pero luego ya fui a un ritmo cochino, ni crudo ni muy hecho, cochino al punto, 5:17, 5:11, 5:11 y 5:10, dando media vuelta, y 5:18, 5:15, 5:22 y 5:22 con viento en contra. 500 metros más a 5:16 y a casa. Un ritmo medio de 5:22, ese primer kilómetro pesa mucho en la media, pero pulsaciones medias de 141bpm sin pasar de 150. Me quedo con eso.
Hoy ya era sábado y no tenía muy claro qué hacer. Los últimos 4 sábados no corrí porque tenía carrera el domingo. Pero ayer por la noche volví a sentir la llamada del pollo... El próximo domingo es la Pujada a les Dues Pedres, que pasa por mi lugar talismán, el Turó del Pollo, así que si el cuerpo me pide repetir la ruta, pues mejor, voy acostumbrando a las piernas a la subida y a ver si me sale una carrera buena. Definitivamente no hará la Pujada al Tibidabo del día antes, se ve que ya me hago mayor y más sensato... ;)
Hoy desperté sintiendo de nuevo la llamada del pollo, las Cascadia me estaban esperando y salí de casa un poco más tarde, a las 6:56am ya estaba corriendo. Hice el mismo recorrido del jueves, más despierto pues salí una hora más tarde, pero con las piernas mucho menos frescas que hace dos días. Fui algo más despacio en la subida, y esta vez no paré a hacer un checkin en el Foursquare, y eso se notó... Hay un tramo en la entrada del poblado ibérico que tiene varias escaleras y que si se hace sin tomarse un respiro antes es un auténtico rompepiernas... Y hoy lo he comprobado en mis propias carnes. Pude recorrerlo sin llegar a pararme, aunque no fue por falta de ganas... :)
La bajada, en cambio, más rápido que el jueves. Y el desayuno, también más suculento, cosas que tienen los sábados... :)
Para rematar la sobredosis de pollo de estos días, cuando mis cachorros venían de la piscina pasaron con mi señora por el Burger King y hoy tocó comer hamburguesa... ¡De pollo! Tres dosis de pollo y una de cochino en tres días... Todo un hito... :)
jueves, 10 de mayo de 2012
Early chicken
En las culturas anglosajonas, se conoce como Early Bird a aquel que suele levantarse pronto y por tanto también acostarse temprano. The early bird catches the worm. Sería el equivalente a nuestro A quien madruga dios le ayuda. Me quedo con la frase inglesa. Mucho más realista y sin dejar en manos de los desconocido los beneficios de madrugar. Aunque la idea de cazar gusanos tampoco me resaulta mucho más atractiva...
En Estados Unidos por ejemplo se ven muchos precios especiales o condiciones favorables para los Early Bird. Por ejemplo, precios especiales en los parkings si dejas tu coche bien pronto por la mañana. Y los días de rebajas, abren las tiendas antes para que los Early Bird puedan ser los primeros en beneficiarse de las ofertas.
No son sólo las culturas anglosajonas las que valoran madrugar más que trasnochar. Por ejemplo en Disneyland París, si te alojas en un hotel del parque, las atracciones abren antes y puedes subirte a las que quieras cuando todavía no se ha abierto el parque al resto del público.
En cambio, aquí, los días de rebajas las tiendas cierran más tarde... Y por ejemplo, en Port Aventura, si te alojas en un hotel del parque, puedes acceder a las atracciones después de que se haya ido el resto del público, justo al revés que en Francia...
Quizá sea porque vivimos en un huso horario demasiado desplazado respecto al resto de países... Sea por lo que sea, los Early Bird aquí somos más bien bichos raros y no disfrutamos de las ventajas que en otros países sí que tienen... :)
Hoy, como buen Early Bird, me levanté a las 5:00am con la idea de hacer un Early Chicken. Ayer me fui a dormir con ganas de subir al Turó del Pollo, The Chicken Peak que dirían los ingleses... Así que por la noche dejé la ropa con las Cascadia y el frontal preparados.
Nunca me había metido esa subida en el cuerpo tan pronto. Un día salí de casa a las 7:30am para subir al Turó, pero hoy eran las 5:52am cuando empecé a correr. Sueño, pero piernas ligeras y ganas de correr. El Forerunner se pone tonto, me dice que estoy fuera de la ruta programada, serán los edificios, será que también tiene sueño, el caso es que no colabora pero como me sé el camino sigo hacia San Jernónimo callejeando por Santa Coloma... Menos mal que me llevé el frontal, me cruzo con un coche que va despacio y me ve sin problemas, ya por la zona no asfaltada, va amaneciendo y veo el mar y toda Barcelona aparecer poco a poco bajo mis pies, toda una estampa... Subo, bien de fuerzas, mejor de lo que pensaba, ni un solo amago de pararme, ritmos incluso algo mejores que otros días a un ahora más normal...
Llego al poblado ibérico, paro un momento para hacer un check-in en el Foursquare, ya soy Mayor del Turó del Pollo, y vuelta para casa...
Esta vez sí que seguí el camino que tenía memorizado en el Forerunner para volver. Pero me encontré con una sorpresa... Una ridícula valla en medio de un camino que sale del Turó del Pollo y lleva a la pista por la que se vuelve a Santa Coloma... No sé qué pintaba ahí...
A no ser que... Las autoridades la hayan puesto para evitar que los zombis bajen a la ciudad... Podría ser... Si es por eso, no ha servido de mucho... La valla estaba rota por un lado y pude pasar sin problemas... Si los zombis han querido salir por ahí, no les habrá costado nada...
Por suerte no vi ninguno por el camino... Pero me temo que alguno ya ha salido y puede que esté entre nosotros... Estaré muy atento...
Unos kilómetros más cuesta abajo, llegando a casa, muy buenas sensaciones, mucho más cómodo en las subidas que hace unas semanas, y un desayuno bien merecido antes de ir a trabajar.
En Estados Unidos por ejemplo se ven muchos precios especiales o condiciones favorables para los Early Bird. Por ejemplo, precios especiales en los parkings si dejas tu coche bien pronto por la mañana. Y los días de rebajas, abren las tiendas antes para que los Early Bird puedan ser los primeros en beneficiarse de las ofertas.
No son sólo las culturas anglosajonas las que valoran madrugar más que trasnochar. Por ejemplo en Disneyland París, si te alojas en un hotel del parque, las atracciones abren antes y puedes subirte a las que quieras cuando todavía no se ha abierto el parque al resto del público.
En cambio, aquí, los días de rebajas las tiendas cierran más tarde... Y por ejemplo, en Port Aventura, si te alojas en un hotel del parque, puedes acceder a las atracciones después de que se haya ido el resto del público, justo al revés que en Francia...
Quizá sea porque vivimos en un huso horario demasiado desplazado respecto al resto de países... Sea por lo que sea, los Early Bird aquí somos más bien bichos raros y no disfrutamos de las ventajas que en otros países sí que tienen... :)
Hoy, como buen Early Bird, me levanté a las 5:00am con la idea de hacer un Early Chicken. Ayer me fui a dormir con ganas de subir al Turó del Pollo, The Chicken Peak que dirían los ingleses... Así que por la noche dejé la ropa con las Cascadia y el frontal preparados.
Nunca me había metido esa subida en el cuerpo tan pronto. Un día salí de casa a las 7:30am para subir al Turó, pero hoy eran las 5:52am cuando empecé a correr. Sueño, pero piernas ligeras y ganas de correr. El Forerunner se pone tonto, me dice que estoy fuera de la ruta programada, serán los edificios, será que también tiene sueño, el caso es que no colabora pero como me sé el camino sigo hacia San Jernónimo callejeando por Santa Coloma... Menos mal que me llevé el frontal, me cruzo con un coche que va despacio y me ve sin problemas, ya por la zona no asfaltada, va amaneciendo y veo el mar y toda Barcelona aparecer poco a poco bajo mis pies, toda una estampa... Subo, bien de fuerzas, mejor de lo que pensaba, ni un solo amago de pararme, ritmos incluso algo mejores que otros días a un ahora más normal...
Llego al poblado ibérico, paro un momento para hacer un check-in en el Foursquare, ya soy Mayor del Turó del Pollo, y vuelta para casa...
Esta vez sí que seguí el camino que tenía memorizado en el Forerunner para volver. Pero me encontré con una sorpresa... Una ridícula valla en medio de un camino que sale del Turó del Pollo y lleva a la pista por la que se vuelve a Santa Coloma... No sé qué pintaba ahí...
A no ser que... Las autoridades la hayan puesto para evitar que los zombis bajen a la ciudad... Podría ser... Si es por eso, no ha servido de mucho... La valla estaba rota por un lado y pude pasar sin problemas... Si los zombis han querido salir por ahí, no les habrá costado nada...
Por suerte no vi ninguno por el camino... Pero me temo que alguno ya ha salido y puede que esté entre nosotros... Estaré muy atento...
Unos kilómetros más cuesta abajo, llegando a casa, muy buenas sensaciones, mucho más cómodo en las subidas que hace unas semanas, y un desayuno bien merecido antes de ir a trabajar.
jueves, 8 de diciembre de 2011
Media maratón de mar y montaña
Quien sea de Barcelona o alrededores puede sorprenderse, como me sorprendí yo mismo, de que alguien pueda salir a correr desde Santa Coloma, coronar el Turó del Pollo en 33 minutos, y aparecer 36 minutos después en la estación de tren de Badalona... Reconozco que si hubiera querido hacer esa ruta no habría sido capaz de encontrar un camino adecuado en el mapa, y seguramente me habría perdido intentándolo... Pero el entrenamiento de hoy me ha llevado a eso y a más cosas...
Como he cambiado los objetivos de esta semana, aprovechando el día festivo hoy quería hacer algo diferente. Hacía tiempo que no subía al Turó del Pollo y las Brooks Cascadia tenían hasta telarañas, así que las dejé preparadas ayer por la noche y hoy me levanté a las 6:00am, desayuné un buen bocata, zumo de naranja, café y galletas, y con la digestión bien hecha y un rato de sofá y tele con mis cachorros, poco después de las 9:30 estaba en la calle listo para empezar a correr.
Quería subir al Turó del Pollo, y obviamente, después bajar. Volviendo sobre mis pasos, son unos 10 kilómetros. Un poco más si se da un pequeño rodeo por la Urbanización Vallensana, como en la Pujada a les Dues Pedres que corrí en mayo. Como el plan era hacer poco más de 10 kilómetros, no me llevé ni líquido ni geles. Burro que es uno...
La subida al Turó del Pollo, dura, durilla. Un desnivel de 250 metros que se sube en 5 kilómetros, es decir un 5% de media durante esos 5 kilómetros, con algunas rampas asesinas en las que tienta echar los dos pies a tierra... No sucumbí a la tentación de parar a andar, y subí hasta el Turó en algo más de 33 minutos, añadiendo además tan importante lugar al foursquare... :)
Pero subir al Turó del Pollo es siempre una aventura... En el Turó del Pollo es donde se comunicaron conmigo por primera vez los zombis... Entre el Turó del Pollo y el Turó de Montcada existe un canal de comunicación entre los zombis de ambos lugares, y esa zona la suelo atravesar varias veces por semana... Hacía tiempo que no sabía de ellos. Por todos es bien sabido que en verano los zombis están menos activos, tanta luz del sol y la temperatura no es buena para su putrefacta existencia... Y este verano se ha alargado más de la cuenta. Estaban ansiosos por salir. Y estas últimas semanas me temo que han estado ultimando sus planes. Recordemos que la invasión zombi está programada para 2012. Recordemos también que en mayo de este año me di cuenta de quién es el líder de los zombis, nada más y nada menos que Steve Jobs. Todo está calculado... Jobs se ha reunido con ellos pocos meses antes de que comience la invasión. Además ha dejado diseñado los productos que lanzará Apple los próximos años, que seguirán siendo la herramienta a través de la que los intentarán controlarnos...
Y por supuesto, fue a través de mi iPhone como interactuaron conmigo. El primer y malévolo acto de los zombis fue retenerme en el Turó del Pollo varios minutos, interrumpiendo la conexión GPRS que necesitaba para hacer el checkin del foursquare. Fue el tiempo necesario para que mis piernas descansaran lo suficiente... Y tuvieran ganas de más guerra... Esta vez los zombis no llegaron a comunicarse directamente conmigo, pero sé que me retuvieron para que descansara y así reemprendiera la marcha con ganas de más kilómetros, y querían que los hiciera sufriendo, sin agua, perdido, sin geles y cansado... Está claro que los zombis quieren que me meta más caña, y lo han conseguido...
Tras hacer el checkin, desde lo más alto del turó pude ver el camino que lleva a la Urbanización Vallensana, así que decidí tirar por ese camino, para meterme otra pequeña subida en las piernas. La parada de varios minutos me sentó muy bien, subí fuerte, y cuando vi el desvío que me llevaría de vuelta, inconscientemente pensaba en ese momento, pero claramente condicionado por los zombis, opté por seguir adelante, con la idea de dar un pequeño rodeo y hacer quizá 3 ó 4 kilómetros más porque me notaba bastante suelto.
Pero no fui consciente de que, bajando de una montaña, una ligera desviación de pocos grados puede acabar convirtiéndose en muchos kilómetros... Iba bajando, así que al menos iba hacia el mar, y no hacia la montaña... :) El camino seguía siendo una pista de tierra, calculé que me estaba desviando unos grados del camino de vuelta, pero no muchos... Hasta que de repente se acabó la pista, y aparecí en una especie de avenida enorme, pavimentada, con árboles a ambos lados, muy tranquila, que seguía bajando y parecía no acabar nunca...
Reconozco que tenía ganas de llegar a casa sólo para saber dónde me había metido... :) Resulta que estaba bajando por la Riera de Canyet, en Badalona... Atravesé la B-20, obviamente por debajo, seguí por Avenida Martí i Pujol, aún cuesta abajo, pero ya mucha menos pendiente, pensando que tenía que estar ya a punto de llegar al mar para entonces girar a la derecha y volver a casa... Atravesé otra autopista, la del Maresme, seguían pasando los kilómetros, ya llevaba 11 kilómetros, sin agua ni gel, después de una subida tremenda al principio, sin saber muy bien donde estaba, pensando que iba a llegar al mar hacía ya tiempo y a la altura de San Adrián... Ahora cuento por dónde iba... Pero en ese momento, no tenía la más remota idea... :)
Por fin divisé el mar... Y lo que parecía una estación de tren... Me acercaba al kilómetro 12, calculaba que llegando a San Adrián me faltarían unos 4 para llegar a casa, pero no, jejeje, resulta que aparecí en la estación de Badalona... :) De Badalona a San Adrián hay un ratillo en tren... Así que corriendo... Un ratazo... :) Veía gente vestida de negro y me imaginaba que eran un Accel Gel de ésos que me gustan tanto... No tenía mucha sed, pero no era plan de acabar deshidratado... Aunque no vi fuentes cerca...
No había muchas más opciones, giré a la derecha, y seguí corriendo en dirección a San Adrián, empezando a imaginarme la burrada de mapa que me habrá salido en el Forerunner... :) Las piernas ya empezaban a pesar, la bajada de los últimos kilómetros hizo más suave ese tramo, pero llegó el llano y el desgaste acumulado empezó a notarse más... Pensé, bueno, un rato más hasta San Adrían, luego el tramo de 5 kilómetros en el río, y esta está hecho... Pero iluso de mí, aún me quedaban 9 kilómetros más...
De San Adrián a Badalona hay 3 kilómetros y medio preciosos, al lado del mar, con un viento del demonio y si hay alguna fuente, está perfectamente camuflada para que sólo los vecinos del lugar sean capaz de encontrarlas... :) Se me hicieron un poco largos, pero logré llegar a San Adrián, donde sí que tengo localizada una fuente tras tantos entrenamientos en verano muerto de calor... Ya eran casi 16 los kilómetros que llevaba encima cuando di el primer trago de agua. Tampoco tenía tanta sed, pero me sentó muy bien...
Vuelta al río, y cambio de táctica. Como llevaba las Cascadia, preferí no seguir por asfalto y recorrí el tramo del río por la hierba, a un paso muy tranquilo, sobre 5:30 el kilómetro, con mucho viento en contra para hacerlo más divertido.
Y cuando ya estaba llegando, miré el Forerunner y me dije, después de todo lo que me ha pasado, ya que estamos, pues vamos a hacer una media maratón, de mar y montaña... :) Así que retrasé unos metros el punto en el que vuelvo hacia casa, y completé 21,11 kilómetros en curioso entrenamiento de hoy, a un ritmo medio de 5:34 y pulsaciones de 149bpm. Unas medias raras debido a la subida al Turó del Pollo y al desgaste de correr sin líquidos ni gel, pero un entrenamiento divertido como pocos he hecho...
Siempre pongo el enlace al mapa del Forerunner, para tenerlo a mano cuando repaso mis posts recordando entrenamientos o carreras... Hoy más que nunca, sí que merece la pena ver el mapa... :)
En casa me bebí un Powerade casi de un trago y me comí una barrita de proteínas... Y me fui a ver el mapa... :) Definitivamente, la próxima vez que me encuentre con la B-20, giraré a la derecha y volveré a Santa Coloma fácilmente... Porque si no, se da un rodeo más tonto.... :)
Como he cambiado los objetivos de esta semana, aprovechando el día festivo hoy quería hacer algo diferente. Hacía tiempo que no subía al Turó del Pollo y las Brooks Cascadia tenían hasta telarañas, así que las dejé preparadas ayer por la noche y hoy me levanté a las 6:00am, desayuné un buen bocata, zumo de naranja, café y galletas, y con la digestión bien hecha y un rato de sofá y tele con mis cachorros, poco después de las 9:30 estaba en la calle listo para empezar a correr.
Quería subir al Turó del Pollo, y obviamente, después bajar. Volviendo sobre mis pasos, son unos 10 kilómetros. Un poco más si se da un pequeño rodeo por la Urbanización Vallensana, como en la Pujada a les Dues Pedres que corrí en mayo. Como el plan era hacer poco más de 10 kilómetros, no me llevé ni líquido ni geles. Burro que es uno...
La subida al Turó del Pollo, dura, durilla. Un desnivel de 250 metros que se sube en 5 kilómetros, es decir un 5% de media durante esos 5 kilómetros, con algunas rampas asesinas en las que tienta echar los dos pies a tierra... No sucumbí a la tentación de parar a andar, y subí hasta el Turó en algo más de 33 minutos, añadiendo además tan importante lugar al foursquare... :)
Pero subir al Turó del Pollo es siempre una aventura... En el Turó del Pollo es donde se comunicaron conmigo por primera vez los zombis... Entre el Turó del Pollo y el Turó de Montcada existe un canal de comunicación entre los zombis de ambos lugares, y esa zona la suelo atravesar varias veces por semana... Hacía tiempo que no sabía de ellos. Por todos es bien sabido que en verano los zombis están menos activos, tanta luz del sol y la temperatura no es buena para su putrefacta existencia... Y este verano se ha alargado más de la cuenta. Estaban ansiosos por salir. Y estas últimas semanas me temo que han estado ultimando sus planes. Recordemos que la invasión zombi está programada para 2012. Recordemos también que en mayo de este año me di cuenta de quién es el líder de los zombis, nada más y nada menos que Steve Jobs. Todo está calculado... Jobs se ha reunido con ellos pocos meses antes de que comience la invasión. Además ha dejado diseñado los productos que lanzará Apple los próximos años, que seguirán siendo la herramienta a través de la que los intentarán controlarnos...
Y por supuesto, fue a través de mi iPhone como interactuaron conmigo. El primer y malévolo acto de los zombis fue retenerme en el Turó del Pollo varios minutos, interrumpiendo la conexión GPRS que necesitaba para hacer el checkin del foursquare. Fue el tiempo necesario para que mis piernas descansaran lo suficiente... Y tuvieran ganas de más guerra... Esta vez los zombis no llegaron a comunicarse directamente conmigo, pero sé que me retuvieron para que descansara y así reemprendiera la marcha con ganas de más kilómetros, y querían que los hiciera sufriendo, sin agua, perdido, sin geles y cansado... Está claro que los zombis quieren que me meta más caña, y lo han conseguido...
Tras hacer el checkin, desde lo más alto del turó pude ver el camino que lleva a la Urbanización Vallensana, así que decidí tirar por ese camino, para meterme otra pequeña subida en las piernas. La parada de varios minutos me sentó muy bien, subí fuerte, y cuando vi el desvío que me llevaría de vuelta, inconscientemente pensaba en ese momento, pero claramente condicionado por los zombis, opté por seguir adelante, con la idea de dar un pequeño rodeo y hacer quizá 3 ó 4 kilómetros más porque me notaba bastante suelto.
Pero no fui consciente de que, bajando de una montaña, una ligera desviación de pocos grados puede acabar convirtiéndose en muchos kilómetros... Iba bajando, así que al menos iba hacia el mar, y no hacia la montaña... :) El camino seguía siendo una pista de tierra, calculé que me estaba desviando unos grados del camino de vuelta, pero no muchos... Hasta que de repente se acabó la pista, y aparecí en una especie de avenida enorme, pavimentada, con árboles a ambos lados, muy tranquila, que seguía bajando y parecía no acabar nunca...
Reconozco que tenía ganas de llegar a casa sólo para saber dónde me había metido... :) Resulta que estaba bajando por la Riera de Canyet, en Badalona... Atravesé la B-20, obviamente por debajo, seguí por Avenida Martí i Pujol, aún cuesta abajo, pero ya mucha menos pendiente, pensando que tenía que estar ya a punto de llegar al mar para entonces girar a la derecha y volver a casa... Atravesé otra autopista, la del Maresme, seguían pasando los kilómetros, ya llevaba 11 kilómetros, sin agua ni gel, después de una subida tremenda al principio, sin saber muy bien donde estaba, pensando que iba a llegar al mar hacía ya tiempo y a la altura de San Adrián... Ahora cuento por dónde iba... Pero en ese momento, no tenía la más remota idea... :)
Por fin divisé el mar... Y lo que parecía una estación de tren... Me acercaba al kilómetro 12, calculaba que llegando a San Adrián me faltarían unos 4 para llegar a casa, pero no, jejeje, resulta que aparecí en la estación de Badalona... :) De Badalona a San Adrián hay un ratillo en tren... Así que corriendo... Un ratazo... :) Veía gente vestida de negro y me imaginaba que eran un Accel Gel de ésos que me gustan tanto... No tenía mucha sed, pero no era plan de acabar deshidratado... Aunque no vi fuentes cerca...
No había muchas más opciones, giré a la derecha, y seguí corriendo en dirección a San Adrián, empezando a imaginarme la burrada de mapa que me habrá salido en el Forerunner... :) Las piernas ya empezaban a pesar, la bajada de los últimos kilómetros hizo más suave ese tramo, pero llegó el llano y el desgaste acumulado empezó a notarse más... Pensé, bueno, un rato más hasta San Adrían, luego el tramo de 5 kilómetros en el río, y esta está hecho... Pero iluso de mí, aún me quedaban 9 kilómetros más...
De San Adrián a Badalona hay 3 kilómetros y medio preciosos, al lado del mar, con un viento del demonio y si hay alguna fuente, está perfectamente camuflada para que sólo los vecinos del lugar sean capaz de encontrarlas... :) Se me hicieron un poco largos, pero logré llegar a San Adrián, donde sí que tengo localizada una fuente tras tantos entrenamientos en verano muerto de calor... Ya eran casi 16 los kilómetros que llevaba encima cuando di el primer trago de agua. Tampoco tenía tanta sed, pero me sentó muy bien...
Vuelta al río, y cambio de táctica. Como llevaba las Cascadia, preferí no seguir por asfalto y recorrí el tramo del río por la hierba, a un paso muy tranquilo, sobre 5:30 el kilómetro, con mucho viento en contra para hacerlo más divertido.
Y cuando ya estaba llegando, miré el Forerunner y me dije, después de todo lo que me ha pasado, ya que estamos, pues vamos a hacer una media maratón, de mar y montaña... :) Así que retrasé unos metros el punto en el que vuelvo hacia casa, y completé 21,11 kilómetros en curioso entrenamiento de hoy, a un ritmo medio de 5:34 y pulsaciones de 149bpm. Unas medias raras debido a la subida al Turó del Pollo y al desgaste de correr sin líquidos ni gel, pero un entrenamiento divertido como pocos he hecho...
Siempre pongo el enlace al mapa del Forerunner, para tenerlo a mano cuando repaso mis posts recordando entrenamientos o carreras... Hoy más que nunca, sí que merece la pena ver el mapa... :)
En casa me bebí un Powerade casi de un trago y me comí una barrita de proteínas... Y me fui a ver el mapa... :) Definitivamente, la próxima vez que me encuentre con la B-20, giraré a la derecha y volveré a Santa Coloma fácilmente... Porque si no, se da un rodeo más tonto.... :)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)